Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Enamórame por Fullbuster

[Reviews - 576]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Loke Heartfilia POV

 

La verdad es que no sabía que Gray tenía un hermano, pero allí estaba, delante de nosotros y claro… ¿Cómo iba a negarme a que le viera su hermano? Habría estado muy preocupado por él estas dos semanas que estuvo desaparecido, así que preferí dejarles a solas un rato. Volví con los compañeros a los que había dejado para buscar a Gray y esperé en la caseta donde les había dicho que estaría.

Me giré mirando hacia Gray que seguía allí hablando con Lyon ¡Tampoco quería dejarle sin supervisión, así que de vez en cuando miraba! Y entonces, en una de esas veces que me giré, mis ojos se cruzaron con Jellal frente a un puesto de Dangos mirando ¡ni siquiera sabía que a Jellal le gustaban!

Jellal los compró y al girarse mientras se metía el primero en la boca, me vio sonriéndole. ¡Me ignoró! Se dio la vuelta decidido a marcharse a seguir viendo tiendas. ¿Cómo era capaz de ignorarme? Me acerqué hasta él cortándole el paso y me miró extrañado.

~ ¿Qué pasa? – me preguntó

~ Que raro eres – le dije mirando los Dangos que había comprado – ¿es Teppanyaki? – él afirmó con la cabeza – pero si eso es muy ácido ¿Cómo puedes comerte eso?

~ Me gusta lo ácido – me dijo.

¡No… sí ácido era un rato el tío! Y seco… y frío… porque parecía un tímpano de hielo. Hablaba conmigo y en este momento, no notaba que tuviera sentimiento alguno. Intentó pasar por mi lado para seguir caminado pero volví a bloquearle el camino.

~ ¿Qué pasa? – volvió a preguntarme.

~ En realidad… me gustaría preguntarte una cosa, pero me da un poco de vergüenza – le dije y él se sorprendió.

~ ¿Tú? ¿vergüenza? – me preguntó y sonrió – eso es nuevo, dime – me dijo ahora.

~ Aquí no quiero decírtelo, hay mucha gente – le confesé

Jellal resopló y me rebasó dirigiéndose hacia detrás de los puestos donde no había gente, hacia la zona oscura entre los árboles de cerezo. Le seguí y cuando llegué, me apoyé contra el tronco de uno de los cerezos para evitar desmayarme cuando le soltase aquella bomba que desde ayer me estaba dando vueltas en la cabeza.

~ Creo que me gusta un poco Gray – le dije de golpe y éste abrió los ojos todo lo que pudo dejando el Dango a medio comer, luego empezó a reírse.

~ No me hagas reír con tus bromas – me soltó - ¿a ti? ¿Gustarte un chico? – me preguntó – ni de coña, eres un mujeriego empedernido, no hay remedio contigo enserio…

~ Jellal, que va enserio, llevo desde ayer dándole vueltas a la cabeza ¿Y sí me gustan los chicos?

~ Que no te gustan los chicos – me dijo muy serio.

~ ¿Y cómo voy a estar seguro?

~ ¿Necesitas una prueba o qué? ¿por qué no vas entonces y le besas? Saldrás de dudas – me dijo volviendo a comerse con tranquilidad los Dangos que había comprado.

~ No quiero besarle y que se haga falsas ilusiones si luego no me gustan los chicos

~ Cuanto lío por un puñetero beso – me dijo con desgana.

Le vi comerse el último Dango y me miró como quien mira a alguien que le molesta, en realidad me miraba como si mi problema fuera lo más fácil del mundo a resolver y yo estuviera haciendo una montaña de ello. Se acercó hasta mí y antes de que pudiera reaccionar, se abalanzó sobre mí. No pude retirarme aunque lo intenté, pues me golpeé contra el árbol de detrás en el que estaba apoyado. ¡Me estaba besando! Mi compañero de equipo me estaba besando y no entendía por qué. ¿Era por lo que yo le había dicho? Su mano pasó tras mi nuca y noté en ese momento como empujaba su rostro más hacia mí profundizando el beso, metiendo su lengua sin cuidado alguno, abriéndose paso incluso a la fuerza con tal de entrar y lo hizo. Yo ni siquiera había cerrado los ojos por la sorpresa que me había pegado ¡primera… ni siquiera sabía que Jellal era Gay! Y en segundo ¡Me estaba besando a mí, el mujeriego número uno!

Sinceramente, su boca sabía completamente ácida y supuse que era por los Dangos que se había comido pero por un pequeño momento, cuando dejé de darle vueltas a que me estaba besando, aquel sabor extremadamente ácido y su beso posesivo, me gustó. Cuando se separó, al verme con los ojos abiertos y paralizado contra el árbol empezó a reírse.

~ Ves como no te gustan los chicos – me dijo – asunto resulto.

~ ¿Eres maricón? – le pregunté de golpe

~ Gracias – me dijo casi sintiéndose insultado – ahora queda claro que no lo eres, prefiero que digas homosexual, la otra palabra queda casi como un insulto – me especificó – y sí – me respondió

~ ¿Cómo puedes saber tan fácil que no me gustan los chicos?

~ Por esa cara de asco que acabas de poner. O no te gusto yo, o desde luego… no te gustan los chicos y sinceramente… ninguno me había rechazado hasta ahora, así que no te gustan los chicos – me dijo – Ya puedes quitar la cara de asco… que no volveré a hacerlo – me dijo sonriendo mientras se marchaba.

En realidad… él decía que no me gustaban los chicos porque no me gustaba su beso ¡pero es que su beso, por un leve momento… me había gustado! Me había gustado en el momento que dejé de pensar en lo que estaba haciendo o en que era un chico. Cuando mi mente se relajó, su beso me gustó, es más… Jellal tenía una forma de besar tan pasional y dominante… que me había encantado ¡Ninguna chica había sido como él! Creo que porque el dominante siempre era yo. ¿Esto quería decir que podía gustarme Gray? ¿Qué me gustaban los chicos?

Cuando Jellal se marchaba, se tropezó con Natsu que venía corriendo y si no llega a ser porque Jellal lo cogió, me habría golpeado. ¿Qué narices le pasaba ahora a este? Desde luego estaba como una cabra.

~ Serás imbécil –me gritó - ¿Dónde está Gray? – me preguntó y entonces caí.

¡Mierda! Le había dejado sin supervisión sólo por solventar mi duda sobre él. Pero bueno, tampoco era para intentar golpearme, estaba bajo supervisión, sólo que de su hermano, aunque todos conocíamos a Natsu, era muy temperamental.

~ Natsu, cálmate –le pidió Jellal.

~ ¿Dónde narices está? – me preguntó aún gritando mientras Jellal lo sujetaba.

~ Estaba con su hermano – los ojos de Natsu se abrieron tanto, que me dio hasta miedo.

~ Eres un pedazo de gilipollas – me soltó – Suéltame – gritó ahora hacia Jellal – tengo que encontrarle.

~ ¿Qué pasa? – le pregunté asustándome.

~ Su hermano es el mayor capullo de todos, le ha herido, le hizo cortes, intentó violarle, le encerró en un psiquiátrico, lo tenía en su casa como si fuera un perro – me gritó – Encuéntralo

~ Yo… yo no lo sabía, no me contaste nada de su hermano.

~ Me dijisteis que no dijera nada para no confundirle, te pedí que le cuidaras, ¡te lo pedí maldita sea! Confié en ti, me alejé de él aunque me dolía para que se recuperase – dijo a punto de llorar - ¿por qué no estás con él? Creí que no ibas a dejarle solo en ningún momento.

Jellal le soltó y éste salió corriendo en dirección contraria para buscar a Gray. ¡Pero es que yo no sabía nada de su hermano! Podía alguien habérmelo explicado.

~ ¿Vas a quedarte ahí parado o vas a ayudarnos a buscarle? – me preguntó Jellal.

~ Voy a buscar – le dije

No creo ni que me hubiera escuchado, porque le vi salir corriendo hacia uno de los miradores de la colina ¿Por qué iba al mirador? Y entonces lo entendí, él siempre pensaba como un francotirador, desde el lugar más alto podía verlo todo. Yo corrí hacia la feria, suponía que si él lo encontraba antes que yo, me avisaría.

Delante de mí estaba Natsu que se cruzó con un chico de cabello rubio y le pidió ¡Bueno… casi le exigió que buscase a Gray! No le hizo falta decir más para que aquel chico empezase a correr junto a Rogue buscándole.

Llevaba como diez minutos corriendo sin rumbo fijo intentando encontrarle cuando sonó mi móvil, pero como el mío, debió sonar a todos los del equipo de élite, porque era un mensaje de Jellal dirigido a todo el equipo. “Templo” era lo único que ponía. El templo no estaba lejos de donde yo me encontraba y corrí hacia él llegando justo en el momento en que Natsu cogía del brazo a Gray empujándole hacia atrás y alejándole de Lyon para ponerse en medio con una notable cara de enfado mientras le gritaba que no le tocase.

Gray le miró desde atrás y parecía enfadado, tanto que incluso cogió del brazo a Natsu e intentó irse con su hermano, pero Natsu volvió a impedírselo ¡Estaba muy enfadado!

~ Cabréate conmigo si quieres – le gritó Natsu a Gray – pero no te vas a ir con tu hermano, puede que tú no te acuerdes pero yo sí y no te vas a ir con este desgraciado.

~ No le hagas caso – escuché a su hermano – te dice eso porque ahora quiere intentar mantenerte a salvo de todo y de todos porque no pudo hacerlo antes, no creíste en él, le dejaste sólo, le hiciste daño, le atropellaron por tu culpa, está así por tu culpa Natsu – le repitió Lyon sonriendo – si no hubieras venido aquel día a mi casa, él seguiría en su habitación y no habría salido corriendo.

~ Te lo llevarás por encima de mi cadáver – le gritó Natsu – porque no voy a soltarle en tus asquerosas manos, sólo quieres aprovecharte de él ahora que está vulnerable y no voy a permitirlo.

~ Deja que decida él – le dijo Lyon – ¿Qué prefieres Gray? ¿Quedarte con él que no confió en ti ni una vez o venir conmigo, con tu hermano?

~ ¿por qué no le cuentas la verdad Lyon? – le dijo Natsu – porque yo no confié en él por tus artimañas y esa es mi culpa, pero tú intentaste propasarte con él, ¿Cómo puedes intentar violar a tu hermano? Es tu hermano.

~ No es mi hermano – gritó Lyon – es el niño que cogió mi madre en casa. Gray –dijo refiriéndose a él – nos queríamos, es él quien intenta separarnos – le soltó y me quedé helado.

~ Deja de confundirle – le gritó Natsu pero Gray dio un paso hacia su hermano ante el asombro de todos, incluido de Jellal que llegaba en ese momento del mirador.

El chico rubio que estaba a mi lado fue el primero que se acercó hasta Gray y le cogió del brazo evitando que siguiera caminando hacia Lyon.

~ No vayas con él Gray – le dijo con suavidad y dulzura.

~ Gracias – dijo Natsu casi agradeciéndole que viniera a ayudarle.

~ Ven conmigo – le dijo el rubio y Gray dudó un segundo mirándole para luego empezar a llorar y derrumbarse en el suelo cogiéndose la cabeza.

¿Qué le pasaba? Parecía como si intentase hablar pero no podía, al final tras unos segundos llorando en el suelo cogiéndose la cabeza, se levantó quitándole el bolso a Lucy y esparciendo las cosas por el suelo buscando algo… un pintalabios ¿Para qué narices quería un pintalabios? Lo abrió y escribió algo en el suelo “Sting”. El rubio se quedó mirando aquel nombre y luego miraba a Gray quien estaba sonriéndole.

~ ¿Te acuerdas de mí? – le preguntó el rubio y sorprendentemente… Gray asintió abrazándole

~ Que conmovedor… pero Gray debe venir conmigo, soy su tutor – dijo Lyon

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).