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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Sasuke Uchiha POV


 


¡Un día más en el instituto! y lo que más me fastidiaba, era encontrarme a Naruto por todos lados, por lo que cada vez que iba a pasar por un pasillo, me tocaba volver hacia atrás para coger otro y poder evitarle. Llevaba haciendo esto desde que sucedió todo aquello, pero es que no quería verle, al menos no ahora. No sé qué pensaría de mí, ni siquiera me había vuelto a hablar, ni había intentado contactar conmigo, en clase me miraba, pero yo no quería girarme.


En cuanto las clases terminaba, salía corriendo de clase para evitar hablar con él, aunque realmente no sé si querría hablar conmigo, seguramente no, porque no había intentado contactar conmigo de ninguna forma, de todas formas, yo prefería prevenir, ya me sentía bastante avergonzado de que le soltase Sakura a todo el instituto que me gustaba Naruto. No sé cómo se lo habría tomado él.


Hoy desde luego, no era mi idea de suerte, porque pasillo que intentaba tomar, pasillo que estaba ocupado por Naruto o alguno de sus amigos, así que acabé escondiéndome en la primera puerta que vi. Era un espacio reducido, pero yo respiré aliviado cuando escuché las voces de los demás marcharse ¡menos mal! Lo que no esperé, fue escuchar una voz a mi espalda ¡y era una voz femenina!


Cuando me giré sorprendido de que alguien pudiera esconderse en este diminuto cuarto de la limpieza por huir de alguien… me parecía casi inaudito, porque creía que yo era el único imbécil que iba escondiéndome de la gente del instituto, pero al parecer no, había una chica rubia con el cabello peinado en cuatro graciosas coletas.


- ¿Así que has encontrado mi refugio? – me preguntó con una sonrisa – bueno, por hoy puedo compartirlo contigo – me comentó.


- Oh gracias, que amable – le dije como si fuera suyo el lugar - ¿De qué te escondes? – le pregunté.


- De mi hermano – me dijo – siempre está acosando a toda la gente que se me acerca… bueno no a toda la gente, sólo a los chicos. Qué irónico, soy la mayor y voy escondiéndome de mi hermano pequeño.


- ¿Debo alejarme de ti? – le pregunté sonriendo.


- Oh… no hace falta, ¿eres gay no? No creo que mi hermano tenga algo en contra de eso, sólo tiene algo en contra de los que intentan llevarme a la cama ¿Tú no quieres llevarme a la cama, no? – me preguntó con una sonrisa y me reí.


- Puede – le dije bromeando y ella sonrió.


- ¿Evitando a Naruto? – me preguntó de golpe.


- Vaya… las noticias vuelan.


- Más que volar… soltaron la bomba en medio del instituto, esas noticias corren como la pólvora. Por lo que veo… no has arreglado el problema


- ¿Hay alguna forma de arreglarlo?


- Pasar de lo que digan hasta que salga un nuevo rumor – me dijo – aunque la verdad… es que el tuyo era un gran rumor, no sé yo si se pasará pronto.


- Genial – le dije – acabaré en el cuarto de la limpieza durante el resto del año ¿Y tú por qué no sales del cuarto de la limpieza? – le pregunté.


- Porque soy la chica de intercambio… mi hermano llevaba mucho más tiempo en este instituto, pero a mí siempre me han llevado a un colegio solo para chicas, este es mi primer año aquí y no conozco a nadie, es una tontería comparado con lo tuyo, pero es que no quiero comer sola en esas enormes mesas del comedor.


- ¿La chica de intercambio? Entonces debes de ser Temari, la hermana de Gaara – ella afirmó con la cabeza.


Empecé a reírme, porque de verdad… ella tenía razón, era una tontería comparado con lo mío, pero me encantaba lo sincera que era, me recordaba un poco a mí, era lista y decía las cosas sin cortarse un pelo, desde luego no tenía pelos en la lengua.


- ¿Así que comes aquí todos los días? – le pregunté.


- Sí – me dijo muy clara.


- ¿No tienes chicas con las que hacer amistad en tu clase?


- Sí… Sakura – me dijo y le hice un mal gesto quejándome de esa golfa – a eso me refería, no quiero ser amiga de ella, no quiero levantarme de su mesa para ir al baño y que todas se pongan a insultarme por la espalda, sólo hacen que criticar.


- Lo sé, es una golfa, gracias a ella todo el instituto sabe que estoy enamorado de ese imbécil de Naruto ¿No has intentado ir al comedor ni una sola vez?


- Lo intenté el primer día – me comentó – y esto es lo que ocurrió


Sacó de su bolsillo un móvil y buscó algo, creo que era un video. Cuando lo vi, era ella sentada en la tapa del váter en video conferencia con sus amigas, que yo imaginé serían las el antiguo instituto, ese de chicas al que iba. Estaba llorando y tenía un aspecto horrible mientras les contaba ¡o lo intentaba porque no se le entendía nada! Lo que le había ocurrido y lo sola que estaba. No pude parar de reírme, sé que estaba mal reírme, pero es que cuando su amiga soltó aquella frase diciendo que se la veía feliz, no pude parar de reír. O sus amigas eran muy tontas o les importaba bastante poco por lo que estaba pasando ella.


- Cuando quieras puedes parar de reírte – me dijo


- Lo siento, no he podido evitarlo, te veías horrible – le comenté entre risas.


- Lo sé, por lo menos he conseguido que te rías un poco, aunque sea con este video que me da vergüenza propia.


- Bueno… por dejarme ver ese video, te prometo comer contigo en el comedor si sales de aquí.


- ¿Enserio? – me preguntó


- Sí, pero hay que ir por los pasillos donde no esté Naruto ¿Lo prometes?


- Claro.


Salimos de allí, aunque antes revisé como cinco veces que no hubiera nadie, hasta Temari empezó a empujarme con suavidad para que saliera de una vez. Salí rápido y empecé a caminar a paso rápido ante la incesante risa de Temari, porque desde luego… a ella esto le parecía igual de divertido que a mí me había parecido su video.


Me detuve en la esquina del siguiente pasillo para comprobar que no estaba Naruto y Temari se chocó contra mi espalda quejándose un poco por el golpe, aunque no se había hecho daño.


- Oh, venga Sasuke, ánimo y sal, no te van a comer.


- Shh, tengo que asegurarme de que no está ahí


Noté como Temari tocaba mi hombro y le hice un sonido con mi boca para que parase, pero ella volvió a insistir y le golpeé la mano con suavidad para notar esta vez un golpe más fuerte. Me giré enfadado encontrándome con que no era Temari, era Naruto ¡Mierda!


Miré a Temari detrás de él haciéndome señas como si hubiera intentado avisarme y yo no la hubiera escuchado ¡lo que es muy probable que ocurriera así! Porque yo no era de esas personas que me paraba a escuchar a los demás cuando estaba ensimismado en mis cosas. Miré esta vez a Naruto y no sabía qué decirle ni cómo comportarme después de aquella humillación.


- ¿Me estás evitando Sasuke? – me preguntó.


- No – le dije – que cosas tienes ¿De dónde sacas eso?


- No lo sé, dímelo tú – dijo quitándome del bolsillo de atrás del pantalón un espejo que utilizaba para mirar a veces por las esquinas.


- Yo no te estoy esquivando… no mucho, porque si te estuviera esquivando no estaría aquí hablando contigo ahora mismo – le dije – que por cierto… tengo que irme, había quedado a comer con Temari – me excusé para intentar irme, pero Naruto me volvió a coger y no me dejó marcharme.


- Quiero salir contigo – me dijo de golpe y aluciné, creo que no estaba escuchando bien.


- ¿Qué? – le pregunté aunque lo había escuchado perfectamente.


- Quiero salir contigo – me repitió – y sé que te gusto, bueno yo y todo el instituto, así que no veo ningún inconveniente en pedírtelo.


- Tu no eres gay – le dije – deja de tomarme el pelo, no creí que tu fueras de esos que juega con los sentimientos de los demás.


- No estoy jugando Sasuke, me gustas y soy un poco lento para darme cuenta de las cosas, lo sé, pero tú también lo sabes, me has dado clase, me llamas idiota todo el tiempo y también cazurro.


- Es que eres un cazurro – le dije.


- Pues este cazurro quiere salir contigo ¿vas a rechazarme?


- Si, no, no lo sé ¿Qué tengo que decirte Naruto? Hasta ayer eras heterosexual, salías con Sakura.


- Con la cual he roto y créeme que he meditado mucho estos días sobre lo que siento. Yo no llegué a sentir algo tan fuerte por Sakura como me pasa ahora contigo, te echo de menos todo el tiempo, añoro discutir contigo, tus insultos, tus clases, añoro tus sonrisas y sé que me quedé en shock aquel día cuando debí protegerte y lo siento, de verdad, no volverá a pasar.


- No puedo salir contigo Naruto – le dije.


- ¿Por qué? – me preguntó.


- Porque tengo miedo – le dije sincerándome – ya pasé una vez por esto, no quiero volver a sufrir. Harás lo mismo que me hacía la otra persona.


- ¿Qué te hacía?


- Mantenerme oculto para que nadie se enterase de lo nuestro hasta que se cansó y me dio la patada. No quiero ser tu pareja invisible sólo aprovechable para los buenos ratos, quiero a alguien que quiera estar conmigo siempre, sin importarle que nos vean juntos.


- ¿Eso es lo que te preocupa? ¿Crees que te voy a mantener a escondidas?


- Sí – le dije.


- ¿Enserio crees que me avergonzaría de ti? ¿Qué no les diría a todos que eres mi pareja?


- Exactamente eso.


- Dios Sasuke… ¿Cómo iba a avergonzarme de ti? Eres inteligente e independiente, me haces reír, estoy a gusto contigo, te añoro cuando te alejas aunque sea por poco tiempo, desearía estar siempre a tu lado, vales mucho Sasuke, incluso más de lo que tú te piensas. A veces incluso me abrumas un poco, porque pareces tan perfecto y yo estoy lleno de fallos. Pero si necesitas que te demuestre que no serás invisible en esta pareja… te lo demostraré – me dijo cogiéndome del brazo y arrastrándome tras él hacia el comedor.


Cuando entramos al comedor, la gente nos miraba y me estaba sonrojando, lo sabía, no quería entrar ahí, ya era el hazmerreír de todos como para encima que Naruto me expusiera aún más.


Se subió a una de las mesas y me empujó para que subiera con él. No tuve más remedio que subir y madre mía… que vergüenza me estaba dando, porque todos nos miraban, más aún cuando Naruto empezó a llamar la atención de todos, incluida… la mesa de Sakura al fondo. No sé que estaba pensando, pero yo quería bajarme, quería irme de aquí, quería volver a ser el chico invisible y empollón. Que Naruto se quedase con su fama y ese don para llamar la atención que tenía, porque yo quería mi mundo invisible, quería volver con mis silenciosos libros.


- Escuchadme bien – gritó a todo el comedor - ¿Me veis bien? Yo… Naruto Uzumaki, capitán del equipo de Hockey aunque supongo que ya me conocéis todos y éste de aquí, Sasuke Uchiha, empollón, algo friki de los libros, presidente estudiantil y gay según la golfa de mi ex novia, es ese chico al que lleváis molestando tres días… ¿Podéis verme bien todos? – preguntó y hubo un murmullo respondiendo que le veían perfectamente.


Miré a la mesa de Sakura que nos miraba con cierto odio y de repente, sentí las manos de Naruto en mis mejillas girando mi cara hacia él. Vi sus ojos de ese azul tan intenso antes de cerrar los ojos dejándome llevar por el sabor de su boca, por el contacto de sus labios sobre los míos, eran suaves y tiernos. ¡Dios que Naruto me estaba besando encima de una mesa del comedor! ¡Delante de todos! Yo sólo escuchaba un silencio atronador, creo que la gente no se lo creía, pero era normal, yo tampoco me lo terminaba de creer y eso que estaba metiéndome la lengua. Se separó de mí con lentitud y le vi sonreír mientras acariciaba con su pulgar mis mejillas intentando tranquilizarme, pero ahora sí estaba rojo, eso estaba claro.


- ¿Ha quedado claro? El próximo que se meta con mi chico, le partiré las piernas – dijo Naruto amenazándoles.


- No das miedo Naruto – dijo uno de la mesa de al lado riéndose, como si hubiera sido una broma


- Entonces te las partiré yo ¿te lo crees más? – gritó Gaara que estaba en la mesa de atrás y todo el comedor se calló.


- ¿Te crees ahora que no vas a ser invisible en mi vida? – me susurró.


- Sí – le dije.


- ¿Eso es un sí a salir conmigo? – preguntó incrédulo.


- Sí – le dije sonriendo.


- Ah se me olvidaba – gritó de nuevo y miró hacia Sakura – Sakura enhorabuena… salí contigo unos meses y me has vuelto gay, te felicito – la humilló delante de todo el instituto.


 


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