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Enamórame por Fullbuster

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Jellal Fernándes POV

 

Desde el festival… no había podido dejar de pensar en Gray y es que… yo a ese chico le conocía de algo y no sabía de qué ni de donde, pero estaba seguro, yo le había visto en algún lado. Era Estadounidense… así que no pude haberle visto en persona, ¿Entonces donde? ¿Por qué me resultaba tan familiar?

Hoy estaba entrando mucho antes en la oficina y es que… no quería tropezarme con nadie de mi equipo. Me encerré en el despacho de Laxus y cerré las persianas mientras miraba en su ordenador los archivos y expedientes ¡pero no había nada sobre el chico! Entré entonces en el archivo ¡y sé que era zona restringida y que me la cargaría si me veían aquí! Pero tenía que saber de qué narices me sonaba ese chico que por alguna razón… me recordaba a mí cuando era pequeño. Había visto su mirada, era la misma que tenía yo, esa mirada de soledad, perdida y asustada ¡Casi podía verme yo mismo reflejado en él!

Miré en los archivos y busqué a todos los estadounidenses que encontré, pero no había nada, habíamos detenido a unos cuantos y matado a otros tantos en los asaltos, pero ninguno con relación a Gray. Entonces caí en alguien en quien no había pensado porque no estaría en la base de datos de mi escuadrón.

Salí fuera del archivo antes de que me viera alguien y también, fuera del despacho de Laxus para ir hacia el mío. Una vez allí me di cuenta… que había pasado casi dos horas y media desde que había empezado a buscar en los expedientes. Me senté en la silla y cogí el teléfono… ¡ni siquiera sabía si era buena idea llamarle! En realidad sí lo sabía ¡no era buena idea! Pero necesitaba saberlo y deseé que no fuera lo que estaba pensando. Marqué el número y escuché el pitido al otro lado ¡esperaba que no hubiera cambiado el número en todos estos años! La voz grave sonó al otro lado con una sonrisa ¡o yo me imaginaba que sonreía el muy cabrón!

~ Creía que no volverías a llamarme – escuché - ¿Cuánto ha pasado? ¿diez años? – me preguntó.

~ Dieciséis – le dije de forma seca – y no te llamo por placer ¿Tuviste un hijo en Estados Unidos? – le pregunté muy directo.

~ ¿Qué más da eso?

~ ¿lo tuviste sí o no?

~ Sí – me dijo directamente y supe de qué conocía a Gray... las fotografías que llevaba ese tío de él en la cartera cuando vivía con nosotros.

~ ¿Qué hiciste con él?

~ Lo dejé en un basurero cerca de un orfanato nada más nacer – me dijo esta vez serio – el muy cabrón mató al amor de mi vida al nacer, no quería saber nada de él.

~ Eres un cerdo – le dije – el crío no tenía nada que ver ¿Cómo puedes abandonar a alguien indefenso así como así en un basurero? Ni siquiera merece que te de clases morales – le dije.

~ ¿Por qué preguntas por ese crío Jellal? – preguntó ahora.

~ Curiosidad

~ ¿Sigues odiando a los americanos? – me preguntó riéndose.

~ Sigo odiándote a ti – le dije muy seguro y luego le colgué.

Creo que ya sé de qué conocía a Gray… Era el hijo de este cabrón, estoy seguro de ello, pero no tenía pruebas de que así fuera. ¡Necesitaba pruebas! Loke entró en aquel momento y me sorprendí ¡principalmente porque después de haberle besado creí que no querría tenerme cerca!

~ ¿Con quién hablabas? – me preguntó serio y supe que algo de la conversación había escuchado.

~ Con nadie que deba interesarte – le dije levantándome de la silla para ir hacia el vestuario a cambiarme, pero Loke me detuvo del brazo con fuerza ¡no sabía que tenía tanta fuerza!

~ ¿Con quién hablabas? – volvió a preguntarme y yo me solté con rudeza de su agarre.

~ Es mi vida privada – le dije – y mi vida privada no se la cuento a nadie, ni siquiera a mi equipo.

~ No te metas en problemas – me dijo.

~ No estoy en problemas – le dije muy serio – estoy perfectamente

~ ¿Por qué rebuscabas en los expedientes de estadounidenses? – me preguntó de golpe y supe que me había estado vigilando más tiempo del normal.

~ ¿Qué te importa? – le pregunté sonriendo.

~ ¿Es por Gray? Si le haces algo te las verás conmigo.

~ ¿Qué quieres que le haga Loke? – le pregunté - ¿Quieres saber qué hacía? Conozco a ese chico de algo y quería comprobar de qué exactamente, no tengo intención de hacerle nada, es todo tuyo – le dije y él se quedó en shock unos segundos dándose cuenta luego que hablaba conmigo.

~ Lo siento – me dijo – es que creí…

~ Creíste que por haberte besado y tras confesarme que te gustaba Gray me iba a poner tan celoso que querría hacerle algo y no… tú no me interesas Loke y Gray tampoco, podéis hacer lo que queráis, sólo tenía una duda y estaba intentando solventarla y ahora… deja de meterte en mi vida privada. No por ser homosexual quiere decir que me enamore perdidamente del primero al que beso y me vuelva loco de celos ¿Te ha quedado claro?

Loke no pareció querer contestar, creo que se estaba dando cuenta ahora de que yo no era el malo en esta historia, yo no era celoso, ni me interesaba Gray de ninguna de las formas que no fuera descubrir por qué me había resultado tan conocido si no le había visto nunca.

~ Una última cosa Loke – le dije – olvídate de ese beso que te dí si tanto te afecta, sólo fue un beso, no sentí nada, te lo di porque estabas confuso y trataba de ayudarte a saber que sentías… que quede claro que de los dos… el confuso con sus sentimientos eres tú, yo sé muy bien lo que me gusta y lo que no me gusta. No seas tan egocéntrico de pensar que siento algo por ti por un ridículo beso, sólo intenté ayudarte a aclararte, no tengo sentimientos por ti – le dejé muy claro – eres un mujeriego empedernido y heterosexual y sinceramente… yo no puedo sentir nada por nadie – le dije muy sincero.

Salí ahora de mi despacho dejando a Loke allí pensando en mis palabras ¡Quizá me había pasado un poco con él! Pero odiaba que la gente se metiera en mi vida, ya era bastante dura de por sí sola como para encima que fueran metiendo sus narices en ella. Mi vida privada era mía y sólo mía, no necesitaba que nadie husmease en ella y mucho menos… que después de descubrir todo mi pasado me tuvieran lástima ¡odiaba eso! Sólo me faltaba que Loke descubriera todo mi pasado y me tuviera lástima, sería insoportable, prefería que todo siguiera como hasta ahora, que siguiera gastándome sus habituales bromas sin entrometerse en mi vida.

Cuando salí por recepción, allí estaba tras el mostrador el encargado de pasarnos las alarmas y quienes nos buscaban también información que luego pasaba en los casos al informático que se quedaba en el camión. Me acerqué hasta él y le pedí que me localizase un número de teléfono y me mandase la información a mi móvil ¡Quería saber en todo momento donde se encontraba ese cabrón! El chico de la recepción sin preguntarme nada, empezó a buscarlo y me comunicó que me lo mandaría en cuanto lo encontrase.

Por suerte hoy no sonaron las alarmas para nosotros, el otro equipo que estaba se dedicó a ir a las pocas que sonaron, así que aproveché para encerrarme en mi oficina y no salir en todo el día hasta las dos horas de deporte en el gimnasio obligatoria que todos debíamos hacer. Allí coincidí con todos pero el que me sorprendió, fue Natsu, que al acabar yo de correr en la cinta, me cogió del brazo indicándome si podía hablar conmigo en privado un segundo. Cogí la toalla pequeña colgándola al cuello intentando que absorbiera el sudor de mi nuca y le acompañé fuera del gimnasio hacia los vestuarios.

~ ¿Tú arrestabas a los que abusaban de menores? – me preguntó de golpe.

~ Eso fue antes de venir a asalto – le dije – cuando empecé en la policía me destinaron al departamento de malos tratos infantiles hasta la adolescencia – le confirmé.

~ ¿Aún tienes contactos allí?

~ Alguno – le dije – tengo un par de amigos que me deben un favor ¿Qué necesitas?

~ Lyon me ha amenazado, tengo que estar saliendo con él con tal de que deje en paz a Gray – me explicó – y no sé otra forma de sacarle de esa casa, porque es Lyon quien tiene la tutela.

~ Sacarle de la casa es fácil – le dije – lo complicado es poder demostrar que está realmente maltratándole.

~ ¿Puedes sacarle de la casa? – me preguntó sorprendido

~ Sí – le dije – pero antes de que llame a mis amigos en el departamento… deberías llamar a Lyon y cortar toda relación con él, porque esto se va a poner feo.

Natsu cogió su teléfono y antes de llamar, me preguntó con preocupación si sería capaz de sacar a Gray de la casa cuando él rompiera el trato. Le aseguré que lo sacaría de la casa y llamó para romper con Lyon ¡Creo que hubo discusión! Porque escuchaba gritos al otro lado del teléfono. Aproveché que él rompía con Lyon para llamar yo a un antiguo compañero. Me contestó enseguida y le comenté el caso. Cuando acabé, Natsu estaba ansioso de escuchar noticias favorables.

~ Van a pasar ahora mismo a darle la noticia a Lyon, una vez se denuncia el caso, es necesaria una investigación, mientras se investiga, el menor tiene que salir de la casa, así que no estará con Lyon ni cerca de él – le expliqué – el problema viene en intentar demostrar que ha habido malos tratos, si la investigación resulta demostrar que Lyon es inocente, debería volver a la casa bajo su tutela.

~ ¿Entonces no lo sacarán?

~ Si lo sacarán – le dije – te lo he prometido. Ya te he dicho que me deben algunos favores en ese departamento, van a intentar alargar todo lo que puedan la investigación para mantener a Gray cuanto más tiempo fuera de esa casa.

~ Gracias – me dijo de golpe abrazándome – eres el mejor policía que conozco.

~ Ya pues gracias, eres el primero que me lo dice – le dije dándole un abrazo rápido y soltando ¡Estos sentimentalismos no iban conmigo! – venga vuelve al gimnasio.

Tras agradecerme como unas cinco veces más al final, acabó saliendo al gimnasio y yo aproveché para sentarme en el banco de madera y echarme la toalla por encima de la cabeza. ¡Ahora encima me iban a involucrar en este asunto de Gray! Yo sólo quería olvidarme de todo mi pasado y ahora parecía perseguirme y estaba a punto de alcanzarme, porque estaba seguro, de que si alguno de esta unidad investigase un mínimo, descubrirían mi secreto, descubrirían todo mi pasado ¡y no quería! Bastante tenía con aguantar a Laxus ¡porque era él quien más conocía de mi vida!

Hablando de Laxus… fue quien entró por la puerta y sé que querría hablar ¡pero yo no quería hablar! No quería que indagase más en mi pasado, estaba harto de que mi pasado estuviera una y otra vez rondando en mi presente.

Fue a acercarse hacia mí cuando le indiqué que cerrase la puerta ¡Claro que estaba cerrada, pero yo quería que echase el pestillo! Laxus lo entendió y se negó. Me levanté para ir hacia él ¡me daba igual hacerlo sin pestillo! Pero no iba a hablar con él. Me acerqué hasta él, tanto… que le aprisioné contra la puerta y acerqué mis labios hasta los de él rozándolos, ni siquiera le estaba besando, sólo le rocé.

~ Sabes tan bien como yo que vamos a acabar follando, así que decide si quieres cerrar y asegurar que no nos vean o prefieres tener posibles espectadores.

~ ¿Por qué siempre haces esto? – me preguntó – cuando quiero hablar contigo me saltas con tener sexo.

~ Puedes hablarme mientras lo hacemos – le dije – no me desconcentra.

~ Pero a mí sí – me dijo – sólo he venido a hablar contigo de por qué has estado mirando en mi ordenador la ficha de Gray y no me sueltes lo de la curiosidad porque sé tan bien como tú… que odias a los americanos – yo sonreí.

~ No es cierto – le dije – no odio a los americanos, odio a los estadounidenses – le aclaré para ser más concreto – pero no puedo odiar a ese chaval.

~ ¿por qué?

~ Porque ha sufrido igual que yo en su pasado - le dije muy serio - me recuerda a mí de alguna forma.

~ ¿Cómo sabes de su pasado? - preguntó Laxus

~ Si quieres saberlo… tendrás que follarme – le dije mientras me sentaba en una de las mesas y le abría un poco las piernas sonriéndole.

~ ¿por qué siempre hay que hacer las cosas a tu manera? – me preguntó.

~ Ya lo sabes Laxus… a mí nadie va a controlarme, nunca. Cierra ese pestillo.

 

 


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