MAS QUE AMIGOS por Liss83

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Notas del capitulo:
Nos acercamos al final

Los días pasaron y el día de la inauguración de McDanno Bar & Grill llego. Desgraciadamente Rachel no dio su venia para que Grace fuera al evento, pero como agradecimiento a todo lo que Steve estaba haciendo por él, Danny se puso su mejor traje, dibujo su mejor sonrisa en su rostro y decidió que estaría a la altura de la ocasión. Prueba de ello es que no se separó del brazo del comandante en toda la noche y Steve parecía complacido con ello. Todo fue un éxito, aunque el verdadero reto venia al día siguiente ¿iría alguien al restáurate después de la inauguración? La respuesta fue contundente, antes de las diez de la mañana tenían la mitad de las mesas reservadas para esa noche y varias para la semana siguiente. El trabajo logro distraer al rubio, y hablar con la abogada Miller, le brindo la seguridad de que existía una posibilidad de recuperar a su hija. 
Ese día en particular había sido agotador para él. Había hecho montañas de papeleos y atendido el restaurant hasta cerca a la media noche. Cuando llegaron a casa se dio un baño y se acostó, mientras Steve se hacia cargo de Eddie, el Golden Retriever que había adoptado hace poco. La voz de Steve lo despertó en la madrugada mientras se movía por todo el lugar. 
 
 
 
- ¿Qué haces? – dijo Danny despertando 
- Disculpa – dijo el Marine –, vuelve a dormir 
- ¿Hay problemas? – dijo sentándose en la cama 
- No – dijo sonriendo Steve – solo… 
- ¿Qué haces con esa cámara? – dijo Danny al notar el objeto en su mano 
- Era de mi padre – dijo Steve – yo… 
- ¿Me estabas tomando fotos en dormido? – dijo soñoliento y risueño el rubio 
- Es que te veias muy hermoso – dijo Steve acomodándose a su lado y dejado la cámara sobre la mesita de noche 
- ¿Qué horas es? – dijo abrazándose a la cintura de Marine 
- Las dos – dijo Steve mirando el reloj 
- ¿Y ya te vas a levantar? – dijo colocando su cabeza en el pecho del hombre 
- A diferencia tuya, no podía dormir – dijo Steve acariciándole el cabello 
- Y te pusiste a acosarme – dijo Danny cerrando los ojos mientras Steve lo abrazaba por la cintura 
- Aún no he empezado a hacerlo – replico con voz ronca Steve mientras le besaba el cuello – pero muero de ganas por hacerlo 
- ¿Y qué esperas? – dijo Danny y fue todo lo que el comandante necesito para girarse hasta quedar sobre el más bajo 
 
 
 
Lentamente las manos de Steve quitaron la playera con la que Danny estaba durmiendo, y a medida que esa piel suave se iba descubriendo, él iba besándola con la mayor de las adoraciones. Su lengua jugo con esas tetillas pequeñas y rosadas hasta tenerlas completamente erectas mientras su propio cuerpo iba reaccionando a los hechos. Beso y mordisqueo el hombro de su compañero mientras le quitaba el pantaloncillo de dormir. Danny tampoco se quedó atrás, y en un santiamén se deshizo de la camiseta de Steve, para después ingeniárselas hasta llegar al botón del pantalón. Pero Steve fue más rápido, y antes de que pudiera hacer nada más, ya lo había desnudado completamente. Estaba consiente que debería sentirse expuesto, pero no era así. Su corazón le gritaba que eso era lo correcto. Que él debía estar en esa posición y sometido por ese hombre. Pero no sometido por miedo o agradecimiento como había pensado hasta ese momento, sino, por el más puro y grande amor que había sentido después de Grace. Ya no podía engañarse más. Amaba a ese Neanderthal y lo que más quería era envejecer entre sus brazos. Afortunadamente a esas alturas su pierna ya estaba completamente recuperada, ya que Steve con otro movimiento rápido también se desnudó. Las manos del Marín no dejo un centímetro de piel sin recorrer, mientras Danny lo único que lograba articular era que quería más de esas atenciones. Más de esa mano torturando su miembro hasta lograr que se corriera entre ambos cuerpo. Quería más de esa lengua que le estaba quitando la respiración con cada beso y arrojando su mente a una dimensión totalmente desconocida. 
 
 
 
- ¿Estás seguro que quieres esto? – susurro una voz en su oído mientras le lamia la oreja – porque si sigo a partir de aquí, ya no habrá marcha atrás 
 
 
 
La respuesta fue simple y casi animal, unas caderas empujándose contra él, pero sin intensión de alejarlo, sino todo lo contrario, buscando provocarlo hasta la locura. Unas uñas que surcaban su espalda pero que lejos de lastimarlo solo lo excitaban, y esa boca que le exigía demostrarle que tan buen amante podía llegar a ser. Acaricio esa pequeña cintura y lo que logro fue la reacción más inesperada. Danny encogió sus piernas hasta topar su propio pecho y las uso para empujar al comandante lejos de él. Steve sorprendido cayó de espalda y se iba levantar para disculparse por su atrevimiento, cuando sintió como su cuerpo era inmovilizado contra la cama. Danny se había sentado a horcajadas sobre su pelvis y estaba a milímetros de lograr que él entrara en su cuerpo. Por un instante sus ojos se cruzaron y vio que aquello que tan secretamente el corazón del rubio escondía de él. Se había enamorado. Danny ya no se conformaba con ser su amigo quería, necesitaba desesperadamente que eso fuese real. Tan real como el hecho de estar desnudos en la cama en ese preciso momento. 
 
 
 
- No Danny – dijo cerrando los ojos y volcando la cara – no. Detente 
 
 
 
Danny detuvo en seco todo movimiento y se bajó de encima suyo, se giró en la cama dándole la espalda. ¿Qué había hecho? Había apostado todo a una relación real con el comandante y se había equivocado. Era obvio que Steve era ciento diez por ciento heterosexual y él había confundido amistad con algo más. Ahora si lo había perdido todo. 
Una mano limpio las lágrimas que se le habían escapado. Lentamente Steve lo hizo girar hasta quedar de espalda y besar su frente. Era obvio que eso era todo lo que el otro hombre le podía ofrecer. El beso bajo por su nariz hasta su boca. Era un beso totalmente puro, suave, delicado, pero en el que se notaba algo que no era amistad, era algo mil veces más fuerte, más intenso. Steve lo abrazo nuevamente por la cintura, pero esta vez con una seguridad que nunca antes la había sentido 
 
 
 
- Quiero que entiendas algo – dijo Steve suavemente mientras se acomodaba entre sus piernas – lo que estabas dispuesto a entregarme hace unos segundos se llama sexo. Ese que cualquiera te da en una noche y ya. Yo no quiero eso. Quiero más. Porque tú mercas mas 
- Es todo lo que tengo – susurro Danny – perdóname 
- No – dijo Steve besándole el cuello con delicadeza – tienes algo que creo que es solo para mí. Y yo tengo algo que ahora estoy completamente seguro que solo tú podrás disfrutar 
- ¿Qué cosa? – susurro el rubio con los ojos cerrados 
- Amor, Danny – dijo Steve sonriendo – amor. Yo te amo y no puedo seguir negándomelo a mí mismo, ni a ti 
 
 
 
Sus labios se fundieron nuevamente en un beso lento, calmado, pero no por eso exento de deseo, de pasión… de amor. Era eso lo que él nunca había experimentado en la intimidad, Amor. Si bien, había conocido a Rachel tiempo antes de casarse, nunca llego a experimentar esa conexión que había tenido con Steve desde el primer momento. Una en la que no dudaba jugarse la vida en una ruleta rusa por el otro, porque no importaba lo que pasara, sabía que ese otro no lo iba dejar solo y al final del día cada uno se arrancaría girones de piel solo para curar las heridas contrarias. 
Sintió como una mano le acariciaba el trasero y otra ayudaba para abrir ambas mejillas redondas. Un dedo se coló por entre estas y presiono su entrada moviendo endose circularmente. A ese dedo lo acompaño un segundo y un tercero, mientras su hombría era muy bien atendida nuevamente. Los dedos salieron de su interior y se sintió vacío, tan vacío como minutos como ese instante que Steve le había pedido que se detuviera. Pero de pronto sintió como esa parte de su anatomía era atacada nuevamente. Lo estaban partiendo por la mitad y él solo podía aferrarse a esa espalda ancha. Sintió más besos que buscan distraerlo de lo que podía ser doloroso. Cerro los ojos porque el placer que estaba experimentando lo mareaba de sobre manera, fue entonces cuando Steve golpeo ese punto exacto que todo explotase en millones de colores y formas. Su grito de victoria se unió al de su compañero en uno solo y su campo infértil fue regado por la semilla del comandante, mientras él bañaba su pecho y el de su “esposo” al mismo tiempo 
Unos beso suaves le devolvieron el alma que minutos antes se le había escapado y sintió como rápidamente era limpiado y acomodado entre los brazos de Steve antes ser arrastrado hasta los brazos de Morfeo 
 
 
A la mañana siguiente despertó aun entre los brazos del Marine y sonrió feliz. Tal vez el más grande anhelo que su corazón guardaba si se podría hacer realidad. Sintió como le basaban el cabello y le acariciaban un brazo 
 
 
 
- Buenos días – dijo Steve suavemente 
- ¿Qué hora es? – pregunto Danny 
- Hora de decirte que quiero despertar así el resto de mi vida – Steve le susurró al oído 
- ¡Que romántico, capitán! – dijo Danny besándole el pecho mientras sonreía 
- Viste, que tu pierna no te duele tanto como vives diciéndome – dijo Steve acariciándole la cintura 
- Ay no McGarrett – dijo Danny –, vas a empezar una pelea justo ahora 
- Sip – dijo Steve girando y quedando sobre él – voy a empezar a… – suena su celular – déjalo que suene – dijo mientras lo besa lentamente 
- Puede ser importante – dijo Danny 
- Nada más importante que tú – dijo besándolo 
- Steve… – atientas toma el celular y se lo entrega a su dueño – contesta 
- Hola – dijo Steve antes de comenzar a besarle el cuello nuevamente mientras escucha - ¿Qué? – dijo separándose rápidamente y poniéndose de pie – repíteme eso – escucho en silencio – en cinco minutos bajo 
- ¿Qué paso? – pregunto Danny preocupado 
- Tengo que salir de viaje – dijo Steve preparando su bolso 
- ¿Ahora? – dijo este sorprendido 
- Si, ahora – dijo entrando a darse un baño 
- ¿Cuándo vuelves? – pregunto Danny levantándose 
- Pronto – escucho que dijo el Marine mientras él se levantaba y miraba por la ventana – No te preocupes – dijo saliendo del baño ya cambiado – estaré aquí a tiempo para el juicio 
- Tranquilo – dijo Danny sonriendo triste cuando alguien toco una bocina – estaré bien 
- Danny, no es lo que parece – dijo Steve intubando acercarse 
- Te están esperando – dijo Danny disimulando su rabia 
- Danny… – suplico Steve 
- Adiós – dijo Danny con lágrimas en los ojos y nuevamente se escuchó la bocina 
- Danno… – susurro Steve 
- ¡No me llames Danno! – grito él – ¿Cómo pudiste? 
- No te lo puedo explicar ahora – dijo Steve – pero necesito que confíes en mi 
- ¿Qué confié en ti? – grito el rubio –. ¡Me acosté contigo! ¡Estábamos en la cama abrazados! ¡Aún estoy desnudo! – la bocina sonó nuevamente – ¿Cómo pudiste? ¡Yo te amo! 
- ¡Y yo a ti! – dijo Steve pero un puñete se impactó en su rostro 
- No te preocupes – dijo Danny – cuando vuelvas ya no estaré aquí 
- Piensa en Grace – dijo Steve agarrándose donde recibió el golpe 
- ¡No la nombres! – grito el rubio y la bocina volvió a tocar 
- Confía en mi – suplico Steve por última vez –, mi amor. Confía en mi – y en un último arranque lo abrazo para besarlo apasionadamente y salir deprisa 
 
 
 
Desde la ventana de esa habitación donde hasta minutos atrás había sido el hombre más feliz de este mundo, Danny vio con lágrimas en los ojos como se le escapaba nuevamente la oportunidad de ser feliz. Otra vez lo cambiaban por alguien mucho mejor que él. Cayó de rodillas y lloro como creyó que nunca más lo haría. Rachel tenía razón. Él era desechable.

Notas finales:
Opiniones

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