El señor Tendo comenzó a revisar el correo una mañana como cualquier otra. Facturas, publicidades, nada que llamara en verdad su atención, hasta que vio una carta dirigida a su hija Nabiki.
-Oye, Akane, ¿Puedes llevarle esto a tu hermana?-preguntó el padre
-Claro, ahora se la llevo.
A Akane le llamaba mucho la atención que su hermana recibiera una carta, pero no le daba mayor importancia.
-Seguramente es de alguien que le debe dinero a ella- se repetía una y otra vez.
La peli azul llegó al cuarto de Nabiki y golpeó su puerta, llamándola. Esta le abre preguntándole que sucedía.
-Papá me pidió que te diera esta carta- comentó-.
Rápidamente, la hermana del medio la abrió y dejó escapar un suspiro de desilusión.
-Ah… creí que sería el pago de la deuda.
-¿Pago?- interrogó la hermana.
-¿Eh? Ah, no, nada jeje. Hey Akane mira- le dice mostrándole el contenido de la carta- es un boleto para dos personas a Jusenkyo, lo gané en una lotería. ¿Lo quieres? Te lo dejo en 2000 yenes.
-Ju… ¿Jusenkyo?- pregunta exaltada.
-Exacto- contesta la mayor- es perfecto para ti y Ranma. ¿Comprendes? Un viaje ustedes dos solos, imagina la noche… ambos mirándose tan enamorados bajo la luz de la luna…
***** (Imaginación de Nabiki) *****
-¡Oh! Akane- pronuncia Ranma- ese maravilloso cabello azul tuyo resplandece bajo la luz de la luna. Y las estrellas… ¡Oh! Las estrellas… como realzan el brillo en tus ojos.
-¡Oh! Mi Ranma, mi querido Ranma- contesta Akane- os aseguro que mis ojos no han de brillar tanto como los tuyos. ¡Oh! Querido, nos encontramos en el lugar que te llevó a ser lo que eres pero puedo asegurar que haré todo lo que esté a mi alcance para ayudarte, y que dejes de vivir con esa maldición.
-Yo sabía, sabía que habrías de ser la indicada. En verdad aprecio a Shampoo y a Ukyo, pero ninguna podrá generar en mí estos sentimientos. Son sólo por ti.
Ambos van acercando sus labios poco a poco, mientras detrás de ellos se aprecia la luna llena y una la música romántica de fondo los envuelve en su mundo…
***** (Fin de imaginación) *****
-Wow, wow, wow, un segundo ¡Detente!- dice la peli azul- es suficiente, eso nunca pasará, deja de soñar.
-Ok, está bien. Pero, ¿Lo quieres al boleto? Te lo dejo a 1700 yenes y es mi última oferta.
-Mmm… de acuerdo, lo quiero, pero conste que solamente te lo compro para que Ranma investigue alguna forma de regresar a la normalidad, además de que disfrutaré de las aguas termales que figuran allí.
Akane se dirige a buscar a Ranma para mostrarle el pasaje, recordando que lo había visto por última vez en el dojo.
Hey Ranma mi…- se calla cuando observa que el joven no se encontraba sólo, sino en compañía.
-Vamos Ranma, aún deberle una cita a Shampoo- dijo la jovencita de pelo violeta.
-Luego, Shampoo, ahora estoy entrenando.
-¿Ranma preferir a la fea de Akane? Sino no vivir bajo mismo techo- pronunció casi sollozando.
-Claro que no, ¿Quién querría a una marimacho como ella?
-¿Así que sigues pensando eso, Ranma?- contesta Akane.
-¿Eh? No, yo no… ehhh…
-No es necesario que lo niegues después de todo no es la primera vez que me lo dices en la cara.
Akane se retiró del dojo mucho más frustrada de lo que aparentaba, pero sabía perfectamente que hacer ahora.
-Me voy- dijo desde la puerta de su casa.
Salió a dar una vuelta para distraerse, hasta que por fin vio a quien buscaba.
-Ryouga, ¿Ya volviste de entrenar?
-A… Akane- el joven se sonrojó al verla- ¿Has venido a buscarme?
-¡Sí! Tengo algo que mostrarte- dice mostrándole los pasajes- ¿Quieres venir el fin de semana a Jusenkyo conmigo?
Como no era de otra forma posible, él acepta, preguntándose por dentro por qué prefirió ir con él antes que con Ranma…