No hay enemigo pequeño. por Helsic

KangIn abrió los ojos lentamente enfocando lo que parecía el techo de madera de la habitación. Parpadeó un par de veces hasta que la visión fue más nítida en la semi-penumbra que ofrecía la lámpara de noche que despedía una luz vaporosa y amarillenta. Cerró nuevamente los ojos intentando recordar como había llegado a ese lugar y como flashes de cámara llegaron imágenes a su cerebro adormecido. La fiesta, la fiesta fue lo primero que recordó. La fiesta privada con los chicos por el lanzamiento del tercer álbum, aún no sabían el éxito que tendría, pero se habían anticipado con la celebración imaginando que estarían muy ocupados durante la promoción. Entonces decidieron hacer una fiesta privada, hacía más de 4 meses que no hacían algo así, habían bebido tanto que a HeeChul le había dado por subirse en la mesa y bailar “So HOT” de Wonder Girls, aunque por supuesto fue algo más bien normal en él, lo tenebroso vino después cuando Kibum lo acompañó con el rap. La inesperada intromisión del siempre callado e inexpresivo Kibum en la coreografía de HeeChul, provocó que Siwon escupiera todo el Soju que tenía en la boca en la cara de Hangeng, pero aunque todos creyeron que una patada voladora de Kung fu saldría despidiendo a Siwon por los aires, el Chino se destornilló de risa en el suelo aún con la cara húmeda por la bebida.
Definitivamente estaba muy borracho.

KangIn sonrió al recordar eso, en algún punto de la noche debió haberse quedado dormido ¿Cuántas horas habían pasado? Miró la ventana y parecía estar a punto de amanecer y el silencio reinaba el apartamento, probablemente todos estaban dormidos, habían comenzado a beber a eso de las 9 de la noche y KangIn ya no recordaba en que momento él había ido a parar a la cama. ¿Había sido luego de que Yesung salió desnudo del baño preguntando por quien le había escondido la ropa interior provocando que todos se giraran hacía otro lado haciendo muecas? O ¿Sería después de Ryeowook había confesado que SungMin le parecía el más macho de todos? Sonrió recordando aquello.

Tontos…

Suspiró e intentó levantarse pero no pudo. Su cuerpo no respondía y se lo atribuyó al alcohol, pero no tardó en darse cuenta de que estaba atado a la cama con los cordones de sus propios zapatos. Abrió mucho los ojos y haló con más fuerza pero sólo logró que los cordones se le enterraran en las articulaciones haciendo la piel arder.

- ¡Mierda! - Exclamó en medio del silencio y entontes por primera vez se percató de que no estaba en su habitación. La verdad no era tan difícil de adivinar, sábanas blancas, almohadas blancas, paredes blancas, el armario entre abierto dejaba ver la ropa que para variar era blanco o colores muy claros.

- ¿Jungsoo? - Llamó en la semi oscuridad - Oye… no es gracioso ¿sabes? - Agregó.

Entonces una sombra se movió en la oscuridad, detrás de la puerta, junto al afiche de Lee Hyorin en vestido de baño y se caminó sigilosamente hacía la cama. Paulatinamente el rostro de LeeTeuk se vio iluminado por la luz amarillenta.

Sonreía

- Hyung, ¿Quién me ató? ¿Están bromeando verdad? Ayúdame a soltarme, seguramente fue Shindong, ya le cantaré unas cuantas verdades - Comentó KangIn mirándolo con descuido.

- Te soltaré sólo si te portas bien - Dijo la voz de LeeTeuk y el hoyuelo apareció mágicamente en su mejilla con su sonrisa torcida.

- ¿Qué dices? - Parpadeó KangIn sin poder procesar esa información.

- He dicho… que… - LeeTeuk paseó un par de dedos por su barbilla - Vaz a demostrarme que tan buen Dongsaeng eres -

- ¿Como? ¡Oye… no estoy para juegos! Suéltame AHORA - Le exigió mostrando un semblante serio, provocando una suave risa del mayor.

- Parece que no has entendido tu posición - Explicó LeeTeuk y volvió a sonreír angélicalmente - Estoy cansado del KangTeuk -

- ¿Que? ¿Pero de que estás hablando Hyung? - Se quejó KangIn arqueando una ceja, sin entender a que venía ese comentario.

- Las fans… han decidido que soy yo quien debe ir abajo, simplemente… porque tu pareces más varonil - Comentó LeeTeuk desdeñosamente.

- ¡Y lo soy! Soy más macho que tu, que no te Quepe la menor duda… es como comparar a Ryeowook con Siwon o a SungMin con Hangeng - Explicó KangIn con una sonrisita sardónica, le causaba gracia que LeeTeuk estuviera haciéndole ese tipo de reclamos.

- Um… quizás tengas razón en eso… - Comentó LeeTeuk con expresión digna y luego se desamarró la corbata que llevaba puesta - Pero no tiene porque ser siempre así -

- Hyung… ¡Hyung! ¿Qué estás haciendo? - Casi gritó KangIn cuando quedó a ciegas gracias a la corbata en sus ojos. Por unos instantes el silencio reinó el lugar y por primera vez en mucho tiempo KangIn experimentó lo que era sentirse indefenso y a la merced de alguien.

Agudizó el oído intentando adivinar que hacía LeeTeuk, pero sólo escuchaba movimientos de roces de ropas, una vez más intentó zafarse sin éxito y se preguntó hasta donde sería capaz de llegar su compañero con esa tontería de no querer ser el de abajo en la relación.

- ¡Pero si nunca te has quejado! ¿A que viene ahora toda esta tontería? - Preguntó KangIn y sólo escuchó una suave risita que no parecía provenir de ningún punto en especial, luego sintió los labios de él cerca de los suyos, el tibio aliento le rozó la boca antes de sentir un frío húmedo que se deslizaba por ellos. - Hyung… ¿me estás escuchando? -

LeeTeuk desabotonó su camisa, lentamente y lo despojó de ella dejando su pecho al descubierto, luego paseó esa cosa fría desde el inicio de la clavícula y bajó lentamente hasta el ombligo dejando un rastro húmedo por allí por donde pasaba. La piel se le puso de gallina casi al instante, mientras intentaba adivinar de que se trataba. Luego sintió de nuevo su lengua, suave y gentil, lamiendo el camino trazado anteriormente por lo que había supuesto era un hielo. Entonces sintió el frío en sus pezones y estos se erizaron al contacto, odiaba admitirlo pero se estaba excitando.

- Hyung… deja de jugar - Comenzó a decir KangIn en vista de que el mayor continuaba en silencio - Hyung…umm… - Suspiró cuando esa cavidad húmeda y tibia que era su boca había rodeado una de las tetillas y había jugueteado con el pezón erecto gracias al hielo. Luego esa boca subió por su pecho hasta el inicio de su cuello y mordisqueó la manzana de adán con suavidad, con una maldita suavidad que lo estaba desquiciando. - Hyung… ¡No lo hagas Hyung!-

- ¿Qué no haga que? - Habló al fin el mayor posando la yema del dedo sobre la punta de su nariz.

- Hyung… deja de jugar - Comenzó de nuevo KangIn - ¿Sabes lo patético que es esto? - Agregó y sonrió con suficiencia - Necesitas tenerme amarrado para dominarme… ¿Llamas a eso tener el control? No pierdas tu tiempo y desátame -

- Esto es sólo el comienzo - Susurró LeeTeuk y esta vez sus manos bajaron hasta la entre pierna de KangIn que muy a su pesar estaba erguida y dura como el asta de una bandera - Es una lástima que aquí abajo halla una opinión muy diferente a lo que estás diciendo con tu boca sucia… ¿tendré que castigarte? -

- ¡HYUNG! ¡SUELTAME DE UNA MALDITA VEZ! - Gritó KangIn y forcejeó. El mayor lo ignoró y desabrochó el pantalón, luego bajó la ropa interior y dejó el miembro al descubierto, KangIn sintió el frío del aire y se sintió más indefenso que nunca. Como no podía ver donde estaba LeeTeuk, no pudo evitar que el nerviosismo le recorriera el cuerpo. “Es sólo LeeTeuk… no se atrevería, es tu Hyung… no hay nada que temer, No pierdas el control” Se decía mentalmente, pero entonces sintió una ráfaga de viento suave en la punta, el aliento de LeeTeuk rozando la sensible piel de su miembro, haciéndolo arquear la espalda involuntariamente para poder alcanzar esa boca, pero LeeTeuk alejó el rostro y evitó el contacto. Tomó un cordón de ceda y lo amarró a la base de su miembro.

- ¿Quieres que me lo ponga en mi boca? - Preguntó LeeTeuk y paseó el dedo índice por los labios de KangIn - ¿Quieres… Hundirlo en mi garganta? - Pellizcó suavemente sus tetillas. KangIn se revolvió excitado y ansioso, no podía mover las piernas pues las tenía inmovilizadas así que no podía hacer contacto con nada a no ser de que LeeTeuk se lo permitiera - Chúpamela tu primero - Exigió LeeTeuk.

Y KangIn abrió la boca para soltar algún improperio, cuando sintió el miembro de LeeTeuk cerca de sus labios, estaba allí esperando por sus labios, pero no podía permitirse tal humillación, aunque se muriera de ganas por ser tocado por esas manos o por esa boca, no podía permitirle al otro ordenarle de esa manera.

- No lo haré - Se negó KangIn y desvió la cabeza hacía un lado.

Entonces LeeTeuk desató la venda de sus ojos y con una sonrisa que inclusive pareció inocente y tímida dijo - Lo harás -

KangIn se encontró observando a un LeeTeuk que se había subido sobre él y ahora tenía la cadera justo frente a su cara, estaba teniendo una magnífica perspectiva de las cosas desde ahí, sobre todo cuando LeeTeuk cerró los ojos y comenzó a acariciarse suavemente así mismo, despojándose de su ropa, provocándolo, incitándolo. KangIn casi podía sentir esas caricias en su propio miembro y la excitación fue aumentando hasta un punto casi doloroso e insoportable apretado contra el cordón de ceda.

- Umm - Gimoteó LeeTeuk aumentando la velocidad de su mano en su propio miembro, provocando de KangIn se revolviera inquieto bajo él, quería ser tocado por esas manos, oh dios mío cuando lo deseaba. Y sin pensarlo si quiera, KangIn se encontró estirando el cuello para alcanzar con sus labios esa entre pierna. - Buen Dongsaeng - Dijo LeeTeuk y deslizó su miembro en la boca del menor lo más profundo que pudo, dejando escapar un suspiro.

LeeTeuk movía las caderas marcando el ritmo en KangIn quien no podía moverse con libertad, cada vez más rápido, casi ahogándolo, cerrando los ojos y entregándose al placer. Cuando KangIn creyó que LeeTeuk se correría, el mayor se detuvo y sacó su miembro. KangIn aún tenía los labios húmedos y la sensación de esa textura en su boca, cuando el mayor bajó besando su pecho, metió la lengua en su ombligo oliendo su aroma masculino, antes de llegar a la entrepierna erguida y deseosa, sacó la lengua y la deslizó por la punta. KangIn empujó las caderas hacía arriba para meterlo en su boca, pero nuevamente LeeTeuk alejó la cabeza y rió traviesamente.

- ¡Lo prometiste! - Se quejó KangIn molesto por la ansiedad.

- No estás en posición de exigirme nada, lo haré cuando yo quiera y como yo quiera - Aclaró retóricamente LeeTeuk y volvió a lamer la punta, torturándolo con la sensación de cosquilleo que se extendía por todo su cuerpo.

- ¡Mierda! - Se quejó KangIn molesto y tan excitado que sentía las palpitaciones en su entrepierna, recorriéndole todo el cuerpo como si tuviera otro corazón allí abajo.

Entonces LeeTeuk le mostró el pequeño frasquito que tenía en la mano con expresión juguetona y KangIn lo reconoció al instante, era lubricante, lo habían usado en varias ocasiones en el pasado, venía con olores y sabores de todo tipo y ese en particular era de chocolate.

- No te atrevas - Le amenazó KangIn frunciendo el ceño.

- No haré nada si no me lo pides - Comentó LeeTeuk untándose las manos con el lubricante y las deslizó cerca de su entrada íntima - Ruégame y quizás te complazca - KangIn sintió los dedos de LeeTeuk acariciando la superficie, rozando la piel, enloqueciéndolo con la sensación, paseó la otra mano por el miembro, untándolo del liquido, deslizando la mano de arriba abajo con destreza, enviándole el alivio momentáneo que KangIn necesitaba. El menor apretó los labios para no gemir, no iba a permitirle ese placer, pero mientras más esos dedos jugueteaban superficialmente en círculos más los deseaba tener dentro. La espera era inaguantable, quería sentirlos adentro, quería…

- Hyung… - Susurró con la sangre adornando sus mejillas rojas - Me…met..-

- ¿Cómo dices? - Preguntó LeeTeuk con expresión inocente.

- Hazlo mierda… de una maldita vez - Exclamó KangIn y LeeTeuk sonrió complacido metiendo un dedo, arrancándole un suspiro a KangIn quien se mordía los labios para no abrir la boca, comenzó a juguetear con ese dedo, metiéndolo y sacándolo suavemente, luego vino el segundo, KangIn se mordió tan fuertemente los labios que sintió el sabor metálico de la sangre, apretó los puños cuando la otra mano acarició la entre pierna hábilmente y cuando esa boca, perfecta y diosa boca, se posó en la punta de su miembro de nuevo y lo chupó avidamente.

- Ahhgg..gg - Gimió KangIn inevitablemente, al sentir esa lengua jugueteando con su miembro y como esos dedos continuaban torturándolo allá abajo. - Hyunggg…ahh… - Volvió a rogar desconociéndose así mismo.

La velocidad aumentó y KangIn creyó que se iba a morir en ese instante, la sensación lo embargó por completo e hizo que los músculos de su estómago se contrajeran con fuerza “Maldita sea voy a correrme…” Pensó frenéticamente pero como si LeeTeuk hubiera adivinado eso, se detuvo.

- ¿QUE?- Gruñó KangIn y abrió los ojos con frustración.

- Youngwoon… no hay enemigo pequeño ¿sabías? - Y dicho esto, el menor desató los pies de KangIn, para tomar sus caderas alzarlas suavemente.

Oh dios… realmente iba a hacerlo. ¡Realmente estaba dispuesto! Observó KangIn con una mezcla de miedo y excitación, sintió la punta acariciando su entrada y esto provocó un nuevo choque eléctrico en todo su cuerpo. No podía ser, claro que no, él no podía estar en esa situación, era absurdo, era…

Era perfecto…

LeeTeuk era perfecto y lo deseaba más que a nadie en el mundo. Quería sentirlo dentro, era algo que superaba sus más oscuros sueños y la idea lo llenaba de morbo.

- Se que… lo deseas tanto como yo - Susurró LeeTeuk tomando la entrepierna de KangIn con la otra mano y comenzando a acariciarlo de nuevo mientras se movía eróticamente, simulando que lo penetraba - Lo necesitas -

- Hazlo… - Susurró KangIn avergonzado. Su vista nublada por el placer que le otorgaba esa mano.

- ¿Qué quieres que haga? - Preguntó melosamente LeeTeuk y aceleró los movimientos con su mano.

- Oh…Dios… ¡mételo! - Suplicó.

El líder se empujó con fuerza y lo penetró de una sola vez, arrancándole un gemido afónico al menor. Se deslizó deliciosamente gracias al lubricante por ese pasaje estrecho, haciendo que todo el cuerpo de KangIn se tensionara de dolor. KangIn cerró los ojos sintiendo como el mayor volvía a penetrarlo una y otra vez sin consideración, justo como él había deseado.

Dolía, pero la idea de que fuera LeeTeuk el causante de ese dolor lo excitaba, abrió los ojos para observar el rostro perdido en las sensaciones, el cabello castaño meciéndose y pegándose a su cara con cada nueva arremetida, sus labios entre abiertos y su entrecejo fruncido.

Que imagen tan espléndida y perfecta era la de ese joven moviendo sus caderas provocando ese dolor delicioso y embriagante.

- Ahhh… ¡Más rápido! - Clamó KangIn - Ohh… ahhg ¡Más fuerte! - Gruñó deseando que ese dolor se grabara en su piel, ese dolor que se mezclaba con el placer producido por la mano de LeeTeuk que en ningún momento había dejado de acariciarlo.

Él líder lo embistió con fuerza dejándolo mudo y con un movimiento rápido le liberó las manos dejándolo completamente libre, si iba a escapar a esa humillación era el momento preciso, pero KangIn se encontró observando la sonrisa torcida del mayor mientras lo penetraba, provocándolo para que huyera y detuviera esa locura absurda. KangIn se apoyó en los codos para levantarse y se abalanzó hacía LeeTeuk sólo para hacer la penetración más profunda, quedando abrazado
Él, le araño la espalda con fuerza, cuando de nuevo comenzaba a sentir esos deliciosos espasmos que le recorrían el cuerpo.

- Ohh dios… ohh… mierda… ahh… voy a correrme, dios… Hyung… ahh - Gimió sumisamente en su oreja, el calor embargándolo por completo, nublando sus sentidos.

- Eres mío - Murmuró LeeTeuk y lo penetró más fuerte, desquiciadamente rápido, apretando su miembro con toda la fuerza que le era posible - Jungsoo es tu dios ahora -

- JungSoo… ahh… Jungsoo… ahhgg eres mi dios… aghh... - Rogó con devoción KangIn en medio de ese paroxismo de sensaciones, se aferró a la espalda húmeda por el sudor, tan fuerte como pudo y se corrió con tanta fuerza que por unos segundos eternos en los que duró el orgasmo, sintió que todo a su alrededor había desaparecido y se encontró flotando entre las oleadas de placer que iban y venían con cada embestida de su Hyung, los músculos se tensaron y los espasmos le cortaron la respiración. Se vació por completo en la mano y estómago de LeeTeuk, untándose así mismo también.

- Ahhh… ¡Youngwoon!… - Gimió LeeTeuk antes de alcanzar el orgasmo también con un par de últimas estocadas fuertes dentro de esa cavidad estrecha y deliciosa. Se aferró a KangIn haciendo la penetración más profunda hasta que se corrió por completo dentro de él.

KangIn jadeó en el hombro de LeeTeuk intentando recuperar el ritmo de su respiración y sintió la calidez dentro de si mismo. Maldición, realmente había pasado…

Entonces buscó los labios de LeeTeuk y le arrancó el beso que el mayor no había querido darle, se le comió los labios, mordiéndolos con gula, metiendo su lengua y jugueteando con la de su compañero. Aquel había sido el mejor polvo de su vida.

Cuando el beso terminó se dejó caer hacía atrás en la cama, aún sintiendo su pecho subir y bajar irregularmente. Observó el rostro de LeeTeuk y le sonrió como un estúpido.

- ¿Satisfecho? - Preguntó aún con esa sonrisa. LeeTeuk asintió y se acostó a su lado suspirando.

- Debemos repetirlo - Propuso LeeTeuk también con voz agitada. - Te gustó ¿verdad?

- pues… - Respondió KangIn mirando de reojo a LeeTeuk ¿Pero a quien quería engañar? - Me encantó -

- Podríamos turnarnos de ahora en adelante - Comentó LeeTeuk con expresión orgullosa y satisfecha.

- Si… pero… dejemos que las fans sigan pensando que es sólo KangTeuk - Pidió KangIn y LeeTeuk solo rió orgulloso.
- Como quieras - Aceptó y volvió a besarlo una vez más.