Cap. 4
Los siguientes días fueron muy difíciles, ya que Lucius le había prohibido a Harry volver a acercarse a su familia y estaba haciendo los arreglos para salir del país. Sin embargo, los Malfoy se encontraban ante un nuevo problema. Draco se negaba a comer y lo único que hacía era llorar. A veces llamaba a Harry entre sollozo pero nada mas, se sentaba en la esquina de la habitación negándose a comer o a jugar
Neville más de una vez le pidió a Lucius que buscara a Harry y le permitiera estar junto a su niño
Un día Lucius llegó a la casa y se encontró con que Neville había salido. Fue a jugar con su hijo pero este seguía con la misma actitud
- Vamos Dragón – dijo Lucius – salgamos al jardín. Mamá ya va llegar…
- ¿Dónde está mi hermoso bebé? – dijo Neville entrando con una sonrisa radiante
- Mira quien llego – dijo Lucius sonriendo
- Hola cielo – dijo Neville besándole las mejillas del pequeño rubio – te tengo una sorpresa qué te va encantar. ¿quieres verla? – pero Draco no le contesto – pasa – dijo sonriendo
- Buenas tardes – dijo Harry entrando en la habitación
- Haddy – dijo Draco levantando la vista con la mas radiante de las sonrisas
- ¿Qué hace…? – comenzó Lucius molesti
- Harry es el invitado de nuestro hijo – interrumpió Neville – y como tal será tratado
- Haddy, Haddy – repetía Draco levantando sus brazos hacia él
- ¿Cómo estás? – dijo el pelinegro sentándose a su lado
- Fedish – dijo gateando hasta abrazarse a él
- Draco – dijo Neville – si te traigo tu comida ¿ahora si te la comerás?
- Ti – dijo este mientras cerraba los ojos
- Te extrañe mucho – dijo Harry mientras le besaba el pelo
- Neville – dijo Lucius molesto – ¿Qué significa esto?
- Harry – dijo este – ¿lo cuidarías un momento por favor?
- Claro – dijo este – ¿quieres jugar mientras llega tu comida?
- Ti – dijo Draco sonriendo
- Ahora venimos – dijo Neville –. Cariño, acompáñame
- No creo que sea… – dijo Lucius
- Lucius Malfoy, o me acompañas, o no te permitiré poner un pie ni siquiera en la escalera – dijo Neville saliendo de la sala y a Lucius no le quedo mas alternativa que seguirlo
- Había olvidados que tu mamá puede ser peligroso si aunque no lo parezca – dijo Harry y Draco sonrió – ¿Qué has hecho estos meses?
- Juga ton mi mami – dijo Draco
- ¿Solo jugar? – dijo Harry y Draco asintió riendo cuando Harry hizo un puchero – yo creí que me habías extrañado
Mientras tanto las cosas para Lucius Malfoy no iban precisamente como las había imaginado. Él que había sido educado para ser obedecido, de pronto se encontraba del otro lado y sin la menor posibilidad de revertir las cosas si se tomaba en cuenta la expresión del moreno
- ¿Entendiste todo lo que te acabo de decir, Lucius? – pregunto Neville
- Pero cariño… – dijo Lucius
- Rayos Malfoy – dijo Neville mas molesto aun – ¿Qué tienes en la cabeza que te cuesta tanto entender las cosas
- No me ha… - intento protesto Lucius
- No me interrumpas Lucius – ordeno Neville –. A veces eres peor que Dragón. Escúchame muy bien y métetelo en tu teñida cabeza
- Soy rubio natural y te consta – se defendió Lucius
- Por alguna razón Draquito se ha encariñando con Harry – prosiguió Neville – y muestra pequeños avances con tal de agradar a Harry
- ¿Insinúas que nuestro Dragón quiere conquistar a Potter? – dijo Lucius indignado
- Por supuesto que no – dijo Neville empezando a perder la paciencia – eso lo hizo hace mucho ¿acaso eres ciego o que? Pero no lo recuerda y esta intentando hacerlo de nuevo. Aquí lo importante es que Draco esta dispuesto a crecer, a madurar, a volver a ser él mismo con tal de volver a estar con Harry
- Pero que pasara si Potter ya no lo quiere de las misma manera – dijo Malfoy
- A ver Lucius ¿Por qué crees que Harry esta en este momento en nuestra sala? – dijo Neville
- ¿Por qué quiere recibir un par de imperdonables? – dijo Lucius
- Las imperdonables las recibirás tú si no dejas que ellos se entiendan ¿te queda claro? – sentencio Neville y salió rumbo a la sala. Lucius Malfoy, la mano derecha del Señor Oscuro, entendió en ese momento que su actual pareja podía llegar a ser más terrífico que el propio Voldemort
Se volvió común ver a Harry tirando en la alfombra jugando con el rubio rodeado de un mar de juguetes, o verlo como le ayudaba a intentar caminar, como a vece ambos terminaban bañados en comida cuando el pelinegro se ofrecía a alimentarlo él.
Sin embargo había un tema que le inquietaba a Neville, y aunque el resultado lo llevase a perder lo que más amaba, se sentía en la obligación de resolverlo personalmente
- ¿Estas seguro de esto? – le pregunto Harry. Tal vez hubiese sido mucho mejor no haber dicho nunca nada
- No – dijo Neville –, pero no puedo seguir así.
- Debiste hablar primero con Lucius – dijo Harry
- No – dijo Neville – nunca me hubiera hacer esto y yo necesito que lo sepa por mi
- ¿Y si no lo entiende? – dijo Harry preocupado
- Costará pero lo hará. Ambos somos madre – dijo Neville con una sonrisa dulce en el rostro – al final del día tenemos la misma prioridad
- Cualquier cosa… – dijo Harry
- Gracias – dijo respirando hondo, giro el pomo de la puerta y entro dispuesto hacer lo mejor por las personas que amaba
- Creí que no iba venir señor Longbottom – dijo la voz
- Hace mucho nadie me llamaba así – dijo Neville – ahora me llaman…
- La verdadera señora Malfoy soy yo – dijo Narcisa desde el cuadro –, y la única madre de Draco
- Lo se – dijo Neville con un nudo en la garganta – pero es el titulo que tanto Lucius como Draco han insistido que use los últimos dos años de mi vida
- Usurpado, diría yo – dijo Narcisa
- No los culpe por favor – dijo Neville con un hilo de voz – la extrañan demasiado
- Claro y por eso dejaron que cualquiera tomase mi lugar – reprocho Narcisa y Neville sintió esas palabras se clavaban en él igual que cuchillos
- Si estoy aquí no es por gusto – dijo Neville – sino por amor. Lucius y Draco son lo más importante en mi vida. Ellos son mí…
- No se ocurra decir familia – siseo Narcisa y por un momento Neville creyó que lo mataría allí mismo, a pesar de que ello fuese imposible – tú no eres nada allí. ¡Ese es mi titulo, mi lugar!
- La necesitan – dijo Neville – permita que lleve el cuadro a la Mansión Malfoy para que este junto a ellos
- ¿Y tú? – dijo Narcisa – ¿acaso te iras?
- Yo… – dijo Neville
- No lo hará – dijo Lucius entrando algo agitado, al parecer había corrido un tramo
- ¡Lucius! – dijo Neville volcando a verlo sorprendido
- No se ira. Draco y yo lo necesitamos – dijo abrazándolo posesivamente al chico
- Sal de aquí – dijo Neville separándose un poco – esto es algo que debo hacer solo
- Te ame Narcisa – dijo Lucius –, Merlín es testigo que aun lo hago. No hay noche que no susurre tu nombre deseando que todo sea un sueño y despertar… pero mi realidad es otra. Traicione tu recuerdo, si. Me deje arrastrar por las circunstancia y cuando volví en mi… Pero no permitiré que Neville pague aquello
- ¿Lo prefieres a él antes que a mí? – pregunto Narcisa sorprendida
- No se trata de elegir entre él y tú – dijo Lucius – ¡estas muerta! ¡Muerta! ¡Ya no estas aquí! La vida sigue y me volví a enamorar
- Lo quiero lejos de mi hijo – exigió Narcisa
- Él… – dijo Lucius
- Me iré de la casa y de sus vidas, pero antes arreglare un par de cosas – dijo Neville y tomo el cuadro
- Déjame en mi lugar – grito furiosa Narcisa – eres un… ¡Ay! ¡Ten cuidado!
- Neville – decía Lucius corriendo tras el muchacho – espera
- Neville – dijo Harry sorprendido al ver el cuadro bajo el brazo del chico – ¿Qué pasa?
- Muchas gracias por todo, pero la señora Malfoy decidió que volverá a la Mansión Malfoy – dijo Neville
- ¡auxilio! ¡Esto es un secuestro! – gritaba Narcisa desde el cuadro
- Neville – llamaba el rubio detrás de él – espera. Neville – pero este salió del hotel y se apareció en la de los Malfoy
- Llegamos – dijo Neville entrando en la casa
- Mami, mami – dijo Draco feliz y se podría decir que Narcisa contuvo la respiración
- Ahora vuelve mami – dijo Neville con una sonrisa – estoy preparándote una sorpresa
- ¡shopesha! – grito feliz – ¡shopesha!
- Si – dijo Neville – sorpresa. Ahora vengo – y subió de prisa
- ¡Neville! – dijo Lucius
- Cuida a Draquito – dijo este –. Abuela, acompáñame
- Draco – dijo Harry llegando
- Haddy – dijo Draco extendiendo sus brazos hacia el pelinegro
- Cariño – dijo este abrazándolo – tranquilo. Todo esta bien. Tranquilo
- Teno medo – dijo escondiendo su carita en el cuello
Neville entro a la habitación de Draco y coloco el cuadro justo frente a la cuna
- ¿Quién te crees…? – dijo Narcisa furiosa
- Esta es la habitación de Draco en nuestra casa en Francia – dijo Neville y Narcisa miro a su alrededor – y desde ahora donde usted estará – y salió
- Mamá – dijo Draco en cuanto lo vio bajar
- Ven aquí, mi cielo – dijo Neville cargándolo – ¿quieres ver el regalo que te traje, mi príncipe?
- ¡Ti! – dijo Draco - ¡degalo!
- Gracias por cuidarlo – dijo Neville mirando a Harry – pero ahora nos vas a disculpar…
- Claro – dijo Harry – nos vemos luego Dragón – y sonrió
- Tau Haddy – dijo Draco sonriendo
- ¿Te podría visitar luego? – dijo Neville y Harry asintió antes de irse entendiendo la triste realidad de su amigo
- ¿Listo para ver tu regalo? – dijo Neville cargándolo y sentándolo en sus piernas
- Ti – dijo Draco
- Antes vamos a hablar tú y yo – dijo Neville
- Neville – dijo Lucius nervioso – ¿Qué vas a hacer?
- Dragón – dijo este – tú sabes que te amo ¿no? – y Draco asintió – eres lo que mas importante en mi vida. Y aunque no naciste de mi barriguita, siempre serás mi bebé – sus lágrimas caen
- ¿Po te lloras? – dijo Draco haciendo un puchero
- Porque… - dijo Neville
- Mi amor – suplico Lucius – n o hagas nada que…
- Porque la abuela y yo debemos viajar – dijo Neville – y papá y tú no nos pueden acompañar
- ¿po te? – dijo Draco haciendo un puchero – yo quedo i. Devame
- No puedo, mi cielo – dijo Neville mientras sus lágrimas caían
- ¿Da ño me quedech? – dijo Draco
- Daria mi vida por ti – dijo Neville besándole el pelo – pero necesito… la abuela y yo necesitamos viajar.
- Ño quedo – dijo Draco – ño quedo
- Pero escúchame – dijo Neville sonriendo – no todo es malo. Hay alguien que tú quieres mucho, mucho, mucho que te va cuidar por mi ese tiempo
- ¿quen? – dijo Draco con los ojos rojos
- Ella – dijo Neville señalando un cuadro detrás suyo
- Hola cariño – dijo la mujer con los ojos llorosos
- ¿Mama Nantita? – dijo Draco sorprendido
- Mi cielo – dijo llorando con una dulce sonrisa en los labios
- Ven Draquito – dijo sentándolo en su cuna – cuéntale a mamá Narcisa todo lo que has hecho este tiempo
- ¿odo? – dijo Draco sorprendido
- Todo – dijo Neville – y después ella te cantara para dormir
- Ti – dijo Draco
- Te amo – dijo Neville besándole el cabello y saliendo lo mas rápido posible del lugar
- Neville – dijo Lucius abrazándolo – no lo hagas por favor. No nos dejes
- Te amo – dijo Neville uniendo su frente a la del rubio – cuídalo por favor. Tenle mucha paciencia. Has las paces con Narcisa y deja que Harry los visite
- Ya no la amo – susurro Lucius
- Mentiroso – respondió Neville con una sonrisa y en el mismo tono
- Esta muerta – dijo Lucius
- Te amo – dijo Neville antes de darle un beso cargado de amor e irse sin mirar atrás. Mientras Lucius se debatía entre que seria lo mejor par su hijo
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