Chris y yo llevábamos varios meses en lo que parecía ser "una relación estable" y eso comenzó a preocuparme; a lo largo del relato de ese crío ya se habrán dado cuenta de que soy un patán de mierda y que lo que dijo Dag de mi era la pura verdad, yo era totalmente consciente pero obviamente escucharlo de boca de alguien más me enojaba mucho y me encendía la sangre, solo yo comprendía el problema interno que me generaba estar ena "relación" con ese niño.
Chris era precioso, con cada una de sus facetas, su rostro lleno de lágrimas por supuesto lo era también, y no me malinterpreten, mi intención no era hacerlo llorar, más bien no quería hacerlo sufrir en general, si bien soy el puto villano en su historia con toda la razon del mundo y al principio solo quería beber su sangre, divertirme y si, quizás herirlo un poco es verdad también que desde el inicio intente que el sanara, claro, cometí errores fuertes y lo deje caer horrible más de una vez, pero en esos momentos su cuerpo ya estaba en muy buenas condiciones y ya había dejado por completo las drogas, estaba logrando sanarlo, el problema es que se estaba apegando demasiado a mi y muy a mi pesar yo a él y eso me generaba un problema inmenso, habían ya transcurrido 3 años en tan solo un parpadeo, y el asunto de Christopher se estaba saliendo de mis manos, mi plan original era divertirme un rato, rehabilitarlo y dejarlo incorporarse a la ciudad o bien si no podía y me aburría dejarlo morir y seguir con mi vida, pero no fue asi, no perdi mi interés en él, al contrario creció con los meses y había rebasado cualquier tiempo del que yo haya permanecido interesado en un maldito humano...tenía miedo, me estaba acostumbrando a él y no debía hacerlo.
En cuanto al chico que recogí se llamaba Mark, lo encontré por casualidad y también por casualidad salve su vida, tenía la edad de Chris y estaba muy asustado cuando lo encontré, yo estaba distraído y bueno, lo hecho hecho estaba.
Yo iba caminando y fumando por la calle, entre callejones, según iba buscando una víctima pero en realidad estaba perdido en mis pensamientos, un par de manos aferrándose a mi ropa me sacaron de los mismos haciendo que bajara la mirada y reaccionara, ahí, a la altura de mi pecho un par de ojos verdes me miraban con una expresión de profundo miedo y me suplicaban piedad.
-Ayuda-su voz temblaba y las piernas le fallaban, apestaba a sangre principalmente, tenía la altura de Chris, su complexión y una altura similar...a Chris y a alguien más, demonios, el segundo parecido hizo que mis entrañas se removieran e incluso sentí dolor...pero no hablare de el ahora bueno, como me había tomado por sorpresa justo cuando pensaba en él, Chris claro, obviamente me hizo reaccionar.
-¡Apártate de aquí cabrón!-una mano se estampó contra mi pecho para apartarme del castaño, lo separaron de mi de un tirón de cabello-si sigues escapando te voy a cortar las piernas-susurró el sujeto mientras jalaba dentro de un callejón al chiquillo, yo aun miraba solamente, me saque el cigarro de entre los labios y lo arroje al suelo para luego pisarlo, mientras era arrastrado sus penetrantes y tristes ojos no se apartaron de los míos, estaba tan asustado como Chris cuando es abusado aunque después lo niega todo, como cuando despierta agitado por las noches gritando luego de tener pesadillas acerca de sus padres y de las experiencias sexuales forzadas y nuevamente cuando regresa en si finge que no recuerda, esa mirada que quería dejar de ver y de necesitar; en un segundo avance hasta el maldito agresor y lo separe bruscamente del chiquillo, lo arroje a la pared contraria haciendo que su cabeza sufriera un fuerte golpe.
-Creo que no sabes de quién es este territorio-sonreí, el nervioso sacó una pistola y me apuntó, me acerque y una vez más hice que su cabeza impactara contra la pared, luego abrí la boca y me acerque, tanto él como el niño gritaron horrorizados, me alimente del sujeto hasta llevarlo a la muerte.
Me gire para ver al niño de cerca, estaba en shock luego de haber presenciado mi cena, le temblaba el cuerpo y se había meado del susto.
-No pongas esa cara, no te voy a lastimar-viéndolo de frente noté que su cara era bastante bonita-anda, vete a casa-negó despacio sin quitar su vista de mi.
-No...no tengo una casa-intentó ponerse de pie sin éxito, claro, escapaba por algo, lo habían violado, lo ayude a levantarse aunque lo dude un poco, su piel estaba caliente, estaba enfermo, tenía fiebre, cerré los ojos un par de segundos, molestó, no quería hacerme cargo de un maldito mocoso que no conocía, pero dejarlo ahi tirado era como si desde en principio no hubiera hecho nada por él cosa que debió darme igual de todas formas pero por alguna razón no lo hizo; me heche el menudo cuerpo al hombro, estaba temblando pero no puso ninguna resistencia, pensaba llevárselo a Dan.
-Buenas noches señor-me abrió la puerta del departamento, eran como las 11 y estábamos junto a la clínica de todas maneras, miro de mala manera el bulto sobre mi hombro y fue a abrir la puerta de la clínica.
-No hagas muecas
-Lo siento señor
-No es él, necesito que lo revises-entramos hasta el consultorio, me miro extrañado pero obviamente asintió.
-Claro señor-baje al niño en la mesa de exploración, el miró con horror el cómo Dan lo desnudo, yo me quedé mirándolo fijamente sin darme cuenta lo que lo asustó más, apestaba ahora a sangre y a orina principalmente, era asqueroso.
-¿Cómo te llamas?
-Mark-su voz temblaba
-¿Tu edad?
-16-lo sabía, la misma edad que Christopher.
-¿Que hacías con ésos hombres?-gruesas lágrimas bajaron por sus mejillas de inmediato
-Cu...cuando era niño ellos me recogieron, cuidaron de mí-su voz iba quebrandose con cada palabra-pero ahora dicen que debo pagar todo lo que han hecho por mi y han vendido mi cuerpo-cerró los ojos con fuerza-tengo mucho miedo, no...no quiero regresar ahí, ayudeme por favor
-¿Y que esperas?, yo no soy un heroe niño-suspiró hastiado-escucha, te recuperaras aquí y luego te largas ¿bien?, no eres mi problema-asintió y siguió sollozando mientras Dan lo revisaba y lo medicaba, no estaba tan mal, esos malditos cuidaban su mercancía bien.
Salimos de la habitación en cuanto termino.
-¿y bien?
-Tiene fiebre y dolor por un resfriado y al parecer está estresado, solo un par de moretones, con el analgésico estará bien, su recto está bien, estará adolorido un par de días por la resistencia pero no hay desgarre.
-Bien...tch
-¿Se lo llevara?
-No, no, deja que pase la noche aquí, si lo llevo Christopher perderá la cabeza-fue justo ahí donde se me ocurrió la estúpida idea de utilizar a Mark para meter un poco de distancia entre Chris y yo, no podía dejar que ese vínculo siguiera creciendo por el bien de ambos.
-¿Señor?-el niño salió a paso lento de la habitación y me miró con esos enormes ojos de cachorro
-¿Si?
-Gracias por salvarme, ¿cuál es su nombre?
-Eric-sonrió, me di la vuelta y me fui de inmediato.
Cuándo regrese al bar ya pasaban de las 2pm, Dag estaba en la ciudad, ultimamente venia más, el creía que no me daba cuenta pero era obvio que venía para vigilar a Christopher, que yo no fuera malo con él y que estuviera bien de salud, se habían vuelto buenos amigos al parecer y sinceramente eso me molestaba un poco.
-Volví-entré al despacho, Dag hizo una mueca
-Que puto asco
-¿Que?
-Apestas-lo había olvidado.
-Claro...debe ser el crío aquél
-¿Qué crío, Chris?-se burló-te orino
-No, no Chris-me rei-Dag, recogí otro huerfanito
-¿Que?, ¿ahora atacas niños?
-No me alimente de él, lo recogí, estaba herido, fue atacado y lo lleva a la clínica, creo que lo conservaré un tiempo-me miró reprobatoriamente
-¿Porqué?
-No lo sé, lo salvé ahora no puedo botarlo y ya
-¡Si, si puedes!
-Que cruel, ¿no siempre me dices que sea más amable con cierta persona?
-¡Es diferente!, no creo que tu pinche intención sea tenerlo solo de adorno
-Se lo diré, no te preocupes y no te entrometas.
-Eres un asco
-El lo entenderá, la poligamia es algo maravilloso Dag-me reí, no era mi intención tener a el niño como amante ya dije que solo quería meter un poco de distancia entre Chris y mi persona, pero bueno como ya se habrán dado cuenta cuando estoy de mal humor me pongo grosero con cualquiera que se me ponga enfrente.
-¡Me das asco!-salió del despacho bastante enojado
Me senté frente al escritorio y subí mis pies a este, no sabía bien que iba a hacer con el chico, podía solo botarlo a la verga cuándo se curará, venderlo, aunque yo no le entraba a ese mercado de tráfico de personas, yo solo trabajaba con drogas y más que nada yo movía dinero, tenía negocios en la superficie y bajo esta solo para mantenerme entretenido; regresando al tema, podía hacer lo que quisiera con él, pero si iba a usarlo para meter distancia tenía que llevarlo a casa un tiempo, algo así como una mascota, no quería dejar de ver a Chris del todo, pero si quería que fuera como al principio, sin que mis emociones entraran al juego, osea queria verlo de vez en cuando, tener sexo, alimentarme de él, hacerlo reír un poco, ver su carácter de perea de vez en cuando y ya, no iba a permitir que la frágil vida de un ser humano destrozara mi cordura y me llevara a arrastrae a alguien más a la oscuridad una vez más, no iba a arruinarlo ni a lastimarme a mi mismo, quería que Chris en un momento dado empezara a odiarme y el solito se alejara y comenzará su propia vida, pero no entraré en detalles, no debería importarles mi vida, enfoquense en que yo soy el villano aquí.
Pasaron 4 dias antes de que dieran de alta a Mark, más que nada porque estaba un poco deshidratado y porque no tenía a donde llevarlo, a Dan realmente no le molestaba tenerlo, al parecer le gusto el contraste entre personalidades, Chris siempre era grosero y algo altanero con el, Mark era tranquilo y obediente, un niño muy dulce en general.
Esa cuarta noche en la que Mark seguía en la clínica yo hable de su existencia con Chris, su reacción fue justo como la espere, estaba enojado, celoso y obviamente la parte que me hubiera gustado rescatar, se puso demasiado triste, me dolio debo admitir, pero tenía que seguir con esto, no era sano para ninguno de los dos hacer crecer la farsa que era nuestra relación.
Como era de esperarse Chris corrió a llorarle a Dag y este lo recibió con los brazos abiertos, intente no reaccionar mal, pero verlo dormido refugiado en el regazo de mi hermano me enfureció, con otros hombres me daba igual sabía que jamás serian ni una sombra mía y no podían marcarlo, pero Dag era distinto, no podía dejar que el se apoderara de su corazón, cualquiera menos el, miento, cualquiera me joderia igual pero no quería admitirlo; me trituraba el hecho de que Dag mirara con tanto amor y nostalgia a Chris, que lo tocara pensando ya no solo en Leiv si no en el mismo, me enoje tanto que termine echando a mi amigo y lastimandolo.
Verán Dag y yo llevábamos más de 270 años juntos y por el bienestar de esa relación debía alejarse de Chris, sus y mis insultos al final del dia no importaban mucho, no era la primera vez ni la más violenta que peleabamos o discutimos, pero los dos sabíamos que si la línea se cruzaba específicamente con ese niño íbamos a salir enserio mal.