Ranma caminaba como era su costumbre por sobre la barandilla de alambrado y Akane iba debajo, caminaban juntos a la escuela como era la costumbre, lo novedoso era que detrás de Ranma con cara de pocos amigos Ryoga avanzaba enfundado en un uniforme que no consideraba especialmente horrible pero tampoco estaba mejor que su ropa normal.
- ¿puede uno de ustedes decirme de nuevo porque Ryoga tiene que ir? – dijo la chica para quien el novio de su ex prometido se había convertido en el enemigo público número uno
- En realidad yo tampoco lo comprendo… - susurró Ryoga mientras miraba fijamente la espalda de Ranma
- Es algo que tu padre y el mío decidieron Akane, no lo acabo de entender aún – dijo Ranma mientras seguía con su usual actitud despreocupada
Las clases en el primer día de escuela de Ryoga no eran lo que él esperaba, todo mundo trataba de ser amable con él por ser nuevo y todos parecían ser buenas personas, le estaba costando especial trabajo aquello de adaptarse a la escuela por todos los años en los que se había mantenido lejos pero parecía que era bueno en ello, al final de clases planeaba esperar a Ranma pero cuando lo vio correr por el pasillo perseguido por el director comprendió que no era la mejor de las ideas.
- ¡eh, Ryoga! – exclamaba una pequeña chica de cabello castaño y largo que lo miraba desde el final del pasillo - ¿vas a casa? – preguntaba ella
- Si, parece que Ranma está metido en problemas de nuevo – dijo él mientras la chica soltaba una discreta risa
- Él siempre está en problemas, Ryoga, creo que no puede evitarlo – dijo la chica de nombre Aria con una sonrisa tímida
- Bueno, como sea no tengo ánimos de quedarme a esperar, tengo aún que resolver esos problemas de matemáticas, no acabo de entenderlos – dijo Ryoga mientras suspiraba cansado.
Como suponen no falto mucho antes de que la chica se ofreciera a ayudarle a Ryoga con los deberes así que fueron a la casa de ella, su hogar no estaba lejos de la escuela y ella era una buena maestra, terminaron esa tarea y otras más antes de que la madre de la chica los llamara a cenar, Ryoga se sintió avergonzado de que fuera tan tarde y pese a haberse estado aprovechando de la hospitalidad de las mujeres todavía lo invitaran a cenar pero aceptó de buena gana la deliciosa comida. Después de cenar ya estaba oscureciendo pero aun así se despidió con una reverencia de ambas mujeres y caminó sin prisa hasta el dojo. La madre de Aria le había estado haciendo preguntas sobre si también era un peleador y se veía bastante interesada en que la relación de Ryoga y su hija siguiera. Ryoga solo pudo sonreír pensando en que Aria era agradable pero no lo bastante como para sacarle de la cabeza lo muy enamorado que estaba del chico de cabello negro que probablemente lo esperaba en casa preocupado, al final no había podido avisar que llegaría tarde.
Ryoga llegó al dojo con una sonrisa, las hermanas de Akane le sonrieron con calma mientras esta última sentada y haciendo sus deberes pareció solo asentir contenta de que estuviera de vuelta aunque demasiado orgullosa para decirlo.
- ¡ha! ¡qué bueno es tenerte en casa, Ryoga! – decía Saotome mientras palmeaba con fuerza la espalda del chico
- ¿tanto me extrañaron? Solo fui a casa de una amiga del colegio… - dijo Ryoga algo avergonzado
- En verdad nosotros no, Ranma era quien estaba por ahí gritando que quizás tu mal sentido de la orientación había vuelto y estabas perdido – dijo Nabiki sonriéndole
- ¿ah, sí? Y a todo esto… ¿Dónde está él? – preguntó Ryoga y como si hubiera sido el grito de llamada un trueno sonó, un Rayo partió el cielo y la torrencial lluvia comenzó a caer
- Humn…algo me dice que no tarda ¿Por qué no vas a cambiarte? – dijo Saotome mirando la lluvia
Ryoga era despistado pero no tanto como para no entender que su novio andaba por ahí afuera buscándolo, quiso salir a buscarlo pero ¿Qué podría hacer un pequeño cerdo para encontrar a una chica pelirroja y problemática? Ryoga fue a cambiarse la ropa por la ropa de pijama que había encontrado muy cómoda de usar. Para cuando estaba a punto de salir su habitación y encaminarse a buscar algo más de comida en la cocina escuchó los pasos en una carrera y se quedó quieto en el pasillo no sabiendo que hacer.
- ¡déjalo en paz, Ranma pervertido! – gritaba la voz de Akane mientras la figura todavía mojada de Ranma mujer corría hacia él
- ¡¿Dónde demonios estabas metido, Ryoga, infiel!? – exclamó la voz de Ranko mientras ya tenía a Ryoga tirado sobre el piso y ella a horcajadas sobre el chico. Ryoga solo pudo palidecer un poco ante la acusación que fue lo bastante fuerte como para causar que Akane se marchara estratégicamente.
- ¡¿Qué demonios estas diciendo, Ranma idiota!? – exclamó Ryoga apenas recuperó el color
- ¡te vieron! ¡me dijeron que te vieron irte con esa mujer! – chillaba la mujer pelirroja
- Demonios, Ranma…al volverme gay pensé que nunca tendría que lidiar con los celos neuróticos de una mujer… - dijo Ryoga sonriendo mientras ponía la mano sobre la cabeza de la chica y se incorporaba un poco para sentarse – ella solo me ayudaba con las tareas… - sonrió el chico cerdo de manera encantadora haciendo sonrojar a Ranko violentamente
- Eso no fue… - susurró ella como toda defensa
- ¿… lo que te dijeron? ¿o lo que pensaste? – completó el chico – demonios, estas toda mojada y ahora yo también… -sonrió tranquilamente mientras le acariciaba la mejilla con ternura
- Perdóname…no quise hacer toda una escena por esto…yo… - dijo Ranko llorando un poco – solo estoy muy asustado de perderte, eres…el amor de mi vida – decía y Ryoga sintió una punzada en su pecho que lo hizo abrazar a la chica contra el en un impulso
- No vas a perderme, no llores por eso…ah, vaya…pensé que sería desagradable enfrentarme a ti en esa forma pero ahora que lo veo…sigues siendo tú, la persona que amo…ahí dentro – dijo Ryoga mientras acariciaba la mejilla del otro
- Tonto… - dijo Ranko como toda queja mientras Ryoga la cargaba dispuesta a llevarla hasta el cuarto de baño
- Iré por las cosas de baño ¿bien? Vigila que no se llene demasiado la tina – dijo Ryoga dejando a la chica pelirroja dentro y acudiendo a buscar lo dicho y un par de toallas también, ropa limpia y seca también.
Pasaron casi 10 minutos antes de que Ryoga regresara, no se molestó en tocar a la puerta, simplemente abrió y colocó las cosas donde estuvieran más o menos secas del vapor, se giró entonces buscando a Ranma sin esperar encontrarse a Ranko todavía ahí sentada a la orilla de la tina completamente desnuda mientras miraba el agua con melancolía.
- ¿Qué es lo que estás haciendo? – preguntó un extrañado Ryoga
- ¿En…en verdad creíste que sería desagradable mi forma femenina? – preguntó la chica
- B.bueno yo no creo que te haga mucha gracia mi forma de cerdo… - dijo Ryoga tranquilamente
- ¡eso no es lo mismo! – dijo la chica levantándose y acercándose al otro – es el cuerpo de un humano el mío, deberías pensar que es bonito…sigo siendo yo ¿no lo dijiste? – preguntó ella algo preocupado mientras abrazaba a Ryoga
Ryoga se sintió tenso por unos momentos mientras sentía el cuerpo desnudo de aquella mujer contra el suyo, jadeo un poco sintiendo como esos senos se ponían en contacto con su pecho, sonrió y estrujó ese cuerpo contra él mientras le besaba los labios.
- Antes no lo creía, ahora parece estar bien…no es mi forma favorita de Ranma porque sé que eres un chico y es raro verte de mujer…pero no importa, como sea creo que eres…el ser que amo, Ranma – dijo Ryoga besándola de nuevo.
Ranko sonrió y llevó una de las manos de Ryoga hasta su trasero y la otra a tomar uno de sus senos, Ryoga entendió el mensaje al momento pero no pareció desear moverse o entender del todo como debía hacerlo.
- Si no quieres hacerlo conmigo como hombre…quizás quieras hacerlo conmigo como mujer… - dijo ella antes de tomar la boca de Ryoga de nuevo
Pronto el vapor nubló la mente de ambos, era bastante fuerte como para que se quedaran sin aire en poco tiempo y los besos se hicieran más cortos aunque no por eso menos profundos, Ryoga separó sus labios de los de ella y bajó suavemente por el cuello hasta las clavículas y después hasta los senos donde comenzó a mamar del pezón haciendo que Ranko gimiera ahogadamente entre sus manos, no deseaba ser escuchado y al ser un baño el lugar era muy sonoro. Ryoga sonrió al escuchar esa reacción y llevó su otra mano hasta el otro pezón acariciándolo y apretándolo un poco, jadeaba despacio sin dejar el deber desatendido.
- R.Ryoga… - fue el primer gemido con forma de suspiro que salió de la boca de Ranko al sentir como un hilo de saliva conectaba su pezón con la boca de Ryoga, era hermoso ver al otro trabajar sobre su cuerpo…lo amaba con tanta fuerza…
- Shh…te amo Ranma – dijo el chico y le besó los labios de nuevo antes de pasar dos de sus dedos por entre las piernas de ella, acarició los labios mayores por fuera sintiendo la piel antes de suavemente introducirlos al vestíbulo donde palpó los labios menores y comenzó a hacer suaves movimientos aún sin penetrar a la vagina para causar la lubricación de esa zona
- Oh, si…ahmmnn… - gimió Ranma cuando un sordo golpe en la puerta causó que ambos se sorprendieran, Ryoga soltó a Ranma y este incapaz de mantenerse de pie cayó a la tina transformándose en hombre de nuevo
- ¡pervertidos! – gritó la voz de Akane desde el otro lado y Ryoga solo pudo echarse a reír aunque el otro no encontraba lo divertido desde la tina
- ¡idiota, no te burles! Esa bruja…ya no sabe cómo hacer para separarnos – decía Ranma mirando furioso la puerta
Ryoga paró su carcajada y llevó aquellos dedos que había introducido en Ranko a su boca para lamerlos.
- Eso no importa…me gusta más como eres ahora – dijo Ryoga guiñándole un ojo al otro.