Era divertido ver las reacciones de Malcolm ante todo lo que le contaba, pero fui interrumpido por la llegada de Oliver.
-Bueno señores, mi turno termina con ustedes así que los acompañare en este almuerzo porque siempre me gusto este cuento de hadas salido de todo protocolo.-Comentaba Oliver dejando nuestras órdenes y poniendo un tercer plato con papas fritas y tiras de pescado fritas, cubiertas con salsa de tomate, a la par mía. Me moví para quedar pegado a la pared, para que Oliver se siente, ya sin su traje de bartender, para acompañarnos en esta cena pervertida.
-Bien, ¿en dónde me quede...?-Rememore todo lo que había dicho hasta ahora en mi mente.-¡Oh! Ya me acorde.-Tome un poco del jugo de naranja y me dispuse a seguir contando...
-¿En qué parte del cuento vas ya?-Abría la boca para comenzar a contar lo que quedaba del relato. Fulmino a Oliver con la mirada y este sólo me palmea en los hombros.-No te enojes~~~ sólo quiero saber en qué parte.-Me pedía sonriendo de oreja a oreja como niño pequeño.
-Iba a contarle de cómo me declaré a James y...
-¡Amo esa parte!-Llevando una papa frita a su boca mientras sonreía.
-Interrúmpeme de nuevo y te ataré una soga a la cintura que estará anudada a mi motocicleta y te llevare arrastrando a toda velocidad por toda la ciudad.-Le advierto mientras me ve apenado, tragando grueso su papa.
-Bi-Bien... Ya no lo hago.-Toma un poco de su jugo mientras se nota claramente perturbado.
Esa no sería la primera vez que lo arrastro con algo, pero es la mejor amenaza que tengo. Oliver puede verse como un tipo calmado y serio, pero la realidad es sumamente diferente, él es completamente animado cuando entra en confianza, cosa que aprendí a las malas con James.
-Bueno...-Le doy una última mirada a Oliver. Al ver qué no hablará pronto...-Después de estar dos años como amigos con beneficios...
Recuerdo que tenía como 16 años, ¿o eran 17?, siempre tiendo a olvidarlo
Podía notar algo sumamente raro en James, durante y después de nuestros encuentros sexuales que teníamos, en los que nunca hubo penetración de él a mí y de mí a él, era como si lo viera que dudará de que si lo que hacíamos era bueno o malo, aunque pensaba que se debía a que él sentía que todo esto no era nada más que alguna clase de juego...
-Le-An-Dro~~~-Aunque también por esa época es que conocí a Oliver.-¿Cuándo me podré unir a sus juegos sexuales?-Era la típica pregunta que me hacía el bartender actual hace años.
¿Saben porqué siempre me preguntaba eso a modo de saludo cada jodida vez que me encontraba? Fácil, él me encontró una vez con las manos sobre la masa, aunque fue más con la boca en el pene de James, y desde entonces descubrí que él quería probar, porque le atraía demasiado la idea de probar el hacerlo con otro chico.
Y es por esa razón que James salía mucho antes que yo, porque normalmente nos íbamos juntos al colegio, pero desde que Oliver nos atrapó aquella vez, él salía mucho más temprano para no tener que escuchar las propuestas atrevidas, aunque atrevido es una palabra que se quedaba corta por veces, y yo que apenas lograba que James accediera a hacer cosas así últimamente.
-Ya te dije que nunca Oliver, James es mío y no lo compartiré contigo.-Era la respuesta que siempre le daba cada jodida vez que me preguntaba lo mismo.
-¿Sabes que eso suena algo que diría un novio? Y claramente tu no eres su novio.-Afortunadamente pasábamos por un callejón. Lo agarré de su camisa e hice que se metiera conmigo al callejón para aprisionarlo contra la pared.-¡¿Ahora qué dije?!
-Que quede claro esto Oliver.-Comencé a decirle seriamente enojado.-Te prohíbo decir que digas eso desde ahora porque eso está a punto de cambiar.-Le dije lo más claro y serio que podía...
-Tengo que admitir que esa fue de las únicas veces que te vi enojado de una manera tal que casi me orino y cago en mis pantalones.-Se le notaba nervioso mientras bebía su jugo en un intento de que ese mal recuerdo se borrará.
-Lo siento, pero sabes que a menos que te hable así, nunca dejarías de molestar con hacer la misma cosa una y otra vez.-Respondo para después disfrutar un poco de mi jugo.
-Hazme caso pequeño, nunca lo hagas enojar a él a menos que quieras tener un trauma de por vida.-Le aconsejo a Malcolm, que sólo pudo asentir con la cara, mientras colocaba su mano derecha en el hombro de Malcolm.
-Mejor continúo antes de que me interrumpan de nuevo...
Después de que solté a Oliver, sólo escuche como alguien corría del otro lado del callejón directo a la dirección a la que íbamos en primer lugar.
Decidimos haber ignorado ese último ruido y nos dirigimos al colegio, aunque en todo el trayecto estuve pensando cómo me le declararía a James.
Se preguntarán: ¿cómo fue que decidí el declarármele? Pues la respuesta es más que sencilla. Una noche que él se había quedado en mi casa, hicimos los mismos juegos sexuales de siempre, él se había quedado dormido en mi cama, por lo que decidí acostarme a su lado y tenerlo abrazado por el resto de la noche.
En mitad de esa noche, me desperté porque estaba escuchando cosas raras. Al acostumbrarme a la nula luz, y agudizar mis oídos, me di cuenta que era James que se encontraba hablando en sueños.
-Leandro... Te... Amo...-Se removía demasiado en mi abrazo cuando decía esas palabras una y otra vez por los siguientes minutos.
Al principio me exalte por lo que había escuchado pero después sólo pude sonreír lo mejor que podía para volver a tenerlo abrazado.
-Yo también te amo.-Dije en susurros, cosa que pareció haberlo afectado porque después de eso se había quedado quieto de nuevo.
Después de eso han pasado como cuatro días, y hoy será el día en que finalmente le diga lo que en verdad siento por él... Sólo esperaba que CIERTA MOLESTIA...
-¡HEY!
-Sabes que en ese tiempo eras así Oliver, así que no digas nada.-Le dije tapándole la boca con mi mano izquierda. Acto seguido, continúe con la historia...
El resto del día no fue como yo lo había planeado. Primero por...
-Leandro amor mío, ¿cuándo me vas a pedir que seamos novios?-Esta chica, Maddy, desde que había comenzado este año escolar era como una sanguijuela que se me pegaba cada vez que me veía.
-Ya te dije que ni te quiero cerca así que por favor deja de abrazar mi brazo y ve a tu asiento.-Dije lo más cortante que podía mientras tenía otra molestia en mi otro brazo.-Y ya te dije que no aceptamos hacer eso Oliver, así que sueltamente que a mí no me importara tirarte por la ventana del salón.-Si se lo preguntan, nuestro salón está en un segundo piso, pero debido a la construcción, que era sobre una colina, tirarlo por la ventana sería equivalente a una caída de tres pisos.
Pude ver a James de reojo y vi que este tenía una mirada como de fastidio, pero ahora se que era una mirada de celos dirigida a mis dos molestias. Menos mal que no había otro tan interesado en mí, aunque tenía a muchos pretendientes, que llegará al punto de ser como mi segunda sombra.
Y el día iba en mal en peor por varias razones...
En el primer bloque de clases nos dejaron un trabajo de a tres... Antes de que fuera a decirle a James, si, adivinaste bien, esos dos me arrastraron hasta el otro lado del salón y no tuve más opción que rendirme, y suspirar resignado cada cinco minutos, y hacer el jodido trabajo con ellos.
En la primera hora de recreo... Logre separarme rápido de mis parásitos y agarrar a James de la muñeca e irnos corriendo a unos kioscos que no eran muy concurridos, debía de aprovechar estos pocos minutos para declararme.
-¡¿Porqué es que decides tomarme de la muñeca y arrastrarme por medio colegio?!-Veo que se encuentra sumamente hiperventilado mientras se apoya en una de las barras del kiosco.
-Es porque no quiero interrupciones con lo que tengo que decirte en estos momentos.-Respondo sentándome en uno de los asientos mientras recuperó un poco de aire.
-¿Y qué es... Tan importante... Como para... Hacerme tu... Muñeca de trapo...?-Me pregunta sentándose en frente mío, al tiempo que respiraba profundo.
-Está bien, pero necesito que me prometas que no gritaras.-Dije mientras extendía mi dedo meñique hacia él.
-Como quieras, pero... ¿Cuándo dejarás de hacerme prometer algo... Con el meñique?-Extiende su dedo y los unimos como ya era nuestra vieja costumbre.
-Hasta que dejes de ser un niño.-Respondo sonriéndole y mirándolo directo a los ojos.
-Hasta donde recuerdo ya no lo soy.-Veo que infla las mejillas, en las que aparece un bello y gracioso tono carmín.
-Cierto, tu pequeño amigo es la prueba de eso.-Le digo sugerente viéndolo con prepotencia.
-¡No digas esas cosas estando en público!-Se sonroja violentamente mientras se aleja demasiado rápido.
-Como quieras James.-Me encojo de hombros y me levantó para ponerme en frente de él y arrodillarme y tomar su mano derecha.
-¿Qué... Qué estás haciendo?-Pregunta mientras veo que su cara cambia completamente a un color completamente rojo.
-James, yo tengo que decirte que...
-Hasta que encuentro a mí novio.-Si esa Maddie no fuera una chica, créanme que ya la habría tirado por la colina que está a la par de estos kioscos por el sólo hecho de que son rosales... Con suerte ella queda con una sesión de acupuntura gratis de mi parte.
-Dios... ¿Qué diablos hice en mi vida pasada como para que la pusieras en mi vida?-Me maldecía por lo bajo mientras soltaba la mano de James y bajaba la mirada frustrado.
-¿No-Novio?-Levanté rápido la mirada y vi que claramente él estaba como en estado de shock.
-Pues claro que si.-Dios... Llévatela o te la mando...
-¿Sabes? Aún me sigo preguntando cómo es posible que no la hubieras asesinado de una forma lenta, cruel y dolorosa.
-Si no te he matado aún por interrumpirme a cada rato... ¿Cómo sería capaz de haberla matado?-Vuelve a interrumpir otra vez y le práctico algo que estuve aprendiendo hace tiempo.
-Tienes razón... ¿Puedes seguir?-Pidió viéndome como si fuera un niño pequeño.
Volteo a ver a Malcolm y veo que este está concentrado en su comida, aunque nos estaba observando de reojo. Aunque cuando vio que lo veía, de inmediato se volvió a concentrar en su comida.
Suspiro cansado de su actitud.-Bien, continuemos...
Está por demás decir cómo fue que actuó James... Pero es necesario que cuente hasta los malos momentos.
Después de que "esa" interrumpiera mi confesión, él se levantó y sin decir nada se fue caminando por donde lo había traído.
-Dime Maddie, ¿qué es lo que exactamente quieres al decir que soy tu novio?-Me aburrí completamente de ella y decidí encararla ahora o nunca.
-¿No es obvio? Quiero que tú seas mi novio.-A cada palabra que decía notaba como su tono de superioridad de chica rubia, popular y muy, pero muy, soberbia aumentaba demasiado como para que yo la aguantara.
-Pues ya me aburriste.-Me paro en frente de ella con los brazos cruzados a la altura de mis hombros.-No quiero tenerte cerca para nada de mí, o de Oliver y mucho menos de James.-Sentenció sumamente enojado.
-¿Y crees que eso me importa?-Admito que levanté una ceja sorprendido por lo que dijo.-Yo ya fije mi ojo en ti y nada hará que cambie mi objetivo.-Suficiente, si ella no entiende con palabras lo mejor será que la ignore completamente, ya había perdido mucho tiempo y necesitaba encontrar a James lo más pronto posible.
-Ahora que lo recuerdo... Nunca te pude preguntar porqué actuabas como parásito en aquel tiempo Oliver-Comento viendo un pequeño hueco en mi historia.
-Bueno... Quizás me quieras matar a mí porque no matarías a James...-No me gusto para nada como dijo eso.-Pero poco después de haberte encontrado comiéndote la evidencia.-Se sonroja y veo que Malcolm también lo hace.-Él me pidió que actuara así, para ver si le eras fiel, porque una vez lo encontré en vez de a ti y vi que se estaba rompiendo la cabeza de los celos. Hable con él y le dije que comprobaría que tu sólo tienes ojos para él. Y una vez te le confesaste, a la siguiente semana me dijo que ya no necesitaba actuar así y que los ayudara con mantener a esa fuera del camino. Me pagó bien.
-¿Con que te pago?-Pregunto mirándolo seriamente.
-No te pongas celoso.-Comenzó a negar rápido con las manos.-Me comenzó a pagar con esos postres de durazno y piña que hace.
-A ti te da de esos fácilmente y yo tengo que rogarle de rodillas para que me haga uno.-Suspiro resignado.
Aunque sigo extrañando al James de ese tiempo, era explosivo por veces y alegre, ahora se ha hecho un poco reservado por aquel evento de sus padres.
-Bien, será mejor que sigamos, porque la siguiente parte es la que ustedes más han esperado.
-¿La confesión?-Pregunta Malcolm mirándome a la cara.
-Si.-Veo como suspira aliviado.-Y después escucharás como fue mi primera vez con James.-Fue divertido ver como se atragantó con su jugo.
-¿Porqué... Tengo que escuchar eso?-Pregunta recuperándose.
-Porque si vas a ser pareja de Axel tienes que dejar de ser tan inocente. He visto su yaoi y créeme que por como estabas en la sección de manga yaoi, es más que claro que necesitas ayuda terapéutica.-Respondo seriamente.
-Tienes razón...-Veo que baja la mirada y después la sube decidido.-Pero quiero que me prometas algo Leandro.-Sonrió internamente.
-Dime, soy todo oídos.-Responde intrigado por lo que va a decir.
-Quiero que me aconsejes para poder ser buen novio de Axel, lo que te paso me recuerda a lo que quise hacer en más de una ocasión y nunca me atreví a hacerlo.-Tiene la misma mirada de desición que tenía cuando decidió confesarse.
-Bien, pero apresurémonos con esto, porque dudo que quieras continuar esto en tu casa.
Asiente decidido y empiezo a contar el resto...