Las horas pasaban y Steve no daba señales de vida. Cerca de las nueve de la noche Kono le comunico que Steve le había llamado diciéndole que dado que le habían surgido problemas, él dormiría allí con los niños. Danny pensó en llamarle, pero Kono le aconsejo que no se preocupara, y es que aunque no quería pensarlo no se le salía de la cabeza el hecho de que Steve había llegado a la corte acompañado con Catherine. Intento descansar, pero lo único que logro fue dar vueltas y vueltas en la cama. Si cerraba los ojos solo podía ver a Steve con Catherine, desnudos en una cama. Tal y como llevaba días haciéndolo.
No supo en que momento sus lágrimas habían caído. ¿Qué tenía él para ofrecerle al comandante Steve McGarrett, uno de los hombres más deseados de Oahu? Nada. Él solo era un fracasado con u…, no, dos hijos pequeños que criar… solo. Steve siempre había sido independiente ¿Cómo se iba quedar con alguien tan poca cosa como él?
Grace estuvo encantada de dormir con su tía Kono en una acampada en mitad de la sala, mientras que Danny dormía en la habitación con Charlie, quien resultó ser un niño muy bien portado. Kono había dicho que basándose en eso, quizás el pequeño fuese hijo de Steve y no suyo, por lo cual se ganó un bufido de parte del rubio. Cerca de las tres de la mañana el sueño lo venció volviendo a despertar alrededor de las siete de la mañana con el llanto de Charlie que reclamaba un cambio de pañales y un biberón de leche caliente. Afortunadamente en el bolso que Rachel había llevado al juzgado constaba con varias cosas que le podían servir, pero de igual manera tendrían que ir de compras lo más antes posible.
Después del desayuno Kono los llevo a casa ya que Steve no aparecía por ninguna parte. Le agradecieron y bajaron del auto y se fueron ya que la chica dijo que no podía pasar dado que tenía un compromiso. En cuanto se fue entraron lentamente a la casa para no despertar a Charlie. Ni bien entraron escucho ruidos en la cocina y hacia allá fueron. No sabía si reír o llorar por el estado del lugar, puesto que todo estaba hecho un desastre y lleno de bolsa vacías. Joe fue el primero en notar su presencia y darle un suave empujón a Chin para que girara a verlo. Para Grace fue un tanto cómico ver la cara de espanto que ponían los adultos al verlo
- ¿Steve te llamo? – dijo Chin sorprendido
- El acta decía bienes mancomunados – dijo Danny – por lo tanto esta también es mi casa. Al menos por ahora – susurro
- Steve – dijo Joe – aún no se levanta
- Son las ocho de la mañana – dijo Danny – y tu pupilo se cae de la cama a las cinco ¿Qué paso?
- ¿Mi tío Steve esta enfermo? – dijo Grace preocupada
- No lo creo monito – dijo Danny –, lo que ese tiene es…
- Voy por Danno y los niños – dijo Steve bajando la escalera con Catherine
- No hace falta – dijo el rubio con un tono frio –, buenos días Catherine
- Buen día Danny – dijo está sonriendo por lo que el detective más molesto aun – yo me tengo que ir. Por cierto, felicidades por lo de ayer – esta solo forzó una sonrisa
- Te acompaño – dijo Steve sonriendo
- Déjalo – dijo ella sonriendo –. Suerte. La vas a necesitar. Y Danny, antes de tirarse balas, escúchalo. Esto no es lo que parece – este asiente
- Yo… – dijo Steve – Mahalo
- Adiós, Steve. Maika’i a Pomaika´i ho’i i ke ola – se va
- Nosotros también nos vamos – dijo Chin –. Nos vemos luego
- Adiós – dijo Lou
- Pero tengo hambre – protesto Kamekona
- ¿Quieres quedarte? – dijo Joe señalando a Danny
- Creo que mejor no – dijo el hombre
- Mahalo – dijo Steve a sus amigos a medida que salían
- Me debes una barbacoa – dijo Kamekona al abrazarlo – y Pomaika´i ho’i i ke ola
- ¿Ponati que cosa? – dijo Danny intrigado
- Más o menos. Maika’i a Pomaika´i ho’i i ke ola – dijo Steve sonriendo –, significa adiós y suerte en la vida
- Parece una despedida – dijo mirándolo fijamente
- Tu habitación te espera, Grace – dijo Steve extendiendo los brazos –. Ahora esta es tu casa. Tuya, de Danno y de Charles
- Gracias tío – dijo la niña sonriendo lanzándose a abrazarlo – te quiero mucho
- Y yo a ti princesa – dijo el besándola
- ¿puedo ir a mi recamara? – pregunto la niña
- Ve – dijo Danny sentándose en el sofá por lo que la niña corre feliz – cuidado Grace
- ¿Me odias, no? – dijo Steve
- No. Es tu vida – dijo Danny
- Error – dijo Steve acercándose y tomando a Charlie entre sus brazos –, ahora es nuestra vida. Y antes de que te hagas una película en esa tu cabecita rubia y explote mientras tienes a este príncipe cerca, ven – le señalo las escaleras
Lentamente subieron la escalera. Había llorado toda la noche y decidido que no volvería a mostrarle sus heridas a nadie, jamás. Esperaría un tiempo prudente y luego pediría la anulación del matrimonio, para desaparecer definitivamente de la vida del castaño
- Hay muchas cosas que arreglar aun – dijo Steve abriendo la puerta – pero si me das un tiempo quedara genial. Quiero que arreglemos la que era mi habitación para él, pero creo que…
- ¿Y esto? – dijo sorprendido entrando a la recamara principal y viendo una cuna cerca de la ventana – ¿Cuándo…? ¿cómo…? ¿esto… hiciste… toda la noche?
- Bueno… si – dijo Steve sonriendo – no quería que estuviera incómodo y si lo traías mientras trabaj… – pero fue callado por un beso apasionado
- Te amo – susurro Danny mientras Steve lo abrazaba por la cintura – yo que creí…
- ¿Qué creíste? – dijo Steve intrigado
- Lo desperté – dijo Danny cuando Charlie lloro –, ya mi amor, ya
- Dámelo – dijo Steve tomando al bebé en brazo
- ¿Tú lo vas a calmar? – dijo Danny
- Claro – dijo Steve meciéndolo – ahora yo soy su papá
- ¿Perdón? – dijo Danny sorprendido – ¿su papá?
- De Charlie y de Grace – dijo Steve sonriendo
- Si tú eres el “papá” de mis hijos – dijo Danny – ¿yo que soy, según tú?
- Mmm… a la noche te lo muestro – dijo Steve –, pero ve sacando cuenta
- ¡Animal! – dijo Danny completamente rojo – Charlie está presente.
- ¿Y qué? – dijo Steve sonriendo – le va gustar saber que sus papás se aman tanto. Y que van a intentar darle otro hermanito. Claro que esta vez sin ayuda de terceros. Solo nosotros
- Ya cállate – exigió el rubio aún más rojo mientras Charlie volvía a llorar – ¡Y dámelo! – Steve lo miro y sonrío, mientras Danny le quita al bebé e intenta calmarlo – ¿Qué? – dijo aun sonrojado – Tranquilo mi amor. Tranquilo. Eso me recuerda, ¿Por qué me mentiste sobre los honorarios de Helen?
- Ya te explique eso – dijo Steve evitando mirarlo –.
- Ya mi amor. Ya – dijo Danny meciendo a Charlie –. Helen me dijo que ya le habías pagado – aseguro el rubio – y que la cuenta no fue poca cosa
- En serio – dijo Steve –, no sé de qué hablas. Debió equivocarse de caso
- Steve – dijo Danny sonriendo suavemente y esperando hasta que este lo mire – gracias
- No deja de llorar – dijo Steve
- Tal vez sea por el cambio de ambiente – contesto Danny
- No es eso – dijo Grace tímidamente desde la puerta y ambos adultos se miraron entre si
- Princesa – dijo Steve acercándose para abrazarla y besarle la cabeza – ¿tú sabes que le pasa a Charlie?
- Ella… – dijo la niña nerviosa
- No tengas miedo, monito – dijo Steve
- Todo estará bien mi cielo – dijo Danny
- Ella le gritaba todo el tiempo – dijo Grace – y Charlie, bueno…
- Tiene miedo cuando alguien habla fuerte – dijo Steve y ella asintió –. Ven Grace – dijo alzando a la niña – dejemos que papi duerma a Charlie. Te esperamos en la sala – y salieron
Iba a ser un camino largo reparar todo el daño que Rachel había hecho, pero sabía que con amor y paciencia lo lograrían
* * *
***FIN DEL FLASHBACK***
Una sonrisa surco sus labios y abrió los ojos. No supo cuando los había cerrado perdiéndose en sus recuerdos. Tantos años de peleas que terminaban en abrazos, gritos que se convertían en besos. Criar a ese par de diablillos había sido la mejor de las aventuras que la vida le pudo haber dado. A pesar de todo lo que la gente se pudiese imaginar no la cambiaría por nada. Tenía a la familia perfecta. A pesar de lo que Danny decía a veces
* * *
***FLASHBACK***
Charles McGarrett Williams reía carcajada en la sala de su casa escuchando los gritos que venían del segundo piso. Solo sus padres podían convertir una simple pelea matrimonial en una batalla campal más terrorífica que la Segunda Guerra Mundial que amenace con hundir la mitad de Hawaii, dejar en llamas la otra mitad y aun así convertirse en un espectáculo con el cual volverse millonario si se cobraba entrada. Aunque, claro, el tenia prohibido cobrarlas después de la vez que lo intento a los siete años y recolecto quinientos dólares abarrotando la casa
- Te dije que no, Danniel McGarrett – grito Steve bajando las escaleras –, y es mi última palabra
- Williams – dijo Danny bajando detrás del comandante –, en este momento soy Danniel Williams, no McGarrett
- Te recuerdo que tienes un acta matrimonial con mi nombre y un anillo en tu dedo – grito Steve
- Y yo te recuerdo que soy policía y se esconder un cuerpo – grito el rubio
- ¿Eso les enseñan? – pregunto el Marín mirando a su hijo
- Bueno… – dijo Charlie – sí y no. Nos enseñan a encontrarlo…, pero si lo haces a la inversa…
- ¿Y para eso pague tu estancia en la academia? – dijo Steve sorprendido
- Grace entro a la Marina, le enseñaron a dar patadas voladoras y tú no te quejas – el joven encogió los hombres para seguir viendo televisión, por lo que su padre solo resoplo mirándolo
- ¿Estas sensibles? – dijo Steve intrigado
- Yo no – dijo Charlie sonriendo – él si – señalando a su padre
- ¿Me estas escuchando, troglodita? – grito Danny
- Escúchame Danno – dijo Steve tratando de tranquilizarse –, yo amo, doy mi vida por estos niños…
- Soy adulto – dijo Charlie levantando la mano
- No ayudas a la causa – dijo Steve – así que cállate – el chico levanto las manos a la altura de la cara y encogió los hombros –. ¡Danno, eres su padre! Ella sueña con que tú la entregues en ese altar
- Yo… opino… – dijo Charlie
- ¡Pero quien ha hecho esa función por más de veinte años eres tú! – grito Danny – ¡así que eres tú el que la debe entregar en ese altar!
- No voy a usurpar ese lugar – dijo Steve
- Yo… opino… – dijo Charlie
- No lo estas usurpando – dijo Danny –, yo te lo estoy cediendo
- Danno es la boda de tu hija – dijo Steve
- Yo… opino… – dijo Charlie
- Nuestra hija – corrigió Danny
- Buenas noches – dijo Grace entrando
- Si. Yo la amo como si fuese mi hija… – dijo Steve
- Yo también te amo papá – dijo la chica sonriendo
- …Pero no lo es – dijo Steve ignorando a la recién llegada –, así que lo correcto es que tú la entregues
- Se parece mas a ti que a mí que soy su padre biológico – dijo Danny
- Hola – dijo Grace intentando llamar la atención de la pareja –, estoy aquí
- ¡La entregaras tú y es la última palabra del hombre de esta casa! – dijo Steve
- ¡Uy! – dijo Charlie – ahora si duerme en la sala
- ¡Haz algo idiota! – dijo Grace
- ¿Y qué me maten cuando empiecen las patadas de papá y lo balazos de Danno? – dijo Charlie –, gracias, pero paso. Hazlo tú
- ¡Tú no me das órdenes! – grito Danny – y por cierto ¡YO TAMBIÉN SOY HOMBRE!
- Eres mi… – dijo Steve
- ¿Tú qué? ¿Tú qué? – dijo Danny
- Nhg – dijo Charlie poniéndose de pie y haciendo gestos de repugnancia
- No quiero escuchar lo que viene – dijo Grace
- No te hagas, – dijo Charlie – que lo haces con Will
- Cállate – exijo Grace en voz baja –, si papá te escucha…
- No olvides a papi – dijo el joven rubio sonriente
- Dilo – desafío Danny y Steve lo tomo de la cintura para besarlo apasionadamente mientras el rubio se aferraba a su espalda
- ¡Dios – dijo Grace alarmada – ya empezó! – ¿Hamburguesa o pizza?
- Quiero algo más familiar – dijo Grace sonriendo melancólicamente
- ¿McDanno? – dijo Charlie sonriente por lo que la chica también sonrió – ¿Cuándo le dirás tu idea?
- A eso venia – dijo Grace – Supongo que en cuanto dejen de intentar darnos otro hermano – razono mientras salían de la casa sin que sus padres se den cuenta