Un historia 7 años después de la guerra, cuando los Dursley son arrastrados a el mundo mágico en circunstancia extrañas y inesperadas

Harco y muchas parejas mas 

Muchos son los que conocen los relatos de terror, leyendas urbanas y las tan conocidas “Creepypastas” algunos valientes comprueban ciertas historias, yo soy de esos valientes me llamo Ciel Phantomhvie soy el típico chico nerd, casi antisocial y algo lúgubre, no soy muy alegre además de que escribo historias yaoi bajo el seudónimo de “Devil Dream” y mi único amigo es Alois Trancy, junto a él siempre estamos comprobando las leyendas urbanas desde las más aterradoras hasta las más ridículas, Alois es alegre bipolar híper activo y muy despistado además de infantil.

Me gusta la fuerte emoción de sentir un frio helado en mi espalda soy temerario con eso de corroborar verdades y mentiras acerca de fantasmas y asesinos de los relatos ficticios ósea de las “Creepypastas” uno de esos días donde nada bueno había para hacer decidí comprobar si el chat del infierno existía, nunca me imaginé que realmente habría convocado a un verdadero demonio y no cualquiera sino al más temible de los demonios a “El Cuervo”

Categoria: Lemon, Parodia, Drama y Demonios

“Sé que soy culpable también de todo lo que sucedió, pero no puedo evitarlo ni quiero que se detenga; la forma de tu cuerpo y tus manos, como te deslizas y susurras en mis oídos, los jadeantes suspiros, los besos adictivos, tu veneno impregnándome no me deja ir, no hay escapatoria,  mucho menos cuando estás en el nido del principe de las víboras…” 

Mirarse en el espejo no era lo que solía ser hacia un par de años. Le daba asco el ser repugnante en el que se había transformado. Su orgullo masacrado quería hacerle sollozar.

Con decaimiento regresó a ver una rana de chocolate que le llamaba a gritos desde las manos del maldito auror entrometido que sonreía con ironía.

-¡Soy un cerdo!- exclamó horrorizado al ver esa criatura con tantas tallas más grandes que las suyas. Ese no podía ser él. Desvió la vista horrorizado.

-Mmm… yo no lo diría así… tal vez ¿una vaquita marina?- contestó analítico observándole de arriba abajo con divertimiento.

-¡POTTER!- siseó en advertencia mientras el otro reía divertido.

-Cálmate y ven aquí…- murmuró sensualmente, jalándole de su brazo hasta que el rostro enrojecido del rubio quedó escasos centímetros del suyo y antes de que el otro reprochara como siempre, lo acalló con una sugerente mirada –déjame a mi hacer mi trabajo, que te haré sudar como nunca en tu vida…-