El salón se encontraba en completo silencio. Todos seguían sorprendidos por lo que habían descubierto, aun no creían que el rubio mas dulcemente revoltoso de toda Konoha se encontraba encerrado en aquel lugar de tan mala fama. Si bien el blondo siempre fue un problemático que se metía en peleas en la escuela o fuera de esta, pero no pensaron que su rebeldía llegaría a tanto como para tener un lugar asegurado en la cárcel de máxima seguridad de Konoha. Sabían la razón por la que el ojiazul estaba encerrado allí, se los habían dicho como "presentación" de todos los presos.
Sasuke tenia la mirada perdida, al igual que todos los que conocían al rubio desde antes de marcharse con sus padres, osea prácticamente toda la escuela. El blondo siempre fue muy sociable y popular entre todos a pesar de solo tener doce años en ese entonces.
La mente del azabache divagaba recordando cosas del pasado, recordando los momentos bobos que solía tener con Naruto, las veces que el blondo lo sacaba de sus casillas con pasmosa facilidad, y se encontró todos los días añorando esos viejos tiempos, añorando volver a ver al rubio y que todo fuese como en antaño.
Pero ahora se daba cuenta que nada volvería a ser como antes, principalmente porque ese ya no era el Naruto que todos conocían y extrañaban, había cambiado mucho tanto de aspecto como en personalidad.
Todos, sin excepción, pudieron darse cuenta de ese brillo de malicia en su mirada, sus ojos siempre habían tenido un matiz travieso y malicioso, pero ahora era diferente, ese ligero tinte de travesura, se había convertido en uno de total maldad y perversión.
Sasuke recordó entonces el momento en que bajaron del autobús y los presentaron.
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(FlashBack)
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Los ojos de todos estaban abierto como platos, observando con incredulidad lo que ocurría frente a sus ojos.
Los reos estaban siendo inspeccionados por los policías para asegurarse que no llevaran ningún arma peligrosa entre sus ropas de presidiario. Pero eso no era lo que los tenia con la quijada rozando el suelo, no, era que la inspección de los policías era, como decirlo, demasiado sinuosa, pasaban sus manos por todo el cuerpo de los chicos, palpando mas de lo necesario. Claro que a los jóvenes parecía no agradarles mucho esto por sus ceños ligeramente fruncidos con molestia y asco.
Cuando los policías terminaron su "inspección", los reos fueron colocados en una fila enfrente de todos los presentes.
Del autobús bajo un hombre con un aspecto bastante perturbador para algunos. Con unos ojos amarillos como los de una serpiente rastrera acompañados con una asquerosa sonrisa de satisfacción. Este se ubico justo a lado de los chicos y comenzó a hablar con su viperina voz.
_Mi querida amiga Tsunade - saludo con cinismo - aquí están mis chicos como te lo prometí - señalando descaradamente hacia los jóvenes que seguían esposados y con una mirada de fastidio.
_Ya lo veo, podrías presentarlos... por favor - pidió la mujer con toda la amabilidad que poseía, la cual no era demasiada.
_Claro que si, mira, los chicos están acomodados en fila desde el 'menos' hasta el 'más' peligroso - En ese momento todos comenzaron a sudar frió cuando se dieron cuenta que cierto rubio que todos conocían, era el ultimo de la fila.
_El primero es Shikamaru Nara - comenzó la serpiente - él esta aquí por haber estafado a un magnate de los negocios mejor conocido como Pain y por haberle robado una cifra considerable de dinero - el mencionado solo bostezo con su aire de aburrimiento murmurando por lo bajo algo que identificaron como "que problemático".
_Bien - continuo, señalando al chico de aspecto femenino - El segundo es Haku, él se metió a robar a una casa, bueno, mansión, y robo una preciosa joya con el nombre "Cristal de hielo".
_El tercero es Sasori, él fabrico una extraña marioneta llena de C4 que hizo explotar un banco entero. Afortunadamente fue a muy temprana hora por lo que no se encontraba nadie en el lugar.
Los presentes habían pensado que esos chicos serian mas peligrosos, por lo que su miedo había disminuido un poco, solo un poco.
_Los que siguen son Sai y Subaku no Gaara y ellos mataron a una mujer con arma blanca al tratar de robar su auto - ambos chicos simplemente desviaron la mirada, indiferentes.
La serpentina mirada del hombre de repente se torno mas perversa y todos sintieron un escalofrió recorrerles la columna, tanto por la sonrisa sádica del hombre como por el hecho de que quien seguía no era nadie mas que el rubio cabeza hueca que los miraba con una casi imperceptible media sonrisa.
_Y por ultimo tenemos a Naruto Namikaze Uzumaki, como se podrán dar cuenta, el mas peligroso - al parecer saboreaba cada palabra al tratarse del blondo - y él esta encerrado por el crimen de Parricidio.
Se les congelo el corazón, sentían que en cualquier momento les daría un paro cardíaco y que sus ojos se saldrían de sus cuencas de tan abiertos que estaban. No lo podían creer, en que retorcido mundo Naruto podría matar a sus queridos padres, a los que amaba con todo su corazón, era simplemente absurdo. Pero en ese momento a todos se les heló la sangre al ver en el rostro del rubio una sonrisa tan perversa que hasta el hombre de serpentina mirada envidiaría, sus ojos azules demostraban un brillo de satisfacción morbosa al escuchar su presentación... como si estuviese orgulloso de ello.
Un carraspeo interrumpió el repentino mutismo del ambiente y todos giraron sus cabezas hacia el viperino hombre - Y mi nombre es Orochimaru.
_Muy bien, gracias por eso y ahora que ya todos conocen a los participantes - dirigiéndose a sus alumnos y maestros - quiero que regresen a sus aulas y continúen con las clases normalmente, en un rato unos alumnos nuevos irán con ustedes así que apresúrense - ordeno con voz severa sin dar lugar a replicas por lo antes dicho - Y Orochimaru hazme el favor de escoltar a estos chicos a mi oficina, allí discutiremos sobre los últimos detalles.
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(Fin FlashBack)
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Y así es como ahora todos se encontraban en esa incertidumbre. Aun no les cabía en la cabeza la razón por la que Naruto habría matado a sus propios padres.
Pero nuevamente Sasuke recordó algo que tenia que ver con esas marcas inconfundibles en su cara, cuando Naruto tenia peleas fuertes con sus padres; él mismo tenia la extraña necesidad de provocarse daño, por cada pelea él se hacia dos cortes en cada mejilla con una navajita. Las marcas en sus mejillas eran cicatrices que, con el paso del tiempo, habían dejado unas simples marcas en un color mas oscuro que contrastaba con su acanelada piel. El azabache nunca logro comprender esas acciones del rubio y sinceramente no le importaba conocerlas, con que su blondo amigo no atentara contra su propia vida todos felices y contentos.
Bueno, no.
Sasuke sabia que el rubio tenia unos serios problemas de ira pero nunca llego a herir a alguien de forma grave ni siquiera a si mismo, por eso es que le sorprendía pensar que quizá la ira de Naruto se había desarrollado con los años y su autocontrol haya decaído.
La puerta del aula se abrió y por ella entro su profesor de ciencias Umino Iruka, venia con un semblante serio y ¿melancólico?. Se paro frente a toda la clase y suspiro pesadamente, tomando fuerzas para lo que tenia que decir, saco todo el aire de sus pulmones y comenzó...
_Chicos, se que quizá esto no es fácil y lo se yo los entiendo, Naruto para mi era como mi hijo y me duele verlo de esta manera, sin embargo ustedes tienen que aceptar esto. Debido a la competencia deportiva los chicos tienen que quedarse en este internado y por ordenes de Tsunade-sama ellos ellos estudiaran aquí.
_¡¿Qué?!
Y nuevamente a todos se les fue el aire, si aun no se reponían de la anterior noticia ahora estaban definitivamente al borde del colapso.
_¡¿Pero es que la vieja esta loca!? - en ese momento todos comenzaron a protestar y quejarse ante esa decisión.
_¡Shh! ¡Chicos! ¡Por favor, guarden silencio! - cuando lograron calmarse el profesor prosiguió con la noticia - Como decía, los chicos vivirán y estudiaran aquí, y espero que ni ustedes ni ningún otro estudiante arme mas escándalo, ya se les esta informando en las otras aulas sobre esta decisión de la directora, muchos no están de acuerdo pero ya no podemos hacer nada.
Tenían miedo, lo sabia. Sasuke sabia que todos tenían miedo, tanto alumnos como maestros, pero no temían de los chicos en si, temían de los problemas que pudieran llegar a causar, especialmente temían por el rubio, según lo que les habían dicho, él era el mas peligroso y nadie quería arriesgarse a hacerlo enfadar, mucho menos ahora que iba a convivir con ellos, como en los viejos tiempos... pero ya nada iba a ser igual, el blondo no era el mismo, para todos era sabido el problema de ira de Naruto y por esa razón, cuando aun no se había ido con sus padres, siempre trataron de evitar hacerlo enojar. En ese entonces no le temían, claro que no, eran sus amigos y lo querían como fuese pero si tenían que andarse con cuidado.
La voz del profesor lo saco de sus cavilaciones solo para decir algo que hizo que el corazón de todos y el suyo propio diera un vuelco.
_Ahora pasen, por favor.
La puerta se abrió lentamente como en cámara lenta, dando paso a un chico de cabello rojo como el fuego y otro con cabello rubio como el sol, estos se pararon frente a la clase con un aire sereno y desinteresado, bueno más el pelirrojo, el rubio observaba todo y a todos con una curiosidad demasiado inocente para su gusto.
_Bueno chicos, supongo que ya todos los conocen así que no ara falta presentación - dirigiéndose a sus alumnos que miraban con desconfianza a los nuevos - les pido mucho respeto. Ahora tomen asiento, por favor - les pidió a los chicos, estos simplemente asintieron con la cabeza y en silencio se dirigieron a los pupitres vacíos que estaban en la primera fila al frente de todos y a lado de la ventana.
La tensión se podría cortar con un cuchillo, eran tan palpable como asfixiante, esos chicos emanaban un aura de peligrosa tranquilidad. Como cuando sientes un silencio demasiado sospechoso y en el momento en el que te descuidas, algo salta sobre ti para tratar de matarte o hacerte algo nada bonito.
_Bien comencemos con la clase, la ultima vez nos queda... ehm sí Naruto, ¿qué necesitas? - había interrumpido su monologo al ver al rubio levantar la mano en son de querer decir algo.
_Vera sensei... - mas de uno se estremeció al escuchar esa profundo y ronca voz, desde que habían bajando del autobús no lo habían escuchado hablar, ni a él ni a los otros. Y ahora que lo hacían, no pudieron evitar sentir un escalofrió recorrerlas la columna vertebral, su voz eran tan... atrayente - Yo quería pedirle que me dejara decir unas palabras para - rió - confraternizar con mis viejos compañeros - termino sonriendo de manera traviesa.
_Ehm... claro, adelante.
El blondo se puso de pie lentamente, parándose frente a toda la clase y mirando a cada uno, clavando sus azulinos ojos en una mirada en especial, una mirada onix que sintió algo extraño en el momento que esos ojos se clavaron en los suyos, se sentía asechado, esos ojos atravesaban su cuerpo y alma como miles de navajas punzantes.
_Hola - saludo sonriente - veo, por sus caras, que no me han olvidado y que bien porque yo tampoco los olvide... a ninguno de ustedes - muchos lo miraban incrédulos, otros simplemente querían fundirse en su asiento al sentir esa mirada tan intimidante fija en ellos - yo si cumplo mis promesas, y dije que no los olvidaría - su voz tenia un tono ligeramente acusador, como si los estuviese culpando de algo - y no estuvieron cuando de verdad los necesite pero en fin el pasado es pasado y aquí nadie tuvo la culpa.
_Hay, por favor Naruto, no nos vengas con eso.
Alguien le interrumpió y todos dirigieron bruscamente sus miradas acusadoras hacia la persona que se había atrevido a interrumpir al blondo, encontrándose a Sakura quien miraba fijamente al rubio con resentimiento y petulancia.
Al contrario de lo que todos pensaron, Naruto sonrió, en una sonrisa cargada de ironía y superioridad.
_¿Porque dices eso Sakura-chan? - pregunto, mencionando lo ultimo con claro cinismo. Cruzándose de brazos y prestando total atención a la chica.
El pelirrojo, quien había estado al margen todo el tiempo, sonrió levemente. "Esto se va a poner interesante".
_¿A que bienes, eh? Sabes perfectamente que no vienes simplemente por esta tonta competencia deportiva - espeto la chica sonriendo prepotente, todos estaban preguntándose seriamente si a la chica no se le habrían zafado unos docientos cincuenta tornillos en la cabeza. ¡Estaba loca! ¡Quien mierdas se pondría a pelear con un chico que estaba bajo libertad condicional! ¡¿QUIEN?!. Diferentes pensamientos pero con un mismo fin, estrangular a loca.
_Estas insinuando que yo - se apunto a si mismo dramáticamente pero con burla - vengo a este lugar buscando algo más - rió cinicamente - tienes una gran imaginación, Sakurita - termino, cruzando los brazos nuevamente y mirando a la pelirosa con desdén.
_¡Sí! eso insinuó y sé que tengo razón, sino porque mas vendrías justamente a este internado, sino es por algo - la pelirosa estaba rabiando, no soportaba a ese tonto, si nunca lo soporto de chiquillo mucho menos ahora que regresaba creyéndose en puto rey del mundo, ya le enseñaría ella que él no era nadie.
El rubio amplio su sonrisa - lo del internado no fue mas que una feliz coincidencia, querida mía.
El azabache sintió algo removerse en su interior cuando escucho ese "querida mira" pronunciado con exagerada dulzura que, aunque sabia que estaba mezclado con obvia ironía, no pudo evitar sentir algo romperse, no sabia que pero no le agradaba en lo mas mínimo, todo era por culpa de ese rubio aparecido, su vida era tranquila y serena; y nada mas llegaba él y ponía su vida de cabeza nuevamente, sí, nuevamente.
El moreno observo, con un poco de diversión, como la chica se sonrojaba furiosamente pero de rabia, estaba comenzando a perder los estribos y no dudaba que esa loca fuera a lanzarse encima del rubio a querer estrangularlo.
Nadie, excepto Naruto, se dio cuenta de en que momento Iruka había abandonado el salón, solo pudo pensar "cobarde"
_No te quieras hacer el chulo, aquí tu no eres mas que basura - el rubio rió en señal de que no le importaba - eres un monstruo - y antes de que nadie se diera cuenta, el rubio ya tenia su mano apretando fuertemente el cuello de la chica. La pelirosa observo con temor como el rostro del rubio se enfurecía y la miraba a los ojos de una manera tan perversa que casi le heló la sangre. Todos los demás se quedaron estáticos, no supieron en que momento el rubio se había movido tan rápido.
_Escucha lo que dices - apretó un poco mas su agarre - si es así, no deberías meterte con este monstruo, porque - se acerco lentamente a su oido, a ella se le erizaron los vellos de la nuca al sentir la cercanía - puedes salir lastimada, Sakura-chan - le susurro al oído para que nadie mas escuchara, su voz siniestra haciendo que a la chica se le congelara el corazón del miedo.
Todos estaban pasmados, jamas creyeron ver a Naruto hablando y amenazando de esa manera.
El azabache no creía lo que sus ojos veían, ese definitivamente no era el Naruto que todos conocían, preguntándose internamente "¿Que paso contigo, dobe?"
El pelirrojo se puso de pie lentamente y dirigió su mirada a la, según él, divertida escena.
_Naruto - rubio hizo un leve movimiento de cabeza dando a entender que lo escuchaba - Viene Tsunade y no querrás que te vea así en el primer día ¿no?
_Tienes razón - soltó a la chica, la cual callo en su asiento como saco de papas, agarrándose el cuello y respirando entrecortadamente. En realidad si le había estado quitando la respiración ese agarre tan fuerte y si no fuera porque el pelirrojo llamo a Naruto, éste no la habría soltado.
Naruto y el pelirrojo se pusieron frente a la clase y en ese momento la puerta del salón se abrió dando paso a la directora quien venia con un semblante serio y preocupado.
_Naruto, Gaara acompáñenme a mi oficina por favor - pidió para después salir del salón seguida por el pelirrojo, Naruto camino pero se paro en la puerta mirando hacia atrás, a todos sus ex compañeros y amigos, los que prometieron apoyarlo siempre, los que consideraba parte de su familia y los que lo habían traicionado vilmente, no estuvieron cuando los necesito. Sabia que ellos no tenían la culpa pero no podía evitar sentirse traicionado de algún modo. y Sakura, esa iba a pagar con creces toda las humillaciones y desprecio que le hacia antes, ella si merecía todo su odio y ahora le dio una razón mas para hacerla pagar.
Sasuke se dio cuenta de la manera en que miraba a todo el curso, los miraba con resentimiento y algo mas que no pudo descifrar, cuando el rubio poso sus ojos en él, la mirada de este se había suavizado solo un poco pero ahora había algo mas, ahora lo miraba a él con malicia.
_Por cierto, una cosa mas para terminar con mi presentación - dijo sonriendo de lado cinicamente, antes de abandonar el salón.
_Cuiden de mi.
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Continuara....