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Suplicando tu amor por Fullbuster

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Sasuke Uchiha POV


 


El año escolar terminó sin muchos problemas y nos tocó elegir universidad. Yo elegí una cerca de casa y Naruto… quiso elegir la misma que yo por estar conmigo. Por lo menos, desde que Haku ya no estaba por aquí, ni su padre, ni Sakura… ¡Realmente desde que no estaba nadie de los que nos molestaba, nuestra relación funcionaba perfecta!


De Haku no sabía mucho, que lo habían metido en un centro de menores durante un tiempo, ni siquiera quise preguntar cuánto tiempo, no me interesaba, sólo me interesaba mi vida con Naruto. De Lee supe que al final acabó dejando el arma y la policía se lo llevo detenido un tiempo, pero salió bajo fianza. Además, con las pruebas que tenían en contra de los alumnos que abusaron de él, las cosas mejoraron para él en el instituto y ahora iba a ir a la universidad ¡A una diferente a la mía! Algo que yo agradecía, no quería recibir otro tiro ni aunque se le hubiera escapado, más valía prevenir que curar, aunque creo… que había aprendido la lección y no volvería a hacerlo.


De Hidan y Sakura… se habían trasladado de ciudad, al parecer, su empresa había quebrado y su padre tuvo que ir destinado a otra ciudad no muy cerca de aquí, tampoco pregunté dónde. Itachi sí había hablado una última vez con Hidan, pero no fue una charla muy amistosa teniendo en cuenta de que siempre intentaba humillar a Deidara, aunque ahora era él quien peor estaba económicamente, aún así seguía con las suyas, supongo que la vida les daría un escarmiento a esos dos allá donde fueran, por el momento, deberían aprender a vivir con el dinero que les quedaba hasta que la empresa se recuperase… ¡si es que se recuperaba!


Hoy era mi primer día por la facultad… y Naruto no me dejaba ir solo a ningún lado, supuestamente… porque no quería que ningún otro chico pudiera fijarse en mí ¡De verdad que era celoso! Porque yo sólo tenía ojos para este rubio cazurro de mi lado, pero insistía una y otra vez, en acompañarme a todos los lugares del campus. Tampoco dije nada, no protesté, de hecho… sonreía cuando él no me veía, porque me gustaba que estuviera un poco celoso.


¿Por qué se había puesto celoso? Porque en una de las reuniones de presentación de una asignatura conjunta que tenía con mi novio… un chico me había “tirado los tejos” como decía Naruto, aunque yo creo que exageraba, sólo se estaba presentando, así que ahora Naruto, me seguía a todos los sitios preocupado de que todos los chicos de la universidad intentaran meterse en mi cama… ¡Cómo cambiaban las cosas! En el instituto era el chico invisible y aquí, era el chico al que perseguían e intentaban ligarse ¡pobre Naruto! Aunque realmente, fardaba de novio, porque les decía a todos “que ese morenazo tan guapo era su novio” ¡Naruto no cambiaría nunca!


Por el momento, había decidido no unirme a ningún club ni a ningún equipo, pero Naruto no pensaba lo mismo, yo quería estudiar, sacar mi carrera cuanto antes y ponerme a trabajar, pero Naruto era de la opinión de que la Universidad era para disfrutar del momento, sólo se pasaba una vez por esa experiencia y él iba a sacarle el máximo partido, así que se había apuntado a empresariales y además, gracias a mi hermano que era el capitán del equipo de hockey, le habían hecho un hueco para que pudiera jugar en el equipo universitario. ¡No sé yo si Naruto estudiaría mucho! Con lo que me había costado que sacase la nota necesaria para venir aquí.


Aún recordaba que tuvo que practicar conmigo la entrevista y es que era malísimo para todo eso, era muy extrovertido y divertido, pero eso no valía para una entrevista con el director del centro, necesitaba ser algo más que eso, ser disciplinado, saber perfectamente por qué deseaba ir a esa universidad y no a otra… y no valía decir “mi novio va a esta” que es lo que tenía pensado él, así que me tocó hacer mi entrevista y preparar la suya para que no metiera la pata ¡y costó mucho hacer que se la aprendiera!


Iba por el campus detrás de Naruto cuando pensé en mi hermano, más que nada porque le vi por allí con Neji que iban a clase. La verdad es que más que pensar en él, pensé en mi sobrino, hacía unos días que no lo veía y me apetecía ir.


- ¿En qué piensas? – me preguntó Naruto.


- En que quiero ir a ver a tu hermano – le dije.


- Ya… tu quieres ver al enano… se te cae la baba con él.


- Pues como a ti – le dije.


- No es cierto – me dijo.


- Si lo es, si pudiéramos tener uno, ya me habrías dicho hace tiempo de tenerlo – le dije – pero a ser posible… preferiría que lo tuvieras tú.


- Que morro, te prometo… que cuando acabemos nuestros estudios si sigues aguantándome, adoptaremos uno, aunque yo me pido ser el padre.


- Ni de coña – le dije sonriendo – tú tienes más pinta de madre – le dije en forma de broma.


- Eso aún está por verse.


- Naruto… admítelo, siempre haces lo que yo quiero.


- ¿A sí? – me preguntó cogiéndome del brazo y arrastrándome tras él hacia los servicios.


Me empujó dentro y cerró la puerta tras asegurarse de que no había nadie allí dentro, algo extraño… porque solía estar lleno de gente, aunque como aún estábamos de presentaciones, faltaba mucha gente, estarían igual que Naruto, encerrados en sus habitaciones “ocupados”, sólo a Naruto se le ocurrían estas ideas, porque ni siquiera se aguantaba hasta llegar a nuestra habitación ¡Porque encima la compartía con él! Cosas del destino que nunca me explicaré, pura casualidad, aunque lo agradecí. A veces, incluso pensé que mi padre había amañado las cosas para que nos tocase juntos y es muy probable que fuera así, aunque yo dijera que era una casualidad.


Naruto me metió dentro de una de las cabinas mientras me manoseaba entera colando sus manos bajo mi camiseta ¡De verdad que era hiperactivo! No podía estarse quieto ni un momento, pero en parte, eso era una de las cosas que más me gustaban de él, que siempre tuviera ganas de mí. Puestos a hacer estas locuras en la universidad, yo también colé mis manos bajo su camiseta y la arrastré hacia arriba para quitársela, no me gustaba hacerlo con la camiseta puesta, me gustaba verle desnudo, me gustaba su cuerpo.


Besé su abdomen mientras él enredaba sus dedos en mi cabello y me agarraba con fuerza para que besase y lamiese con más intensidad sus pezones mientras gemía. Le escuché sonreír cuando se agarró con una mano a la parte de arriba de la puerta.


- ¿De qué te ríes? – le pregunté.


- ¿Sabes cuanta gente en esta universidad quiere tenerte así? – me preguntó y la verdad es que ahora pensándolo… era bastante, tan sólo llevaba un par de días y ya me habían pedido salir unos cuantos.


- Bueno, pero sólo me tienes tú de esta forma – le dije – soy tuyo y eres mío, no te cambiaría por nadie.


- Ya claro – me dijo sonriendo – a saber por qué no me cambiarías.


- Me gustan los rubios – le bromeé como si fuera su única cualidad y él empezó a reírse también al ver mi broma.


- Pues que suerte que a mí me gusten los morenos cachondos en los aseos como tú – me dijo bromeando y me reí.


Volví a besarle y mordí levemente su pezón haciéndole gemir más intensamente todavía. De su boca sólo conseguí escuchar un “Joder, Sasuke” creo que era bueno, porque no paraba de gritar mientras veía su cuerpo temblar un poco por el placer. De repente pareció impacientarse más o por lo menos… excitarse el doble, porque me agarró sentándome en la tapa de retrete, se colocó de pie frente a mí y se bajó un poco el pantalón mientras me obligaba a meterme su miembro en la boca.


Su mano agarrada con fuerza en mi pelo hacía fuerza indicándome el ritmo, casi me sentía como un juguete en sus manos para darle placer, pero en parte, me gustaba cuando él dominaba, alguna de esas pocas veces en que yo le dejaba, pero me excitaba sentirme así.


Ahora sí jadeaba y gritaba, le escuchaba decirme cosas sucias, pero sabía perfectamente que era un juego entre nosotros, a Naruto le excitaba mucho estas cosas, sentirse dominante, así que bueno… yo acababa entrando en su juego. Esperaba que nadie entrase al baño, porque escuchar a Naruto insultar mientras se follaba mi boca… no sé si alguien lo aguantaría sin tener sueños eróticos con nosotros por la noche.


Cuando la sacó de mi boca, no tuve tiempo ni para respirar cuando Naruto ya se había abalanzado sobre mí subiendo mi camiseta, besando y lamiendo ahora él mis pezones mientras su mano derecha se colaba por mi pantalón cogiendo mi miembro para masajearlo. Incluso aunque me había recostado un poco, podía ver la mano izquierda de Naruto masturbándose él mismo y eso sí me excitaba.


Sólo dejó de tocar mi abdomen cuando tuvo que prepararme para entrar y la verdad… estuvo un buen rato y a mí me mataban las ganas de que entrase, porque le necesitaba ya. Entró despacio en mí y no paró hasta el fondo haciéndome gemir. Cogió mi mano con la suya llevándola hasta mi miembro mientras me pedía que me masturbase yo mismo y el colocaba sus manos en mi cintura empujándome hacia su cuerpo a cada embestida que me daba, llegando cada vez más hondo.


Cerré los ojos y grité su nombre cuando le sentí completamente dentro, le escuchaba jadear mientras hacía fuerza en mi cintura hundiéndose en mí a cada movimiento y no podía aguantarlo, me corrí en mi mano al escuchar aquellas palabras sucias de Naruto diciéndome como le excitaba verme masturbarme frente a él y acabó corriéndose dentro, metiéndose bien al fondo para que no saliera nada de su ser de mí, dejando constancia de que yo era suyo por completo.


Nos arreglamos entre risas y es que… ya llegábamos tarde a clase, encima nos tocaba en la misma optativa ahora mismo, así que tuvimos que salir corriendo mientras nos reímos sin poder parar… ¿quién me iba a decir a mí, que acabaría por culpa de una broma de instituto, enamorado del rebelde de clase? Pero ahí estaba, enamorado a más no poder de Naruto Uzumaki, rubio, hiperactivo, rebelde por naturaleza y travieso ¡con él no me aburriría nunca!


- Vamos Sasuke – me decía mientras corría hacia el edificio donde nos tocaba la clase.


- Naruto – le llamé parándome de golpe y él se detuvo también.


Corrí hasta él lanzándome encima besándole con fuerza mientras él me correspondía. Sé que media facultad nos miraba ahora mismo, pero me daba igual, quería que todos se enterasen de que Naruto era mío como yo era de él.


- Te quiero – le dije.


- Y yo a ti Sasuke – me dijo – venga empollón, que llegamos tarde – me sonrió remarcándome que él seguía igual de rebelde y yo igual de estudioso.


 


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