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Una falsa historia de Amor por Mascayeta

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Lucius revisó el material que Dumbledore le suministró, declaraciones acompañadas de recuerdos de personas y de el-niño-que-vivió para joderle la vida a los Malfoy, que certificaban su participación en varios de los sucesos de la primera, y lo que iba corrido de la segunda guerra mágica.

Era consciente que parte de las pruebas fueron dadas por Narcissa, y otras de personas que están en Azkaban, así como de aquellos a los que Bellatrix logró intimidar.

Colocó los papeles en la mesa y abrió el portaviales, analizó el contenido de dos confirmando que se extrajeron recientemente. Dirigió una mirada a la rubia que ignoró la advertencia muda, él sabía que buscaría cómo hacerle pagar no haber ido a Azkaban, ya que Narcissa daba por sentado que fallaría en la recuperación de la profecía, pero a eso se le suman que desde hace meses no podía sacar ni un knut de las bóvedas.

Malfoy con una mueca cerró el estuche para hacer un ademán que solicitaba al Director de Hogwarts hablar.

Dumbledore asintió y con la fachada que usaba en el colegio procuró no evidenciar el odio que la arrogancia del rubio le causaba. Por él nunca hubiese llegado esta reunión y menos por el tema que trataría, pero necesitaba tenerlo de su lado, no por darle gusto a Harry, aunque debía reconocer que la idea de comprometerse con Draco le dio una oportunidad que los favorecía tanto en lo familiar como en lo social.

Con el compromiso tendrían acceso a la fortuna Malfoy, también a la de Black, ya que si su instinto no le fallaba, Sirius debió colocar como primer beneficiario a su sobrino y no al hijo de Nymphadora por los problemas con Andrómeda y el final de la amistad con Lupin y James.

De igual manera, por el encarcelamiento de los hermanos Lestrange, Corvinus optó nombrar heredero al nieto de su mejor amigo, Abraxas Malfoy, así que era más dinero para la noble causa en contra de los mortifagos.

Si, definitivamente Harry eligió bien, aunque claro está, eso no significaba que su plan de unirlo a Ginevra Weasley hubiese fracasado, si era cierto lo dicho por Narcissa, el bastardo se reveló como un Alpha, de Harry quedaba convertirlo en el sumiso de la relación, evitar que eligiese una Omega distinta a la hija de Molly y Arthur quien pasaría a dar a luz a los hijos y herederos del Clan de Invierno.

Devolviendo la mirada a Lucius, sonrió pensando en los dos impedimentos para alcanzar su objetivo, con suerte el platinado y Severus no llegarían al final de la Guerra, y de hacerlo, Azkaban siempre era una posibilidad para los mortífagos.

—Te escucho Dumbledore —solicitó impaciente Lucius.

—Tu esposa es mi espía en Malfoy Manor, ha estado ayudando a la orden con información que ha salvado muchas vidas —Lucius enarcando una ceja trató de lucir sorprendido—. Sin embargo, en la última reunión mientras te encontrabas con Draco, Severus nos traicionó, acusó a Narcissa de ocultar información, cuando la torturaban se dio cuenta de que Severus era el amante de Voldemort.

Fue la primera vez que Dumbledore vio reír a un Malfoy, y lo hizo de manera tal que le heló los huesos, más cuando Lucius calló de repente y lo observó con los ojos tan azules que podía decir eran casi transparentes.

—Pide lo que quieres y deja de actuar como un santo, ¿Qué más bajo puedes caer con Severus? Lo has obligado a servirte por años a pesar de casi morir dos veces, una en el primer cambio de forma del amante de Narcissa, y luego por tu hijastro James.

Esta vez la máscara de Dumbledore desapareció, sin más antesala le pasó a Malfoy una segunda carpeta, el aristócrata leyó el pergamino mientras escuchaba la razón para aceptar lo ahí escrito.

—Tu hijo al ser un Alpha deberá tomar la marca tenebrosa antes de entrar de nuevo a Hogwarts, el señor Tenebroso ha pedido que me asesine, de fallar, la misión la completará Severus. Voldemort quiere convertir al castillo en su fortín, en el símbolo de un resurgimiento de la magia antigua y oscura.

—Me alegra que se haya cansado de vivir en mi casa —alabó mirando sus uñas con gran interés—. Llama a los Potter, si el mocoso se va a comprometer con mi hijo, debe al menos saber a que se somete.

La respuesta fue que Andrómeda lo redactó según la ley dada por la Confederación Internacional de Magia, algo que a Lucius no le importó escuchar, porque de nuevo exigió la presencia de los Potter en la reunión.

Aunque era cierto que la viuda Tonks había hecho un buen trabajo con el convenio, y que corrigió varios de las cláusulas que tuvo el suyo con Narcissa, cometió el error de escribir el subgénero de Draco como "Alpha Sumiso", sintió lástima por ellos al creer en las afirmaciones de quien ni siquiera comprendía lo que significaba ser un lobo de Invierno.

Ese contrato representaba para Dumbledore y su séquito la validación de la marca que Potter pondría en Draco dándoles el control del Clan y de las fortunas que heredaría, dejando claro que, llegado el momento, buscarían un tercero para procrear la descendencia.

Prefirió no sonreír porque la soberbia demostrada con esa frase sería la que brindaría la protección a su cachorro.

Lucius conocía las tradiciones que el Wizengamot validó para las uniones entre lobos machos del mismo subgénero, sin duda Dumbledore era inteligente y astuto, pero no tanto como una serpiente.

—No veo el motivo, Draco y Harry son menores de edad, los que deben tomar las decisiones son los mayores, nosotros como padres del sumiso y Dumbledore como el abuelo del Dominante —refutó Narcissa con tono de niña caprichosa.

—Haré de cuenta que no escuché tu comentario, más cuando debías saber que Draco no se tragara el cuento que después de ocho años de enemistad, Potter quiere casarse con él porque lo ama.

Harry que alcanzó a escuchar lo dicho por Lucius cuando ingresaban, corroboró de inmediato la afirmación.

Aclaró a los presentes que llevaba desde septiembre intentando acercarse a Draco y las pocas ocasiones en que respondió a cualquier avance, la pregunta que hacía era esa. Él no confiaba en su buena voluntad.

Fue el momento para que Lucius cuestionara qué sucedería con la Omega Weasley, se suponía que estaba marcada según las entrevistas de Molly a El Profeta y Arthur en el Ministerio fueron bastante prolijos en la narración de la relación y que tan pronto acabase la guerra se casarían.

Harry miró a Dumbledore, era cierto que en tan poco tiempo no había podido conversar con los Weasley, y que el chisme estaba dando vueltas desde hace varios meses, así que si se concretaba el compromiso con Malfoy, estaba cansado de dar tantas explicaciones a sus amigos por cada una de sus actuaciones, no obstante, si quería evitar discusiones debía contarles lo suficiente para tranquilizarlos y que lo apoyaran en su decisión.

Por último, Lucius hizo las preguntas de rigor sobre el motivo del interés tan repentino de Potter por Draco, el chico respondió tan seguro de lo que decía que pocos pondrían en duda su sinceridad. Era una trampa demasiado bien elaborada, pero en ese instante no había forma de negarse, así que procedió a aclarar puntos del contrato con respecto a los descendientes y las obligaciones que su hijo tendría por encima del vínculo.

—El compromiso en mi Clan es valorado como el matrimonio, la marca se coloca en privado por respeto a los que no son cambiaformas.

—Draco ¿Puede hacerlo?

—Por ley de la Confederación Internacional y protección de los lobos ya que la mayoría pertenecen a los Inefables, es una información que no se comparte sino con la pareja. Yo me veo impedido a hacerla pública.

James asintió a su hijo, muy pocos Aurores conocían que él podía hacerlo igual que Sirius y Remus, y todos, incluida Lily, los Weasley y Dumbledore, que Harry también tenía la capacidad.

Después de dos horas de reunión el contrato quedó firmado por ambas partes, Lucius hizo colocar una cláusula que ninguno se molestó en comprender, pero que significaba mucho más de lo que se leía, la protección de su hijo y del patrimonio que le correspondía, ya que sólo hasta los veintiún años podrían tener descendencia. Tiempo suficiente para confirmar si Harry Potter realmente se unía a Draco por amor como acababa de pregonarlo.

A cambio la Orden del Fénix daría protección a los Malfoy y Severus Snape relevándole de su papel de espía.

—Nos veremos en Año Nuevo, piense muy bien como conquistar a Draco, y si en algo quiere su vida, abra los ojos antes de que sea demasiado tarde.

Harry se despidió del mayor de los Malfoy a sabiendas que el hombre nunca hablaba sin fundamento, dio media vuelta tras verlo salir por la puerta acompañado de uno de los duendes.

Acababa de lograr lo que se propuso, salvar a Potter Potions y liberarse de su "perfecta vida arreglada".

 

Lucius arribó al refugio con una copia de los documentos que dejó en Gringott, Severus lo abrazó tan pronto como lo vio aparecer. Aspiró el aroma de su Omega, la canela siempre le daba una sensación de tranquilidad hogareña que lo mantenía deseando que liberara el olor que prometía más de un placer.

Snape lo llevó a la mesa para escuchar los planes que seguramente tenía diseñados Dumbledore.

Malfoy tomó el rostro del Omega y le pidió leer su mente, lo acaecido esa tarde pasó delante de sus ojos dejándolo anonadado.

—¿Eres consciente de que no cumplirá con la protección?

Lucius asintió, respondiendo con lo único que calmó a su pareja, la seguridad de Draco por las leyes que en la redacción del contrato escribieron sin dimensionar el alcance de la marca en los Lobos de Invierno.

Resignado, Severus lo cogió de la mano guiándolo al baño, necesitaban un tiempo a solas antes de la ceremonia, hoy su hijo se convertía dejando su niñez para pasar a adolescente, y a los veintiuno alcanzaría la madurez convirtiéndose en adulto, desearon estar presentes cuando eso último sucediera, pero se caracterizaban por ser pragmáticos, y Dumbledore no era alguien de fiar.

Cerraron la puerta y las feromonas de posesión y deseo inundaron la habitación, una renovación de votos que amaban realizar desde que ambos se marcaron.

A las diez de la noche llegaron al lugar del ritual, Lucius vestía a juego con Severus, un abrigo blanco con los escudos Malfoy y Prince unidos debajo del símbolo del dios de las travesuras, las palabras de Sloven fueron acompañadas con el cántico sagrado entonado por el líder del Clan, los niños frente al altar vieron cómo el consorte se acercaba a la piara y quemaba la ofrenda al guardián para pedir protección y buen término a la transformación.

El fuego azul surgió del altar dando la bienvenida al gigante de hielo en su forma humana, los cachorros habían oído que eso hacía tan especial su transformación, pero verlo no se parecía a pensar que tan sólo era una leyenda propia de la mitología que los rodeaba.

Los guardias despojaron a los novatos de sus túnicas y Loki tomando la forma de lobo los incitó a correr para alcanzarlo y obtener la recompensa de su transformación.

El cuerno sagrado sonó y Draco junto a los demás saltó buscando obtener la victoria, pronto a su lado vio a sus amigos y rodeándoles los adultos, dos lobos cerraban el grupo, reconoció el Gran Blanco de Lucius, a la par uno negro que aulló presentándose y detrás de ellos un gris de ojos similares a los suyos.

Un grito de alerta regresó su atención al camino, se estaba quedando atrás y un Malfoy nunca pierde, suficiente con el Quidditch y Potter, miró a sus lados y con una leve inclinación de su cabeza, Zeigler y Zöke los hijos de Sloven, se unieron a él.

Draco sintió su cuerpo cambiar cuando dio un salto para sobrepasar un obstáculo, al caer se percató que su peso se distribuía de forma diferente, era un lobo blanco al igual que sus compañeros, cada uno con una marca que los diferenciaba, la suya era algo similar a una llamarada en la pata izquierda.

Al llegar al círculo de rocas, los cachorros fueron rodeados por los adultos y Loki los bendijo, una nueva camada de jóvenes destinados a lograr grandes cosas.

El dios liberó sus feromonas seguido por los lobos mayores, los cachorros aullaron y la revelación del subgénero se evidenció.

Alphas, Betas y Omegas fueron saludados por sus progenitores, qué haciendo una reverencia a la deidad se marcharon con sus vástagos ya que pronto empezarían los síntomas del celo.

Una vez solos, Lucius y Severus se aproximaron al centro del círculo sagrado donde Loki en su forma humana acariciaba al lobo que era Draco y yacía adormilado.

Severus se acercó buscando una respuesta de lo que pasaba con su cachorro, el dios acarició el negro pelaje y sonrió.

—Draco es hijo de un Alpha Dominante y un Omega transformado, además de poseer los dones que di al Clan de Invierno, él tendrá los que caracterizan a Lucius como jefe de la manada, su celo será cada seis meses y no necesitará la marca a menos que la desee, pero como Severus, tendrá la posibilidad de procrear.

Tanto Lucius como Snape estaban anonadados por la información, el dios rió al colocar la mano en la marca de distinción.

—Alegraos Lord Prince, Hécate lo hizo sucesor del legado Prince, por eso será llamado Logi o gigante de fuego.

Draco levantó la cabeza para restregar el hocico contra el pecho del lobo negro y llamar al Gran Blanco con un gruñido.

—Príncipe de Hielo y Fuego, sois el primero en tu clase dentro del Clan —dijo el dios con presunción—, eres un Sigma.




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