"Habían, momentos en los que intentaba olvidarle, pero no podía, al final era el único que podia hacerme feliz"
Narrador Omnisciente.
—Hola Nagisa.
El menor alzó mirada al oir aquella voz. Ya no era como antes, no era indiferente ni fría. Era la misma voz calida que me daba paz y tranquilidad de pequeño. Las ganas de llorar aparecieron, la nariz de Nagisa picaba y su garganta dolía.
—Kar...ma
¿Que hacía el ahí? Es que acaso ¿Venia a burlarse otra vez de él? Miró con terror hacía el reloj, no quería que Karma estuviera ahí, si Asano lo llegaba a encontrar con el pasarían cosas horribles.
No quería que lo volviera a violar.
Tenía mucho miedo.
Es su culpa. Dijo una voz en su cabeza. Gracias a el estamos aquí.
—¿Qué haces... Aquí?
La voz salió rasposa de su garganta, apenas y podía hablar, los nervios se comían todas sus acciones.
—Hay un asunto del que quiero que hablemos.
¿Un asunto? El mensaje...
Nagisa suspiró, si tenía ganas de hablar sobre aquel malentendido pero simplemente no podía, no en esos momentos donde se encontraba completamente maltratado y asustado.
No quería a Karma en esa habitación del hospital, no quería que viera sus golpes —Algo inútil ya que desde que entró, el mayor los había notado— Nuevamente, no quería verse débil ante Karma.
Por otro lado el mayor había mantenido la mirada y la postura firme desde que entró al cuarto. No mostraba cual desesperado se encontraba, se sintió tan culpable al ver el estado del menor.
Bajo la mirada y mordió el interior de su mejilla derecha. El siempre se prometió que nunca dejaría que lastimaran a Nagisa.
Había roto su promesa y eso le comía el alma.
Sobretodo ahora que estaba seguro que por su actitud él menor había pagado las consecuencias. Había provocado a Asano y el que terminó pagando todo fue Nagisa.
—Ve...te.
Dijo con miedo. Temiendo que el mayor tomará la misma actitud que días atrás.
"—Bueno si eso era todo ya se puede ir. No quiero que Asano te vea conmigo.
—¿Por qué no? "
—No me puedo ir Nagisa —El menor tragó en seco—. Realmente tengo que hablar contigo es importante.
Murmuró casi suplicando.
Nagisa mordió su labio. Creyendo que Karma estaba haciendo eso para molestarlo nuevamente.
"—Si no piensas decirme, no pienso irme.
—No puedo creer que seas tan terco. Enserio necesito que te vayas."
—Vete —Volvió a decir, tratando de soñar más seguro.
No lo quieres aquí, porque lo odias ¿Verdad? Volvió a decir una voz en su cabeza, el negó ante tal pensamiento.
¿Entonces qué es este sentimiento que está en el fondo de tu corazón?
—Nagisa por favor, necesito que me escuches.
Nagisa trató de calmarse y dejar de pensar cosas extrañas. Probablemente si era buena idea hablar con Karma.
Pero...
Él tiene la culpa, es el culpable.
—Karma no te quiero ver —Dijo sintiendo un dolor en su pecho—. Quiero...necesito que te vayas.
Era lo mejor, así no se arriesgaría a que Asano los viera.
Él tiene la culpa.
—Nagisa por favor.
Él tiene la culpa, es el culpable.
—Tu eres el culpable.
Murmuró en voz baja dejándose llevar por sus pensamientos.
—Nagi...
—¡Tu eres el culpable! —Gritó mirándolo con furia.
Karma retrocedió por el repentino cambio de actitud en el menor.
—¡Por tu culpa estoy aquí!
Grito con la fuerza, sintiendo como si él ya no fuera quien controlaba su cuerpo.
—Nagisa cálmate.
Le pidió notando como aquella máquina comenzaba a soñar con más fuerza. Su pulso estaba subiendo.
—¡Largo!
Trato de levantarse y olvidándose del dolor arranco la vía intravenosa de su brazo. Se bajó de la camilla
Y al instante sintió sus piernas temblar, automáticamente callo al piso. Karma corrió hacia él para ayudarlo al levantarse.
Pero un empujón fue lo que recibió a cambio.
—¡No me toques!
Grito rápidamente al sentir la mano de Karma tocar su hombro.
—Nagisa...
El tono de voz adolorido de Karma le hizo detenerse. ¿Por qué Karma lo miraba con dolor?
¿Acaso estaba arrepentido?
No lo creas. Escuchó nuevamente en su mente. Solo está jugando contigo.
—¡Vete! ¡Largo! —Gritó, gritó lo más qué pudo—. ¡Largo, largo, largo!
Karma lo abrazo con fuerza y afirmó su agarre cuando el menor trato de zafarse.
—¡Perdón!
Grito lo más fuerte que pudo, haciendo que Nagisa lo escuchara y detuviera sus golpes.
—Perdón, perdón, perdón.
Repitió frenéticamente mientras sus brazos se aferraban al cuerpo del menor. Lo apretó con fuerza, como si tuviera miedo a perderlo, como si en cualquier momento fuera a desaparecer.
—Todo fue mi culpa perdóname.
Karma comenzó a sollozar, le dolía ver el estado en el que Nagisa estaba y todo por su culpa.
Ya no quería que Nagisa pasara por más dolor. Él estuvo equivocado, siempre lo estuvo y lamentablemente se dio cuenta de todo muy tarde.
Porque él ya tenía una idea de la razón por la cual Nagisa estaba en ese estado.
Asano había abusado de el.
Nagisa por otro lado, logró tranquilizarse, estaba en shock por todo lo que había ocurrido pero ya no sentía el enojo y la ira de hace unos minutos.
—Todo lo que te dije era mentira Nagisa, perdóname por cómo actúe, te lastime mucho.
Los ojos del menor se humedecieron.
Nagisa correspondió el abrazo del mayor y enterró su cara en el cuello de Karma. Mientras sus lágrimas salían, había olvidado lo bien que sentían los abrazos de Karma y la Paz que le daban.
Los dos siguieron llorando, había tomado el camino equivocado y se habían separado más de lo debido.
Pero ya no más.
Ya no volverían a alejarse.
—Te prometo que lo arreglare.
La voz de Karma sonaba entrecortada.
—Todo lo que hice mal lo arreglare, asi que perdóname, ya no volveré a cometer lo mismo errores.
Nagisa no respondió, solo se aferró más al cuerpo del mayor. Deseaba que el tiempo se detuviera para que siempre estuvieran juntos, abrazados. Sin el temor a que Asano llegará...
¡Asano!
Nagisa miró el reloj de la pared, ya eran la siete de la noche. Asano... Asano podría llegar en cualquier momento.
—Karma.
Los dos se miraron, sus ojos completamente rojos. Sonrieron.
—Tienes que irte Karma —Limpio las lágrimas de sus ojos—. Asano está por llegar y es mejor que no te encuentre aquí.
Karma asintió y se separaron. El mayor tomó en brazos a Nagisa y lo cargo para llevarlo a la camilla. Con delicadeza colocó la vía intravenosa que se había quitado cuando se alteró.
Los dos permanecieron callados un rato, mientras entrelazaban sus manos. Karma beso la frente de Nagisa despidiéndose.
—Nos vemos luego Nagi.
. . .
Después de una disculpa y un golpe en la cabeza bien dado. Nakamura perdono a su amigo.
—¿Y qué paso?-
Karma no respondió.
—Joder Karma cuéntame qué ocurrió—Le pidió mientras lo sacudía de los hombro.
Karma no sabía qué decir, todavía estaba en un trance por lo ocurrido. Pero se encontraba feliz, estaba tan feliz.
Al fin volvía a tener a su Nagisa.
—Se podria decir que me fue bien, más que bien...
Recordó el estado del menor.
—Pero...
—¿Pero?
Cerró su puño con fuerza.
—Se veía tan vulnerable, herido e indefenso. Solo quería abrazarlo y protegerlo para siempre —Cerró sus ojos con fuerza—. Pero Asano me va a pagar todo lo que le ha hecho.
Nakamura lo miró confundido.
—¿No lo notaste?
La rubia negó.
—Asano lo violo.
Su amiga se cubrió la boca con su mano. No tenía idea del grado de abuso por el que el menor había pasado para quedar así, ella solo imagino que habían sido unos golpes. Jamás pensó en una violacion.
Ella mejor que nadie entendía lo que una agresión sexual era. Pues un poco más joven, un desconocido trató de abusar de ella.
Gracias a Karma que llegó rápido, aquello se evitó.
Pero su amigo no había tenido la misma suerte.
Fin del capítulo trece.