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Enamórame por Fullbuster

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Notas del capitulo:

Bueno último capítulo de la Saga, empiezan a partir de ahora los nuevos personajes

Rogue Cheney POV

 

 

 

Buscamos a Gray durante tres días enteros, no apareció por casa de Lyon ¿pero quién lo haría con lo cabrón que era su hermano? Tampoco se puso en contacto con Natsu, cosa que yo imaginaba que sucedería, porque después de haber presenciado aquella escena, no creo que Gray estuviera pensando precisamente en confiar en Natsu. Sting estaba de lo más preocupado últimamente, apenas asistía por la facultad y se pasaba el día intentando buscarle ¡Hasta había hablado con su padre después de días sin hablar con él para contratarle y que buscase a Gray!

 

A mí y a Natsu, el nuevo turno y el nuevo equipo de élite nos tenían machacados, catorce horas de ejercicio y gimnasio a la semana, si eso nos parecía poco, encima hasta que sonase la alarma de emergencia, nos tenían haciendo prácticas con todo el equipo, no parábamos con los simulacros y yo aún tenía suerte, porque me tocaba en las alarmas quedarme en el camión y recoger información de los ordenadores, apagar alarmas o cámaras ¡Era el informático del equipo! El que le proporcionaba la información de todo al resto del equipo, sobretodo, a Laxus, que era nuestro superior y el negociador ¡y tenía un don para eso! No sé como lo hacía, pero la gente parecía confiar en él y ya no digo el equipo…

 

Natsu no tenía tanta suerte, a él le tocaba casi siempre en el grupo de asalto y no paraba en todo el día, su jefe de asalto que era el que tomaba las decisiones cuando intervenían, era Loke mientras que Jellal iba sólo, siempre subiendo con todo aquel pesado equipo hacia las azoteas para tener un disparo limpio y claro de los agresores.

 

Desde la desaparición de Gray, Natsu se había vuelto completamente loco, acababa su turno en el cuerpo de élite y aunque estaba reventado, salía a caminar por la ciudad o se iba en moto si estaba demasiado cansado para andar. Todos los días iba a la comisaría a espabilar a nuestros antiguos compañeros, gritándoles incluso porque no encontraban a Gray.

 

De Lyon… no sabía mucho y es que Natsu tampoco había vuelto por allí desde lo sucedido. La verdad es que no tener noticias de Gray, nos preocupaba a todos. A Sting a veces le acompañaba yo a buscarle por la ciudad, otras veces, cuando yo trabajaba y no podía ir, avisaba a una chica amiga suya, una de cabello blanco a la que llamaba Mirajane, según me contó, trabajaba de enfermera en el hospital psiquiátrico donde estuvo Gray ingresado, pero a mí me resultaba familiar de haberla visto en otra parte.

 

Esa mañana llegué a trabajar como de costumbre. Aparqué el coche en el parking delantero de la base de operaciones especiales y me crucé con Laxus que iba hablando con Jellal hacia la puerta principal. De la pared estaban bajando con cuerdas haciendo Rapel dos de mi unidad, Erza y Gajeel, los cuales llegaron al suelo justo cuando Laxus y Jellal entraban. Laxus, que era nuestro superior directo y quien tomaba todas las decisiones de equipo, empezó a reírse justo cuando les decía un “chicos… que acabamos de pintar la pared”, Erza fue la primera que con una gran sonrisa se disculpó mirando ahora hacia la pared para comprobar que no la habían manchado en su descenso.

 

Iba justo detrás de Laxus y Jellal, por lo que pude escuchar claramente desde mi distancia su conversación mientras ambos sonreían.

 

~ ¿Quién crees que ha ganado? – le preguntó Jellal a Laxus con una sonrisa.

 

~ ¿Tú qué crees? – preguntaba ahora Laxus, aunque sé que sabía perfectamente la respuesta a eso.

 

Justo cuando entraba yo hacia la puerta principal, mientras veía como Erza y Gajeel desabrochaban los arneses y las cuerdas, me saludaron y pude escuchar a Erza reclamarle el dinero a su compañero por su victoria. ¡Desde luego como para meterse con Erza! Era la más rápido en descensos, de eso no me cabía duda alguna.

 

Cuando entré por el vestuario, Natsu ya estaba allí cambiándose. Se mantenía en silencio y es que desde lo de Gray, parecía alguien completamente diferente, más antisocial, vivía sólo y exclusivamente para trabajar y buscar a Gray.

 

Saludé y me contestó con ese tono de voz que últimamente tenía, soso, serio y aburrido ¡Desde luego estaba deprimido y preocupado! Loke entró detrás de nosotros saludando con una radiante sonrisa mientras se dirigía a su taquilla.

 

~ Buenos días equipo – saludó Loke mientras abría la taquilla y sacaba todo el equipo para empezar a cambiarse.

 

~ Buenos días – le dije - ¿qué tenemos hoy? – le pregunté con una sonrisa.

 

~ Pues si no tenemos alarmas… en principio simulación de rehenes, sin francotirador – me comentó con una sonrisa y me extrañó que empezase a reírse.

 

~ ¿Por qué te ríes? – le pregunté.

 

~ Es fácil, tú no estarás en el camión sentado y desde luego… Jellal no estará en sus tejados, todos estamos en asalto – me dijo sonriendo – siiiii, voy a putear a Jellal – dijo emocionado como si eso fuera algo bueno.

 

Desde luego esos dos parecían llevarse muy bien desde hacía tiempo, pero era algo normal, Natsu y yo éramos los nuevos, los otros dos integrantes de la unidad habían ascendido y se habían marchado a otro equipo, creo que uno se fue al cinco y el otro al ocho, nosotros estábamos en el equipo número dos.

 

Cuando entré, yo creía que los números significaban algo, pero realmente sólo era para distinguirnos, porque este equipo, era al que consideraban el más eficaz dentro de toda la base, así que nos estaban metiendo mucha caña para no bajar su nivel de eficacia. ¡nos estaban reventando a entrenar y a gimnasio!

 

La verdad es que en la base… había pocas chicas, creo que sólo habían dos, Erza que estaba en nuestro equipo y una tal Kagura con la que yo aún no había tenido el privilegio de hablar, creo que estaba en el equipo número tres. Erza es la que más hablaba con ella, principalmente porque tenían todo un vestuario cuando sólo eran dos. ¡Ventajas de ser chicas en este cuerpo tan exigente!

 

Jellal entró en aquel momento cargando una bolsa muy pesada al hombro, imagino que era el rifle de francotirador, porque siempre lo llevaba consigo en cuanto entraba por la base. La verdad es que era un chico algo serio, callado, reservado, pero cuando salían del trabajo y todos íbamos al bar de al lado a tomarnos una cerveza juntos ¡porque aquí los lazos de amistad eran realmente fuertes! Parecía una persona muy amable y agradable.

 

Venía con los cascos puestos y aunque no se los quitó de las orejas, podía oír claramente que estaba escuchando música fuerte, no sé si era rock o Heavy, pero no era música precisamente relajada.

 

Loke se acercó hasta él y le quitó los cascos de las orejas. Jellal se giró para comprobar quien se los había quitado y luego sonrió.

 

~ ¿Qué te pasa Loke? Pareces muy contento hoy.

 

~ Lo estoy, tenemos simulacro de asalto – le dijo sonriendo.

 

~ Mierda – exclamó Jellal con una sonrisa – tú ya sabes que lo mío son los tejados – le dijo - ¿no podrías entrar tú en el edificio, lanzarte sobre los rehenes y yo me ocupo de disparar desde la azotea de enfrente?

 

~ No - le dijo Loke – hoy te toca a ti rapel

 

~ Te odio – le dijo Jellal con una sonrisa.

 

~ Lo sé – salió Loke riéndose.

 

Desde luego esos dos siempre estaban tocándose las narices, pero parecían tan amigos, como si se conocieran de toda la vida y es que supongo que aquí, era así. Tenías que aprender a confiar en tus compañeros, nos jugábamos la vida en todas las misiones y quien te cubría la espalda, era tu compañero, tenías que confiar en él, tenías que llevarte bien con ellos a la fuerza, éramos una familia, nos cubríamos entre nosotros, nos protegíamos entre nosotros, somos la élite, salvamos vidas incluso a costa de la nuestra. Laxus entró en aquel momento ya cambiado y tocó con los nudillos en la puerta  antes de hablar.

 

~ Simulacro en cinco minutos, cambiaos rápido y salid al campo de entrenamiento, venga.

 

Salimos todos en cuanto nos cambiamos y la verdad, acostumbrarme a este uniforme era complicado, entre el chaleco antibalas y la cantidad de cosas que llevaba encima, no sé ni cómo conseguía moverme ¡Encima lo que pesaba todo esto más el rifle de asalto! Pero claro… no podía quedarme atrás y menos al ver a Erza ¡si una chica podía coger todo este material y soportar su peso… yo no iba a ser menos!

 

Salimos al campo de entrenamiento y vi al equipo uno allí posicionado con nosotros con sus uniformes de “rehenes y malos” porque ellos iban a aparentar ser los secuestradores para que nuestro equipo pudiera practicar. Laxus empezó a explicar.

 

~ Vale todo el mundo atento – empezó – el equipo uno se ha ofrecido voluntario para ayudarnos, aquí tenemos al rehén – dijo señalando a uno de ellos que vestía de paisano aunque llevaba un chaleco antibalas debajo – y el resto… los secuestradores. – Ahora empezó a explicar dándole la señal al equipo uno de que cogiera posiciones dentro de un destartalado edificio e hasta seis plantas que teníamos para practicar – La alarma suena, acudimos, según la información que tenemos es un asunto por drogas, hay un rehén y el edificio estará lleno de traficantes armados. Entramos y liberamos al rehén ¿dudas? – Preguntó – bien, yo iré con vosotros – dijo cogiendo uno de los rifles de pintura. – Loke tú eres el jefe de asalto, te vas con Natsu, Gajeel, Rogue y conmigo. – Explicó – Erza y Jellal rapel, a mi señal entráis por la ventana y aseguráis al rehén.

 

~ Entendido – dijeron los dos al mismo tiempo mientras se chocaban los puños

 

Corrí detrás de ellos cuando dieron la señal de empezar y Loke nos indicó a Natsu y a mí que nos posicionáramos uno a cada lado de la puerta mientras él la tumbaba y se resguardaba del fuego enemigo. Entró Laxus primero disparando derribando a uno que gritó “tocado” al verse impactado en el pecho por la pintura. Loke entró detrás y nos indicó con la mano a Natsu y a mí que cubriéramos el pasillo de la derecha mientras Laxus y él iban por el de la izquierda. Yo suponía que Erza y Jellal se habrían subido a lo más alto del edificio y estarían preparando las cuerdas y el arnés para preparar el salto hacia la ventana cuando dieran la señal ¡y debía ser agobiante saber que tenían que prepararlo todo en segundos antes de que llegásemos, porque a la señal, debían de saltar!

 

Natsu entró primero en el pasillo y se resguardó tras una columna de la derecha al encontrar a uno del otro equipo delante, yo me resguardé al lado contrario y fue Natsu el primero en salir y disparar escuchando un “tocado” del otro equipo. Seguimos avanzando hacia las escaleras y por el pinganillo de nuestra oreja, escuchábamos a Loke avisarnos de los que iban descalificando y dónde debíamos juntarnos.

 

Subimos las escaleras y nos encontramos con Laxus y Loke para unirnos de nuevo hacia la puerta donde se supone estaría el rehén. Nos agachamos en fila en la pared, dejando a Laxus primero y a Natsu el último.

 

~ Espejo – escuché que pedía Loke y Natsu le pasó el espejo hacia Loke que lo entregó a Laxus, quien estaba el primero de la fila.

 

Vi como lo preparaban y lo introducción por la ranura baja de la puerta para ver donde estaban colocados los de dentro. Loke sacó la tabla electrónica y pudimos ver por la cámara incorporada del espejo donde estaban.

 

~ ¿Cómo lo ves? – le preguntó Laxus a Loke.

 

~ Habría que llevarlos más hacia la ventana – le comunicó – los de rapel no tiene acceso a ellos si siguen ahí.

 

~ ¿Qué propones?

 

~ Podemos entrar y presionarles para que vayan hacia la ventana, una vez allí, podemos dar la señal, que entren los de rapel, que cubran al rehén y mientras nosotros nos ocupamos de los otros, el que tiene cogido al rehén puede ser inmovilizado por alguno de los dos que entre por la ventana.

 

~ ¿Habéis escuchado? – preguntó Laxus y Erza y Jellal asintieron por el micrófono de los auriculares – vale… a mi primera señal asalto entra, a la segunda… rapel.

 

Todos dijimos un entendido y observé como Laxus quitaba el espejo de la puerta y pedía algo para tumbar la puerta. Le pasamos lo que necesitaba y nos levantamos para coger impulso los cuatro. A la primera señal de Laxus tumbamos la puerta y comenzamos a disparar hacia los enemigos cubriéndonos entre nosotros, a la segunda señal, el cristal se rompió, Erza cayó sobre el rehén cubriéndole con su cuerpo mientras Jellal se lanzaba contra el que quedaba inmovilizándole en el suelo mientras le apuntaba con el arma.

 

Todos nos detuvimos y luego les ayudamos al resto del equipo uno a levantarse. Todo había salido bien, nos felicitaron y les agradecimos que nos ayudasen con el simulacro. Loke se acercó hacia Jellal.

 

~ ¿Es enserio? – le preguntó.

 

~ ¿Creías que sólo sé disparar desde los tejados o qué? – le preguntó sonriendo – para entrar aquí tienes que saber estar en todas las posiciones, sólo que me especializo en francotirador. Me debes una cerveza – le dijo lanzándole el rifle de pintura a Loke mientras se marchaba bromeando con Erza.

 

Aquel día no tuvimos ninguna alarma, bueno sí tuvimos… pero fueron otras unidades en vez de la nuestra, así que tras acabar nuestra tanda de entrenamientos y simulacros, nos fuimos todos al bar como era costumbre, una cerveza todos juntos para bromear y a casa a descansar. Desde luego, Loke le pagó la cerveza a Jellal, pero luego… se largó a ligar con todas las chicas que encontró en el bar ¡Que mujeriego estaba hecho!

 

~ Este nunca cambiará – dijo Jellal sonriendo.

 

~ Ya le conoces – le dijo Laxus – Casanova hasta la médula. ¿Qué vas a hacer hoy Erza? –le preguntó ahora a nuestra chica y ésta tras un sorbo a su cerveza, sonrió.

 

~ Tengo que pintar la casa - comentó

 

Todos la miramos asombrados… como si eso fuera un plan excitante ¡La miramos sorprendidos por lo aburrido que sonaba! Pero Jellal fue el único que se atrevió a hablar. El resto no querían meterse con Erza ¡porque era terrible cuando se enfadaba! Y yo era el novato, el nuevo, no tenía aún tanta confianza con ella como para bromearle, pero Jellal sí parecía tenerle mucha confianza.

 

~ Qué anti erótico suena eso – se cachondeaba ahora Jellal de ella.

 

Todos nos reímos porque era verdad… Erza aún bebiendo de su botella de cerveza le dio un leve puñetazo en el hombro a Jellal que estaba a su lado en plan de broma.

 

~ Oh cállate – le dijo Erza sonriendo - ¿Tú tienes un plan mejor? – le preguntó.

 

~ Desde luego no es ayudarte a pintar la casa – le dijo Jellal riéndose - Admítelo… - seguía Jellal bromeando con ella – si alguien va a pedirte una cita en algún momento y vas tú y le sueltas ese rollo de que tienes que pintar la casa… te aseguro que se acabó tu cita, saldrán corriendo por miedo a que les obligues a pintarte la casa – se reía ahora Jellal y todos empezamos a reírnos con ganas, incluida Erza.

 

~ ¿Y me lo dice el que se llevaría a alguien en una primera cita a saltar en paracaídas? – le preguntó Erza ¡no sabía yo que a Jellal le gustaban las emociones fuertes!

 

~ Es emocionante, sube la adrenalina que da gusto – le dijo Jellal – y subir la adrenalina tiene su lado bueno – le dijo sonriendo y sé… que estaba hablando del sexo.

 

~ Deberías salir más de fiesta – le dijo ahora Gajeel sonriendo a Erza – ligar… intentar tener una vida social… esas cosas.

 

~ Yo salgo… a comprar comida – especificó luego dejando ver su poca vida social – es Loke el único de aquí que de verdad sale, ninguno de vosotros suele salir a excepción de estas reuniones que tenemos ¿por qué os metéis siempre conmigo cuando vosotros tampoco salís nunca? – se quejó aunque estaba claro que bromeaba.

 

~ Nosotros no salimos porque no tenemos tú físico – dijo Jellal bromeando – venga, sí sales un día acabara medio bar babeando por ti.

 

~ Yo no quiero que babeen por mí – dijo – me ha costado mucho llegar donde estoy y me gusta mi trabajo, no voy a echarlo a perder por un rollo de una noche.

 

~ No hay forma chicos…yo lo he intentado – dijo Jellal bromeando. – si cambias de idea… voy a ir a hacer puenting dentro de un rato… por si te aburres pintando.

 

~ Déjalo Jellal, estás completamente loco, no sé si es que te gusta demasiado el riesgo o que realmente no te importa matarte.

 

~ Un poco de ambas – le sonrió - pero para este trabajo… hay que estar un poco loco ¿Dime alguien de este equipo que no esté loco? – le preguntó sonriendo.

 

Todos nos reímos, incluida Erza, que aunque se supone se metían con ella, parecía quedar en familia, se divertían juntos, bromeaban, pero aún así, yo no dejaba de mirar a Natsu, seguía allí sentado bebiendo de su cerveza, preocupado por Gray.

 

 

 

 


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