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¿Hermanos? por Fullbuster

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Itachi Uchiha POV


 


El rancho que habíamos comprado era una maravilla, no había comparación con el de mi familia que era enorme, pero no se estaba mal. Tenía lo que hacía falta para empezar aunque yo tampoco tenía muy claro cómo se llevaba un rancho, hacía años que vivía en la capital y de pequeño… mi padre solía hacer estas cosas o las mandaba a los trabajadores, así que poco sabía yo de llevar un rancho, por lo que tuve que hacerme con un buen capataz que se encargase de sacar adelante esta hacienda.


Sasori y yo estábamos montando la consulta en el centro del pueblo. Me alegraba empezar de nuevo, poder tener mi propia consulta con el chico al que amaba. Sasori comentó que iba a ir a por unos cafés al bar de enfrente y le besé sonriendo para darle las gracias, pero en cuanto se fue, vi entrar a Deidara por la consulta y me extrañó verle aquí y encima… vestido con el uniforme de policía ¿Deidara de policía? No me lo podía creer, ni siquiera podía creerme que hubiera vuelto de Alemania, creí que no volvería a verle.


- ¿Deidara? – pregunté.


- Hola Itachi – me saludó con una sonrisa – veo que estás montando una consulta, eso está bien – me dijo.


- ¿Tú de policía? – le pregunté sonriendo – eras el mayor lanzador de bolas de barro de la historia.


- La verdad es que si – me dijo sonriendo –he dejado muy atrás esa etapa Itachi.


- No esperaba volver a verte, me dijeron que te fuiste a Alemania.


- Si – me dijo con una sonrisa.


- Traigo los cafés – escuché a Sasori tras Deidara y se quedó atónito al ver a un policía por la consulta.


- Bueno yo ya me iba – dijo Deidara – sólo venía a saludar, si tenéis algún problema, ya sabéis donde estoy – nos comentó.


- Claro Dei – le dije y él se extrañó de que le llamase por el diminutivo – nos vemos.


- Sí – me dijo – ya nos veremos, encantado – le comentó a Sasori dándole la mano y Sasori se la tendió también.


- Igualmente – le respondió mi chico.


Me quedé absorto mirando a Deidara marcharse hacia su coche patrulla. Cómo había cambiado ese chico delgaducho que me lanzaba bolas de barro a la cara, ahora era guapísimo, rubio, de cabello largo, sonriente, educado, era increíble el cambio que había dado y para mejor. Si de pequeño no llamaba absolutamente nada la atención, ahora podía ver como la gente del pueblo se acercaba a saludarle, le hablaban y algunos chicos le sonreían tratando de ligar con él y es que era muy guapo, menudo físico tenía además, se notaba que había hecho deporte para llegar a policía.


- ¿Quién es? – me preguntó Sasori mirándole con detenimiento.


- Deidara Yamanaka – le dije – el chico que me tiraba bolas de barro cuando era pequeño.


- Pues es guapísimo – me dijo


- Lo es – le dije – no esperé que aquel chico tan poco agraciado se convirtiera en esto – le comenté y él sonrió.


- Toma tu café – me dijo dándome un beso.


- Gracias cielo – le agradecí.


No había hecho más que terminar de besarle, cuando por la ventana vi a Naruto que caminaba por la calle y se dirigía hacia Deidara que le recibía con una sonrisa. Desde luego esos dos ya desde pequeños se habían llevado bien.


- Voy a seguir pintando la sala del fondo – me comentó Sasori


- De acuerdo – le dije – seguiré con esta.


Sasori se marchó hacia la sala del fondo y yo me quedé aquí acercándome a la ventana para ver mejor a aquellos dos. Deidara cerraba el coche ahora para ir hacia la cafetería con Naruto, supongo que a tomar algo juntos y a hablar un rato. No creo que en este pueblo hubiera muchos altercados, así que Deidara debía estar bastante aburrido, aún así… no podía negar que me había agradado su visita, no creí que le volvería a ver y me había gustado reencontrarle.


Respecto a Naruto, tenía sentimientos encontrados, le quería pero ya no estaba seguro si era casi a modo de hermano o como algo más, porque también sentía un amor muy fuerte por Sasori y ahora al ver a Deidara… no sé… había algo en ese chico que me hacía interesarme por él, quizá era porque quería saber qué había hecho en Alemania tanto tiempo, su forma de irse fue tan brusca y repentina, que tenía curiosidad. Estaba confuso, ahora que había vuelto y me reencontraba con gente, mis sentimientos y mis emociones estaban saliendo de nuevo, yo los creía bien muertos… todos los recuerdos por esas personas creía que habían desaparecido cuando me fui a la capital, pero no… aún los tenía y sentía nostalgia de ellos, de mi amistad con todos y cada uno de los de este pueblo.


Comí con Sasori aquí mismo en el propio suelo y es que no habíamos montado nada aún, pero disfrutamos como enanos, pedimos comida china y comimos con una agradable conversación. Por la tarde seguimos con el trabajo y cuando ya anochecía, Sasori que se encontraba bastante cansado de tanto trabajar en la consulta, decidió que se iba a casa y agradeciéndole el esfuerzo, dejé que se marchase quedándome yo a terminar los últimos retoques y recoger. Luego iría yo por el rancho, por nuestra nueva casa.


Ya estaba recogiendo todo y cerrando la puerta de la futura consulta, cuando al dirigirme hacia mi coche me encontré a Sasuke apoyado en el capó del vehículo y me sorprendió.


- Vaya, ¿Qué haces por aquí? Creía que me odiabas – le dije.


- Y te odio – me comentó.


- ¿Puedes darme un motivo razonado?


- ¿Te parece poco largarte y dejarnos a Naruto y a mí aquí aguantando a la familia?


- Nuestra familia está bien Sasuke – le dije – Tenemos una madre que nos quiere muchísimo, es cariñosa y amable, nuestro padre aunque terco nos adora, por mucho que diga que está enfadado no es cierto, siempre seré su hijo y estará orgulloso de que haya estudiado medicina, nuestra familia está bien.


- ¿Y Karin? – me preguntó - ¿Sabes todo lo que le ha hecho a Naruto en estos cinco años? Yo era un crío Itachi, nuestra madre no se enteró de lo que esa desgraciada le hacía hasta hace poco que Naruto se atrevió a contarlo, te necesitábamos Itachi – me dijo.


- No lo sabía – le comenté.


- Sí lo sabías, tú estabas aquí cuando Karin llegó a esta casa, viste como abofeteaba a Naruto en más de una ocasión ¿Crees que cambió la situación cuando te fuiste? Todo empeoró Itachi, Naruto no es ese chico alegre que finge ser, está destrozado y le oigo llorar todas las malditas noches, me rompe el corazón escucharle.


- Haré algo – le dije.


- No puedes hacer nada ya Itachi, te odio por lo que nos hiciste, decías que le amabas, pero llegas aquí cogido de la mano de tu pareja y comprando el rancho de al lado ¿Intentas amargar a Naruto o qué te pasa?


- Te amaba a ti – le dije y él se sorprendió - Cuando tú empezaste a salir con Sakura… quiso estar conmigo porque tú no le hacías caso, intentaba olvidarte conmigo. Tú te largaste a revolcarte con Sakura y Naruto se quedó destrozado, quiso que yo le desvirgara y me negué. Lo hice por ti Sasuke, porque sé que le amabas tanto como yo le quise, es un chico estupendo y no quería arruinarle la vida.


- Eres un hipócrita – me dijo – dejé a Sakura porque no podía olvidarme de Naruto.


- ¿Qué culpa tengo yo Sasuke de que ambos nos enamorásemos de la misma persona? No quiero ver a Naruto sufrir si es por lo que has venido a reclamarme, siempre le ayudaré en lo que pueda.


- Vete a casa con tu novio Itachi, a tu casa de verdad, vuelve a la ciudad y déjanos vivir la vida tranquilos.


- No me iré – le dije – he venido para quedarme.


- Pues aléjate de Naruto.


- ¿Le amas de verdad? – le pregunté - ¿O es la obsesión de tenerle porque yo le amaba?


- Le amo – me dijo serio – y no voy a dejar que nadie le haga daño.


- Me parece estupendo Sasuke.


Metí la llave en el coche y abrí la puerta, pero mi hermano retuvo la puerta cogiéndola y me miró con su seriedad habitual y es que sabía que mi hermano siempre había sido así de serio.


- ¿Le amas? – me preguntó - ¿Aún sientes algo por Naruto?


- ¿Qué quieres que te responda Sasuke? – le pregunté – tengo novio, voy a vivir con él, tengo la consulta con él, tengo mi vida con Sasori.


- ¿Y eso significa que tus sentimientos han cambiado? ¿No puedes querer a otra persona aunque estés con otra diferente?


- Puede ser que le ame – le dije – no lo sé Sasuke, hace cinco años que no le veía y me siento extraño a su lado, siento cariño por él, no sé si es amor, también me siento raro con Deidara y no lo entiendo.


- Estás confundido, eres un desastre Itachi, no te entiendes ni tu mismo.


- Pues sí Sasuke, tienes razón, soy un desastre, mis sentimientos son un completo desastre, pero tú no sabes lo que es querer a tu novio y sentirte de esta forma cuando veo a Naruto, me duele verle.


- No te acerques a Naruto – me amenazó – no puedes largarte dejándole aquí solo durante cinco malditos años, dejándome a mí como su paño de lágrimas y luego aparecer de golpe diciendo que no sabes si amas a tu novio o a tu hermano adoptivo. Aclara tus sentimientos, pero no nos metas en tus problemas, estábamos muy bien sin ti.


- ¿Qué sabes de Deidara? – le pregunté cambiando de tema cuando se marchaba.


- Deja a Deidara también en paz – me dijo muy alterado ahora.


- Sólo quiero saber dos cosas de él.


- ¿Qué quieres saber?


- ¿Cuándo volvió de Alemania? – pregunté.


- Hace algo menos de un año.


- ¿Qué hacía en Alemania?


- Era policía de asalto – me dijo – y si no tienes más preguntas, me marcho, no quiero dejar a Naruto solo por la noche en esa casa, tú no entiendes nada de lo que ocurre. Sólo un consejo… deja en paz a Deidara, ya no es ese vecino gamberro al que conociste, es un buen chico, no le metas en tus problemas. Sasori parece una buena persona, haz el favor de aclarar tus ideas y deja de tocarnos las narices a todos, Naruto es mío ¿Te queda claro? No renunciaré a él jamás.


Aquella noche cuando volví a casa, estaba más confuso que nunca ¿Por qué pregunté por Deidara? ¿Qué más me daba a mí lo que ese chico hiciera o cuándo volviera? No lo sabía, pero ahora mismo lo tenía en mi mente y no podía sacarlo. Por otro lado tenía la conversación con Sasuke, el saber que Naruto lo pasó tan mal durante todos estos años. Que mal me sentaba todo ahora, cinco años perfectos para mí, fueron cinco años de infierno para Naruto y Sasuke, no sé si ellos serían capaces de perdonarme, bueno… Naruto seguro que sí y es que él siempre era tan dulce, tan agradable con todos, no veía la maldad en la gente y eso le traería problemas.


Cuando por la mañana salí de nuevo hacia el pueblo, todos nos miraban y hablaban animadamente con Sasori y conmigo alegres de que montásemos la consulta, pero cuando vi como unos hombres se reían y empezaban a insultar el nombre de Naruto, me cabreé y Sasori no trató de detenerme sabiendo que me afectaba que se metieran con mi hermano. Aquel día no sería el mío, porque cuando les pedí que se disculparán por esos estúpidos rumores que estaban soltando de él y se rieron diciendo que jamás lo harían, me cabreé tanto que le pegué, me metí en la pelea haciendo que Sasori tuviera que entrar también y al final… hasta Sasuke que pasaba por allí entró también y no sé si lo hacía para defenderme a mí aunque luego lo negase, o lo hacía por defender a Naruto, pero aquí estuvimos los tres metidos en un buen lío, hasta que llegó Deidara y nos separó metiéndonos al calabozo durante unas horas para que nos calmásemos todos.


 


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