Tom acompaña a su hermano hasta el autobús y le deja un momento sentado en las escaleras para que se recupere un poco. Gustav le acerca una toalla que previamente ha mojado y Tom comienza a limpiarle la cara. Está de rodillas para llegar mejor.
Bill le mira a los ojos con mucho esfuerzo.
“Me pondré bien en unos minutos, sólo necesito descansar un rato”
-Yo creo que no-dice Tom de repente.
-¿Qué no qué?-le pregunta Gustav.
-Que no se encuentra bien quiero decir-no se había dado cuenta de que lo había dado cuenta de que lo había dicho en voz alta.-
¿Por qué no llamas a David? Me dijo que si se ponía peor le llamara, que enseguida vendría con un médico de guardia.
Cuando Gustav se va Bill consigue hablar con un hilo de voz.
-No hace falta, enseguida estaré bien.
-Eso ya lo dirá el médico, no te preocupes por eso ahora-y cogiéndole del brazo le ayuda a levantarse.
Comienzan a subir las escaleras hacia el dormitorio. Tom casi le lleva cogido en brazos, su hermano tiembla mucho a causa del frío y casi no puede caminar. Le ayuda a echarse de nuevo en la cama y le vuelve a descalzar.
-¿Qué le ha pasado?-le pregunta Georg, que se acaba de levantar.
-Se ha mareado, pero ya está bien. ¿Bajas y le preparas un té? Yo le ayudaré a acostarse.
Georg se marcha dejándolos solos. Bill tiembla ahora más que nunca y Tom decide echarse a su lado para ver si abrazándole logra que entre en calor. Coge una manta y la echa sobre ellos. Le abraza muy fuerte atrayéndole hacia él.
Bill, con los ojos cerrados se acopla al cuerpo de su hermano, con la cara apoyada contra su cuello, notando los latidos de su corazón en sus labios. Un escalofrío recorre su cuerpo al estar tan cerca de él y en esa posición.
-¿Tienes mucho frío?-le pregunta Tom abrazándolo con más fuerza todavía.
-Un poco-le contesta contra su cuello muy bajito-Me encuentro muy bien así contigo.
-Trata de dormir un poco, el médico todavía tardará en llegar.
Bill no le contesta, sólo puede concentrarse en los latidos de su corazón, y de esa manera se va quedando dormido.
Una mano toca el hombro de Tom y le hace abrir los ojos asustado.
-Perdona, no quería asustarte-se disculpa Gustav-ha llegado David con el médico.
Tom comienza a salir de la cama. Su hermano continúa dormido, ya no tiembla tanto.
Cuando sube el médico Gustav se va, pero Tom no se mueve de su sitio.
-Vamos Tom-le dice David-déjale hacer su trabajo.
-No, yo me quedo con él. Es mi hermano.
Y sabiendo que es imposible hacerle cambiar de opinión David se va abajo con los demás.
El médico se sienta en la cama de Bill y abriendo el maletín comienza a sacar sus cosas. Lo primero que quiere hacer es tomarle la tensión y comienza a subirle la manga de la chaqueta.
-¿Me vas contando que le ha pasado a tu hermano?
-Se ha mareado y ha vomitado. Pero ya se encontraba mal desde que acabamos el concierto. Decía que no había comido nada en todo el día y que estaba muy mareado por eso.
El médico ve que tiene la tensión por los suelos y arruga la frente.
-Seguro que ha sido por lo que has dicho. Eso unido a todo el estrés de los conciertos ha podido con su salud. Tiene la tensión muy baja, le daré algo que se la hará subir, pero antes me gustaría hacerle un análisis de sangre para ver como tiene los niveles del hierro o si tiene algo de anemia, cosa que sospecho.
Bill comienza a despertarse y se asusta al ver a un extraño sentado en su cama.
-No te preocupes-le dice Tom arrodillándose a su lado y cogiéndole de la mano-es el médico. Te va a sacar un poco de sangre.
-No me gustan las agujas-protesta en voz baja.
-Es una fobia muy común- le dice el médico con la aguja en una mano y un tubo de cristal en la otra-es mejor que no mires, te puedes marear un poco más.
Tom le aprieta con fuerza la mano y Bill le mira a los ojos.
“Mírame a mí, yo te ayudaré”
Bill nota como la aguja se introduce bajo su piel y sus ojos hacen una mueca de dolor, pero Tom le aprieta más la mano y consigue que se relaje un poco.
-Ya está-dice el médico guardando el tubo de cristal en su maletín y sacando otra aguja-Esto hará que te suba un poco la tensión y no tengas más nauseas o vómitos. Verás como enseguida te pones bien.
Bill vuelve a concentrarse en los ojos de su hermano, no puede apartar la vista de ellos.
Cuando el médico acaba se pone a recoger sus cosas.
-Puede que tenga algo de fiebre, pero es normal, es por esta inyección.-se dirige a Tom y le entrega unas pastillas-Si es muy alta le das 1 cada 6 horas.
Y se marcha dejándolos solos.
Al rato suben Georg y Gustav llevando una taza de té muy caliente para Bill. Tom ayuda a su hermano a recostarse en la cama, sentándose tras él y haciéndole apoyarse en su pecho. De esta manera le ayuda a tomar el té.
-Con esto enseguida entrarás en calor-le dice llevándole la taza a la boca.
“Contigo entraría en calor enseguida”-no puede evitar pensar Bill, rezando para que su hermano no le haya oído.
Cuando se acaba el té le vuelve a acostar y le tapa mejor con la manta.
-Será mejor que le dejemos descansar-le dice a los demás, que asintiendo con la cabeza se vuelven a ir-Yo ahora subo a hacerte compañía. Voy a hablar con David.
“No tardes, te necesito a mi lado”
“Cierra los ojos, cuando despiertes estaré a tu lado”
Y pensando en eso Bill se va quedando poco apoco dormido con una sonrisa en los labios.
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