A pesar de todo fue una noche divertida de comida chatarra y películas de comedia. Se durmieron cerca de las tres de la madrugada. A la mañana siguiente Danny estaba abrazado a Steve y con la cabeza en el pecho de este, cuando un ruido despertó a Steve que se desperezo lentamente
- Buenos días señores – dijo el camarero entrando con un carrito – el desayuno
- Muchas gracias – dijo Steve y él salió
- Mmm – dijo Danny despertando
- Hola dormilón – dijo Steve sonriendo
- Disculpa – dijo Danny alejándose –, no quise…
- Está bien – dijo Steve – estábamos cansados, nos dormimos. Olvídalo. No es como que si vayamos a tener una erección matutina ¿no?
- No – dijo Danny sonriendo cubriéndose con la sabana y formando una campana para que no se le vea la entrepierna –, obvio que no
- Voy a bañarme – dijo Steve levantándose y dándole la espalda en todo momento. Ni bien llego al baño se encerró y cerró los ojos apoyándose en la puerta para exhalar – Dios mío, si Danno ve esto…
- ¿Todo está bien? – dijo Danny desde la cama
- Si – dijo Steve – no te preocupes
- Ok – dijo Danny levantándose lo más rápido que pudo para que Steve no vuelva y lo vea con la erección más grande de su vida – tomate tu tiempo para bañarte. Yo no estoy apurado – dijo cerrando los ojos y poniéndose en posición fetal con las manos entre las piernas a pesar del dolor de su pierna
Se giró sobre su cuerpo y ahogo un grito en la almohada. Tres minutos después Steve salió del baño y él corrió todo lo que pudo a encerrarse allí. Abrió la ducha y se metió bajo el agua esperando que eso lo ayudase con su pequeño gran problema. Al salir diez minutos después Steve miraba por la ventana apoyado en la pared
- ¿Todo bien? – pregunto Danny saliendo del baño ya cambiado
- Si – dijo Steve respirando hondo y volcando a verlo con una sonrisa – ¿Tienes hambre?
- No te imaginas cuanto – dijo sentándose a la mesa –, ¿Qué hay de comer?
- Huevos, rodajas de naranja, frutilla, pan dietético, mermelada, tocino, jugo, café, - dijo Steve –, en fin, un delicioso desayuno hawaiano
- ¿Dijiste tocino y mermelada? – dijo Danny sonriendo
- Si – dijo Steve –, pero tú no los probaras. Grace me dijo que tu colesterol anda por las nubes, y yo como buen esposo tengo que cuidarte
- ¿Y qué quieres hacer? – dijo Danny – ¿tirarlo?
- Es una buena idea – dijo Steve bebiendo jugo
- No te atrevas a tocar mis huevos – dijo Danny tomando el cuchillo y amenazándolo, por lo que Steve alzo las cejas – ¡mi desayuno, idiota! – grito sonrojado
- Qué carácter – dijo Steve comiendo naranja –. Prueba esto – le dijo dándole una cucharada en la boca
- Mmm – dijo Danny cerrando los ojos – esto son lujos que solo en sueños me puedo permitir. ¡Ay! – grito Danny – ¿Por qué me pellizcaste?
- Estas comiendo sabroso – dijo Steve – y no es un sueño ¿no?
- ¿Y tenías que pellizcarme para demostrar tu punto? – dijo Danny
- Era la vía más rápida – dijo Steve
- Gracias – dijo con ironía
- De nada – dijo Steve comiendo su naranja –, y por cierto, prometo cuidarlo como se lo merece señor McGarrett
- ¿Otra vez con eso? – protesto Danny
- Si – dijo Steve sonriendo – me gusta la cara que pones cuando te lo recuerdo. Y también como suena
- ¿Qué haremos hoy? – dijo Danny – te recuerdo que estamos de “luna de miel”
- Tú elige – dijo Steve –, estoy a tu disposición. Pide y yo lo hago realidad
- Haber… – dijo Danny – me gustaría ver a Grace – y bajo el rostro sonriendo triste –, pero no se puede. Disculpa, no quise...
- Quieres ver a Grace – dijo Steve –. Ok, hoy veras a Grace
- Estás loco – dijo Danny –, Rachel no me dejara
- Rachel no tiene nada que opinar aquí – dijo Steve –. Tú veras a tu monito, porque la veras. Después de todo es tu hija ¿no? Mientras un juez no diga lo contrario, tú tienes derecho. Cámbiate. Te espero en la recepción – va salir
- Steve – dijo Danny y este lo miro –, gracias
Este sonrió y salió. Danny se quedó en silencio. Rachel había sido, y en cierto modo a pesar de estar en medio de ese problema, seguía siendo la mujer más importante de su vida junto con Grace, por eso le dolía tanto los problemas en los que estaban. Danny daría hasta lo que no tenía para volver a ser una familia, al grado de estar dispuesto a hacerse cargo de Charlie como si el pequeño fuese también su hijo, después de todo en determinado momento había llegado a pensar que era suyo. Para él, el que intentasen separar a su pequeña monito de su lado había sido la peor de las puñaladas que esa mujer le había dado. Una que lo había orillado a hacer las más desesperadas de las locuras que al maniático de McGarrett se le había ocurrido. Sonrió y miro su mano, “Señor McGarrett” pensó. Por lo visto, al final, la mitad de la isla tenía razón, y ellos si terminaron casados, aunque fuese un fraude.
Diez minutos después Danny bajo al lobby del hotel, donde Steve lo esperaba revisando su celular
- Hola – dijo Danny –, ya estoy listo
- Entonces andando – dijo Steve poniéndose de pie – ¿traes tu placa?
- Si – dijo Danny – ¿vamos a trabajar? ¿No que estábamos en unas mini vacaciones?
- Y lo estamos – dijo Steve – pero eso nadie lo sabe, excepto nosotros – y le guiño el ojo
- ¿Entonces dónde vamos? – dijo Danny intrigado
- Ya lo veras – dijo el comandante –. Andando
Se subieron al auto y Steve arranco. A esas alturas Danny ya estaba resignado a no volver a sentarse detrás del volante de su amado auto. El viaje fue tranquilo, entre bromas y risas. Al llegar al colegio de Grace, se bajaron y entraron a paso firme. Casualmente en uno de los pasillos Rachel estaba conversando con la maestra de la niña con el carrito de Charlie junto a ella, mientras esta esperaba unos metros más allá
- ¡Danno! – grito Grace corriendo hacia él
- Monito – dijo abrazando a su hija mientras unos pasos más atrás Steve sonreía con los brazos cruzados – ¡cómo te extrañaba! ¿Cómo sigue tu pierna?
- ¿Qué haces aquí? – dijo Rachel molesta –. Sabes perfec…
- Buenos día – dijo Steve acercándose para interrumpir
- Tío Steve – dijo Grace emocionada lanzándose a sus brazos, por lo que el comandante la alzo en brazos – también viniste. ¿Ya no tienen tanto trabajo?
- Mmm, si lo tenemos – dijo Danny mirando a su compañero
- Pero estamos trabajando en un caso – dijo Steve – y necesitábamos hablar con el director, por eso vinimos
- ¿Este fin de semana iré a verte Danno? - dijo la niña intrigada
- No lo creo, Grace – dijo Rachel –. Stand va viajar y tenemos que acompañarlo
- Pero no te preocupes Grace – dijo Steve –, para compensarte estas semanas, Danno y yo estamos haciendo algunos arreglos para que pases una buena temporada con nosotros después que este caso termine. ¿Quieres?
- ¿De verdad? – dijo Grace sonriendo emocionada
- ¿De que estas hablando? – dijo Rachel sorprendida
- Si princesa – dijo Danny –, te prometo que en cuanto este caso termine pasaremos unos días juntos ¿sí?
- ¡Si! – dijo ella feliz y Steve la coloco en el suelo
- Te amo monito – dijo Danny abrazándola y cerrando sus ojos – no importa lo que venga, tú siempre serás lo más importante en mi vida
- Y tú en la mía, Danno – dijo la niña aferrándose a su padre –. A nadie amo tanto como a ti
- Grace… – dijo Rachel
- Rachel – interrumpió Steve – ¿puedo hablar contigo?
- ¿Qué quieres? – dijo ella molesta mientras se alejaban unos pasos
- Comunicarte algunos… cambios – dijo Steve sonriendo
- ¿Algunos cambios? – dijo ella sorprendida
- Para empezar te sugiero que dejes que Danny vea a su hija – dijo Steve mirando a su compañero conversar con su hijo – al menos unos minutos en paz – ella iba hablar –. Segundo – siguió Steve –, quiero comunicarte que ayer Danny y yo nos casamos
- ¿Qué? – dijo ella atónita – ¿De qué… de que… estás hablando? ¿Te volviste loco? – ella se rio – Danny no es gay…
- Si es o no, ya no es tu problema, – interrumpió Steve – sino el mío. En cuanto a Grace – respira hondo –, te advierto que si me agotas la paciencia, convenceré a Danny que desista de exigir que le devuelvan el derecho de ver a su hija dos días a la semana
- Entonces me conviene agotar tu paciencia – dijo Rachel sonriendo – ¿no te parece?
- Yo creo que – dijo Steve sonriendo mirando a Grace y Danny riendo abrazados – a quien le va convenir que tú agotes mi paciencia es a Danny
- ¿De qué hablas? – dijo ella sorprendida
- Deja que Danny vea a su hija – exigió el Marín
- Nunca – dijo Rachel y se acerca a la niña para tomarla del brazo – vámonos
- Me duele – se quejó Grace
- Oye, oye, oye, suéltala – dijo Danny molesto –, la estas lastimando
- Danno – suplico la niña
- No te metas en lo que no te importa – dijo la mujer molesta
- Claro que me importa, ¡es mi hija! – grito Danny –, ¡suéltala!
- Danno – suplico la niña
- Danny, espera – lo detuvo Steve
- Vámonos – dijo Rachel llevándose a la rastra a Grace
- Danno – suplico la niña
- ¡Grace! – dijo Danny – ¡Grace!
- Tranquilo – dijo Steve – tranquilo
- Mi niña – susurro Danny
* * *
El resto del día Danny estuvo aún más deprimido que antes, por lo que llegando a la casa se encerró en su habitación y se acostó. No aguanto más y sus lágrimas cayeron de impotencia. Por alguna razón que no alcanzaba a entender Rachel estaba empeñada en hacerle pedazos su vida. ¿Qué de malo le había hecho a esa mujer para que se ensañara con él de esa manera, excepto amarla y ella solo lo hería una y otra vez?
Escucho que alguien entraba y se limpió unas lágrimas rebeldes que le surcaban el rostro
- ¿Puedo? – dijo Steve entrando
- Claro – dijo el rubio levantando el rostro – ¿hay un caso?
- No… bueno si – dijo sentándose a su lado –. Danno quiero hacerte una pregunta
- Dime – dijo este intentando sonreír
- ¿Qué estarías dispuesto hacer por Grace? – dijo Steve
- Todo – dijo el rubio
- ¿Incluso a hacer trabajo de escritorio? – dijo Steve
- ¿Me vas a mandar a…? – dijo Danny sorprendido –. Steve, estaré bien en unos días…
- Escúchame Danny, – dijo Steve – desde ahora harás solo trabajo de escritorio, y por absurdo que te parezca te encargaras de la casa
- ¿Estás loco? – grito el rubio indignado – soy un detective de campo, no un…
- ¿Y si te dijera que tienes que elegir entre estar unos meses, solo unos meses, detrás de un escritorio y Grace – dijo Steve –, que elegirías?
- ¿Qué estás pensando? – pregunto Danny intrigado
- Dime – insistió Steve – ¿Qué elegirías?
- A Grace obviamente – dijo Danny sonriendo
- Entonces desde este momento – dijo Steve – empieza la operación “El Rescate de Grace”
- ¿La operación “El Rescate de Grace”? – dijo Danny sorprendido
- Si – dijo Steve – y nunca he fallado en ninguna misión, así que esta no será la primera
- Y cuéntame – dijo Danny mientras Steve le limpiaba una lágrima – ¿En qué consiste la operación “El Rescate de Grace”? – Danny sonrió y nuevamente Steve sintió algo dentro suyo
En los siguientes días se hicieron cambios en la casa. Se volvió habitual que ambos hombres al llegar a casa hicieran arreglos en la que sería la habitación de la niña. Steve le había comprado póster de Hannah Montana y Danny había conseguido unos cd’s que sabía le gustaban. Libros, peluches. Habían acordado que irían con la niña a comprar ropa.
La cercanía estaba modificando su relación, tornándola aún más cercana, sí es que eso era posible. Ninguno supo a ciencia cierta cuando sentarse abrazados a ver televisión por las noches se había vuelto tan habitual. O que Danny necesitara el pecho del Marine como almohada por las noches, mientras que Steve no lograba conciliar el sueño si no tenía la cintura del rubio entre sus brazos. Ni cuando dejaron de decir mi casa o mi auto, para decir “nuestro”. Esa intimidad que ambos al principio habían defendido con dientes y uñas se había convertido en una membrana muy suave y ninguno fue consiente cuando esta se rompió para dar paso a algo que ninguno era consciente cuanto necesitaba: llamar al lugar donde el otro estaba, su hogar
Ya habían pasado cuatro meses desde que Rachel había interpuesto la demanda en su contra para quitarle la paternidad de Grace y no había grandes avances. Inventaba mentiras para acercarse y ver a su hija aunque solo fuese de lejos, ya que le había llegado una orden de alejamiento. Era una tortura no poder acercarse y abrazar a su monito, llevarla al parque y sentarse a conversar por horas. Acostarla por las noches y contarle cuentos de príncipes y princesas, pero sabia que eso no duraría para siempre. Steve había pedido una copia del video de seguridad del colegió donde se mostraba claramente el maltrató que la niña recibía por parte de su madre y había contratado un detective privado para que averiguase realmente cual era trato el que Grace recibía. Los resultados lejos de tranquilizarlo solo alteraron sus nervios a un punto indecible.
Stand Edward tenía una buena posición y debido a sus negocios vivía viajando, pero procuraba que en su casa nunca faltase nada, así que ni Steve ni Danny entendían por qué el detective había asegurado que era la pequeña Grace la que prácticamente era una especie de ama de llave en casa de los Edwards, siendo a su corta edad la encargada de todo lo referente a tratar con los empleados y el cuidado de su hermano menor, Charlie, era un bebe hermoso y muy bien portado, a pesar de que siempre estaba enfermo. Los Edwards lo habían llevado a diferentes hospitales tanto dentro como fuera de la isla, incluso habían viajado al extranjero, pero el diagnostico siempre era el mismo, HLH, y tan solo un trasplante de medula lo salvaría. El problema residía en que ni Rachel o Stand eran compatibles y para hacerle la prueba a Grace, Danny debía dar su autorización y la mujer se negaba rotundamente a pedirla
Era sábado, Steve le había dicho que necesitaba hablar seriamente con él esa mañana, pero Joe lo había llamado y había tenido que salir. Regreso cerca de las dos de la tarde
- En un momento estará el almuerzo – dijo Danny cuando sintió que alguien llegaba a casa
- Esta bien – dijo Steve sentándose en el sofá y mirando a su alrededor ¡Cuánto había cambiado su vida desde que el rubio detective había entrado en ella!
- ¿Cómo esta Joe? – dijo Danny saliendo de la cocina y sentándose a su lado
- Bien – dijo Steve sonriendo abrazándolo – te manda saludo
- ¿Por qué no lo invitas un día de estos a tomar unas cervezas aquí? – dijo Danny acomodando su cabeza en el hombro del Marine
- La verdad es que no me quiero arriesgar a nada antes de tener a Grace con nosotros – dijo Steve acariciándole el cabello
- Me va dar sueño si sigues así – dijo Danny cerrando los ojos
- Entonces descansa – dijo Steve
- Me consientes mucho – suspiro Danny
- Eres mi esposo – dijo Steve sonriendo – es mi derecho mimarte y consentirte
- ¿Qué dijiste Steve? – dijo una voz femenina sorprendida detrás de ellos
- ¡Catherine! – dijo Steve sorprendido girando a verla mientras Danny se separaba del Marín nervioso
- ¿Te casaste con…? – dijo la recién llegada mirando a la pareja con ojos entre cerrados
- Nosotros… – dijo Danny nervioso
- ¿Qué haces aquí? – dijo Steve poniéndose de pie
- Yo debo… – dijo Danny intentando ponerse de pie lo más rápido posible - ¡Ahhh!
- Cuidado – dijo Steve abrazándolo para sentarlo nuevamente – te puedes lastimar
- Creo que ya lo hice – dijo Danny – ayúdame a ponerme de pie…
- No te moverás de aquí – dijo Steve acomodándolo en el sofá – Catherine y yo hablaremos afuera. Sera solo unos minutos, ahora comemos
- No es neces… – dijo Danny
- No te muevas – ordeno Steve – ahora vuelvo. Acompáñame Catherine
- Es tu casa – protesto la mujer
- Exacto – corto Steve – y si yo digo que Danny no se mueve, no lo hace.
- ¿Qué? – dijo Catherine cerro los ojos y se acarició el puente de la nariz – esto es una conversación de pareja
- Entonces eres tú la que sobra – dijo Steve y Catherine lo miro con total sorpresa
- ¡Animal! – grito Danny
- Mira, si quieres saber que pasa acompáñame afuera – dijo Steve
- ¿Por qué aquí no? – dijo Catherine
- Porque Danno necesita descansar – dijo Steve – y tú lo estas importunando
- ¿Lo prefieres a él que a mí? – dijo sorprendida
- Él es mi esposo y está convaleciente – dijo Steve – así que si, lo prefiero a él que a ti. Fuiste tú la que tomo esto como un juego y se largó sin mirar atrás. ¿Qué vienes a reclamar ahora? – Catherine le da una bofetada al Marine y sale de prisa
- ¡Catherine! – grito Danny intentando seguirla – ¡Catherine! Espera. Síguela, imbécil – exigió el rubio –, y explícale. Ahora – grito antes la inercia de su mejor amigo –, ve
- ¡Maldición! – susurro Steve y corrió detrás de ella - ¡Cat, espera! – la alcanzo antes que suba a su auto – ¡Cat! Danny tiene razón, no es lo que parece.
- Ya no es mi problema – dijo esta
- Escúchame – suplico Steve –, Rachel le quiere quitar la custodia de Grace a Danny y yo conseguí que Helen Miller atendiera su caso, pero nos dijo que si Danny no estaba casado sería imposible que le diera pelea. Cat – dijo Steve respirando hondo –, esa niña es su vida. No puedo permitir que la pierda cuando yo puedo hacer algo. Se lo debo
- ¿Pero casarte, Steve? – dijo Catherine
- Jamás ha pasado ni pasara nada entre nosotros – juro Steve – Tú te fuiste todos estos meses…
- ¿Qué pasara ahora entre nosotros? – dijo la mujer
- Nada. Todo sigue igual. Mira, – dijo Steve – entiendo si quieres que terminemos, pero…
- Júrame que entre ustedes no ha pasado ni pasara nada – dijo ella
- No soy gay – dijo Steve abrazándola –, y si me acompañas a la casa te lo puedo demostrar
- ¿Ah, si? – dijo ella con picardía – pruébemelo comandante
- Con mucho gusto, teniente – dijo Steve sonriendo