Oikawa caminaba furioso después de haber salido del hogar de Kageyama. Rápidamente sacó su celular para llamar a Iwaizumi.
"¿Oikawa?" Se escuchó al otro lado del aparato.
"Oye, ¿dónde andas?"
"Con los muchachos en casa de Matsukawa, ¿por qué?"
"Voy para allá."
"Espera, ¿no que te quedabas con Kageyama hoy? ¿Qué-?" Pero cortó la llamada antes de que pudiese oír el resto de la pregunta. A los pocos minutos, llegó a la casa de su compañero y tocó la puerta.
"Oikawa... ¡Qué sorpresa!" Exclamó el dueño de casa con una sonrisa burlesca, mientras se movía para dejarlo entrar "Iwaizumi nos dijo que tenías otro compromiso, por eso no te invitamos a quedarte esta noche."
"Sí, sí... ¿Tienes cerveza?" Dijo rápidamente. Matsukawa lo quedó mirando confundido.
"No estamos tomando... pero si quieres-"
"Sí, quiero. Sírveme." Le ordenó sentándose junto a Hanamaki e Iwaizumi en la sala de estar. Los otros tres muchachos se miraron entre ellos sin comprender del todo la actitud de su amigo. Pronto, llegó Issei con cuatro latas de cerveza y le entregó una cada chico. Todos abrieron sus latas para luego brindar y comenzar a tomar. Cada uno de ellos tomó un pequeño sorbo al inicio... excepto Oikawa, que se tomó todo el contenido de un solo trago. "¿Tienes más?"
"Emmm... sí... pero no creo que deba darte más, la verdad..." Respondió Matsukawa sintiéndose incómodo. Oikawa le quitó su lata para también tomársela completa. "¡Oye, oye, tranquilo!" El capitán lanzó un gruñido y terminó por tumbar su cabeza pesadamente sobre la mesa.
"Mejor te llevo a casa." Comenzó a decir su mejor amigo, intentando levantarlo de la mesa, pero era como un peso muerto. "¡Vamos, Mierdakawa, ayúdame un poco!"
"¡No quiero ir a casa! ¡No quiero ver la estúpida cara de mi mamá!" Lloriqueó de forma exagerada, dejando a los chicos en completo silencio. "¡¿Quién se cree que es para establecer lo que es importante para mí?! ¡No tiene respeto ni por lo que hago ni por lo que quiero hacer!" Los demás se miraron de nuevo. Era claro que el alcohol estaba comenzando a hacer efecto. "¡Tuve un día de lo más del asco! ¡ASQUEROSO! Y lo único que quería era estar con mi lindo novio... ¡¿y para qué?! ¡¿Para darme cuenta de que no confía en mí?!"
"Espera, espera, tiempo fuera..." Hanamaki exclamó de repente haciendo una T con las manos. "¡¿Novio?!"
"¿Eres gay?" Preguntó esta vez Matsukawa, que estaba igual de perdido que Takahiro.
"Siií, tengo novio, y uno muy muy muy lindo, por cierto... ¡¿Qué tanto?!" Un aturdido Oikawa reclamó con molestia mientras su compañero alzaba las manos en señal de inocencia. Hajime, quien ya se estaba poniendo nervioso por el curso de la conversación, intentó nuevamente acarrear a su amigo.
"Ya, Oikawa, vamos a mi casa." Sin embargo, el capitán ebrio lo empujó para alejarlo de él y cambio su expresión a una de tristeza.
"¡Lo adoroooo! Pero me cree tan bastardo como para querer dejarlo después de nuestro partido contra su equipo pasado mañana... ¡¿Realmente soy tan poco confiable?!" Ante lo dicho, Iwaizumi cerró los ojos con resignación. Su amigo era tan estúpido; no debería tomar si no lograba aguantar el alcohol. ¿Quién se embriagaba con solo dos latas de cerveza?
"¿Pasado mañana? Pero pasado mañana jugamos contra Karasuno, ¿no?"
"¿Tu novio es un jugador de Karasuno, Oikawa?"
"Uuuuuhhhh, ya cuenta, ¿quién es?" Era claro para el as de Seijoh que sus compañeros estaban muy divertidos con la situación.
"Iwaizumi, tú sabes, ¿cierto? ¡Vamos, dinos!" Pero antes de que pudiese decir cualquier cosa, el capitán volvió a hablar.
"Quién va a ser sino el chico más hermoso...El más lindo y de los ojos más brillantes... El más adorable, ingenuo e inocente que hay en el mundo entero..." Comenzó a decir alzando su mano en el aire. "Con unas manos tan delicadas que preparan los platillos más deliciosos que he probado en mi vida... y tan fuertes como para controlar el balón como un genio..." Los tres chicos lo quedaron viendo con los ojos entrecerrados.
"Wow, realmente cayó duro por ese chico..." Dijo Takahiro finalmente, muy divertido. "Ahora de verdad necesito saber quien es."
"Yo también, ya dígannos"
"Cállense." Ordenó el as de Seijoh, ya hastiado de la situación. Luego se dirigió al capitán en voz baja. "Y tú, imbécil, escúchame... Es una mierda que te cuestione así, pero no puedes culparlo ¿O tengo que recordarte como fue que terminaron juntos? ¿O por qué te botó la primera vez? Y ahora, ante la primera prueba de lealtad, ¿sales corriendo?"
Los chicos vieron como Oikawa abría mucho los ojos ante las palabras de Hajime.
"¡Ay, Dios! ¡Tienes razón!" Torpemente sacó su celular del bolsillo y apretó varias veces la pantalla sin lograr desbloquearlo para luego poner el aparato junto a su oreja. "¿Tobio? ¡Perdónameeee!"
"¡¿Qué haces?! ¡Dame eso!"
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Oikawa comenzó a abrir los ojos con mucho esfuerzo. Sentía un sabor horrible en la boca y mucha sed. Mientras veía a su alrededor, notó que no estaba en su casa, sino en un sofá de una sala que desconocía.
'Cierto... vine donde Matssun anoche...' Pensó tallándose los ojos, cuando, de repente, escucha una voz que venía detrás de él.
"Ah, al fin despiertas..." Se volteó rápidamente, encontrándose con Iwaizumi.
"Buenos días, Iwa-chan." Murmuró en un tono cansado.
"Oikawa... Es la una de la tarde..."
"¿¡Qué?!" Con urgencia, buscó su celular para confirmar la hora, pero no lo encontró. "¿Y mi teléfono?"
"Toma." Su amigo le alcanzó el aparato.
"¿Por qué lo tienes tú?" Oikawa preguntó mientras lo tomaba y lo revisaba, viendo que tenía muchas notificaciones. El otro simplemente negó con la cabeza e ignoró la pregunta.
"Tienes tanta suerte de que nos dieran libre hoy." Le reclamó con el ceño fruncido en tanto le daba una bebida deportiva. El capitán no sabía bien qué decir; estaba confundido e intentaba recordar como había llegado a ese sofá, sin éxito.
"Emmm... ¿Estamos donde Matssun?" Tooru preguntó tímidamente.
"Sí... Al menos recuerdas eso..." Masculló el as de Seijoh molesto. "Tómate eso. Tienes que reponerte para el partido."
"¿El... partido?" Dijo torpe y aturdidamente, lo que hizo enfurecer a Hajime.
"¡Sí, estúpido! ¡El partido de mañana! ¡¿Cómo se te ocurre emborracharte a vísperas de un partido?!"
"Estaré bien para mañana; lo prometo. No estoy tan mal." Le aseguró con rapidez.
"Más te vale..." Iwaizumi se calmó al ver que el otro chico se veía algo desorientado más por recién haberse despertado que por la ingesta de alcohol, lo que significaba que solo tendría que hidratarse más de lo usual durante el día. "Y... ¿Me vas a explicar que mierda te pasó ayer? ¿Qué pasó exactamente con tu mamá y con Kageyama?" Oikawa le dio un gran sorbo a la bebida deportiva antes de contestar.
"Con mi mamá lo mismo de siempre. No le dio ninguna importancia al partido que habíamos ganado y sigue presionando con lo del examen de ingreso."
Hajime sabía que ese tema le molestaba enormemente a su amigo. Últimamente habían conversado bastante al respecto, justamente porque al capitán le molestaba que su mamá no lo apoyara más con sus sueños.
"¿Y con Kageyama? Anoche dijiste algo sobre que creía que romperías con él después de nuestro partido contra Karasuno..."
"Me preguntó si las cosas entre nosotros seguirían igual después del partido..."
"Ya, ¿y?"
"Pues... eso..."
"¡¿Y por eso te enojas?!" Le regañó frustrado el as. "¡Pensé que te había echado en cara algo, porque le has dado harto material para eso!"
"¡Sobre reaccioné, lo sé!" Terminó diciendo frustrado. "Ya estaba enojado por ese día de mierda y me desquité con Tobio..."
"...Tal vez deberías decidir si realmente quieres que sigamos, porque no necesito esto..."
Oikawa abrió mucho los ojos cuando recordó las palabras que le había dicho a su pareja, y fue a inspeccionar las notificaciones de su celular temblorosamente. Iwaizumi notó el cambio en su amigo.
"¿Qué pasa ahora?" Tooru ignoró al otro mientras revisaba el listado de las llamadas perdidas. Tenía una de su madre, pero ninguna del pelinegro.
"Tengo que hablar con Tobio."
"¿Ya se te pasó la idiotez entonces?" Replicó Iwaizumi, mirando su propio teléfono mientras escribía algo.
"Sí..." Oikawa respondió de mala gana, para después levantarse. Sin embargo, fue detenido por su amigo, quien puso sus manos sobre sus hombros para obligarlo a sentarse nuevamente.
"Tú no te mueves de aquí."
"¿Por qué?" Justo después de decir eso, Hanamaki y Matsukawa entraron a la sala de estar.
"¡Oh, Oikawa! ¡Estás vivo!" Dijo un burlesco Takahiro.
"Ya pensábamos que nos quedamos sin capitán." El otro agregó en un tono más serio. Tooru, sintiéndose frustrado se comenzó a frotar bruscamente los ojos con una de sus manos.
"Tampoco exageren..." Murmuró el capitán ligeramente molesto.
"Oikawa-san..."
El aludido se detuvo al instante que escuchó su nombre. Esa voz, que se escuchaba seria y grave, la conocía a la perfección. Quitó su mano y abrió los ojos para confirmar sus sospechas.
"¿Tobio?"