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Desde que regresaste por Nameless Princess

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Notas del capitulo:

Dentro de unas horas, probablemente en la noche (soy de México) subire el otro capitulo y les dare dos avisos muy importantes. 

"El primer amor durara toda la vida aunque sea solo en recuerdos"


Narrador Omnisciente.


Nagisa despertó y se alegró al no ver la presencia de Asano. Normalmente a esa hora su esposo ya se encontraba furioso para que le hicieran él desayuno. Pero al no estar presente solo se podía respirar una tranquilidad inmensa en toda la casa.


Se levanto con dificultad y trató de caminar hacia el buró de la recamara. Le dolía caminar, pero tenía que hacer lo para acostumbrar su cuerpo. Al menos eso era lo que le había dicho Sugino.


Es preferible que camines la mayor parte del tiempo a quedarte acostado, si quieres hazlo cuando Asano no este en casa para que no tengas problemas.


La silla de recuerdas era necesaria en un cuarenta por ciento para recuperarse, pero el entrenamiento físico era indispensable para que sus piernas ya no se tambalearan y aguantaran el peso de su cuerpo.


En el espejo del buró resaltaba una hoja pegada, Nagisa la despego con cuidado para no romperla y leyó, al parecer era una nota Asano para el.


"Compre dos sillas de ruedas, una esta en la planta alta y la otra en la baja, solo tendras que caminar para bajar o subir las escaleras


-Asano"


Nagisa suspiró un poco confundido, ¿Acaso Asano estaba realmente preocupado por su estado? Negó, el mismo lo había dicho el día anterior; Solo quería que se recuperará para tener sexo.


Su estómago comenzó a gruñir, no había comido nada unas horas antes de salir del hospital y al parecer ya comenzaba hacerle efecto la falta de alimento.


Salió de su recámara y camino hacia las escaleras, la silla que Asano le había comprado se encontraba justamente al terminar de bajar para la planta baja.


De nueva cuenta suspiró.


Se agarró del barandal  para evitar un accidente y comenzó a bajar. Dolía más que caminar en una superficie plana.


Se detuvo en la mitad del camino y miro las fotos pegadas en la pared. Fotos de Asano y el; en algunas se veían abrazado y en otras simplemente tomados de la mano, en aquellos tiempos eran felices.


Nagisa se preguntó sobre los sentimientos de su esposo.


¿Realmente lo amaba? Es decir, cuando amas a alguien no puedes lastimarlo, simplemente tu corazón no te deja.


Pero Asano no había hecho más que lastimarle.


¿Por qué se casó Asano con el? Sobretodo si sabía que estaba enamorado de Karma, ¿Con qué fin decidió casarse con el?


¿Lo hizo para darle ese tipo de vida? Una en donde le es infiel, le viola, le agrede. Nagisa nunca entenderá el porque de las razones de su esposo.


Termino de bajar y se sentó en la silla, quería descansar un poco, porque aunque no se notará del todo, si le cansaba caminar.


Movió la silla para entrar a la cocina. Tomó una manzana y del refrigerador la leche. Se sirvió un poco en un vaso y camino hacia la sala, vería algo de tele en lo que comía lo que él llamaba "desayuno"


Pero al momento de pasar por el comedor, recordó la forma en la que Asano lo tomó aquel fatídico día. No le gustaba la vida que tenía.


Entonces ¿Por qué no lo dejaba?


La pregunta que muchas personas le había hecho y que hasta el mismo se había formulado desde la primera vez que Asano lo tomo a la fuerza.


Su familia, no quería que su familia quedará en la calle. Tal vez su madre no era del todo cariñosa con el y casi nunca mostró interés en su persona, pero aún así no podía hacerla sufrir. Ni que decir que su padre, el sí que había hecho muchas cosas para ayudarlo.


No podía pagarle dejándolo en la calle.


Ahora la segunda preguntó que se empezó a formular tras unos cuantos meses de abusos por parte de su esposo.


¿Suicidarse?


No parecía una mala idea después de todo, unos cuantos cortes verticales en sus muñecas y el agua de la tina completamente llena bastarían para que su vida se fuera a un lugar mejor.


Pero en el momento que se encontraba apuntó de realizar su cometido. Algo lo detenía.


Los recuerdo con Karma, Nakamura o su padre. No quería irse y dejar solo a su padre con la histérica de su madre y parte el siempre creyó que Karma regresaría a su lado.


Y quería estar vivo para cuando eso sucediera.


Unas cuantas lagrimas cayeron de sus ojos. Solo quería que su vida tuviera otro camino.


Un ruido en la puerta le saco de sus pensamientos, segundos después volvieron a tocar.


Movió su silla para ir a la puerta. No tenía ni idea de quién podría ser, Asano siempre se llevaba sus llaves. Kayano e Isogai siempre le avisaban en el trabajo cuando lo visitarían.


¿Entonces quién era?


Abrió la puerta sorprendiéndose de quién estaba detrás de ella. No era posible que Nakamura supiera su dirección o que en su momento se encontraba en es hospital. Nuevamente la rubia volvía a sorprenderle.


—Nakamura...


—Hola Nagisa... ¿Puedo pasar?


El menor sintió y movió su silla para atrás dándole paso a su invitada.


—Puedes sentarte si quieres —Dijo señalándole la sala.


—Gracias


Ella obedeció y tomó se asiento recorriendo con la mirada la casa de su amigo.


—Tienes una casa muy linda.


—Gracias.


Respondió Nagisa mientras se dirigía a la sala, con un poco de ayuda de Nakamura tomó asiento a su lado.


—¿Como sigues con tus heridas? ¿No te incomoda la silla de ruedas?


—Mis heridas pues aún no sanan del todo, los moretones todavia se ven, todavia tengo el bendaje en la cabeza —señaló su frente—. La verdad no me molesta mucho y solo la utilizaré hoy y mañana.


—Me alegro, después de todo solo es poco tiempo y de ahí podrás caminar de manera normal.


El menor asintió.


—Sabes Nagi, aveces creo que estás en esa situación por mi culpa, probablemente sí yo jamás me hubiera apartado de tu lado no tendrías que haber pasado por esto tú solo —Nakamura bajó la mirada—. En serio perdón.


—No te preocupes Nakamura.


—De seguro me odias.


El negó y la tomó de la barbilla.


—Yo no odio a nadie Nakamura —La rubia lo miró—. Por mas daño que me hagan no los odio, no te odio ni a Karma no a ti, ni siquiera a Asano.


—Na...


—Te perdono, pero hay que dejar las cosas en el pasado, lo hecho, hecho esta.


—Nagisa


Lo abrazó y empezó a llorar en su hombro. Nagisa acariciaba su espalda.


—Tranquila, todo estara bien.


La rubia se tranquilizó minutos después y comenzó a contarle sobre lo del mensaje y la investigación que se había iniciado.


—Esto es lo que tengo hasta ahora.


Saco de su bolso un folder con imágenes y hojas con datos.


—¿Solo tu investigas esto Nakamura?


—Y Karma —Murmuró algo molesta.


—¿Ocurre algo?


—Estamos peleados.


—Ustedes dos son inseparables ¿Por qué se enojarían?


—Es un idiota inmaduro, solo se molesto por qué hable mal de su querida esposa.


Esposa. Aquella palabra causó un pequeño pesar en su pecho.


—¿Solo por eso? —Preguntó.


—Bueno verás Nagisa. Estábamos tratando de descubrir quién podía haber sido quien mandara el mensaje. A mi parecer era alguien que sabía de su relación y de lo que habían vivido juntos.


Nagisa asintió.


—Pero el idiota de Karma no cree lo mismo que yo, el piensa que posiblemente fue un desconocido que encontró tu teléfono, leyó sus menajes y después les jugó una broma del mal gusto ¿Tú qué piensas?


—Yo no puedo saber bien, primero necesito saber que decía ese mensaje exactamente para poder ver qué opción es la más conveniente.


La rubia asintió.


—Karma tiene el mensaje en su teléfono, creo que después de todo es bueno que lo haya conservado.


Nagisa asintió.


—Bueno regresando a la historia de porque Karma es un gran idiota —Dijo apretando sus puños—. Yo le dije que veía como sospechosa a Okuda, el se enojo, me gritó unas cuantas cosas, yo le dije otras cuantas y pues nos peleamos.


—¿Por qué ves como sospechosa a su esposa?


—Es que es muy curioso todo esto, ella llegó a Australia justamente un día después de que ese mensaje llegara, se fue a vivir con él y hasta se cambio a la misma escuela. Por otro lado, los dos se habían peleado cuando karma y tu iniciaron su relación de pareja pero justamente se reconciliaron días antes de aquel mensaje.


Nagisa se quedó callado. Lo que decía su amiga no era algo tonto, realmente tenía coherencia.


El recordaba muy poco de Okuda, Karma le llego a contar cosas de ella cuando eran amigos de pequeños y en la adolescencia no la mencionaba mucho. En realidad no sabía nada de aquella chica y solo la vio por única vez el día de la fiesta de su compromiso con Karma.


Pero si Karma la defendía tenía que ser por alguna razón. El la conocía mejor que nadie o es que acaso... ¿Sentiría algo más que una amistad?


¿Los dos se amarían mutuamente?


—¿Qué relación tienen ellos nakamura? —Bajó  la mirada con temor a la repuesta—. ¿Se aman?


—El la quiere mucho no lo negare, la protege de todo, la cuida, le compra cosas —Entonces si la amaba pensaba el menor—. Pero estoy segura de que no la ama.


Las manos de Nakamura tomaron la suyas.


—Veras Karma es un idiota, testarudo y orgulloso. Pero por más que trate de ocultarlo él sigue enamorado de un chico de cabellos azules y sin pensarlo dos veces daría su vida para protegerlo.


Nagisa sonrió y sus mejillas se coloraron. Le llenaba de alegría el corazón saber que Karma aún lo tuviera en su corazón. Al menos eso era lo que decía su amiga y el quería creer.


—Nagisa ¿Tú aún lo amas?


—Nunca he dejado de hacerlo.


Fin del capítulo dieciséis.

Notas finales:

Gracias por su apoyo. 


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