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¿Tú? ¡No puede ser! por Liss83

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Si alguien pedía la descripción de Sirius Black en una palabra era simple: Torbellino

O al menos ese nombre le daba Severus

Sirius era un hombre alegre, jovial, leal con sus amigos así le costase la vida. Bromista sin remedio y un seductor de cualquier cosa que se moviese. Un ser que revolucionaba todo a su paso.


Sin embargo ahora ese torbellino estaba acostado en la cama con la vista fija en la pared. Lleva así cerca de cinco horas y no hacia falta ser medimago para saber que si no exteriorizaba sus sentimientos, entraría pronto en un espiral peligroso del cual no podría salir y Severus jamás permitiría eso. Así que se sentó a su lado y le acaricio el cabello intentando provocar alguna reacción pero fue en vano. Todo siguió exactamente igual. Por lo tanto tomo una decisión. Le beso el cabello y salió. 


Trabajo por horas en su laboratorio y regreso casi al amanecer. Al acercarse, vio rastros de lagrimas en sus mejillas. Se había dormido llorando. Severus se las limpio con el máximo de los cuidados. Pero no sirvió de nada


- Severus – dijo despertando. Se paso las manos por la cara y enfoco la vista en este. – Disculpa me dormí en tu cama – dijo intentando levantarse
- No te levantes – dijo el pelinegro deteniéndolo y sentándose a su lado -. No tienes que disculparte. Estas es tu casa ahora y esta tu cama – Sirius se movió inquieto pero no dijo nada -. ¿Como te sientes?
- Me apuñalearon por la espalda – dijo con ironía - ¿Tú como crees Snivellus? 

¡Y allí estaba! Aunque fuese por unos cuantos segundo aquel brillo de irreverencia había aparecido en aquellos ojos que tanto amaba. Entonces supo que su plan funcionaria tal y como lo había diseñado 

- Yo te puedo ayudar a que deje de doler – le dijo acariciándole la mejilla
- ¿En tu cama y con las piernas abiertas? – preguntó con ironía – gracias, pero no
- Tarde o temprano – dijo acercando el desayuno - terminaremos así. Pero no hay prisa
- Sigue soñando – replico Black
- Anoche tuviste muchas pesadillas – dijo el ex-profesor. 
- No quiero hablar sobre eso – dijo cabizbajo nuevamente Sirius –. Quisiera poder olvidar. Lanzarme yo mismo un obliate y… 
- Si quieres te puedo ayudar, pero no a olvidar – Sirius lo miro intrigado – sino a pagarle con indiferencia

- ¿Y como seria eso? – pregunto intrigado 


Con un pase de varita, apareció flotando ante él dos frascos, uno con un liquido de color verdusco y otro incoloro. Ambos frasco frotaron hasta sus manos.


- Esta poción te hará sentir indiferencia total por Lupin – dijo señalando el indicando el incoloro -. Sabrás que lo amaste, pero simplemente ya no te importará.
- ¿De verdad? – pregunto Sirius un tanto desconfiado. – Y seguramente después te amare con locura, y solamente querré que…
- Nada de eso – interrumpió Severus -. Me ganare tu amor sin embrujos de por medio. Limpiamente.
- ¿Dónde está la trampa? - pregunto desconfiado.


Severus sonrió enigmáticamente. 
- No hay mi hermoso, somos solos tú y yo
- ¿Y los vestidos y todo eso?
- Son tus ropas. No usaras otra cosa – dijo Snape con tranquilidad
- Pero yo no soy mujer – protesto el mayor de los Black
- Mueves las caderas como una al caminar – volvió a provocar el pocionista 
Sirius se lanzo sobre él y empezó a golpearlo, pero su rabia solo aumento cuando escucho al otro reír a carcajadas. De pronto se sentía una de esas delicadas mujeres de las películas muggle que golpean al patán que miden dos metros y no sienten nada
Su frustración solo aumento y su cuerpo reaccionó rompiendo el llanto

- No llores de nuevo – le suplicó Severus
- Ya nisiquiera te puedo partir la cara – dijo llorando con mas fuerza el animago
- Sirius – susurró su ahora compañero – ven aquí hermoso

Lo sentó en sus piernas y lo abrazó con delicadeza. Sirius por su parte se recostó contra su pecho sintiendo como sus lagrimas caían libremente

- ¿ Y el otro frasco? – pregunto mirando el que contenía el liquido verdusco
- Ese… - Severus lo miro detenidamente y dijo – es un regalo de Merlín
- ¿A qué te refieres? – lo miro intrigado
- Luego Sirius, ahora – apremio – bebe


Sirius quiso protestar pero sintió como su cuello le quemaba suavemente y el impulso de obedecer, quiso resistirse pero cuando se dio cuenta la poción de la indiferencia bajaba por su garganta. Luego abrió el otro frasco y tras observarlo un momento lo bebió. Al instante sintió como todo le quemaba por dentro. 
¡Por Merlín! Snivellus lo había envenenado y él había caído como un imbécil!

- Tranquilo – le susurro en el oído mientras le acariciaba el cabello besándole la frente – será solo un momento.

Pero para Sirius aquello solo parecía la muerte


* * *

Hermione Granger despertó en una habitación a con las cortinas corridas. Con la poca luz que había se percato que estaba desnuda sobre una inmensa cama con sabanas verdes. Busco con su vista algo que le diese una pista de donde estaba, pero no encontró nada. Entonces como si fuese una inmensa avalancha, sus recuerdos la golpearon

*** FLASHBACK ***

Al llegar de la fiesta de casa de los Lores, Bella le había quitado su ropa dejándola completamente desnuda nuevamente, ordenándole luego prepararle un baño de tina. Al momento ella había obedecido con lagrimas en lo ojos, pues cuando había intentado hablar, su voz no había salido.
Cuando Bella estuvo en la tina, le ordeno lavarle el cabello y la espalda. Pero en un determinado momento, Black la tomo por la cintura, haciendo que se sentara en las piernas de esta dentro de la tina. Una vez allí le había acariciado los muslos, subiendo sus manos por su cintura hasta llegar a sus senos, los cuales apretó y masajeo con gran esmero, arrancando gemidos de placer aun en contra de su voluntad. Luego esa mano se dirigió hacia su piernas nuevamente colándose entre estas hacia su interior. Hermione había lanzado un grito de placer aun en contra de su voluntad, cosa que su dominante había aprovechado para atrapar sus labios en beso completamente demandante. Sus manos habían reaccionado por voluntad propia abrazándose al cuello de Bella.
Esta rio en medio del beso y se giro sin soltar el abrazo, quedando Hermione abajo. Le abrió las piernas y se acomodo entre ellas logrando el roce entre ambas pelvis profundizando su contacto, arrancando otro grito de placer de labios de la castaña, quien perdió la noción de tiempo y espacio 

*** FIN DEL FLASHBACK ***

Armándose de valor, la leona salió de la cama. ¡No lo podía creer! ¡Le había sido infiel a Ron! 

Busco con la vista su ropa pero no la encontró, cuando desde atrás suyo dos brazos rodearon su cintura y unos labios besaron su cuello


- Cuando estemos en casa no la necesitaras, así que ni la busques, muñequita – Hermione cerro los ojos conteniendo sus lagrimas -. Ahora ve a preparar el desayuno, que muero de hambre – ordeno dándole una palmada en los glúteos cuando la joven salía de la habitación

 


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