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El Dovahkiin por PauliBlack

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Notas del capitulo:

AL fin TT_TT Perdonen mi irresponsable tardanza.. pero trate de recompersarlo con un laaargo capitulo -w- Espero lo disfruten muyayos. 

Ya era el sexto día de la semana; el último día encerrado en ese claustrofóbico lugar, sin poder hacer nada más que estar acostado. Gracias a las potentes pociones de la enfermera las heridas de su cabeza habían sanado, solo restaba la casi inexistente mancha de su mejilla y la casi indolora herida de su espalda. Las palabras habían sido claras: “Si te portas bien, podrás salir hoy en el mediodía”, la promesa de la mujer le había causado gran emoción, disimulada obviamente.

Apenas termino de desayunar sintió los brazos de Regulus y Lucius apretarle fuertemente el cuello; nuevamente sus amigos le demostraban el cariño que le tenían y eso lo hacían más dichoso aun, aunque el hecho que le estén asfixiando iba en contra de su felicidad. Regulus nuevamente le ofrecía acariciar los mechones de su cabeza y el, gustoso, le mimaba hasta dejarlo casi dormido en su hombro, imagen que enternecía hasta al más frio.

_ Lucius_ llamo preocupado el peli-negro al chico sentado a los pies de la cama_ ¿Sucede algo?_ Su amigo parcia ausente mirando al vacío, serio, no era el rubio lleno de energía que veían todos los días. Este, poco después del llamado de Severus, salió de su trance de una forma lenta, casi mecánica y giro su cabeza para ver al emisor del llamado que le miraba de forma intranquila, hasta había detenido el movimiento de su mano, “despertando” a Regulus que se había molestado.

_ Perdón, no te oí_ admitió el rubio pasando una de sus manos por su rostro, frotándolo.

_ Lucius… ¿Qué sucede?_ pregunto nuevamente Severus mientras que se acomodaba mejor sobre la camilla, ya que al Black se le había ocurrido subir las piernas a la cama, para imitar su posición y luego abrazarlo por la cintura, para nuevamente apoyar su cabeza en el hombro quedando más cómodo cerca de él_ ¿estas cómodo Regulus?_ pregunto con ironía al verlo casi sobre él.

_ Casi, vuelve a acariciarme y estaré mejor_ dijo con aire infantil. _ ¿Y bien Lucius?_ repitió la cuestión mientras que resignado volvía a mimar al Black que ronroneaba en su cuello por tan deliciosa caricia.

_ Yo…_ parecía inquieto, preocupado, frotaba sus manos con furia y se mecía en el lugar, de adelante hacia atrás, acunando algo inexistente y ojos vidriosos pero a su vez opacos, sin vida, abrumador en ojos de Severus_ Yo…_

_ Tranquilo Lucius_ dijo mientras volvía a dejar la caricia de la rizada cabellera para alcanzar el hombro de Lucius en un acto de apoyo_ Estamos aquí_ dijo de forma suave pero sintió como otra mano jalaba su brazo del hombro del rubio y trasladarlo nuevamente a la cabellera del Black. Regulus saco la mano de Severus del hombro de Lucius en un acto egoísta para que no dejara de mimarle; el mestizo le dio una mirada llena de reproche pero este ni lo observo a los ojos, solo sostenía la extremidad de Severus sobre su cabeza y no estaba dispuesto a soltarla hasta que volviera a los mimos que tanto le gustaban. El peli-negro suspiro pesado y volvió a meter sus finos dedos en los bucles del Black y este soltó su mano para abrazarlo por la cintura una vez más _… bueno, al menos YO si estoy aquí para ti Lucius_ le dijo Severus al rubio tratando de dale ánimos y de, indirectamente, decirle a Regulus que había sido avaro al no dejarle animar a Lucius, pero el Black ni se disculpó... ni tampoco se arrepintió.

_ Gracias Sev_ agradeció Malfoy observando la escena. Pasaron las horas hablando un poco, Regulus termino dormido en el hombro del mestizo y este, con cuidado, apoyo la cabeza del Black en la almohada de la camilla para que durmiera más cómodo, pero el agarre de su cintura era imposible de aflojar_ “El gusto de los hermanos Black son iguales”_ le había susurrado el rubio a Severus una vez que Regulus cayó en brazos de Morfeo, dejado escarlata el rostro del mestizo.

A la hora del almuerzo llego la enfermera informándole que luego de tomar las respectivas pociones, podría volver a su cotidiana vida. No pregunto el porqué de la posición del menor de los Black, sabía que él se preocupaba por la salud del menor, pero eso no daba crédito a que este durmiendo en la misma cama y aferrado de tal manera al cuerpo de Severus, pero eso, ya no era asunto suyo. Despertaron al joven Black, y al decir despertaron me refiero Severus que lo zarandeo suavemente ya que Lucius lo quería hacer de una manera más practica; un balde de agua helada sobre el Black.

 

 

_... quiero volver a preguntar… ¿Por qué estoy sobre Regulus si puedo caminar?_ preguntaba el mestizo mientras era llevado en la espalda del Black, con las piernas rodeando la cintura y estas sostenidas por los fuertes brazos del Buscador de Slytherin mientras que a su vez los brazos de Severus rodeaban el cuello de Regulus; a “caballito” como le dicen los muggles.

_ Porque quiero_ fue la simple respuesta del de bucles, el menor solo bufo.

_ “Te dije que a los hermanos les gusta lo mismo”_ le susurro el rubio al peli-negro haciendo que se sonroje y esconda su rostro en la curva entre el hombro y el cuello del Black.

_ ¡Cállate Lucius!_ le medio-grito Severus aun con su rostro escondido en el lateral del cuello del Buscador. Regulus y Lucius soltaron una carcajada ante la vergüenza del menor; se dirigieron hacia su sala común, debían pasarle los pergaminos y cosas que habían hecho el día anterior, así el peli-negro estaría al día en las clases.

Ya que no almorzaron en el gran comedor, Lucius llamo a uno de sus elfos desde la mansión Malfoy pidiéndole que les traiga el almuerzo, y el elegante elfo así lo hizo. Luego de una tarde llena de estudios, libros y pergaminos los Slytherin’s quedaron libres de todo lo relacionado con educación, y queriendo darse un merecido descanso, fueron a dar un paseo por los límites nevados del castillo.

El Black hablaba animadamente con Severus mientras que Lucius estaba algo ausente, pensando en el Gryffindor de mirada miel.

_... luego empezó a vomitar babosas, el profesor se puso furioso porque ensuciaron su piso.

_ ¡Qué asco Regulus!_ reprocho asqueado el oji-negro.

_ Y como no pudo pasar algo así si la poción tenía que ser azul suave y la de ellos era naranja brillante, fueron unos tontos y se merecían el-_

_ ¡¡Cuidado!!_ grito Severus empujando a Regulus de lo que parecía ser una munición de arma que paso como un zumbido cerca de ellos. Ambos Slytherin’s cayeron al suelo, el mestizo sobre el sangre pura; Lucius salió de su trance al escuchar el bramido de su amigo menor, asustándose en el proceso.

_ ¡¿Qué paso?!_ pregunto alarmado, volteo hacia atrás: Una flecha de madera estaba clavada sobre un árbol cercano a la altura del cráneo de Severus. El rubio palideció al imaginarse algo nada grato_ ¡¿Pero qué-?! ¡Sev, Regulus! ¡¿Se encuentran bien?! _ el peli-negro estaba fuertemente abrazado del Black mientras este hacia lo mismo con el cuerpo sobre él.

_ Sev ¿estás bien?_ pregunto preocupado el de bucles.

_ Si tú lo estás, yo también_ respondió el peli-negro.

_ ¡¿Pero quién fue el idiota que-?!_ pregunto alterado el rubio, pero otro bramido lejano le interrumpió.

_ ¡¿Estas demente?! ¡No puedes lanzar una flecha perdida! ¡Vas a lastimar a alguien!_ gritaba una voz masculina que parecía acercarse a ellos.

_ ¡Te dije que el arco y las flechas no van conmigo! ¡Prefiero una buena espada y un fuerte escudo!... ¡¡y no me reproches cono si fuera un niño!!_ respondió otra voz varonil.

_ ¡¡Pues lo eres!!_ le grito el otro_ ¡Si lastimaste o mataste a alguien te expulsaran del concurso e iras a prisión!_

_ ¡Es simple! ¡Le diré a Odahviing que se lo coma y ya!_

_ ¡¿Eres idiota?! ¡¿Cómo si nadie pudiera notar que un enorme dragón rojo esta en este lugar?! ¡Llamaría la atención!_

_ ¡Ajá! ¡Pero te lo imaginaste!_ a lo lejos se escuchó como un objeto golpeaba fuertemente otro hecho de metal causando un estruendoso sonido_ ¡Auch! ¿Pero qué te pasa? ¡Me vas a abollar el casco!_

_ De nada sirve proteger algo que no funciona como debería_

Se vio como dos muchachos, uno más adelantado que el otro, se acercaban a ellos. El más adelantado vestía una sudadera de color blanco, unos pantalones negros y unos zapatos deportivos del mismo color que la sudadera, cabe decir que su rostro iba cubierto por el capuz de la misma. El de más atrás, tenía una remera sin mangas de color gris, en sus brazos tenia los guanteletes característicos de un héroe al igual que los guantes e cuero. Tenía unos pantaloncillos cortos, un poco más arriba de la rodilla de color negro, sobre sus piernas unas grebas y unas botas de cuero. Sus manos estaban apoyadas en donde estaría su cabeza pero iba tapada por un casco de metal con dos astas de toro.

_ ¿Ellos?_ pregunto atónito el rubio al ver de quienes se trataba, y más al ver al de casco sin mangas sabiendo que hacia un frio excepcionalmente helado.

_ Lo siento mucho, mi compañero no tiene experiencia con esta arma_ decía sin reconocer a su receptor, a una distancia de cinco metros, alzo el brazo y mostro un gran arco de madera_ Siento si alguien salió-_ y al notar quien le escuchaba se detuvo_ ¿Joven Malfoy? Un gusto verlo en esta tarde_ dijo educado aun sin notar ambos cuerpos sobre el suelo.

_ ¿Kenway? ¿Pero que-?_

_ ¡Connor! ¿Hay cadáver? ¡Si lo hay iré llamado a Odahviing para que-!_ al ver los cuerpos tirados freno de golpe, y su cara se deformo en terror al reconocer a uno de ellos_ ¡¡Pequeño!! ¡Por los dioses! ¡¿Qué he hecho?!_ Grito histérico corriendo hacia ambos cuerpos para revisar exhaustivamente si la flecha le había dado a alguno. Severus sintió unas manos tanteando su espalda lo cual lo tensaron, no solo por la herida en ella sino por el desconocido contacto_ ¡Lo siento si te duele, pero estoy buscando la punta de la-!_

_ ¡Dovah! ¡Mira el árbol!_ le dijo el asesino apuntando con su dedo dicho arbusto y este contemplo: la munición del arco quedo incrustada medio cuero sobre el árbol, un golpe fatal los dedos que se viera.

_ ¡Santos dioses!_ exclamo el caza-dragones que estaba en cuclillas casi sobre los dos estudiantes_ ¡¡Casi los mato!!_

_ ¿”los”?_ pregunto el asesino mirando un cuerpo sobre otro, el aire abandono sus pulmones al ver de quienes se trataba: el chico que estaba en la enfermería estaba sobre el pecho del muchacho que hace dos noches lo había acompañado a buscar a Dovahkiin, y que además, la noche anterior había cargado en brazos hasta sus aposentos ya que se había quedado dormido sobre la camilla del menor_ ¡¡Dovahkiin, estas enfermo!! ¡¡Casi los matas idiota!!_ le reprocho acercándose a los cuerpos.

_ ¡¿Qué fue lo que dije mentecato?! ¡Lo siento mucho Severus, Regulus!_ dijo tomando al peli-negro por debajo las axilas y levantarlo de encima de un Regulus aun en shock, como un padre cuando levanta a su hijo cuando cae al suelo_ ¡¿Estas bien?! ¡¿Te hice daño?!_ preguntaba el sangre de dragón poniéndolo de pie en el suelo.

_ N-no, nada... solo un… buen susto_ dijo el mestizo poniendo una de sus manos en su sien.

_ Regulus ¿te encuentras bien?_ pregunto el nativo extendiendo sus brazos para que el Black le tomara por las manos y así ayudarle a levantarse.

_ S-si_ dijo un poco menos conmocionado, pero igualmente tomo ambas manos y el héroe lo levanto del suelo suavemente.

_ Lo sentimos mucho_ unisonaron las voces de los héroes pidiendo disculpas a su respectiva víctima.

_ ¡¿Qué es lo que hacían?!_ Les pregunto histérico el príncipe del hielo con sus manos en la cadera y en un tono que asemejaba al de una madre regañando a sus cachorros.

_ Entrenando_ dijo apenado el caza-dragones quitándose el casco.

_ Mañana será la primera prueba y promete una batalla_ respondió igual de apenado el nativo.

_ El director lo dijo hoy en el almuerzo… creo que ustedes se ausentaron_ dijo Dovahkiin.

_ Es cierto… no estábamos…_ respondió Regulus.

_ ¡¿Y cómo esto sucedió jovencitos?!_ pregunto enojado Lucius adaptando perfectamente el papel de madre enojada con sus hijos.

_ B-bueno nosotros…_ comenzó Dovahkiin.

 

#Flash-Back

 

_ Bien, ahora colócate en posición_ le decía un encapuchado al caza-dragones_ Piernas separadas, brazo con el arco, mirando al frente y estirado totalmente_ le recordó, Dovahkiin hacia cada cosa que le decían… de una forma un poco torpe_ Concéntrate_ dijo con el entrecejo fruncido.

_ B-bien, ¿y ahora?_

_ Tu mano en la marca indicada_ así lo hizo_ Bien, sobre tu dedo pulgar ira la flecha, será su lugar de sostén…_ espero que lo hiciera_... bien…_ aun no muy convencido, siguió_... lo siguiente: apunta a lo que quieres penetrar con la flecha…_ vio como el castaño buscaba algo.

_ Aquel árbol de allá_ dijo mencionando el arbusto que estaba a varios metros de donde estaba.

_ Bien… concéntrate… tu brazo debe ir flexionado totalmente y con tu mano libre tomas la culata de la flecha, la cual debe ir perfectamente calzada en la cuerda que tiene el arco _ dijo mientras hacía mímica de cómo debía hacerlo, torpemente, así lo hizo_ Tomada la flecha debes… llevar tu brazo hacia atrás para darle impulso, te diré cuando debes soltarla_

Dovahkiin llevo su brazo hacia atrás llevando consigo la flecha y la cuerda, cada vez que hacia un centímetro hacia atrás sentía la fuerza que le daba a esa flecha.

_ Detente_ dijo al ver que Dovahkiin quería darle más impulso_… ahora… enfoca bien tu objetivo, como si tu mirada fuera la flecha, apunta hacia dónde quieres que se estrelle…_ luego de un minuto de silencio para la concentración de Dovahkiin asintió levemente_ Dispara_ y soltó la flecha, luego de un zumbido se escuchó como la munición penetraba el tronco del árbol que tanto quería Dovahkiin, dejándolo emocionado por tan certero golpe_ Muy bien, lo has logrado, no era tan difícil ¿o sí?_ le pregunto al recordar cómo se quejaba anteriormente, “no me saldrá” “no sirvo para eso”.

_ ¡Pude! ¿Lo viste? ¡Pude hacerlo!_ decía emocionado_ ¡Dame otra flecha! ¡Lo hare de nuevo!_

_ De acuerdo, pero recuerda que te debes concentrar_ dijo sacando una de sus flechas de la alijaba de su espalda y entregándosela al caza-dragones.

Volvió a realizar los mismos pasos que había realizado anteriormente, volviendo a acertarle al árbol que quería_ ¡Lo haré una vez más!_ misturo seguro el caza-dragones. Connor le entrego otra flecha y volvió a colocarse en posición.

Piernas separadas, brazo estirado, brazo libre flexionado, flecha sobre el pulgar, darle impulso, apuntar, concentración. Esta vez le había dado más impulso, quería darle con fuerza a ese árbol que ya tenía las anteriores dos flechas que había lanzado, un minuto de silencio y estaba listo para penetrar al árbol… algo le segó; sintió un aroma dulce impregnar sus fosas nasales, siendo el sensible en esa zona quedó maravillado por tan deliciosa fragancia: la había reconocido, esa exquisito aroma le pertenecía a alguien que se acercaba hacia ellos, aun estando a una larga distancia; sin darse cuenta, apunto hacia el responsable de tan deleitable esencia y disparo, siendo una flecha perdida que Connor no había podido detener. Un segundo después entro en conciencia de lo que había hecho, dirigiendo su mirada al dueño del arco que le miraba por debajo del capuz con la boca abierta.

_… ¿Ups?..._ dijo arrepentido con una sonrisilla tímida, Connor enfureció.

_ ¡¿Pero qué has hecho?!_ le grito dirigiéndose hacia donde había ido a parar la flecha.

_ ¡Fue un accidente! ¡Lo siento!_ intentaba disculparse el caza-dragones yendo hacia su amigo. Este se detuvo de golpe y le quito el arco de las manos volviendo a dirigirse hacia la ubicación de la flecha_ ¡Connor espera! ¡No te enojes, me distraje un poco, no pasó nada grave!

_ ¡¿Estas demente?!_ le gritaba colérico_ ¡No puedes lanzar una flecha perdida! ¡Vas a lastimar a alguien!_ le decía muy enojado, y se preocupó al ver gente donde había ido la flecha, se apresuró a ir dejando atrás a su compañero.

_ ¡Te dije que el arco y las flechas no van conmigo! ¡Prefiero una buena espada y un fuerte escudo!... ¡¡y no me reproches cono si fuera un niño!!_ dijo enojado por su amigo que le dejaba atrás y encima le reprochaba como si fuera un menor de edad.

_ ¡¡Pues lo eres!!_ le grito aún más enojado; había intentado enseñarle a utilizar su arma y este pudo haber dañado a alguien inocente que pasaba por allí, su furia fue inevitable.

 

# Fin de Flash Back

 

_… y luego nos encontramos con ustedes_

_ Realmente sentimos todo esto_ dijo el homicida disculpándose.

_ Esto no puede volver a repetirse_ dijo molesto Lucius aun como si fuera una madre autoritaria_ ¿Qué hubiera pasado si no fuéramos nosotros? Si hubiera sido otro le hubiéramos dicho inmediatamente al director y les habría expulsado inmediatamente_ dijo de brazos cruzados sobre su pecho, apenando más a los mayores que sumisos acataban todo los que les decía el hermoso doncel de mirada plateada.

_ Si hubieran sido otros, ya estrían entre las fauces de Odahviing- ¡Auch!_ se quejó al sentir un codazo por parte de su compañero _ ¿Qué? ¡Si es la verdad!_

_ Como sea_ decía menos molesto al ver que sus amigos no estaban heridos_ Que no se vuelva a repetir_ termino de regañar el oji-plata a lo que parecía ser a un par de cachorros que habían roto alguna cosa.

_ Así que… ¿estaban entrenando?_ pregunto Regulus_

_ Así es_ respondió Connor.

_ Mmm… iré a correr_ dijo de pronto el oji-azul.

_ Espera, iré contigo_ dijo el nativo_ Nos veremos-_

_-en la competencia_ completo el castaño mirando al peli-negro_ Cuídate_ le dijo y le guiño un ojo para luego salir corriendo detrás de Connor que ya había iniciado a correr.

Ninguno le pregunto a Severus que había ese gesto para no ponerle incomodo, ya que bastaba con verle el rostro.

 

 

Apenas se sentó en el banco, Lucius dirigió su mirada hacia la mesa de los leones, con la esperanza de encontrarse con los dorados ojos de Remus; grande fue su decepción al solo ver al mismo chico de ayer, al mismo que le había detenido de ir hacia su amor, a Potter, cenando junto a Evans. Cuando volvió su mirada hacia su mesa vio a Regulus colocando grandes pociones de comida en el plato de un sumiso Severus; el Black le decía que debía comer más para reponerse más rápido mientras que el menor solo rodaba los ojos por la preocupación del sangre pura, alegando que si no quería verle estar postrado nuevamente en una camilla por tratar de comerse la cantidad exagerada de comida, sería mejor que le quitara todo eso del plato o sino explotaba la montaña de alimentos con un “Bombarda”.

Luego de un duelo entre oscuro y claro el ganador fue el mestizo ya que en un momento de desesperación Regulus intento enternecerlo con la tradicional mirada e cachorro herido que utilizaba su hermano para que su oponente diera el brazo a torcer; así como Lupin, Severus era reacio a ese gesto. Resignado, el Black saco gran parte de la comida del plato del peli-negro y se cruzó de brazos, desviando su rostro, enojado; aunque rápidamente se esfumo la molestia al sentir los finos labios de Severus sobre su mejilla mientras le pedía que no se enojara con él, no se hiso de rogar y también beso la mejilla herida del menor diciéndole que nunca se molestaría con él para luego comer juntos lo que quedaba en el plato de Severus.

 

 

Un nuevo aullido se sintió en las lejanías del castillo, esta vez menos lastimero que el de la noche anterior, pero aun así tenía esa intensidad que le helaba la sangre ante cualquiera que le sintiera; pensar que le sucedía a ese animal que era atormentado de tal manera le preocupaba a todos aquellos que escuchaban sus bramidos ¿Por qué sufría tanto? La majestuosa luna llena mostraba su anatomía una vez más y mientras esta se alzaba en el cielo los aullidos le acompañaban, como una danza, una sintonía, como si el animal se despidiera de la luna; la fase nueva había llegado a su fin, a menos en este ciclo lunar.

 

 

Llegado el gran día, y luego del desayuno todos los estudiantes y profesores fueron transportados hasta un estadio con tal de que, cómodos, pudieran ser expectantes del primer encuentro: la enorme estructura tenía varios pisos y en ellos asientos de piedra, los suficientes para que todos los alumnos, de todos los años, profesores y terceros entraran en esa estructura. Separados por casas, los estudiantes bien abrigados esperaban la primera de las cinco pruebas que los fuertes individuos tendrían que superar. Una enorme puerta estaba en una de las paredes del lugar, aproximadamente de diez metros de altura, aun así, el estadio era mucho más alto que eso, calculando que media unos quince metros de altura; sin techo y en la zona central, sobre el suelo, se encontraba una buena vegetación: pasto moderadamente corto, tapado por una pequeña capa de nieve,  algunas rocas y arboles bien distribuidos; hermosa zona, perfecta para un duelo o batalla. El sol iluminaba completamente el lugar, , a pesar de que hacia un frio continuo, un hermoso día era de contemplar y expectantes, la gente esperaba la prueba.

En las gradas más altas, en la zona de Slytherin, se encontraba el trio de serpientes esperando la llegada de los héroes; ellos se presentarían por la enorme puerta ante ellos y luego del discurso del director la prueba daría inicio. Un pequeño viento mecía los mechones oscuros de Severus mientras que su negra mirada estaba perdida sobre la gran puerta, ansiaba ver al héroe que le había prometido protección, quería ver su gran fortaleza descargada sobre su enemigo; quería verle sano y salvo. Una mano le toco el hombro suavemente, al ver a su dueño se encontró con los claros ojos de Regulus, mirándole serenamente.

_ No te preocupes, ya vendrán_ le dijo de forma suave, este nerviosamente asintió, volviendo a ver la enorme puerta de madera.

 

 

_ Sirius, te digo que debiste quedarte en la habitación con Remus y Peter. Estuviese custodiando a Lunático por dos días y apenas llegas de allí cuando ya estás aquí, sin descansar antes…_ le decía preocupado un joven de gafas redondas a un ojeroso muchacho de bucles.

_ Estoy bien, déjame tranquilo_ le dijo molesto mirando la puerta de madera, realmente debió quedarse con Remus y Peter: estos habían decidió faltar a ver la primera prueba por el cansancio de estar dos días y dos noches encerrados en la fria casa de los gritos, solo con algo de comer y beber, y la compañía mutua_ Quería ver esto, no me lo perderé_

_ Pero no dormiste nada y comiste poco, mírate eres un desastre_ le regañaba su amigo, pero el otro solo bufo molesto y frunció el entrecejo_ ¿Sabes?, estas de un pésimo humor últimamente_

_ Tensión sexual_ fue la monótona y única respuesta del de bucles pasando su clara mirada por la zona de Slytherin… se reprochó mentalmente por eso.

 

 

Del otro lado de la enorme entrada, se encontraban veinte individuos escuchando las palabras de un adulto que les dictaba las reglas de la prueba.

_ Buenos días muchachos… señoritas_ saludo a los chicos y chicas parados frente a él_ A partir de hoy, ustedes, demostraran como ejercen fuerza, inteligencia, resistencia e incluso nobleza ante las pruebas que les esperan. No solo serán batallas físicas, también serán acertijos, trampas, traición… e incluso perderán la cordura para llegar a una meta; sacrificarse por le otro, mostrar que son diferentes al resto; ser nombrado un verdadero héroe_ luego del discurso algunas miradas se volvieron hostiles, otras nerviosas, algunas ansiosas… e incluso tranquilas_ Quisiera que se presentaran antes de entregarles algo, Nombre y edad por favor_ dijo mientras que empezaba por el costado izquierdo.

_ Dovahkiin, 18 años_ dijo el joven caza-dragones; vestido con el chaleco, una cubierta tapándoles la mitad de las piernas, botas, grabas y guanteletes de cuero marrón, en estas dos últimas habían también una placa de metal para protegerle de golpes. En su hombro derecho una charretera de metal, sobre su pecho un cinturón con una insignia sobre su esternón; detrás de él la espada con su respectiva funda, en su mano derecha un escudo de metal y en su mano izquierda su inconfundible casco con cuernos.

_ Connor Kenway señor, 19 años_ se presentó el homicida: larga chaqueta blanca con azul y tapado con su enorme capucha con terminación de pico y sobre este, la inconfundible ave rapaz; camisa blanca con grandes botones, pantalones azules y grandes botas marrones que les tapaba hasta la mitad de los muslos, sostenidas por el cinturón que llevaba con la insignia de los asesinos y guantes sin dedos.

_ Snake, Solid Snake, 21 años_ Dijo monótono el soldado de ojos azules con los brazos cruzados en el pecho; cabello castaño y peinado hacia atrás, una barba en el rostro y una banda sobre la frente; vestía un traje de agentes especiales de metal azul con una especie de chaleco donde llevaba las municiones de sus armas y demás armamento, además de los guantes y las botas negras.

_ Jack, o Raiden, como guste_ dijo amable el joven de mirada clara_ 20 años_ Era un poco más bajo que su compañero, Snake, de cabello rubio un poco largo, mismo traje de metal pero de color negro pero sobre este una gabardina negra le tapaba; sobre la barbilla tenía una especie de dispositivo que le tapaba desde la barbilla hasta las orejas y sobre su cabeza una especie de casco transparente se color anaranjado. En sus manos llevaba unos guantes y en su mano izquierda tenía una katana.

_ Chris Redfrield, 18 años_ dijo un sonriente joven de mirada zafiro: tenía el cabello castaño corto con un par de mechones en su frente, una camiseta blanca y sobre esta un chaleco verde, pantalones grises con muchos bolsillos y botas militares negras. Sobre el chaleco tenía un cinturón marrón, al igual que enfundada una pistola calibre 9mm, además de unos guantes sin dedos.

_ Jill Valentine_ dijo coqueta la joven de mirada clara_ 18 años_ La joven tenía el cabello castaño y un poco más arriba de los hombros, sobre este una boina azul. Una remera celeste y hombreras azules; pantalones marrones y botas militares negras, al igual que guantes sin dedos, pistola 9mm enfundada.

_ Lara Croft_ dijo amable la hermosa chica de ojos negros_ 19 años_ Su cabello de color chocolate caía libremente por su espalda, un top blanco y una remera que le llegaba un poco más arriba de su ombligo, dejando su plano abdomen al descubierto, shorts sumamente cortos de color marrón y botas marrones, sin temerle demasiado al frio; sobre sus muslos llevaba correas donde tenía su armamento y también llevaba guantes negros sin dedos. Un silbido descarado se escuchó por parte de un albino que se encontraba más adelante en la fila, recibiendo un cejo fruncido por parte de la hermosa mujer.

_ Cole MacGreat, 19 años_ dijo tranquilo: joven de cabello rapado y una barba de algunos días; tenía una remera de color blanco con mangas cortas de color verde y sobre este una especie de correa marrón para trasladar su extraña arma, pantalones de color gris con un diseño en su pierna derecha y unos zapatos con el dedo deparado.

_ Alex Mercer, 20 años_ dijo el joven sereno: llevaba el rostro cubierto, no tanto como Kenway, por una capucha marrón de una campera que tenía sobre una camisa blanca y debajo de una chaqueta negra de cuero; pantalones de jean grises y zapatos negros.

_ Kratos, 22 años_ dijo de forma agresiva el adulto-joven de mirada oscura; no tenía cabello pero sobre su cabeza, rostro, hombro espalda y pecho tenía un enorme tatuaje de color rojo. Tenía el torso descubierto, solo llevaba un manto rojo con detalles dorados cubriéndole la ente-pierna y parte de la pierna derecha, llevaba grebas y guanteletes de color rojo con placas doradas y zapatillas de cuero: tenía dos espadas pequeñas y anchas de color dorado atadas con cadenas en sus guanteletes; una pequeña barba en su perilla y una cicatriz en su ojo derecho.

_ Hawke, 21 años_ dijo un joven castaño muy atractivo: cabello corto castaño oscuro con una barba bien arreglada y ojos de color oscuro. Una malla de metal, sobre su pecho una placa puntiaguda de metal y rodeando el cuello una piel de color gris que abarca gran parte de la espalda del joven, que iba amarrada a la dicha placa de metal. Un cinturón de color marrón claro, detrás de las piernas una capa que por fuera era negra pero por dentro roja algo deteriorado, pantalones negros y unas grandes botas de metal que llegaban hasta las rodillas del héroe; en el brazo izquierdo tenía un tatuaje, un guante negro grande sin dedos y sostenía una lanza, el Bastón de Parthalan, una enorme lanza con terminación en una esfera de color rojizo y en su otro extremo una hoja, parecida a una espada; en su brazo derecho un guardabrazo de metal con una enorme charretera con pico, una tela roja cubriendo su antebrazo y sobre este un guantelete de metal con un guante del mismo material.

_ Aileen, señor, 19 años*_ dijo amable la elfa blanca: joven rubia de cabello lacio hasta un poco más debajo de la cintura, unas trenzas sobre este, con algunos mechones enmarcando su hermoso rostro, su grandes y puntiagudas orejas eran visibles, ojos de color zafiro y labios ligeramente pintados. Un collar dorado decoraba su cuello, un brasier de color dorado con delicados detalles es lo que le tapa únicamente del torso además de una pequeña chaqueta de tela blanca con los bordados dorados, una falda blanca con los mismos bordados dorados en el frente y en el revés y unas botas con tacones de color blanco; sobre sus antebrazos y piernas unos pequeños hilos dorados le rodean y en su mano izquierda equipaba cetro dorado.

_ Melanctha, 19 años*_ dijo arrogante la elfa oscura: la joven tenía la piel de un color gris, sobre la frente un tatuaje pequeño tribal, el cabello de color blanco amarrado con una coleta alta, mechones enmarcando su rostro y ojos llamativamente pintados de un delineador negro. Una armadura negra con detalles plateados le tapaba el torso hasta el abdomen al igual que una tanga le tapaba los genitales y una capa con bordados plateados la parte trasera de los muslos. Unas grandes botas negras con tacón hasta la rodilla, hombreras y guanteletes del mismo color.

_… Sephiroth… 21…_ fue la indiferente presentación del joven-adulto: Tenía un hermoso y distintivo cabello largo de color plata con flequillos largos que le enmarcaban su hermoso rostro, del cual unos brillantes orbes de color esmeralda resaltaban ante la pálida piel del joven. Vestido en un abrigo negro de cuero; el abrigo tenía un cuello grande que alcanzaba sus oídos, incluso cuando estaba doblado hacia atrás, siendo así el caso y se mantenía cerrada por un cinturón negro con una hebilla de plata alrededor de su cintura. Las mangas acababan en toques metálicos en lugar de puños normales además de los guantes de cuero negro que tenía puestos. Si pecho estaba expuesto, mostrando una especie de correa gris alrededor de su abdomen con dos cinturones negros sobre ella, así como dos marrones con estilo de tirantes que cruzan sobre su pecho; pantalón negro y botas negras que le llegan hasta la rodilla, con dos cinturones de color gris que envolvían la parte superior de las botas y sobre sus hombros un par de hombreras de plata; Un doncel rubio sonrió levemente ante tan ignominiosa presentación por parte de su futuro consorte: aun después de haberle obligado a participar no había dejado de tener esa detestable y rencorosa actitud hacia él y hacia cualquiera que se dirigiera a su persona.

_Lady, 18 años_ misturo la joven morena: Cabello negro, corto y desmechado, con un cerquillo que le tapaba parte de la frente, ojos de color rojo suave con toques verdosos y grandes y carnosos labios. Una camisa de color blanco le tapaba el torso, unos shorts de color negro parte del muslo y botas negras. Llevaba guantes sin dedos y un par de armas de fuego.

_ Trish, 19 años_ dijo la seductora oji-verde: Su rubio cabello caía libremente por su espalda hasta su cintura, un flequillo adornaba sus sienes y llevaba sus labios pintados de rojo intenso. Tenía un collar negro ceñido a su cuello, como una correa; un top negro de cuero sobre su torso hasta su ombligo, que tenía un cierre gris y de forma de rallo al frente. Un cinturón negro con hebilla de plata, pantalones ceñidos a sus delgadas y contorneadas piernas y unos tacones de color negro; en sus antebrazos unos guanteletes de cuero con cinturones con hebilla de plata y uñas pintadas de color negro.

_Cloud Strife señor, 18 años_ dijo suave el doncel: Su cabello era de color del sol, largo y puntiagudo. Ojos de color zafiro, hermosos pero a su vez severos, piel pálida, y sonrosados labios. Tenía una polera sin mangas de color azul con rallas horizontales y un cierre al frente, también el cuello de su prenda era grande, pero no tanto como el de su platinada pareja. Sobre la mitad de su brazo derecho tenía una manga grande negra y en su brazo izquierdo tenía una manga holgada idéntica a la de su opuesta extremidad que le tapaba en su totalidad, una hombrera sobre su hombro izquierdo de color negro que era sujetado por un cinturón en forma de correa y con un lobo de plata. A su vez esa correa se curvaba con otra sobre el pecho del joven, el cual sostenía una capa que cubría sus piernas y también sostenía, sobre la espalda, la funda con su enorme y poderosa arma: una espada. Debajo de la capa unos pantalones negros y unas botas del mismo color.

_ ¡Jum! Dante Sparda, para servirle, señor_ dijo el semi-demonio haciendo una exagerada reverencia en forma de burla: un joven muy atractivo, sus ojos eran de un azul brillante, su cabello blanco caía sobre sus orejas, y era peinado rebeldemente a un costado. Llevaba una enorme gabardina de color rojo, cuello alto, doble cierre y abierta en su totalidad; también tenía un cinturón rojo desabrochado. Su torso tenía una chaqueta negra, sobre esta habían tres cinturones que le cruzaban de forma vertical; detrás de su espalda transportaba su arma preferida: La Rebellion, la misteriosa espada mágica el cual su antiguo dueño había sido el progenitor del ahora portador, Sparda. Unos pantalones de cuero negro, unas botas negras y unos guantes negros sin dedos.

_... ¿y su edad jovencito?_ pregunto curioso el adulto.

_... ¿es necesario?_ pregunto de forma vaga el demonio.

_ Me gustaría saberla_ dijo amigable el hombre.

_ 22 años _ resoplo el demonio.

_ Bien, sigamos_ dijo dirigiéndose hacia el gemelo mayor.

_ Vergil Sparda, 22 años_ dijo serio el demonio: al igual que su hermano menor, él era atractivo a su manera, su cabello blanco estaba severamente peinado hacia atrás y sus ojos eran de color zafiro igualando a los de su gemelo. Equipaba una gran gabardina azul con bordados dorados en los brazos y toques plateados donde estaría el pecho de la gabardina, pero esta estaba abierta mostrando un elegante chaleco negro. Luego le seguía unos pantalones del mismo color que el chaleco y por ultimo unas botas altas de color marrón. Su arma era una espada, la Espada de las sombras Yamato, que fue heredada de su padre.

_ Marcus Fenix, señor, 23 años_ dijo erguido el gran hombre, siendo el último de la fila: su cabello era oscuro y corto, ojos azules, una pequeña barba y una cinta negra en su cabeza. Su gran armadura era de metal, con algunos parches; en su pecho un símbolo; parecido a una tuerca y dentro de ella un cráneo. En los costados del torso don grandes círculos, una tela negra le cubría debajo y grandes guantes. Los pantalones eran del mismo material al igual que las botas y portaba una extraña arma: era una gran arma de fuego pero en su extremo tenía una cierra eléctrica con grandes picos, un arma para considerar peligrosa.

Todos los héroes estaban perfectamente alineados y preparados para lo que fuese, alguno más ansioso que otro, como era el caso del casa-dragones y el albino de gabardina roja; aunque otros estaban más ansiosos por terminar la dichosa prueba e irse a hacer algo más importante, como eran el joven de larga cabellera plateada, el hostil soldado Snake y el gemelo frio de Dante.

_ Gracias por presentarse jóvenes, me llamo Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore, solo diganme Albus, soy el director de la escuela de Hechicería y Magia de Hogwarts, así como también el que propuso tener la competencia en nuestro mundo, el mundo mágico_ hizo una pausa pequeña y saco varios objetos de sus bolsillos_ Primero lo primero_ dijo mostrando una pequeña bolsa transparente con pequeñas bolitas de color amarillo_ ¿Alguno quiere un caramelo de limón?... _ pregunto amable dejando a la mayoría extrañados por la extraña actitud del adulto_ … no deben de temer, no están hechizados o envenenados, si quieren uno pídanlo_

_… Mmm… si, yo quiero uno_ dijo el Sparda menor acercándose y tomando un par de caramelos de la bolsa, volvió a su lugar y luego de meterse uno a la boca le ofreció el otro a su hermano, este dudoso lo acepto.

_ ¿Alguien más?_ volvió a preguntar, vio como el joven de casco se acercaba, al igual que el doncel rubio y el gran hombre de armadura de metal; este tomo uno mientras que el otro par tomaron dos, Dovahkiin le dio el segundo a Connor, aceptándolo gustosamente, y el rubio se acercó a su pareja y le ofreció al otro, y ante la tierna mirada del menor al peli-plata no le quedo de otra que tomar el dichoso dulce y luego de examinarlo exhaustivamente se lo metió a la boca para la alegría del rubio, que volvió a su lugar.

_ Bien… _ dijo el adulto divertido al ver el rostro contraído del peli-largo por la acides del caramelo_...ahora, lo que sigue… _ dijo guardando la bolsita y sacando otra bolsa pero de color negro_ Pasare al frente de cada uno nuevamente, les hare un pequeño conjuro y tomaran un pequeño papel de esta bolsa_ dijo alzando la misma_ No podrán ver su contenido hasta que yo se los diga_ fue lo último que dijo para ir hacia el primero de la fila, Dovahkiin. _ Muéstrame tu brazo joven cazador_ este enseguida le ofreció el brazo izquierdo.

El adulto poso su mano cerca del hombro del oji-azul_ Puede que te duela un poco, pero solo será un pequeño ardor_ dijo suavemente, el otro asintió. Vio como misturaba algunas palabras casi inaudibles mientras una quemazón le recorría el brazo entero, pequeña pero molesta. Esta se extendió por todo el cuerpo rápidamente para luego concentrarse en el lugar donde la mano del mayor estaba posada, luego todo se detuvo. Saco la mano de su brazo y allí quedó al descubierto algo que antes no estaba allí; era un pequeño tatuaje, una runa antigua de color rojo vivo, parecía que brillaba en su brazo, un segundo después esta se empezó a oscurecer quedando de color negro. El adulto contemplo su hechizo y le extendió la bolsa para que sacara un papel de ella, así lo hizo y luego de tener el pequeño pedazo de papiro en sus manos se dirigió a su compañero para repetir la acción.

El adulto soltó un pequeño quejido al ver al homicida; sus brazos estaban tapados por la gran chaqueta blanca. _ Mmm… deja posar mi mano en tu cuello joven asesino_ dijo con su mirada fija en el moreno cuello de Connor, este corrió un poco su cabeza hacia la izquierda dejando libre el lateral derecho del cuello, y allí Dumbludore coloco su mano, repitió las palabras sobre la sensación que sentiría y luego del asentimiento empezó el conjuro. La garganta de Connor se tensó levemente al empezar a sentir el ardor, pero no era tanto como para poner una mueca de molestia. Al terminar no pudo ver que le había hecho, solo tomo un papel de la bolsa y vio como el mayor repetía todo con los otros participantes. Miro a su compañero y este hizo lo mismo, el silencio se hizo entender y aparto levemente la capucha, solo lo suficiente para que se viera la marca y no su rostro aunque el caza-dragones ya le conocía perfectamente la faz: Dovahkiin miro la garganta, estrecho sus ojos, se puso en cuclillas y con su dedo dibujo el patrón que vio en la morena piel del nativo: era una runa, pero no igual a la de su brazo. Se volvió a parar y vio que Kenway misturo un sutil “gracias”, este asintió.

En un momento de curiosidad, al oji-azul se le dio por observar que tenía el papel pero se sorprendió al encontrar lo que no esperaba: nada, el papel estaba en blanco; sus cejas se fruncieron ante la decepción.

_ Bien, gran hombre, puedes tomar el papel_ decía el director ya con el ultimo concursante, Fenix, que tomaba el ultimo papel de la pequeña bolsa, luego se puso en frente de todos. _ Bien, ¿tienen alguna duda antes de ingresar?

_ ¿Qué son estas cosas?_ pregunto el joven castaño de mirada azulada señalando el tatuaje que tenía en su cuello.

_ Yo, al dejar que ustedes compitan en el mundo mágico, soy responsable de la seguridad de todos ustedes dentro de las pruebas… _ dijo serio_ … el tatuaje es un hechizo, solo se activa cuando están compitiendo, luego de que la prueba culmine, se desactivara, pero el tatuaje no desaparecerá a menos que sean eliminados o descalificados_ dijo señalando el cuello del agente especial que le había cuestionado_ Eso te salvara la vida en caso de que algo te suceda, pero no puedo decir lo mismo del dolor que puedan llegar a experimentar en la prueba..._ dijo de forma sádica, el castaño trago duro_ … bien, ¿alguna más?_ misturo volviendo a la alergia característica del director.

_ ¿Cómo podríamos quedar descalificados?_ pregunto interesado el peli-plateado, Cloud se molestó ante la pregunta de su novio.

_ Bien… si llegan a abandonar el campo de batalla, así sea por voluntad o por algún suceso extraño; si tratan de herir a otro concursante, así sea dentro o fuera de la competencia; y por ningún motivo, lleguen a lastimar a algún estudiante de este colegio, mago, bruja o muggle, si así es sería la expulsión más rápida y segura de quedar fuera del concurso_ dijo con un tono tétrico; de pronto la faz del caza-dragones de volvió con cierta mueca de terror al recordar el accidente del día anterior, tragando duro, y miro a Connor; este, por debajo de la capucha, lo miro con cierto aire de “¿te diste cuenta en que hubiera acabado lo de ayer por tu idiotez?” El adulto volvió a su mirada llena de cariño hacia todos; al joven de cabello largo se le dibujo una media sonrisa mientras que a Cloud se le frunció aún más el entrecejo_ Ohh, y se me olvidada_ dijo de pronto_ Si son descalificados por abandono, o son eliminados, puedes quedarse en el castillo hasta que termine el concurso_

Ante las miradas extrañadas explico_ Si quieren, pueden quedarse aquí, así sea para apoyar a los otros, o ver las otras pruebas; si gustan pueden hacerlo, a menos hasta que el concurso llegue a su fin_

_ Así que si somos eliminados, y si queremos, ¿podemos quedarnos aquí?_ pregunto incrédulo Mercer haciendo referencia al mundo mágico.

_Así es jovencito_ respondió amable el adulto_ Bien… ¿alguna otra duda?_

_ ¡Sí! ¡Yo tengo una!_ dijo Dante de forma hiperactiva mientras que levantaba la mano como un niño pidiendo permiso para realizar una acción, la cual fue concedida; el demonio se inclinó hacia adelante y miro a la castaña de cabello largo y cuerpo voluminoso_ ¿Saldrías conmigo preciosa?_ dijo en tono vanidoso mientras que su hermano gemelo dejaba los ojos en blanco por la idiotez de su gemelo menor.

_ Muérete_ fue lo único que dijo la hermosa chica antes de cruzarse de brazos y desviar la vista del joven demonio haciendo que este bufara ante el rechazo.

_ Ya caerás hermosa, ya caerás_ se decía a si mismo en voz alta el oji-zafiro volviendo a su antigua posición.

_ Bien, pueden ver el papel ahora_ dijo sonriente, todos así lo hicieron. Dovahkiin, al igual que todos, admiraron como una mancha negra aparecía en el papel, esta se deformaba tomando formas extrañas hasta convertirse en pequeñas letras en un perfecto escrito: “Gigante 7”. Sin entender vio al homicida, este le miro; este tampoco comprendía aun.

_ ¿Q-qué es esto?_ pregunto el gran hombre con la cinta en la cabeza.

_ Eso…_ dijo haciendo un silencio_... es a lo que se enfrentaran…_

 

 

Una eterna espera más tarde y la enorme puerta empezó a abrirse lentamente, toda la gente, estudiantes y profesores se pararon de sus asientos para ver la llegada de los ansiados héroes junto con la figura de su director, Dumbludore. No fue apenas entraron cuando los coreos y aplausos eran escuchados desde las tribunas: llegando en dos filas de diez concursantes en cada hilera, los valientes héroes hacían su aparición.

Un suspiro salió de los labios de Severus al ver que uno de los primeros era el joven de cabello castaño y mirada tormentosa, su traje de cuero y metal deslumbrándolo y debajo de su fuerte brazo estaba su inconfundible casco. Se hizo una sola fila, uno al lado del otro como hacia menos de unos minutos habían estado, quedando en frente de algunos estudiantes y de espadas de otros; llamativos y valientes jóvenes esperaban su primera prueba.

_ ¡Bienvenidos a “La Batalla de los Héroes”!_ resonó la voz del director en el gran estadio, seguido por nuevos bramidos y aplausos de los millones de espectadores sobre las interminables gradas_ ¡Hoy, serán testigos de la primera prueba; La primer de las cinco pruebas!_ volvió a comunicar, sacando gritos de emoción del publico_ Todos a sus lugares, ¡el concurso dio comienzo!_ dijo sonriente; de pronto luces se vieron coloreando el hermoso cielo que les abrasaba, sobre el gran estado, formando figuras y garabatos que se transformaron en palabras: “Suerte héroes” en llamativas letras de colores.

En los rostros de los competidores se dibujaron sonrisas por tan calurosa bienvenida, unas más amplias que otras, acompañadas por nuevos aplausos de la gente. El director alzo los brazos iluminando una de las paredes de las gradas: una puerta empezó a dibujarse de pronto, una grande y se armaba camino un túnel hacia atrás, como una habitación secreta; Dumbludore se voltio a los héroes_ Ahí esperaran hasta que acabe la prueba, luego podrán sentarse en la primera fila de las gradas que esta vacía_ dijo señalando dicha grada donde habían veinte asientos vacíos_ Así pierdan o ganen pueden sentarse allí a seguir observando el enfrentamiento.

Sintió una mirada sobre su cuerpo que se clavaba profundamente, al ver a su emisor se encontró con unos ojos azules que le miraban con ansiedad y valentía, entendió lo que le quería decir. _ ¿Quisieras empezar tú, joven caza-dragones?_ le pregunto con interés, este asintió gustoso ya que era lo que esperaba que sucediera_ Muy bien, así es la actitud, ¡El primero será el joven Dovahkiin!_ esto último lo dijo para todos los presentes que gritaron de emoción, solo al peli-negro de Slytherin casi se le detiene el corazón al ver que el que comenzaría todo era el Sangre de Dragón_ ustedes_ dijo refiriéndose a los otros_ Ingresen hacia la pequeña puerta de allí, podrán esperar a que termine y luego veremos quién es el siguiente. Los concursantes se dirigieron hacia dicha puerta donde se acomodaron de alguna forma para no estorbar la vista del campo de batalla; en el campo solo estaban el adulto y el oji-azul_ Bien, mucha suerte, joven Dovahkiin, que Merlín te acompañe_ dijo de forma afectiva mientras le tocaba el hombro n una mano.

_ Muchas gracias_ dijo agradecido, el otro asintió y despareció de la vista del oji-azul, asustándolo un poco por tan extraña y extravagante desaparición, apareciendo unas gradas más arriba en la zona de leones.

Inhalo y exhalo lentamente, se dirigió hacia la punta del estado, del lado contrario de la enorme puerta de madera dándole la espalda a la otra puerta donde Connor le miraba de forma serena. Repitió la acción algunas veces más mientras que algunos bramidos del público se seguían escuchando.

_ Espero que le vaya bien_ dijo medio-gritando el Black menor para que sus amigos le escucharan.

_ Si, espero que sí_ dijo preocupado Severus con una mano apoyada sobre su pecho como tratando de tranquilizarlo para que no se saliera de su lugar por tan desbocado bombeo de sangre por los nervios.

 

 

Del otro lado de las gradas un emocionado castaño de anteojos miraba al héroe que se encontraba esperando a lo que sería, la primera prueba; su acompañante parecía dormirse en su asiento aun con el griterío de la gente que les rodeaba: estaba tirado prácticamente sobre la piedra, mirando aun con sus ojos entrecerrados la zona de Slytherin, habiendo encontrado a su víctima habitual de bromas que ahora se le veía junto con sus sobras inseparables.

_ Sirius, no te duermas ahora, la primera prueba ya va a comenzar y el primer concursante ya está en posición_ le dijo zarandeándolo un poco para sacarlo de su trance.

_ No molestes, estoy concentrado_ dijo molesto al ver que había perdido la vista del oji-negro por el movimiento abrupto de su amigo.

_ P-pero, al menos mira el concurso_ le dijo como niño, este rodo los ojos, sentándose mejor en su asiento y observo al dichoso concursante. Al principio o le dio importancia… no al menos hasta que le reconoció; en ese momento sus ojos se abrieron de sobre manera, enseguida se paró de forma abrupta del asiento: sus puños se cerraron por la repentina furia, su entrecejo se frunció casi fundiendo ambas cejas y sus ojos parecían dagas clavándose en el cuerpo del héroe que se encontraba concentrado mirando la puerta de madera.

“Ese sujeto…_ se dijo internamente con clara furia_ ese maldito sujeto fue el que estaba en la maldita enfermería cuando Snivellus estuvo postrado en la camilla… el imbécil que le… ¡¡beso y toco como si fuese suyo!!”_ Sus dientes rechinaban por la fricción que creaba entre ellos.

_ ¡Bien, así es la actitud Canuto!_ alabo James al ver como se había parado su amigo, pensando que lo hacía para alentar al héroe; que de hecho hacia todo lo contrario.

_ “Espero que quede en ridículo frente a Snivellus”_ eran los pensamientos del furioso Gryffindor.

 

 

Un respiro más, y ya estaba preparado para lo que fuera; de a poco los gritos de la gente se fueron apagando hasta volverse un silencio perfecto, solo el sonido del viento se oía en la gran estructura. Su concentración estaba dirigida en la enorme puerta, aun no se había colocado el casco, parecía que esperaba algo. De pronto, lo sintió; dirigió su mirada hacia la zona donde los alumnos se identificaban con los colores verde y plateado… y lo vio: Vio a la pequeña serpiente de cabello negro observándole con preocupación, una de sus manos la tenía sobre su pecho y su respiración era irregular. Severus al ver que Dovahkiin estaba mirándole se sonrojo por quedar en evidencia; incluso desde la grada de Gryffindor pudo notarse la nueva coloración del oji-negro dejando aún más molesto al Black.

Dovahkiin le sonrió con plenitud, dándole seguridad a Severus que asintió al entender lo que mudamente le decía y trato de regular su respiración. Volvió su mirada a la puerta… y sintió algo nuevamente… un temblor, y no solo él lo sintió, sino que también toda la gente que albergaba la estructura. Esta sacudida se volvió a sentir… una y otra vez… cada vez más cerca, esta vez acompañada de furiosos gruñidos que venían del exterior de la puerta, ese era el momento; se colocó su casco, luego desenfundo su espada colocándose en posición, escudo hacia adelante y espada respaldándole. Los nervios del trio de serpientes iba en aumento, en especial los del joven pocisionista mientras que los dos merodeadores, impacientes, esperaban la lucha que se venía; uno por ver al héroe batallar, y el otro esperando a que fuera derrotado de la forma más vergonzosa posible.

Y lo esperado sucedió; la puerta se empezó a abrir de par en par…

 

 

_ Remus, tienes que descansar por favor, luego de lo que sufriste sabes perfectamente que debes reposar por lo que quede del día_

_ Tú también deberías descansar Peter, estuvieron desvelados dos noches enteras… por cierto ¿A dónde fue Sirius?_

_ Fue a ver la primera prueba con james, intento detenerlo pero sabes cómo es, de seguro que se dormirá en las gradas_ dijo divertido el roedor a su amigo licántropo que estaba sentado en la cama con la cabeza apoyada sobre sus manos; estaba terriblemente cansado.

_ Peter… ¿puedo preguntarte algo?_

_ ¿A parte de la reciente pregunta?... si_ dijo gracioso su amigo, este prosiguió.

_… ¿Cómo…. me comporte hace dos días en clases?_ pregunto angustiado esperando la respuesta que seguramente se estaba esperando.

_ Algo distante, distraído, pero solo en la tarde. Deberías saberlo, ya que siempre te pasa eso horas antes de tu transformación_ le respondió extrañado, sintió como el otro resoplo con angustia, Peter no entendía que le sucedía. De pronto vio cómo, aun con ojeras y rostro cansado se paró de golpe y lentamente se dirigió hacia la puerta con intención de retirarse. El rubio se paró y detuvo su huida poniéndose delante del oji-miel_ Oye, ¿pero qué estás haciendo? ¿a dónde crees que vas en ese estado?_ le cuestiono enojado.

_ Debo ir a ver a alguien, de seguro debe estar molesto si tu dijiste como actué en la tarde del viernes… demonios Peter, por favor déjame irme, necesito con urgencia verlo_ le decía casi quebrado el castaño tomándose el rostro con desesperación, sin dudas la transformación le había causado nuevos estragos ya que él nunca se angustiaba de esa manera.

_ E-estoy seguro de que esa persona, si es un estudiante, debe de estar con los otros viendo la prueba. Nadie, a parte de nosotros, está aquí en el colegio Remus_ intentaba que el otro reaccionara, el otro bufo y casi se dejó caer de rodillas al suelo si no fuera porque el animago lo sostuvo para que no cayera_ Lunático trata de descansar, tienes todo le día de mañana para arreglar lo que quieras con ese alguien_ le consolaba mientras lo arrastraba hacia la cama, el otro solo se quejaba como niño; de por si era raro que Remus actuara así sabiendo que él era coherente en todo… menos ahora_ Podrás ir a verle todo lo que quieras mañana, pero hoy no_

El licántropo se dejó caer en el colchón con la mirada perdida, estaba cansado, sí, pero el saber que actuó como un idiota frente al rubio platinado de Slytherin le carcomía la cabeza. Pensaba si el otro ahora le consideraba un imbécil por no hablar con él en toda la tarde, o no mirarle como siempre lo hacía; no le dio ni la más mínima atención y sabía que a Lucius le gustaba eso: “de seguro me odia por haberle ignorado toda la tarde” pensó deprimido el joven prefecto.

De a poco el sueño empezó a acunarle, el esfuerzo que realizo esos dos últimos días fue mucho para él y liego de ver como Peter hacia lo mismo, se durmió profundamente pensado que hacer para encarar al hermoso Slytherin de cabellera platinada.

 

 

Apretó el agarre con su arma mientras que la puerta se abría frente a él: el estadio estaba mudo, expectante ante la llegada de la primera batalla. Una pequeña sonrisa apareció en su rostro al ver a su enemigo.

Una enorme criatura se asomó entre la gran puerta, siete metros de terror puro, un humano anormalmente gigante era el enemigo de Dovahkiin. La mayoría de los estudiantes estaban aterrorizados por la enorme criatura, el tenerla tan cerca era casi irreal aun sabiendo de su existencia. Detuvo su lento andar dejando a sus espaldas la enorme puerta que comenzaba a cerrarse detrás de él. Bufante y furiosa, un gigante buscaba a su presa entre la multitud, mientras que esta se tensaba al sentir la mirada de tan agresiva bestia sobre ellos. Encontró lo que quería en frente de el: un joven de casco, escudo y espada estaba a unos cien metros de él; ese era su objetivo.

La puerta termino de cerrarse emitiendo un eco profundo que se iba desapareciendo al cabo de interminables segundos, las miradas chocaban furiosamente; una era valiente y serena mientras que la otra era agresiva y dominante, ninguno se quitaba la mirada de encima. Dovahkiin soltó una pequeña risa y le dio una sonrisa arrogante. Un enorme gruñido resonó de las fauces del gigante seguido por un grito al cielo, se fue en contra del héroe para aniquilarlo.

Avanzando ferozmente el gigante se dirigía sobre el caza-dragones con su puño en alto, listo para golpearlo apenas estuviera cerca del pequeño joven. Un gemido lastimero salió de entre los labios de Severus al ver que ya a unos diez metros Dovahkiin no hacía nada, Regulus iba a taparse la vista al igual que Lucius para no ver tan horrendo final. James contuvo la respiración… Sirius sonrió ante lo inevitable… pero algo en ese momento sucedió. Dovahkiin inhalo una enorme bocanada de aire reteniéndola unos pocos segundos y ya casi debajo de la enorme bestia… cuando ya no había más esperanza… un grito, una gran ráfaga azulada fue liberada:

_ ¡¡FUS… RO DAH!!_ … una fuerza implacable… un enorme gemido… una gran caída… un largo eco… silencio….

_... ¡¿P-pero qué… demonios sucedió?!_ preguntaron los hermanos Black al mismo tiempo, no entendiendo lo que había pasado: la enorme bestia estaba sobre la nieve retorciéndose y gimiendo de dolor y confusión, una de sus manos se tomaba su cabeza como si esta doliera horrores… y el caza-dragones estaba intacto.

Este se acercó al cuerpo caído que aún seguía consiente pero muy confundido, volviendo a inhalar aire, pero no le grito tan fuertemente esta vez… pero tampoco fue un susurro.

_ GAAN, LAH HAAS_ le bramo nuevamente y lentamente las energías del gigante empezaron a desaparecer hasta que quedo inconsciente en el suelo, mientras que Dovahkiin se llenaba de su absorbida vitalidad.

Luego de un silencio la gente estallo en gritos y aplausos para el héroe que estaba serio ante la emoción de los espectadores, les miraba con desdén pensando “… ¿Festejan porque casi mato a esta criatura? ¿Acaso saben lo que acabo de hacer? Casi acabo con la vida de este ser y ellos… ¿Me alaban?... Pero que gente tan extraña”… miro hacia la tribuna verde y plateada observando a Severus que se tapaba la boca con una mueca extraña, sus amigos no estaban muy desigual a él; sin dudas los había impactado “Bueno… al menos no festeja” pensaba divertido al ver la cara de su amigo de bucles que estaba prácticamente atónito con los ojos abiertos de par en par y la boca abierta de igual manera.

En cambio, de los dos merodeadores, solo uno manifestaba emoción ante la victoria del héroe, el otro solo se maldecía internamente por no haberle hechizado o confundido junto en el momento en que el sujeto lanzo esa extraña fuerza de su boca, pero ni él sabía que iba a realizar tal acción.

De pronto el director hiso su extravagante aparición cerca del héroe, tomo su hombro y misturo_ Pasaste a la segunda prueba joven guerrero_ luego de una sonrisa Dovahkiin se dirigió a su asiento tranquilamente y una vez sentado vio que el gigante había desaparecido de su vista asustándolo un poco.

Se quitó el casco dejando ver su castaña cabellera una vez más, lamentablemente estaba de espaldas al pequeño peli-negro, pero sería paciente, o por lo menos esperaría hasta que acabara la competencia para poder cuestionarle que le había parecido sus thu’um “Fuerza Implacable” y “Absorción de Vitalidad”.

_ Que gran fuerza tienes en los pulmones_ dijo de pronto una voz a su lado sobresaltándolo; se trataba de un adulto rubio_ ¿Cómo la conseguiste? _pregunto interesado el elegante joven de lentes oscuros.

_… entrenando… ¿Quién eres?_ le interrogo extrañado observando al recién llegado; alto, musculoso y elegante, su dorada cabellera estaba perfectamente peinada hacia atrás, sus ojos eran tapados por gafas oscuras y mostraba una expresión seria, o mejor dicho hostil. Tenía una camisa azul oscura con mangas arremangadas, debajo de esta una camiseta blanca y sobre la camisa un chaleco negro con varios bolsillos, pantalones verdes oscuros y botas militares; se sentó a su lado y se cruzó de brazos mirando la pequeña puerta donde estaban todos los otros concursantes.

_ Albert Wesker_ contesto monótonamente sin apartar la vista de la entrada.

_... no eres un concursante, y no te pareces a un estudiante o profesor-_

_ Porque no lo soy_ dijo obviando la respuesta.

_ ¿Y qué haces aquí entonces?_

_ Vengo ver, ayudar y custodiar a mi pareja_ dijo serio esperando a que alguien saliera de esa entrada.

_ ¿Se puede hacer eso?_ pregunto curioso Dovahkiin.

_ ¿Cómo crees que estoy aquí?_ le pregunto sarcástico_ Se le llama “ser espectador”, solo le ayudo a mi pareja a entrenar, aparte de cuidarle, claro está_ dijo con cierto aire orgulloso al rubio.

Dejaron de hablar al ver a una joven de cabello negro entrar a la arena de batalla. La mujer venía con cabeza en alto, muy segura de sí misma y con un par de pistolas en las manos Lady hizo su aparición ante el público, que la recibió de la misma manera que a él caza-dragones._... esa mujer morirá…_ dijo de pronto Wesker confundiendo a Dovahkiin.

_ P-pero ¿Cómo lo sabes si ni siquiera ha empezado a pelear?_

_ Solo lo sé y ya, la mayoría de mis corazonadas son acertadas, si quieres una explicación valida_

 

 

_ Estoy seguro que lo lograra_ dijo un peli-plata rebelde mirando a su amiga de cabello negro... que en realidad pensaba y deseaba todo lo contrario.

_ Si, puede ser… ¿le diste tus armas como te lo pidió?_ le pregunto su gemelo viendo a la joven que ya había preparado… ya que los temblores pronto empezaron a sentirse. Vio cómo su hermano saco sus pistolas gemelas de munición ilimitada, Ebony y Ivory dejando a Vergil con una mueca extraña.

_ Noup, no se las di_ dijo divertido al saber que la mujer pensaba que le había prestado sus pistolas; grave error. Luego de varios conflictos con su hermano, Dante se propuso que, en vez de enfrentarse constantemente, que sacaran a un lado sus diferencias y se unieran. Sabía que Vergil había cambiado y que estaba dudoso de que bando seguir, luego de las insistencias de su gemelo el mayor se unió a él a la caza de demonios junto a las jóvenes Lady y Trish que también estaban enlazadas al nuevo Devil Never Cry. Con el tiempo sus lazos se unieron fuertemente con los de su hermano, a pesar de los pequeños roses que tenían, se querían a su manera. Vergil defendía a su hermano en ocasiones, en cambio Dante mostraba cierta molestia si alguien se acercaba demasiado a su gemelo; pesaba que era por el hecho que luego de años de estar enfrentados, por fin lo tenía junto con él, y que alguien intentara alejar a Vergil de su lado era imperdonable. Y fue así que encontró un día a Lady coqueteándole a su gemelo un día de caza, sabía que Vergil no estaba interesado de ninguna de sus dos compañeras, pero ese acto había celado por completo al menor y por primera vez le deseo el mal a esa mujer desmechada. Tanto fue su enojo que el día de la primera prueba la joven le había pedido, tratando de seducirlo a él esta vez, de que le prestara sus preciadas gemelas infinitas… la engaño diciéndole que en el día de la competencia se las daría y la dejo engañada con armas ordinarias, dejándola a su suerte; y al ver que al concursante anterior le había tocado semejante criatura no pudo estar más feliz… sin duda esa actitud fue muy infantil y egoísta… rencoroso y vengativo, así era y nadie lo cambiaria.

A Vergil no le interesó demasiado la seguridad de su compañera de equipo; sabía que su hermano era de esa manera, atormentado y mezquino si alguien se acercaba a él con intenciones extrañas, y le divertía a que puntos podía llegar. Sabía que había sigo incluso manipulador, convenciendo a Lady para que no portara su arma preferida, la bazuca con el nombre de su madre, pero no sabía que él le había engañado con las armas: ¿Acaso quería matar a esa mujer? ¿Quería verle muerta?... aun le quedaba la duda de que había hecho esa mujer para ganarse ese nivel de odio de su gemelo… aunque sabía que él podía ser así o peor de rencoroso si alguien osaba tocar a su hermano menor.

 

El silencio apareció luego de que las puertas se abrieran con nuevos temblores y gruñidos detrás de ellas: la criatura media unos tres metros, mucho más pequeña que la anterior, calva y de un color gris pálido.

El rubio había estado en lo cierto ya que lo inevitable llego: la joven caza-demonios se quedó sin municiones. El desespero de esa mujer fue magnifico, en ojos de un demente Dante, que la veía correr iracunda por la mentira del oji-azul, aumentando aun mes el odio que sentía por los demonios. Sumado a que la bestia era más rápida por su reducido tamaño en comparación del gigante del sangre de dragón, no le costó mucho al Troll de la montaña para alcanzarla, hacerle trastabillar y empezar a atacarla con la furia de sus puños que eran descargados en el cuerpo de la mujer.

La escena era horrendamente cruda y sin censura, los estudiantes cerraban con fuerza los ojos y se tapaban los oídos ante los gritos de la chica que por fin llego a la inconciencia luego de unos largos segundos de agresivos ataques de la criatura. Dumbludore interrumpió en la pelea al Troll antes de que matara a la joven que gracias a un profesor fue trasladada a San Mungo de inmediato en un traslador y al igual que la criatura anterior, desapareció la vista de todos; los murmullos de la gente no se hicieron esperar.

_ Eso fue… horrible_ dijo el rubio platinado viendo como Regulus trataba de confortar al abrumado peli-negro que ante los gritos de la mujer recordó a los de su madre cuando era violentada por su muggle padre.

_ No debió subestimarlo de esa manera_ dijo Severus un poco más calmado.

 

_ Tenías razón_ le dijo el caza-dragones al agente de S.T.A.R.S, el otro bufo presumido.

 

_ Jum… bueeeno, no debió confiarse_ decía el peli-blanco fingiendo lastima por su compañera_ pero lo hizo… “y se lo mereció”_ lo último lo susurro dándole doble sentido a lo que decía, su gemelo lo acerco a él para murmurarle algo, el otro rio bajo al verse descubierto_… ¿culpable?_ dijo con tono inocente resoplando en el oído de su gemelo mayor.

_ “Cuando termine esto lo hablaremos”_ fue lo que le dijo el mayor para separarse un poco de su hermano que estaba campante con lo recién sucedido, no solo por lo de la chica sino por la atención de su hermano hacia él.

De pronto el adulto se apareció en frente de todos_ Bien ¿Quién será el siguiente?_ Se vio la mano de un encapuchado ser levantada, el nativo se ofreció_ Muy bien, mucha suerte joven_ y volvió a desaparecer.

Los concursantes se hicieron a un lado para dejarle pasar, algunos les desearon suerte luego de lo acontecido con la anterior joven y este empezó a caminar hacia su destino con su aire misterioso e imperturbable. El director lo presento ante el público llamando la atención del trio de Slytherin’s por el conocido homicida, la mirada clara del joven Black le veía, dándole suerte para lo que tendría que afrontar.

Luego de que los estudiantes dejaran de aplaudir y se formara el ansiado silencio al fin se sintió: un temblor.

Sin esperar demasiado saco su arco de detrás de su espalda y espero… otro temblor… esta vez mas cercano; no fue como la vibración de la bestia que le toco a su compañero, era uno más leve, parecido a al de la bestia de la segunda participante.

Él lo sabía, sabía a lo que se enfrentaba, había descifrado hace varios minutos el mensaje del papel; el suyo decía “Troll del Bosque 3,5” _ “Así que será un Troll del Bosque de tres metros y medio ¿eh?”_ pensó el joven volviendo a sentir las pisadas de la criatura… un gruñido… saco una flecha de su alijaba… fue paciente… otro temblor y la puerta comenzó a abrirse lentamente.

Se colocó en posición; apunto hacia la entrada que lentamente se abría, puso la flecha en su lugar y le dio fuerza dejando la cuerda tirante, esperando a que su enemigo terminara de entrar completamente para soltar la potente munición y darle de lleno en el pecho.

Lentamente una terrible criatura hizo su completa aparición; un gigante de más tres metros dejaba el umbral de la puerta mientras que esta se cerraba tras de si, piel de color verde pálido, cabello corto y castaño, fino y desgreñado.

La mano con la que sostenía la flecha temblaba, pero no por turbación, no por escrúpulo, sino porque estaba ejerciéndole tanta fuerza con la piola a la flecha que desprendía cierta energía, ese golpe iba a doler. Cuando se sintió el eco de la entrada cerrándose y ya habiendo localizado su objetivo, el Troll se abalanzo a atacar al homicida, y este no espero a que sucediera ya que disparo directo al pecho de la criatura. Sin esperar a que el oponente le atacara siguió descargando flechas en el cuerpo del Troll a medida que se acercaba y cuando la criatura estuvo cerca simplemente esquivo una patada que le había lanzado; se había enfurecido por los impactos en su cuerpo demostrándolo mediante gruñidos.

Con una velocidad asombrosa llego hacia la enorme puerta de madera de la cual había ingresado la criatura segundos atrás y volvió a dispararle flechas a medida que se le volvía a acerca, todas en distintas direcciones: hombros, pecho, abdomen y piernas.

Una vez más cuando la criatura estuvo muy cerca del nativo volvió a lanzar una patada, nuevamente esquivada por el ágil joven. Dándole la espalda al nativo soltó un estruendoso bramido de frustración, horrorizando a la mayoría de los estudiantes por la furia de la criatura, se volteo para encarar al concursante… pero quedo desconcertado; el homicida había desaparecido, no estaba en ningún lugar.

El arco había quedado abandonado cerca de allí pero no así su portador; empezó a buscarle con la vista, sin atreverse a moverse de su sitio, pero efectivamente comprobó que no estaba. Empezó a recorrer el lugar, dando gruñidos y fuertes pisadas a su marcha. Se dio cuenta de algo: “Puede estar escondido detrás de los troncos de los árboles”, pensó la criatura felicitándose mentalmente por la idea, y así empezó a buscar, uno por uno en los aproximadamente veinticinco arboles de la zona pero no se encontraba allí.

Justo cuando se disponía a alejarse de uno de los arboles… sintió algo nuevo: su cuerpo de a poco empezó a adormecerse, sentía hormigueos en sus brazos, piernas, abdomen y pecho… ¿Qué le estaba sucediendo? Sus piernas no aguantaron su peso y cayó de rodillas con un gemido lastimero por la confusión y utilizo de apoyo sus brazos colocando las palmas de las manos como base tratando de recuperarse, tratando de regular su reparación que de pronto se volvió irregular.

Todo se volvió extraño al sentir un crujido y luego algo sobre su espalda; le habían emboscado, y antes de que pudiese hacer algo su cuello fue rodeado por alguna soga y empezaron fuertemente a estrangularle. Intento en vano sacarse de encima al atacante pero cuando intentaba algo el agarre se volvía aún más sofocante, dejándole exhausto.

Ya no podía hacer nada, su vista se volvió borrosa, dio un último gruñido y cayó en la inconciencia y con un estruendoso golpe en el suelo, boca abajo. Al asegurarse que la bestia se había desmayado deslizo la “cuerda” del cuello del Troll y salió de encima de su espalda; se tardó demasiado, pero lo había logrado.

El bramido de la gente no se hizo esperar y al nativo lo único que le importo fue ir en busca de su arco para poder acompañar a Dovahkiin en las gradas.

_ ¡¡Increíble!! ¡¿Viste eso Canuto?!_ le pregunto el león a su amigo, pero este estaba dormido sobre la piedra profundamente, ni siquiera la emoción de todo el estadio le despertaba_ “Bueno, al menos sé que si fue a cuidar de Remus y no se fue de vago por ahi”

 

_ ¡Asombroso!_ decía el doncel rubio.

_ Frio y calculador_ alago Severus.

_... impresionante…_ dijo embelesado Regulus luego de ver todo lo sucedido.

 

#Flash Back

 

Luego de esquivar la segunda patada volvió a correr asombrosamente rápido hacia una de los arboles más lejanos de la gran puerta, en su recorrido abandonando su preciado arco. De un salto se metió entre las ramas y quedó camuflado entre ellas y las hojas que también le brindaban escondite… y solo espero. Había envenenado sus flechas temprano en la mañana; sabía que aunque fuera una batalla, algún arma secreta tenía que tener. Cuando supo que sería un gigante y no una persona o podría usar sus dardos venenosos por dos razones:

1_ No penetrarían en la piel y 2_ Y en el caso de ser así, el veneno no sería suficiente. Así que enveneno todas sus flechas por intuición, sin saber de antemano que su atacante sería una criatura gigantesca, con una combinación de hierbas encontradas en la tarde anterior cuando se dispuso salir a correr con Dovahkiin.

También conocía que el veneno no le mataría, solo le dormiría un poco; así que sin hacer ruido se quitó el largo cinturón rojo que llevaba puesto y cuando tuviera la oportunidad la saltaría encima y la estrangularía hasta, por lo menos, dejarlo inconsciente… Plan perfectamente ejecutado…

 

#Fin del Flash Back

 

_... él es tan… hábil…_ volvió a halagarle el de bucles al que ahora se sentaba junto a Dovahkiin y al extraño rubio… sonrojándose por los halagos que el mismo hacía.

 

 

La risa sin control de Dante se sintió por todo el estado y no podían negarse, lo que acontecían era realmente… una estupidez sin medida. La castaña Croft se encontraba siendo la última competidora que le faltaba pelear y enfrentarse a un “Gigante 4”, uno muy pequeño para su especie. Esta había empezado a descargar sus armas en la enorme bestia haciéndola enojar, luego de gastar municiones por montón intento hacer algo nuevo… insensato sabiendo a que se enfrentaba: Intento hablarle amable al gigante, diciéndole de buena tregua que se rindiera, y cuando eso obviamente no funciono… intento coquetearle para que se volviera a rendir.

Ahora la castaña se avergonzaba por el carcajeo del peli-blanco que una hora antes le había pedido salir… dudaba que ahora quisiera hacerlo ya que debía de pensar que era una desesperada rapiñara. La joven mujer acompaño a la segunda concursante a San Mungo ya que el gigante se enfureció con el intento de seducción, golpeándola varias veces contra las paredes de las gradas y gracias a Merlín Dumbludore interrumpió antes de que la matara, otro profesor la traslado a dicho lugar, y los murmullos de las tribunas la avergonzaron aún más.

_¡¡ADIOS QUERIDA, ME ARREPIENTO DE INVITARTE A SALIR ZORRA RASTRERA!!_ le gritaba agitando la mano el peli-blanco antes de que desapareciera del lugar para volver a soltar una carcajada más sonora que la anterior. Vergil solo dejo que su hermano se riera todo lo que quisiera, se divertía al menos.

_... ¿Cómo pensó que eso funcionaria?_ preguntaba el nativo.

_ No lo sé… tal vez… no sabía que el gigante estaba casado y cuando intentaron coquetearle, él era fiel a su esposa y se enojo_ dijo Dovahkiin como si fuera la respuesta más coherente que existía para tal situación, logrando que el Wesker, Sephiroth y Connor le miraran con una ceja levantada_... ¿Qué?... ya hubiera reaccionado igual_ se defendió el castaño haciendo un puchero. Los dos jóvenes con pareja lo pensaron un segundo.

_... creo que yo hubiese hecho lo mismo de ser así el caso_ confeso el peli-plateado mirando a un sorprendido Cloud que le devolvió una sonrisa tierna y se a recostó sobre su hombro.

_ Concuerdo_ apoyo Albert teniendo a Chris Redfrield sobre su regazo literalmente prendido de su cuello.

 

 

Los dieciocho concursantes habían pasado la primera prueba con éxito, y ya siendo medio dia todos los profesores, héroes y estudiantes, incluyendo al dormido Sirius Black que era cargado sobre la espalda de Cornamenta, fueron trasladados al colegio, el cual les esperaba con un enorme banquete por los vencedores de la prueba.

Todos almorzaban amenamente, el enamorado castaño le había pedido al director permiso para que su novio se quedara en el castillo alegando que entrenaba con él y que lo extrañaría mucho sino, más los ojos de cachorro mojado que eran prácticamente la debilidad del adulto se le concedió la morada del rubio agente de S.T.A.R.S con los otros héroes ya que ahora dos de las camas estaban vacías.

_ Atención todos_ llamo el director a todos los presentes_ Quisiera felicitar a todos los concursante que en el día de hoy… han demostrado no temerle a los gigantes…_ dijo divertido haciendo reír a la mayoría_ La próxima prueba será dentro de una semana… en ella… aprenderán el concepto de compañerismo… y para que vallan pensado que podría ser… les daré una pista… “Si tu mueres, yo también lo haré”…_ los murmullos se generalizaron_ … Bien, sigan disfrutando del banquete… y una vez más… felicitaciones héroes…_ dijo levantando la copa junto con todos los alumnos del lugar haciendo dichosos a los héroes.

 

 

Ya en la tarde los Slytherin’s estaban cerca del lago, disfrutando le da vista y la quietud del mismo, no así del frio pero estaban lo suficientemente abrigados como para soportarlo. Unos pasos se sintieron detrás de ellos.

_ Hola jóvenes, ¿cómo la están pasando?_ pregunto el más bajo de los dos recién llegados.

_ ¡Dovahkiin!_ dijo emocionado Severus al reconocer la voz del caza-dragones_ Mejor ahora que llegaron_ dijo sonriente viendo que sus amigos asentían apoyando la idea.

_ ¿Los podemos acompañar?_ pregunto cortes el homicida, Regulus hizo un espacio y Severus hizo lo mismo, Connor cerca del de bucles y Dovahkiin cerca del peli-negro, Lucius quedo en medio de los dos.

_ Eso estuvo increíble_ unísono la voz de Regulus con la de Severus alagando al héroe que tenían al lado, luego rieron tímidamente.

_ Gracias_ dijeron al mismo tiempo los héroes haciendo reír a los tres menores.

_ ¿Ya tienen una idea de lo que puede ser la segunda prueba?_ pregunto el rubio que se encontraba sentado abrazando sus rodillas.

_ Al menos yo, no _ dijo Dovahkiin que se encontraba vestido de camiseta de manga corta negra (Lucius le seguía mirando como si le hubiese salido una segunda cabeza), unos pantalones cortos y unas botas, además del cabello mojado dejando en evidencia el reciente baño.

_ Mmm… por ahora, yo tampoco_ resoplo el homicida vestido con una sudadera de color gris con bordes y patrones rojos, pantalones del mismo color y zapatos deportivos negros. Su aire era muy fresco, así que pensaron que también estaba recién bañado. Siguieron charlando un poco más.

Tan animado estaba Severus con el héroe de mirada azulada que no noto que Lucius cada vez se quedaba mas mudo, cada vez más sin vida, notando que solo quería una cosa en ese momento.

_ Emm… D-Dovahkiin_ dijo de pronto haciendo que él le pusiera total atención_ Quisiera que me mostraras otros de tu Thu’um… ya que son muy asombrosos_ dijo haciendo que a este le salieran estrellas de los ojos y mostrara una amplia sonrisa ante la petición del tierno menor.

_ ¡Claro! ¡Encantado me mostrarte todos los que se!_ bramo de pronto y parándose de la misma manera, al parecer a Severus le había interesado la charla de los gritos en lengua de Dragón y quería ver otros. Lo levanto con emoción del suelo, tomándolo de la mano como un niño que le quiere mostrar algo a su madre y salió con paso apurado hacia un lugar más alejado, siendo él el que dirigía la marcha con un peli-negro a rastras.

Viendo la extraña actitud de Severus, Regulus volteo a verlo, luego viendo a Lucius que se encontraba perdido en su mundo y a punto de soltar lágrimas, haciendo lo mismo que hizo su amigo.

_ Connor…_ le llamo, este lo “miro”_...acércate…_ este obedeció y Regulus se acercó a su oído_ “Lucius está deprimido, necesita estar solo, vamos a pasear un rato mientras que se pone a pensar”

_ “¿Le pasa muy seguido?”_ le susurro en el oído al otro.

_ “No, esto paso muy recientemente… creo que es sobre Remus… necesita estar solo”_ le misturo, no se lo tuvieron que decir dos veces, se paró y ayudo al menor a pararse_ Lucius_ lo llamo, este apenas lo miro_ Te… dejaremos solo… ¿sí?_ dijo suavemente.

Menos mal que tenía amigos que entendían lo que quería con solo mirarle, este asintió con una leve sonrisa y vio como ambos chicos se ibas caminando por la orilla del lago hablando de forma suave y constante. Inhalo y exhalo fuertemente, coloco su mentón entre sus piernas y miro el atardecer.

El plata de sus ojos se fundía con el anaranjado del sol que se ocultaba entre los arboles del bosque. Era fuerte, tenía actitud… pero se sentía débil… pensaba si le había pasado algo al lobo de Gryffindor… ya habían pasado dos días desde que no le veía… desde que no le sentía… paso varios minutos solo escuchando el cantar de las aves, el sonido de pisadas de las pequeñas aves sobre el congelado lago… e incuso podía sentir a lo lejos los gritos extraños del caza-dragones que de seguro estaba junto a Severus mostrándole los potentes ataques que poseía. Una risa traviesa se escapó de sus labios… para volverse un suspiro lastimero…

De pronto sintió el correr de alguien. No le dio importancia ya que podía ser uno de los concursantes corriendo para entrenar… e incluso podía ser un estudiante corriendo de un dementor que a él o le importo en ese momento. Los pasos se acercaban haciéndole fruncir el cejo ¿Quién demonios quería molestarlo en ese momento?

Luego lo agitado de una garganta, jadeante ante la corrida… luego silencio… Una mano gentil se posó sobre su espalda tensándolo completamente, se dio vuelta rápidamente para mandarlo al demonio pero se detuvo al ver esos ojos dorados que tanto anhelaba ver desde hace días; Remus estaba totalmente agitado, jadeaba mucho, parecía que se había escapado de alguien recientemente y para perderlo corrió un par de vueltas al castillo o algo parecido, sumado a las grandes ojeras y su rostro demacrado por el cansancio pensó que estaba viendo a un muerto en vida.

_ Uff… Lu-cius… al fin te-encuentro… ¡¡ahhh!!_ jadeo fuerte para regular su agitada reparación mientras que el rubio lo veía con los ojos abiertos de par en par_ ¿cómo… estas?_ el rubio no le contesto, solo lo analizo con la mirada nuevamente estrechando los ojos, como si no le conociera, al otro le decepciono y entristeció la mirada gélida que tenía el oji-gris_ … Yo… lo siento ¿sí?... No sé qué hice mal pero, perdóname, no fue mi intención_ el rubio estrecho más los ojos, la garganta del castaño se cerró ante lo que parecía ser indiferencia por parte de él.

No podía emitir palabra alguna, suspiro al ver que parecía ser imposible tratar con el Slytherin, pero era un Gryffindor, y por algo ello eran tercos_ Lucius por favor… yo, si, estuve distraído y no te hable, pero hay motivos… que no te diré… _ La mirada plateada se entristeció, agacho su cabeza; ese comentario no lo debió dejar salir ya que ahora el rubio sabía que el ocultaba algo y que no se lo diría_… aun…_ Remus le tomo del mentón para que le viera y no le evadiera_... ya que quisiera que confiaras en mí, que me conocieras mejor y yo a ti… para poder abrirme por completo contigo y decírtelo…_

_... ¿y… que me propones?_ le pregunto casi-bajo al tener una oportunidad para que le confesara tan terrible secreto.

_... eso solo depende de ti…_ le confeso soltándole el mentón dispuesto a irse, peor no había ni podido darse la vuelta cunado Lucius dio un pequeño salto acorralando su cuello para abrazarle fuertemente haciendo que casi se le caiga encima, no se hizo de rogar y de inmediato le abrazo la espalda con ternura mientras que el otro escondía su rostro en el cuello del licántropo, este se sentó en la nieve para quedar más cómodo, sintiendo la cálida respiración del rubio sobre su cuello_... me atraes mucho Lucius…_ le confeso haciendo que este se separara para verle alguna pisca de broma en esos dorados ojos, pero hablaba enserio_ …podría hasta arriesgarme a decir que me he enamorado de ti…_ le dijo acariciando su mejilla sonrosada y luego su largo y sedoso cabello platinado_... me gustaría… ser tu pare-_

_ Si_ dijo de pronto el otro dejando atónito al castaño, no había ni terminado la frase cuando el otro ya le había dado la aceptación.

_ P-pero ni-ni siquiera he terminado de decir que me quiero ser tu nov-_

_ Si_ volvió a decir el rubio con expresión seria para luego volverse en un tono carmesí muy tierno_ Si, soy impaciente, pero también lo deseo Remus… quiero ser alguien para ti_ dijo muy dulce el Slytherin dejándolo embelesado ante la imagen de Lucius, con el atardecer a sus espaldas más el tierno sonrojo en sus mejillas lo dejaba totalmente apetecible a ojos de cualquiera _ Me preocupas mucho, quiero cuidar de ti y quiero saber de ti… tal vez vamos rápido pero sí, pero quiero ser tu pa-_ esta vez Lucius no pudo terminar ya que los labios del licántropo le sellaron los suyo en un tierno rose, sus brazos se enredaron en el cuello del Gryffindor mientras que los de Remus se colocaron en su cintura para sentarlo sobre él, dejando al rubio un poco más alto, algunos mechones de cabello rubio caían como cascada a los costados de su rostro dejándole más tierno aun.

Continuaron besándose, demostrándose amor mutuo por un largo tiempo… siendo vistos por Regulus y Connor que fueron a ver si el rubio no necesitaba ayuda… al parecer ya no deberían volver por ahí por un largo tiempo.

 

 

Sus ojos azules miraban hacia todos lados, derecha-izquierda, izquierda-derecha, buscado al pequeño Slytherin que se había escondido en algún lugar del gran patio de Hogwarts.

Uso un truco infalible para encontrarlo. _ LAAS YAH NIR_ susurro suavemente… revelando la fuerza del menor que se había escondido a un kilómetro del lugar y de inmediato salió a su caza_ ¿Cómo ese pequeño corrió tan rápido para llegar tan lejos en cien segundos?_ se preguntaba ya que habían jugado a un antiguo juego muggle, las escondidas como le decían, donde tenía que contar hasta cien mientras que otro se escondía; quien iba a decir que el pequeño Slytherin se escondiera tan lejos. Cuando llego al lugar se hizo el desentendido, como si nunca hubiera usado el Thu’um para hallarlo, aunque también le parecía extraño que las pisadas del peli-negro no se vieran en la nieve, pero luego se lo preguntaría.

_ Ohhhh, ¿Dónde estarás pequeña criatura de los dioses?_ gritaba el caza-dragones fingiendo no saber dónde estaba, lo cierto era que los arbustos crujían y, aunque fuera imposible, se reían_ Oh, este arbusto que se ríe podría decirme alguna pista… Señor arbusto, ¿Podría decirme el paradero de un hermoso joven de cabellera del color del carbón, ojos que parecen la misma noche y cuerpo esculpido por la misma Afrodita?_ alago el castaño haciendo que el arbusto se riera con más fuerza.

_ Siiiii…_ dijo el pequeño árbol con voz chillona_… dijo que se escondía de un cazador…_ volvió a sentirse esa voz pequeña acompañada de una risilla.

_ Y…_ dijo alargando la letra mientras que se acercaba al arbusto, listo para saltarle encima como a una presa_... ¿usted no me podría decir a qué lado se ha ido?_ le decía cada vez más cerca, el arbusto crujió levemente.

_ Claaaaro buen señor…_ dijo esa voz, el caza-dragones estaba punto de atrapar al pequeño peli-negro de su escondite_... se fue… por… ¡ALLI!_ grito saliendo de su escondite y empezando una corrida hacia el lado dicho mientras que se reía por el susto que se había dado Dovahkiin cuando estuvo a punto de saltarle encima.

Enseguida el mayor corrió detrás de él tratando de alcanzarlo, entre risas y varios metros más adelante, pudo alcanzar al risueño Severus y con una tacleada suave lo tumbo en la nieve empezando a reír junto al pequeño que tenía entre los brazos.

_ Ja, muchas gracias señor arbusto por ayudarme_ le dijo entre risas, el otro se reía sin control ya que el otro le ejercía cosquillas sobre sus costillas.

_ ¡P-para!_ decía llorando de la risa, el otro se detuvo_ ¡No se vale, estoy seguro de que usaste un grito para encontrarme!_

_ ¿Me oíste gritar?_ preguntaba con una sonrisa de lado.

_ No… ¡pero estoy seguro!_ decía con un puchero en el rostro. Dovahkiin se paró y lo ayuda a reincorporarse.

_ Vamos, te acompañare junto a tus amigos, te aleje de ellos..._

_ No, Lucius necesitaba estar solo, de seguro que Regulus también lo entendió…_

_ Bien, en ese caso…_ de pronto tomo en brazos a Severus_... ¡sigamos!_ dijo mientras sobre sus brazos empezó a girar sobre su eje haciendo que Severus sintiera que volaba, y para no caer coloco ambos brazos en el cuello de Dovahkiin mientras empezaba a reír por la diversión que sentía en ese momento.

 

 

_... entonces, ¿recién te escapaste de Pettigrew?_ le pegunto el rubio al somnoliento cuerpo entre sus piernas: sus piernas estaban extendidas en la fria nieve y sobre ellas estaba apoyada la cabeza de Remus mientras que su cabello era acariciado por los finos dedos del rubio, tenía los ojos cerrados, pero no dormía.

_ Si… me dijo que descasara… dormí unas horas pero luego… no lo resistí y fui a buscarte…_ le dijo abriendo los ojos encontrando las doradas hebras de cabello casi tocando su rostro.

_ Pudiste esperar hasta mañana luego de haber dormido y comido bien_ le regaño su ahora novio mientras le seguía mimando.

_ Si… pero… ¿no te gusta esta situación?_ le pregunto curioso viendo cómo se colocaba unos mechones de cabello detrás de las orejas para que no le molestara al rostro que tenía sobre las piernas. No contesto a la pregunta pero Lucius beso su frente en señal de que efectivamente, no se arrepentía de la situación.

 

 

En Las Tres Escobas, Regulus y Connor se encontraban tomando unas bebidas calientes con algunos pasteles que, luego de insistir mucho, Regulus pago gustoso. Ahora veía como, fascinado, Connor tomaba chocolate caliente que el de bucles le había recomendado que tomara.

El, aun sin saber de qué se trataba, acepto, por una extraña razón esa bebida se adaptó a él de inmediato. Su dulce sabor le encantaba, lo único era que debía tomarlo despacio ya que si no se quemaría la lengua si intentaba hacerlo. Y luego paso con los pasteles; Connor se había reusado a comer eso en el banquete, solo almorzó carne roja, por pura costumbre sin dejar entrar nada nuevo a su dieta.

Regulus no había probado bocado por tan enternecedora escena, nadie se había alegrado tanto por comer un pastel o tomar chocolate… como ese misterioso hombre lo había hecho.

_ ¿Te gusto?_ le pregunto al ver que en su pequeño plato y en su taza ni rastro quedo de lo devorado recientemente, el otro asintió avergonzado_ Si quieres toma del mío, en realidad no quería_

_ No_ dijo serio_ Eso… te pertenece_ dijo respetuoso, pero no era así a ojos de Regulus que veía como había quedado chocolate esparcido en la comisura de los labios del nativo dándole un aire infantil. Tomo una toallita de papel y le limpio la boca con él, Connor no opuso resistencia y se sonrojo levemente.

_ Anda, tómalo, sé que lo quieres_ le volvió a decir habiendo terminado de limpiarle y entregándole su chocolate que tenía la mayoría de su contenido y su pastel que estaba intacto, y aunque intento resistirse, la nueva experiencia le había fascinado, aceptando lo que Regulus le daba.

_ G-gracias_ dijo avergonzado, el otro asintió y apoyando su cabeza en sus brazos observo la escena una vez más, acabando en la misma situación, volviéndole a limpiar el rostro con una nueva toalla de papel, esta vez hasta se había ensuciado la punta de la nariz, haciendo reír tiernamente al Black por tan extraño hombre… frio y calculador en batalla… cálido y tímido en otras ocasiones.

Notas finales:

* Nota: el nombre de las elfas nunca lo enconte, asi que los invente :) al igual que esta retorsida e iracioal historia XD 

Bien:

Dovahkiin pertenese a Bethesda Game Studios

Connor a Ubisoft Montreal

Solid y Raiden a Hideo Kojima

Dante, Vergil, Trish y Lady a Hideki Kamiya

Las elfas son protagonistas del juego Lineage 2 (Videos disponibles en la pagina)

Hawke es de BioWare (video disponible en la pagina)

 y como soy peresosa dire que ninguno de los personajes son mios, solo los meti en esta historia y cambie sus personalidades y demas -_- 

Espero les haya gustado el capitulo :3 Ahi se ve muyayos 

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