Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Resplandor en la oscuridad por Helsic

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

KyuHyun esperó pacientemente en la estancia, los minutos pasaron y se convirtieron en horas, logrando que el vampiro se sintiera cada vez más nervioso. En teoría todo se había realizado en orden, pero KangIn continuaba estático e inerte en el suelo. ¿No debería haber despertado ya? Se preguntaba una y otra vez caminando alrededor del cuerpo que continuaba desmadejado en el suelo. Se llevó una mano al mentón y decidió que sería mejor para él despertar en una cama suave, pero entonces recordó que había roto la cama, frunció el ceño molesto consigo mismo. A veces podía ser tan impulsivo y tonto. Caminó por la casa en busca de una almohada y al cabo de un rato la encontró en el desorden en el que habían dejado la habitación, apoyó la cabeza de KangIn sobre ella y volvió a sentarse a su lado y esperó.

La mayor preocupación de KyuHyun era que llegara el amanecer y KangIn aún no despertara, porque eso implicaría que el debía irse a dormir a su refugio y si KangIn despertaba y recibía un rayo de luz por equivocación… si se le ocurría salir de la casa… estaría muerto en minutos. El miedo lo invadió ¿Podría eso pasarle a él? ¿Podría ser un vampiro tan imbécil? Se preguntó por unos instantes y sintió el impulso de cargar con el cuerpo y llevarlo a su refugio en las montañas, por lo menos si despertaba podría…

- Ahgg - Un gruñido se escuchó, era ronco, casi como de un animal y por unos instantes KyuHyun no pudo reconocer que era la voz de KangIn.

- ¿Youngwoon? - Murmuró el vampiro suavemente notando como el cuerpo de KangIn comenzaba a moverse lentamente con regulares espasmos. El humano no respondió, aún tenía los ojos cerrados y se llevó las manos al cuello como si intentara ahorcarse así mismo, se apretó el cuello con tal fuerza que las venas se le brotaron en las manos, KyuHyun tuvo la impresión de que la sangre brotaría en cualquier momento, pero KangIn volvió a aflojar las manos y abrió los ojos.

Sus ojos ya no eran los mismos. Todo brillo mortal había desaparecido por completo ahora en vez de eso, sólo quedaban unas vacías cuencas oscuras, muertas y maléficas. La piel se había vuelto de un blanco espectral, demacrado, brillante e inhumano, una creatura maldita había nacido y KyuHyun no pudo más que mirarlo con cariño. Como a su hijo.

KangIn se levantó suavemente y se quedó sentado observando el lugar maravillado. Como si no hubiera estado ahí nunca, como si ese lugar le fuera completamente ajeno. Los colores y las formas no habían cambiado en la realidad, pero en su cabeza, él las percibía de manera diferente. Ahora veía a través de sus nuevos ojos, ojos de inmortal y la visión era exquisitamente bella. Los colores eran increíblemente más vivos y pregnantes, las formas parecían tener nuevos ángulos aunque fueran las mismas, era como si antes no hubiera tenido la capacidad para observar la verdadera belleza de todos los objetos de la creación. Se puso de pie y recorrió la instancia caminando con la suavidad de un bailarín de ballet, estirando sus brazos para dejar que sus dedos acariciaran las paredes de madera y recorrieran la superficie de la mesa.

Un orgasmo que llenó sus sentidos. Y se imaginó cuantas maravillosas creaciones artísticas podrían salir de sus manos con esa nueva visión del mundo. Dios, tenía que pintar… tenía que hacerlo o explotaría.

- Bienvenido al verdadero mundo - Habló finalmente KyuHyun, logrando que KangIn se girara y se quedara mirándolo absorto en su rostro, como si no lo hubiera conocido antes.

- KyuHyun - Murmuró KangIn su voz fue más profunda y masculina, como una ola imparable que rebotó contra las paredes. - Sigues aquí -

- Por supuesto que si…- Exclamó KyuHyun con una sonrisa afilada - ¿Creías que iba abandonarte? - Dejó escapar una suave risita espectral - Eres mi vastago y ahora soy tu Mentor, te enseñaré todo lo que se y serás tan mortal y perfecto como la misma muerte -

KangIn lo miró a la expectativa, aquellas palabras lo dejaron frío. De repente comenzaba a comprender que tendría que matar a otras personas para vivir y eso lo aterró. KyuHyun hablaba de una manera tan tranquila y fría como si fuera lo más normal del mundo y en cierta forma para él, debía serlo. KangIn se preguntó cuantas personas habría matado KyuHyun en toda su existencia.

- Pero ya es muy tarde, pronto amanecerá y sería muy peligroso para ambos, sobre todo para ti… aún tienes mucho que aprender- Continuó KyuHyun - Así que por ahora, está bien, iremos a mi refugio, que ahora es tuyo - Finalizó volviendo a sonreír - Y mañana te enseñaré todo lo que necesitas saber -

Luego de esto, ambos salieron al frío de la noche solitaria y el vampiro más viejo lo condujo por una ladera que subía hasta una pequeña colina, donde había una casa enorme que más bien parecía un castillo, estaba un poco alejado del pueblo y KangIn no recordaba haberla visto antes. La construcción en piedra olía a viejo y húmedo cuando entraron en la estancia principal, KyuHyun le mostró con parcimonia el lugar en donde ‘dormía’, termino que utilizaba para referirse al estado de inconciencia en el que entraban los vampiros durante el día.

- He preparado… uno para ti - Comento KyuHyun mostrándole una caja de madera pulcramente pulida - Desde hace un buen tiempo la he tenido aquí… esperando a que la ocuparas -

KangIn se sintió incómodo y no supo que responder. Se metió en la caja de madera atemorizado con la idea de que al día siguiente no podría levantarse y entonces se daría cuenta de que estaba muerto.


***

A la noche siguiente KangIn había despertado automáticamente cuando el sol se había puesto tras las montañas, la oscuridad que lo envolvió lo asustó por unos instantes, pero descubrió que sus nuevos ojos le permitían distinguir todas las formas aún en la oscuridad. Emergió de su ‘sarcófago’ y se encontró con que KyuHyun ya se encontraba de pie al lado de la ventana, vestía una franela blanca y un simple pantalón. KangIn se acercó a la ventana junto a él.

- ¿Tienes hambre? - Preguntó KyuHyun pasándole un brazo por el hombro a KangIn - Esta noche será tu primera cacería -

KangIn asintió atemorizado. Ya no había marcha atrás por lo que era mejor que comenzara a afrontar la decisión que había tomado. Esa noche KyuHyun lo llevó a recorrer el pueblo y su primera victima fue un borracho desgraciado que había golpeado a su mujer hasta dejarla casi muerta en días anteriores.

- Somos el mal del mundo - Le dijo KyuHyun mientras contemplaban al hombre en el callejón - Pero el mal tiene una justificación para existir, nosotros le damos equilibrio a las fuerzas del bien - Agregó en tono solemne mientras señalaba al hombre a lo lejos - Ese desdichado tiene el libre albedrío para tomar sus propias decisiones y actuar bajo sus propias convicciones… y aún así, es una mierda, individuos como él son una peste para la sociedad Y nosotros estamos aquí para limpiar la basura -

- Una bonita justificación ideológica para que cometer un asesinato no parezca tan malo - Comentó KangIn con una sonrisa irónica. KyuHyun también sonrió.

- Míralo como quieras… mi chiquillo - Comentó KyuHyun llevándose una mano al mentón - Pero indudablemente tendrás que comer -

Muy pronto KangIn aprendió que lo único completamente real para un vampiro era la sed. Cuando sentía sed todo su cuerpo se estremecía desesperantemente, su mente comenzaba a perder la razón, no podía pensar con coherencia y los instintos más salvajes lo dominaban por completo. Sólo podía pensar en una cosa ¡La sangre!. La sangre que era la maldición de todos los de su especie, la sangre que alimentaba la magia en su interior y que lo mantenía inmortal. Cuando tenía sed, matar era lo único que importaba y las convicciones ideológicas pasaban a un segundo plano.

KyuHyun le enseñó como beber sangre sin necesidad de matar a la victima, debía detenerse antes de acabar con la vida del otro, debía ser preciso y beber sangre no cuando sintiera la ‘sed’ sino cuando consideraba que era apropiado, porque de otra manera no sería capaz de detenerse. Las primeras veces mató a todas sus victimas pues aún no dominaba la técnica y sólo recibía palmaditas cariñosas de KyuHyun en la espalda. Pero meses después aprendió a hacerlo sin dejar rastro, aprendió a manejar su poder, a saltar por los tejados suavemente sin hacer ruido, a correr a velocidades inalcanzables por un humano y a manejar las disciplinas y poderes de su raza. KangIn se estaba convirtiendo en una maquina de matar tal y como le había prometido KyuHyun y una noche mientras compartían una copa de sangre en el refugio, el mentor le comentó que era hora de dejar ese lugar. KangIn había aprendido todo lo que podría aprender estando en un lugar pequeño, pero era hora de que afrontara retos de verdad, debía ser presentado en el Eliseo de Vampiros para ser reconocido por la camarilla.

KangIn se sorprendió tanto que sus ojos se abrieron de par en par. De alguna manera había creído que eran los únicos o por lo menos que se encontraban aislados en diferentes partes del mundo, pero pensar en que había algo así como una organización de vampiros detrás de todo lo abrumaba. KyuHyun le contó que Korea no tenía un Eliseo vampírico porque había muy pocos vampiros en la zona, pero China si tenía uno, estaba en Beijing y así fue como KangIn salió por primera vez de viaje.

El Eliseo era un lugar enorme protegido con una poderosa magia que evitaba que los mortales pudieran verlo, parecía un templo budista a simple vista, pero en su interior escondía un oscuro secreto. Allí se encontraba el principe, quien era el responsable de tomar decisiones importantes para la comunidad vampirica, KyuHyun se mostró sumamente respetuoso con el hombre sentado en el inmaculado trono de oro y le presentó a su nuevo vastago o chiquillo. El príncipe de nombre Yesung, de cabello negro como el más oscuro de los abismos infernales le dio la bienvenida al mundo vampirico y le preguntó a KyuHyun si ya le había enseñado todo lo que debía saber. KangIn se sintió cohibido en ese lugar, el hecho de saber que todos los allí presentes eran maquinas asesinas le atemorizaba y a la vez le fascinaba, tenía un largo camino por recorrer y muchísimas cosas por descubrir y eso lo embriagaba.

Pasó toda la noche en la biblioteca del Eliseo y descubrió que podía aprender Chino de una manera asombrosamente rápida, como si fuera su propio idioma. Estuvo leyendo acerca de los diversos clanes vampiricos, la maldición de Kain y la historia detrás de la sangre maldita. También buscó información sobre otros inmortales, porque a pesar de que había pasado un año, KangIn no olvidaba el suave roce de los labios de LeeTeuk, a pesar de estar muerto, el recuerdo de su amigo se mantenía vivo en su mente y el deseo de encontrarle se hacía cada vez más fuerte. Investigó sobre otros inmortales y se encontró con una amplia variedad de creaturas, una vez más quedó anonadado con todas las descripciones y poderes que estas podían tener. ¿Qué creatura era LeeTeuk? Estaba claro que era un inmortal ¿Pero que clase de inmortal? ¿Un hombre lobo? Pensó, ellos tenían apariencia humana y sólo eran monstruos cuando se transformaban, pero era difícil imaginarse a LeeTeuk como un hombre lobo a decir verdad. Suspiró agobiado entre esa cantidad de libros, aún había mucho por aprender.


***


Park JunSu nunca le contó al arcángel Siwon lo sucedido con ese monje humano, guardó para si mismo el secreto de haber compartido besos y caricias con él, pero lo más importante, haberlo… amado. JungSu volvió a su trabajo tal y como se esperaba, la misión estaba prácticamente completa en Soul así que pudo dejar Korea en un par de meses. JungSu se preguntaba si KangIn habría encontrado la carta y si ahora mismo estaría usando el collar que le había dejado. ¿Lo olvidaría fácilmente? Pensaba en sus ratos de soledad en el mundo etéreo. En realidad y por el bien del mismo KangIn esperaba que si, que viviera una vida normal y que ese encuentro no perjudicara el curso normal de los acontecimientos o si no sería el culpable de muchas tragedias en el futuro. Una de las reglas principales de los ángeles era ‘la estabilidad del curso de las cosas’ y era que ellos debían ser sumamente cuidadosos a la hora de meterse en una sociedad a cumplir un papel específico para una misión, porque un paso en falso y podría cambiar drásticamente las vidas de las personas a su alrededor.

JungSu realmente esperaba que KangIn estuviera bien, que llevara una vida normal ahora que él no estaba y que fuera feliz.

Suspiró tristemente frente a la posibilidad de no volver a Korea, por lo menos no en unos 60 años, eso le daría tiempo a KangIn de… bueno de… de morirse. Y así evitaría que accidentalmente le reconociera. LeeTeuk sintió que sus ojos ardían al imaginar esa posibilidad, es decir al imaginar a KangIn viejo y posteriormente muerto.

“Es precisamente por eso… que lo nuestro no puede ser“ Se dijo así mismo con firmeza, intentando no derramar las lágrimas. Intentando alejar el sentimiento que aún le embargaba el pecho y lo dejaba casi sin aliento.

Irónicamente los ángeles eran seres llenos de amor, los Ángeles debían amar a todas las personas de la creación, irónicamente él había amado demasiado a una sola y eso estaba prohibido. Un ángel y un humano, que locura más ridícula.

“Ya… deja de pensar en él”


Park JungSu creyó que luego de más de 200 años había olvidado por completo el sentimiento que alguna vez había embargado su corazón. KangIn estaba muerto, así pues que no había porque continuar pensando en el asunto, ahora JungSu era un ángel reconocido en el mundo etéreo, cada vez le asignaban misiones más complejas y de más responsabilidad, al parecer el gran consejo había olvidado ese pequeño incidente en Korea y de nuevo, JungSu se perfilaba como candidato para convertirse en un arcángel. Le habían enviado a Francia en una misión diplomática y había ordenado a su grupo poner espías por toda la ciudad. Pero toda la preparación que había tenido durante esos casi 200 años, no lo preparó para encontrarse con Yopungwoon.

Si, porque estaba totalmente seguro de que era Youngwoon quien había entrado en ese bar. Estaba ahí, con la misma apariencia de cuando lo conoció (quizás sólo un poco más pálido) pero era él sin duda, convertido en un inmortal. Y le había pedido acudir al cementerio en cuatro noches.

Cuatro noches que ya habían pasado y ahora LeeTeuk o JungSu como lo conocían en el mundo etéreo, caminaba por las escalinatas de piedra que conducían al cementerio donde habían quedado de verse, subió uno a uno los escalones lentamente, sintiéndose cada vez más nervioso. De nuevo estaba allí confiando solamente en la palabra de KangIn, si aquello era una emboscada del enemigo estaba completamente perdido, esa era su primer misión importante y él era el líder del grupo, si lo capturaban, todo estaba perdido. ¿Entonces porque demonios continuaba caminando por esa escalera, completamente sólo?

Abrió la reja de metal oxidado del cementerio y el olor a muerte lo embargó por completo. Estaba oscuro y a lo lejos escuchó un Búho ulular. Todo parecía como el macabro escenario de una escena dramática en una película de Alfred Hitchcock. En cualquier momento el monstruo atacaría al mortal inocente que caminaba entre las tumbas, sólo que en esa película, el inocente, podía matar al monstruo en un abrir y cerrar de ojos si lo quisiera. Tenía el poder para hacerlo y no tenía miedo a sus ataques.

El único miedo que sentía… era hacía sus sentimientos. Hacía como su corazón latía más fuerte, a la anticipación y el deseo desmesurado que había experimentado en esos cuatro días por volver a verlo. Miedo a como se sentía respecto a volverle a ver y a saber que era un inmortal, que no había muerto en Korea siendo un monje común y corriente. LeeTeuk estaba tan asustado como un chiquillo que pierde a su madre en medio de una muchedumbre. Sentía como todos los sentimientos que creyó habían muerto cientos de años atrás volvían a él como una ráfaga caliente dejándolo sin aliento.

“Dios… ¿Por qué me haces esto?”

Entonces lo vio. KangIn o mejor dicho Youngwoon estaba allí de pie, al lado de un enorme mausoleo de unos Ángeles esculpidos en mármol. KangIn vestía de negro como casi todos los de su especie, llevaba un gabán largo que sólo dejaba ver sus tobillos y sus zapatos. Tenía las manos en los bolsillos.

LeeTeuk se detuvo unos segundos intentando sobreponerse a la sensación y mandó cautelosamente su mano bajo su chaqueta aprisionando su Revolver Colt Python calibre 357 Magnum. Un par de disparos a la cabeza y bastaría, pensaba, los vampiros podían morir y él sabía como hacerlo, KangIn no tendría oportunidad si intentaba pasarse de listo. Aunque claro, bajo ese gabán, KangIn podría tener un Rifle de alto calibre, si le disparaba con eso a su cabeza o a su corazón por sorpresa… KangIn tendría una oportunidad, por muy pequeña que fuera de matarlo mientras LeeTeuk se sobreponía al dolor y a la hemorragia, podría atacarle luego con una espada y cortarle velozmente la cabeza. Las posibilidades eran infinitas, así que LeeTeuk sostuvo fuertemente el arma entre sus dedos y estuvo tentado a invadir la mente de KangIn para adivinar sus pensamientos.

- Has venido - Dijo KangIn con una sonrisa, comenzó a caminar hacía LeeTeuk hasta que ambos quedaron a 3 metros de distancia.

- Aquí estoy, como prometí - Replicó LeeTeuk - Siempre cumplo con mis promesas -

KangIn rió suavemente enseñando sus mordaces colmillos y comenzó a sacar las manos de sus bolsillos. Rápidamente LeeTeuk sacó su arma anticipándose al movimiento de KangIn y en cuestión de segundos estuvo apuntándole a la cabeza con su revolver. KangIn sintió el frío metal presionando su cabeza y los ojos oscuros de LeeTeuk observándolo como un asesino.

- LeeTeuk… - Murmuró KangIn antes de envolverlo con sus manos en un abrazo inesperado y fuerte, atrayéndolo contra su pecho, pegándolo contra si mismo - Te extrañé tanto… -

Y el ángel contuvo el aliento al escuchar esas palabras, su mano tembló aún sosteniendo la pistola contra la cabeza de KangIn, las manos del vampiro envolviéndolo, haciendo que flaquearan sus piernas, estaba a punto de desfallecer en esos brazos, en ese momento morir o matar dejó de tener importancia.

Notas finales:

-_____- casi no escribo esto. Pero (como siempre) he estado ocupada en otras cosas, estoy tratando de terminar todos mis proyectos, pues como saben mi vida podría cambiar drásticamente en las próximas semanas…. Y no quiero dejar nada por ahí empezado D’: gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).