Dino llevaba tanto tiempo fingiendo que se le había olvidado que fingía, pero Kyouya le había ayudado a recordarlo. A recordarse. Le tiraba al suelo los guiones; le arrancaba las caretas y dejaba su rostro en carne viva, porque desollado era el único estado en que podía tratar con él. Nada de atajos, nada de mentiras: Kyouya era simplicidad en estado puro y eso era lo que exigía. Como un animal curioso, desconfiado, avanzaba cuidadosamente y luego, en cuanto entreveía el modo de hacerlo, cargaba con todas sus fuerzas.
       En cambio Dino era como un pantano. No importaba por dónde fueras: el terreno era engañoso. Incierto. Y siempre, siempre corrías peligro. De hundirte, o de ser devorado.

       «¿Qué te pasa, Haneuma?»

«Quiero odiarme. ¿Tú no quieres odiarme, Kyouya?»

       «Sólo si no quieres tú.»

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Uso explícito de drogas.

       Hibari aún duda de que todo eso sea real.

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       Tormenta de pensamientos en el lapso de un cigarro.
       «Por tu culpa, por tu culpa, por tu gran culpa.»

| Gokudera!centric |

      La primera (y única) vez que se lo preguntó, tenía diecisiete años y un curioso interés por abrazar teorías esotéricas. Cuando se atraviesa esa etapa disoluta en la cual lo ideal es vivir soñando, la única forma de aguantar el tirón consiste en aferrarse a clavos ardiendo.

   "Oye, As, ¿tú crees en el destino?"
   "Déjate de destinos y de mierdas".

      Astrid afirmaba que no existe nada similar al destino. Los caminos, decía, se cruzan porque no hay espacio para tanta vía paralela.

   —Bueno, Kyouya... —la situación amerita una frase ingeniosa. A ver, a ver...—. ¡Tú la llevas!

    Más tonto y no nace. Eso es lo que piensan Hibari, Squalo e incluso el bueno de Fon antes de que Dino salga disparado, cual corredor de los cuatrocientos metros lisos, con un cabreadísimo líder del Comité Disciplinario tras él.

    Ahora más que nunca, Dino: corre.

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| Dino!Centric |

¡Todo tuyo, Rei!

      Eso de que uno se haga adicto a los besos de alguien desde la primera vez queda muy bonito, pero en el noventa y nueve por ciento de los casos se limita a ser un mero tópico idealista. Lo que pasa es que el hábito hace al monje. Dicho de otra manera: a fuerza de comerle la boca a esa persona, terminas viéndolo tan común que parece que la cosa lleva así desde siempre.

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| Hibari!Centric |

"¿Queréis que no os sea sensible la pérdida de las cosas del mundo? No deseéis con ansia lo que no tenéis, ni améis con exceso lo que poseéis".
San Francisco De Sales

      Que no puede echarse de menos aquello que nunca se ha tenido es una fantasía utópica.

   I. "Ni siquiera ella es tan extrema como tú, Luss". | 3364 - 33Hana |
   II. A fuerza de negar lo evidente había terminado perdiéndoles a los dos. | 8059 - Hints de 5927|
   III. "Hayato ha llegado tarde, Squalo. Ha llegado tarde". | S80 - 8059 |
   IV. Pudieron haber sufrido menos juntas, pero sólo eran capaces de amar los fantasmas de sus recuerdos. | 8864 - 6456 - 88R |

TYL. Drabble collection.

      Y luchaban sin descanso hasta que a Hibari las mejillas se le coloreaban por el esfuerzo y una gota de sudor se deslizaba por su clavícula. Y los ojos de Dino se entornaban al seguir el recorrido de esa gota huidiza. Y Kyouya se lanzaba hacia él a velocidad suicida, creyendo paladear el gusto a sangre y sal de la victoria justo antes de que la cálida piel del látigo constriñese la parte superior de su cuerpo.

   "Te equivocas. Eres tú quien me necesita".

"Oh... ¿en serio?"

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D/s.