Al aparecerlas Bella en una de las habitaciones de la mansión Black, Hermione cayo llorando. No podía dejar de pensar ¿como habían terminado de esa manera? ¿como jamás se habían percatado que ese monstruo seguía vivo? Y ahora todos lo están pagando. Y Harry… ¡Por Merlín! Prácticamente había suplicado para que Nagini se comiera viva a Giny.
- Ron – suplica en un susurro.
Debía ser fuerte. Unos dedos le limpiaron el rostro y le recogieron el cabello
- Shhh. Nada malo te va pasar. Bienvenida a la mansión Black – dijo Bella mientras la abrazaba
- Esta no es tu casa – grito Hermione empujándola. – Es de Sirius
- Tienes carácter – dijo Bella respirando hondo – eso lo hace mas divertido. En cuanto a mi querido primo, ahora es la señora Snape – sonrió -. Así que… la casa es mía – dijo mirando a su alrededor – igual que mi muñequita. – lanza una carcajada - Ven
Ante la orden, Hermione se puso de pie y la siguió hasta el baño a pesar de intentar no obedecer. Llegaron al baño donde ya estaba preparada la tina con sales y pétalos de rosas. La habitación estaba iluminada por velas aromáticas.
- Memoriza como me gustan las cosa – le ordeno - porque serás la encargada de tener la casa en orden.
- Entonces mi función en… - Hermione cerro los ojos ante un mareo
- ¿Estas bien? – pregunto Bella abrazándola para que no se caiga, mientras la joven asiente. – Yo creo que no – Bella la llevo a la cama y la acostó. – Ahora vengo.
Salió de la recamara y cerca de diez minutos después regresó acompañada de un hombre alto, de piel morena, mirada severa.
- Quédate quieta y callada - ordeno Bella.
El hombre presiono en varias partes de su vientre. Luego la hizo flexionar las piernas, y examino sus genitales. Hermione cerro los ojos y contuvo el llanto cuando sin ninguna delicadeza introdujo su dedo y lo movió dentro de ella para después retirarlo sin ningún tipo de cuidado. Luego le lanzo varios hechizos a su vientre de luz blanca que al tocar la piel de la chica se convierte en azul. El hombre miro a la pelinegra y salió junto con ella.
- Su esclava esta embarazada, señora – dijo el medico con voz neutra. – Tiene un mes de gestación
Bella asintió entrecerrando los ojos. – si lo extraes mañana, ¿que tiempo le demoraría volver a embarazarse?
- Mañana mismo con los hechizos adecuados
Bella sonrió maliciosamente
Mientras en la habitación, el pensamiento de la joven viajaba hacia el amor de su vida, Ron Weasley
* * *
Hacia media hora que Ron había llegado a la mansión veraniega de Draco Malfoy, y estaba echado sobre la alfombra de la sala cual cachorro, mientras gimoteaba
Sentado en un sillón con las piernas abiertas el rubio lo miraba con una sonrisa en los labios.
- Ron – llamo el millonario – ven aquí, perrito, ven – el nombrado se acerco deprisa caminando sobre las palmas y sus rodillas. Se detuvo entre las piernas de quien lo llamo. – Buen chico – le dijo mientras le acariciaba el cabello - ¿alguna vez le haz hecho el sexo oral a un hombre? – Ron abrió sus ojos descomunalmente y Draco soltó una carcajada – veo que no -. Le tomo el rostro con ambas manos e inclinándose unió sus frentes. – ¡Uakala Ron! ¿Hace cuanto no te bañas? Vamos. Hay que remediarlo – se puso de pie y se dirigió al baño. Al notar que este no lo seguía, insto - ¡Ron!. – y este lo siguió.
Al entrar al baño, Draco abrió el grifo de la tina y la lleno de agua tibia. Luego le arranco la ropa diciendo que nada que le perteneciera iba usar esos harapos.
- Entra – le ordeno – vamos. Tenemos que darnos prisa. Ya me imagino la cara de todos cuando vean lo bien portado que eres – dijo mientras Ron entraba a la tina.
Draco empezó a echarle agua sobre la espalda y lavarle el cabello. Luego con la mano derecha le lavo los genitales, por lo que Ron se removió y tuvo que sujetarlo del collar diciéndole con voz suave que se tranquilizara. A continuación, con ambas manos abrió su tarsero y metió una pequeñísima parte de su dedo en ese diminuto agujero, Ron se removido violentamente zafándose del rubio y saliendo de la tina poniéndose de pie de forma normal
- ¡No me vuelvas a tocar, maldito rubio degenerado o… - grito el pelirrojo indignado
Draco lanzo una carcajada y Ron se agarro la garganta, mira sus piernas y sonríe.
- ¿Feliz de recuperar tu voz? – fijo Draco con burla. – Ese collar anula tu magia y te somete a mi voluntad. Mira, luego te lo explico. En la cama esta la ropa que usaras en la cena. Yo me voy a bañar. Date prisa, ya es tarde. – Ron iba salir pero se volcó ante el llamado de su amo – Ahora no paso nada por que no hay tiempo. Pero hazte a la idea que esta noche tendré mucho sexo, y el agujerito ganador es el tuyo – Ron no puedo evitar estremecerse y salió deprisa del baño
Una hora después el menor de los Malfoy desaparecía por la chimenea sujetando la correa su nueva mascota.
* * *
Remus Lupin había descubierto su homosexualidad a los catorce de la forma mas irrisible posible.
*** FLASHBACK ***
- Sirius no insistas – exigió el ojimiel -. No me hare pasar por mujer solo para que tú consigas una conquista
- ¡Pero Moony – protesto este cual niño pequeño zapateando – son cincuenta Sickle!. No dejes que James me gane – suplico
- Una miseria para el heredero de una de las mayores fortunas del mundo mágico – dijo con la mayor serenidad que pudo reunir.
Y es que tratar con Sirius Black era demás estresante. Una voz interna muy furiosa le cuestiono el porque aun no hechiza a ese petulante, cuando otra voz interna le contesto que las personas decentes no iban por allí hechizando gente, por muy Sirius Black que estas fueran.
Y allí estaba él, en un pasillo poco transitado del castillo, mirando directamente a los ojos a ese desastre andante que tenia por mejor amigo.
- ¿Listo? – dijo Sirius cuando este lo abrazo por la cintura mientras lo pagaba a su musculoso cuerpo. Él asintió y cerro los ojos al sentir esos labios carnosos y dulces sobre los suyos, mientras una lengua traviesa se colaba entre sus dientes para mesclar su sabor con el suyo. Estaba consiente de que era solamente un juego que terminaría en unos minutos, pero no logro evitar aferrarse a la espalda de aquel que lo estaba transportando a la misma gloria.
Años mas tarde se entero de que jamás hubo tal apuesta y lo que paso fue que Sirius no encontraba manera de declarársele, pues se había enamorado de él desde la primera vez que lo vio en el tren a los once años
Lo que ninguno de los Gryffindor supo jamás fue que cierto rubio platinado lo vio todo y no descansaría hasta hacer suyo a su mayor obsesión, así esto le tomase décadas
*** FIN DEL FLASHBACK ***
Volvió en si, cuando unos brazos muy diferentes a los que siempre lo habían protegido por mas de dos décadas lo aprisionaban.
- Ya te lo dije, esta noche sabrás lo que es tener un verdadero hombre entre tus piernas – aseguro Malfoy.
- ¿Y tú que sabes de eso? – pregunto Remus con un hilo de voz
- Mi querido Lupin.- le susurro al oído – yo de ti… lo se todo
Y beso su cuello mientras restregaba su creciente erección contra el trasero del ex profesor.
* * *
Sirius Black miraba atentamente cada pequeña prenda de ropa interior con encajes que había en su closet. ¡Eso era… Esa cosa lo iba violar!. ¿pensó violar?
Detuvo el camino de sus pensamientos en seco. Bastante claro le había dejado el maldito de Snivellus su puesto a su lado frente a todos los nuevos mandamás del mundo mágico haciéndole parecer Walburga Black en su manera de mover las caderas. Pero de que se la cobraba esa, se la cobraba, o se dejaba de llamar Sirius Black. Resoplo pensando si debería empezar a llamarse así mismo Sirius Snape
Una risa baja lo hizo dar un salto por la sorpresa acompañado de un gritito femenino digno de las películas muggle
- ¿ Qué te causa tanta gracia? – pregunto molesto aunque su voz no lo demostrase, ni sus mejillas. ¡Maldito rubor!
- Tú jamás te parecerás a tu madre, mi amor – dijo abrazándolo y besándole el cuello – eres mil veces mas sexi
Sirius lo golpeo en el costado, aunque el golpe no tubo el efecto deseado y Severus solo se rio.
- No se te ocurra volver a leer mi mente – exigió cuando Severus lo giro entre sus brazos – podrías encontrar cosas que no te gusten
- Un Obliviate fácilmente solucionaría eso – le susurro el profesor al oído.
- Pero mira nada mas la hora. Se nos hace tarde – recordó sonriendo – y yo no estoy listo.
Severus sonrío y dándole un beso fugas en los labios sale de la recamara
La cena en la mansión Riddle prometía ser demás de interesante.
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