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El Dovahkiin por PauliBlack

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Notas del capitulo:

Haloooo, traigo amor~ xD Disfruten del capitulo, dentro de tres dias posiblemente actualizo~ nun

No había mayores novedades en el trascurso de esas dos semanas. No había muestra de nervios o arrepentimiento en los doce concursantes restantes, y los alumnos de todos los grados ya se habían fusionado perfectamente a la compañía de estos. Estos ya sabían varias cosas de estos, como que a cierto soldado corpulento le gustaba levantarse realmente temprano para comenzar un entrenamiento riguroso digno de un militar de elite. Marcus Fénix era un espectáculo ambulante, con esos músculos tan grandes a la vista de todos. Siguiéndole el paso, el joven Chris Redfrield entrenaba junto a un reciente rubio que no participaba en el concurso, pero que lo ayudaba en el entrenamiento de forma ardua y cruda. Los rumores argumentaban que estos dos eran pareja, al ser vistos en pocas ocasiones, luego de los descansos, tomados de la mano sutilmente; y si bien el hombre rubio no respondía a ninguna de las pregunta de los alumnos, el joven agente de S.T.A.R.S. las respondía de forma más tímida y simple, aceptándola relación sin preocuparse de las reacciones.

Otra de las parejas conocidas eran la de, según las jovencitas y de algo que otro chico, el muy atractivo hombre de cabellera larga y platinada, Sephiroth, y, según una cantidad significativa de hombres del colegio, el hermoso rubio Cloud Strife. El alto oji-verde, luego de varias interrupciones de entrenamientos por parte de varias chicas y chicos para asaltarlos a él y a su pareja lo habían hartado a la tercera semana de llegados al lugar, asaltando al rubio en un fogoso beso delante de los espectadores para que dejaran de coquetear con ambos, en especial con su chico de ojos azulados, dejándolo muy avergonzado luego del asalto inesperado.

Había una pareja, que si bien no se trataba de un amorío, la pasaban gran parte del tiempo juntos. Cole Macgrath y Alex Mercer pasaban el tiempo en compañía del otro, no solo entrenando, donde se les podía ver como parecían querer destruirse el uno con el otro de una forma feroz, sino que también en alguno que otro paseo por el castillo. Los alumnos veían como el encapuchado era muy callado, mientras que el chico con el cabello recortado era todo lo contrario, contando anécdotas de sus aventuras o temas personales de una forma entusiasta y energética. Los magos creían que Mercer perdería la paciencia con facilidad, ya que pensaban que si se ponían en el lugar de este, eso mismo sucedería. Pero este no parecía inmutarse, y contentaba con muy pocas palabras, demostrando que, aunque no lo pareciera, ponía atención a las historias del otro.

Uno de los chicos que destacaba entre los competidores, ganándose una reputación por su amabilidad y habilidades asombrosas, era Hawke. El chico de cabellos oscuros entrenaba con una lanza, donde demostraba su destreza con un arma que, en sí, era difícil de manejar; si no se hacía de la forma correcta, esta sería un estorbo. Pero este la volvía dócil entre sus manos, a una velocidad impresionante, para luego detonar sus poderes de fuego. El chico, junto con el caza-dragones, se encargaba de forma temprana de despejar la nueve en una zona bastante grande para el entrenamiento, sin dañar el césped que descansaba debajo de la capa de nueve; la zona era utilizada por todos los héroes por igual. Este, según los competidores, demostraba el poder de liderazgo perfecto, siendo amable con todos por igual, pero a su vez, siendo un hombre fuerte y determinado.

Las chicas no se quedaban atrás. A pesar de las tres perdidas femeninas en las anteriores pruebas, las restantes demostraban no ser “muñecas de trapo”. Trish tenía la velocidad y fuerza en perfectas condiciones, junto a sus armas de fuego y sus ropas ajustadas, la transformaban en la chica “ardiente” del grupo. La rubia demostraba las habilidades dignas de haber sido contrincante de un demonio, como lo fueron los gemelos Sparda, que ya se habían enfrentado a ella varias veces; siendo ahora compañera de estos mismos.

Luego estaba Jill Valentine. Esta castaña de cabello corto tenía una gran amistad con Redfrield, ya que esta era su compañera en S.T.A.R.S., pero no demostraba lo mismo con la pareja de este. Valentine y Wesker se llevaban fatal, a que la chica había estado enamorada de Chris, y aun sentía algo; y al ser Albert la pareja de este, el odio mutuo no se hizo esperar. La joven poseía grandes habilidades con las armas, de todo tipo y calibre, teniendo una rapidez con el gatillo impresionante. En el aspecto físico, podía atraer a cualquier chico con sus atributos, si ella lo quisiera, al igual que Trish, pero no lo hacía por la misma razón que la rubia; no se le antojaba hacerlo.

Y de lo atrevido, pasaban al polo totalmente opuesto al hablar de Aileen. La elfa era la inocencia y pureza en persona. Sus cabellos rubios y sus ojos cristalinos hipnotizaban a cualquiera, pero lo hacía sin darse cuenta, ya que esta solo trataba de ser amable con todos. Era la más baja del grupo, pero a pesar de su inocencia, esta era una poderosa gladiadora. Y lo dejo demostrado luego de un entrenamiento con el propio Hawke, dejándolo en el suelo luego de un combate cuerpo a cuerpo. Luego de eso, estos dos comenzaron a entrenar en serio, llevándose hasta el límite en una batalla, quedando casi siempre en un empate. Ambos se habían vuelto buenos compañeros.

Todos los héroes tenían su propia sala común, teniendo luego diez habitaciones en toda, donde, en un principio, podían dormir dos personas en cada habitación. Pero a medida de que los integrantes fueron “derivados”, varias habitaciones habían quedado vacías. Pero esto también había sido productivo, ya que las parejas, tanto de noviazgo como amistades, podían tener intimidad, tomando una habitación para ellos mismos, así como las personas que querían quedarse en soledad, podían darse ese gusto.

Cierto moreno se estaba acomodando sus alta botas con correas, dejándolas perfectamente acomodadas con su pantalón azul, quedando cómodo. Su torso solo portaba una camisa blanca, y pensaba colocarse su gabardina blanca luego de la dicha camisa. Arreglando el abrigo, su compañero de habitación salió del baño, como siempre, desnudo.

_ Buenos días Connor_ saludo cordial y entusiasta el castaño recién llegado, frotando una toalla en su cabeza para secar sus cabellos.

_ Ya te dije que no te pasees así por la habitación_ le llamo la atención de forma autoritaria, pero de forma cansada; ya estaba cansándose de decir siempre lo mismo.

_ Pero si estamos solo los dos, tenemos lo mismo_ alego infantilmente el más bajo, refiriéndose a la anatomía masculina, yendo hacia un baúl a la cabecera de su cama para sacar la ropa limpia que se pondría ese día; el día de la tercera prueba. El otro hizo una pequeña mueca, una curva casi imperceptible a pesar de estar descubierto de la capucha que siempre portaba.

_ Y…_ el repentino monosílabo alerto al otro, que detuvo lo que hacía, que era colocarse la ropa interior_... ¿Qué pasaría si Severus viniera de repente a desearte suerte para hoy… Y te encuentra así?_ vio por el rabillo del ojo como una mueca de cierto terror aparecía en el rostro del caza-dragones_ Va a creer que eres algún tipo de pervertido_

Vio de forma divertida como el oji-tormenta se vestía como un rayo, colocándose rápidamente el chaleco de cuero, su tapado de piel junto al chaleco, faltando solamente colocarse las botas, guanteletes y hombreras, junto a las correas. Al quedar medianamente vestido, miro al otro con preocupación.

_ ¿Así está bien?_

_ Debería chantajearte así, de ahora en adelante_ se burló al homicida parándose de la cama y acomodándose mejor su vestuario. El otro suspiro aliviado, sentándose en el suelo para poder colocarse las botas. Algo le llamo la atención, había algo brillando debajo de la cama de su compañero. Aprovechando que el otro estaba distraído con su cinturón rojo, fue hacia allí y atrapo con su mano el objeto, encontrándose con un papel de aluminio dorado.

_ ¿Qué…?_ vio varios de estos allí, de varios colores, todos con un olor dulce que ya reconocía_ Connor_ le llamo, haciendo que el otro se volteara a verlo, abriendo sus ojos sorprendido al verse descubierto.

_..._ no se dijeron nada, la sonrisa perversa del Sangre de Dragón le incomodo, dándole nuevamente la espalda, ocultando su vergüenza casi imperceptible. El otro encontró aproximadamente nueve de esos papeles, de varios tamaños, de colores llamativos. Todos con la misma esencia; cacao.

_ ¿Uno cada día?_ pregunto curioso el nórdico, el otro ladeo la cabeza.

_ La primera semana no, ya que entrenamos todo el día_ el otro sonrió al oír la voz serena del otro, pero con cierto toque de dulzura en este. Lo conocía demasiado como para darse cuenta que algo así estaba pasando.

_ Es cierto_ alego, recordando que la primera semana tanto el cómo Connor habían entrenado casi sin descanso, los cuales eran para alimentarse o para tomar un pequeño respiro_ Eso significa que un día-_

_ Si_ interrumpió, no quería ver el rostro del otro, sabiendo que se encontraría con un posible rostro con un enorme “Lo sabía” en toda su extensión_... Me dio tres ayer… Cuando lo acompañe a la biblioteca_

El otro hacia una fuerza sobrehumana para no soltar una carcajada; el mismo homicida le había dicho, antes te el concurso, que “No debían interactuar demasiado con la gente que viniera de este mundo” porque “No eran confiables” o porque “Los trataran como unos fenómenos”. Recordó también que Severus le había devuelto su abrigo al inicio de la segunda semana, ya que ellos se exigieron en la primera semana entrenando, imposibilitando una visita por parte de los magos… Pero aquel chico no le había regresado el abrigo blanco al asesino; y este no parecía importarle demasiado.

El ambiente quedo en silencio, uno donde ambas mentes estaban en su propio mundo, quedando varios segundos si hacer nada.

_ Vámonos_ dijeron unísonamente, terminando de arreglarse. Connor fue el primero en retirarse, habiéndose colocado antes la capucha. Siendo seguido por Dovahkiin, que dedico una última mirada hacia el montón de papeles sobre la cama de su amigo, soltando una sonrisa.

_ “Siempre comparte todo lo que tiene, en especial si se trata de alimentos… Pero esta vez no quiso que, ni siquiera yo, me acercara a esos chocolates”_

 

 

_… Regulus_ regaño el rubio, ya por décima vez en menos de cinco minutos, viendo como el aludido estaba mirando penetrantemente la puerta de entrada hacia el gran comedor, observando como si estuviera por cazar una presa en específico que, al parecer, aun  no llegaba_ Por Merlín Regulus, termina de desayunar, que en media hora iremos hacia el estadio para la prueba, y ni siquiera has tocado la comida_ Y, efectivamente, el desayuno del Black estaba intacto. Resoplo molesto al ver que este no le prestaba atención_ Severus, dile algo_ imploro cansado_ No me hace caso, y-…_ sus palabras fueron cortadas al ver que los orbes ónix del mestizo estaban, disimuladamente, sobre la puerta; igual que los verde-grisáceos de Regulus. La poca paciencia del príncipe del hielo de quebró, tomando su varita desde su elegante abrigo blanco y apunto hacia Regulus, susurrando un Flipendo lo suficientemente fuerte como para dejar al pobre chico en el suelo, luego de un grito que alerto a medio comedor, incluyendo al moreno mestizo que observaba la puerta también.

_ ¡¿Qué demonios?!_ chillo el atacado, mirando con sus furiosos orbes al rubio que le regalaba una sonrisa burlona. El de ojos color plata solo subió sus hombros sin interés, guardando su varita y siguió con su desayuno. Regulus se levantó del suelo y volvió a sentarse, tomando una uva que se encontraba allí y arrojándosela a su atacante, siendo esquivada de forma grácil_ Maldito, ¿Qué demonios te pasa?_ gruño gutural, mirándolo con furia, siendo calmado levemente por la mano de Severus que acaricio sus bucles con cuidado.

_ En primera, tengo nombre_ apelo el rubio, que estaba de frente a él y el moreno menor_ En segunda, te he estado llamado por un tiempo considerable, repetidas veces; y el que me ignores solo para ver si el “atractivo” Kenway llega no es una escu-_ detuvo sus palabras al verse obligado a esquivar una manzana, arrojada por el avergonzado Black; las municiones de este estaba aumentando de tamaño.

_ Cállate_ le gruño con la sangre agolpada en sus mejillas, tomando su tenedor y comenzando a comer su desayuno, lanzando disimuladas miradas hacia la puerta. Los ojos der rubio rodaron en su órbita.

_Ya paren ustedes dos_ regaño el más bajo, masajeando el puente de su nariz. Un escalofrió recorrió su columna al ver la mirada picara del Malfoy sobre él; había sido descubierto también_ No_ corto abruptamente al ver que la boca del príncipe iba a abrirse, sabiendo que iba a delatarlo también. Este le regalo una mirada inocente

_No iba a decir nada_ confeso divertido, viendo como el moreno se tapaba con una mano, como si de repente el sol estuviera sobre ellos y no pudiera ver nada; con el objetivo de tapar la mirada acusadora del rubio.

Lucius veía la situación con diversión; antes, cuando no eran pareja  aun, sus amigos le hacían bromas sobre Remus, como cuando lo descubrían observando hacia la mesa de Gryffindor para encontrarlo, o cuando se cruzaban de repente y ellos le daban un codazo sobre sus costillas para que se animara a hacer algo estúpido. Y ahora que estaba desde el otro lado, quería aprovecharse de los conflictos amorosos de sus amigos; sin llegar a ser cruel.

Sabía que los corazones de sus dos amigos estaban en un conflicto, en especial Severus. Luego de aquel día, donde había dormido junto a él y Regulus, la actitud del mestizo cambio. Ahora era más tímido cuando se encontraban con los héroes, e intentaba no pasar demasiado tiempo solo con su “protector”, todo lo contrario a Regulus; que intentaba pasar la mayor parte del tiempo con el alto encapuchado, y eso solo significaba una cosa.

Severus se estaba debatiendo sentimentalmente.

Al parecer ahora el joven mago estaba viendo al héroe de una forma distinta a lo que le veía anterior mente, y eso alegraba al rubio. Cualquier persona seria mucho mejor candidato para Severus en ves del arrogante y pedante Sirius Black.

Y también lo había notado, el león estaba más al pendiente del menor; asechándolo desde la oscuridad. Alerto a Regulus de eso, procurando no dejarlo solo en ningún momento, ya que al parecer el moreno temía el encontrarse con este, ahora estando más alerta de lo normal.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por una lechuza que se posó en su hombro de forma confiada, dejando a varios sorprendidos por la confianza del ave. Sonrió al ver el plumaje castaño de la lechuza, conociendo a su emisor; quito la pequeña nota que descansaba en su pata, le dio un poco de fruta, y esta, luego de restregar su cabeza contra la mejilla de Malfoy, monto vuelo hacia el exterior.

Sí; la lechuza de Remus era un ave tan dulce como su propio amo.

 

 

_ Bienvenidos jóvenes… ¡A la Tercera Prueba de la Batalla de los Héroes!_ y como había pasado en las dos veces anteriores, los aplausos y gritos ensordecedores no se hicieron esperar, saludando no solo al director; sino a los doce participantes que tenían sus manos en la espalda, en una muestra de respeto hacia todos los alumnos y profesores. Grandes sonrisas adornaban algunos rostros de los concursantes, así cono en los otros su ego se inflaba como un globo, haciendo que se regocijaran ante la calurosa bienvenida_ Como ya saben, deberemos esperar a que nuestros jóvenes concursantes vuelvan de la prueba, donde irán hacia un monte, cubierto de enormes árboles y oscuridad indefinida_ los ojos de los alumnos se oscurecieron de repente_... Y no hablo del Bosque Prohibido, tranquilos todos_ carcajeo el mayor, haciendo que muchos soltaran un suspiro de alivio.

_ Menos mal_ soltó de repente el joven de bucles, que tenía a su amigo moreno sobre su regazo contra su voluntad y al rubio a la derecha, que era acompañado esta vez por el joven Remus.

_ Alumnos, despídanse de ellos por favor… No van a verlos al menos en una hora_ el ánimo de la jovial muchedumbre les lleno el corazón, haciendo que varios de los héroes levantaran una mano y la sacudieran como despido, con una enorme sonrisa_ En contacto, jóvenes héroes, nos vamos_ los chicos ya lo sabían, así que todos formaron un circulo alrededor del adulto, todos teniendo contacto con la personas que tenían a su lado; así fuera apretando una mano o tomándolo de un hombro.

El director sonrió, y tomando a joven rubio de ojos azulados por el hombro, los traslado a todos fuera de ese lugar. Todos los estudiantes se callaron de repente, viendo con sorpresa la rapidez en que se habían ido.

_ Ya… Se fueron_ murmuro la rubia serpiente, teniendo firmemente apretada la mano de licántropo.

_ Les ira bien Lucius, ya lo veras_ le calmo el oji-ambar, entrelazando los dedos níveos de su pareja.

_ Eso espero_ murmuraron suavemente tanto Severus como Regulus; este último apretando el abrigo blanco del asesino que lo traía puesto, como una muestra de aprecio.

Los ojos negros se clavaron en el lugar de partida, recordando esos ojos tormentosos que, antes de desaparecer, brillaron son esa fortaleza digna de un caballero; junto a una sonrisa tan radiante que lo habían enceguecido por un momento. Sus manos apretaron con fuerza su bufanda, recordando los minutos anteriores antes de empezada la prueba

 

_”Pequeño”_ la voz del caza dragones le había sorprendido desde atrás, sobresaltándolo y haciendo que se voltee con un suave sonrojo en sus mejillas, viendo como el que le llamaba venía con su traje de combate, incluyendo su casco ya colocado.

_”Dovahkiin”_ suspiro con asombro, haciendo que el aludido sonriera y posara su mano en sus hebras morenas para sacudirlas tiernamente_ “¿N-No deberías estar ya en la puerta del estadio?  Ya comenzara a prueba en un momento”_ le recordó, retrocediendo un poco del cuerpo del otro. El Sangre de Dragón noto el gesto de forma curiosa, pero dejándolo pasar.

_ “Si, de hecho ya debo entrar”_ le sonrió de forma amable, dirigiendo su mirada hacia las dos personas que estaban adelante; su compañero estaba siendo animado por el amigo del pequeño mientras este solo le “miraba” y asentía de vez en cuando. Volvió a mirar al moreno y vio algo que le alerto_ “Severus”_ le llamo de forma profunda, sobresaltando al mestizo al ver las grandes pero gentiles manos del nórdico tomar su bufanda y ajústala un poco, de una forma suave, viendo como este le miraba confundido_ “Le tenías mal puesta, ibas a resfriarte si no se ajustaba bien”_ la sonrisa amable de Dovahkiin hizo que un sonrojo abrupto y violento abarcara gran parte del rostro, tapándose la boca un poco con la bufanda verde con rayas blancas. Una pequeña sonrisa fue escondida debajo de esta.

_“G-Gracias”_

 

Su mano apretó más aquel objeto, mirando con preocupación hacia el cielo. Sus ojos se angostaron, deseando silenciosamente que el joven Sangre de Dragón volviera sano y salvo.

 

 

Los ojos de los concursantes veían con un brillo expectante aquel lugar donde se encontraban. Muy lejano de su ubicación actual se podía observar el antiguo castillo que ejercía como colegio; y realmente estaban lejos. Voltearon sus cuerpos para ver que había en sus espaldas, siendo sorprendidos por un bosque enorme, pero no tan tenebroso como el anterior Bosque Prohibido. La luz del sol podía pasar un poco más, pero de todas formas estaba oscuro. Los arboles tenían más vida, y en efecto, eran muchos más altos que los de la prueba anterior. Y una sutil capa de nieve les daba la bienvenida a su tercera prueba.

_ Muy bien jóvenes, presten atención_ les llamo el director, haciendo que todos volvieran a voltearse para observarle_  Esta, héroes, es vuestra Tercer Prueba en este concurso_ los ojos determinados de varios le hicieron sonreír_ Como bien saben, esta prueba será más difícil que las anteriores… Esta vez, las criaturas tienen el libre albedrío, y deberán estar alerta a todo lo que los rodeas mientras siguen las instrucciones_

_ Disculpe, Señor_ interrumpió el rubio de ojos cristalinos.

_ ¿Si joven Cloud? ¿Qué desea?_

_ ¿A qué se refiere con “Libre albedrio”?_ pregunto con firmeza, pero con un dulce toque de preocupación, haciendo que el de cabellos plateados tomara su cintura con una mano y lo juntara a su cuerpo, brindando su silencioso consuelo; conocía a su pareja y sabía que esta, ahora, estaba nerviosa_ Gracias_ susurro apenas, viendo los ojos esmeralda de su pareja, sabiendo que este le estaba apoyando a su manera.

_ Libre albedrio, jóvenes, significa que las criaturas de este lugar podrán hacer lo que quieran con ustedes_ la sangre de algunos se le congelo_ Ahora ustedes están en su territorio, lo defenderán con uñas y dientes… Pero pueden haber excepciones, claro está, y los dejen seguir sin problemas_ la sonrisa del director no calmo las dudas de los concursantes, es más; hacían que estas incrementaran.

_ ¿De qué se trata esto, tío?_ esa era la voz del encapuchado Mercer, teniendo las manos en las bolsas de su abrigo, en una posición aburrida.

_ ¿Esto?_ pregunto divertido el mayor al ver el tono del chico_ Joven Alex, ya debería saberlo_ los ojos detrás de las gafas se oscurecieron con cierta maldad_ Esto se trata de sobrevivir, la ley del más fuerte; pelea y vivirás, eso es todo_ al ver los dientes del chico ser exhibidos con molestia hacia el director, un chico lo sostuvo del pecho, frenando la posible idea de su amigo.

_ Lo que Alex trato de preguntar_ interrumpió Cole, viendo nervioso la rabia del poco paciente encapuchado y sabiendo que este podía sacar sus poderes para acabar con el adulto_ Era de que se trataba, ¿qué debemos hacer?_ el director sonrió amable y asintió.

_ Citare nuevamente la pista, ¿Si?_ una de sus manos se dirigió hacia su mentón, recordando las palabas anteriormente utilizadas_ “Confía en mi… Y saldrás vivo de esto”_ recordó, mirándolos seriamente_ Ustedes… Deberán invocar a una criatura guardián… Por medio del Aura_

_ ¿Qué?_ pregunto confundido el joven Macgrath, soltando a su amigo que ya se había calmado.

_ Deberán guiarse en el bosque, mediante algunas sorpresas que se irán encontrándose en el camino… Si lo hacen de forma correcta, y llegan al lugar adecuado, podrán invocar a una criatura mágica, capaz de ayudarle no solo en esta prueba… sino también en las otras dos que vendrán_

Las miradas de asombro y duda no tardaron en llegar.

_ ¿Criaturas mágicas?_ Pregunto curiosa la elfa, recibiendo un asentimiento del mayor_ ¿Y qué clase de criaturas serán?_

_ Eso, jóvenes, deberán descubrirlo ustedes mismos_ como era costumbre, el director saco una bolsa de su bolsillo, dirigiéndose hacia el primero de la fila horizontal, siendo Marcus Fénix el afortunado_ Saque uno de los pergaminos, joven Marcus_ el gran hombre obedeció, sacando un papiro viejo enroscado en su propio eje_ No lo habrá ahora, cuando este en el bosque si podrá leerlo_ le recalco el adulto, pasando por todos los competidores_ Ahora sí, jóvenes, están casi listos_ el “casi” dejo alerta nuevamente a los héroes, viendo el director sacaba otra bolsa, siendo reconocida de inmediato por todos los héroes_ ¿Quieren caramelos de limón?_ pregunto divertido, viendo que varios ya tenían la confianza de acercarse y tomar los dulces que este les ofrecían, y de paso, tomar otro para un posible compañero o pareja.

_ Toma_ le ofreció Dovahkiin a su compañero, viendo como este tomo su ofrenda y se la llevaba a la boca. El oji-tormenta vio la satisfacción de Connor ante el dulce, rebabándose su propia mercancía a la boca para disfrutar también.

_ Serán trasladados hacia su lugar de partida y apenas lleguen, les recomiendo que lean el pergamino, serán las instrucciones que deberían seguir_ soltó una última sonrisa_ Jóvenes… Les deseo suerte_

Los chicos asintieron, con una determinación excitante sus ojos. Dumbledore junto sus manos, separándolas rápidamente y haciéndolas chocar nuevamente en un aplauso, viendo como los chicos desaparecían delante de sus ojos; un suspiro escapo desde sus labios y saco su propio traslador, yendo hacia el estadio donde sus queridos alumnos tendrían que esperar a la llegada de los héroes.

 

 

Sus ojos tormentosos observaron con desconfianza y fascinación el ambiente que le rodeaban. El lugar tenía un parentesco con el Bosque Prohibido, con la diferencia de que este era demasiado callado, no se podía oír más que su propia respiración y el palpitar de su corazón, demostrando que estaba tranquilo. Otra de las notorias diferencias era la iluminación del lugar; varios rayos del débil sol podían atravesar con facilidad las copas de los árboles, que tenías cierta vitalidad que los otros árboles no tenían. Y la diferencia más grande… Era que se encontraba solo. Connor no estaba con él, demostrando que esta prueba, como la primera, debía atravesarla solo.

Tomo el pergamino y lo desdoblo con cuidado, viendo una letra fina y fluida adornando el antiguo papel. Había un título en un color más llamativo, en un rojo intenso: “Léeme en voz alta”. Era una orden que no dejaba espacio a replicas, y tomando un poco aire, comenzó a recitar en voz alta.

_ Si estás leyendo esto, felicitaciones, eres uno de los sobrevivientes de la Segunda Prueba, que tuvo como resultado la perdida de seis concursantes._ la idea se le hizo incomoda; era cierto, la baja de héroes fue abrumadora. Desistiendo a las ideas, continuo_ En esta tercera prueba no solo tu instinto de supervivencia será puesta a prueba, sino también el arma más poderosa que cualquier persona posee; la lógica_ esto ya no le estaba gustando demasiado_ Tu capacidad mental e inteligencia serán tu herramienta principal en este tramo, será tu prioridad. Ya que si no logras hacerlo, posiblemente, te encuentres con un futuro poco agradable_ suspiro cansado. Lo sabía, el área de la lógica no era su mayor atributo, a pesar de que sabía utilizarlo. Casi terminaba de leerlo, siguiendo con algunos ánimos que el hombre les había escrito para subir la auto estima, dejando por ultimo nuevamente unas llamativas palabras rojas, las cual debía recitar en una oz autoritaria, según las instrucciones de la nota_ Aperit viam ante faciem meam*_ hablo en un fluido latín, conocía el idioma perfectamente, ya que su entrenador se lo había enseñado sin problemas.

Vio como de repente una ráfaga desconocida azotaba ferozmente el suelo, haciendo que la nieve sea esparcida hacia los lados; dejando el camino que debía de seguir. Apretando el pergamino en su mano, comenzó a caminar a un paso apresurado hacia su destino, que estaba justamente al final del nuevo sendero que se le presentaba.

 

 

Su arco y flecha estaban en posición. Apenas comenzado el tercer encuentro había seguido al pie de la letra las instrucciones, comenzando a correr velozmente por el camino libre de nieve, tratando de terminar la prueba de forma rápida. Al parecer, la lógica seria la clave, y no tenía problemas con eso; el asesino tenía una percepción innata, y sabia de que podía tratarse el desafío. Pero tuvo que detenerse abruptamente por un inconveniente.

Luego de unos siete minutos de haber comenzado a correr, se había quedado sin camino.

No lo entendía, había quedado frente a una especia de columna de mármol de tamaño pequeño, con una especie de estilo romano o griego, no lo graba diferenciar. Pensó que debía buscar algo en los alrededores, algo que colocar en ese lugar para poder seguir avanzando, pero sus dudas fueron deshechas al oír un crujido dese su espalda, junto detrás de unos arbustos de tamaño considerable.

Su corazón golpeteo ansioso, queriendo estampar una de sus flechas sobre lo que fuera que estuviera detrás del follaje, pero se sorprendió severamente al ver el torso de una mujer asomándose con cautela. Una larga melena negra tapaba el rostro de la susodicha, y podía notar como este también tapaba el torso desnudo de la mujer. Algo se movió encima de la mujer, causándole recelo y desconfianza, quedando asombrado al ver que esta comenzaba a avanzar hacia él, mostrando un par de alas de enorme tamaño de un color castaño claro.

Y eso no era lo más extraño, la criatura poseía en su parte posterior no solo las patas, sino también los muslos, cadera y cola de un enorme felino, conocido como el rey de la selva; un León. Esta estaba en una posición de uno, apoyando sus cuatro patas contra el suelo, donde las dos anteriores eran mitad humanas, mitad de felino. Sus alas se sacudían lentamente, como si se estuvieran estirando, mientras que su torso, que era humano, aún era tapado junto con el rostro de la extraña criatura.

Retrocedió unos pasos de forma cautelosa, esa cosa podía ser peligrosa. Si tenía el tamaño de un león y llegaba a levantarse con sus patas traseras, podía superar su altura fácilmente y derribarlo; como ya había vivido cuando estaba cazando una pantera. También sabía que las flechas no le harían gran daño si no apuntaba hacia los ojos o garganta; ganaría el tiempo suficiente para sacar una espada que escondía entre sus flechas y podría acabar con la bestia.

Una risa lasciva escapo de los labios de la criatura, alertando al asesino que retrocedió un paso más, pero la bestia avanzo unos pasos hacia él.

_ Aléjate_ amenazo severamente, haciendo que la “chica” riera nuevamente, rozando perturbadoramente entre la lujuria y el egocentrismo.

No lo dudo demasiado, ataco con la munición hacia la criatura, ganándose un rugido estrepitoso de la mujer de cabello negro. La flecha había rozado sobre su “hombro”, pero el objetivo principal era su rostro; esta había logrado correrse justo a tiempo.

_ Guapo, no era necesaria la violencia_ ronroneo la criatura, viendo como ente ya tenía una nueva flecha apuntando hacia ella_ Si me matas, no podrás seguir avanzando en la prueba_ amenazo con un tono lascivo, crispando la paciencia del asesino.

_ Explícate de inmediato_ ordeno Connor, sin dejar de apuntarle al rostro, la chica avanzo hacia el rodeándolo  con su cuerpo, como un gato doméstico que quería frotarse contra las piernas de su amo en busca de atención. El homicida perdió la paciencia, chasqueando la lengua y saltando hacia atrás, sin contar con que la criatura tomaría su pierna con una de sus garras y lo devolviera al suelo, cayendo de espaldas en el mismo.

En menos de un segundo la criatura se había acostado sobre él, dejándolo imposibilitado de movimiento.

_Tranquilízate, guapo, no hace nada que tu no quieras_ ronroneo de una forma que al asesino se le antojo repugnante. Podía ver el rostro de la chica, era una mujer atractiva, con labios carnosos y rostro libre de marcas o cicatrices, Los ojos eran de un color dorado imposible que abarcaba toda la parte esclerótica, donde se suponía que el color debería ser blanco, y su pupila era solamente un punto negro que se clavó en el de forma perturbadora. Eran los ojos de un león, pero con rostro humano.  No quiso de ninguna manera dirigir su vista hacia abajo, sabiendo que descubriría los senos de la criatura, y a pesar de no ser específicamente un humano, él tenía sus códigos; no quería ver a una mujer semi-desnuda, aunque esta fuera mitad león_ ¿Eres un virgen acaso? La mayoría de los hombres que me ven mira directamente hacia estos_ ronroneo subiendo su torso, con la intención de que el asesino mirara sus senos expuestos, pero este bajo la cabeza, tapando su vista con la capucha_ Ohh, que lastima, eres algo aburri-_ sus palabras fueron interrumpidas por un dolor que se había alojado sobre su lado izquierdo, donde debería estar su estómago. Siseo molesta y se apartó de inmediato del nativo, notando como este posea en su guantelete una especie de daga ahora ensangrentada que no había visto; la daga oculta de un asesino.

De inmediato Connor se puso de pie, sacando su tomahawk que colgaba sobre su cinturón, preparándose para la batalla. La criatura siseo nuevamente, alzando sus gloriosas alas, y eso no era bueno. La mujer tenía ventaja en el aire, ventaja que él no poseía; no le daría el tiempo de subir a un árbol antes de que esa cosa lo interceptara primero y lo atacara.

Y así fue, la mujer tomo vuelo, pero no se precipitó hacia él, se dirigió hacia la columna y se echó allí, como un felino que esperaba algo, sin preocuparse por la herida que le había provocado.

_ Eres rudo_ alago la mujer, con un tono más serio, mirándolo con cierto desprecio. Connor no había bajado la guardia_ Quería entretenerme contigo, pero al parecer no estas para eso… Debes ser uno de los enviados por Dumbledore_ la mujer vio como este apenas asentía_ Te estará preguntando entonces porque tu camino acaba aquí, ¿verdad?_ pregunto con satisfacción.

_ Vas a ayudarme a seguir, ¿no es así?_

_ Ahh, eres tan directo_ alago con doble intención la joven, haciendo que la nariz del asesino se arrugara en molestia_ Cariño, por eso estoy aquí… Pero no será fácil_

_ No me interesa lo fácil_ respondió altanero, haciendo que la criatura ronroneara nuevamente.

_ ¿Sabes que soy yo?_ pregunto mirándolo de arriba-abajo, mordiéndose el labio inferior en éxtasis.

_No_ respondió tosco, ganando una risa de la peli-negra.

_Yo, cariño; Soy una Esfinge_ respondió arrogante_ Nosotras somos las guardianes de puertas más cotizadas del mundo mágico_

_ No veo ninguna puerta_

_ No solo de puertas, guapo; custodiamos todo lo que nos ordenen con uñas y dientes_ su mirada se afilo notoriamente, haciendo que el agarre en los tomahawk incrementara.

_ ¿Debo acabar contigo para seguir?_ pregunto con recelo, pensando en la posible respuesta.

_ Aunque me gustaría verlo, no trabajo así_ se acomodó en la estructura de mármol_ Debemos darles una oportunidad a nuestras victimas antes de acabar con ellas_ respondió de forma arrogante, molestado aún más al nativo.

_ ¿Qué te hace pensar que saldrás victoriosa?_

_ Mi imbatible record de muertes_ los ojos del Kenway se estrecharon con molestia; odiaba que subestimaran a las personas, no solo a él, sino a todos. No tenían el derecho.

_ Solo dime la forma de continuar _ ordeno, haciendo que la mujer se riera_ Dime cual es esa “oportunidad” de la cual hablaste_

La esfinge se retorcijo en placer, mirándolo con lujuria impregnada en sus afilados ojos. Separo sus labios, dispuesta a darle la ayuda.

_ Hay dos hermanas una de las cuales engendra a la otra, y ésta a su vez engendra a la primera… ¿De qué se trata?_ las palabras de la esfinge causaron un enigma en la mente del asesino, mirándola con cierta confusión. Los dientes de la criatura relucieron en una sonrisa macabra mientras sus ojos brillaban con hambre antinatural

_ ¿Qué?_ pregunto intrigado, advirtiendo de lo que se trataba todo. Ya lo entendía a la perfección, la esfinge ya debía haberlo alertado de todo, y las palabras de la criatura solo le dieron la respuesta. La lógica debía ser su mejor amiga en este caso, o su destino seria forjado por la indomable leona.

_ Responde este acertijo…_ rujió la mujer con lesividad y cinismo_... O te devorare_

Notas finales:

Acertijos, ¿quien lo imaginaria? xD 

* En latin, significa: "Abre el camino para mí"

Espero que les guste muyayaos, dentro de dos dias actualizo el Burdel y al siguiente el Dovahkiin. Nos estamos viendo~

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Nos vemos pronto muyayos~


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