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ME CUESTA TANTO OLVIDARTE por lyra

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Pasaron esa noche cada uno en su cama, uno con miedo de acudir a consolar a su hermano y terminar haciendo algo de lo que mas tarde se arrepintiera, el otro pensando en el lío que un solo beso le había metido.

Primero fue su padrastro, le besó una noche creyendo que sentía algo tras las palabras que le dedicó esa tarde. Luego su mejor amigo, le brindó el consuelo necesario un día que se encontraba moralmente por el suelo. Y el último se lo había dado su hermano, al verle tan desdichado.

Le costaba olvidarlos, eran tres personas muy importantes para él y a las tres les había hecho mucho daño.

Al día siguiente bajaron a desayunar en silencio, ni siquiera se atrevieron a mirarse. Cada uno se sentó en una silla aparte y trataron de comer pero ambos sentían un nudo en el estómago. Cuando estaban a punto de terminar escucharon que se abría la puerta de la calle y solo entonces intercambiaron una mirada antes de levantarse y correr a ver quien era.

-Chicos-les saludó Gordon-Vengo a recoger algo de ropa para vuestra madre y a llevaros con ella, al final le dan hoy el alta.

-¿Está bien? ¿No es algo pronto quizás?-preguntó Bill muy preocupado.

-Tranquilo, el médico ha dicho que ya ha pasado lo peor y que con unos días de descanso se repondrá-le explicó Gordon.

-Vamos a vestirnos, mamá nos necesita a su lado-murmuró Tom subiendo las escaleras.

Gordon se quedó mirando a su hijastro mayor, cuando llegó a casa había notado cierta frialdad entre los dos hermanos y no sabía a que se podía deber.

-¿Ha pasado algo entre vosotros dos?-preguntó al menor.

-Nada-le mintió Bill con rapidez.

¿Qué le iba a decir? ¿Qué se había vuelto a equivocar besando a la persona inadecuada?

Echó a correr escaleras arriba tras su hermano, entrando en su habitación para terminar de arreglarse. Respiró más aliviado cuando cerró tras él la puerta y se apoyó en ella. Sentía que el corazón se le iba a salir del pecho de lo fuerte que le latía cada vez que su hermano estaba cerca.

Debía dejar de pensar en él de esa manera, olvidar ese beso…los dos, mejor dicho….



Tras meter en una bolsa ropa nueva para su mujer, se apoyó en el marco de la puerta observando la cama en donde concibieron y perdieron ese hijo tan deseado. El médico les había dicho que todo iba bien y que podrían volver a intentarlo, pero Simone y él habían discutido y temía que nunca más confiara en él y le perdiera como marido.

No le quedó más remedio que confesarle que había sido él quien pegó a su hijo pequeño, sin entrar en más detalles. Simone enseguida se puso de su parte, pidiéndole que nunca más tocara de esa manera a ninguno de sus hijos, que si había algún problema debía decírselo a ella, que para eso era su madre y los castigaría a su manera. Nunca les había pegado, y viendo el labio hinchado de su hijo pequeño no podía hacer otra cosa que odiar a su marido en esos momentos.

Rezaba que con el tiempo las cosas volvieran a ser las de antes, y partir de entonces tendría que andar con pies de plomo cada vez que su hijastro se le acercara, sabiendo que su mujer le estaría observando dispuesta a salir en su defensa si se atrevía a levantarle la mano.

Por mucho que le explicó que le pegó bajo los efectos de una gran tensión y que le prometiera que jamás lo volvería a hacer, Simone no daba su brazo a torcer y se ponía del lado de su hijo, repitiéndole que él no era nadie para pegarle.

-¿Gordon?

Se volvió al ver quien le llama. Su hijastro mayor estaba dos pasos a su espalda apretando la sudadera que llevaba en sus manos.

-Cambié las sábanas-le explicó señalando la cama-Bill no vio nada.

-Gracias-contestó carraspeando.

Pasó a su lado y bajó las escaleras pensando que su hijastro pequeño estaba muy bien cuidado, aparte de su madre contaba con un hermano que procurar que nada le hiciera daño, como ver el lugar en el que perdió a su otro hermano…

Eran dos contra uno, y no podía hacer nada. Si las cosas no se solucionaban, mucho se temía que su matrimonio estaba condenado al fracaso.

Entró en el coche y a los pocos minutos se reúnen sus hijastros. Tras asegurarse de que se habían colocado el cinturón de seguridad, arrancó y en una hora llegaron al hospital. Se quedó en la puerta de nuevo observando como saludaban y abrazaban a su madre.

El médico les llevó los papeles del alta y mientras le ayudaba a vestirse sus hijos esperaron en el pasillo, mirando cada uno en una dirección, perdidos de nuevo cada uno en sus pensamientos.

Regresaron a casa en el mismo coche, su madre iba con ellos sentada al lado de su marido, pero con la mirada al frente y una expresión fría en la cara. Dejó que sus hijastros se ocupasen de su mujer y encerró el coche en el garaje suspirando.





-¿Quieres que te traigamos algo de comer?-preguntó Bill sentándose en el borde de la cama donde descansaba su madre-¿O de beber?

-Gracias, cariño pero estoy bien, no necesito nada-contestó Simone acomodándose en la cama,

-Vamos, dejémosla descansar-intervino Tom desde el otro lado de la cama.

Se inclinó y se despidió de su madre con un beso en la mejilla. Bill se levantó con pereza y le imitó. Le gustaría quedarse con su madre, acostarse a su lado como cuando era pequeño y tenía miedo. Su madre le abrazaba con fuerza y le besaba el pelo prometiéndole que nada ni nadie le iban a hacer daño.

Se levantó de la cama y salió de la habitación con su hermano, con la idea de encerrarse en al suya el resto de la mañana, pero su hermano le cogió por el brazo y se llevó un dedo a los labios pidiéndole silencio. Le hizo entrar en su propia habitación y cerró la puerta tras ellos.

Se soltó de su agarre y retrocedió dos pasos sin poder evitar sentir miedo, hasta que su espalda chocó contra la cómoda y gimió por lo bajo.

-¿Te has fijado en mamá y Gordon?-preguntó Tom pasando por alto la actitud de su hermano.

Negó con la cabeza, no sabía de qué le estaba hablando su hermano.

-Están como nosotros-le explicó Tom-No se miran, y si se hablan lo hacen con dureza. Ha pasado algo entre ellos y…

-Y ha sido culpa mía-terminó Bill por él la frase.

Se llevó una mano al herido labio y lo entendió de inmediato. Por mucho que le pidió a su padrastro que no dijera nada de lo que había pasado, al final se lo había contado y su madre se había disgustado.

Por su culpa estaban en ese estado, tenía que hacer algo para arreglar las cosas y que todo volviera a ser como antes.

-Tengo que solucionarlo-murmuró pasando al lado de su hermano.

-Bill-le llamó Tom antes de que abriera la puerta.

Se paró dándole la espalda, conteniendo el aliento hasta que de nuevo hablara.

-¿Lo nuestro no tiene solución?-preguntó con un hilo de voz.

-Por favor….no insistas-le pidió cerrando los ojos-Mira el daño que he hecho, ¿quieres darle a mamá otro disgusto?

No esperó su respuesta. Suspiró y abriendo la puerta le dejó a solas con su conciencia. Tenía que meditar muy bien las consecuencias que traerían sus actos, que viera que lo suyo era imposible y tratara de olvidarlo.


Entró de nuevo en la habitación que su madre compartía con su padrastro. Asomó la cabeza antes y vio como su madre estaba tumbada de costado. No se lo pensó dos veces y se echó a su lado dándola la espalda, esperando hasta que unos brazos le rodearon por la cintura y sintió que le besaban en el pelo.

-Mi niño pequeño-murmuró Simone estrechándole más.

-Mamá, ¿qué pasa entre Gordon y tú?-preguntó sin andarse con rodeos.

-No debió pegarte-contestó Simone firmemente-Eres mi hijo, y él no…

-Me lo merecía-le cortó cerrando los ojos-No debí hablaros de esa manera y salir huyendo luego, darte ese disgusto y hacer que perdieras al bebé.

-Bill, cariño….no fue culpa tuya-le dijo Simone con suavidad.

-En parte sí, deseé que no lo tuvieras, ser yo tu único hijo pequeño-le confesó en un sollozo.

-Siempre serás mi niño pequeño-le consoló Simone besándole el pelo.

Le abrazó con fuerza y le dejó llorar contra su pecho, hasta que poco a poco se fue quedando dormido con las mejillas bañadas en lágrimas. Simone le acompañó y pasaron así media mañana, hasta que Gordon entró a subirle la comida en una bandeja.

Sonrió al verlos dormidos, pensando en lo muy unidos que estaban. Su mujer siempre cuidaba más de su hijo pequeño, normal que le hubiera gritado por haberle pegado.

-¿Gordon?-murmuró Bill frotándose los ojos.

No se había dado cuenta de que no dormía y le había pillado observándolos. Le dedicó una sonrisa y entró del todo en su habitación dejando la bandeja que llevaba sobre la mesilla.

-Siento haberte despertado-murmuró en voz baja.

-Y yo siento haberte besado-le confesó de la misma manera.

Gordon le miró con miedo en los ojos. Su mujer estaba o parecía estar dormida, podía haber escuchado las palabras de su hijo y asustarse al imaginárselo.

-Bill, olvídalo-le suplicó en un susurro.

El cantante negó con la cabeza y se escabulló de los brazos de su madre sin despertarla. Caminó hasta la puerta de la habitación y le hizo una seña para que su padrastro le siguiera.

Salió al pasillo y esperó hasta que le tuvo cerca.

-Todo esto es culpa mía-dijo suspirando-Mamá está enfadada contigo y no debería, yo tengo la culpa de todo, me merezco su enfado y ser castigado.

-Mereces una disculpa por mi parte-dijo Gordon con firmeza-Debí hablar las cosas, no reaccionar de esa manera. Estabas confuso y yo te di la espalda.

-Quiero que las cosas sean como antes-suspiró de nuevo-Que tú y mamá no estéis peleados.

-Yo también lo deseo, pero…

-No me cansaré de decirla que todo fue culpa mía, que tú reaccionaste por las circunstancias. Sé que nunca pensaste en pegarme, sé que eres un buen padre.

Esas palabras dejaron a Gordon sin habla. Nunca antes le había escuchado llamarle padre, siempre era Gordon para sus hijastros.

-Dale tiempo a mamá-dijo Bill acercándosele-Si te pierde, no me lo perdonaré jamás en la vida.

Se puso de puntillas y le besó en la mejilla. Se separó de inmediato, no quería darle más quebraderos. Sonrió al ver a su padrastro hacerlo, más cuando escuchó la somnolienta voz de su madre llamarle.

Gordon asintió y corrió al lado de su mujer. Bill se quedó en mitad del pasillo pensando. El tiempo curaría todas las heridas, lograría hacer que se olvidasen todos lo males.

No lo puedo evitar y se acercó a la puerta…necesitaba escuchar…


-¿Gordon?-llamó de nuevo Simone.

-Aquí estoy-contestó Gordon sentándose en la cama.

-¿Dónde está Bill?-preguntó Simone buscándole con la mirada.

-Ha salido para dejarte descansar, no te preocupes. Tom cuidará de él-dijo Gordon con firmeza-Siempre lo ha hecho, has criado muy bien a tus hijos.

-Nuestros hijos-corrigió Simone en voz baja-Hablando con Bill me he dado cuenta de lo injusta que he sido contigo. Estaba dolida por lo del bebé, necesitaba desahogarme con alguien y al saber que habías pegado a mi pequeño…

-Reaccioné sin pensar, sabes que los quiero como si fueran míos y nunca les haría daño.

-Lo sé-murmuró Simone-Perdóname por haberte gritado, nunca más volverá a pasar.

-Bill y yo hemos hecho las paces-explicó Gordon sonriendo-Es un buen muchacho. Pronto olvidaremos este trágico suceso y las cosas volverán a ser como antes.

-Y tú y yo…podríamos volver a intentarlo-dijo Simone más animada.

Gordon sonrió y se inclinó para besar a su mujer. Con el tiempo, todo volvería a ser como antes….mucho mejor incluso, ya que su relación con si hijastro pequeño había mejorado.




Sonrió al escuchar las palabras de su padrastro, más al saber que su madre había podido perdonarle. Porque se amaban demasiado como para echar al traste tantos años compartidos…

Suspiró y echó a andar por el pasillo, levantando una mano y tocando la pared con la punta de los dedos. Se paró en seco. Giró la cabeza y vio con lo que se habían topado sus dedos. No era una puerta como él pensaba, era la cara de su hermano.

Se le quedó mirando. Sus ojos irradiaban una profunda tristeza, del que él era culpable. Pero no podía hacer nada por remediarlo.

-Lo siento-susurró retirando la mano.

Pero Tom fue más rápido y le cogió por la muñeca. Se llevó la mano a sus labios y le besó la punta de los dedos con delicadeza.

-Dime que eres capaz de olvidar esto-le desafió muy serio-Que por las noches no te preguntarás si estoy dormido en la cama o llorando porque yo no puedo olvidarte.

-No…no quiero hacerte daño-tartamudeó.

-Si me olvidas, me lo haces-dijo Tom con dolor.

Siguió sin soltarle, tirando con suavidad de su mano. Dio un paso atrás, luego dio otro y para cuando su hermano se quiso enterar, estaba dentro de su habitación. Se movió con rapidez y le hizo girar, quedando él con la espalda apoyada contra la puerta, evitando así que huyera.

-Tom…deja que me vaya….no hagamos nada de lo que luego nos arrepintamos-le suplicó en vano.

-Yo nunca me arrepentiré….y tampoco te olvidaré-susurró Tom antes de apoderarse de sus labios.

Ahogó un sollozo contra ellos, pero los separó al sentir como el rozaba su aliento. Cerró los ojos y se dejó besar, quedando su mano apresada entre sus dedos y la otra en un fuerte puño a un costado de su cuerpo.

Suspiró resignado. Pensaba quedarse bien quieto, dejar que le besara y luego salir huyendo. Pero no contaba con que su cuerpo le respondiera. Un escalofrío le recorrió la espalda de arriba a abajo, las rodillas se negaron a sostenerle y tuvo que sujetarse con la mano que tenía libre.

La levantó y pasó por la cintura de su hermano, apretando entre sus dedos su camiseta con fuerza. La retorcía al sentir como le acariciaba el paladar con la lengua, lo que le hizo volver a suspirar.

Tom sonrió al escucharle, y sin soltarle le hizo andar de espalda, hasta llegar a su cama. Se inclinó y le acostó con suavidad en ella, quedando él cómodamente instalado entre sus piernas.

-Mi Bill…-suspiró él esa vez.

No se lo podía creer. Su hermano había separado más las piernas, alzando las caderas hasta que se rozaron sus entrepiernas, frotándose con suavidad contra él…

No le quiso frenar, se movió a su ritmo sin separar los labios en ningún momento, viendo que tenía los ojos abiertos bien fijos en los suyos. Sentían que les faltaba el aliento, solo se separaron un momento jadeando por el esfuerzo, sin dejar de frotarse ni rozarse…

Juntando más sus caderas, llegaron a la vez al clímax. Abrieron más los labios, contuvieron el aliento por un segundo hasta expulsarlo en un hondo suspiro sin poder evitar gemir por lo alto.

Se dejó caer sobre su hermano exhausto, nunca pudo imaginar que iba a ser tan especial. Su primera vez…y no la pensaba olvidar.

-Tom….oh, mi Tom… ¿qué hemos hecho?-le escuchó balbucear.

Tom sonrió y alzó la cara, mirándole los temblorosos labios.

-Solo dime que esto no lo vas a olvidar-le suplicó entre jadeos.

Negó con la cabeza, levantando una mano que llevó a sus labios.

-¿Cómo poder olvidar tus labios?-dijo recorriéndoselos-¿El sabor de tus besos?

Tom sonrió contra sus dedos y se los besó, arrugando la frente cuando sin venir a cuento su hermano se echó a llorar. Se apresuró a abrazarle, dejando que enterrara la cara en la curva de su cuello y se desahogara.

-Tom….lo siento tanto…he estado a punto de estropearlo todo…..mamá y Gordon…tú y yo….y a Andreas le he hecho mucho daño…

-Sssshhh….no lo pienses más….-le consoló Tom.

-Solo quise ser como tú, te veía tan feliz con alguien a tu lado que me puse a buscar a alguien desesperado…

-Sin ver que me tenía a tu lado-terminó Tom la frase por su hermano.

-No quería verte, me decía que tú no podías ser. Pero…al igual que mamá a perdonado a Gordon porque le ama demasiado, porque no podía echar a perder tantos años de risas y complicidad…. ¿cómo puedo obligarte a olvidar algo que yo no puedo por más que lo intento?

-Tal vez porque me amas con toda tu alma…-susurró Tom bajando la cara.

-Tal vez porque sin ti no soy nada…-susurró Bill a su vez.

Separó los labios sonriendo, recibiendo un dulce beso que jamás en la vida olvidaría. ¿Cómo poder olvidar esos labios que tan dulcemente le estaban besando? ¿Por donde salía ese cálido aliento que le recorría por dentro?

Sonrió contra ellos sin poder evitarlo, llevando una mano a la nuca de su hermano para impedir que le dejara hambriento.

-Te amo….te necesito…-suspiró emocionado.

-Eres mío-susurró Tom con firmeza.












Notas finales: Otro fic mas que se termina, el proximo en el que trabajare es "El precio del amor", no me olvido de los demas, solo os pido algo de paciencia.

Aqui os dejo el video que hice deprisa y corriendo para este fic. Gracias por leer y ver:

http://www.youtube.com/watch?v=PyWQO8P_CmI

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