Ruki povs.
Estaba molesto, no lo negare, eran las nueve y media de la noche y Yuu no había manera que se fuera, ¿no tendría que estar con aquel chico? Si no mal recuerdo Akira me dijo le decían Uruha, desde aquel día que ambos supimos que nuestras parejas nos eran infieles nosotros no dejamos de frecuentarnos, ¿había alguna relación? Para nada, solo era sexo y ya, y sí que disfrutaba acostarme con Akira, nadie me había hecho gritar de tanto placer como Akira, con Yuu disfrutaba, pero Akira me volvía loco, era tan innovador, creativo y a la vez atento, me encantaba que me mimaran en la cama, con Yuu jamás tuve eso, solo era lo que él quería y cuando lo quería sin siquiera preocuparse si me gustaba o no.
Una de las pocas veces que lo hicimos después que conocí a Akira, Yuu me buscó en un momento en el que yo no quería nada no tenía deseo de acostarme con él, eso no le importó y con nada podía excitarme, hacía lo que él creía que me gustaba pero nada funcionaba, eso lo enfureció tanto que terminé con empotrado contra el respaldo de la cama siendo prácticamente violado por “mi pareja” no pude hacer nada, el desgraciado me superaba en fuerza por lo que cerré fuertemente los ojos, pensaba en Akira, que el fuera quien me la estuviera metiendo, que sus manos no fueran las de mi novio sino las de mi amante de baja posición social, poco a poco sentí como empezaba a disfrutar aquello, la voz rasposa de Yuu se convirtió en la grave voz de Akira gimiendo en mi oído, todo se volvió completamente diferente al tenerlo presente, por suerte Yuu terminó y yo también.
-Así me gusta, que cooperes Ru… sabía que te gustaría-me acarició los cabellos y se acostó en mi cama con una sonrisa de satisfacción mientras yo me iba al baño a ducharme, me sentía sucio y humillado.
¿Por qué no lo dejaba? Porque era un acuerdo de nuestras familias para fusionar ambas empresas familiares, yo por supuesto estuve de acuerdo en un principio, ya que realmente estaba enamorado del hijo mayor de los Shiroyama, y el parecía tener interés en mí, eso era perfecto, y como dije, lo era…
Ahora esclavizado entre la traición y la ambición me encuentro en la sala de mi casa mientras Yuu veía una película sentado a mi lado.
-¿no es hora que te vayas? – le pregunté fastidiado.
-¿me estas corriendo? ¿O piensas salir? – me contestó enarcando la ceja algo molesto.
-ambas- le contesté sin interés, no quería pelear pero necesitaba que ya se fuera, Akira no tardaría en llegar y realmente quería verle.
-tu auto aun lo tiene Kai ¿verdad? si quieres yo te llevo a donde quieras y luego me voy.
-no es necesario, contraté a un taxista que me haga de chofer estos días.
- ¿Qué? – Preguntó divertido para después soltar una carcajada – tu, el gran Takanori Matsumoto ¿viajando en taxi?
-¿tiene algo de malo?
-nada, solo que no te imagino rebajándote a usar el transporte público, además ¿Cómo conociste a ese taxista? Seguro le estas pagando bien, esos tipos son solo unos ambiciosos hijos del demonio al manejar.
-mmm, por ahí, y cuanto le pague no te interesa.
Yuu se enojó, se notaba en la mirada asesina que me dedicaba, sonreí con autosuficiencia.
-está bien, me largo.
Él se levantó y fui tras de él para abrirle la puerta, besó mi mejilla y se fue, yo regresé a mi habitación a cambiarme de ropa, si vería a Akira no quería apestar a Aoi.
Una camiseta blanca con estampado negro ceñida a mi cuerpo, unos pantalones de mezclilla negra y unas botas, me puse de mi perfume y tomé la cazadora para ir de nuevo a la sala a esperar a Akira.
Horas antes…. Reita povs
Takashima caminaba de un lado a otro en la casa, realmente no le ponía atención en lo que hacía, desde hace días ya era así, hablábamos lo necesario, ninguno de los dos se percataba de la existencia del otro, o si ya habría llegado, yo solo me arreglaba para empezar mi turno en el taxi, esta vez por alguna razón quería verme elegante, quería que al ver a Takanori él pudiera observar a Akira, no al taxista con el que se acuesta todas las noches.
-Como que vas muy bien peinado al trabajo, hace mucho que no te veía así y ya me había acostumbrado a la cresta que siempre te haces.
Era cierto, esta vez no levanté mi cabello en una cresta en medio de mi cabeza, dejé mis cabellos ahora castaños hacia abajo parte de mi cabello me cubría el ojo izquierdo y lo demás estaba alborotado con leves ondulaciones, sentí que me veía bien.
-quise verme bien, es todo- le conteste terminando de maquillar mis ojos.
-si no te conociera diría que hoy no trabajaras, te estas arreglando demasiado y no para tu ruta.
-eso es algo que no te importa, el cómo voy a trabajar o no, al fin y al cabo te traigo para que vivas ¿no?
-¡no es suficiente! –Me gritó exasperado – te conformas con lo poco que tienes cuando puedes aspirar a mas, pero tú solo te estancas.
-me voy – le dije tomando mis cosas para salir de la casa sin esperar que Takashima me contestara algo, esas eran sus rabietas de siempre, estaba frustrado de no tener la vida que quería, pero tampoco ponía de su parte, ambos tuvimos que dejar los estudios por falta de recursos, nos conocíamos desde la niñez, y siempre nos cuidamos y procuramos con un amor especial, por eso cuando nos vimos solos al huir de casa, busqué trabajo de inmediato para que pudiéramos sobrevivir, en cambio él no hizo el mínimo esfuerzo por salir adelante y tomé la responsabilidad de los dos, no me molestaba para nada, si yo podía cuidar a Shima era más que feliz, pero sabía que él debía hacerse del sentido de la responsabilidad, lo cual jamás pasó, ahora que está con Aoi es más su frialdad en casa, pues él le da todo los lujos que quiere, lo que yo no puedo darle, si económicamente hablamos.
Me fui en el taxi y comencé la ruta sin problemas, este día si había bastante pasaje, no como aquel día que conocí a ese mini demonio insaciable, debo admitir que me dolió saber que Uru me engañaba, pero los besos de Takanori, sus caricias, el que él comprendiera como me sentía, su mirar, todo de él me tranquilizaba, me hacía sentir vivo de nuevo, era un calor en mi pecho que hace mucho que no sentía lo que me provocaba el saber que a las diez de la noche pasaba a su casa y sin falta, él ya me estaba esperando.
Y justo faltaban quince minutos para las diez cuando sonó mi celular, estaba al otro lado de la cuidad, si Ruki quería que me apurara se tendría que esperar, lo cual mi hizo sonreír divertido ¿tantas ganas tenía de verme? Tomé el celular que estaba en el tablero del auto, y conteste sin mirar que era Uruha quien llamó, no Takanori.
-Aki… amor… mmhhh – suspiró en el teléfono – te necesito conmigo.
Sabía lo que eso significaba, Uruha estaba caliente, al parecer hoy no se encontraría con Aoi, y seguramente estaba en la cama solamente con una de mis camisas media puesta mientras se tocaba, lo había hecho tantas veces que ya sabía cómo era el ritual, pero a pesar de eso, si no fuera por la situación actual, ya hubiera corrido a hacerle el amor.
-estoy ocupado, llevo pasaje ahorita – mentí.
-¿y eso cuando te ha detenido? Aki hace mucho que no lo hacemos, y te extraño… ¡aghh! –gimió en el teléfono.
No lo negare que aquel gemido me despertó las ganas de verlo.
-lo pensaré, las cosas ya no son como antes.
-aquí te espero, no creo que quieras dejarme aquí todo caliente por ti mi amor.
-jeh~ -sonreí ante esa frase y escuche una risa de satisfacción por parte de Uruha quien colgó la llamada.
Ahora tenía una encrucijada, podía ir a casa, y arreglar las cosas con Shima, si me lo propongo si podía lograr que dejara a Aoi, pero, por otro lado tenía a Ruki, él me estaba esperando, y el hecho de fortalecer mi relación con Shima significaría dejar de verlo, tenía que decidir entre mi amor de varios años y aun hombre que conocí hace menos de un mes.
Aceleré el auto, ya había tomado mi decisión y estaba ansioso de verle y esta noche hacerle el amor como si no hubiera un mañana.
Ruki povs
Media hora... media hora tarde, eso no se lo permito, sé que en su trabajo le pueden pedir que vaya a lugares alejados, pero si sabía eso pudo rechazarlos o algo así, Reita estaba acabando mi paciencia y yo como idiota esperando aburrido en el sofá de mi casa.
Reita povs
Miré la casa a lo lejos, sonreí ansioso de verlo, como si hubieran pasado años desde la última vez que nos vimos y no precisamente unas horas, me estacioné al frente y soné el claxon como siempre lo hacía.
Vi como la puerta se abría, me gustaba como se veía, creo que no fui el único que decidió arreglarse, pero algo no me gustaba en su rostro, estaba enojado, supongo es mi culpa por llegar tarde, se acercó y le abrí la puerta del copiloto, él se sentó a mi lado y bufó.
-llegas tarde – sabía que era eso.
-disculpa, pasó algo que me entretuvo un poco.
-ummm – contestó nada más, se le notaba que tenía curiosidad pero no se atrevería a preguntar.
-Uruha quería que le hiciera compañía esta noche.
-ah… entiendo.
-pero no acepte, prefería venir contigo.
-no me interesa – dijo frio y directo – además hoy no tengo ganas de hacerlo.
-¿entonces qué haces aquí en el auto? –pregunté con pillería.
-vamos a cenar.
-¿he? –solo pude decir eso, sorprendido de eso, nunca habíamos salido, en realidad solo era sexo nuestros encuentros, pensé en mi cartera, no creo que Takanori aceptara un lugar cualquiera, creo que intuyó mi preocupación pues sonrió.
-yo invito…
-no es necesario.
-si no aceptas no te lo perdonare que me hayas dejado esperando.
Suspiré, no podía contra eso y arranqué el taxi para ir a donde él me dijera.
Ruki povs
Debo admitir que sentí cierta desesperación que Akira no llegara temprano, me estaba preocupando en cierto modo, pero era peligroso que le marcara si estaba conduciendo, mejor solo me hacía la idea que posiblemente hoy no lo viera.
Escuché como sonó el claxon de su reliquia.
“-nada, solo que no te imagino rebajándote a usar el transporte público” escuché entre mis pensamientos la voz de Aoi, sonreí al pensar que jamás había tomado un taxi, mi auto se lo había prestado a nuestro amigo Kai, quien se fue de vacaciones pero su automóvil estaba descompuesto así que se llevó el mío dejándome caminando, o al menos como él dijo: Aoi puede llevarte, así sirve y están juntos…
Vaya juntos, pero no importa, estaba bien con estar con Akira…
-Uruha quería que le hiciera compañía esta noche…
Aquella oración hizo que mi enojo creciera, a mí nadie me deja plantado y mucho menos por un infiel como su pareja, una especie de celos se apoderaron de mí pero preferí no decir nada para evitar que lo notara.
-pero no acepte, prefería venir contigo…
Si soy sincero, aquella frase me hizo feliz, pude haberme lanzado encima de él a besarlo, pero tengo 32 años ¡por Dios! Esas son cosas de niñas quinceañeras, hice como si no me importara pero realmente me dio gusto escuchar eso.
Le di la dirección de mi restaurante favorito, no muy elegante para no hacer sentir mal a Akira, pero este lugar era muy bueno, y sobre todo, era muy privado y podíamos estar tranquilos.
Al llegar el mesero de siempre nos recibió y nos llevó a una de las mesas más apartadas, apenas nos sentamos hice el pedido por ambos, dudo mucho que Akira supiera realmente que pedir y por la vergüenza terminaría escogiendo lo más barato, tal como lo predije, su rostro de confusión al mirar el menú me lo confirmó.
-tranquilo, he pedido por los dos y estoy seguro que te va a gustar.
El otro solo asintió sin poder mirarme a los ojos, estaba avergonzado, se le notaba.
-no tienes por qué sentirte así, es más agradable salir a comer en compañía y así le damos un descanso a mi trasero –reí sin poder contenerme lo cual hizo que Akira también se riera, necesitaba confianza, es todo.
En lo que llegaba la comida nosotros platicamos de nuestras vidas personales, en todo el tiempo que llevábamos “juntos” nunca habíamos charlado así, apenas y me contestaba con cortas palabras cuando descubrimos a su pareja y a la mía juntas, vaya que es una ironía, pero de ello surgió algo entre Akira y yo.
Llegó la comida, era pasta con una salsa deliciosa, uno de mis platillos favoritos, Akira lo probó algo temeroso.
-por favor, ni que estuviera envenenado – me mofé
-no es eso, es solo que no estoy acostumbrado a estas comidas.
-pues te acostumbras esta noche o me enojo contigo –reí de nuevo y el igual, ambos comimos a gusto siguiendo con nuestra charla, no creí que tuviéramos tanto en común, sobre todo en lo testarudo que es, y debo admitir que yo también lo soy, eso me gustaba, poder tener a alguien a mi lado que defendiera su punto de vista, no que por ser parte de la gran familia Matsumoto siempre me den la razón por mas ridículo que sea solo para quedar bien conmigo, o los más altos cargos me traten como un niño berrinchudo, eso no pasaba con Akira, era un tu por tu contra él y eso me gustaba.
-Taka ¿esto se puede considerar una cita? –me preguntó casi terminando su comida.
-mmm… no lo había pensado, puedes tomarlo así si quieres.
¿Qué es lo que somos?
-personas. –respondí sarcásticamente.
-no idiota, me refiero a…. – oh no, justo lo que no quería, no quiero meter sentimientos de por medio en esto, por favor no que me digas que te enamoraste de mí.
-no somos pareja si a eso te refieres – le interrumpí antes que dijera lo que no quería escuchar.
-iba a decir que amantes o algo así, no pensaba en una relación ni nada por el estilo.
Suspiré algo aliviado, su rostro no mostraba expresión alguna así que supuse que era sincero, pero ¿por qué siento que mi pecho se oprime al saber que él no me vería como una pareja?
-solo es sexo por despecho.
-un muy divertido sexo por despecho –me completó y sonreí.
Aoi povs
No quería creer lo que veía, tenía la sospecha al verlo tan apresurado porque me fuera de su casa, no quería parecer uno de esos novios psicópatas que piensan que sus parejas los engañan pero algo me hizo quedarme y seguir desde muy cerca de Takanori cuando aquel taxi se estacionó frente a su casa, no vi nada raro, bueno, la oscuridad de la noche no me ayudaba a verlos, hasta ese momento todo estaba normal, tal como dijo, un taxista lo llevaría donde tenía planeado estar, lo que me sorprendió fue que el chofer se bajara con él y fueran recibidos en el restaurante favorito de Ruki, por supuesto que igual entré poco tiempo después que ellos, aquel hombre se me hacía conocido de algún lado pero no recuerdo de donde, eso me desespera.
Me senté a distancia prudente, el tipo parece nervioso y Ruki ordenó, luego estuvieron charlando, no podía escuchar de que pero no parecía nada fuera de lo normal, tal vez solo no quiso comer solo, a Ruki no le gusta comer solo.
¡¿Qué diablos?! El taxista besó se apoyó en la mesa y se acercó a besar a Ruki, y el maldito le tomó de su camisa correspondiendo, se veía apasionado ese beso, eso significaba que tenía razón, ambos se separaron y el taxista se rio cubriéndose media cara con el dorso de su m ano, solo se veían sus ojos.
¡Ya sé quién eres maldito! Vaya ironía… el novio de Shima con mi novio, ya recuerdo, él cargaba el cabello rubio y un ridículo trapo en la nariz, lo vi en una fotografía del celular de Shima, con razón no podía reconocerlo, pero de Yuu Shiroyama nadie se burla, te lo puedo asegurar Ruki, tu ni tu pobre taxista me van a ver la cara de tonto.
Ruki povs.
Dejando aquello nuestra plática fue subiendo de tono, ambos nos decíamos bromas sugerentes que nos hacían reír al saber que dirección tomaban, todas a la cama, me estaba desesperando, lo necesitaba, quería sentirlo conmigo.
-eres un cobarde – le dije de repente.
-por favor, si quien tiene el rostro de niña asustadiza eres tú.
-si eres tan valiente, bésame en este lugar público.
-¿eso que tiene que ver con la valentía?
-tenemos rato de estar aquí y no has hecho nada divertido.
-tú lo que quieres es que te lleve a la cama – sonrió complacido pues adivinó lo que quería.
- no es eso, solo estoy algo aburrido.
-claaaro – canturreó irónicamente –sé sinceró Takanori, capaz así me convences que aunque sea te la mame bajo la mesa.
-jah! Ya quisieras iguana fea –me reí.
Él se acercó y apoyó una mano en la mesa y la otra la puso en mi cuello atrayéndome para besarme, se apoderó de mis labios de una manera tan única y exquisita que solo él podía lograr me temblaran las piernas con un solo beso, le tomé de la camisa profundizando nuestro beso, no me quedaría atrás
-¿vez como si estas necesitado? –se burló separándose de mis labios.
-eres un idiota…