Dong Gyun fue dado de alta un día antes de lo presupuestado, el médico apareció repentinamente, vio sus examenes y con la frente arremangada le dijo un seco "Puede irse" para luego seguir viendo al resto de pacientes, así fue, él solo era uno más, no había nada especial y lo entendía.
Dong Gyun no llamó a nadie para que le ayudasen con el alta, durante los cinco días de hospitalización no siguió llorando, quizá por fuerza de voluntad, aunque sabe que eso no es así, si es realista, no llora porque está en negación.
La enfermera le quita la vía y le deja un par de indicaciones, también le entrega su teléfono, está apagado y eso es obvio, en el hospital le retienen el teléfono pero no lo mantienen cargado, recuerda tener un cargador portatil en casos de emergencia y así enciende el celular.
Con una cara plana ve la pantalla que no deja de brillar, hay muchas notificaciones de diversas aplicaciones, también hay mensajes; diez de la administradora del café, quince de Jaejin, uno de Myung Dae y otros de sus compañeros de grupo de la universidad.
Pero eso es todo, no lee ninguno porque prefiere hacerlo cuando esté en casa.
Pese a que no tiene nada claro, sabe que debe ir al único lugar que tiene, debe ir a su hogar, su apartamento, necesita recostarse aunque ya a estado acostado muchos días en el hospital, el cansancio permanece ahí, quizá no es buena idea, pero no hay mucho más en qué pensar.
Dongyun rebusca en su billetera y por suerte mantiene su tarjeta para el uso del metro, es mejor tomar esa opción ya que el hospital le quedaba a una gran distancia del lugar dónde vive, irse en un taxi le costaría no uno, si no ambos ojos de la cara y quizá un riñón.
Dong Gyun camina con un poco de pesadez, se apresura como puede, pronto será la hora de tráfico más alta, las estaciones se llenan y el asunto se vuelve asfixiante como una olla caliente. Mirando su reloj de muñeca calcula que estará llegando a eso de las 7 de la tarde a su hogar.
No es tan buen horario pero tampoco es lo peor.
Mientras baja las escaleras de la estación, su celular vibra, es una notificación de mensaje, sin pensar en lo que hace simplemente se detiene con una de sus manos se sujeta a la baranda en una pose de mantenimiento y con la otra saca el teléfono de su bolsillo, lo ve por costumbre, algo rutinario y normal, tan normal también era recibir un mensaje de Jiwon, sin embargo y pese a su negacion, Dong Gyun sabe que algo anda mal con recibir un mensaje de él.
Lo lee dos y tres veces, es un mensaje sencillo pero toca más allá de lo que puede soportar su corazón.
En resumen, su sumbae le dijo que se recuperara, que iría por él al día siguiente al hospital y que hablarían, que estaba en el departamento encargándose de algunos asuntos. Es curioso como algo tan simple, el ver a Jiwon, hasta hace algunos días solo verlo era algo que le quitaba cualquier rastro de ansiedad, pero ahora no es nada simple y le genera tanta angustia que en ese mismo instante tiene que empuñar las manos y endurecer sus piernas temblorosas o cree que podría caer de las escaleras por el miedo y la debilidad.
Con voluntad Dong Gyun sigue su camino con ambas "piernas de lana", justo al entrar al metro su teléfono da aviso de una llamada entrante, es Jaejin, obviamente contesta para no causarle más preocupación, lamentablemente la comunicación es inestable, la señal de su teléfono no es funcional, alcanza a entender un par de cosas, un ¡¿Hyung estás bien?! y también un "Feliz".. No comprende de qué venía esa palabra ¿Feliz?.. Pensándolo un poco mejor y siendo consciente de la fecha, ese día.. Era su cumpleaños.
Pese a que no siempre permanecían uno cerca del otro, Jaejin siempre recordaba su cumpleaños, siempre le llamaba y se aseguraba de cantar y aplaudir hasta avergonzarlo, Jaejing es una persona efusiva, el contacto y la cercanía, los abrazos y el tomar las manos de otra persona por la emoción, son características propias de ese chico.
La llamada se corta, la señal se pierde por completo así que guarda el teléfono en el bolsillo de su chaqueta y mira a su alrededor, aunque no tomó el metro en el peor horario no tiene dónde sentarse para dejar caer su cuerpo agotado, va de pie, cuando ve hacía adelante se encuentra con su reflejo, su cabello es un desastre, sus mejillas están coloreadas pero el resto de su cara está amarilla, hay oscuridad bajo sus ojos, parece una persona enferma de algo mortal.
Dong Gyun llegó al conjunto de departamentos cuando ya no hay luz de día, pasa por el estacionamiento ya que para su mala suerte, el ascensor estaba en revisión por un desperfecto en el tablero, debía tomar las escaleras de emergencia, pero antes se encuentra con el automovil de su sumbae, estaba estacionado dónde siempre, le daba una sensación de familiaridad nada saludable, se acercó viendo a través del vidrio del conductor, estaba vacío, no hay nadie, sin estar dentro puede recordar y casi sentir el aroma amaderado que envuelve el interior, Jiwon siempre mantenía todo impecable, nunca fumaba dentro del auto, nunca comían en ese lugar, siempre usaba algún ambientador y procuraba un buen aseo, por eso le sorprende dolorosamente el chaleco animal print y la bufanda en el asiento del copiloto, no solo eso, hay envases de golosinas y un vaso térmico que aún contiene café hasta más allá de la mitad.
Hay dos pensamientos que atacan su corazón hasta el borde de la asfixia, en realidad son dos preguntas.
1. ¿Alguna vez Ahn Jiwon lo amó de verdad?.
2. ¿Estaba Chanwoo en el apartamento justo ahora?.
Dong Gyun no rebusca una respuesta, tampoco quiere entrar a su departamento, es un estúpido masoquista y pese a que todo le advierte que no vaya, lo hace, sube las escaleras y en los primeros seis escalones ya siente que no tiene aliento, sigue subiendo hasta llegar al séptimo piso, sus pasos se oyen en sus oídos mientras la taquicardia y la ansiedad se lo comen vivo, saca sus llaves y abre la puerta esperando la sentencia, una realidad, esa que no a querido afrontar desde que casi enloquece en la primera impresión.
No hay sonido alguno, todo está oscuro pero no lo suficiente para no ver en el recibidor los zapatos de Jiwon.. También otro par, unos que conoce bien, como no hacerlo si él mismo se los obsequió a Chanwoo para su cumpleaños.
Está confirmado entonces, que ellos están ahí, juntos, quizo guardar un granito de esperanza en su corazón, algo que le hiciera encontrar el perdón para con quienes amaba y atesoraba en su vida, pero ahora, no sabe de dónde podría encontrar el valor para perdonar entre tanta indolencia.
Dong Gyun va a la habitación, como esperando una última oportunidad para ellos, quiere pensar que al menos no están en la habitación principal, como si ese fuese el problema. Cuando llega a la puerta, esa que tantas veces abrió despreocupadamente para ir a descansar, sus ojos se intentan acostumbrar a la oscuridad del cuarto, las cortinas están cerradas por lo que la visibilidad es difícil. En la cama se ve que hay ocupantes, Dong Gyun tirita y tiene escalofríos, incluso le sobreviene una arcada con el olor que hay en el aire, un aroma tan íntimo. Sus ojos al fin se acostumbran y puede verlos mejor, no sabe que es peor, ellos no usan nada encima, apenas están cubiertos por las sábanas, Chanwoo duerme de lado en dirección hacía el ventanal, un brazo fuerte le rodea la cintura, una cadera está apegada a la otra.. Una escena de ese calibre.. Dongyun suelta una nueva arcada y cubre su boca de inmediato, sigue en la puerta y gracias a eso puede sujetarse de la manilla como soporte, en la cama Jiwon se mueve un poco, seguramente por el sonido que acaba de hacer, siempre a tenido el sueño muy ligero, sin embargo no parece estar alerta, más bien se apega más a Chanwoo para morder su hombro.
-Idiota.. No más..-Chanwoo no abre los ojos, tiene el ceño fruncido, con una de sus manos empuja la cadera intimidante de Jiwon.
-Estoy excitado, dijiste que siempre ibas a complacerme ¿No tienes palabra?-
-Maldita sea..-Chanwoo resopla un suspiro resignado, pero no se ve molesto, sus ojos siguen cerrados, pero su cuerpo parece activarse con las caricias tentativas y nada decentes, se gira hacía Jiwon para besar sus labios, Jiwon impulsa la lujuria humedeciendo el beso, pone a Chanwoo bajo su cuerpo lentamente y le ve con satisfacción pero también hay un poco de incomodidad, Chanwoo parece entender, ya tiene los ojos abiertos, no es propio de él pero acaricia el rostro de Jiwon con calma-Mañana hablaremos con él, Dong Dong lo entenderá tarde o temprano, es lo mejor, hubiese sido una mierda seguir para que en 10 o 20 años más, se diera cuenta de que perdió el tiempo en una relación cuando una de las partes ya no ama-
-Lo sé, pero..-
-Sin peros, si yo fuese Dong Dong también estaría muy enojado y decepcionado al principio, pero al final.. Lo terminaría agradeciendo-
-Tienes razón, tú.. Tienes una gran capacidad para calmarme, si te tengo a ti, no necesito nada más-
Viendo a las dos personas felices sobre la cama, un destello de malicia inundó su corazón, Dongyun cree que nunca en su vida a sentido una cosa tan potente como el odio, pero ahora está ahí, viendo todo desde una perspectiva tan dolorosa como para sentir que ese no es su cuerpo, no quiere estar ahí y desea desde el fondo desaparecer.
Dongyun se ve a sí mismo avanzando, no hay razonamiento, no hay control de lo que hace, el sufrimiento se alza y le provoca un shock severo, así que no hay voluntad para frenarse.
Ve la cara de Chanwoo, sus gestos que pasan de la complasencia al horror, Jiwon se preocupa y también gira el torso para mirarle, él también le ve, lo hace con un semblante que decae y quizá una cuota de culpa. Éstas dos personas que amaba le hablan desde la cama, Jiwon se apresura a ponerse la ropa interior mientras Chanwoo busca con desesperación una camiseta, mientras ambos buscan su ropa y su decencia, Dongyun busca una venganza que no anhela, se va contra Chanwoo y hace algo que jamás pensó hacer en su vida.. Quiere lastimarlo.
Dong Gyun nunca a alzado ambos puños, es de esas personas dóciles que evitan lastimar a cualquier ser vivo, Dong Gyun no se atreve a aplastar un mosquito, pero ahora no puede contener su impulso, sus golpes son erráticos y desesperados así que a veces utiliza sus uñas, esas que no a recortado por haber estado en el hospital. Chanwoo había respondido el primer ataque por inercia, pero luego, simplemente lloró y adoptó una postura sumisa, acatando toda la rabía que Dong Gyun quisiera descargar.
-¡Dong Gyun! Maldita sea no lo toques ¡Detente y hablemos!-Jiwon intenta sostener a Dong Gyun pero le es complicado, nunca pensó que tuviese tanta fuerza escondida, no en una persona tan pacífica, bien dicen que a las aguas mansas hay que tenerles cuidado.
-Dong Gyun detente ¡Vas a herirlo! ¡No lo toques!-
Jiwon también pierde la paciencia, pierde el control que usualmente tiene, su manos tiemblan en el aire y todavía no procesa lo que acaba de hacer.. Agredió a Dong Gyun con un empujón, tan o más terrible que en el pasado cuando le hizo una escena en plena transmisión.
Chanwoo reacciona primero, corre hasta dónde Dong Gyun cayó estrepitósamente, Dong Gyun no acepta la ayuda, se pone en pie con dificultad sujetándose de la pared dónde se estampó, huye sin decir nada más.
En la habitación hay un momento en que abunda el silencio, Jiwon al fin despierta de lo que hizo, corre tras Dong Gyun y para bien o para mal le da alcance en las escaleras sujetándole primero del torso por la espalda, luego le gira y le toma por los brazos.
-Dong Gyun, déjame verte, lo siento, no lo pensé.. Dong Gyun.. Dí algo ¿Quieres golpearme? Lo aceptaré, además de pedirte disculpas y dejarme golpear, no sé que más podría hacer-
Dong Gyun niega, sus lágrimas son silenciosas y Jiwon se siente demasiado incómodo, al fin y al cabo, no es que no sienta nada por ese chico, vivieron juntos, compartieron su vida, secretos, malas bromas, miedos, enfermedades, la cama, los problemas, todo.. Simplemente se acabó el amor pero se mantenía el afecto, y como dice Chanwoo, es mejor cortar por lo sano que dilatar la agonía, era lo mejor para Dong Gyun.
-Dong Gyun, puedes golpearme, por ponerte las manos encima.. En realidad.. Puedes desquitarte, por todo-
-Sumbae.. Te amo..-
Dong Gyun solloza una confesión cansada que Jiwon entiende y su corazón se rompe, no es una frase simple, es un "te amo ¿Por qué me haces ésto?, te amo, jamás te golpearía".
-Dong Gyun-Jiwon abarca el rostro abandonado de felicidad alguna, junta su frente a la de él, besa su nariz enrojecida -En todo este tiempo, quizá todo sea más duro para ti que para mi, eso pesa en mi corazón, escúchame.. Tienes que evitarme Dong Gyun, no me sigas nunca más. Una vez tuve el pensamiento de que tú estarías mejor sin mi.. Hoy.. Lo pienso más que nunca.
Me enamoré de alguien más, no puedo resistirme a él y a lo que siento, no quiero que lo culpes, toda la culpa es mía.
Dongyun.. Ya no te amo-
Nam Dong Gyun aprendió, que una sola frase puede llevarte al abismo.