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Desde que regresaste por Nameless Princess

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Notas del capitulo:

Ahora sí las dos noticias más importantes.

1. Apartir de la próxima semana solo actualizaré martes y viernes, porque ya entro a clases y no tendré el mismo tiempo. 

2. Mañana subo la historia a Wattpad. Para lo que quieran seguirla desde ahí. 

"¿No te da miedo pensar cómo de diferente hubiera sido tu vida si te hubieses desviado un milímetro del camino? A mí sí"

 

Narrador Omnisciente.


—Ten, te compre esto.

Dijo Nakamura sacando se su bolso una pequeña caja blanca entregándosela a su amigo.

—Creo que te será de mucha ayuda.

Abrió la caja con entusiasmo.

—¿Un celular?

Preguntó algo confundido. ¿Dónde mantendrá aquel aparato para que Asano no lo encontrarse?

—Para que estés en contacto con la gente que se preocupa por ti. Tiene el numero de tus amigos del trabajo –Kayano e Isogai– También tiene mi numero, el de Karma y por último el de tu padre.

—¿Mi...padre?

Nagisa miró con nostalgia el teléfono. Ya tenía un largo tiempo que no sabía nada de su padre y ciertamente lo extrañaba mucho.

 

—No creo que sea norma que un padre y un hijo no hayan tenido comunicación por mas de un año. El esta preocupado por ti, extraña la sonrisa de su hijo.


—Gracias Nakamura.

Cuando se encontrará solo y con tiempo libre. Se armaría de valor y llamaría a su padre.

 

Cuando Asano comenzó a comportarse como un patán. Le prohibió muchas cosas; Salir de la casa sin permiso, invitar gente a la casa sin permiso, ya no podía usar el teléfono no comunicarse con nadie.

 

Eso lo alejó de su padre.

 

Le alegraba saber que su padre estaba preocupado por el. Sabía que con su madre pasaba lo contrario, ella seguramente no tenía ni una pizca de intereses por su pequeño se.


—Solo ocúltalo de Asano, no quiero ni imaginar lo que te haría si llegará a encontrarlo.

—Tranquila nada puede ser peor, ya todo lo he vivido.

—¿Cómo  has podido seguir adelante? —Le preguntó —. Si a mi me hubiera pasado algo así lo más probable es que me hubiera suicidado.

—Créeme que llegue a plantearme la idea de hacerlo, de suicidarme —Sonrió con tristeza—. Pero tengo una familia y no puedo pensar solo en mi beneficio.

—Eres muy valiente.


—Oh puede que muy cobarde, para atentar contra mi vida.

—Yo no creo eso, fuiste valiente para seguir adelante a pesar de tener un esposos agresivo.

 

Nagisa no respondió.

 

—¿Sabes qué me gustaría?

 

El negó.

 

—Que fueras feliz a lado de la persona que realmente amas y te separarás de Asano.

 

Nagisa sonrió. Una imagen apareció en su mente; Karma y el casados, siendo felices con su propia familia y sobre todo, el esperando a sus hijos en su vientre.

 

Miró a Nakamura ¿Sería bueno contarle su secreto?

 

—Creo que sí sería lindo, Nakamura ¿Te puedo contar algo?

 

Ella asintió rápidamente.

 

—Soy un doncel.

 

Ella dio un grito asustando al menor.

 

—¿Enserio? Eso es maravilloso, puedes guardar vida ahí adentro —Sin pena toco el vientre de su amigo sorprendiéndolo—. Puedes tener hijos...

 

Dijo esto último con algo de tristeza, le hacía feliz que su amigo pudiera dar luz a más vida. Aunque ella por otro lado no había corrido con la misma suerte.

 

Nakamura descubrió a los dieciséis que no podría tener hijos o en su defecto era muy poco probable que eso sucediera. Si ella deseaba tener hijos, tendría que estar bajo cuidados y medicamentos de lo contrario, tanto ella como el bebe podrían salir perjudicados.

 

Su sueño de ser madre no podría cumplirse con facilidad.

 

Soltó una pequeñas lágrimas sin dejar de mirar el vientre de su amigo. Nagisa era tan afortunado al tener ese don.

 

—¿Cómo es posible que aún no has quedado embarazado?

 

Preguntó con curiosidad, después de todo suponía que las vida sexual de su amigo había sido muy activa —Aunque de forma agresiva—.

 

—Asano no lo sabía...

 

—¿Karma lo sa..

 

El negó.

 

—Solo mi padre lo sabía, lo descubrí un día que me desmayé en la escuela y de ahí los dos mantuvimos el secreto. Es por eso que no me sentía listo de ir más haya con Karma cuando éramos pareja, tenía que algo saliera mal y terminará embarazado muy joven

 

Ella asintió.

 

—Pero bueno, jamás se lo comenté a Asano y cuando comenzaron las agresiones sexuales comencé a tomar pastillas, lo menos que quería era traer al mundo a un bebe que viviría el mismo infierno que yo. Pero desde hace no mucho Asano se enteró de que soy doncel.

 

—¿Y ahora que harás?

 

—Pues no puedo hacer mucho, cuando estuve en el hospital me dijeron que mi matriz estaba maltratada por la violación —Bajó la mirada.

 

Nakamura cerró los puños con fuerza, no podía creer que Asano lastimara de esa manera a Nagisa. Ella no permitirá que el menor acabara como ella.

 

Sin poder tener bebes.

 

—Tengo miedo de perder la capacidad de procrear porque yo sí quiero tener hijos, tener una familia con la persona a la que amo—. Le dijo con la voz rota.

 

Nakamura lo abrazo pegándolo a su pecho.

 

—Tranquilo Nagi, no permitiré que Asano te quite otra cosa más.

 

.          .        .


Okuda lo invito a cenar.

Había llegó a su oficina hace una hora, vestida de una forma muy elegante y pintada para la ocasión, sin embargo el no se encontraba bien para participar en aquella ocasión.

Le pidió disculpas a su esposa y se negó ante la salida a cenar. Su cabeza estaba siendo ocupada por dos personas más importantes que ellas; Nakamura y Nagisa.

Le dolía mucho el haberse peleado con su amiga, estaba que le llevaba el diablo por haberle respondido de esa manera.

No tenía que haberlo hecho, ella solo quería ayudarlo.

Karma le debía mucho a Nakamura. Gracias a ella habían arreglado el mal entendido con Nagisa, por qué si ella nunca hubiera tenido la idea de la inocencia del menor. Probablemente el hubiera seguido tratándolo mal.

Suspiró y se dijo a sí mismo que tenía que dejar su maldito orgullo aun lado.

Tomó su teléfono y le mando un mensaje a su amiga. Ya no podía con ese pesar.

Por otro lado se preguntó sobre el estado de Nagisa. Sugino le había dicho que ya había sido dado de alta, pero el tenía miedo de que estando con Asano su salud empeorará.

Necesitaba visitar pronto a su Nagisa.

Por otro lado Nakamura había pasado toda la tarde en la casa de Nagisa, el menor le dijo que no había nada de qué preocuparse después de todo Asano llegaba hasta muy tarde ese día.

Y justamente mientras terminaban de recoger las cosas que usaron para hacer la comida su teléfono sonó.

Un mensaje de estupido Karma.

¿Te parece bien que vayamos a cenar juntos al restaurante donde el ramen te gusta mucho?

Karma.

Suspiró y le mostró el mensaje a Nagisa este sonrió.

—Deberías ir con él y arreglar su situación, ustedes dos son grandes amigos así que deberían darse otra oportunidad.

—Pero ya quede para comer contigo.

—Tranquila otro día puedes venir, ahora ve con Karma.

Ella asintió, tomó el bolso que estaba en la mesa y camino hacia las puerta.

—Sabes conozco otro par que debería darse otra oportunidad.

Dicho eso salió de la casa dejando a un Nagisa con las mejillas coloradas.

Nakamura prendió su auto y se dirigió hacia la empresa de Karma, los dos tenían cosas de las cuales hablar y no esperaría hasta la cena.

Karma dejó caer unos papeles en su escritorio, estaba realmente agotado por el trabajo había tenido todo el día que no noto cuando la puerta fue abierta y una rubia entro a su oficina.

—Parece que tienes mucho trabajo.

—Pues he estado trabajan.....

Asano miró a su amiga.

—Nakamura...

Se levanto de la silla y sin pensarlo dos beses rodeó el cuerpo de su amiga en un abrazo.

—Perdóname por lo que te dije la otra vez, me has ayudado mucho y parece que yo no dejo de cagarla mas.

La rubia sonrió y correspondió el abrazo.

—Esta bien, aunque sabes yo no iba a venir.

Karma soltó el abrazo y la miró.

—Pero cierta personita me dijo que deberíamos darnos otra oportunidad.

Karma sonrió.

—¿Quién te dijo eso?

—Nagisa.

 

Karma se sorprendió.

 

—Hoy lo fui a visitar y pase el día con el, justamente cuando me llegó tu mensaje estaba apunto de comer con Nagisa, pero tuve que cancelarle para venir a cenar contigo.

 

—¿Pero, y Asano?

 

—No estaba en casa.

 

—¿Cómo estaba el?

 

Nakamura sonrió.

 

—Esta en silla de ruedas y sus golpes no se han borrado pero ya puede caminar mejor y parece que Asano no le ha tocado de más.

 

Karma suspiró relajándose sin embargo no estaría muy calmado hasta que no lo viera en persona.

 

—Sabes deberías visitarlo.

 

Del otro lado de la puerta una pequeña chica se había detenido a escuchar lo que hablaban. Ella había tenido la intención de invitar nuevamente a su esposo a cenar para ver si ahora si aceptaba.

 

Pero al ver que alguien conversaba adentro decidió escuchar.

 

Aunque no había oído demasiado, pues literalmente acaba de llegar.

 

—Si tengo ganas de hablar con Nagisa y saber cómo está —Respondió Karma.

 

Okuda se sorprendió por aquellas palabras de su esposo. Pues hasta donde ella había logrado, Karma odiaba a Nagisa.

 

No entendía muy bien que estaba pasando. Pero suponía que tenía que meter las manos en el asunto. Se dio media vuelta y camino hacia la salida.

 

Tenía que llegar a su casa rápidamente.

 

Manejo sin dejar de acelerar hasta que llegó a su hogar, camino hacia su despacho, un lugar al que Karma nunca entraría —O eso creía ella—. Saco una llave de su cartera y abrió un cajón de su escritorio.

 

El celular de Nagisa se encontraba ahí.

 

Pero tenía que pensar muy bien que es lo que haría y si era el momento indicado.

 

Cerró el cajón sin sacar el teléfono.

 

Tenía que esperar.

 

.     .      .

 

Asano llegó a su casa encontrado todo apagado. Nagisa había hecho la comida y había dejado un poco para el.

 

Aquello le hizo sonreír. No sabía si era el miedo que causaba en el menor o simplemente la forma de ser de Nagisa la que hacía cosas como esa; Dejarle en la mesa un plato con estofado y tapado para mantener en calor.

 

Dejó su portafolio aún lado y subió hacia su recámara, se pondría algo de ropa cómoda y después bajaría a comer.

 

Al entrar a su recámara una pequeña respiración inundó sus oídos. La pequeña figura de Nagisa ya hacía acostada en la cama dándole la espalda y durmiendo cómodamente.

 

Se acercó tratando de no hacer mucho ruido y se acostó en la cama quedando a lado de su esposo. Nagisa realmente era alguien hermoso, pero durmiendo se le podía comparar con un ángel.

 

Su cabello largo caía hasta la almohada y su boca se encontraba levemente abierta.

 

Asano acaricio el cabello del menor lenta y cuidadosamente. Aveces pensó que su vida podría haber sido otra si no hubiera enfurecido en su primer aniversario, si no hubiera violado a Nagisa.

 

Pero el coraje cada vez se expandía más por su cuerpo. Amaba a Nagisa y realmente no quería compartirlo con nadie, por ello se enojo demasiado cuando Nagisa le dijo antes de casarse que amaba a Karma.

 

¿Qué tenía Karma que el no?

 

Aquella pregunta siempre le hacía perder la locura y atacar a Nagisa. Desgraciadamente después de un rato caía en cuenta de lo que había hecho.

 

Pero Asano constantemente se repetía algo, casi siempre para evitar sentir remordimientos.

 

Lo hecho, hecho está y el pasado no se puede cambiar.

 

Fin del capítulo diecisiete.

 

Notas finales:

Gracias por su apoyo. 


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