"Siempre serás mi recuerdo favorito, aquello que tuve un ratito de mi vida y adore a cada minuto, aquello que me quitaba el sueño por las noches y me dejaba una sonrisa inigualable, aquello.. Que no volveré a tener"
Escritora
- Papa es enserio, no quiero que les digas nada - suplicaba Eren por enésima vez
- Eren... yo
- Papa enserio - suspiro - Se que saben como estoy - se quedo pensando- Amenos Armin y Mikasa, pero mis dos amigos nuevos no, por eso no quiero que sepan nada y de igual manera Armin o Mikasa se preocupen mas
El Señor Jeager, suspiro, se acerco a la camilla de su hijo, tomo asiento y agarro las manos de Eren, le sonrió.
- Esta bien, tu sabes el porque haces esto - suspiro - Tendré que decirle a tu madre que no le diga a nadie
- Sera nuestro secreto - Su padre sonrió con melancolía y asintió.
- Lo sera hijo
Al tercer día de que pusieran a Eren en un coma forzado, notaron su mejoría, su padre agradeció internamente que a su hijo no se le hubiera hecho una hinchazón, de lo contrario, cabía la posibilidad de que Eren ya no hubiera despertado, nunca.
Una hinchazón en el cerebro, a causa de su contusión, podría provocar un derrame cerebral, Para su padre, eren era un gran guerrero, desde bebe, siempre admiro a su hijo, por la forma en la que salia adelante, aun si sus miles de enfermedades le pisaban los talones. Eren jamas se rendía, cualquier obstáculo que tuviera, lo enfrentaba.
Por ello, se negaba profundamente al ver a su hijo irse, no podía, ni quería, que lo que para el fuera un ángel, se lo arrebataran de las manos. Habían días en las que no se parecía en su casa, incluso en las noches, ¿La razón?, se quedaba en la oficina por horas, pensando en una solución para el problema de su hijo, leyendo investigaciones, teorías, todo sobre las enfermedades de su hijo.
Habia estado intentando tener contacto con uno de los mejores doctores de Australia, por que aunque no se creyera, Grisha Jeager no era el mejor en todo Australia, era si, uno de los mas importantes Doctores, pero no el mejor. Por desgracia sus intentos habían salido totalmente fallidos, simplemente cuando trataba de contactar con aquel Doctor, siempre se encontraba ocupado.
Pero no perdería la esperanza. El salvaría a su hijo
Para Eren, las cosas, después de despertar, no estuvieron del todo bien, se había deprimido, para el lo que le había pasado, era un advertencia mas, para darse cuenta que su tiempo se estaba agotando y que tenia que darse prisa para cumplir sus ultimos deseos. El no tenia mucha esperanza, no era como su padre, Eren sabia que era muy difícil que su estado mejorara, Sabia que su padre buscaba una solución para su enfermedad, pero muy dentro de el lo sabia.
No tenia salvación.
Siempre había sido así, en frente de su padre o de su madre, se mantenía fuerte, como si pudiera enfrentar cualquier cosa, pero, por sus adentro, cada día se derrumbaba un poco mas, antes no le hubiera importado morir, es decir, antes no tenia una meta, pero cuando conoció a Levi todo cambio. No queria morir sin haber amenos podido acercase a aquel azabache, sin haber tenido el corazón de esa persona es sus manos. Si el podía cumplir aquello ya no le importaría morir.
Que equivocado estaba.
- Eren tienes visitas - le anuncio la enfermera .
El castaño, se acomodo en su camilla, dejo el libro que leía en la mesita que tenia a su lado derecho, y formo la mas radiante sonrisa, no podía preocupar a sus amigos, no quería darle pena o lastima a Levi. Sus cuatro amigos entraron a la habitación, todos se sorprendieron a verlo, se veía algo pálido, no demasiado, en su frente se encontraba una venda que recorría toda la misma, tenia muchas cosas inyectadas en sus brazos, en toda la habitación se sentía un aura pesada, pero por alguna razon, Eren no era el creador de ella.
Al contrario, el aura de Eren le daba una inmensa tranquilidad a aquella habitación.
- Hola chicos - dijo Eren, sin borrar sus sonrisa
- ¿Como esta Erencito? - se abalanzo Hange a abrazarlo - Nos tenias a todos preocupados - se acerco a su oído - Sobre todo a Levi
Aquello enrojeció a Eren, hasta lo odios, por otra parte le pareció hermoso....¿Levi se preocupo por el?... solo pensarlo le daba cosquillas en su estomago.
- Lo siento mucho - Eren bajo la cabeza, tenia que asimilar lo siguiente que diria
- ¿Por que Eren? - Pregunto Mikasa, quien no habia podido hablar antes por la impresion de ver a su mejor amigo despues de tanto tiempo
- Los preocupe demasiado - siguio con la mirada baja
- ¿Que te paso? - Armin hablo
Eren levanto la mirada y sonrio
- Fue in pequeño desamayo por la Anemia pero nada grave - los demas en la sala suspiraron
Mikasa y Armin se encontraban tranquilos, su amigo no estaba en peligro
- ¿Por que no nos dejaban verte? - Pregunto en rubio
- Ya sebes como es mi padre Armin - el mencionado sonrio- Queria que me encontrara bien antes de recibir visitas
El pequeño solo asintió, a continuación de ello, la sala se quedo en total silencio, resultaba algo incomodo, en cierto modo a Eren le dolía que Levi no le haya dicho nada aun, aquel azabache no le había ni dirijo la mirada desde que entro. Le dolía la indiferencia por parte de Levi.
Pero el Arckerman no estaba enojado y mostrar indiferencia hacia eren era lo ultimo que deseaba hacer, es solo que para el, esta escena era demasiado fuerte para el, ver a Eren ahí fingiendo estar bien, por que eso es que hacia para Levi, mentir sobre su estado de animo, estaba totalmente seguro que el pequeño no estaba del todo bien como aparentaba
Hange miro a Mikasa y a Armin, con la mirada les dijo que era mejor dejarlos solos, para que pudieran hablar mejor estando solos, Armin y Mikasa asintieron, lentamente salieron de la habitacion y esperaron afuera.
Para Eren, ahora el aura de la habitación era mas pesado, hubiera preferido que sus amigos no se hubieran ido, se sentía... extraño
- Eren