La noche llegó de manera súbita y KangIn continuaba allí sentado en el borde de la cama leyendo la carta una y otra vez como un maniático, intentando descubrir algo más, un significado oculto entre letras. Había un par de cosas que le carcomían el cerebro aunque no entendía muy bien porque, esas palabras eran “Youngwoon” y “JungSu”. KangIn sentía que esos dos nombres tenían un significado, pero no entendía cual era la conexión con todo aquello y siempre que intentaba pensar con fuerza en ellos, una bruma blanca y densa envolvía su cabeza impidiéndole recordar. ¿Recordar? ¿Era un recuerdo lo que quería rescatar de su memoria? ¿Algo vivido?
KangIn suspiró sintiéndose infinitamente pequeño e infinitamente impotente. LeeTeuk se había ido y ahora la soledad se cernía a él desagradablemente como una rata que se te come las tripas.
- Buenas noches - La voz lo sobresalto tanto que dio un salto y quedó de pie al lado de la cama. Desde las sombras emergió una silueta. Al comienzo le pareció un gran murciélago negro, pero luego tomó forma de humano y pudo constar de que sólo se trataba de un joven no mucho más mayor que él, envuelto en una capa negra.
- ¿Quién eres? - Preguntó en la sorpresa - ¿Cómo entraste aquí? - Agregó, probablemente era un ladrón que había aprovechado la oportunidad de que la casa había quedado sola, aunque no hubiera mucho para hurtar.
- Eh estado esperando por este momento mucho tiempo Youngwoon - Dijo el joven. De nuevo ese nombre ¿él era Youngwoon? Se preguntó así mismo y el chico emergió totalmente de las sombras.
Tenía el cabello negro, quizás más que la misma noche, al igual que sus ojos, parecía Coreano como él. Pero su tez era demasiado pálida, casi resplandeciente, tan blanca como la de LeeTeuk, pero está parecía más bien enfermiza. El joven sonrió con tranquilidad.
- ¿De que estás hablando? - Preguntó KangIn azorado.
- Mi nombre es KyuHyun - Dijo el chico - Soy un vampiro -
KangIn se quedó paralizado escuchando aquello y no pudo evitar pensar que la broma era bastante mala. Él estaba ahí deprimido por lo sucedido con su mejor amigo y maestro y de repente aparecía un imbécil quien sabe de donde a decir que era un vampiro. Definitivamente KangIn no estaba de humor para tonterías.
- No estoy de humor para bromas- Respondió escuetamente y KyuHyun sonrió ampliamente enseñando sus mortales y afilados colmillos.
- Lo se… es difícil de creer a la primera vez, pero créeme, terminarás por convencerte - Explicó KyuHyun sin dejar de mirarlo - Como te decía, eh estado esperando este momento por más de 10 años -
- ¿A que te refieres? - Preguntó KangIn confundido con toda esa frenética sucesión de hechos.
- Como podrás ver soy un vampiro y he estado vigilándote desde hace 10 años, así es, nunca te diste cuenta… tengo mis métodos - Reveló el vampiro sin dejar de sonreír - Y finalmente se ha dado la oportunidad de conocerte -
- Esto es completamente absurdo y descabellado - Exclamó KangIn aún incrédulo. El vampiro se armó de paciencia.
- Se quien eres, como llegaste aquí y que deseas ser - Explicó KyuHyun - Se que amas la pintura más que a otra cosa y que te has pasado toda tu vida encerrado en este cochino pueblo ejerciendo tu papel como monje… pero esos tiempos ya llegaron a su fin, yo he venido a liberarte -
- ¿Cómo dices? - Exclamó de nuevo KangIn. - ¿Cómo… como sabes esas cosas? - KangIn lo miró sorprendido, a parte de LeeTeuk nadie más sabía sobre la pintura, ¿Cómo ese extraño lo sabía?
- Como te dije anteriormente, he estado vigilándote… digamos que me he obsesionado un poco contigo - Agregó y dejó escapar una risita espectral que le heló la sangre. - Así pues, he venido a liberarte, te ofrezco mi sangre inmortal para que te conviertas en mi Chiquillo, en mi compañero eterno -
- ¿De que… demonios estás hablando? - Casi gritó KangIn - ¿Por qué me quieres a mi? -
- Tengo mis razones personales y nunca le revelo estas cosas a mis presas… - Respondió simplemente el vampiro.
- No quiero - Respondió KangIn - Rechazo tu oferta -
- Esperaba una respuesta así y me encanta que te hagas el difícil… lo hace más interesante - Comentó KyuHyun relamiéndose los labios suavemente - Como verás, soy inmortal, así que no me importaría esperarte un par de años más… se que al final terminarás conmigo -
- ¿Cómo puedes estar tan seguro? - Increpó KangIn.
- Porque mis fuerzas superan a más de 10 hombres y no hay nada que puedas hacer frente a eso - Explicó.
- ¿Entonces porque estás aquí ofreciéndomelo? ¿Por qué no lo hiciste antes a la fuerza? - Preguntó KangIn debatiéndose entre la rabia y el temor que le producía ese tipo.
- Nunca fue mi intención forzarte… quería que lo decidieras tu mismo, pero cuando intenté acercarme por primera vez… ahí estaba ese imbécil de JungSu - Comentó enfatizando el ‘imbécil’.
- ¿Co…conoces a LeeTeuk? - Exclamó KangIn azorado.
- Si - Respondió simplemente el vampiro - Digamos que se interpuso en mis planes, pero soy paciente, así que esperé a que se fuera -
¿Sería posible aquella locura? Era como si esa persona en frente suyo lo supiera todo, además hablaba de LeeTeuk refiriéndose como ‘jungSu’, KangIn recordó la carta, estaba firmada con ese mismo nombre… ¿Sería acaso posible…?
- Acaso… LeeTe… JungSu… ¿Era un vampiro? - Preguntó KangIn.
- No, claro que no - Exclamó el vampiro y dejó escapar una risotada macabra - No hubiera podido salir de día de haber sido así -
- Entonces… ¿Era un inmortal? - Preguntó KangIn con un gesto de absoluta y patética necesidad. Necesitaba saberlo, tenía que saberlo.
- Comienzas a comprender ¿verdad? - Dicho esto KyuHyun desapareció y al instante estuvo a un lado de KangIn. Su velocidad era asombrosa - Pero tu limitada mente mortal no te permitirá ir más lejos - Explicó paseando sus delgados y lánguidos dedos pálidos por el cabello de KangIn en un ademán desdeñoso.
KangIn se quedó estático, petrificado con el contacto de esos dedos fríos, también con la información que acababa de escuchar. ¿Eso significaba que LeeTeuk no era humano? ¿Pero como era posible? Cerró los ojos unos instantes intentando mantener la calma pues sentía que su mente iba a explotar en un colapso de sentimientos, emociones y pensamientos. Sabía por la religión budista que existían toda clase de creaturas y que había ‘otro’ mundo diferente a ese, pero nunca se imaginó que se encontraría cara a cara con una creatura distinta a un ser humano.
- Lo se… todo parece una locura - Comenzó a decir KyuHyun de nuevo y se paró frente a él, sus rostros quedando muy cerca, le enseñó su sonrisa y los colmillos brillaron afilados en la penumbra - Así que tómate el tiempo que quieras… pero no escaparás de mi -
KangIn lo miró y volvió a sentirse nervioso. Comenzaba a odiar a ese tal vampiro, él sólo estaba interesado en LeeTeuk y al parecer ese tal KyuHyun sabía algo sobre él que KangIn no, le molestaba la forma desdeñosa del vampiro, odiaba que jugara con él, que lo menospreciara por ser un simple ‘mortal’.
- ¿Y porque aceptaría yo tu oferta? Yo podría salir ahora mismo y contar tu secreto a todo el mundo - Exclamó KangIn frunciendo el ceño. KyuHyun rió con ganas.
- Por favor… Youngwoon - Rió un poco más y esta vez la visión de sus colmillos fue más espeluznante - ¿Y quien va a creerte? - Agregó llevándose las manos a la cintura - Además si lo haces… tendré que matarte -
La palabra ‘matarte’ hizo efecto en KangIn, porque una holeada de miedo lo recorrió inmediatamente. ¿En realidad iba a hacerlo?. KyuHyun se puso muy serio y a una velocidad vertiginosa tomó a KangIn por pecho enterrando sus manos que más bien parecían garras en la tela de la túnica y lo alzó en alto como si fuera un saco de plumas, luego lo lanzó contra la cama con tal fuerza que las tablas de la cama se partieron casi de inmediato y KangIn quedó finalmente acostado en el suelo entre el colchón y la madera desquebrajada. KangIn estaba levantándose, aturdido por el golpe en su espalda, cuando una sombra negra se lanzó sobre él, como un cazador sobre su presa y en cuestión de segundos, KyuHyun estuvo sobre él, inmovilizando sus manos con una sola mano y luego mordiéndose el labio hasta que brotó espesa sangre de él.
- ¿Que haces? - Chilló KangIn asustado - ¡Suéltame! - Agregó y KyuHyun atrapó sus labios en un feroz beso.
KangIn intentó rechazarlo, pero le fue completamente imposible teniendo en cuenta la fuerza del vampiro y cuando la sangre que resbalaba por el labio a KyuHyun hizo contacto con su lengua, KangIn experimentó una sensación tan parecida a un orgasmo que por unos instantes sintió como si el mundo a su alrededor se desmaterializaba y hasta el corazón se le detenía. El cuerpo se le tensó por completo conforme el vampiro lo besaba apasionadamente permitiendo que más sangre rodara espesa y deliciosa por la garganta de KangIn, aquello era demasiado, era tan intenso que el mortal creyó que moriría de un momento a otro perdido en la sensación, KangIn cerró los ojos con fuerza y sintió que su cuerpo reaccionaba a ello de manera inconciente. Aunque no amara ni deseara a KyuHyun, su cuerpo reaccionó al contacto de la sangre por si solo y su miembro e irguió deseoso por dentro de la túnica.
El beso concluyó y KyuHyun se puso de pie, dejando a KangIn aún tirado allí en los escombros de lo que había sido la cama momentos antes. El vampiro se limpió los labios ensangrentados con el dorso de la mano y sonrió.
- Espero que no te quede ninguna duda - Exclamó comenzando a retroceder, pero no parecía caminar, parecía deslizarse sobre el suelo sin mover las piernas - Iré a comer… y volveré en un par de horas… hasta entonces - Finalizó y luego desapareció por la ventana.
KangIn se quedó en el mismo lugar sin moverse, su cuerpo temblaba ligeramente y no era por el frío. Lentamente comenzó a levantarse llevándose la mano a los labios, como volviendo de un oscuro sueño. ¿Qué había sido esa sensación? ¿Cómo había podido sentir algo tan intenso tan sólo probando su sangre? Ahora no le quedaba ninguna duda ese joven no era un humano, cuando vio sus colmillos por primera vez imaginó que eran falsos, pero luego del beso, había podido sentirlos y notar que eran reales. Además estaba el sabor de su sangre, lo que había producido en su lengua, todo eso era real.
Más real que LeeTeuk.
Caminó hasta la mesa donde había dejado las cartas y volvió a tomarlas. Las releyó de nuevo aunque prácticamente las sabía de memoria. ¿Qué era LeeTeuk? Estaba claro que no era un vampiro, de haberlo sido, habría notado sus colmillos en algún beso. ¿Entonces que era?. KangIn analizó desesperadamente sus posibilidades, podía huir, pero era de noche y en esa oscuridad no llegaría a ninguna parte en el bosque, seguramente se perdería y en el caso tal de que llegara a otro pueblo, no tenía dinero ni para comer ni para pagar una habitación ¿Entonces que haría?. Eso por supuesto en el caso tal de que llegara con vida a otra ciudad. Pues lo más probable sería que KyuHyun lo persiguiera y quizás esa vez lo matara por su atrevimiento y como había notado KangIn, el chico en realidad tenía una fuerza que superaba la suya con creces, podría matarlo fácilmente si así lo quisiera.
KangIn observó la carta por última vez, sus manos temblaban mientras la palabra ‘inmortal’ flotaba en su cabeza. Si fuera un inmortal como él… entonces las cosas podrían ser de otra forma. LeeTeuk o Jungsu o como fuera, lo había dejado porque era un humano. Porque era menos que él. KangIn tenía que estar a su altura si quería seguir a su lado. Si se convertía en vampiro… tendría la oportunidad de volver a verlo.
De lo contrario ¿Qué otras posibilidades tenía? Si no era así, terminaría envejeciendo como cualquier otro mortal , eso claro si tenía suerte porque había renunciado a toda su vida y ahora no tenía absolutamente nada, podría terminar mendigando por las calles o muerto de hambre en alguna esquina.
“Adiós Youngwoon, oraré y cuidaré de ti por siempre. Siempre que lleves puesta esa cadena, estaré contigo.”
KangIn tomó la cadena entre sus dedos y la sintió fría cuando se la puso alrededor del cuello. - Veremos si tu promesa es real - Dijo KangIn con una débil sonrisa. Esa fría cadena y unas palabras sobre un papel era lo único que tenía.
***
6 Horas después, KyuHyun regresó, entró en la casa suavemente como un gato cauteloso y encontró a KangIn sentado en la mesa del comedor, tenía un candelabro encendido sobre ella y tenía los codos apoyados sobre la mesa, sosteniendo su rostro. Su mirada era muy distinta a la del KangIn que dejó antes de irse, había un abismo oscuro en sus ojos.
- Hazlo - Ordenó KangIn fríamente. Aferrando entre sus dedos la cadena de plata, tallándose la piel contra ella. - Conviérteme en un Inmortal -
KyuHyun sonrió entre complacido y desconcertado. Podía sentir el miedo palpitando en KangIn, pero también sentía algo más, KangIn tenía una actitud distinta y había una seguridad extraña que se aferraba a algo más oscuro dentro de su mente. El vampiro se sintió tentado a hurgar dentro de su mente y leérsela como un libro, pero se contuvo, si iba a convertirlo en su compañero, debía comenzar a actuar de manera diferente con él. Además una vez convertido en su compañero, ya no podría acceder a su mente, la confianza entonces debía ser un elemento importante entre los dos. KyuHyun caminó suavemente y se acercó a él, se detuvo frente a él.
- Levántate - Le dijo con suavidad, sin altanería, con un tono de voz muy distinto al que había usado antes. KangIn obedeció. - No tengas miedo… no dolerá - Prometió KyuHyun casi con cariño y hundió sus largos colmillos en el cuello de su victima.
KangIn sintió un agudo dolor en el cuello, como si le hubieran enterrado un par de puñales, pero seguido a esto, los labios del vampiro le acariciaron la piel y el dolor desapareció, entonces el placer llegó como una oleada enfurecida y cubrió todo su cuerpo dejándolo casi sin respiración. El vampiro comenzó a succionar la sangre de su cuerpo a grandes bocanadas y las piernas de KangIn temblaron y perdió el equilibrio pero KyuHyun lo sostuvo entre sus brazos sin despegar sus labios del cuello de él. KangIn sentía como lentamente se entregaba a una modorra deliciosa, sentía todo el cuerpo entumecido mientras las oleadas de placer iban y venían como cuando estás a punto de tener un orgasmo. Pero el orgasmo no llegaba, simplemente se mantenía en un estado constante de placer. Parpadeó despacio y la vista se volvió borrosa, una sonrisa se dibujó en sus labios. ¿Estaba muriendo? Si así era, ¡que muerte tan exquisitamente hermosa era esa!.
KyuHyun tuvo que usar toda la fuerza de su voluntad para detenerse antes de absorberlo por completo. Se detuvo y retiró sus labios ensangrentados de ese apetitoso cuello blanco. Observó el rostro debilitado y relajado de KangIn, apenas si podía mantener sus ojos enfocados en su rostro. ¡Oh dios como amaba a esa hermosa creatura! A esa hermosa composición de huesos y carne que palpitaba con el milagro de la vida entre sus brazos, esa creatura que se le estaba entregando voluntariamente. Dios, cuanto éxtasis sentía en ese momento.
El vampiro recostó a KangIn en el suelo con cuidado, quedando sobre él y lo observó con fascinación, el rostro del mortal había perdido todo su color por la falta de sangre y respiraba con dificultad. KyuHyun se mordió el labio inferior hasta que brotó sangre de él y se acercó a KangIn, sintió el aliento de KangIn jugueteando contra sus labios antes de permitir que la sangre cayera en su boca entre abierta. KangIn lo miró con expresión suplicante cuando sintió la cálida sangre resbalar por su garganta, aliviándolo. Entonces KyuHyun lo besó y permitió que la sangre saliera libre por su boca y KangIn la recibió desesperado. La sangre maldita despertó un impulso dentro de él, algo que nunca había sentido, una necesidad. Necesitaba esa sangre para vivir. KangIn chupó con fuerza como si su vida dependiera de ello y en cierta forma así lo era. Chupó y chupó de esa ambrosía metálica deliciosa que el otro le ofrecía y sus manos se aferraron a la espalda del otro como con desespero.
Finalmente KyuHyun se separó de la boca de KangIn sintiéndose mareado por la perdida de sangre, pero era justo como debía ser. El mortal moribundo se quedó acostado sin fuerza, con los ojos aún entreabiertos y la boca y el cuello completamente rojos, el liquido había manchado inclusive un poco la túnica. La primera parte del ritual estaba completa.
- Ahora debes morir - Susurró KyuHyun y percibió un miedo aterrador en KangIn. KyuHyun le sonrió y paseó su mano pálida y fría por la frente del mortal, como una madre con un hijo - Así es como debe ser - Finalizó y recostó a KangIn contra su pecho suavemente y este comenzó a respirar aceleradamente, cada vez más rápido, su corazón experimentaba taquicardia, KangIn se llevó una mano al pecho y se arañó así mismo con desesperó, intentó toser, pero no podía una terrible sensación de asfixia lo envolvía, todo se volvía cada vez más borroso, todo se oscurecía.
Entonces tuvo un paro cardíaco y murió.