El resto de la semana fue muy irregular a opinión tanto de Catherine como de Lori, ya que Danny prácticamente no se paró por la central. Steve también actuaba raro. Parecía ausente todo el tiempo que no estaba hablando por teléfono. Chin y Kono también parecían preocupados, pero ninguna se atrevía a preguntar nada, algo les decía que era un tema privado en el que no se debían meter.
La siguiente semana llego trayendo nuevos aires a la central de Cinco Cero. Steve y Danny llegaron sonrientes y más tranquilos, volvían a ser ellos mismos. Ese Domingo Catherine había ido a casa de Steve pero esta estaba sola. Al parecer el comandante había salido a escalar. Aun recordaba aquella conversación que habían sostenido en el auto después de la visita a la madre de un sospechoso hacia unas semanas
*** FLASHBACK ***
- Aun recuerdo mi época colegial – dijo ella –, mis fines de semana fueron muy… activos ¿si sabes a lo que me refiero?
- Si lo sabré – dijo Steve sonriendo – no había domingo que no me escapase a las montaña. Muy bien acompañado
- ¿Ya no escalas? – pregunto Catherine
- A veces voy con Joe – dijo Steve sonriendo – pero por lo general me quedo en casa a descansar o vamos con Danny a la playa
- ¿Y no se cansan de estar juntos toda la semana – pregunto la chica intrigada – como para estar juntos también en su día libre?
- ¿De que…? – Steve la miro intrigado y luego se hecho a reír a carcajada –, se te a pegado lo de Danny
Catherine no entendió lo que Steve le insinuó pero igualmente sonrió, y es que la risa del comandante le pareció tan hermosa que le fue imposible no contagiarse
FIN DEL FLASHBACK
Ya caía la tarde cuando tomo su celular y marco. Era una mujer de armas tomar en todos los aspectos de su vida. Y no seria a estas alturas que se dejaría amedrentar por esa tontería que algunos llamaban destino. Steve McGarrett seria suyo le guste al destino o no
- Hola – dijo la voz sonriente del comandante
- Steve – dijo – soy Catherine
- Cat ¿todo bien? – dijo sonriendo
- No te muevas – dijo la voz de una niña a lo lejos – la abuela dice que hay que estar muy quietecito
- ¿En que te puedo ayudar? – dijo Steve
- ¿Molesto? – pregunto Catherine intrigada
- Para nada – dijo sonriendo – dime
- Es que pensé ir a la playa – dijo Catherine – y no se si…
- ¿Cat, estas ahí? – pero se escuchaba la interferencia – Catherine. Papá no hagas eso.
- No fui yo – dijo la voz de un hombre mayor mientras unos niños reían
- Steve ¿Me escuchas? – dijo esta – Steve – pero la línea se había cortado.
Volvió a marcar el número, pero la operadora decía que estaba fuera de servicio. Varias preguntas asaltaron su mente, pero la mas lógica seria que Steve estuviese en un parque, y ahora que recordaba el padre de Steve acababa de volver a la isla así que lo mas lógico seria pensar que padre e hijo habían ido a pasear a un parque. Sonrió. Le hubiese encantado que le pidiese que lo acompañara. A veces no sabía cómo sentirse con respecto a ese alfa. Era obvio que entre ellos había química, lo sentía en el día a día, pero a veces lo sentía tan distante. Era hora de usar la artillería pesada.
Esa noche le llamo nuevamente. Seria una Marín experimentada, pero no dejaba de ser una mujer que sabia perfectamente como seducir a un hombre.
- Diga – dijo la voz de un hombre
- ¿Hablo a casa del comandante McGarrett? – pregunto intrigada
- Habla John McGarrett, – dijo este – soy su padre
- Buenas noches – dijo la oficial sonriendo – soy Catherine Rolling, compañera de Steve en cinco cero. ¿Podría comunicarme por favor?
- Déjeme ver si aun no se ha dormido – por unos minutos se hizo el silencio al otro lado de la línea – ¿señorita Rolling?
- Dígame – dijo ella
- Steve llego agotado – dijo John –. Va disculpar ¿Quiere que le diga algo de su parte?
- No se preocupe – dijo Catherine con pesar – era una duda que tenía sobre un caso. Mañana hablo con él. Muchas gracias y disculpe las molestias
Otra vez esa vocecita que le decía algo que no alcanzaba a entender. Sonrió para si misma. Mañana seria otro día y pondría en marcha el plan “Beso Robado”
En cuanto llego al cuartel sintió el ambiente tenso. Danny y Chin revisaban la mesa táctil, mientras Cho y Lori revisaban unas carpetas
- Ya era hora que llegaras – dijo Steve saliendo de su oficina
- Disculpa – dijo esta – yo no sabia…
- Te llame veinte veces – grito Steve – y estaba apagado. Te necesito
- Lo siento, me quede sin batería – dijo la chica un tanto amedrentada
- Cálmate, – dijo Danny – lo tenemos controlado
- Cho averigua si el ejercito a perdido ese tipo de bombas – Chin coordina con la policía para la evacuación del colegio – este asintió y se fue a su oficina
- Lori – la miro – ustedes encárguense de las llamadas. Rastreen cuentas, todo
- Enseguida – dijo ella
- Vamos – dijo Steve – necesitare un francotirador mientras negocie
- Claro – dijo Catherine sonriendo
- Me refería a Danno – dijo Steve – tú ayuda a Lori. Vamos. ¡Y carga ese celular! – y salieron sin mas
El rescate salió exitoso y todos regresaron a la central. Todos menos Steve, que llego mucho después y se encerró en su oficina. Cerca de las cinco, reunió todo su valor de Marín y se encamino a la oficina del comandante
- Si yo fuera tú – dijo una voz detrás suyo – no lo haría. Lo desquicia que niños inocentes sean expuestos de esa manera a la maldad del mundo
- Pero yo no soy tú – dijo ella con arrogancia – Y no le temo a nada. Además se como tratar a los hombres como Steve
- ¿Perdón? – dijo Danny sorprendido
- Vamos Danny – dijo Catherine – somos adultos. Lo que tiene Steve es demasiado stress. Y nada mejor para combatirlo que una buena maratón de sexo – concluyó alzando las cejas y sonriendo con arrogancia – y modestia aparte, soy buena en eso
- Danny – dijo Lori acercándose mientras sonreía
- Dime – sonrió el rubio de manera forzada mientras giraba a verla
- Estaba pensando… – comenzó nerviosa
- ¿Estas listo Danno? – pregunto Steve saliendo de su oficina
- ¿Y tú estas mejor? – pregunto el detective preocupado
- Algo – dijo pasándose ambas manos por la cara – lo que necesito es…
- Vamos por tu medicina – dijo sonriendo
- ¿Unos tragos? – dijo Catherine sonriendo
- Paso – dijo Steve mirando a Danny que sonrió tranquilamente – hoy necesito otra cosa – ambos hombres salieron
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