Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

FELICIDAD ARTIFICIAL por lyra

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

CAPITULO 7: FELICIDAD ETERNA


-¡NNNNNOOOOO!

El grito de Tom se oye en toda la casa. Su hermano no podía estar muerto, allí entre sus brazos.

Gustav es el primero en reaccionar.

-Tom, todavía no está del todo perdido, nos queda una oportunidad-dice agachándose a su lado.

Tom se le queda mirando como si le estuviera hablando en otro idioma, pero al final se le aclara la mente. Deja la cabeza de su hermano con suavidad en el suelo y le abre la boca con sus manos para posar sus labios en los él y darle un beso que le devolvería la vida. Sopla en su boca, transmitiéndole su vida.

Gustav coloca sus manos en el estómago de Bill, cerca de su pecho y comienza a presionar mientras cuenta por lo bajo.

Tom vuelve a ayudar a su hermano a vivir respirando por él y Gustav le vuelve a presionar el pecho.

-Ya está aquí la ambulancia-anuncia Andreas entrando corriendo en la habitación seguido del médico y dos enfermeros.

En cuanto entran Gustav se levanta y coge a Tom para apartarle del cuerpo sin vida de su hermano. Tom se aferra con fuerza a sus brazos para no caerse, pues sus piernas se negaban a sostenerle.

El médico ocupa el lugar de Tom y le pone a Bill una mascarilla de oxígeno en la cara, mientras que un enfermero sigue con las compresiones y otro le conecta electrodos por el pecho que ha dejado al descubierto cortándole la camiseta.

-No tiene pulso. Está en parada-dice un enfermero.

Acerca el desfibrilador y le tiende las palas al médico, que las coge para que las untara con el gel y luego coloca sobre el pecho de Bill. Aprieta los botones y una descarga eléctrica sacude con violencia el cuerpo de Bill.

El otro enfermero le pone los dedos en el cuello para verle el pulso pero niega con la cabeza.

-Otra vez, y sube el voltaje-grita el médico colocando las palas de nuevo sobre su pecho.

El enfermero le obedece y cuando está listo otra descarga más fuerte recorre el cuerpo de Bill, haciendo que sus brazos y piernas se agiten con violencia.

El enfermero le vuelve a poner los dedos en el cuello y sonríe aliviado.

-Tiene pulso, es débil pero ya le noto el pulso.

Tom casi se cae de los brazos de Gustav al oírlo.

-Rápido, hay que entubarle y cuando esté estabilizado nos lo llevamos corriendo-grita el médico a sus ayudantes.

Todos se mueven deprisa, aunque para Tom lo hacen a cámara lenta.

El médico se coloca detrás de la cabeza de Bill mientras le levanta la barbilla para colocarle en la posición adecuada. Le entregan un tubo que comienza a introducir por su garganta y luego conecta a un respirador, que comienza a introducir oxígeno en su cuerpo, le estaba devolviendo la vida que casi pierde hace unos minutos.

Cuando terminan de estabilizarle, le tumban en la camilla y le tapan con una manta, y se lo llevan deprisa escaleras abajo hacia la ambulancia.

Todos bajan con ellos. Georg y Gustav meten a Tom en el coche y salen detrás de al ambulancia. Andreas se queda hasta que todos los invitados se van de la fiesta y se reúne con ellos en el hospital.




Cuando llega se los encuentra en la sala de espera. Tom llora en una silla aferrado con fuerza a la estrella plateada que todavía lleva consigo. Piensa que de esa manera puede proteger a su hermano del dolor que está sintiendo ahora, ya que antes no lo pudo hacer en persona.

La puerta se abre al cabo de una hora y sale el médico que está atendiendo a Bill. Todos se ponen de pies al verle, mientras que Andreas ayuda a Tom a levantarse.

-Ya está fuera de peligro, ha tenido mucha suerte. Tuvo otra parada en el quirófano pero hemos conseguido estabilizarle del todo.

-¿Fue por el éxtasis?-pregunta Tom entre sollozos.

-No, los análisis de sangre han demostrado que era otra sustancia más peligrosa. Y eso unido al alcohol que había tomado provocó que el corazón se le parara. Ahora está en la UVI, donde se quedará un par de días en observación.

-¿Puedo verle? Necesito que sepa que estoy a su lado-suplica Tom con voz temblorosa.

-Puedes verle unos minutos, nada más. Ahora necesita mucho descanso-dice el médico, pero viendo las caras de los demás se ablanda un poco-Los demás también podéis ir.

Siguen al médico hasta una ventana que da a una habitación en la que se encuentra Bill tumbado en una cama, lleno de tubos y cables por todos los lados. Todavía seguía entubado. Estaba sedado y no se daba cuenta de nada, ni de que su hermano había puesto su mano en el cristal para de esta manera estar más cerca de él y transmitirle su fuerza, sus ganas de vivir.




Estuvo en la UVI tres días, hasta que le subieron a una habitación. Tom se quedó a su lado, nunca le iba a abandonar después de haberle casi perdido por segunda vez.

Ya no está entubado, sólo lleva una mascarilla de oxígeno. Está muy débil y se pasa casi todo el tiempo dormido por la sedación.

-Estoy aquí, a tu lado-le dice Tom cuando abre los ojos la primera vez- No intentes hablar, has estado entubado y te dolerá la garganta unos días.

Bill le sonríe para hacerle saber que le ha entendido. Levanta lentamente una mano y antes de que se de cuenta su hermano ya se la ha cogido entre las suyas y se la lleva a los labios, donde le deja un tierno beso.

-Duerme, tienes que descansar. No me moveré de tu lado, te lo prometo.

Bill cierra los ojos y su hermano le da otro beso, esta vez en la frente para que tuviera felices sueños.





-Puedo hacerlo yo solo-protesta Bill en broma sonriendo a su hermano.

-Llevas una semana en la cama sin moverte y estás muy débil. Si quieres salir a dar un paseo, lo haremos, pero en la silla de ruedas que yo pienso llevar.

Tom le ayudó a levantarse de la cama y tras ponerle una bata le ayuda a sentarse en la silla. Coge el gotero que aún lleva puesto y lo cuelga de la silla. Cuando acabado le da un beso en la mejilla.

-Deja de llevarle la contraria a tu hermano mayor-le riñe sonriéndole.

-Nunca lo volveré a hacer. Ya lo sabes.

Salen al pequeño jardín que tiene el hospital y van a un banco a la sombra, lejos de miradas indiscretas. En esa ocasión no le acompañaban Georg y Gustav. Saben que Tom le tiene que contar un asunto delicado y que lo quiere hacer a solas.

Tom se sienta en el banco y pone la silla enfrente de él, para poder mirar a su hermano a los ojos mientras habla con él. Le coge una mano con fuerza intentando encontrar las palabras.

-Dime que es lo que pasa-le dice Bill al ver que está nervioso. Sabe que su hermano le quiere contar algo y que le está costando hacerlo.

-No te lo he querido contar hasta que estuvieras más fuerte. Pero creo que ahora lo podrás soportar. Bill, se trata de Zach.

Nota que se pone rígido en la silla y el miedo asoma a sus ojos. Le aprieta más la mano y sigue hablando.

-No tienes que temer nada de él, no te va a volver a hacer daño nunca más, porque ha muerto.

-¿Cómo?-susurra Bill muy bajito.

-Se ha suicidado. Fue la misma noche que te quiso matar. No lo consiguió y como yo le rechacé no lo pudo soportar y se tiró por la ventana de su apartamento.

-¿Tú lo rechazaste? No lo entiendo, siempre estaba hablando en tu contra y… ya entiendo. Me estaba mintiendo en eso también. Que tonto fui al hacerle caso, a creerme todas sus mentiras. Lo siento mucho, Tom. Todo el daño que te he hecho por su culpa.

-No tienes que disculparte. A mi también me mintió, diciéndome que te habías inventado todo para hacerme daño. Ha estado jugando con nosotros desde el principio. Quería que te enamoraras de él para hacerte daño con las pastillas y así quitarte del medio para conseguirme. Y casi lo consigue. Si no llego a subir a tu habitación estarías muerto y él había conseguido la mitad de su plan. Porque no sé de donde ha sacado que sí tú no estás conmigo yo me iría con él.

Hace una pausa y le coge la barbilla para que le mire a los ojos.

-Sabes que si tú te vas primero yo iré tras de ti a buscarte. Donde estuvieras yo te encontraría y no nos separaríamos nunca más.

Se inclina y le da un beso en los labios.

-Por cierto, ya se me olvidaba una cosa-dice poniéndose de pies y metiendo la mano en el bolsillo.

Saca un sobre de papel marrón de su bolsillo y se lo entregó a su hermano, que se queda mirándolo con curiosidad.

-¿Qué es esto?

-Es un regalo que te he comprado. Vamos, ábrelo de una vez-le anima sin dejar de sonreír.

Bill lo hace y del sobre sale una cadena con una pequeña estrella plateada de cinco puntas, como la que él le regaló.

-Es tu cadena-dice sin comprender.

Tom niega con la cabeza y le enseña la que lleva al cuello.

-Esa es para ti. Dale la vuelta y lee la inscripción.

Lo hace y comienza a llorar mientras lee lo que ponía.

-“PROMETO HACERTE FELIZ ETERNAMENTE HASTA EL FIN DE NUESTRAS VIDAS”

-¿De verdad?-le pregunta entre lágrimas.

-Esa es mi promesa, y recuerda que siempre cumplo lo que prometo.

Le toma la cara con las dos manos y comienza a darle un dulce beso que hace que deje de llorar. Ya es muy feliz, y cree que jamás va a volver a llorar por no serlo.




Tres meses después se encuentran donde todo empezó. Van a dar su primer concierto tras la “enfermedad” de Bill, como así había salido en todas las noticias.

El primer mes se lo pasó descansando para recuperar las fuerzas. Tardó mucho en recuperarse, pues toda la fuerza que ganaba cada día su hermano se la hacía perder por las noches.

Luego vinieron los ensayos para poner su voz a punto. Y de nuevo comenzaron los conciertos.

Era la misma sala que aquella vez, y por eso están todos nerviosos. Incluso David, que había decidido acompañar en persona a los chicos para siempre en todos los conciertos. No volvería a confiar en nadie más esa tarea.


-¿Seguro que te encuentras bien?-le pregunta Tom.

Se encontraban en la misma habitación donde casi comenzó el fin de su vida juntos.

-Solo un poco nervioso, es mi primer concierto. Por lo demás me encuentro muy bien. Sé que él no va a volver a hacerme daño, a intentar separarnos nunca más.

Tom le da un suave beso en los labios.

-Con esto se te pasarán los nervios.

Los llaman para salir al escenario y salen de la habitación cogidos con fuerza de las manos.

Una vez en el escenario las fans gritaron como locas al volver a ver a Bill. Todas habían llorado cuando leyeron en los periódicos que había ingresado en el hospital tras sufrir un ataque al corazón. A ellas casi les da uno de verdad cuando no supieron nada de él hasta en esos momentos que le tenían delante, más vivo que nunca.

La música comienza a sonar y Bill empieza a cantar cuando le llega su turno. Su voz sale con mucha fuerza, transmitiendo toda la felicidad que siente.

La canción está llegando al final. Tom está tocando su guitarra en medio del escenario y su hermano canta unos pasos tras él. Reconoce el momento de esa misma canción en la que le bailó de manera muy sugerente haciéndole fallar, y no puede contenerse. Se gira y comienza a caminar hacia su hermano sin dejar de tocar. Cuando casi llega a su altura se para delante de él, pasándose la lengua por los labios y dirigiéndole esa sonrisa suya que hacía que a su hermano se le cortara la respiración.

Y eso es lo que ocurrió. Bill se le queda mirando la boca, viendo esos labios humedecidos que le llamaban a gritos, deseando poner los suyos sobre ellos. También ve como se estiraban sus labios en esa sonrisa pícara que tanto le gusta. No sólo hace que se le corte la respiración, sino que también deje de cantar.

Tom sigue caminando como si nada hubiera pasado y sin dejar de sonreír ni de tocar.

La canción llegó a su fin sin que Bill haya cantado parte de la estrofa final, pues para cuando quiso reaccionar ya era tarde y sólo pudo cantar las notas finales desafinando incluso un poco.

Todo el público estalla en aplausos cuando cesa la música. Los chicos saludan muy emocionados y bajan del escenario muy contentos con la actuación.

-No me esperaba eso de ti Bill-le riñe Gustav en broma en cuanto están en la sala de espera-Eso sería más propio de Tom.

-Es verdad, ¿qué fue lo que dijiste? Que nada te podría distraer en el escenario-repite Tom sus palabras sin dejar de reír.

Bill no dice nada, coge la toalla que le acerca David y se la empieza a poner al cuello. Su hermano le ayuda como la última vez, cruzándosela sobre el pecho.

-Has jugado sucio, dijimos que no nos íbamos a distraer sobre el escenario nunca más-le dice Bill entre dientes sonriéndole.

-También te prometí que me vengaría por la última vez y sabes que siempre cumplo mis promesas-le contesta rozándole la estrella que colgaba de su cuello-También te he prometido hacerte siempre feliz, y mira como sonríes.

-Pues esta noche vas a tener que hacerme más feliz que nunca. Prométemelo o la próxima vez te beso en mitad del escenario-le desafía.

-Eso habría que verlo- dice Tom riendo más fuerte- Pero te prometo que esta noche te haré muy feliz.




Cuando llegan al hotel, y después de cenar todos juntos en la habitación de Bill donde no dejaron de reírse de él en toda la cena, cada uno se marcha a su habitación.

Bill se acuesta en su cama, donde media hora después se mete su hermano. Ahora era él quien descana entre sus brazos, con la cabeza sobre su pecho escuchando como le palpita el corazón, gesto que hace todas las noches antes de dormir.

-¿Siempre lo vas a hacer?-le pregunta Bill mientras le recorre el pelo con las manos. Lo llevaba suelto y le hacía cosquillas contra su piel desnuda.

-Sabes que sí. Quiero comprobar que no se va a volver a para y darme otro susto igual. No lo podría soportar-le contesta Tom besándole el pecho.

-Sabes que se paró porque estaba muy triste. Pero ya no lo volverá a hacer, porque ya soy muy feliz.

-Todavía no eres muy feliz-dice Tom levantando la cabeza y mirándole a los ojos- Te prometí hacerte muy feliz esta noche, y todavía no he empezado.

Le abraza muy fuerte y besándole en los labios le hace rodar para que quedara encima de él.

Bill separa los labios para coger aliento, pues le ha pillado por sorpresa. Levanta la cabeza, con su estrella colgando de su cuello. Nunca se la quitaría, ni su hermano la suya, que reluce sobre su pecho.

En una estrella pone que siempre le protegería. En la otra que siempre le haría feliz. Era el protector de su felicidad, de una felicidad verdadera.

Bill baja la cabeza y besándole tiernamente se sumerge en la felicidad que su hermano le estaba transmitiendo.

Se funden en un beso muy largo mientras que las manos de Tom le recorren todo el cuerpo haciendo que su hermano sonriera contra su boca.

Le estaba haciendo muy feliz, tal y como le había prometido.
Notas finales: Un nuevo fic que se termina....el proximo que publique, uno que acabo de terminar en la pag de slash titulado "Vidas eternas"....

Un pequeño adelanto:


"Tom lleva unos días actuando de manera extraña, desde ese concierto en el que se fue con una fan ante el dolor de su hermano. ¿Qué pasó esa noche que desde entonces su mirada está perdida? ¿Qué le hizo esa chica para que lo quiera dejar todo? Dejará el grupo, dejará su vida, dejará a su hermano consumido en la melancolía."

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).