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Memorias de Christopher y de como conoció a Eric Sammet por AyameKiryu

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Notas del capitulo:

Hola espero les siga gustando si me dejaran algun rvw me harian realmente feliz

Si creen que yo empecé a ser feliz a partir de ese emotivo momento, y mi vida empezó a ser color de rosa, no podrían estar más equivocados; dure 2 semanas más viviendo con esa familia, sinceramente comenzaba a disfrutarlo en serio, logre en total subir 5kg en toda mi estadía en la casa, como Eric me había autorizado también fui un par de veces a ver a Atsushi, no lo estaba molestando, iba a comer con él y a aprender más sobre el mismo tema que ya había tocado con él aunque realmente no le había dicho a nadie.

Bien, al finalizar la segunda semana tuve que despedirme de ellos, Vlad lloró y me abrazó, yo les agradecí por todo, me hacía sentir triste y qué decir de la cara de la señora, pero bueno, debía hacerlo,  Eric insistía en que debía ingresarme a pesar de ya sentirme bien, por cierto, fue él mismo quien me recogió en la casa.

-¿Estás listo?-negué

-Enserio no sé a qué le temes tanto-subimos a su auto

-Es obvio, a estar ahí solo como un imbécil

-Puedes estar como desees-se río

-Tch

-Chris, deberías intentar hacer amigos, ademas ire a verte, recuerda, las dos primeras semanas no puedo ir-asentí

-No quiero hacer amigos, es lo mismo aquí afuera mis "amigos"-hice un ademán con las manos para marcar las comillas-terminan hundiendome mas, y ahi hay mas basura como yo, solo ve como acabo Serik-se encogió de hombros

-¿Quien?

-El chico que me conseguía clientes, el era mi amigo y ahora está muerto, eso de las amistades no es para mi-la muerte de Serik me afligía bastante, me sentía culpable por haber sobrevivido.

-Eres una persona muy necia

-Aja...ademas de sentirme solo, no tendré quien me atienda-sonreí con picardía.

-Atiendete solito-levante mi mano y le mostré 2 dedos.

-Estos dos no llegan a donde yo necesito, y no son tan gruesos….-ni se inmuto-¡vamos Eric!, desde lo que ocurrió no me haz probado, te necesito, no me abandones en ese lugar.

-Irás a la clínica y ya está, el sexo no es un chantaje y no lo necesitas para vivir, ademas asi como eres de seguro convences a alguien ahí adentro para que te haga el favor-me queje y crucé los brazos, el sonrío.

-Por lo menos despídete bien de mi antes de botarme-le acaricie la pierna, no sabes como te extraño.

-No seas dramático, ya te dije que iré a verte.

-No desvies el tema, como de seguro tu si estás cogiendo bien por eso no te preocupas.

-Pues sí, la verdad sí-mire a la ventana y murmure "estúpido" entre dientes, él suspiró-¿cómo sigue tu culo?

-Ya estoy bien...quiero amor Eric-hable en un tono meloso, no saben lo necesitado que me hacía sentir tener a Eric cerca, oir su voz y oler su perfume para mi era la muerte-por favor-froté mi cara en su brazo y hale su ropa-anda Eric, no me abandones en esa clínica sin despedirte bien de mi-acerque mi mano a su entrepierna y presione-anda ¿si?

-Este tipo de berrinches me encantan-me apretó las mejillas con una mano y me beso.

-Si no me das lo que busco voy a encantarte más

-¿Y si mejor te buscamos a uno de tus mugrosos clientes para que te bajen el calor?, voy a lastimarte Chris

-No importa, si sera lo unico que pruebe en meses quiero que por lo menos sea bueno, Eric, quiero tu pene.

En un alto aproveché y me baje un poco los pantalones y la ropa interior dejando expuesto a mi flácido amiguito, me rei, como yo iba a la ventana y la calle era concurrida creo que un par de transeúntes me vieron.

-¡Chris no seas estúpido!, aquí no, hasta que lleguemos a casa-me jalo la playera hacia abajo, yo me reí y me abracé a su brazo

-Vale

-Súbete los putos pantalones

-ah...ok-le obedecí

-Eres un puto exhibicionista-me rei

-Lo siento, esque estoy un poco caliente-me acarició el rostro, el resto del camino estuve tranquilo, de repente le acariciaba las piernas o me alzaba a besarle el cuello.

Cuando llegamos a casa lo jale para que subieramos a su cuarto, no se resistió en lo más mínimo lo que yo interprete como que si queria estar conmigo, me alegré.

En la habitación me arrodillé sobre la cama, Eric se acercó a quitarme la playera, luego me beso el cuello y las clavículas, también palpo un poco mi torso con sus manos.

-Que lindo

-¿Mmmh?

-Me gustas mas asi, con un poco de carne, estas subiendo de peso correctamente- sonreí orgulloso, si tenía mucho mejor aspecto que semanas atrás.

-Lo hago por ti-desabroche su camisa y pase mi mano por sus pectorales, me beso, después el mismo se deshizo de la prenda y de paso de mis pantalones, bajó despacio para dirigirse a mis piernas, veran el lugar favorito de eric para morder no es el cuello si no la parte interna de los muslos, y a eso fue a lo que bajo, vi como se relamió los labios para luego dar una larga lamida a la zona, su lengua estaba caliente, luego besó mi carne como marcando el lugar, clavo de inmediato sus filosos colmillos, yo lo veía atentamente y él a mi, cuando hace eso siempre es doloroso, pero me parece tambien muy exitante, despues de todo es el y en los momentos en los que se alimenta de mi siento que solo tiene ojos para mi y que soy parte de él, de alguna manera me parece muy erótico.

-Ah, Eric-gemi cuando se separó de mí, el hormigueo del dolor me provocaba placer, de inmediato subió a besarme Y junto mi cuerpo con el suyo levantándome por la cadera.

-¿Te excita que te muerda?

-Si-baje mis manos para desabrochar su pantalón, él también ya estaba duro, el comenzó a atenderme con la mano-estoy ansioso-me beso los labios nuevamente, era grandioso, sentía que ardía, me estaba excitando muy rápido pero es que llevaba semanas sin que el me prestara atención.

Eric rodeo con su dedo índice mi ano, en cuanto intentó introducirlo gemi.

-¡ah!-y sin poder evitar la reacción, me corri, repito que yo llevaba semanas sin ser tocado y estaba muy sensible, en cuanto me contraje al sentir su tacto no pude resistirme, el cabrón se empezó a burlar, lo empuje con fuerza y me cubrí la cara con la puta almohada-eres un estúpido

-Tranquilo-seguía riéndose-me retiró la almohada, me beso y me mordió la nariz con suavidad-se que estas sensible y esto nos va a ayudar-me acostó de lado, se puso detrás de mí y me beso el cuello, con una mano me abrazó para poder acariciar mi pecho, mis pezones, mi abdomen, me besaba y mordía despacito mi cuello, con su otra mano comenzó a preparar mi entrada usando como lubricante mi propia leche, ah, pero yo también quería tocar, en cuanto estuve excitado nuevamente me gire a él para besarlo, le baje yo mismo los pantalones y comencé a masturbarlo, mientras lo hacia el que gemia era yo, habia algo nuevo ahí abajo y me encantaba, Eric tenía una perforación en la cabeza del pene.

-¿Estas loco?

-Si no te gusta quitamelo-sonrío-me lo han puesto hace un par de días.

-Me gusta-acaricie la punta apretando la pieza metálica, Eric gimió, lo empuje para que se recostara-¿quién te lo puso?

-Una de las strepers del bar estaba peforando a una de las chicas, creyó que las regañaria y me preguntó si quería uno, pregunte que si podía ser ahí y me dijo que sí-me subí a su pelvis

-Pues qué amable de tu parte aceptar la oferta-se encogió de hombros.

-¿Tan rápido Chris?-se refería a que yo ya estaba montado en el.

-Si mi amor, he oído que esa cosita se siente bien adentro-me relaje y posicione mi culo sobre su miembro, introduje la punta y ya, el no me dejo bajar si no que elevó la cadera y me penetro de una sola estocada, un par de lágrimas se me escaparon por reflejo y grite-joder, no seas bruto-chille-es mi primera vez, se amable.

-¿Te mueves o me muevo?-bajo la cadera y me sujetó de los costados, respire profundo y recargue mis manos en su pecho, comencé a moverme despacio, en cuanto logre relajarme no pude evitar gemir como loco, la textura de la pieza metálica le daba una textura agradable, se sentía bien y bueno el es grandioso en la cama.

-Estas siendo lento bebe y ya estas por venirte-me agarro de la cintura y me giro para estar ahora el enzima, aumentó el ritmo de una manera considerable, me sujete con fuerza de sus brazos que estaban a mis costados mientras el castigaba mi culo penetrando lo más hondo que podía, yo gemía sin poder reprimirme ni un poco.

-Eric, más, ¡ya!, por favor, ¡por dios ahí!-me aferre a sus brazos y le clavé las uñas-salio de mi interior y me giró para que quedara boca abajo, alce mi cadera, él siguió embistiendo hasta que hizo que me corriera, por cierto mucho antes que él, por supuesto él no se detuvo, se movió más rápido, yo le pedía que parara aunque era obvio que lo estaba disfrutando mucho, luego de un rato se corrió adentro; beso mi nuca antes de salir de mi interior, luego se acomodó a un lado mio, me quede unos momentos ahí acostado recuperando el aliento, Eric me acariciaba el cabello, luego me incorpore solamente para para acomodarme sobre su pecho.

-¿Contento?-asentí-¿para esto me rogaste tanto?, estás agotado-me beso la cabeza.

-Sólo dame un minuto

-Descansa

-Eric, deja que me quede aquí a tu lado….siempre

-Ni hablar, querías tener sexo antes de irte y te cumplí el capricho, mañana temprano te vas a la clínica.

-Bueno, entonces solo esta noche-lo bese, acaricie su cara, le sonreí y lo volví a besar varias veces hasta que me correspondió bien me abrazo y volvimos a iniciar.

...

Al día siguiente al despertar Eric ya no estaba a mi lado, no desperté yo sólo, me despertaron y no de la mejor manera, eran las 7am, me agarraron del cuello de la playera que traía puesta y me sentaron de un jalón, me espante bastante, mi sistema nervioso aun dormido reacción como si algo me estuviera poniendo en peligro y grité, quién me había jalado era el puto Luka, me dio una bofetada para que me callara, no se veía feliz, iba a respingar pero no me dejó hablar.

-Vístete y vámonos ya.

-Voy a tomar un baño

-No tengo tu tiempo

-No me puedo ir así, así que espera-me levanté para dirigirme al baño, Luka me detuvo de un tirón de pelo

-¡No me des ordenes!

-¡Suéltame, me duele!-le apreté los huevos con fuerza, me soltó de mala gana, me sobe la cabeza

-Tienes 5 minutos maldito niño-me meti a bañar rápido, no tenía ganas de pelear.

Me bañe lo mas rapido que pude y de la misma manera me vestí, luego bajamos, yo me dirigí a la cocina pero el me detuvo nuevamente de un jalón.

-¡Vámonos ya!

-Luka tengo hambre, tengo que tomar medicina.

-Me vale madres, yo tengo cosas que hacer, vámonos-me arrastró al auto, en la parte de atrás había una maleta con mis cosas.

-¿Qué te pasa?, ¿sigues molesto conmigo por el cabello del chino?, yo no lo ataque, fue él quien comenzó y no me iba a dejar.

-No me interesa quien comenzará, ¿tu de que lado crees que estoy?

-¡Solo es cabello! No se porque te afecta tanto

-A el le afecto y eso es lo que me importa

-¡No me maltrates!, que tu puta asiática no te atienda bien por un berrinche no es mi…-me cayó de un golpe

-No lo compares con alguien tan sucio y asqueroso como tu, no es una puta-me subí al auto y azote la puerta con fuerza, él también se subió.

-No me importa si me insultas, si soy prostituto y no es mi culpa ni estoy avergonzado, tampoco tenemos que hablar durante el camino, llevame a donde tengas que llevarme pero deja de pegarme-me hervía la sangre pero estaba intentando calmarme-si estas cabreado desquitate con la pared.

-¿O que?, ¿le dirás a Eric?, puto mocoso maricón-me dijo en tono burlón y bueno, soy de mecha corta, no quería pelear pero no me iba a dejar.

-¿Crees que voy a ir de hocicón?, tengo 13 años sobreviviendo por mi cuenta, si no le tengo miedo a Eric que te hace pensar que se lo tengo a uno de sus sucios perros-recibí un puño cerrado en la mejilla como respuesta, por desgracia no traía ninguna arma encima pero el coraje me hizo saltarle encima y regresarle el golpe en la boca, me sometió en el asiento de inmediato y me golpeó con fuerza el estómago, que bien que no había comido o hubiera vomitado.

-¿Vamos a pelear?, perfecto, pelearemos-me senté y me arrincone en la puerta, estaba muy enojado pero no era estúpido, Luka me podía noquear de un golpe.

-Haz tu trabajo y ya está-tosí un poco, me dolían los golpes, Luka se veía molesto porque no le segui el juego, desee ser más grande y fuerte para poder hacerle frente.

El camino fue bastante silencioso, en cierto momento el intento aligerar el ambiente.

-Ya quita esa cara precioso, suficiente tengo con ser tu niñera.

-Yo no comencé, solo haz tu trabajo y no hables con las putas.

-Ya Chris, lo lamento, estaba molesto por lo de Takumi-lo decía de dientes para afuera, seguramente había refleccionando y sabía que si yo le decía a Eric le iban a romper los dientes.

-Si tienes miedo de que le diga a Eric y por eso quieres hacer las paces no lo haré, no es su asunto, pero yo no dejare que ese estúpido asiático me humille así que no me arrepiento de lo que hice y ten por seguro que si yo estuviera de tu tamaño te rompería la madre...ahora déjame y solo haz tu trabajo-acerco su mano a mi cara, me acarició los labios, no me moví.

-Tienes una cara de angel Chris, deberíamos seguir siendo amigos

-Vete al diablo-gire la cara hacia la ventana

-Vamos, nos divertimos juntos amorcito como para dejarlo así-maldito bipolar, primero me pega y me maltrata toda la mañana y luego me coqueteaba, no le respondí, el resto del camino ambos guardamos silencio, en cierto momento me quede dormido.

-Llegamos Chris-me movió con algo de brusquedad, me frote los ojos con pereza, luego me baje del auto, él también lo hizo, luego me arrojó la maleta con mi ropa encima, la cargué, me dolia el estomago de hambre.

Entramos a la clínica, era una distinta a la de la última vez, Me quedé sentado en una sala de espera mientras Luka terminaba el papeleo de registró,cuando termino un enfermero se acercó a mi.

-Te llevare a tu habitación Christopher-me sonrío.

-Nos vemos mocoso-se despidió Luka

-Pudrete-se burló, después se marchó y luego fui encerrado nuevamente en ese horrendo lugar.

Me deprimia estar ahí rodeado de gente como yo, éramos puros adolescentes con problemas de drogas, violencia familiar, abuso infantil, desórdenes alimenticios y cosas de ese estilo , habia chicos mas dañados que yo notoriamente y otros menos, solo lograban deprimirme.

En esta ocasión me asignaron un compañero de habitación además la clínica parecía más costosa que la pasada, osea que la seguridad estaba reforzada, el personal tenía órdenes específicas del manejo de mis medicamentos y bueno, yo ya no venía tan mal creo.

Esta vez no deje de comer y me porte mejor aunque tampoco ponía mucho de mi parte, en las sesiones de terapia guardaba silencio, o cada vez que abría la boca decía una mentira nueva, no quería narrarle mi historia a un psiquiatra.

Cuándo me bajaron la dosis de la medicina que Atsushi me daba la ansiedad regresó aunque en menor medida que con la cocaína, supe entonces que era una droga tan fuerte como las que solía usar yo solo que me mantenía lúcido, junto con la ansiedad también volvieron las lágrimas.

Aguante bien las 2 primeras semanas, a la tercera ya comenzaba a pensar en escapar, pero tenía que resistir, Eric dijo que en la tercer semana iría a visitarme.

Mi integración con los demás era nula, cuando organizaban actividades en grupo yo los ignoraba, me sentaba con ellos y básicamente no hacia absolutamente nada ni hablaba, había chicos igual de dificiles que yo, incluso más, los enfermeros se esforzaban asi que les daba credito pero yo no pensaba ceder a ellos.

La primer visita que Eric me hizo fue como si realmente dios bajará del cielo, yo no sé cuánto dinero extra pago porque entró fuera del horario de visita, las familias o tutores de los demás chicos ya se habían ido casi todos, yo estaba en la habitación mirando por la ventana, mi compañero de cuarto leía un libro en la litera de la parte de arriba que estaba en el dormitorio, casi no hablábamos.

-Christopher Sammet, tienes una visita-anuncio feliz un enfermero, yo me levanté como si hubiera sido disparado de la cama, pase corriendo al lado del alegre chico encargado de mi pasillo y corrí escaleras abajo, estaba muy feliz, apenas estaba terminando de oscurecer, sinceramente no me esperaba que enserio llegara a esa visita, cuando lo vi parado en la recepción hablando con la encargada no pude evitar solo acercarme y lanzarme a sus brazos, reaccionó rápido para cargarme.

-¡Veniste! Enserio viniste-iba a besarlo pero me detuvo discretamente.

-Lo prometí ¿no?, ¿te has estado portando bien?

-¡Si!, solo mirarme, he subido 1.4 kg más, estoy comiendo bien-de nuevo intente besarlo, hizo su rostro a un lado y recibió el beso en la mejilla, me pareció extraño, yo necesitaba ese beso, Eric comenzó a caminar a la puerta aun conmigo cargado, lo mire con algo de tristeza, ya afuera entonces el mismo fue quien me besó, lo abracé, comprendí que no quería que ni la recepcionista ni los enfermeros me vieran besándolo, lo abracé-ya sacame de aqui, ya estoy bien… Eric estoy necesitado-caminamos hasta quedar rebajó de un gran árbol, Eric se sentó ahí abajo y yo frente a él pero sin dejar de abrazarlo como si aun me cargara.

-Calma Chris-lo bese de nuevo, más profundo

-No puedo, te extraño, ¡quiero tener sexo!-aún había gente en el jardín, llamamos la atención de un par de personas y claro de uno o dos enfermeros.

-Shhh, callate

-Lo siento

-No puedo sacarte, y menos si no estás siendo un buen chico

-Te digo que ya estoy bien

-Me estas mintiendo

-Claro que no

-Antes de anunciar mi llegada hable con tu psiquiatra y no haz avanzado casi nada.

-Estoy comiendo bien-dije desanimado

-Sabes que no es solo eso, necesito que pongas de tu parte para que puedas rehabilitarte en todo aspecto, no es solo tu peso-desvie mi mirada 

-Me volveré loco aquí, los odio a todos, son unos estupidos, mi compañero de cuarto es un chico idiota, yo no estoy loco Eric-suspiró y me dio un beso

-Si te sigues portando bien entonces seras mi amante

-¿Tu amante?, ¿en serio?, ¿no solo "la puta" o tu perro?

-No, te tratare como un amante real ¿ok?, pero te lo dije, no quiero un drogata, ¿entonces seguirás portandote bien?

-Ok, pero no me hables como a un niño, Eric, pasa la noche conmigo

-No puedo y lo sabes bien

-Por favor-me recargue en su pecho-te extraño mucho, quiero que me hagas sentir bien hoy, me quitas las cosas que me hacen feliz, no me he ni tocado, ayudame.

-Baja la voz

-Quédate-olfatee su ropa y me frote contra él, si la falta de medicina me estaba causando ansiedad por lo menos que me ayudara con sexo-la rehabilitación en vez de curarme me esta frustrando más.

-Es un proceso mocoso

-Premiame por mi esfuerzo, cogeme

-Que te calles-me acarició la cabeza y suspiró-vale, déjame ver que puedo hacer, esperame aqui.

No se con cuanto o con qué soborno al director para sacarme una noche pero lo hizo, qué ironía, una clínica contra las adicciones le soltaba a un mafioso un interno menor de edad en recuperación.

 

No tardo nada en regresar con la feliz noticia de que pasariamos la noche juntos, de inmediato nos fuimos, Eric me llevó a cenar y luego fuimos a casa.

Nos bañamos juntos y luego nos fuimos a la cama Eric se estuvo portando bastante cariñoso conmigo durante el sexo, cuándo terminamos dejo que me acostara sobre su pecho, para todo el mundo debía ser una horrenda imagen, un chiquillo con un hombre, pero no saben lo feliz que yo era.

-¿Aún no te aburro?-

-Parece que no-encendió un cigarro-eres afortunado

-Lo soy-acaricie uno de sus pezones-lo haces porque me quieres-se burló-se que lo haces-me acarició el cabello.

-Vale, llámalo así

-¿Puedes decirmelo?-apreté las sabanas con mis manos

-Te quiero-sonreí, me sentía feliz solo con eso a pesar de podía ser una mentira

-Aun eres un niño-sonrío de medio lado.

Tuvimos sexo una vez más, dormí un poco mientras él trabajaba en el móvil, como a las 3 am me despertó.

-Christopher, tengo que regresarte-lo abracé con fuerza

-No

-Anda, párate

-Eric te amo, déjame quedarme a tu lado

-Si cada que te vea te vas a poner caprichoso ya no iré

-Si dejas de ir ya no voy a comer-se rio-mi vida depende de ti

-Mira que chistoso-me senté y me talle los ojos-anda, vístete, tengo cosas que hacer-bostece y comencé a ponerme mi ropa-quiero que cooperes en las actividades en grupo ¿ok?-solo asentí

-¿Cuando salga me darás las llaves de mi casa?

-¿No prefieres venir a vivir aquí conmigo? Digo ese basurero es muy pequeño

-Es mi casa, no lo llames basurero.

-Lo es, pero ok, rehabilitado tendrás tus llaves-sonreí y terminé de vestirme

-Aunque lo niegues se que me quieres-me mordió con fuerza los labios.

-No te obsesiones Chris

-Auch-me sobe-bruto...te amo

-Te lo dije hace un rato, puede que te quiera y tu jures amarme ahora, pero eres un niño no sabes nada de la vida, yo ya he vivido tanto Chris, que ya no me puedo dar el lujo de enamorarme o esas estupideces falsas, mira, en un suspiro mio tu seras mayor y comenzaras a odiarme, vas a culparme de muchas cosas comenzando por la obsesión que te ocasione ahora mismo, ¡ah! Y por supuesto, vas a intentar matarme en más de una ocasión, tu amor y tu odio crecerán por mí, tus celos por mi libertina manera de ser aumentarán también y bueno, yo me cansare de tu histeria gradualmente y probablemente un día decida terminar con tu vida-me besó, yo lo escuché atento-morirás joven mi amor porque yo no permitiré que tu bonita cara de ángel se estropee-acarició mi cara-no quiero verte acabado-sonrió con tranquilidad, lo abracé con fuerza-para ti la vida va lenta y tortuosa, para mi es solo un suspiro, por eso es estúpido que yo me enamore Chris.

-Estas equivocado, yo no intentaré matarte, además no podría culparte, yo ya estaba hundido cuando me encontraste.

-Oh lo harás, en algún punto me odiaras porque soy un monstruo, solo estas encantado por ahora, nadie aguanta tanto mi vida.

-¿Entonces porque no dejarme ahora si no me quieres realmente?, ¿porque esperas ese momento Eric?

-¿Quien sabe? Aburrimiento tal vez

-Eres un descarado, si dices la verdad no te importa herirme.

-No siento nada más que placer al herirte-me acarició el rostro con mucha suavidad-eres como una preciosa muñeca rota, sin embargo sentiría algo si te dejo ir-me beso-debes sentirte orgulloso, tu, entre tanta gente corriente mueves algo dentro de Eric Sammet, no tienes idea de la cantidad de gente que ha intentado ganarse un gramo de cariño mio

-Lo imagino-lo abracé de nuevo, era confuso, me sentía triste y feliz.

-No pongas esa cara, a nadie le va tan mal, con suerte consiguen un revolcón conmigo-lo dijo para ablandar el ambiente, me rei y le pegue en el hombro.

-Puto egocéntrico

-Solo se lo que soy, tu tambien sabes que eres bello, lo usas a tu manera

-Llamó la atención por ser menor de edad

-Si fueras feo no te hubiera volteado a ver ni en un millón de años

-Mi cuerpo da asco

-Ya no-me abrazo-aunque aun debes subir mas de peso.

-¿Ya Te sirvo?

-Sí-besó mi hombro y después clavó los dientes ahí mismo, hice una mueca, bebió mi sangre durante varios segundos-tengo que devolverte ahora.

-¿Podría dormir un poco?

-No, tengo cosas que hacer Chris y no alcanzare a llevarte después.

-Esta bien, ¿pero si iras a verme verdad?

-¡Que sí!-me levanté y fui al baño a asearme un poco, cuando volví el ya estaba vestido, yo comencé a hacerlo, luego abrí su closet para sacar una chamarra.

-¿A dónde con esa?-pregunto de una manera de divertida.

-Quiero llevarmela, hace frío-rodó los ojos-tu no la necesitas.

-Tu eras el que quería venir, no pensaste en abrigarte.

-Tch que egoísta-volví a colgarla

-Ya, no seas mamon, solo bromeo-la volvió a bajar y me la puso en la espalda-vámonos-asenti y bostece.

Me quede dormido en el camino, al llegar Eric me despertó.

-No quiero volver Eric

-No te portes como una novia caprichosa, ya te dije que vendré a verte-lo abrace y froté mi cara en su torso.

-Buen chico-me besó en los labios como despedida-anda que tengo que irme

-Vale, te amo-lo bese yo, más profundo, un beso largo, no lo quería soltar, cuando por fin nos separamos entramos, hicieron el registró y se marchó, de inmediato sentí un bacio.

Subí hasta mi habitación acompañado por un enfermero, todo estaba en silencio, todos debían estar durmiendo, eran como las 4am.

-¿Quién era ese hombre?-me sobresalte cuando escuche la pregunta, era mi compañero, él era como 3 años mayor que yo, tenía depresión, un problema de drogas supongo que menor que yo, su abuelo lo ingresó a la clínica, un hombre mayor de dinero que quería rescatar a su nieto, su mamá lo había abandonado por perseguir a un hombre y su papá se suicidó, a mi no me importaba su historia, el me la había contado mientras yo lo ignoraba, quería que yo le hablara de mi y hacernos amigos, a mi simplemente no me  interesaba, llegaba a ser un poco irritante, aunque estaba seguro de que él lo lograría, me refiero a rehabilitarse, parecía esforzarse por su abuelo, mi constante rechazo hacia que habláramos muy poco.

-Es mi padre-me reí por lo bajo

-¿Tu padre te mete la lengua hasta la garganta?

-¿Qué hacías mirándonos?-me dieron ganas de partirle la cara pero me contuve, no me había molestado el hecho de que nos viera besandonos, lo que me emputaba era el hecho de que la respuesta real a esa pregunta era un "sí", me senté en la cama y me quite la ropa para acostarme.

-No podía dormir y miraba por la ventana, ¿son pareja?-Se bajó de su cama y se acostó a mi lado, me sobresalte y me aparte, ¿que se creía esté?.

-Déjame dormir o te voy a partir la cara.

-¿Porque no quieres que seamos amigos?, estar aquí es triste, si hablaramos mas no sería tan aburrido-no era la primera vez que me lo pedía pero la verdad el no me interesaba en lo más mínimo.

-Ve a llorar a casa niñita

-Eres una mierda de persona ¿lo sabías?

-Sí, lo sabía

-¿Porque estás aquí?-de nuevo quería indagar en mi vida.

-¿Vas a seguir?

-Si me cuentas te dejaré dormir

-¿Tu porque crees?, por drogata

-¿Él te trajo?

-Sí

-Debe quererte mucho

-No es eso, soy como una mascota

-¿Ey?

-¿Ahora que?

-¿Has tenido sexo con él?, es muy grande comparado contigo

-Obviamente lo hago con él, por eso me tiene a su lado-reí con sorna-me llega hasta aquí-señale mi vientre a la altura del ombligo, el se sonrojo.

-Es muy guapo-Me rei más fuerte y me incorpore en la cama, lo mire directo a los ojos, su sonrojo se intensificó.

-¿Que?, ¿acaso te ha gustado mi hombre?, es muy grande para ti-me acerque a él y sonreí con cinismo, me sujetó de los hombros para marcar distancia.

-Solo decia, ademas eres más pequeño que yo

-No te compares conmigo, por lo que veo he vivido mas que tu, aléjate de los hombres como el.

-¿Porque?, te veías feliz con él

-No es asi...ademas que inocente eres, me sorprende que siquiera conozcas la palabra sexo.

-No me trates como a un estúpido

-No lo hago, dejame dormir-me acosté de nuevo y el a mi lado, hice una mueca de molestia

-Yo tenia un novio-rodé los ojos fastidiado, enserio quería dormir-mi abuelo nos separó, dijo que era malo para mi.

-¡Dejame adivinar!, fue él quien te metió a las drogas-me reí, él desvió la mirada y asintió con tristeza, me acerque a él y le plante un beso en los labios, un beso bastante sucio, se apartó y yo de nuevo me reí-¿y que?, ¿lo extrañas?, ¿te ha calentado verme despidiendome de Eric y me buscas?, te veías tan tranquilo pero ahora buscas que yo te coja.

-¡No es así!-me empujó-Sólo...quería conversar, David cumple un año mañana desde que murió y eso me pone triste...es todo-me sentí un poco mal, pero no iba a ser amable aun así-él era un buen chico-agachó la vista.

-Ve a tu cama, no quiero uno de tus ataques de pánico o histeria o lo que sea...ademas, no creo que fuera tan bueno, por su culpa y la de tu madre estás aquí, solo escucha a quien te trajo.

-No lo entiendes, él me amaba-cerró los ojos y esta vez él fue quien se acercó a mí a besarme, correspondi el beso, quizás hacerlo me ahorraría una crisis nocturna de su parte.

-¿Estas mejor?-pregunté, él asintió, cerró los ojos de nuevo y volvió a besarme, correspondi el beso este se volvió más y más ardiente con el paso de los segundos, no besaba mal y si continuaba asi quizas acabaríamos teniendo sexo, realmente no tenía problema con eso aunque no me atraía físicamente en nada, ¿qué más daba?, me dejé llevar pero entonces la cagó, al momento en el que me bajó los calzoncillos e hizo contacto con mi piel desnuda la cago a lo grande.

-David-susurró el nombre del muerto con lágrimas en sus ojos y una mueca de profunda tristeza que de alguna manera me asustó e hizo que me sintiera muy incómodo y que un escalofrío recorriera mi espina dorsal, lo empuje con suavidad-No soy tu novio-me separé y me subí la ropa interior-él reaccionó y me miró fijamente unos segundos, el escalofrío regresó, se veía un poco perturbado, capaz que me asesinaba en calzones y ahí me encontraba el enfermero tirado en 20 minutos por andar provocándolo-soy Christopher, se terminó de separar de mí.

-Lo sé, lo siento-volvió a acercarse y me besó una vez más, intentó acercar su mano a mi entrepierna pero lo aparte.

-No, basta

-Por favor-negué, aún así insistió y me tocó, esta vez fui más brusco al alejarlo, me dio miedo que continuará. 

-A menos que puedas pagarme alejate de mi...pareces un loco.

-No quise mencionarlo...déjame hacertelo...o tú-mire sus muñecas, su playera de manga larga las descubrirán un poco.

-¿Que es esto?-había largas cicatrices cubriendo sus brazos, eran de cortes, me asuste aún más, el se autolesionaba, en mi mente lo vi como una amenaza aunque sólo lo era para sí mismo.

-No lo entiendes-bajó sus mangas

-No pretendo hacerlo-me arrincone en la cama-ve a dormir o voy a gritar ahora.

-¿Podemos ser amigos?... No es necesario que tengamos sexo...pero me gustaría un amigo-negué.

-No soy bueno, no puedo tener amigos, solo hay que seguir ignorandonos-por fin subió a su propia cama, yo no pude conciliar el sueño, los cortes en sus manos me habían asustado, no se porque imagine que podria hacerme esos cortes a mi, yo no quería amigos y mucho menos unos igual de locos que yo.

Luego de ese dia hice que hablaran mis encargados con Eric para que se me asignará una habitación para mi solito, Eric accedió a cambio de que yo participará un poco más en actividades con los otros.

Estuve dentro de la clínica 2 meses más, la siguiente visita de Eric fue 2 semanas después de la primera, ese dia fue mi cumpleaños numero 14, Eric me regaló un ridículo muñeco de felpa color crema que aunque no quise admitir me dio mucha alegría recibirlo, tambien me llevó a comer y me felicitó por mi progreso, desde la casa de la señora Julia en total había subido ya 7kg, ver feliz a Eric me motivo más, estaba haciendo ejercicio y ya no estaba tomando medicamentos, tuve  2 visitas mas de parte de Eric, cumplí 2 meses completos limpio, en cuanto a mis terapias psicologicas creo que ahi no habia mucho avance, seguía sintiendo gran rechazo por los médicos y casi no hablaba de mi, creo que por eso sería mas lenta mi puta estadía en ese lugar.

 

¡Pero vamos!, esta no es una historia feliz, no se alegren por mi progreso en esa clínica, todo cambió drásticamente al finalizar el tercer mes, una semana previa Eric me había visitado y aunque sabía que era poco probable de que lo volviera a hacer de nuevo ya que solía venir por cada 15 dias yo de todas formas lo esperaba ansioso.

Pues bien, viernes por la noche mi enfermero de piso fue a buscarme al cuarto de televisión, estaba leyendo una revista junto a otros chicos.

-Christopher Sammet tienes una visita, no se veía tan sonriente como otras veces pero no preste mucha atención, ya era bastante tarde, las demás visitas se habían ido ya por completo.

-¡Eric!-baje corriendo las escaleras, pero al llegar abajo la persona que me esperaba no era mi guapo vampiro.

Había un grupo de hombres escoltando a un tipo alto de unos 40 años, atractivo, castaño con algunas canas, vestido de una manera muy elegante, mire cuidadosamente a los sujetos que lo acompañaban, todos armados, la recepcionista se veía muy tensa, seguramente ya los habían amenazado a todos y joder por un lado la amenaza venía de estos tipos y por el otro tendrían a Eric furioso, bueno no quise causar molestias.

-¿Chris?-el hombre sonrío de medio lado, yo asentí con lentitud.

-¿Necesita algo?

-Vendrás conmigo cara de ángel, si te resistes haremos un alboroto aquí-la gente a mi alrededor me veían aterrados, seguro pensando "pobre niño", pero no, yo ya estaba habituado a esas situaciones mas bien yo pensaba en "pobres de ellos", así que aunque me iba a orinar de miedo no respingue.

-ok-se río

-¿Tan fácil?

-No tengo opción ¿cierto?

-Cierto-me empujó, camine siguiendo a sus escoltas en silencio-¿no tienes miedo?-suspire

-No pasa de que me maten

-Vaya, ese cabron si que tiene cosas interesantes en sus manos-subimos a una lujosa camioneta, yo iba sentado junto al hombre que era el líder, sentía presión en el estómago por los nervios, se me quedó viendo fijamente, no sé qué cara habré puesto.

-¿Que?-pregunté, su mirada aumentaba exponencialmente mis nervios y estar nervioso me ponía imprudente.

-Te ves muy tranquilo, ¿en serio no te asusta lo que pueda llegar a hacerte a ti o a tu amante?-claro, esto se trataba de Eric.

-Me asusta que me lastimen claro, pero no seré cobarde-apreté los puños sobre el asiento-y si se refiere a Eric como mi amante no me preocupa porque no lo somos, entonces no le harán nada.

-Eres mi carnada dulzura, ¿no lo entiendes?, en cuanto él sepa que te tengo vendrá a buscarte y yo obtendré su cabeza.

-Se lo repito señor, Eric y yo no somos amantes, el no va a perder el tiempo en venir a rescatarme, soy un juguete para él, en cambio ha roto mi corazón porque no volveré a verlo.

-Yo he oído otras cosas-me alzo el rostro del mentón y me miro a los ojos, examinandome-pero si fuera cierto aun así tengo planes para ti corazón-me acarició la cara, me estremecí de miedo pero no lo demostre, lo mire a los ojos con firmeza, su mirada daba miedo.

-¿Que ha oído?, ¿que soy la puta en turno de Eric Sammet?, eso sí es verdad-hice una voz melosa, si podía seducirlo quizás no me golpearian-¿porque no prueba usted mismo?, no soy virgen obviamente, pero puedo actuar como usted quiera., ¿no le gustaria ser mi nuevo dueño?-me miraba con interés, me atreví a acariciarle la mano, sonrío, mi corazón latía rápido, como el de un ratón acorralado, si me acogía como su puta estaba bien, deseaba que creyera que no tenía interés real en Eric, asi podria quedarme en su casa y Eric estaría a salvo, me doleria no volverle a ver pero no quería servir de carnada para su destrucción.

-Lo pensaré cielo-me beso la mejilla y acarició mis labios, le sonreí y me abrace a su brazo.

-¿Cómo quiere que lo llamé?, ¿amó?-me reí-¿papi?-el río esta vez

-Me llaman Sting dulzura y soy mucho mejor que ese hijo de puta vampiro-Sting, yo ya habia oido ese hombre aunque según yo eran socios comerciales, estaba aterrorizado en el fondo.

Llegamos a una mansión enorme a las afueras de la ciudad, del otro lado de mi pueblo, parecía que ahí dentro también se llevaban a cabo otro tipo de negocios, había mucha gente adentro, me condujeron hasta lo que parecía ser un despacho, yo observé con cuidado todo el alrededor.

 

-¿Te gusta?-me encogí de hombros-ponte cómodo, tu eres mi invitado ratoncito-me senté en la silla frente al escritorio y el en la principal de este-cuéntame Chris, exactamente ¿cual es tu relación con ese hombre?

-Ya se lo dije, soy prostituto, le guste y cogemos.

-No lo creo, si fuera asi ¿porque te tiene en una clínica tan costosa? Además no te hagas pendejo, se que te dio su apellido-sonrío ampliamente, me agache, el ambiente se ponía cada vez más pesado-bueno realmente no importa la relación que tengan, siempre y cuando sirvas para tu propósito-se levantó, rodeó el escritorio y me acarició la cara hasta que su mano se poso en mi oreja izquierda, me acarició el lóbulo y jalo mi arete-el latido de mi corazón volvió a acelerarse, lo podía sentir intentando escapar de mi pecho, la mirada de Sting era casi tan pesada como la de Eric-¿que atraería a ese bastardo hasta aqui rapido?, ¿tu que opinas Chris?-metió su mano a la bolsa de su pantalón y sacó una navaja, me sudaban las manos, suspiré, me había paralizado, ahora si estaba realmente asustado y no podía ocultarlo más, pasó la navaja por mi cuello, estaba muy afilada, me corto ligeramente la piel, pase saliva pesadamente-no te matare, como dije, tienes una cara preciosa, pero entonces ¿qué debería hacer?-entrelazo su mano con la mia-¿te cortó uno de tus lindos dedos?-me beso la mano, intente apartarla de él y negué-tienes razón, un dedo no muestra nada, que te parece si mejor le mandamos este bonito pendiente-jalo la cruz que colgaba de mi oreja, luego colocó la navaja debajo de ella, justo donde se unía con mi cabeza, retrocedi aterrado, el mismo movimiento hizo que la navaja rasgara la carne y comenzara a sangrar.

-No, por favor no.

-Mira lo que haz hecho bebé, no te muevas, se un chico obediente y respóndeme ¿tienes miedo?-cerré los ojos y asentí, estaba intentando pensar en una manera de escaparme, Sting me dio una bofetada con fuerza-dije que respondieras no solo asientas como un retrasado.

-Sí...estoy asustado-susurre, él sonrío

-Esta cara me gusta más, te ves adorable así, temblando de miedo-dirigió su mano a mi entrepierna y me apretó causandome dolor-casi orinando tus pantalones en vez de tu puta cara fingida de valentía-de nuevo cerré los ojos, acercó nuevamente sus manos a mi oreja y me quito el pendiente solamente-no te voy a cortar la oreja porque te ves bastante lindo completó, además creo que el pendiente será suficiente para captar su atención, ¿puedo llevarmelo?

-Sí

-muy bien, y mientras llamamos su atención tu y yo vamos a divertirnos un poco ¿de acuerdo?-me apretó las mejillas con fuerza

-S….sí-respondí con dificultad, me besó en la boca, después me jalo, se sentó en mi silla e hizo que me sentara sobre sus piernas, uno de sus guardaespaldas que hasta el momento había permanecido dentro de la habitación, se acercó para que Sting le entregara mi pendiente.

-Mandacelo a Eric Sammet ahora

-Sí jefe-se salió y cerró la puerta y como si fuera posible logre tensarme más.

-Bueno Chris, es hora de que nos conozcamos mejor-pase saliva, tenía que ser fuerte, a simple vista se veía que él no sería amable conmigo- yo no sé qué privilegios tengas con Eric Sammet, pero aquí te voy a educar mi vida-sujeto mi cabello y azoto mi cabeza contra el escritorio.

-Si señor perdon-quizas si me portaba más sumiso me trataría mejor, tenía que amoldarme a algo que le gustara.

-Veamos cuánto resistes antes de que lleguen por ti-metió su mano dentro de mi camiseta con la navaja, se paró detrás de mí juntando su cuerpo con el mio, rasgo desde el interior mi playera, beso mi cuello y mis hombros, me quedé quieto, me quito la playera por completo-lo sabía, tienes una piel preciosa, veamos cuantas marcas más podemos hacerle-pasó la navaja esta vez sobre mi piel desnuda, un corte en mi hombro derecho, uno más en mi espalda, ardía, no grite aunque me dolía horrible, luego desabrocho mi pantalon, me lo quito a jalones,  casi de inmediato empezó a cortar mi ropa interior de nuevo con la navaja, mi nivel de estrés era máximo al sentir el objeto filoso cerca de mi piel, sentía como sudaba frío, comencé a llorar en silencio, Sting me levanto y de una manera violenta me recostó sobre el escritorio, gemi de dolor, los cortes en mi espalda y hombro escocian-No estás cooperando mi vida, quiero oírte llorar cielo, no te hagas el fuerte-se agacho y me beso el cuello, luego el pecho, mordió uno de mis pezones con fuerza, me acarició la cadera-Eric no tiene malos gustos, eres increíblemente hermoso-beso mis labios mientras posicionaba sus manos en mi parte baja, colocó la navaja debajo de mis testículos y sujeto mi pene con firmeza con la otra mano, esta vez grité.

-¡No!, ¡demonios no!, ¡por favor Sting!-lloré con fuerza y aparte su mano-¡no me cortes ahí!- él se rió con fuerza, pude sentir el filo contra la delgada piel de mi delicada zona, me ardía.

-Solo quiero quitarte está porqueria que esta de sobra corazón, No encaja para nada con tu bonita cara-alejo la navaja y en su lugar me apretó con fuerza, chille de dolor-sólo te hace ver realmente asqueroso-me escupió.

-¡Me duele!, ¡No por favor!-en cuanto dejó de apretarme me cubrí con mis manos para protegerme, aun sentía dolor, me abrió de piernas y esta vez lo que hizo fue hacer un corte delgado pero largo en mi ingle-¡por favor!, ¡no me cortes!-no me importaba que me cogieran pero odiaba el abuso físico-Un corte del otro lado, y la maldita risa que me causaba terror.

-Yo se que te va a quitar el dolor-me clavo las uñas en los muslos-necesito que aguantes-sacó una bolsita de cocaína del cajón de su escritorio.

-¡No!

-Es un regalo, no puedes negarte Chris-la acomodo el mismo, luego giró mi cuerpo

-Por favor, no quiero, no quiero-las lagrimas no dejaban de caer por mis mejillas, me golpeó repetidas veces en la cara

-¡Hazlo!

-Le prometí a Eric…-me reventó un golpe en la boca

-Si no lo haces te voy a destrozar a golpes-mi saliva ahora sabía a sangre, me negué un poco más pero tuve que hacerlo después de un par de golpes más en mi cara, termine inhalando la coca.

Tenía más de 4 meses sin inhalar cocaína y la dosis que sting me dio fue algo grande, después de hacerlo tengo una horrible laguna mental, fue mucho para mi sistema, lo único que recuerdo es angustia, vértigo, besos humedos, golpes y mas golpes, insultos sobre el asco que le provocaba mi cuerpo de niño, pequeños y dolorosos cortes por toda mi piel, luego, obviamente fui violado por Sting hasta casi desmayarme, cuando se cansó de lastimarme sólo me arrojó a un rincón de la habitación así, herido, desnudo y confundido, la droga comenzó a darme el bajón y termine durmiendo "Eric si me quieres manda a alguien a rescatarme".

Más tarde desperté gracias a más dolor físico, alguien me pateó con fuerza las costillas, me la había propinado uno de los gorilas de Sting, me incorporé despacio, me iba a estallar la cabeza y me dolía todo, un segundo tipo me levanto de un jalón de pelo, el que me pateo me coloco un collar literalmente de perro.

-¿Que?, ¿ustedes son novios?, desde que los vi han estado juntos-me rei bobamente-me dio un golpe en la boca como si no tuviera ya suficientes.

-No jodas niño, vámonos, eres asqueroso

-Su jefe no opina lo mismo, me dio mucho amor por atras-reí, aun estaba apendejado, me sacaron del despacho, había  un reloj en el pasillo, eran las 2am, me deprimi, el no se había presentado.

En el trayecto a quien sabe dónde comencé a escuchar disparos, primero un par, luego, un verdadero tiroteo y mucho ruido, gritos de hombres, los dos tipos que iban conmigo se distrajeron y yo aproveché para huir, me escondí debajo de una mesa, podía observar toda la sala desde ahí abajo, seguía el ruido cada vez más cerca, los hombres salieron corriendo al lugar donde provenía el desmadre, yo admito que estaba muy nervioso, fuera lo que fuera que estaba ocurriendo lo mas seguro es que al llegar al lugar donde yo estaba me iban a matar.

Pasaron 10 minutos más en los que nada ocurrió, creí que mi corazón y mi cabeza estallaría, luego de repente se abrió la puerta abruptamente, grité aterrado, no venían a matarme pero era horrible la imagen frente a mis ojos, quien había cruzado la puerta era Eric, tenía la mitad de la cara destrozada y la camiseta teñida de sangre, sus ojos completamente oscurecidos, al igual que ustedes siempre tuve la curiosidad de lo que ocurrió detrás de esa puerta.

Un par de hombre entraron después de él, se veían aterrados.

-Informale a la otra cabeza Astor que estuve aquí y si quiere llegar a un acuerdo que me busque hasta la semana que entra, si alguien mas se me acerca hoy me voy a apoderar por completo de esta casa y de todos sus hombres, ¿entendido?

-Sí señor-respondieron con las manos temblorosas, Eric arrojó algo que traía en la mano, hasta ese momento no había prestado atención, era la puta cabeza de Sting, Eric escupió un gran coágulo de sangre al suelo, los hombres salieron de la habitación aterrados, yo vomite al ver la cabeza rodar, estaba impactado y me dolia mucho el estómago, me intente parar aturdido y me golpee la cabeza contra la mesa, Eric se giró y caminó hacia mí, un hombre entró corriendo a la habitación para dispararle, Eric no se molestó en voltear, con su pistola en la mano zurda dio un disparo hacia la dirección del hombre y le atravesó la cabeza, de nuevo grité aterrado-Ya está, ven-salí de mi escondite temblando, la expresión de su cara se ablando, además su ojo regreso a su tonalidad normal, y digo su ojo porque bueno, no saben lo aterrador que era verlo en ese momento.

-Te quitaste la placa de perro mein kind, eso me puso furioso-sacó el pendiente de su bolsa, corrí a abrazarlo de inmediato y rompí a llorar escandalosamente, el me cargó inmediatamente-shhh tranquilo, estoy bien-me separe un poco y toque su rostro, estaba horrorizado, quería volver a vomitar pero lo soporte, le toque la cara, su rostro era una masa blanda de piel, carne y sangre, su ojo derecho estaba destrozado, podía ver parte del hueso de su cráneo y sus dientes expuestos, el aroma metálico era espantoso por la sangre, de nuevo lo abracé y sin poder resistirme le vomite encima.

-¿Tan mal me veo?

-No...no debiste venir, no valía la pena

-Tarde o temprano iba a pasar, este Junior hijo de puta llevaba rato tocándome los huevos, esto solo hizo que mis ganas de matarlo aumentarán, así que tranquilo, ¿tu estas bien?

-negué

-¡Tu cara!, demonios ¿que le han hecho a tu cara?-y no era solo ese lugar, le habían disparado repetidas veces.

-Recuerda lo que soy, solo necesito dormir y comer y en un par de días...quizás más, mi carne sanará-toque sus dientes expuestos y asentí, era asqueroso, parecía sacado de una película de horror.

-¿Enserio?

-Si-me dio un beso, el mas raro que me habían dado en la vida-solo tengo que ir a que Atsushi me saque las balas, vamos-me recargue en su hombro y asenti.

-¿fue plata?

-Todo ha sido plata, me han fundido la cara, no me lo esperaba, pero tranquilo, necesitas más que esto para deshacerte de mi-sonrio.

-No digas éso, no quiero que te lastimen-segui llorando, estaba realmente shockeado.

luego de un rato Eric me bajó al piso, comenzó a examinar mi cuerpo con una mueca de molestia al ver los cortés en mi piel, se quitó la camiseta y me la coloco, recordemos que yo estaba desnudo, luego nos fuimos, cuando llegamos a la clínica de Atsushi yo estaba aún más shockeado que antes, pensaba en la cabeza de Sting en el piso y en el horrible rostro de Eric, Atsushi le sacó las balas de todo el torso, 22 en total, luego limpio y "reacomodo" su ojo en la cuenca aunque más bien parecía una plasta gelatinosa, le cubrió la mitad de la cara con gasas, a mí me curó el mismísimo Eric con su sangre, me dijo que no quería más cicatrices.

Luego de que lo "curaran" nos fuimos a mi casa o mas bien fue y me dejo ahí, el se marchó, yo llore el resto de la noche, quería que alguien me escuchara y me consolara, por supuesto no ocurrió.

 

A la mañana siguiente amanecí sintiéndome como la mierda, la cocaina me había jodido otra vez luego de 4 meses sin ella, mi organismo me la reclamaba a gritos y la ansiedad regresó, además no podía sacarme de la cabeza las imágenes de la noche anterior, era como una pesadilla, me golpee yo mismo la cabeza varias veces antes de levantarme de la cama, cuando logré calmarme un poco busqué unos cigarrillos de reserva que tenía bajo la cama y me sali a la calle a fumar como loco.

 

-¡Regresaste!-la voz de la vecina me sacó de mis turbios pensamientos

-Si….si, hace un par de horas estoy aquí-se acercó y me tomó del mentón, me miraba atentamente, cuando termino de examinarme sonrío ampliamente.

-Te vez muy sano a comparación de la última vez-aparte su mano de un golpe

-No es tu asunto-mis manos temblaban.

-¿Donde te metiste?

-Estuve en una clínica para drogatas.

-¿Huiste?-el temblor en mis manos aumento, me agarre las rodillas con firmeza para que se detuviera un poco.

-Claro que no, solo...a noche-cerré los ojos-hubo un accidente y estuve involucrado, Eric tuvo que sacarme de ese lugar y me vino a dejar...no se que planee ahora pero está herido, tengo que esperar.

-¿Tienes hambre?-mi cara debía parecer la de un niño perdido y esque me sentia aun muy aturdido.

-Anda, entra-me hizo una señal con su mano para que entrara, yo la veía como un estúpido-ven-la seguí, me dijo que me lavara las manos, ella sirvió el desayuno y nos sentamos juntos a la mesa-te ves mucho mejor así que tan flaquito-asentí-¿como vas con las adicciones?

-Iba bien supongo.

-Después de todo no fue tan malo conocer al vampiro ¿no?

-Ya no lo sé...pero supongo que me quiere un poco, a noche lo hirieron por mi culpa y dijo que no importaba-una vez mas las lagrimas aparecieron de quien sabe donde, creí ya estar seco.

-¿Tu enserio lo quieres?

-¿Que se yo de querer a alguien?, pero si, supongo que enserio lo quiero-ella suspiró

-Chris, cambiando de tema-me miro con seriedad, yo seguí comiendo-Dietter habla mucho sobre ti

-Llevo más de 4 meses fuera, no me puedes culpar de nada-recordé el beso que le di la ultima vez asi que desvie la mirada de la suya, maldito mocoso le había dicho que cerrara la boca.

-Mi hijo aun es muy pequeño Chris, a apenas tiene 7 años, él dijo y no ha parado de repetir que quiere que tu seas su esposa-me reí "burlandome", aunque ya he dejado claro que no me causaba gracia el tema, no tenía porqué.

-El debe sentir lastima por mi, no te preocupes no me he acercado ni pienso hacerlo en un futuro, ni aunque crezca, recuerda que ami me gustan los viejos-di los últimos bocados de la comida con rapidez, quería irme de inmediato.

-Me da miedo que siga tus pasos o tus juntas.

-Eso no ocurrirá, Dietter es un buen chico, quiere ayudarme no ser como yo, seguire sin acercarme a el y veras como su pequeño enamoramiento se va rápido...además tú deberías explicarle que dos niños no está bien.

-No es la orientación sexual lo que me incomoda y lo sabes, y yo se que no eres un mal chico pero tampoco eres una buena influencia para él.

-No te preocupes, ya te dije que no me acercaré, de todas formas, los niños son molestos-me levante-gracias por la comida-me salí de su casa y decidí dar un paseo, solo para despejar mi mente.

Llegué a una calle que no visitaba desde hace algún tiempo, el garaje estaba abierto, la casa pertenecía a un amigo mio o algo asi, me acerque y me asome dentro, la entrada estaba cubierta solo por mantas, el garage era ocupado como taller de pintura, verán, el nombre de mi amigo era Jason, un chico de ahora 19 años extremadamente talentoso, se dedicaba al arte urbano, pintaba de una manera increíble y vendía sus cuadros para conseguir dinero aunque su madre lo mantenía en mayor parte, lo conocía desde los 10 años, a veces pasaba el rato con él viéndolo dibujar, era realmente talentoso, fumábamos juntos y también teníamos sexo, yo le gustaba.

-¡Angelito!-gritó con alegría en cuanto me vio, lo salude con mi mano-tenía muchos meses que no te veía por aquí, ¿como estas?, supe que ese tipo, Serik murió.

-Si...yo estoy bien, andaba cerca y quise saludar, ¿tu como estas?-entre al garaje y empecé a ver todo su trabajo nuevo, era fantástico.

-Yo he estado bien...mi amor, he escuchado rumores muy interesantes sobre tu.

-¿Como que?-encendió un cigarro de marihuana, le dio una calada y me lo ofreció, dude un segundo pero lo acepte, era algo natural después de todo.

-Qué un vampiro te puso collar, soy muy infeliz, a mi no me aceptas ni una flor.

-Que bonitos son los nuevos-me refería a los cuadros que no había visto

-No me cambies el tema-suspire

-Soy un chico pobre Jason, el dinero me sedujo y él es un sexy mafioso adinerado.

-Y yo un drogadicto ¿no? Cuando sea un famoso pintor te arrepentiras-se rió

-Cuando seas famoso si quieres me vuelvo mujer-ambos reímos, le dio otra calada al pitillo y luego yo

-¿Que quieres entonces mi amor?

-Te dije que solo iba pasando y quise saludar...me siento un poco triste-todo el show de la noche anterior seguía en mi cabeza y quería distraerme.

-Extrañas los brazos del vampiro y buscas los míos ¿no?

-No me hace falta sexo y bien lo sabes-me acerque y lo abrace, sabía que yo le gustaba y mas bien queria sentir amor y calor humano, estaba muy preocupado por el estado físico de Eric y eso me causaba mucho estrés, además la cocaína de nuevo me estaba reclamando y quería resistirme a ella así que la mejor manera de distraerme que se me ocurrió era buscando calor en brazos de algún conocido y que mejor alguien que sabia seria amable-¿estabas ocupado?

-Estaba trabajando en algo-lo abrace y frote mi cabeza en su pecho

-¿Quieres darme amor aunque sea por un rato?-se agachó, levante mi cara y él me besó

-Eres un manipulador mi amor, solo me estas usando ¿cierto?

-Me siento muy triste Jason...por lo menos deja que mire como dibujas, estoy tan solo-me volvio a besar y acarició con dulzura mi rostro, Jason no era nada atractivo, su cara era delgada con ojos pequeños y una nariz aguileña prominente, su cabello era rubio y tenía muchas pecas, su cuerpo era menudo y nada extraordinario, pero siempre sabía qué decir y era amable y muy cariñoso en el sexo, siempre me hacía sentir bien conmigo mismo así que estaba bien.

-Tu cara es tan bonita que es imposible decirte que no, entremos.

Me agarró de la cadera y me condujo hasta su cuarto, se sentó en la cama, yo empecé a husmear en sus libretas, encontre una donde casi todos los bocetos eran de mi cara, sonreí, siempre que quería sentirme querido acudir a Jason era la mejor opción.

-No husmees ahí corazón-me jalo de la pretina del pantalón y me abrazo.

-¿Esa es la forma en la que me miras?-le bese los labios lentamente, besos suaves-como puedes hacer que me vea lindo si soy un chico tan sucio-encendió un segundo cigarro de marihuana y empezamos a fumar juntos.

-Eres precioso, un angel, ya sea sonriendo o llorando, destrozado, drogado, golpeado o como sea que te encuentres me pareces divino-me beso y me recosto sobre la cama, apartó el cabello de mi frente-tu me gustas tanto Chris, te lo he dicho antes

-Un angel no se prostituye Jason, ni tiene la ropa mojada con alcohol.

-Mi ángel sí-empezó a besarme la boca y el cuello, luego a quitarme la ropa con delicadeza, nos pasabamos el cigarro inundando el cuarto con humo blanco mientras el tomaba tiernamente mi cuerpo y me hacía el amor, yo gemía y me aferraba con fuerza a las sabanas, cogia rico-enamorate de mi Chris-me besó de nuevo.

-Perdoname...no puedo-sonrió tiernamente y acaricio mi cabello, aun me estaba penetrando, se movía despacio pero daba en el punto donde debía hacerlo, la marihuana hacía que mi placer aumentará-los angeles no se enamoran-me beso con una expresión triste.

Cuándo terminamos solo me abrazó en silencio y me besó repetidas veces, reíamos como dos idiotas por cualquier gesto que haciamos.

-¿Estas mas feliz ahora?-asentí, él agarró mi mano y la beso-¿el te trata bien?, yo te amo no solo quiero quiero sexo y lo sabes Chris-me beso

-Me quiere un poco

-¿Y tu?, ¿me quieres un poco?-asentí y lo abracé

-Te quiero porque me quieres, eres el único hombre que me trata con tanto cariño-y a pesar de éso sólo lo buscaba cuando enserio lo necesitaba, era cruel.

Nos quedamos dormidos parte de la tarde, me relaje y desperté sintiéndome mucho mejor, cuando me incorpore y abrí bien los ojos note que Jason yacía en el suelo, me estaba dibujando, le sonreí.

-¿Porque te gusta tanto dibujarme?

-Dibujo las cosas que me parecen hermosas y tu eres muy hermoso.

-¿No te dará vergüenza que cuando seas famoso la gente vea la cara de un prostituto en tu obra?-me levanté y comencé a vestirme

-No, tu cara será la que me ponga en la sima, ya lo veras, tu sonrisa triste-me beso-tus ojos azules-otro beso-esa mirada profunda-desvie la misma-tu juventud destrozada, si, éso les encantará-sonreí un poco.

-Eres un tonto, pero vas por buen camino, los pintores famosos están locos, son drogatas y buscan placer en putas, y tu mi amigo haces todo eso-me termine de vestir

-No te veo como una puta y lo sabes, Chris, si te vuelves mi pareja dejarías esa mala vida.

-Gracias por quererme-me dirigí a la salida, el suspiro

-Buscame cada vez que necesites el amor de un estupido-sonrío-como ya lo haces, estaré aquí para ti siempre.

-El estúpido no eres tu-me acerque y lo bese una vez mas-gracias.


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