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Memorias de Christopher y de como conoció a Eric Sammet por AyameKiryu

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Notas del capitulo:

Por favor dejen reviwes eso me ayudará a saber si les gusta la historia :( que frustrante

A la mañana siguiente cuando me desperté lo primero que hice fue meterme al baño para ducharme, mientras lo hacia tenia la puerta abierta, una de las chicas de limpieza entró a la habitación.

-Joven Christopher, dejare un cambio de ropa en la cama junto a sus medicinas.

-¡Gracias!-cuando salí seque por completo mi cuerpo, me dio rabia mirar al espejo, tenía los dedos del desgraciado de anoche marcados en mi cuello, el golpe de mi boca me dolía bastante, estaba hinchado y se me habían formado distintos moretones en mi cuerpo y cara, ¿acaso nunca podía estar bien?, suspire, salí del baño y me cure las heridas, tome la medicina y me vestí, Eric me había escogido una playera deportiva algo grande para mi y pantalones deportivos joggers, tenis negros, estaba bastante cómodo con todo y dolor.

Baje a la cocina y revise el refrigerador, no había nada, obvio, el no comía, solo había bebidas para los que trabajaban ahí.

-Le trajeron esto joven, en la nevera no encontrara comida-una de las chicas me sonrió, en la mesa había un desayuno completo empacado en desechables.

-Gracias-había una notita "alimentate bien"-luego de desayunar regresé a la habitación, me la pase todo el dia acostado y mirando televisión, estaba aburrido pero pues no podría hacer gran cosa.

Dure tres días siguiendo las indicaciones del doctor, solo había regresado a mi casa por droga, pero me la había pasado todo el tiempo en casa de Eric, a el no lo había visto, el contador paso en una tarde y dijo que Eric estaba fuera, pero bueno, estaba tragando bien y había recorrido la casa de extremo a extremo, ah tambien encontré en su armario una billetera repleta, aproveche y le saque un par de euros.

Para el cuarto dia regrese a mi casa, ya estaba demasiado aburrido,  me había terminado la droga que me lleve, y tranquilos, estaba controlando muy bien mi consumo, sólo era para no sentir ansiedad, además ya me sentía un poquito mejor y claro me lleve la medicina conmigo.

En el camino a casa me encontré con Serik al pasar por su calle, estaba con sus amigos, en cuanto me vio se acercó a mi.

-¡Hey Chris!, ¿donde te habías metido?

-Ah, hola

-¿Sigues con el vampiro?

-Supongo, lo siento, te había dicho que debo hacer lo que él me pide

-Lo sé...pero, ¿entonces ahora si lo dejaste amor?-se refería a la prostitución, se agacho a mi altura y me dio un beso en los labios, olía a marihuana.

-No, sigo igual, por eso no te había buscado, estuve en su casa, debo darle prioridad...gracias por seguir ayudándome-me sonrío

-Habrá una fiesta esta noche bebé

-No puedo

-Deja que termine, es de un cliente mio-Serik tenia pegue con riquillos, tenía ya reputacion y algunos ya los tenía bien amarrados osea que eran frecuentes he ahí el porque me conseguía a mi clientes seguros rápido-van a pagar muy bien, tendrás dinero quizás para dos semanas completas

-Estoy lastimado-me besó de nuevo, estaba medio drogado-además vas con tus clientes, me refiero a los que buscan sexo normal no con un niño ¿o si?

-Ya estas grandecito Chris, le hable a un cliente de ti y le gustaría que estuvieras presente, será solo esta noche, son 7 sujetos y 5 de nosotro.

-Te digo que estoy herido

-Mmgh vale, pero esta era tu primer cortesía-me dio una bolsita con pastillas, era GHB-ellos no son tan rudos, conozco a 3, cuidaran de nosotros-me beso otra vez y acaricio mi cadera, yo seguía viendo la bolsita.

-¿La has probado?

-¿Si...ellos son bdsm?

-Claro que no mi amor-soltó una carcajada-serán amables, pagaran y luego podrás tratarte las heridas, es solo una noche, además ya no estas tan chiquito, puede ser una buena oportunidad para que ya vayas haciendo más clientes frecuentes, no siempre te podré ayudar...entonces, ¿vendrás?

-Vale, pero damelas ya-le arrebate la bolsita, el río.

-¿Quieres venir a mi casa para ir calentando chiquito?-me agarró el borde de los pantalones y los bajó poquito, lo detuve y los regrese a su lugar.

-No, espera a la noche o a que esta madre me pegue, no te miento cuando digo que me duele

-¿El vampiro abusa de ti amor?

-No fue el….solo olvidalo, donde te veo

-Aquí antes de las 9, nos vamos juntos.

-Vale

Use el dinero de Eric para comer bien, después de todo había conseguido droga gratis, me dormí un rato para poder aguantar, luego comencé a arreglarme para esos hombres, lo primero que hice fue cubrirme las heridas más visibles con un poco de maquillaje barato, logre disimular los moretones y las horribles marcas en mi cuello, luego me vestí, me puse unos pantalones rasgados de la parte frontal, botas blancas y una camiseta de redecilla fina, un collar de esos que parecían de perro, un par de pulseras y un abrigo grueso, hacía frío afuera, el dolor de culo se me olvido cuando probé la droga, me fui a reunir con Serik a la hora acordada.

-Te ves precioso-silvo

-¿Parezco mayor?-reí a carcajadas, la pastilla me había pegado duro, me colgué de su cuello y lo bese.

-Pareces mayor, te ves perfecto-me tomo de la mano y fuimos al lugar de era horrible reunión, ambos riendo y corriendo como idiotas, él tampoco iba en sus 5 sentidos, fuimos a una maldita bodega sin saber que íbamos a la cueva del diablo, Eric me dijo que era inteligente y que las drogas me estaban destruyendo, pues en esa ocasión las drogas me lastimaron muchísimo, en esa ocasión estuve a punto de morir por su culpa, si, entre ellas y esos hombres me lastimaron tanto.

Entramos a la fiesta, como dijo Seric había 7 hombres mayores y un par de nosotros más, Seek me presentó a su cliente he hizo que me sentara en sus piernas, me mostré lo más coqueto que pude, me ofreció de su bebida y yo acepte gustoso, el sonrío.

-Valla que eres lindo-no perdió el tiempo, nadie de ahí lo hizo, de inmediato comenzó a acariciar mi cuerpo y a besarme, jalo de la mano a Seik e hizo que se nos uniera, el tipo no era desagradable y mi vista nublada apoyaba esa idea-y al parecer eres un chico bueno-Serik me beso y luego a él-¿quieres caramelos cariño?, asentí bobamente, no había visto esa pastilla en mi vida, pero me valió madres, la quería.

-Abre la boca, con esto nos vamos a divertir mucho mi corazón-me dio de beber directo de su boca para poder tragar la pastilla que colocó previamente sobre mi lengua, de la misma manera le dio otra a Serik, luego de eso, solo tengo vagos recuerdos, como flashazos de lo que ocurrió el resto de la noche, sexo, alcohol, cocaína, risas estúpidas, música estridente, más de 10 manos sobre mi cuerpo, Serik y otros chicos basándome, acariciandome, otra vez sangre...luego ¡no lo se!, todo se salió de control, tuve dificultad al respirar, ansiedad y dolor, mucho dolor, creí que mi cabeza iba a explotar, me sacaron de esa horrible bodega y me fueron a botar a un callejón desnudo, y totalmente perdido, mi cabeza daba vueltas y yo ya no era yo.



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Christopher estaba demasiado drogado como para recordar lo que pasó después de que terminara la "fiesta", afortunadamente el chico había comido antes de ir al encuentro, el exceso de alcohol lo hizo vomitar en algún punto de la fiesta, eran las 3am cuando todo se les salió de las manos a los 7 hombres que había contratado a los chicos.

Serik no pudo recobrar el conocimiento, tuvo una insuficiencia cardíaca y murió en el acto por la sobredosis, junto con otro chico de la misma edad, el resto, al tener que abandonar la bodega donde se llevó a cabo la reunión, deciden repartir a los prostitutos en callejones sabiendo que lo más probable es que ninguno pase la noche; la droga que a ingerido Chris es un poderoso afrodisíaco prohibido y demasiado peligroso para ser comercializado abiertamente "Black Stone", en cualquiera de sus dosis puede arrastrarte a tu muerte y si Chris ha logrado sobrevivir en ese momento ha sido gracias a que posiblemente su cuerpo ha eliminado parte de la droga expulsandolo junto con sus jugos gástricos aunque para ese momento su final era incierto, un par de horas más solo y el moriria… quizás sobrevivió por puro capricho del destino.



Cerca del callejón donde se encontraba el niño vivía una mujer que a esa hora, 3am, regresaba de trabajar, la mujer joven lleva por nombre Jade, era la una de las bailarinas que trabajan para el señor Sammet, por lo regular camina sobre las avenidas principales, sin embargo esa noche decidió tomar un atrajo y que la calle principal estaba obstruida por un accidente y tardaría más en rodear que atravesar por ese mismo callejón, si, quizás era un poco más peligroso pero una noche no ocurriría nada, ¡no!, claro que ocurriría, esa desviación de ruta hizo que Jade viera al pequeño cuerpo desnudo del chiquillo tirado en el suelo, primero pensó  "pobre chico" después atraída por la curiosidad dio un segundo vistazo y entonces reconoció la rubia cabellera y los ojitos azules del niño quién está respirando con mucha dificultad, tiritando de frío y balbuceando una sarta de incoherencias.

-Mierda-dice para ella misma y de inmediato el nerviosismo se apodera de ella; de inmediato toma su celular y llama a un número que creyó jamás tener que ocupar pero que todos tenían por si acaso, era uno de los teléfonos de Eric Sammet, ella ruega al cielo que conteste y….contesta.

-¿Bueno?

-¡Señor Sammet!

-Estoy ocupado muñeca, ¿que necesitas?

-¡Perdon!, pero si no llega ahora mismo, el niño…¡Chris! Él estará muerto pronto, estoy en el callejón una calle atrás de la avenida principal junto a la única florería que está en el lado norte-Eric colgo el telefono, Jade por fin se acerca al helado cuerpo del chiquillo.

-Chris, Chris, mi amor no te duermas-sentó al chico y lo movió despacio intentando que este reaccionara, su mirada estaba totalmente perdida en la nada, había sangre entre sus piernas y claro, otros fluidos, su cuerpo sufría de violentos temblores por la baja temperatura y por la reacción de la droga, lágrimas gruesas y pausadas bajaban por sus mejillas y con poner las manos en su pecho se podía sentir el desesperado golpeteo de su corazón-Chris, bombón, no te atrevas a morir o ese hombre se pondrá de muy mal humor, ¡mocoso!-intentaba mantenerlo despierto a toda costa.

En cuestión de minutos, el enorme vampiro apareció como una rafaga de viento, levanto en silencio el cuerpo del pequeño rubio, quien de inmediato comenzó a convulsionar, Jade entonces pudo ver una cara que el vampiro no había mostrado a nadie más, la preocupación en el era notoria, y el miedo.

-Gracias Jade-dijo para después perderse en la noche de inmediato y llevarse al pobre chico con el único medico que podia evitar que muriese.




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Cuando desperté me sentía peor que nunca, estaba en una habitación blanca como de una clínica, me dolía cada minúscula parte del cuerpo, especialmente el estómago y la garganta, me habían canalizado, me dolia tambien a horrores la cabeza, sentía como si los ojos me fueran a estallar y no pude mantenerlos abiertos más de un par de segundos.

-Hasta que despiertas mocoso, ¿como te sientes?

-Era ese doctor asiático de antes, Atsushi.

-¿Do...estoy?-no pude formular bien mi pregunta, las palabras se revolvían en mi mente y en mi habla

-Estamos en mi clínica-soltó una carcajada-lo que le vas a costar a ese monstruo-intente parpadear-no tengo ni la menor idea de cómo es que sigues vivo.

Empecé a escucharlo lejos, mire la palma de mis manos, mi estado físico era indescriptible, me sentía muy mareado y confundido, sentía mi cabeza adolorida pero dispersa, como si estuviera en las nubes, no recordaba en ese momento mi propio rostro, ni mi nombre ni nada, ni siquiera sentía realmente que estuviera en mi cuerpo, jamas me habia pasado tanto en mi vida.

Después de unos minutos intente hablar de nuevo, Atsushi no se había movido de ahí.

-¿Qué….pasó?-pregunté despacio para poder ser coherente, al intentar incorporarme di una arcada pero no vomite.

-Nada saldra de ahi adentro Chris, te hice un lavado de estómago, tuviste una sobredosis, llevas 48 horas inconsciente, en serio creí que te moririas.

-¡Mi amigo!

-¿Que?-me sujete la cabeza, me empezo a doler con más fuerza.

-Yo estaba….estaba con un chico….

-Si ingirio lo mismo que tu a estas alturas ya debe estar muerto, tú deberías estarlo, cubrí mi cara y comencé a llorar, una pena terrible estrujó mi corazón, ¿Serik había muerto en serio?

-¿Eric?

-Molestó, ha estado gritando como energúmeno los últimos 2 días, dijo que si lograba salvarse era solo para que él pudiera acabar el trabajo en cuanto despertaras-mi llanto aumento.

-Ya, ya, deja de llorar-me quito la sabana de enzima-abre las piernas, estuvimos ocupados monitoreando que no te murieras asi que no he podido revisar el resto de tu cuerpo, una enfermera te limpio, estabas realmente asqueroso, ¿mira que es esto?, tenías un par de rasguños ahora es un desgarre, ¿que te hicieron?...¿con cuántos estuviste?

-No lo se-comenzó a explorar mi cavidad con cuidado aunque me dolía bastante

-Deja de llorar que tu te lo has buscado, maldita zorra facil, te dije que estuvieras quieto un par de días e hiciste todo lo contrario-asentí y me limpie la cara, guarde silencio y deje que curara mis heridas, luego una enfermera entró para asearme, mi cabello y cuerpo estaban asquerosos, solo se habían encargado de las zonas que podrían infectarse hasta ahora, luego hizo que intentara comer, se lo devolví todo en el suelo, me disculpe y luego intente dormir toda la tarde, me sentía realmente mal, quería ver a Eric aunque estuviera molesto, "¿porque eres tan idiota?" me pregunté varias veces, pense tambien en huir y arrojarme a los autos de la avenida, pero me estuvieron vigilando todo el rato, no sabia que hacer, mi cuerpo aun estaba intoxicado y me sentía ansioso y desesperado, era como una pesadilla.

En cuanto oscureció Eric apareció.

-¿Puedo pasar?-le pregunto a Atsushi quien de nuevo me estaba curando.

-Adelante, pero no enciendas tu cigarro aquí adentro-asintió, se levantó y salió de la habitación, mis músculos se tensaron al verlo acercarse y una vez más comencé a llorar.

-No comiences a llorar-Eric estaba furioso, era fácil saberlo, el tono de voz, el color oscuro en sus ojos y esa horrible expresión seria-¡si necesitábas más dinero pudiste pedirmelo!-se acercó y me dio una bofetada con fuerza-no sabes las ganas que tengo ahora mismo de destrozar tu cuerpo hasta que no quede nada-me abrace a mi mismo y cerré los ojos

-Hazlo entonces-susurré con la voz quebrada.

-Estuviste 48 horas inconsciente, vomitaste hasta que casi se salieron tus entrañas, estabas realmente asqueroso.

-No recuerdo nada Eric-me agarro con rabia del borde de mi batita y me levantó con furia, sentí como si me hubieran aplastado los huesos.

-Te dieron una puta indicación, ¡una!, e hiciste todo lo contrario, odio que pasen de mi palabra, soltó mi cuerpo haciendo que cayera sobre la camilla otra vez, de nuevo sentí muchísimo dolor, me hice bolita y pedí perdón.

-Lo siento, lo siento

-¡Tu puto lo siento me lo paso por los huevos!, ¡casi te mueres!, ¡maldita puta barata!, ni siquiera se porque me desgasto trayéndote aquí.

-Yo no te pedí que me salvarás-me estaban doliendo mucho sus palabras, de nuevo me jalo de la bata y recibir otra bofetada-si tanto te molesto entonces déjame morir-me sobe el golpe, no quería más insultos ya me sentia demasiado mal por mi mismo.

-Te me vas a la verga Eric Sammet-entró Atsushi de nuevo a la habitación y se interpuso entre nosotros-estas incomodando al resto de mis pacientes con tus gritos y si me trajiste a este niño para que lo salvara ahora no me vengas con estas mamadas, Eric lo retó con la mirada, Atsushi no retrocedió ni un paso y se la sostuvo con la misma intensidad-largo de mi clínica.

-Tch…-se giró y se fue

-Recuestate Chris-negue, tenía el rostro enterrado en mis rodillas-¿tanto le quieres?-asentí

-Entonces deberías estar feliz

-¿Porque?

-Eric nunca hace algo a cambio de nada.

-Soy su juguete, le doy sexo.

-Ese cabron tiene fila de pretendientes, ¿tu crees que enserio esta con un niño tonto de 13 años por sexo?-se burló-enserio le importas

-¿En serio lo cree?

-Eric y yo no nos llevamos muy bien que se diga, nos tratamos lo mínimo posible y miralo ahora viniendo hasta aquí solo por verte bien, ademas jamas lo habia visto tan alterado por culpa de alguien-no me sentía mejor aunque me lo dijera, yo quería que Eric me quisiera bien, que fuera cariñoso conmigo, pero el estar cerca de el me traia mucho más dolor de lo que ya estaba acostumbrado, me destrozaba de una manera que yo a mi corta edad no alcanzaba a entender bien-lo siento mucho, pero ya sabes que librarte de él no es tu decisión, recuéstate y descansa.

Estuve 4 días más internado en la clínica, por fin pude comer sólidos y no solo el suero conectado a mis venas, me tenían vigilado para que no hiciera nada estúpido y también estuve medicado para controlar la ansiedad por mi desintoxicación forzosa.

Al quinto dia dejo que me marchara, me dio varias indicaciones y medicamento.

-Aun no estas bien y lo sabes Chris, pero me dieron la orden de que te marcharas-asenti-sigue mis indicaciones, y lo de tu culo ya sabes lo que tienes que hacer, ya es decision tuya pero ambos sabemos que te duele como el infierno-asentí.

-Gracias Atsushi-me dio un golpecito en la cabeza y me sonrió.

-No seas igualado, dime doctor-me rei-come bien Chris, necesitas subir mucho de peso.

-Si...lo hare, gracias, adios-sali de la clínica, tenía frío y lo único que traía puesto era la bata de hospital y unos pantalones de pijama quirúrgica que una enfermera encontró.

Regrese a casa a paso lento, me sentía agotado, al llegar a casa me percate que ni siquiera tenía llaves para entrar y mi fuerza era nula como para siquiera romper la ventana, me senté en la escalera de afuera a lamentarme.

-¡Joder!-refunfuñe

-¡Chris!, dios, enserio creí que estabas muerto, mi vecina de enfrente se acercó a mí, se veía realmente sorprendida

-Pues no lo estoy-ni siquiera me molesté en abrir los ojos-lamento quitarte esa alegría.

-No seas cruel, no deseo tu muerte, ¿donde has estado?

-Estuve en una clínica

-Te ves terrible.

-No solo me veo, lo estoy

-¿Lo supiste?, ese chico, Serik, esta muerto, alguien dijo que te vieron con él hace una semana por eso pensé que tu tambien-abri los ojos con sorpresa, lo supuse pero oírlo directo y confirmarlo era doloroso, no pude retener mis lágrimas, era mi amigo despues de todo.

-¿Enserio esta muerto?

-Si, encontraron su cuerpo desnudo en un basurero, fue una sobredosis.

-Si...yo estuve con él-pensé en mi muerte si no me hubiera encontrado Eric-yo pude haber muerto también, el vampiro me salvó la vida.

-Alégrate entonces, estás vivo cielo.

-Debí morir, sería mejor, quizás solo le divierte mantenerme vivo y hacerme infeliz.

-No digas eso...quizás el enserio te quiere-negué

-¿Y tú porqué tanto interés?

-No quiero ver niños muertos, además, mi hijo estará feliz de saber que no moriste, no se que le diste pero parece que se ha encariñado contigo

-Yo no le he dado nada-me seque las lagrimas, ella sonrío

-Lo sé, entonces no tengo motivos para desear que mueras, si fuera lo contrario yo misma te eliminaría-acarició mi pelo.

-¿Puedes ayudarme a romper la ventana?, Eric tiene mis llaves

-Claro-me ayudo a levantarme, no podía caminar bien y mientras agarraba calor me dolia mas el cuerpo.

-¿Que te han hecho niño?-preguntó con pena, sonreí de lado, con tristeza.

-No recuerdo bien...pero es lo mismo que a Serik, me han drogado y violado hasta cansarse, pero quita esa cara, el médico ha dicho que estaré bien, solo tengo que comer bien y curar mis heridas correctamente-me ayudó a recargarme en la pared, luego agarró una piedra y justo cuando iba a romper uno de los vidrios alguien la detuvo, con suavidad bajo la mano de ella y le quitó la piedra.

-No te molestes en entrar Chris, vas a venir conmigo-Era el contador, me sorprendí un poco al verlo-son órdenes de Eric así que no te pongas pesado.

-Nos vemos Chris, con permiso-mi vecina se metió a su casa.

-¿Y a donde me llevara?

-Me pidió que cuidara de ti, te ves muy mal

-Solo quiero descansar, no haré nada malo, ayúdeme a entrar a mi casa y ya, por favor.

-Solo estoy obedeciendo órdenes, ven por favor-mire al suelo, como dijo, no estaba en condiciones de oponerme, me miro con lastima-a penas y puedes ponerte de pie, ¿Que te hicieron niño?-el contador me hacía sentir muy pequeño porque sabía que era un buen hombre, se acerco aun mas a mi y me cargo con cuidado, me dolía cuando me tocaba-vamos a casa ¿si?, Eric está de muy mal humor y no creo que sea buena idea hacerlo enojar más-me recargue en el.

-Vale, no tengo fuerzas para pelear-me subió con cuidado al asiento del copiloto, me recargue contra la puerta, el tomo su lugar de conductor y luego me miró.

-Sabes, jamas vi a Eric tan frustrado por algo

-Si, si ya me lo dijeron, ya se contentaba-odio haberlo conocido-me acurruque en el asiento.

-Vas a estar bien con el Chris, al parecer el quiere rehabilitarte

-Si tuviera fuerza saltaría del auto ahora mismo

-Lo se bien-acaricio mi cabeza con su mano libre

-Chris se que estas asustado y esto es nuevo para ti, pero deja que te trate como a un niño ¿si?-no respondí, mire por la ventana el resto del camino.

Su casa estaba ya en la ciudad en una zona bonita, era masomenos grande y muy bonita.

-Llegamos-abrí la puerta y me baje despacio, me dolían los músculos

-Quiero regresar a mi casa-agache la vista

-No pienso hacer enojar a Eric, anda, ven-camine con cuidado sujetándome del borde del auto-perdoname, olvide que tan herido estas-volvio a levantarme con cuidado, me abrace a su cuello, sentía vértigo-¿Cuanto pesas Chris?-me encogí de hombros.

-No se, como cuarenta y algo

-¿Y mides?

-1.64-hizo una mueca, luego entramos por fin a la casa.

-¡Cariño, ya llegué!

-Bájame-me removí en sus brazos, no quería que su mujer me viera siendo sostenido por el, me bajo casi afuerzas, me mantuve de pie aunque sentía que el mundo se movía.

 

-Que bueno amor-salió de lo que parecía ser la cocina, al verla de frente note el pequeñísimo detalle de que ella estaba embarazada y a punto de parir probablemente, me senti pesimo por haber intentado seducir al contador, intentaba desviar mi mirada de su abultado vientre pero me era imposible, ella se acercó a mi.

-Tu debes ser Chris-sonrió con amabilidad, yo retrocedí dos pasos y solo asenti.

-Ella es mi esposa Julia

-Hola-fije mi vista en el suelo

-No seas tímido

-Yo...yo debo irme a mi casa-no quería estar ahí, era incomodo, ella era muy bonita, no debí acercarme a su esposo, yo era una porquería, me gire y quise echar a correr, las piernas me fallaron, el contador me sostuvo

-Chris cálmate, no empecemos, vamos arriba, Eric me dio ropa para ti, debes tener frío puedes tomar un baño.

-No tengo frío, ¡no quiero estar aquí!...no saben a quién están metiendo a su casa, quiero volver a donde pertenezco- forcejee inútilmente  con el, termine agotado tras unos segundos, me volvió a cargar.

-Chris, calmate, estas lastimado, tienes que recuperarte y necesitas a alguien que cuide de ti.

-Si cariño aquí estarás bien, no debes estar a la defensiva.

-¡Usted no sea amable conmigo!-de nuevo me removí en sus brazos-acaso ¿no sabe quién soy?, soy un prostituto, intente acostarme con su esposo y soy un drogadicto, ¿quiere eso para sus hijos a caso?-ella sonrió de una manera muy apacible, sentí mis ojos llorosos, ella debería sacarme arrastrando de su casa, pero no lo hizo

-Shhh, Walter me habló de ti, se bien quien eres

-Entonces deje que me valla , yo hablare con Eric para que los deje en paz, no quiero estar aquí.

-No cielo, lo siento pero debes quedarte con nosotros-le hizo una seña al contador, el me subió a la parte de arriba, me metió a un cuarto, uno muy bonito, limpio y grande, me bajo en la cama, le di la espalda.

-Chris yo quiero ayudarte independientemente de Eric, yo me ofrecí a cuidarte, Julia está totalmente de acuerdo, ella es una buena mujer-me quedé callado, el suspiro-en cualquier caso, estas atrapado aquí hasta que te recuperes y Eric decida que es lo que pasara contigo después, mira, en esa maleta-no podía ver, le estaba dando la espalda-hay ropa para ti, es de tu talla el la trajo, nosotros nos encargamos del control de tu medicina...en la puerta de ahí hay un baño, si quieres puedes asearte, ¿quieres hacerlo solo o necesitas que te ayude?-negué rápido con la cabeza, no iba a dejar que viera mi cuerpo desnudo-ok, en cuanto esté la comida yo regresare por ti, descansa un poco, si quieres volver a casa tienes que esforzarte por recuperarte, si no tendrás que estarme viendo la cara todos los días-me acarició el cabello y luego se marchó.

tras un rato por fin me levanté, hasta ese sencillo acto me causaba dolor, con cada paso sentia que me faltaba el aire, en mi cabeza sentía una ligereza extrema, me dijo Atsushi que era normal, que tenía que descansar mucho si quería sentirme mejor, bueno, arrastre mi cuerpo hasta el baño, abrí el agua caliente y me metí bajo el chorro de agua, ah, era tan agradable por fin volver a darme una ducha completa y no solo que me limpian con esponjas húmedas, me deje resbalar por la pared hasta quedar sentado en el suelo, lave mi cuerpo cuidadosamente, mis músculos se relajaron bastante con el calor del agua aunque en ciertas partes sentía como escocían las heridas, mi parte baja especialmente dolía pero por lo menos ya no sangraba con el simple roce, cuando termine de bañarme me costo mucho trabajo volver a ponerme de pie, además el contraste de mi cuerpo caliente con el ambiente hacían que mis extremidades se entumecieran.

-¿Estas bien Chris?-el contador fue y toco la puerta-¿necesitas ayuda?-supongo que ya me habia tardado mucho dentro del baño

-Si, ya estoy limpió...sólo que me cuesta un poco moverme, estoy bien-me apresure a salir, envolví mi cuerpo en una toalla y luego me mire en el espejo, ¡lucía fatal! ¿Como alguien de mi edad podía verse como me veía yo?, estaba ojeroso, pálido, mi piel tenia manchitas y numerosos golpes, además como Eric me había dicho, de nuevo estaba en los huesos, mis costillas se marcaban, mis clavículas de una manera exagerada y también los huesos de mi cadera sobresalían de una manera asquerosa, mi cuerpo me daba asco, ¿como pretendía gustarle así a Eric?, por dios.

 

Cuando por fin salí de la habitación el contador ya no estaba ahí, pero en su lugar estaba su esposa, traía consigo mis medicinas incluidas las pomadas y los antisépticos, le desvie la mirada, yo solo llevaba la toalla encima.

-¿Cómo te sientes Chris?

-Estoy bien

-Siéntate, curare tus heridas.

-Puedo hacerlo solo

-A penas y puedes mantenerte de pie-se levanto y tomo mi mano, me atrajo hacia ella y me abrazo, me sentí jodidamente raro, y triste, ella me tenía lástima y yo había sido un hijo de puta sin siquiera conocerla-deja que cuide de ti, no estés asustado por favor-no moví ni un músculo.

-Yo puedo curarme solo-repetí y me aparté de ella cuidadosamente, ella de nuevo me tomó de la mano he hizo que me sentara en la cama.

-No seas necio Chris, no puedes ni moverte, solo dejame ayudarte-comenzó a untarme las cremas sobre los moretones, su tacto dolía pero lo frío de las cremas era agradable, especialmente en mi pecho y mi cuello-¿Tienes padres cielo?-negué, yo no podía ni quería verla a los ojos

-¿Que paso con ellos?

-Ambos están muertos

-¿Familia?

-No, estoy yo sólo-me alzo la cara del mentón y puso pomada en mi labio y alrededor de mi ojo.

-¿Que tanto te hicieron?-su cara tenía una expresión de tristeza.

-En la boca me dieron un puñetazo pero ya esta mejor, lo del ojo no lo recuerdo.

-¿Aquí?-señalo mi pecho

-Me mordieron, quite esa cara, no sienta lástima, le dije que soy prostituto, es normal que a veces me muelan a golpes.

-Lo que te hicieron no fue solo molerte a golpes, me dijeron que te drogaron

-Soy drogadicto, solo que se han pasado de la raya, si no fuera por ese puto bastardo...perdón...por Eric, yo ya estaría muerto.

-Deberías aceptar su ayuda y la nuestra

-Aunque no quiera debo hacerlo pero no quiero porque el solo juega conmigo.

-¿Que ocurrio aqui?-me toco la barriga, sobre la pequeña cicatriz de cuando casi me asesina un camello, ¿lo recuerdan?.

-Me apuñalaron por robar-ella tomo una de las playeras que Eric había llevado para mi, era de una tela suave, como algodón color celeste y amplía, ella me ayudó a ponerla con cuidado, hice una mueca, me dolía levantar los brazos.

-Estas muy delgado-apreté los dientes, estaba harto de ese tema, pero enserio harto, era obvio que me daba cuenta.

-No es mi culpa-acercó sus manos a mi toalla para quitarmela, no se lo permití.

-¡Yo puedo encargarme de esa parte!-me apresure a decir

-Debes ser curado correctamente o tu herida podría infectarse...se que te sientes incomodo, pero si te molesta podría hacerlo Walter-me sonroje por completo, vamos que estaba bien acostumbrado a abrirle las piernas a quien sea y con el médico no tenía ningún problema, pero me causaba un enorme conflicto tener que hacerlo para estas personas, volví a negar en respuesta, ella me empujó con delicadeza para que me acostara, y vamos que mi fuerza era nula, me quito la toalla y comenzó a curarme, sentía que mi cara hervía de vergüenza mientras con mi camiseta intentaba cubrirme siquiera un poco mis partes íntimas; la oí reír, pero no era una risa burlona, mas bien me parecía tierna y eso me deprimió aun más, ¿porque era buena conmigo?, ella no pediría nada a cambió e insisto yo había sido malo con ella.

Creo que ninguna mujer a parte de mi mamá me había visto desnudo, la curación fue incómoda y silenciosa, yo no podía evitar quejarme con cada toque, me dolia mucho, al finalizar ella se veía muy triste.

-Listo Chris, terminamos-me ayudó a ponerme la ropa interior y los pantalones, su voz era apagada.

-No sienta lastima por mi, estoy bastante acostumbrado y quizá sea lo que merezco y así es la vida-me abrazo, me sorprendí bastante ante esa reacción repentina, nadie me abrazaba sin segundas intenciones y ella lo estaba haciendo por segunda vez así que se sentía raro, la escuche sollozar y me sentí muy mal por ella y por mi mismo.

-Es que no me cabe en la cabeza que haya gente que se atreva a hacerle tanto daño a un niño tan lindo como tu, no he preguntado porque es obvio lo que te han hecho.

-No lloré por mi...enserio-yo mismo estaba a punto de llorar, que sintieran lástima por mí me hacía sentir patético.

Guarde silencio hasta que ella se calmó y de nuevo sonrío

-Lo siento-negué y mire mis manos solo para no mirarla a ella, luego un niño entró corriendo a la habitación,tenía unos 9 años masomenos. 

-¡Mami, mami, ya llegué!-se acercó y la abrazo con cariño y ella a él

-Hola cariño-me recosté con cuidado y les di la espalda, el niño se me había quedado viendo.

-¿Quien es el mami?

-El es Chris, se quedara un tiempo con nosotros, él está un poquito lastimado así que debes ser bueno con el ¿si?

-Sí mamá

-Ahora bajemos a comer, anda, ve a lavarte las manos

-¡Si!-escuche cómo salió corriendo, la señora Julia puso mi mano sobre mi costado para llamar mi atención.

-Necesitas comer Chris, debes tomar la medicina también

-No tengo hambre, solo quiero dormir

-En qué piensas-pensaba en mi madre.

-En nada, me duele la cabeza

-Subire tu comida entonces para que descanses-no respondí.

Si bajaba y comía con ellos iba a sentirme pésimo, digo al ver al niño abrazarla sentí envidia, muchísima envidia, una mamá amorosa, una familia real, yo sería un espectador, un arrimado en esa comida y lo envidiaría con todo mi ser y la envidia era mala, no quería.


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