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¿Hermanos? por Fullbuster

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Sasuke Uchiha POV


 


A mis nueve años ya creía que sabía muchas cosas, pero estaba muy equivocado, sólo era un niño y cuando veía a Naruto, ahora era cuando empezaba a entender por lo que había pasado, porque cuando llegó a la casa con siete años, yo creía que seguía siendo ese chico inocente y sonriente que se divertía metiéndose conmigo, pero no… era un chico muy diferente al que una vez conocí como mi mejor amigo, era un chico tierno, inocente pero sumido en el dolor de haber perdido a toda su familia y yo no lo entendía con siete años, le había tratado mal al principio hasta que entendí todo lo que ocurría. Itachi me dio un par de collejas aquella vez, pero ahora… estaba dispuesto a defenderle de todo y contra todos, no dejaría que nadie volviera a hacerle daño y menos ahora que había vuelto a sonreír.


Sé los rumores que durante estos tres años habían lanzado por el pueblo, muchos en clase me decían que convivir con él me traería problemas, que traía mala suerte, que había matado a sus padres, le llamaban asesino o bastardo, habían llegado a decir que sus padres no le querían y yo veía a Naruto siempre que comentaban algo, él sonreía y trataba de pasar de los rumores, a mí me confesaba con una sonrisa que no le importaba porque no era cierto, pero sé que le dolía y trataba muchas veces de ayudarle… pero sólo teníamos nueve años, había gente mayor que yo con la que no podía enfrentarme, me hacían a un lado y sé que todos se metían con Naruto.


Los mayores del colegio trataban también de humillarle y al final siempre era mi hermano mayor el que iba a ayudarle y es que a él le respetaban todos… excepto Deidara que era el único que tenía el valor suficiente para meterse con el gran Itachi Uchiha. De todas formas… es que Deidara también era un chico conflictivo de por sí, yo me reía mucho porque siempre estaba gastando bromas y haciendo travesuras, una vez puso pintura en los aspersores del colegio y pringó a todo el mundo con la pintura, a mi hermano le había llegado a hacer gamberradas de todos los tipos y siempre acababa Deidara en el despacho del director, era un caso a parte, nadie se metía con Deidara excepto mi hermano, esos dos tenían la guerra planeada, no paraban de hacer de las suyas.


Yo creía que por casa las cosas para Naruto se tranquilizarían, estaba con nosotros pero no… mi tía Karin siempre estaba encima de él haciéndole llorar y me sacaba de los nervios, no aguantaba ver a Naruto llorar. Mis padres se esforzaban mucho para verle sonreír de nuevo y es que tras el trauma de perder a sus padres, todos queríamos verle sonreír, pero Karin no sé que tenía por la cabeza para intentar siempre hacerle llorar. No me gustaba dejar solo a Naruto, siempre que podía estaba a su lado igual que Itachi, solíamos turnarnos para vigilarle, pero… muchas veces Karin se nos escapaba y es que la muy zorra se escondía de mis padres para hacer de las suyas y aunque yo había tratado de descubrirla en varias ocasiones, no había forma de echarla, mi madre decía que teníamos que tener un poco de miramiento por la familia y que esperaba que no tardase Karin en marcharse, pero yo lo dudaba, ésta estaba muy asentada en esta casa tras haber dilapidado toda la herencia de su madre.


Llegué de clase y Naruto iba sonriendo como siempre contándome a saber qué de clase y no pude evitar hacer una mueca de sonrisa al verle tan animado y es que yo no solía sonreír, era bastante serio pero me encantaba ver su vitalidad y su inocencia, eso me hacía feliz, era mi mejor amigo y ya lo consideraba mi hermano. Itachi venía a mi lado sonriendo y hablando con Naruto que le explicaba con gesticulaciones muy exageradas las cosas.


- Sabes Naru, podríamos ir este fin de semana al cine – le dijo Itachi muy animadamente.


- ¿Enserio? – preguntó sonriendo e ilusionado.


- Claro, pero habrá que convencer al soso de mi hermano – dijo mirándome.


- A mí no me metáis en vuestros asuntos absurdos.


- Vamos Sasuke – me pidió Naruto poniendo sus ojillos de cordero degollado – ven con nosotros, sería aburrido sin ti.


- Y con él – dijo Itachi sonriendo – míralo que serio se pone


- ¿Ya estáis metiéndoos conmigo? Entonces no iré – les dije poniendo morritos de enfadado pero Naruto se me tiró encima sonriendo.


- Por favor Sasuke, acompáñame al cine.


- Esta bien – le dije – pero sólo para que me dejéis en paz.


Claro que quería ir al cine con ellos, pero yo era así de serio y me conocían, de hecho sabían ambos que deseaba ir porque cuando me giré, ambos llevaban esa sonrisa cómplice como si supieran que acabaría aceptando si me chinchaban un poco y es que era cierto, no podía negarles nada, siempre acababa acompañándolos a todos los lados, me divertía con ellos aunque siempre me pusiera serio, de hecho cuando no me veían, me reía, pero siempre me ponía serio cuando me miraban.


Esa tarde tuve que hacer los deberes con Naruto a mi lado y es que él no entendía ni la mitad de cosas, siempre acababa preguntándome las dudas y ya por la noche, decidimos arreglarnos para ir al cine con mi hermano. Mis padres se sorprendieron de que fuéramos a ir, pero como venía el fin de semana, no les importó que nos fuéramos a estas horas siempre y cuando Itachi estuviera de responsable. Yo creo que fui engañado al cine y es que me llevaron a una película romántica cuando yo quería algo de acción, menudo rollazo me tragué, sin embargo… tuve una gran duda en la película y es que cuando vi al final cómo se besaban los personajes principales, empecé a tener dudas de qué se sentiría al hacer esas cosas.


No quería preguntarle a Itachi, menuda vergüenza preguntarle eso a mi hermano, aunque sé que él había besado a alguna chica ya. ¿Cómo sería besar? No tenía ni idea pero quería experimentar eso ¿De verdad era divertido besar en la boca? A mí siempre me había parecido asqueroso, lleno de gérmenes y esas cosas, pero hoy no sé… supongo que hoy me había levantado interesado en el tema. Quizá debería coger a alguna chica de mi clase y probarlo pero… ¿Y si besaba mal y luego corría el rumor? Uy, no podía arriesgarme a eso, claro que no, jamás. Antes muerto a que pensasen que besaba mal, tendría que practicar en casa.


Nuestros padres preguntaron que tal la película y Naruto no tardó ni dos segundos en subirse de rodillas en una silla y empezar a contarles con pelos y señales toda la película mientras mis padres reían divertidos viendo los aspavientos que hacía y es que Naruto gesticulaba mucho y se reía como nadie, era increíble la vitalidad que tenía este chico, a mí me agotaba.


- Oh por favor… no hay quien pueda estar tranquilo en esta casa con estos gritos – exclamó Karin marchándose enfadada quejándose de Naruto, pero no era algo nuevo.


Naruto se entristeció de golpe y al verlo mis padres, le animaron de nuevo a que pasase del comentario de mi tía y siguiera contándoles todo lo que había visto en la película y enseguida volvió a animarse contándolo todo. Yo aproveché para ir a la cocina a por un vaso de agua y cuando salí hacia mi habitación me preguntó mi padre.


- ¿Y tú que tal lo has pasado Sasuke? – me preguntó Fugaku.


- Un tostón de película – le dije serio.


- No seas así Sasuke – dijo Naruto mirándome con una sonrisa y cómo me gustaba verle sonreír – seguro que le ha gustado pero él siempre es así.


- Eres un aguafiestas Sasuke – se quejó mi hermano sonriendo.


- Me voy a mi cuarto, tengo muchos deberes que hacer aún.


- Que soso eres Sasuke – dijo mi hermano.


- Piensa lo que quieras – le comenté marchándome a mi habitación con el vaso de agua.


Llegué a mi habitación y me senté en el escritorio para hacer deberes mientras bebía el vaso de agua. No me concentraba para hacer los ejercicios, sólo pensaba en la cara de los personajes de la película cuando se besaron y es que yo quería probarlo, pero claro… ¿con quién? No podía quedar en ridículo frente a nadie, menuda vergüenza, esas cosas no se olvidarían fácilmente y menos en un lugar tan pequeño como este pueblo.


Miré el vaso y terminé de bebérmelo dejándolo a un lateral de la mesa. Estaba frustrado, quería aprender a besar y no sabía cómo narices hacerlo. Miré por toda mi habitación hasta que encontré un cojín cerca de la almohada y me levanté a cogerlo. Supongo que no era la idea más brillante que podía tener, pero bueno, no tenía más opción ahora mismo. Cogí el cogín y metí mis labios cerca de él justo en el momento en que Naruto entraba por mi habitación abriendo la puerta sin llamar tal y como era él siempre. Se quedó paralizado en la puerta mirándome con los morros en el cojín y era normal. Me aparté con rapidez de él lanzando el cojín de nuevo hacia la cama y volví a coger el lapiz como si fuera a hacer deberes. Naruto entró y cerró la puerta tras de mí.


- ¿Qué hacías? – me preguntó con una medio sonrisa.


- Nada – le dije.


- ¿Estabas besando al cojín? – me preguntó.


- Que locuras dices… -le dije rojo como un tomate tratando de evitarle, estaba nervioso ahora.


- Sasuke así no se aprende a besar, se aprende practicando, deberías intentarlo con una de esas chicas que tanto te persiguen por clase.


- No quiero quedar en ridículo – le dije.


- ¿Ese es todo tu problema? ¿Quén alguien diga que besas mal? No nacemos sabiendo Sasuke, nadie, ni siquiera ellas.


- Ya pero…


- Bésame a mí entonces, no diré nada.


- No voy a besarte, eres un chico.


- Son unos labios Sasuke y querías practicar, bésame a mí, te prometo que no lo contaré nunca, te dejaré practicar conmigo enserio.


- ¿Por qué harías eso por mí?


- Porque eres mi hermano y quiero verte feliz, si tu gran preocupación es quedar en ridículo con las chicas, utilízame entonces, no pasa nada, sólo es un beso – me dijo.


- ¿Seguro que no lo contarás? – le pregunté.


- No diré nada Sasuke – me dijo sonriendo – te lo prometo, jamás lo sabrá nadie, será nuestro secreto.


- Vale – le dije mirando y comprobando que la puerta estaba cerrada mientras veía a Naruto subirse de rodillas a la cama y cerrar los ojos.


Acerqué mi silla de estudio hacia él y me incliné levemente tragando saliva mientras veía sus labios. Estaba loco por hacer esto, era mi hermano y lo sentía como tal, para mí ya no era sólo mi mejor amigo o el hijo de los vecinos, era mi hermanito y no quería que él sufriera, pero como él decía, sólo era un beso ¿A quién podría hacer daño esto? A nadie, yo no era gay, él tampoco, sólo era practicar, un único beso.


Me acerqué más y rocé sus labios con suavidad. Su tacto era espectacular, eran suaves y cálidos y cuando cogí sus labios entre los míos, tuve miedo a moverme al principio, pero ya que estaba aquí quería practicarlo todo, quería saber lo que era un beso de verdad, así que me moví agarrando su labio inferior mientras sentía como él cogía mi labio superior. Abrí los ojos cuando me separé y Naruto también los abrió.


- ¿Qué tal? – le pregunté.


- Un poco miedoso – me dijo sonriendo – lo siento yo tampoco había besado nunca, quizá he sido yo el problema.


- No, tu has estado bien – le tranquilicé – déjame intentarlo de nuevo, iré con menos miedo, te lo prometo.


- Vale – me dijo.


Me acerqué de nuevo a él esta vez con menos miedo y cerré mis ojos cogiendo sus labios entre los míos tratando de calmarme, esta vez le besaría de verdad, pondría todo mi empeño en que saliera bien. Cogí su labio inferior mordiéndolo con dulzura y sentí como Naruto sonreía, supe que le había gustado y a mí me estaba gustando, tenía razón la película, los besos eran divertidos. Me separé un segundo de él dejando mis labios sobre los suyos para poder hablarle.


- ¿Qué tal ahora? – le pregunté.


- Divertido – me dijo sonriendo – me gusta cuando juegas, me ha gustado el mordisco.


- ¿Puedo… jugar con tu lengua, Naruto? – le pregunté.


- Hazlo, Sasuke – me dijo – ya te lo he dicho, práctica todo lo que quieras conmigo, no dejaré que hagas el ridículo nunca.


Atrapé sus labios y cada vez que lo hacía, sentía que tenía más seguridad. Acaricié su labio con mi lengua y cuando abrió la boca metí mi lengua con suavidad buscando la de Naruto para jugar con ella. Era tan húmeda y juguetona que me encantaba, Naruto era sorprendente y le agradecía que hiciera esto por mí, por eso mismo… yo jamás dejaría que Karin le hiciera daño, no quería volver a ver las lágrimas de Naruto nunca más, él tenía que ser tal y como era ahora mismo, ese chico feliz, sonriente, hiperactivo y que hacía cualquier cosa por los demás, él era pura bondad, no tenía maldad en su interior, era pura inocencia y me encantaba. Él me había enseñado a besar y yo le protegería toda mi vida, lo prometía.


Aquella noche, sólo me dediqué a besar a Naruto, una y otra vez, practiqué con él hasta que me dijo que besaba perfecto, que podía estar contento porque lo había conseguido, no quedaría en ridículo pero aún así, no pude evitar seguir besándole alguna que otra vez más, pero él no se quejó, dijo que siempre estaría ahí para cuando necesitase algo.


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