Había despertado con la mano entre las de su esposo, quien le sonrió apenas y sus miradas se cruzaron. Se veía… extraño, y algo no le gusto.
Una hora después salían rumbo a Wakanda en el talon flight. James en su asiento no podía hacer que morderse el labio inferior. T’Challa le había explicado la situación, y todo lo que había salido de sus labios era “quiero que mi babba este ahí”
- James – dijo T’Challa suavemente – mírame, ¿Cómo te sientes?
- Yo… yo… – miro por la ventanilla – no sé cómo me siento. No sé si… – y su esposo lo abrazo
La nave aterrizo en el helipuerto del palacio, en donde Shuri y Negus los esperaban e hicieron una reverencia en cuanto la pareja bajo. James no dudo un instante y se arrojó en los brazos de su padre que lo recibió con una sonrisa.
Sin más tiempo que perder se dirigieron a los laboratorios de la princesa. A James ese lugar siempre le había causado ligeros escalofríos. La chica le pidió que se acostara y se levantara la camisa para dejar su vientre al descubierto. James tembló ligeramente y obedeció. Apunto al vientre de su amigo con una especie de pistola láser apoyada sobre un aparador y una luz azul cubrió esta parte de su cuerpo. Sobre una mesa del lado se proyectó el interior del vientre del consorte del rey. En la imagen se distinguía perfectamente la forma de una criatura pequeña que parecía encorvada
- Wakanda – dijo Shuri con una sonrisa mientras T’Challa entrelazaba sus dedos con los de su esposo – te presento a tu príncipe o princesa heredera – y se escuchó el latido de un corazón
James no pudo evitar que sus lágrimas se cayesen mientras una enorme sonrisa se apoderaba de su rostro. ¡Iba a tener un hijo! ¡Iba a tener un hijo con el hombre que había amado desde niño! Unos labios contra los suyos lo sorprendieron y no dudo ni por un instante en responder
- Gracias – susurro T’Challa sin despegarse ni un milímetro – ¡me has hecho el hombre más feliz de la tierra!
- ¡Y tú a mí! – dijo James abrazándose a su cuello – gracias mi rey
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Una sonrisa cruzo el rostro Ororo Munroe mientras veía por la ventanilla había investigado sobre la vida del rey T´Challa en los últimos años y era sorprendente como había posesionado su país entre los más poderosos del planeta. Lo curioso es que después de aquel incidente en Nueva York hacia casi seis años, el rey prácticamente siempre se presentaba solo en los eventos en los que representaba a su país alrededor del mundo. Había hecho una pequeña investigación después que su actual jefe, Philips Coulson, le comunicase que lo acompañaría a Wakanda en un viaje oficial. Era como si el consorte de rey hubiese desaparecido sin dejar rastro. Cosa que le alegraba en demasía
Diez minutos después bajaba por la escalinata del avión con una sonrisa casi demente dibujada en el rostro, que se borró en cuanto se percató quien lo esperaba en la entrada del palacio
De pie con un traje rojo tierra, una camisa celeste y una especie de mascada que le cubría el hombro y el brazo izquierdo, estaba nada menos ni nada que James Barnes, a su lado estaba un pequeño moreno de unos cinco años vestido muy parecido a él, pero con un traje oscuro. A su lado derecho una mujer cargaba un pequeño que no alcanzaba el año. Vestido similarmente también
- Majestad – dijo Coulson extendiendo su mano hacia el rey consorte, pero este se aclaró la garganta señalando disimuladamente a su hijo – oh, mil perdón
- A nombre de mi padre, el rey T´Challa, yo, Azari Udaku, príncipe heredero de Wakanda – dijo el pequeño con la mayor de las solemnidades – les doy la bienvenida, deseando que Bast haga…
- Su viaje – le ayudo James sin quitar la vista del frente
- Deseando que Bast haga su viaje totalmente productivo – concluyo el pequeño que miro disimuladamente a su papi, quien asintió una sola vez
- Muchas gracias majestad – dijo Coulson ofreciéndole la mano
- Mi babba es el rey, no yo – dijo Azari sonriendo dándole la mano pero enseguida su sonrisa se borró al escuchar a su papi aclararse la garganta y bajo su rostro mordiéndose el labio inferior
- ¿Cómo me dirijo a usted, príncipe? – pregunto el hombre bajo de pelo cano
- Alteza – intervino James con una sonrisa atrayendo la mirada del hombre – así se le debe llamar a cualquier miembro de la familia real que no sea el rey
- Muchas gracias alteza – dijo Coulson sin soltar la mano del pequeño haciendo una pequeña venia
- Déjeme presentarle al príncipe Zen – dijo James
- Es hermoso – dijo un moreno bajo de estatura con anteojos para el sol junto a un rubio alto de musculatura definida –, bueno, ambos
- Gracias. Se parecen a su baba – dijo James mirando tiernamente al bebe pero la curiosidad de los visitantes lo hizo sonreír – padre
- ¿Debo entender que usted no es su…? – dijo el rubio
- En Wakanda tenemos… maneras para que el consorte masculino del rey le dé herederos – dijo James sonriendo
- ¡Imposible! – dijo el moreno
- Alteza – dijo Coulson – déjeme presentarle a los señores Steve y Anthony Rogers, dueños de Stark Industries
- Yo conocí hace mucho a un Steve Rogers – dijo James dándole la mano a ambos hombres, quienes luego se la dieron a Azari – ¿usted… de niño… vivía en Brooklyn?
- Crecí ahí – dijo el rubio
- Entonces es lógico que no te acuerdes de mi – dijo James sonriendo y el rubio frunció el ceño intrigado – En ese entonces me llamaba James Barnes
- ¡Bucky! – dijo Steve sorprendido
- Recuerdo que así me decían
- ¡no puede ser! – susurro Roger – Dijeron que…
- Mis padres murieron – dijo James – y me adopto el jefe de una de las tribus
- Es… – dijo Steve sorprendido
- Su esposo y yo éramos vecinos de niños – dijo James sonriendo a Tony – y grandes amigo. Aunque solo teníamos ocho
- Qué bueno verte – le dijo el rubio
- Creo que al canciller McCoy ya lo conoce – dijo Coulson
- Príncipe – dijo el hombre saludando al niño – Alteza. Un placer volverlo a ver – dijo este dándole la mano al mayor
- Déjeme presentarle ahora a… – dijo Coulson
- ¿Qué hace esta mujer aquí? – dijo la voz siseante del rey detrás de ellos
- ¡Babba! – dijo Azari girando y corrió hacia él mientras Zen intentaba también llamar su atención, pero el heredero al trono se detuvo en seco cuando el rey levanto un ceja – Majestad – e hizo una reverencia antes que su padre lo levantara en brazos – le di la bienvenida a los invitados
- Muy bien, mi príncipe – y le beso una mejilla – pregunte que hace esta mujer dentro de las fronteras de mi país.
- Majestad – dijo Coulson nervioso – ella es…
- Se perfectamente quien es. La pregunta es ¿usted lo sabe? – dijo T’Challa bajando a su hijo y dándole un beso a Zen en su mejilla regordeta, que estiraba sus brazos hacia él, para despues clavar la mirada en la mujer
- Majestad – dijo la mujer sonriendo y dando un paso hacia adelante – creo que me confunde…
- La confundida es usted – interrumpió el rey –. Se confundió hace años, el día que le dio dinero al rey consorte de Wakanda para que le propiciara un encuentro íntimo conmigo sin averiguar primero que teníamos un año de casados. Se confundió la noche que con prepotencia le reclamo por no haber concertado la cita – la mujer dio un paso hacia atrás mientras la delegación norteamericana se sorprendía – se equivocó cuando llamo a mi esposo textualmente idiota, y se equivocó al ocultarle todo esto a su superior y presentarse hoy en mi país, ¡en mi casa y creer que sus acciones no tendrían consecuencias a pesar que el rey consorte jamás menciono los hechos! – James iba avanzar para calmar las cosas pero su suegra lo mantuvo en su sitio
- ¡Wakanda nos necesita! – dijo la mujer tratando recomponerse al ver que nadie la ayudaba – sin los Estados Uni…
- ¡Wakanda no necesita de nada ni nadie! – alzo la voz T’Challa y la mujer volcó el rostro – mientras esta mujer este en la delegación norteamericana, Wakanda no tendrá ningún tipo relación con los Estados Unidos
- ¿quién se cree usted para…? – replico Munroe
- ¡Callase! – exigió Coulson
- Pero señor… – dijo Munroe sorprendida
- Regresara inmediatamente a los Estado Unidos – ordeno Coulson – suba al avión
- No me puede hacer esto – dijo la mujer, sin embargo ante la falta de palabras esta obedeció, minuto después la nave despegaba devuelta a los Estados Unidos
Los minutos que le siguieron a la partida del avión fueron tensos hasta que Ramboda atrajo la atención de los presentes para entrar al palacio. Coulson intento disculparse pero T’Challa lo detuvo empezando una conversación con Steve mientras que Coulson lo hacía unos pasos más atrás con Azari, quien intentaba imitar la forma de caminar y los gestos de su babba. El agente de S.H.I.E.L.D. estaba fascinado con el comportamiento del pequeño, al igual que al magnate de la tecnología, Tony Stark, quien escuchaba sobre las tradiciones wakandianas de la madre reina
James iba a tomar a su hijo menor en brazos cuando escucho que lo llamaban, por lo que le dijo a la niñera que se adelantase. Cuando su suegro estuvo a su lado le sorprendió recibir un beso en la frente
- Estoy muy orgulloso del consorte en el que te has convertido – dijo T’Chaka – Puedo partir tranquilo sabiendo que mi familia y mi país están en tus manos
- Mentiste babba – acuso el más joven –. Mentiste cuando dijiste que había sido educado para esto
- De hecho la única mentira que te dije fue que... – dijo el antiguo monarca
- Que me querías como tu yerno – dijo James – creo que de cierta manera siempre lo supe
- Si hay algo de lo que debo estar orgulloso es la familia que mi hijo formo – dijo sonriendo – ¿mi señor me concede el honor de entrar de mi brazo? – y el joven le dio un beso en la mejilla – James, el protocolo – y con una sonrisa este se colgó de su brazo para regresar al palacio
A la hora del almuerzo la familia real compartía con sus invitados en el comedor del palacio. T’Challa y su padre estaban sentados en cada extremo de la mesa. A la derecha del rey estaba sentado James, quien escuchaba la conversación del rey con Coluson que estaba sentado frente a él. Entre ambos monarcas wakandianos se encontraba Zen, su hijo menor, muy animado en su cochecito. A continuación de James estaba sentado Azari mirando de mala manera las verduras que le habían servido en su plato. A su lado el magnate Anthony Stark conversaba sobre tecnología con la princesa Shuri que estaba frente a él
En la cabecera opuesta, el antiguo rey T’Chaka conversaba con el capitán de ejercito Steve Roger sobre seguridad nacional. El hombre mayor le hablaba sobre la fiereza de las Doras Milaje, el ejército de la nación. Al lado del antiguo monarca estaba sentada su esposa, Ramonda, escuchando atenta. Sin embargo el comportamiento de su nieto mayor le llamo la atención. Azari solía ser un niño muy bien portado que no daba problemas, sin embargo en ese momento miraba sus verduras como si quisiera declararles la guerra
- Príncipe Azari – dijo James sin mirarlo ni dejar de darle de comer a Zen, pero que hizo que los presentes guardaran silencio – ¿usted sabe la verdadera razón por la qué el rey le pidió a la señorita Munroe que abandone Wakanda a pesar que nunca antes le había pedido eso a nadie? Y supongo espera nunca más volverlo hacer y déjeme decirle que no fue porque hace mucho me falto el respeto ¿usted sabe por qué? – y el niño movió negativamente la cabeza – El rey se enteró que a la señorita Munroe no le gusta comer verduras – y el pequeño príncipe abrió los ojos de manera desmesurada, luego miro su plato, luego a su padre que fingia no haber escuchado nada, y su vista volvió a su plato para comenzar a devorar prácticamente todo, mientras todos sonreían de manera disimulada
El día había terminado, sus invitados descansaban en sus habitaciones. Al día siguiente seguirían las reuniones. James acostó a Zen en su cuna, beso su frente y cerró la puerta que unía la habitación con la suya. Se fue al baño para cambiarse de ropa. Al salir encontró a su esposo parado en el balcón mirando hacia el jardín. Sonrió y se acercó para abrazarse a la espalda del rey.
- ¿Cansada, mí reina? – dijo T’Challa girándose y abrazándolo
- Ya basta T´Challa – dijo James soltándolo – deja de decirme, reina. No soy tu reina y lo sabes. Soy tu rey consorte. Por tu culpa todos me llaman así y sabes que no me gusta. Soy tu rey consorte
- Pero a mi gusta la palabra reina – dijo el rey haciendo un puchero bastante parecido a los de su hijo menor
- Vuelve a decirme reina y… – protestaba Jame cuando fue besado sorpresivamente
- Eres mi reina y yo tu esclavo más sumiso – dijo T’Challa besándole el cuello
- ¿Sumiso tú? – dijo su consorte levantando una ceja
- James Udaku, no mates mi romantísimo – dijo el rey mientras este lanzaba una suave carcajada
- Te amo, rey mentiroso – dijo James – ¿Cómo supiste lo que había sucedido con Munroe? – T’Challa encogió los hombros – ¿Babba te lo dijo?
- ¿Mi baba lo sabía? – pregunto sorprendido
- Digamos que en aquel tiempo él se enteró y me dio un magnifico concejo – dijo James mientras el rey abría su bata
- ¿Y por qué yo no supe de esa parte? – dijo T’Challa
- Porque por ese entonces habían cosas más importantes que atender – dijo James besándole el cuello – como por ejemplo confirmar la llegada del príncipe heredero. Que por cierto hoy estuvo a la altura de la situación
- Vi todo desde lejos con babba – dijo el moreno sonriendo –. No podía más de orgullo
- Hasta que aparecieron las verduras – dijo James y ambos lanzaron una carcajada –. Hable con mi babba, y como no podremos ir a verlo, le dije que mandaría el Talon Fligh por él mañana ¿No te molesta, cierto?
- Me parece una excelente idea – dijo su esposo – a ti y a los niños les hará bien
- Te amo. A T´Challa, el hombre, el rey es solo un plus
- Fue T’Challa quien se enamoró de ti – dijo este acariciándole el cabello – y por eso el rey decidió que si me rechazabas lo respetaría
- Pensaría dos veces antes de estar con el rey – dijo James – pero jamás rechazaría a T’Challa. Lo ame desde niño y lo amare hasta que me muera, y tal vez después te siga amando
- ¡Y yo a ti, mi reina! – dijo T’Challa besándolo
- Te lo advertí, rey tarado – dijo James mientras caían a la cama
Sin lugar a dudas la noche era joven igual que su amor