Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LAS DOS CARAS DEL ESPEJO por lyra

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Quiere dejar de llorar, pero no puede hacerlo. No lo entiende, fue él quien comenzó el beso, ¿Por qué lo cortó de esa manera? ¿Por qué le despertó de ese dulce sueño que estaba teniendo?

Se da la vuelta en la cama, llorando más fuerte abrazado a la almohada, odiando a su cuerpo por haber reaccionado de esa manera ante el beso. Tal vez se asustó por eso, ver que le hacía disfrutar cuando no debiera…ver que ese beso había sido genial…

-Esto… ¿Bill?-oye la voz de Gustav.

Se seca las mejillas corriendo, sabiendo que era inútil hacerlo. Si le había escuchado llorar y le veía los ojos rojos e hinchados, no hacía se debería molestar en tratar de ocultarlo.

Pero así era su vida. Ocultar sus sentimientos por miedo. Si no, lo de hacía unos momentos valía de ejemplo. Dejó que parte de sus sentimientos salieran a la luz cuando creyó que serían correspondidos, pero se equivocó y solo logro asustar a su hermano, que huyó de su lado nada más abrir los ojos.

-Sé que estabas llorando, y he visto a tu hermano… ¿os habéis peleado?-se interesa Gustav sentándose en la cama.

Estaba ante el portátil tratando de ignorar las súplicas de su compañero para que jugara con él solo una partida, cuando vio bajar corriendo al guitarrista. Sus ojos se cruzaron solo por un momento, viendo mucho dolor en ellos, antes de encerrarse en el baño y romper a llorar.

Entonces se levantó decidido a tratar de averiguar lo que había sucedido. Pasó por el baño, escuchó más lamentos y decidió empezar antes por el hermano pequeño, solo que no esperaba encontrarle en la misma situación que el mayor…

Tumbado en la cama de su hermano, llorando amargamente como si hubiera perdido algo.

-Me lo puedes contar-le anima a hablar.

Niega con la cabeza, nunca entendería esos sentimientos que le atormentaban, que le paralizaban llegando a impedirle respirar. Amar a su hermano… ¡que descabellado!

-Quisiera hacer algo para que no estuvierais enfadados, no es tarde para hacer las paces. Baja al baño, habla con tu hermano…siempre os habéis llevado muy bien, no hay nada que temer…

Eso era verdad. Siempre habían estado muy unidos de pequeños, y si uno se enfadaba con el otro por mucho daño que le hubiera hecho, lograban hacer las paces y perdonarse, jurando no volver a hacerlo.

Eso era lo que tenía que hacer. Pedirle perdón por haber respondido a su beso, jurar no volver a hacerlo.

Se da la vuelta y se incorpora en la cama, mirando a su amigo con los ojos llenos de lágrimas, quien le sonríe y le ayuda a levantarse.

Coge los vaqueros que se quitó y se pone de nuevo la camiseta, bajando descalzo al piso inferior sin notar el frío que le arañaba la piel.

-¿Bajas a jugar?-pregunta Georg emocionado.

-Lo siento, me cansé de jugar-se disculpa parándose ante la puerta del baño.

-Está Tom, y creo que va para rato-le explica con una sonrisa.

-Georg, ¿puedes subir un momento?-le llama Gustav sin nada de disimulo.

Georg ve que su amigo le hace señas para que fuera de inmediato, y asiente pasando al lado del cantante, quien mantiene la mirada fija en la puerta del baño.

Una vez a solas, alza una mano y llama despacio, conteniendo el aliento y tragándose las lágrimas.

-Un momento….ya salgo-oye la débil voz de su hermano.

Espera pacientemente y a los pocos minutos oye que descorren el cerrojo, pero nadie sale. Levanta una mano y hace girar el manillar, encontrándose a su hermano apoyado en el lavabo con las dos manos, observándose en el espejo con los ojos entornados.

Pasa del todo y cierra la puerta tras de sí, quedándose a su espalda sin saber que decir.

-Tanto tiempo buscando, y lo tenía delante de mi-le oye decir.

Quiere preguntarle que era eso que buscaba, pero al levantar sus ojos ve que los de su hermano están fijos en ellos a través del espejo.

-Estoy aquí...-le llama con voz ronca.

Pero Tom no se vuelve. Tiene miedo de hacerlo y que se rompiera el sueño. Levanta una mano y toca esa fría superficie donde está reflejada la persona que más ama.

-Tom, mírame por favor-le ruega sin moverse.

-No puedo…estás en el espejo…no hay nadie tras de mi…

Ve que tiene miedo, igual que él en esos momentos. Da un paso adelante y con las dos manos aferra de nuevo la cintura de su hermano, apoyando la cara contra su cuello como ya hiciera en ese sueño.

-Soy de carne y hueso-le dice antes de besarle el cuello.

Cierra los ojos al sentir su cálido aliento, era igual que en el sueño…gime y girándose en sus manos le mira de frente, tomando su cara y como ya hiciera en el sueño le besa en los labios, que no pueden evitar temblar emocionados.

Se besan con pasión, riendo porque al fin el sueño se cumplió. Dejaron atrás los miedos, se arriesgaron y ganaron ese juego.


-¿No llevan mucho rato encerrados dentro?-pregunta Georg a su amigo en voz baja.

-Están haciendo las paces, necesitan más tiempo…

Tiempo es lo que tienen en esos momentos….tiempo para amar, para dejar atrás las lágrimas y el dolor…

Para aprender que en el espejo no están las respuestas, que si se miran en él solo se verán a si mismos…necesitan romperlo, ver que la persona amada está detrás, y n o encerrada en la fría superficie del cristal.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).