Cerca de las siete de la noche la pareja salió de la recamara de huéspedes. Cuando Catherine le pregunto porque no habían ido a la suya, Steve dijo que poco antes que ella llegara había tenido un problema con su cama y aun no lo reparaba, entonces la chica se ofreció para ayudarlo, pero él le dijo que no era necesario.
- Le voy a hablar a Danny – dijo Steve
- ¿No podemos comer solos? – dijo ella sonriendo
- Estuvimos toda la tarde solos – dijo Steve –, además quiero que Danny coma algo. Ya es tarde. Ahora vengo – dijo dejándola sola por lo que ella resoplo
Steve lo busco por toda la casa y se preocupó al no encontrarlo, fue hacia el patio trasero y se encontró a Danny sentado en el piso mirando las estrellas. Se detuvo a un par de pasos de él y estudio su perfil, se veía tan relajado, ya más cerca noto que tenía los ojos cerrados escuchando música con los auriculares que hacía poco él le había comprado a Grace, una hermosa sonrisa se veía en su rostro, con todo el sigilo que su entrenamiento le enseño saco su celular de su bolsillo y le tomo una foto, no supo por qué pero cedió ante impulso a ponerla como fondo de pantalla.
Se sentó a su lado y sonrió para sí mismo, cerca de diez minutos después noto que en realidad el rubio estaba dormido.
- Hey – dijo suavemente –, despierta – Danny se removió en medio del sueño – Bello durmiente
- A ellos se los despierta con un beso – dijo Danny desperezándose
- ¿Quieres un beso, eh? – dijo Steve acomodándolo entre sus brazos
- ¿Y qué princesa me lo dará? – dijo Danny sonriendo pero sin abrir aun los ojos
- ¿Y por qué no puede ser un príncipe? – dijo Steve
- ¿Uno como tú? – dijo Danny
- Yo no soy un príncipe – dijo Steve sonriendo
- Ni yo una princesa – dijo Danny
- Eso… – dijo Steve – es discutible
- ¿A qué te refieres con discutible? – dijo Danny enderezándose por lo que Steve solo sonrió – ¿A qué te refieres con discutible?
- Vamos – dijo Steve – levántate
- Responde animal. ¿A qué te refieres con discutible? – insistió Danny empezando a molestarse
- ¿No te vas a levantar, eh? – dijo Steve poniéndose de pie –. Ok, tú te lo buscaste
- ¿Qué te pasa, Neandertal? – protesto Danny cuando Steve lo levanto en brazos – bájame, bájame
- No aun – dijo corriendo hacia su habitación
- Bájame – decía Danny en medio de carcajadas
- Ahora si – dijo Steve sonriendo y colocándolo en la cama
- Estás loco – dijo Danny mientras Steve se acostaba a su lado
- Tú nunca dices nada nuevo ¿no? – dijo Steve mirándolo fijamente
- Y tú ni siquiera en una simple caminata – dijo Danny – dejas de lado la velocidad
- ¿Por qué me desafías siempre? – dijo Steve acariciándole el cabello
- ¿Y tú por qué no puedes hacer nada normal? – dijo Danny
- Define normal – dijo Steve
- Lo contrario a ti – dijo Danny –, no es obvio
- ¿Ah sí? – dijo Steve – tú me juzgas como un Neanderthal…
- Porque lo eres – interrumpió Danny sonriente
- …Pero eres más cerrado que yo – continuo Steve como si el rubio no hubiese hablado
- ¿Yo? – dijo el rubio sorprendido
- Si tú, mi hermosa princesa – dijo Steve
- Otra vez con eso – dijo Danny mientras el Marine lo abrazaba por la cintura
- Tienes razón – dijo Steve –, Grace es la princesa, tú eres mi reina
- Oh – dijo Danny abrazándose al cuello del comandante –, pero como tú eres solo un príncipe azul. No me puedo fijar en ti
- Hace un momento dijiste que si lo era – susurro Steve mientras acercaba sus labios al rubio hasta besarlo lentamente
Lentamente las manos de Steve se colaron bajo la polera ancha con la que Danny estaba en casa y le acaricio la cintura subiendo por su espalda desnuda. El rubio sintió como todo su cuerpo se estremecía lentamente a medida que el comandante bajaba sus manos hacia sus caderas pequeñas y redondas. Los labios de Steve dejo los suyos y bajó hasta su cuello donde lamio y mordisqueo a gusto arrancado quejido de placer al más bajo. Una mano se metió en su pantalón y llego hasta su hombría, la tomo y lentamente la acaricio logrando un concierto de gemidos de parte del detective, quien estaba completamente perdió en la niebla de placer que envolvía su mente, y que fue callado por el más dulce de los besos, que más que buscar su lengua, buscaba su propia alma, pero no para robársela como lo habían hecho otros labios hasta ahora, sino para rendirle pleitesía, para adorarlo. No era dueño de sus actos, ni tampoco quería serlo sintiendo como Steve se acostó sobre él sin aplastarlo mientras masajeaba ambos miembros al mismo tiempo con una sola mano
- ¡Steve! ¡Danno! – gritaron al mismo tiempo
Steve cayó hacia un lado y Danny se acostó sobre el pecho de su mejor amigo con los ojos cerrados. No hicieron falta palabras para saber que ahora ambos estaban seguro que la mitad de la isla tenía razón, y ese era el camino natural de su relación. El sueño los venció uno en brazos del otro. Pero antes de dejarse llevar completamente al mundo de Morfeo, Steve recordó el juramento que le había hecho a Catherine: “No soy gay, y si me acompañas a la casa te lo puedo demostrar”. Ahora la pregunta era ¿si él no era gay, porque solo había pensado en Danny cuando estuvo en la cama con Catherine, al grado de mentirle para no llevarla a su habitación? En cambio, en esos momentos, con Danny entre sus brazos, era la primera vez que se acordaba de su novia, y no sentía la culpa que había sentido horas antes.
Ya habían pasado cerca de quince minutos desde que Catherine dejó de escuchar ruido, por lo que decidió salir del baño de la habitación de Steve en el que se había escondido cuando escuchó que la pareja subía. Había entrado por curiosidad a la recamara para llevarse dos de las peores sorpresas de su vida
Lentamente entre abrió la puerta del baño y salió. Sus lágrimas siguieron cayeron por su rostro a raudales. Hacia tan solo un par de horas ella era la que estaba con el comandante en la cama del cuarto de al lado y ahora era ese hombre el que dormía plácidamente entre los brazos del Marine. Y no solo eso por segunda vez en el día había escuchado al hombre que amaba llegar al clímax con el nombre del rubio entre sus labios, y por si eso fuera poco, ¡Steve no había sido consiente de sus actos, soló se había dejado llevar por sus emociones!
Había descubierto que Steve le había mentido en todo ese día. Mintió cuando dijo que estaba en una misión y no volvería hasta dentro de unos días. Mintió cuando dijo que no podían ir a su cuarto porque su cama tenía un problema. Mintió cuando dijo que no pasaba nada entre el detective y él. Mintió cuando dijo que su relación seguiría intacta. Mintió al dejar que ella se hiciera ilusiones de una vida a su lado cuando era obvio que se había casado con Danny por amor. Y es que esa era la peor y mas crueles de todas las mentiras que Steve había dicho hasta ese momento, la mentira que se había inventado él mismo para su propio corazón
* * *
La mañana siguiente empezó la nueva rutina de Danny. Se levanto temprano y preparó el desayuno de Steve. Había decidido no hablar con el Marine sobre lo que había ocurrido la noche anterior, no vaya a ser que Steve malinterpretara las cosas y creyera que lo estaba presionando para que tuviesen algo mas. Después de todo, él tampoco tenía cabeza para eso, no cuando lo más importante de su vida estaba en juego, su hija.
Cuando Steve llegó de correr se fue directo a bañar. Para bajar tres minutos después totalmente impecable.
- Todo se ve delicioso – dijo Steve sentándose
- En algo me tengo que entretener ahora que soy un simple desempleado – dijo Danny
- Sobre eso quería hablar contigo – dijo el Marine – ¿tú tienes ahorros, Danno?
- No muchos la verdad – dijo Danny sacando la mantequilla del refrigerador –, ya sabes, Rachel insiste en criar a Grace como niña rica
- Lo sé – dijo Steve pensativo – ¿Mas o menos a cuanto llegan tus ahorros?
- Unos tres mil – dijo Danny sentándose – ¿Por qué? ¿Quieres…?
- Yo tengo como treinta mil – dijo Steve pensativo
- Amigo – dijo Danny después de lanzar un silbido –, eres millonario
- De ellos puedo disponer de unos diez o quince mil – dijo Steve ignorando el anterior comentario del rubio – el resto quiero déjalos como respaldo para cuando revisen nuestras finanzas
- ¿Y que harás con ese dinero? – dijo Danny intrigado
- Haremos Danno – dijo Steve –, haremos. Estamos juntos en esto, recuérdalo ¿Cómo pareceremos un matrimonio si hablas en singular?
- ¿Y qué haremos con ese dinero? – dijo Danny resoplando
- Abriremos ese restaurante del que hablaste el otro día – dijo Steve sonriendo
- ¿Qué? – fue todo lo que la sorpresa le permitió decir al rubio
- Incluso ya pensé en el nombre – dijo Steve sonriendo – McDanno ¿Te gusta?
- ¿McDanno? – repitió Danny
- Si – dijo Steve – por McGarrett y Danno
- ¿Y por que tu nombre primero? – dijo Danny
- Por que soy el mas alto – dijo Steve con picardía
- Ojala las balas dijeran lo mismo y te llegaran primero a ti – protesto el rubio
- Ves, esa actitud no ayuda a la buena vibra – protesto Steve también. – En fin – exhalo –, yo solo pensaba en tener más oportunidades para tener la custodia de Grace. Olvida todo
- ¿La custodia de Grace? – dijo Danny entre sorprendido e intrigado – ¿De que hablas?
- Olvídalo – dijo Steve – solo era una idea loca que se me vino…
- ¡Explícate! – exigió Danny
- Todo mundo sabe que si bien Cinco Cero es muy efectivo, trabajar en la unidad puede ser peligroso, ¿cierto? – dijo Steve
- Mmm – dijo Danny dubitativo – todo es tu culpa, pero si es cierto. Continua
- Si los dos trabajamos en Cinco Cero – dijo Steve – nos costara tener la custodia completa de Grace, por los riesgos
- ¿Tener la custodia completa de Grace? – dijo Danny sorprendido
- Si. La custodia completa de Grace – repitió Steve –. Pero si su padre biológico tiene un trabajo seguro, que le permita dejar la policía en cualquier momento y estar con ella la mayor parte del tiempo, respaldo económico y demuestre que Rachel la maltrata, la corte le dará a él su custodia.
- Podríamos usar los videos del colegio – dijo Danny
- También podríamos investigarla – dijo Steve – algo me dice que la señora Edward no es tan respetable como le quiere hacer creer a la gente
- No quería llegar a esto – dijo Danny apenado –, pero no voy a poner en riesgo a mi hija. Pidamos su custodia completa
- No te arrepentirás – dijo Steve sintiendo el impulso de abrazarlo pero enseguida se separaron nerviosos
- Yo… – dijo Danny – he… ¿tienes hambre? – dijo señalando la mesa
- Si, – dijo Steve pasándose las manos por el cabello –. Comamos
- ¿Y donde abriríamos McDanno Bar & Grill? – dijo Danny sirviéndose café
- ¿McDanno Bar & Grill? – dijo Steve intrigado
- ¿Qué? – se defendió el rubio –. Es bonito
- Si – dijo Steve sonriendo – me gusta. Hay un lugar en Chinatown. El otro día pase por allí y me gusto ¿Quieres ir a verlo?
- ¿Ahora? – dijo Danny sonriendo
- Si, ahora – dijo Steve –, y si te gusta, hoy mismo nace oficialmente McDanno Bar & Grill. Después de todo, lo que necesitamos es tiempo