Se despertó algo adolorido, su cabeza dolía horrores y su espalda no podía estar mejor ¿Dónde se encontraba? Giro lentamente su cabeza y encontró una mesa de noche y una silla cerca de él, giro hacia su otro costado y solo vio una gran cortina tapando su camino, se miró a sí mismo: una bata verde lo cubría, las sabanas eran blancas y había un tapado grueso de color verde oscuro para cubrirlo mejor del frio; se encontraba en la enfermería del colegio ¿pero cómo y porque?
De golpe un estallido de recuerdos lo abrumaron, recuerdos del día anterior: Un duelo, el almuerzo, su poción, la sensación de desespero, la persecución del par de leones, sus ojos zafiro clavándose en su espalda, el sauce golpeándolo, la despreocupación del chico de bucles, la paralización del árbol, el susurro en su oído, el fuete golpe hacia Canuto y Cornamenta… su huida. Sus amigos, el interminable pasillo, su amado burlándose y el gritándole con su quebrada voz que lo dejara en paz… un choque y una caída que nunca llego; unos brazos sosteniéndolo, unos ojos tormentosos de ensueño… y luego oscuridad absoluta.
Su cara no podía estar más roja, su último recuerdo lo había dejado avergonzado; un extraño lo cargo en brazos y él se desmayó en ellos, una imagen patética por todos los lados y ángulos que se viese.
_ ¡Oh, gracias a Merlín! Haz despertado_ dijo dichos una voz femenina, era la enfermera_ Me he preocupado, pensé que te había hechizado más de la cuenta_ ante la mirada confundida del muchacho, aclaro_ Tuve que hechizarte cariño, para que pudieras descansar bien, iré a prepárate un rico desayuno_ dijo sonriente y desapareció por una puerta.
Si hubiera sido el mismo, se hubiera resistido a quedarse en ese lugar y alegar de que estaba mucho mejor… pero se sentía tan adolorido y vacío por dentro que la idea de quedarse en ese lugar por un tiempo fue muy seductora.
Quiso frotar sus ojos con sus manos para quitarse un poco el sueño pero vio algo cayendo por el lateral de la cama; quedo extrañado ¿Qué era eso? Se sentó en la cama suavemente y se inclinó su cuerpo, lo que el dolor se su espalda le permitió, para ver el objeto, sus ojos no daban crédito a lo que veía: era una flor blanca, no podía distinguir que tipo de flor era y tampoco podía alcanzarla ya que el dolor de su dorso, opto por algo mas sencillo.
_ Accio flor_ el brote paso a estar en el suelo a estar dentro del puño del mestizo, había practicado magia sin varita hace poco. La observo detenidamente: era una planta de hojas erguidas, seis pétalos en total blancos y largos, sépalos blancos e internos curvados. Acerco la flor a sus fosas nasales inhalando el dulce aroma, dejándolo encantado por el exquisita esencia. “Un Lirio” reconoció, hermosa flor para tan fría estación ¿acaso no nacen mediados de primavera-principios de verano?
Volvió a inhalar su suave fragancia y un sonrojo apareció en su rostro; tal vez sus amigos la habían colocado allí para él, o la enfermera, haciendo un gesto dulce para animarlo… fantaseo con cierto animago colocado la flor en su mano, algo increíble que sucediera, pero no le importaba quien había sido, él se sintió querido en ese momento. Dejo la flor en el florero que estaba en su mesa de noche, un “aquamenti” dentro del mismo y quedo embelesado con una sonrisa algo tonta en su rostro contemplando tan hermoso brote.
_ Es hermosa ¿verdad?_ pregunto la enfermera sobresaltándolo por no haber escuchado su llegada_ La vi sobre tu mano y decidí que la descubrieras tu solo, así como lo hice yo.
_ ¿No fue usted?
_ No pequeño, y no se quien ha sido ya que no vi a nadie entrar hoy, probablemente el “crimen” fue de noche_ dijo dudosa la mujer dejando la bandeja sobre el regazo del menor_ Toma, come bien, la persona que te dio tan hermoso presente va a querer verte bien alimentado_ le dijo guiñándole un ojo y retirándose del lugar dejando al peli-negro con un nudo en la garganta y las mejillas teñidas de carmesí.
Despertó perezosamente, no se quería levantar, estaba muy cómodo sobre algo que no parecía se su cama para hacerlo. Intento desperezarse, levantar sus brazos al cielo como siempre lo hacía, también intento girar su cuerpo para quedar de espaldas al colchón pero no podía, unos brazos se lo impedían rotundamente; estaba rodeado. Lo único que se podía ver era un torso, una camisa a medio desabotonar dejando exhibido un torso pálido y con cicatrices… ¿pero qué demonios?
Su rostro de dirigió hacia arriba para descubrir al dueño de tal comodidad: rodeándolo con sus brazos completamente, respirando acompasadamente, ligeramente despeinado y sucumbido en un sueño profundo se encontraba el prefecto de Gryffindor, Merodeador y amor ya-no-tan-secreto Remus Lupin, una imagen con la que uno no se encuentra comúnmente. Recordó lo sucedido en día anterior tensando su cuerpo y colorando su rostro: no supo cómo ni dónde diablos saco tal valentía de rogarle, acariciar y besar al merodeador, pero lo hizo.
Al sentir la tensión del cuerpo entre sus brazos el licántropo abrió sus ojos. El rubio contemplo como los ojos miel de Remus aparecían luego de estar ocultos en los parpados de este. La conexión de miradas no se hiso esperar.
_ Buenos días dormilón_ susurro el oji-plata.
_... buenos…_ fue lo único que articulo el otro abalanzándose al cuello del rubio y hacerle cosquillas con el aire caliente de su boca y con el roce con la bella piel con la punta de su nariz.
_ ¡P… para! ¡Me haces cosquillas!_ decía entre risas el rubio tratando de quitarse al lobo de encima, sin mucho entusiasmo de realmente hacerlo.
_ ¿Por qué debería?_ pregunto pasando sus manos por los laterales de rubio causándole un fuerte cosquilleo y haciéndolo reír con fuerza.
_ P… por fa-vor… Rem… us pa-aaara_ decía entre lágrimas el otro, se había puesto a lagrimear de la risa. El otro freno los movimientos de sus manos y se aproximó al rostro del rubio quitando las lágrimas de sus mejillas con besos.
_ No era necesario llorar, Lucius…_ dijo divertido el otro.
_ ¿De quién es la culpa?_ reprocho el Slytherin.
_ Mmm… tal vez mía_ dijo el licántropo mirando fijo a los orbes grises de su musa. El otro vio un brillo dorado, un tono más amarillo y brillante que de costumbre en los ojos de su amado y cuando iba a cuestionar tal cambio el lobo lo beso con pasión en los labios, haciéndole olvidar hasta en qué lugar se encontraba por tan furioso contacto. No era como el beso de la noche anterior, esta vez Remus parecía más salvaje, hambriento era la palabra precisa. Empezó lento, los brazos del rubio se ubicaron en el cuello del castaño y sus manos en la nuca para profundizar el beso, provocando a Remus que tenía los brazos en los costados del Slytherin para que su peso no lo aplastara totalmente, que mordió el labio inferior de Lucius haciéndole gemir, aprovechando a meter su tibia lengua en la cavidad bucal del rubio siendo recibido gustosamente.
El sabor del beso era amargo, por el hecho de que se habían despertado hace solo un par de minutos, pero eso no le quitaba lo excitante del mismo. De a poco Remus fue cayendo sobre el cuerpo de Lucius, juntando ambas anatomías pero sin aplastarlo totalmente, realmente ese beso era apasionado.
El lobo junto su entrepierna con la del Slytherin y lentamente empezó a hacer fricción entre ellas, estimulándolo a él y al rubio que empezaba a gemir por el frotamiento tan descarado del licántropo ¿acaso ese no era el tímido e inofensivo Remus Lupin? ¿el que no tenía casi experiencia en citas o en este tipo de situaciones? Este Remus era más feroz, ansioso, audaz, descolocando totalmente al rubio. Se separaron por la falta de oxígeno en sus pulmones, jadeantes, demostrándose una vez más que se correspondían el uno al otro.
_ Me gustaría… salir… contigo_ dijo sofocado Remus volviendo a hacer fricción con su entrepierna y la del rubio, besando y lamiendo el cuello del oji-gris haciéndole enterrar la nuca en la almohada por tan placentera sensación.
_ Mmm… sería un… placer Remus-_ respondió en un susurro Lucius haciendo que el lobo lo volviera a mirar, otro brillo dorado apareció en sus ojos, atacando nuevamente sus labios en otro necesitado beso.
_ ¡Oigan tortolos! ¡Recuerden que alguien más está en la habitación y que otra persona está en la enfermería!_ grito divertido el Black desde la puerta del baño; ya estaba bañado y vestido, preparado para irse a ver al mestizo. El bramido de Regulus hizo que Remus se apartara a ver a Lucius, ambos con una mueca de terror en los ojos. El rubio contemplo como los orbes del lobo volvían a ser del característico tono suave y oscuro de la miel, así como un leve carmín aparecía en sus mejillas_ ¿De qué se asombran? So no se acuerdan durmieron juntos en la misma habitación que yo tontos_
Remus escondió su rostro en el cuello de Lucius ante la declaración de Regulus, se había olvidado de que el hermano de Sirius estaba allí con ellos... y se sintió avergonzado.
_ Terminen de hacer lo que hacían mientras me voy a ver a Severus_ dijo guiñándole el ojo a Lucius, saliendo del cuatro lo más rápido que pudo y cerrando la puerta a sus espaldas; sintió un golpe en la puerta, algo se había estrellado en ella al igual que un grito.
_ ¡¡Regulus Black!!_ grito el rubio tirando un cojín hacia la puerta de donde había desaparecido el castaño aun con un Remus muy avergonzado sobre él.
_ ¿Terminaste pequeño? _ Si señorita, muchas gracias_ dijo amable el peli-negro. Ese día estaba más alegre que de costumbre, ya de por si decir que estaba dichos era extraño. La enfermera saco la bandeja del regazo del menor y se la llevo lejos de ahí, le había dado también un par de pociones, para acelerar la regeneración de sus heridas y otra poción para el dolor de las mismas.
_ ¡Vaya, pero si te ves muy bien Severus!_ dijo alguien entrando a la habitación.
_ ¡Regulus!_ dijo feliz el otro. Abro los brazos y este se abalanzo a abrazarlo con cuidado, recordando que la espalda del menor estaba dañada.
_ Bien, alguien que se alegra de verme_ dijo gracioso el Black aun sin soltar a Severus.
_ ¿Quién no se alegraría?_ pregunto el otro separándose un poco del castaño para verlo a los ojos.
_ Larga historia Sev_ dijo el Black acariciando el vendaje de la cabeza de Severus dulcemente haciéndole sonreir. Se acerco y beso su mejilla con suavidad para luego apoyar su cabeza en el hombro del mestizo_ Me… alegro de que estes bien_
_ No te preocupes Regulus, no fue tan grave_ misturo casi-bajo el otro acariciando los bucles del Black que estaba sobre su hombro.
_ ¿Qué sucedió?_ pregunto el de cabello oscuro.
_ “Larga historia Reg”_ dijo imitando las palabras del sangre pura haciendo una carcajada unisonara con la de Regulus. Cuando el otro le iba a volver a reclamar_ En serio… no quiero recordarlo, hacerlo me da dolor de cabeza_ confeso el peli-negro sin dejar de mimar la cabellera húmeda del Black.
Regulus suspiro resignado y se dejó llevar por las caricias del otro. Era tan débil con el menor, él siempre le hacía sentir desahogado, siempre lo relajaba con ese tipo de cercanía, con palabras y gestos demostraba que estaba ahí para él; con el nunca estaría solo de nuevo.
Varios minutos después apareció un fresco y elegante Lucius entrando por la puerta, con su cabello mojado y peinado hacia un costado como de costumbre. No más entrar y se abalanzo hacia Severus como lo hizo minutos antes el Black, demostrándole de que se había preocupado mucho por él.
Llego hacia su habitación, saco la ropa del armario y aprovechando que casi nadie estaba despierto fue hacia el baño. Abrió el grifo de la ducha, se sacó las prendas que llevaba y una es que el agua estuvo a su gusto se metió en ella.
Estaba dichoso, sus sentimientos habían sido correspondidos luego de tres años de espera ¿Quién diría que todo comenzó de una tragedia? Debía ir a visitar al causante de la noche más maravillosa con su rubia obsesión, tenía que ir a visitar al némesis de sus amigos; tenía que ir a ver a Severus Snape.
Al no sentir más espuma sobre su cuerpo y cabello salió de la ducha, se secó y vistió en el baño y con una toalla en la cabeza de dirigió a su lecho para calzarse de una vez. No fue apenas salir del tocador cuando fue interceptado por los Merodeadores; un furioso Sirius, un preocupado Peter y un asombrado James.
_ ¿Dónde estuviste Lupin?_ cuestionó pesado el Black.
_ No te incumbe, “Black”_ respondió con el mismo carácter sacándose de encima al círculo de gente. Se sentó en su cama y empezó a ponerse su última prenda, los zapatos.
_ Remus ¿Dónde anduviste amigo?_ pregunto serio el Buscador.
El licántropo no respondió nada, solo la dedico una mirada donde decía “Así como al chucho, a ti tampoco te importa”
_ Emm… Remus… ¿Dónde dormiste?_ pregunto temeroso Pettigrew a su amigo.
_ En la habitación de Severus_ respondió tranquilo al ratón.
_ ¡¿Cómo has dicho?! _ grito el Black tirando cosas de su repisa, totalmente histérico.
_ Lunático ¿no puedes estar hablando enserio?_ pregunto asombrado el Potter.
El otro no decía nada, solo los ignoro olímpicamente.
_ Remus… ¿dormiste bien? ¿con quién dormiste?_ pregunto algo más tranquilo el roedor.
_ Compartí cama con Lucius mientras Regulus durmió en una cama aparte_ gota que derramo el vaso, Sirius estaba furioso_ Y si, dormi bien, gracias por preguntar Peter_ dijo terminándose de vestir e iba a salir hacia el gran comedor a comer un buen desayuna cuando un brao lo detuvo al llegar a la puerta.
_ ¡¿Cómo es eso de que dormiste en la habitación de Snivellus?!_
_ Sirius tranquilo_ intento calmar al Black en vano_
_ ¡Potter deja de molestar!_ grito empujándolo_ ¿Y eso? ¿Cómo es eso de que compartiste cama con el oxigenado? ¿Qué no la cama de Snivellus estaba desocupada?_ le exigio respuestas, pero el otro no decía ni pio, solo era un duelo de miradas entre azul cielo y dorado opaco_ ¡Contesta! ¡Te estoy preguntando si-_ una mano lo tomo del cuello y lo estampo contra la pared con fuerza inhumana; Remus se había cabreado, ese brillo dorado fue visible nuevamente y su entrecejo estaba fruncido fuertemente.
_ Deberías cerrar la boca. Por tu culpa Severus Snape está internado por dos días en la enfermería ¿Cuántas veces les he dicho que algún día te excederías y lo lastimarías gravemente? Lucius y Regulus están preocupados, por si no te has enterado el tiene personas que lo quieren y se inquietan si le sucede algo, se angustian si él se lastima_ dijo con furia apretando más el agarre de su mano recordando el llanto de su musa.
_ ¡Remus suéltalo! ¡Lo vas a matar!_ decía Potter mientras trataba de separar al licántropo de Sirius.
_ Te… gusta… Mal-foy ¿cierto?_ articulo Black con asco.
_... y su así fuera ¿qué?_ dijo el oji-dorado dejando asombrados a los otros dos merodeadores, Sirius solo mostró una mueca repulsiva_ No me… importaría perder a un amigo idiota que no acepta el tener un compañero que le gusta un hombre… o “peor”… un Slytherin_ dijo soltando el cuello de Sirius y este cayo de rodillas al piso por la falta de aire mientras que era atendido por cornamenta y cola-gusano_ Eso también iba para ustedes…_ dijo saliendo de la habitación aun con un aire amenazante.
_ ¡Espera Remus!_ grito el animago roedor detrás de su amigo, James quedo viendo a Lunático mientras salía hacia el comedor acompañado de Peter… Sirius solo quedo molesto sobre el suelo.
_... hoy hay luna llena…_ dijo James mientras que ayudaba a un furioso Black a pararse del suelo.
