Bucky no estaba recuperado aun, pero después de una semana ya estaba harto de estar en cama. La reina seguía al mando de los preparativos, y por lo que Shuri y Nakia comentaban, no estaba escatimando en gastos. Los mejores diseñadores de moda del país habían sido convocados para confeccionar el traje de Bucky. Originalmente el chico había pensado que sería solamente el de su boda, pero se había llevado la sorpresa de su vida cuando había entendido que era todo un guardarropa
- Serás el príncipe de Wakanda – dijo la Shuri – tienes que estar a la altura
- Pero esto es demasiado Shuri – le dijo a la princesa – ¿qué voy a hacer con tanta ropa?
- Se me ocurre… no se… ¿usarla? – dijo está ganándose una mala mirada de su futuro cuñado – James la cosa es que en un par de semanas serás la reina oficial de Wakanda y deberás viajar alrededor del mundo representándola ¿quieres que digan que nos vestimos mal?
- No – dijo el castaño – claro que no, pero… es mucho. Y prefiero el titulo rey consorte. Gracias
- Espera a que llegue el primer bebe – dijo Shuri – madre me ha aterrorizado con eso desde los doce – y sintió un escalofrió
- Eres de mucha ayuda, muchas gracias – dijo Bucky en forma sarcástica
- Estarás bien – dijo Shuri abrazándolo cuando un carraspeo los hizo mirar hacia atrás
- Mi señor – dijo un hombre haciendo una venia – es hora de su clase de pasarela. Y a las tres la de etiqueta. El tiempo apremia – James se encogió pensando en cuanto necesitaba dormir. Ahora entendía porque T´Challa a veces tenía enormes ojeras. Tal vez la idea de su prometido de fugarse no era tan mala
Sin embargo eso era algo que nunca le haría a su padre. Aunque no lo decía, Bucky sabía que tenía el alma dividida en dos. Por un lado el anciano estaba feliz de que su hijo se fuera a casar con alguien que realmente amaba y le correspondía, pero por otro lado quería detener el tiempo para que sus pequeños siguieran siendo eso. Sus pequeños. Porque ahora que James entrase a la familia real oficialmente, le sería mucho más fácil a Nakia encontrar a una persona que también la hiciera enamorarse. Negus sabía que era ley dela vida. A diario se repetía que los hijos eran prestados en la vida y llegado el momento tenía que dejarlos ir, pero él no estaba listo para hacer eso con los suyos
Ese día se habían levantado muy temprano, el ensayo general había sido el día anterior y había sido todo un éxito, si se obviaba el hecho de que Bucky quería volver a su cama y no salir nunca más de allí. Estaba muy nervioso, se casaría en unas cuantas horas y tendría que empezar a cumplir con sus obligaciones reales, tanto fuera como dentro de la alcoba. No se lo había dicho absolutamente a nadie pero le aterraba pensar en su primera vez. No había tenido relaciones jamás con nadie, y aunque, a falta de una madre, las ancianas de la tribu le habían dado una charla, que lejos de calmarlo lo altero, no sabía que esperar realmente de su primera vez.
Pensó en hablarlo con T´Challa pero supuso que no era correcto, y no daría pie para que su prometido pensara mal de él. Pensó también en hablarlo con su padre pero era un tanto embarazoso. Además dudaba mucho que su padre hubiese estado alguna vez en su posición. Francamente dudaba mucho que algún ser vivo en Wakanda, en ese momento hubiese estado en su posición. Pensó en su hermana, después de todo tenían esa confianza, pero cuando iba a hacerlo, Nakia se le adelanto y lo hizo prometer que le explicaría todo cuando ella se casara. “Traidora” pensó
Una nave los había recogido cerca de las siete de la mañana de su casa, y los había llevado al palacio para desayunar con la familia real. Era una locura ¡Se iba a casar con el futuro rey del país! La comida fue tranquila si no pensaba en que en un par de horas dejaría oficialmente de apellidar Barnes para ser un Udaku.
- ¿Y bien James? – dijo el rey – ¿listo para el gran día?
- Yo… – dijo este tartamudeando. En esos meses muchas veces habían realizado muchas de esas comidas, pero de pronto el tomar conciencia de los hechos cercanos, no supo cómo actuar – ¿me disculpan? Necesito…
- ¿estás bien amor? – dijo T’Challa poniéndose de pie junto con los otros dos hombres de la mesa
- Si – dijo el castaño sonriendo – solo necesito…
- Claro – dijo el príncipe y Bucky se disculpó para salir lo más deprisa que pudo. Una de las Doras Milaje lo iba a seguir pero el príncipe hizo un gesto y esta regreso a su lugar
A esa altura, James conocía perfectamente varios lugares del palacio donde evitar las miradas curiosas. Dobló una esquina y llegó a una parte del jardín de la reina que le agradaba. Apoyo la palma de su mano en el tronco de un árbol milenario y cerró los ojos tratando de regularizar su respiración al mismo tiempo que sus lágrimas. Amaba a su prometido, de eso no tenía ninguna duda, pero el paso de los días solo lo había hecho entender lo que estaba a punto de suceder
Unos brazos rodearon cuidadosamente su cintura mientras sus lágrimas no dejaban de caer. Sin palabras se giró para esconder el rostro en el pecho del príncipe para allí ahogar sus sollozos. Con el paso de los minutos sus espasmos fueron disminuyendo a medida que sentía los besos de su prometido en su cabello revuelto
- ¿Estás más tranquilo? – pregunto T’Challa
- Perdón – susurro Bucky – no debí…, tus padres…
- No te preocupes por eso – dijo T´Challa – lo que me preocupa es cómo te sientes tú. James si crees que estamos yendo muy rápido, dímelo. Posponemos todos
- ¿Ya no te quieres…? – dijo este nervioso
- Dije posponer - repitió T´Challa sonriendo mientras le acaricio el rostro – no cancelar. Podemos darle más tiempo a mi madre con los preparativos, y tú tendrías más tiempo de acoplarte a la vida de palacio
- ¿te das cuenta que hoy es la boda? – dijo James
- ¿te das cuenta que lo único quiero es verte feliz? – dijo T´Challa – y como prueba traje esto – y de su bolsillo saco dulce haciendo sonreír a su prometido – podemos fugarnos a la cascada del rey y escondernos todo el día. Conozco una cueva…
- ¿De verdad crees que lo hare bien? – pregunto James
- Que me perdone mi madre – dijo T’Challa – pero creo que serás la mejor reina que Wakanda ha tenido en veinte mil años
- ¡T, Wakanda solo tiene diez mil años! – dijo James sonriendo
- Para que veas – dijo el príncipe – nadie te iguala. ¿Volvemos? Hay una boda pendiente, ¿o prefieres la fuga a la cascada? – y las mejillas del americano se sonrojaron – Ambas alternativas me seducen a partes iguales – y se acercó para besarle el cuello
- ¡Boda! ¡Boda! ¡Boda! ¡Boda! – dijo James en medio de carcajadas
- ¡Cobarde! – murmuro T’Challa contra el cuello de su prometido haciéndolo reír más aun debido a las cosquillas que le produjo en esa zona, pero un carraspeo los separo ligeramente
- Me mandaron a escoltar al futuro príncipe consorte a su habitación para comenzar su preparación para la boda – dijo Nakia con su lanza al lado
- Estaba a mitad de una negociación vital para Wakanda – protesto el príncipe
- ¿Y su alteza se da cuenta que en este momento no está hablando con un miembro de su guardia, sino con la hermana mayor de su prometido? – dijo Nakia y tres pares de ojos ascendieron hasta la punta de la lanza que portaba la chica, y James lanzo otra carcajada viendo al escuchar la garganta de T’Challa
- Te veo en altar – dijo James besándole los labios suavemente
- Y yo prometo no fugarme solo – dijo mientras ambos hermanos se alejaban
- Yo quiero ver qué opina mi baba sobre su plan, alteza – dijo Nakia tranquilamente y T’Challa quedo inmóvil – y por cierto… – regreso sobre sus pasos y le quito los dulces que el príncipe llevaba consigo – tomare esto como una ofrenda de paz a mi familia por haberle insinuado a mi hermanito menor el fugarse contigo. Vamos James
- Adiós – dijo este compartiendo los dulces con su hermana dejando al moreno anonadado
En el camino se encontraron con la reina que lo andaba buscando para empezar a vestirlo para el evento. Fue cuando toda la confianza que había ganado en los últimos minutos junto a T´Challa se había ido al tacho y empezó a temblar como la tierra bajo los pies de una manada de rinocerontes en estampida. Lo desvistieron y lo metieron en una tina llena de esencia aromática, pero no la pudo disfrutar como hubiese querido porque todas las mujeres empezaron a lavarlo para luego secarlo. Sin embargo cuando creyó que por fin escaparía, la verdadera tortura empezó
- Hora de la depilación – dijo Shuri mostrando un tarro de cera
Una hora después sentía que ya no tenía lágrimas para llorar. ¡Por Bast, eso sí que había sido una tortura! Y las sonrisas macabras de su hermana y su cuñada no ayudaban en nada. Le cepillaron el pelo y se lo acomodaron en una coleta baja lo vistieron con una túnica roja con una especie de chal dorado atado a su cintura que le cubría su cadera izquierda. Unas especies de aros cubrían su cuello, haciéndolo ver más estilizado, sus brazos, manos, pies y parte del rostro llevaba jeroglíficos wakandianos que emulaban el hogar y la fertilidad. En sus manos llevaba joyas pertenecientes a varias generaciones de reinas wakandianas, mientras sujetaban ramo hecho con la hierba del corazón. Unos suaves toques llamaron a la puerta y Nakia abrió
- El príncipe espera – dijo Negus
- Que espere – dijo Shuri –, para eso es el novio – y su madre la empujo suavemente mientras Nakia le indicaba que pasara
- Negus, pasa – dijo Ramboda
- Permi… – dijo el hombre entrando – ¡por Bast!
- Hola babba – dijo James tímidamente
- Es hora de retirarnos – dijo la reina – James – y este la miro – independientemente que hoy te cases con mi hijo, te deseo todo lo mejor. Y que Sekhmet colme de bendiciones el hogar que estas a punto de formar – y le beso la frente
- Gracias mi señora – dijo el joven haciendo una venia
- Dejémoslos solos – dijo la reina golpeando suavemente las manos de Negus al pasar a su lado, en cuestión de minutos padre e hijo estuvieron a solas
- Si tus padres te vieran estoy completamente seguro que estarían orgullosos del hombre en el que te has convertido
- No lo sé babba – dijo Bucky bajando el rostro – ellos no eran de aquí. Tal vez yo no hubiese crecido aquí y fuese otra persona. La verdad es que no me gusta pensar en otra familia que no sean tú y Nakia. Bueno, ahora debo incluir a T’Challa y su familia – y sonrió
- Pero lo son James. Los Barnes también eran tu familia y te amaban – dijo el anciano acariciándole la mejilla –. Nunca olvides eso
- Te debo tanto – dijo Bucky tomando sus manos – nunca olvidare el primer abrazo que me diste. Tenía tanto miedo
***FLASBACK***
Bucky estaba escondido en el tronco de un árbol. Ya hacían dos noches desde que la aldea en la que estaban viviendo desde hacía seis meses había sido atacada y él había huido creyendo que sus padres lo seguían. Conocía a muchos de los nativos, pero quería que sus padres vinieran por él ¿Dónde estaban? No podía dejar de llorar cuando escucho pasos
- ¿James? – dijo una voz conocida – ¿James me escuchas?
- ¿Jefe Negus? – dijo asustado asomándose
- Gracias Bast – susurro tomándolo en brazos contra su pecho – ¿estás bien, mi pequeño?
- Tengo frio y miedo – dijo el niño – ¿y mis papás? ¿Dónde están, jefe?
- Ellos… ellos… – ¿Qué debía decir? ¿Cómo se daba esa noticia a un niño tan pequeño? – Bast – susurro el nativo – James, ¿tú conoces a Bast cierto? – y el pequeño asintió temblando – Veras, él necesitaba… urgentemente dos nuevos biólogos y… les pidió que los acompañaran y…
- Quiero ir con ellos – dijo James
- Por ahora… – dijo Negus – no… se… puede… – y sus lágrimas cayeron – pero mientras él te llama para ir también, yo te voy a cuidar ¿quieres?
- ¿Cómo un babba? – pregunto el niño con lágrimas en los ojos
- Exacto – dijo Negus sonriendo – desde hoy yo voy a ser tu babba aquí ¿quieres?
- ¿Se puede? – dijo James
- Claro que sí, mi niño – dijo Negus sonrió besándole la frente – claro que se puede
***FIN DEL FLASBACK***
- ¡Y ese día gané al mejor babba del mundo! – dijo James abrazándose al hombre
- Y yo al mejor de los hijos – dijo Negus – ¿listo para convertirte en el príncipe consorte de Wakanda?
- No me interesa eso babba – dijo el joven y su padre rio bajo – yo solo quiero hacer feliz a T’Challa. ¿Te confieso algo? – y su padre levanto una ceja – voy a extrañar mi choza
- Y por eso eres el indicado para el puesto – dijo Negus ofreciéndole su brazo, James sonrió y se colgó de él. Su príncipe, literalmente, lo esperaba