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Cocina con el corazón por Mascayeta

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Kirishima tiró la puerta para con rabia terminar de quitarse la corbata del traje que tenía puesto.

—Es tu culpa por no contarle nada —dijo quien le pasaba una cerveza y le invitaba a sentarse—. Por lo menos el tipo accedió a que permaneciera en el hotel y que la fiesta se hiciese en este lugar, así que llevamos una ventaja.

Zen exhaló con resignación en lo que dejaba la lata en la mesa y recogía los papeles que le pasaba quien dé un momento a otro resultó ser su mejor aliado. En estos aparecía el contacto de la Beta que podía darles la información que necesitaban, debían esperar para que Anata la traicionara, en ese momento el despecho de la mujer sería el arma para acabarlo.

Por eso el papel de Ritsu era indispensable, ella estaría preparando la fiesta de compromiso y el ojiverde debía recordarle que el Alpha amaba a Yokozawa y no lo cambiaría por ninguna otra pareja.

—Yokobô es astuto y recién hoy, después de terminar el programa, me citó —explicó el castaño cerrando la carpeta—. Tenemos hasta el jueves para obtener las pruebas, habla con tu madre para que el viernes podamos diligenciar la denuncia.

—La suma que ofertes debe ser en dólares como la que nos dio el extranjero —advirtió Takano marcando el número de Kotoko-haha que escuchó la petición del ojimiel—. Recuerda que sin ese papel todo será en vano.

El castaño finalizó la bebida para arreglarse e ir a la cita en Servicios Sociales, al menos Kiseki permanecía con los padres de Yokozawa, los cuales accedieron a seguir las indicaciones que Isaka-san le hizo con respecto a restringir sus conversaciones para evitar preguntas que no sabrían cómo responder. Si conocían bien a Yokobô, después de la boda informaría a Takafumi de la adopción con alguna excusa sustentada en el subgénero, para ese instante el Omega ya no podría recuperar a Kiseki de sus nuevos padres.

Esto, sin lugar a dudas, era una carrera contra el tiempo.

El mismo tiempo que Yokozawa deseaba se fuese lo más rápido posible. Al día siguiente de la eliminación, Ritsu y la secretaria de Anata se convirtieron en los escuderos del Omega que se dejó guiar por la mujer que escogió hasta el más mínimo detalle de lo que denominó la "fiesta del año", lo cierto es que con cada compra le recordó a Yokozawa el rol que ella cumplía en la vida de Yokobô. Onodera en más de una ocasión tuvo que mediar evitando que el ojigris perdiera la calma, repitiéndole que todo era por el bien de Kiseki, un sacrificio mínimo por su seguridad.

Cuando llegó el viernes, Takafumi dio gracias porque el suplicio de convivir con esa Beta acabaría ese día. Se encontraba a 24 horas de irse con su hijo según el plan diseñado por Takano, por eso se comportó como la novia perfecta, en la reunión de la noche fingiría ante los invitados de Anata, y una vez este saliera para la despedida de soltero, Onodera le entregaría a Kiseki para marcharse fuera del país. Por seguridad no le contarían a nadie hasta que estuviesen lejos del alcance de ese malnacido.

Bajó del ascensor tratando de lucir la mejor sonrisa posible ocultando su ansiedad, la secretaria de Yokobô se encontraba hablando por teléfono y por lo visto la conversación no la tenía satisfecha.

—Amor, tú me dijiste que me querías —oyó cuando con sigilo se colocó a una prudente distancia, la joven limpiaba las indiscretas lágrimas en lo que trataba de mantener la calma—. Por favor, me lo prometiste si te ayudaba en lo de Kayama y con ese extranjero. Afirmaste que ese Omega sólo lo querías para tener un Alpha Dominante.

Yokozawa sintió a Onodera ubicarse a su lado y con la mirada le ordenó guardar silencio concentrándose en la llamada ajena.

La Beta modificó su expresión, apretó la mandíbula y finalmente respondió.

—Así que eso es todo, se acabó la relación —gimió estresada—. De acuerdo señor, me dirijo a la oficina para los debidos trámites.

La inexplicable risa de Ritsu desconcertó a Takafumi que le reclamó por el alboroto, suficiente para que la Beta asumiera que acababan de llegar. Retomando la odiosa actitud que mostró toda la semana, les avisó que no podría estar con ellos ese día, igual lo que quedaban eran detalles que las damas de honor, dijo señalando con desprecio a Onodera, podían encargarse. Dio media vuelta y salió, dejando a los Omegas sin más explicaciones.

—Justo a tiempo —Yasuda llegó mostrando su reloj—. Pensé que no los alcanzaría. Yokozawa-kun diez minutos para ir a la puerta de la cocina principal, allí le darán las indicaciones. Onodera hoy serás el presentador, ven conmigo.

«Tres, dos...grabando»

—Hoy nuestros tres finalistas se enfrentarán a la última prueba en la que deben satisfacer a un cliente en el día más feliz de su vida.

Las puertas se abrieron para dar paso a Takafumi tomado de la mano de Hiyori.

—Bienvenido Yokozawa-kun y una de sus damas de honor —los finalistas sonrieron por la pareja, esperando por las condiciones del desafío—. El reto es elaborar el banquete de bodas de su excompañero de acuerdo con sus indicaciones.

Ambos Omegas se miraron para comenzar a decir los ingredientes base del menú. Una entrada, un plato fuerte y un postre, donde debían utilizar frutas de temporada, solomillo de cerdo y pez espada. Incluidos dos acompañamientos.

—Para el postre queremos 5 adornos de mesa con 12 cupcakes cada uno y que parezcan flores —expresó Hiyo-chan, pasando a los finalistas la receta y dos fotografías con muestras de lo que debían hacer—. El pastel, como pueden ver, debe tener tres pisos, decorado con fondant marmolado, y lo más importante, el bizcocho debe ser de vainilla con crema chantilly y frutas que podrán elegir libremente.

—Chefs tienen hoy para diseñar su menú y comprar los ingredientes, mañana prepararan cinco platos y una muestra de los cupcakes y del pastel en miniatura, se les darán dos ayudantes que les colaboraran con el decorado, y el ganador será quien sea elegido para preparar la cena del matrimonio el día domingo, su primer contrato como el Cocinero Gold Star.

La entrevista respectiva para Yokozawa sobre las expectativas de su boda y los platos que podrían preparar, dieron el tiempo a los finalistas para diseñar lo que presentarían.

A las siete de la noche el Omega vio el traje elegido para la ceremonia, había que admitir que la Beta tenía buen.

El jardín lucía espectacular, la iluminación daba al pequeño escenario donde una orquesta tocaba música propia de los años cincuenta, no conocía a muchos de los invitados, por eso asumió que serían amigos de Yokobô, había personas de producción, los jurados del programa, y sonrió al ver a su padre acercarse.

El señor Yokozawa abrazó a su hijo disculpándose por el silencio en esos días, pero era necesario para lo que ocurriría, el ojigris asintió preguntando por Kiseki y procuró mantenerse sereno cuando el mayor le contó que tuvieron que entregarlo a Servicios Sociales, el Omega volvió a abrazar a su papá, pronto sabría la verdad y que su nieto estaba a salvo.

A las diez Kirishima invitó a Anata a reunirse antes de dar el anuncio del compromiso oficial y la invitación a la boda. Cuando llegaron al despacho el Alpha encontró a Kotoko Takano, Isaka y Asahina. Una vez cerraron con seguro, le invitaron a sentarse para conversar sobre sus acciones.

—¿Qué quieren lograr con estos papeles?

—Durante años has estado utilizando tu puesto para el tráfico de menores —dijo Ryuuichirou con desdén—, muchos de los cuáles en estos momentos, como pudiste notarlo, están muertos o....explotados de manera incorrecta.

La voz del Omega mostraba la indignación por el descubrimiento.

—Y quién te dio la información —repuso con sorna Yokobô—, ¿la madre el Alpha al que le negué la adopción o el estúpido Omega que tenía esas pruebas caducas? —una sonrisa apareció en el rostro del acusado que de todas maneras se sentía ganador—. Si esto fuera verdad, nada pueden hacer en este instante Kiseki se encuentra con su padre adoptivo desde la tarde, y posiblemente ya viajaron al exterior.

—Creo que no leyó bien las fechas señor —replicó la abogada indicando en los documentos lo que Anata comprendió como la venganza de su secretaria por el despido del cargo que ocupaba—, además, el hombre con que negoció al cachorro prefirió delatarlo antes de ir a prisión.

Media hora transcurrió en la discusión, al estar en el salón Yokobô tomó el micrófono pidiendo la atención de los presentes.

—Amigos agradezco su presencia en esta reunión, hoy celebró tenerlos a mi lado para compartir la alegría de ser el nuevo presidente de la compañía familiar —los aplausos se oyeron junto con las felicitaciones por el logro—, gracias por asistir y disfruten la noche, les deseo que su vida sea tan afortunada como es la mía en este momento. ¡Salud!

El grito fue unánime, después de eso el hombre abandonó el salón ignorando a Yokozawa, lo derrotaron y si no deseaba salir peor librado era mejor dejar atrás ese pasado, ningún Omega merecía que él terminará en la cárcel. 

—Vaya noche —dijo Kirishima aproximándose a Takafumi para llevarlo a la pista de baile—. Sabes lo difícil que fue no hablarte en todos estos días, después de esa mañana en tu habitación se hizo imposible no desearte y darme cuenta que nuestro vinculo era demasiado fuerte por las emociones que podía percibir de ti...

—Me voy del país con Kiseki.

—Y con Hiyori, no nos perdonaría que no la lleváramos —la expresión de sorpresa en el rostro del Omega hizo que Zen se detuviese para explicarle lo ocurrido—. Cuando supe que Kiseki era mi hijo pasé la solicitud de adopción, luego Takano y Onodera me contactaron, y encontraste en Isaka un protector. Perdón por no decirte, pero eres muy malo mintiendo.

La sonrisa que se dibujó en los labios del Omega junto a las lágrimas que sin duda eran de felicidad fueron acompañadas por la voz del niño que corrió a sus brazos tan pronto pudo hallarlo.

—¿Te vas a casar con Zen-san? ¿Es verdad que él es mi papá? —Takafumi asintió abrazándolo, después le reclamaría al Alpha, al fin y al cabo, tenían toda una vida para hacerlo.

 

Después de la final - POV Yokozawa.

La final fue un evento digno de recordar, el banquete ganador fue el de Aikawa Eri, meritorio para la boda de Isaka-san y Asahina, su Alpha de años y con quien no habían oficializado la unión, algo que vieron indispensable ahora que esperaban a su primer cachorro, con eso quedaba demostrado que no sólo los Alpha Dominantes podían embarazarnos.

En cuanto a Yuudai, más que el dinero que le dieron por ser el segundo lugar en la competencia, tuvo la sorpresa que desde que se conoció el caso de su sobrino, Yasuda junto con Henmi buscaron un lugar donde pudiesen tratarlo, una Fundación estudió su caso y aceptó el ingreso del menor, viajaría con su abuela mientras el Alpha comenzaba a estudiar en el Instituto Superior Tōtsuki, parecía que al fin la vida comenzaba a sonreírle, por lo visto también aprendió que la actitud que tomó al principio del programa, además de ser errada, sólo ahuyentaba a las personas que podían ser sus aliados.

Ritsu tuvo que enfrentar la ira de los patrocinadores que no estuvieron de acuerdo con una Beta como ganador, pero como bien explicó Onodera, los tres jurados eran parte del evento gastronómico, todos extranjeros y ninguno había tenido contacto con el concurso, así que era imposible poder interferir en la decisión.

Takano y yo volvimos a conversar como amigos, Kirishima agradeció la intervención que tuvo, sin ese intento de adopción no hubiésemos conocido del "negocio" de Yokobô con los cachorros, y tarde o temprano perdería a mi bebé.

Haitini se retiró tan pronto fue descubierta su farsa, y el padre de Onodera tuvo que admitir que su hijo, un Omega, tenía la capacidad de dirigir la empresa, y casarse con el Alpha que lo marcó desde joven.

Por mi parte, a pesar de no ser el festejado, la verdad es que disfruté saber que el error de una noche de copas fue con mi destinado, y que me regaló una hermosa hija, ya que Hiyo es eso para mí. El ver a mi niño correr por la fiesta, que lo traten con normalidad sin rechazarlo por ser el bastardo de un Omega masculino sin pareja, es agradable.

 —¿En qué piensas? —preguntó mi Alpha rodeándome con sus brazos y depositando un beso en mi cuello, por el momento era la expresión de cariño más osada que le permitiría de acuerdo con lo que exigí después de que me explicaron el plan que urdieron sin mi autorización.

 —En que eres un coqueto empedernido ¿así es como piensas enamorarme?

 —Ya estás enamorado de mí, lo que tengo es que convencerte que te amo desde hace cinco años.

 Reí dándole un beso en los labios porque tenía razón. Recostándome en su pecho pensé que, aunque no fui el Chef ganador, si puedo decir que el concurso de cocina permitió que mi corazón consiguiera lo que necesitaba para seguir adelante: 

 

Confianza en mí mismo.

 


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