"¿Dónde estas ahora? ¿En el fondo del mar? Otro sueño, los monstruos corren libres dentro de mi. Estoy perdida"
Karma
Puede que yo estuviera mal, que mi forma de actuar no fuera la correcta. Cuando regrese de japón ya tenia un plan formulado de lo que haría si me lo encontraba, pero cuando lo vi en aquella perfumería perdí la razón. De inmediato recordé todo lo que había sufrido por su culpa, todo lo que me costo superarlo, absolutamente todo.
Todo empezó poco después de que mudará a Australia.
Tres semanas llevaba de que me había ido a Australia a estudiar y ya extrañaba demasiado a Nagisa pero no podía regresar. Tenia que dedicarme a mis estudios y esforzarme, seguramente pasaría un buen tiempo antes de volver a japón.
Curiosamente no había sabido nada de Nagisa desde el día en que me despedí de el en su casa. Supuse que había estado ocupado como yo, después de todo los dos también tenemos que tomar responsabilidades en otros asuntos de nuestra vida.
Decidi no presionarlo y no mandarle ningún mensaje, aunque después de todo, yo igual estaba algo ocupado.
Lo único que si me preocupaba en esos momentos era por su seguridad. Nagisa nunca había aprendido a como defenderse, yo siempre había estado a su lado protegiéndolo y ahora tenia miedo de que alguien se aprovechara de que yo no estaba y lo dañara.
El era débil y su piel era muy delicada, por cualquier golpe, hasta por el mas leve; siempre terminaba con un moretón.
—Quiero volver a japón —Suspire, realmente era aburrido estar en Australia.
Ahora que lo pienso Nagisa y yo nunca llegamos a tener relaciones. Cuando las cosas entre los dos se ponían mas fuertes el siempre me pedía parar y yo lo entendía; El no estaba preparado para ir mas lejos, no se sentía listo, pero a mi no importaba espera.
Podría esperar mil años solo por ser le primero en tocarlo.
Por otro lado, yo quería que el se sintiera cómodo y preparado. No me gustaría lastimarle y mucho menos de esa manera, si su cuerpo era delicado en el exterior, supongo que lo era mas en el interior.
Me maldije nuevamente por tener que irme de su lado. No se como le haría para soportar el no verlo durante años.
Pasaron dos semanas mas en la que no supe nada de Nagisa y ahora si estaba preocupado. No me respondía los mensajes, ni las llamas. Esto comenzaba a desesperarme.
¿Acaso, ya tenia otra pareja? o ¿Le habría pasado algo malo?
Trate de tranquilizarme, nada bueno iba a pasar si yo seguía desconfiando de mi pareja, Nagisa tenia que tener un buen motivo por el que no me respondiera.
El simplemente era incapaz de serme infiel.
Mi celular vibro de la nada, lo tome y una sonrisa aprecio en mi rostro. Nagisa, decía en la pantalla de mi teléfono. Lo desbloquee inmediatamente y empece a leer su mensaje.
Segundos después las lagrimas habían comenzado a caer por mis mejillas.
No podía ser real lo que estaba leyendo.
Querido Karma
He estado pensando todo este tiempo sobre nuestra relación y creo que es momento que sepas la verdad.
No te amo, nunca lo hice. Si he de admitir que fuiste muy complaciente en toda nuestra relación, joder por poco haces que quisiera abrirte las piernas. Fuiste un buen amigo, aunque solo te utilizaba como un escudo para que nadie se metiera conmigo
Es decir ¿Quién molestaría al pobre e indefenso Nagisa teniendo a su lado a el invencible Akabane Karma?
Todo fue un engaño karma nuestra amistad y nuestra relación. Absolutamente todo fue un engaño para mi, nunca me importaste y nunca me gustaste.
Solo te pido que no me odies; esta bien eso seria muy hipócrita de mi parte. Si quieres, ódiame, tenme rencor después de todo ya no somos pareja y me tiene sin cuidado lo que te pase.
¿Sabes por qué estoy escribiendo esto?
Porque estoy enamorado de alguien mas, de un verdadero hombre, que cada vez que me toca me lleva al cielo, tu no eres nada a comparación de el.
Te deseo suerte y espero nunca volverte a ver.
Besos, Nagisa.
Ese no podía haber sido Nagisa, yo estaba seguro de que... el no era así.
Mi garganta ardía, estaba gritando de dolor y de coraje. Sin pensarlo dos veces aventé mi celular a la pared. Me maldije mil veces por haber sido un idiota, por haber confiado en el, por haberme enamorado de Nagisa.
Mis padres abrieron la puerta y mi madre entro preocupada a la habitación.
—Karma amor ¿Qué tienes? —Mi mafre trató de acercarse para abrazarme pero la detuve.
—¡Aléjate de mi! —Me miro horrorizada.
—Karma...
Y desde ese momento comencé a odiar a Nagisa Shiota.
Semanas después empeore; No comía, No dormía. Sabia que algo estaba mal dentro de mi, por primera vez en mi vida quise lastimar a Nagisa. Pero no, yo no caería tan bajo, no seria como el.
Después de eso Okuda una de mis amigas de la infancia la cual Nagisa no conoció en persona; Me vino a visitar, casualmente también se vino a estudiar a Australia y desde su visita, ella fue mi soporte, me ayudo y me saco de la tristeza.
Al pasar el tiempo, ella se me declaro pero no pude aceptarla, todavía tenia a Nagisa en el corazón. Aunque mis padres me convencieron para que me casara con ella para unir las empresas, acepte pero le deje muy claro a Okuda que no la amaba que solo la veía como una amiga. Ella aun así acepto.
Mi mente se aclaro al llegar a japón; justo después de verlo en los brazos de Asano, vestido de mujer. Pude entender que había sido por el que me dejo, que me uso. Asano siempre fue quien el amo, a quien siempre prefirió en todo, hasta en el sexo.
Pero si ya estaba seguro de mi hipótesis, ¿Por qué me sentía mal? ¿Era acaso por el nulo brillo que sus ojos tenían desde que lo vi en la perfumería hasta la noche de la fiesta?
¿Era por qué Nagisa lucia muy triste y no sabía la razón?
Pero aun así aquel sentimiento no me detuvo para tomarlo fuertemente del brazo aun sabiendo que lo podía lastimar y decirle cosas muy fuertes.
. . .
Hoy tenia que ir de nuevo al trabajo de Nagisa y probablemente lo volvería a ver. No sé como es que tengo que sentirme, yo realmente me siento mal por todo lo que le dije ayer, pero por otro lado, era justo por lo que el me hizo.
Media hora después de salir de mi casa ya me encontraba en aquella perfumería. Pero para mi suerte y sorpresa Nagisa aun no había llegado, solo habían dos chicos castaños atendiendo el local.
—¿Disculpe en que lo ayudamos?—Me dijo una chica con el cabello verde.
—Busco a Nagisa —Respondí le di el papel que él me había dado el día anterior.
— Al parecer Nagi lo atendió.
—Si, me dijo que podía venir hoy a recoger un perfume—Ella asintió.
— Si, esta fragancia nos llego hace media hora — Me explicó—. Que raro que Nagisa no haya llegado aun, usualmente suele llegar temprano cuando un cliente lo espera, pero ya le traigo su pedido—Se metió aun un cuarto y luego regreso con una cajita dorada, la cual metió a una bolsa roja.
—Son diez mil yenes —Le extendí un cheque con esa cantidad, la acepto y salí del local
—¿Crees qué su esposo le haya hecho algo? — Me detuve al oír aquello, pude suponer que el otro chico en el local lo había dicho.
—¿Asano? De ese hombre se puede esperar cualquier cosa —Dijo enojada la peliverde—. Solo espero que no se haya excedido mucho, ayer le dejo marcada la cara y el cuello.
—Si lo vi Kayano te recuerdo que estuve presente, cuando le pusiste maquillaje en los golpes.
¿De qué hablan? ¿Cuáles golpes?
Me quede recargo en la pared del otro lado de la puerta de la perfumería. Quería escuchar esa platica y sabría que aquí no me verían.
—Hola Kayano, Sugino, lamento llegar algo tarde.
Lo mire de reojo hablar con sus amigos, no me había dado cuenta antes, pero el realmente se veía muy delgado.
—¿Qué es esa marca en tu muñeca Nagisa? ¿Fue Asano otra vez? — Preguntó la chica llamada Kayano.
—No, ayer en la fiesta un invitado sin querer me tomo muy fuerte de la muñeca, sabes como es mi piel, soy sensible, pero no fue Asano, no te preocupes
Baje la mirada, al parecer si lo había lastimado en mi arranque de enojo.
—¿Te la pasaste bien?
—Claro estuve con la Familia de Asano y sabes que se comporta muy lindo cuando estoy con ellos así que todo estuvo perfecto.
Cerré los puños con fuerza al oírlo decir eso, al parecer Nagisa parecía querer demasiado a Asano y con aquello pude confirmar mi teoría.
Nagisa se había burlado de mi para estar con Asano y jure que esto no se quedaría así.
Fin del capitulo tres.