-¿Qué quieres?
-En primera, sin secretos.
Ed se lo pensó por un momento.
-De acuerdo- fue su respuesta rápida, eso sorprendió a Reborn. Aunque claro, Ed no tenía la intención de cumplir eso.
-Y la segunda- dijo mientras convertía a León en su arma preferida- creó que ya saber cuál es.
-Por supuesto- dijo Ed, mientras chocaba sus manos y convertía una parte de su brazo en una cuchilla.
Tsuna y Al, igual que los otros de la habitación, a excepción de Mukuro y Hibari, se asustaron, pensando que iniciaría una batalla entre ellos dos.
Pero no era para nada el caso.
-¡Reborn no puedes pelear con e….- pero el pequeño jefe mafioso no pudo terminar su oración, porque un humo negro invadió toda la habitación.
Hibari y Mukuro usaron sus armas como ventiladores para quitar el humo rápido y ver al agresor, pero este ya no se encontraba ahí, al igual que…
-¡TSUNA/D…CIMO!
Su cielo había desaparecido…
-¡Reborn-san, el Décimo ha desaparecido!-gritaba muy alterada la tormenta.
Aunque en realidad, todos se encontraban de la misma manera, no podían creer que su amigo, jefe y pupilo había sido secuestrado frente a sus narices.
-Cálmate Gokudera, aún siguen en la mansión- decía un molesta hitman- Shoichi, bloquea la mansión, que nadie salga ni entre.
-A la orden- decía el peli naranja mientras corría a la sala de seguridad.
-Spanner, acompáñalo, quiero que revises las cámaras de seguridad t nos avises cunado los encuentres.
-Ok…- fue su única respuesta y se fue trotando tras el otro.
-El resto- dijo mirando a los guardianes de Tsuna.
-Lo sabemos bebe- dijo Hibari y se fue por un pasillo.
-Kufufufu hasta luego arcobaleno, te avisaremos si encontramos algo, vámonos Nagi- decía Mukuro mientras se desvanecía junto a Chrome.
-Yo iré por aquí- decía Gokudera mientras corría por un pasillo diferente al que se había ido Hibari.
-Espérame Hayato, voy contigo- decía una preocupada lluvia mientras iba tras su tormenta, y luego solo se podían oírse insultos proveniente del último.
-¡YO IRE CON LOS NI—OS POR ACA AL EXTREMO!- decía Ryohei seguido de unos “hai” muy animados provenientes de una vaquita y una niña chinita.
Los cuales salieron por una ventana.
Reborn iba a irse por el mismo pasillo por el que se fue Hibari, pero se detuvo al ver a Ed, parado en el mismo lugar de hace unos momento, mirando hacia el lugar de Tsuna.
-¿Qué haces?, deja de perder el tiempo- lo regañaba el hitman, ¿qué acaso no veía que acaban de secuestrar a alguien?
-¿Por qué los mandaste a ver el interior?- pregunta Ed desconcertado.
Ante esto Reborn enarco una ceja, era obvio que no podían haber salido tan rápido de la mansión, esta era muy grande, así que debían de seguir adentro, ¿acaso era idiota o solo se hacía?, se preguntaba el hitman.
Pero antes de responder, el hermano menor se levantó de su lugar y camino hasta el lugar de Tsuna.
-Es muy profundo hermano- decía este preocupado y el mayor solo asintió.
“¿Profundo?” se preguntaba el hitman sin entender, ya cuando le cayó en cuenta, solo pudo decir una maldición en voz baja.
Después disparo unas balas azules al lugar de Tsuna, estas eran especialmente para dispersar las llamas de la niebla, y como lo pensó, justo en el lugar de Tsuna, había un enorme agujero, ¿Cómo no se había dado cuenta antes?
“Debe ser un ilusionista muy poderoso” pensaba Reborn, preguntándose a la vez, ¿cómo era posible que ellos lo notaran y Mukuro, no?, si se suponía que hasta ahora, él era el ilusionista que supero hasta a Viper.
-¿Bienes?- le preguntaba Ed mientras se lanzaba al interior del agujero.
-Humph, no lo tienes que preguntar- y así Reborn también se lanzó al hoyo, que al verlo por dentro, noto que se parecía al de un topo.
“Debieron haber trabajado en esto mucho tiempo” pensaba Ed.
-Regresen a salvo- decía Al con un rostro de tristeza, que no pasó desapercibido por Ed.
-Por supuesto- dijo con un tono seguro y empezaron a avanzar por el oscuro túnel.
_En otro lugar_
-¡¿QU… ES ESTO?!- gritaba Shoichi muy alterado.
-Cálmate Sho- decía tranquilamente el rubio mecánico.
-¡¿C”MO QUIERES QUE ME CALME?!, ¡¿QU… NO VES LO QUE ESTA PASANDO?!
-Si no te calmas te dolerá el…- Spanner no pudo terminar su oración, pues su acompañante le gano la palabra.
-Me duele es estómago- decía Irie arrumbado en una de las esquinas de la gran habitación, mientras se sostenía el estómago y lloraba a cantaros.
Spanner solo pudo soltar un suspiro, su niño nuca cambiaba, así es, SU niño, desde hace tiempo se lo había quitado a Byakuran y ahora le pertenecía a él, el solo recordarlo hacía que se le formara una sonrisa en el rostro.
“No es momento de pensar eso” se auto regañaba el rubio, “ahora tengo que ver que hare con esto”
Decía mientras miraba las pantallas en toda la habitación, que a lo mínimo eran unas 90, pero el número era lo de menos, podría revisar todas a un tiempo corto, pero problema no se trataba en cual se localizaría Tsuna, sino, que las imágenes que mostraban las pantallas, no solo no daban la información del paradero de su jefe, ¡tampoco estaba la mansión!
-Debe ser un ilusionista- dijo el peli-naranja ya más recuperado, pero con unas gotas de sudor en su frente.
-Muy cierto- decía Spanner mientras veía de nueva cuenta las pantallas.
La pantalla 1 mostraba: La capital de Inglaterra.
La pantalla 2: Arabia.
La pantalla 3: Mostraba una época otoñal.
La pantalla 4 ni siquiera mostraba una parte del mundo: Esta mostraba un lugar en llamas con unos niños con cuernos y cola, que estaban jugando con canicas.
“¿Demonios?” pensaba Spanner con esta cara O_OU
La pantalla 5: Pasaba el partido del Cruz Azul contra Chivas.
Y la pantalla 6: Mostraba el canal de los Teletubies.
Después de ver la pantalla seis, las dos personas que ocupaban la sala giraron la vista, con un aura depresiva.
-¿En serio los Teletubies?- se quejaba con una gota de sudor estilo anime en su frente Spanner.
-¡DEJA TU ESE MALDITO PROGRAMA!, ¡¿AHORA QUE HACEMOS?!, ¡LAS MAQUINAS ESTAN LOCAS, ¿ASÍ COMO ENCONTRAREMOS A TSUNA?!
-Ya cálmate- decía un tanto fastidiado el rubio, el peli-naranja parecía tener ganas de replicarle, por lo cual siguió hablando- ya notaste como están las maquinas, y tú y yo no podemos pelear, así que deja el rescate del Décimo en Reborn y sus guardianes, lo menos que podemos hacer ahora es esperar.
-Per…- el peli-naranja iba a seguir reclamando, pero su seme se adelantó.
Dándole algo que no podría refutar.
-¿Q…Qué… c..cres… que h..aces?- decía muy sonrojado el de lentes.
Pues el sexy mecánico le hacía robado un beso.
-Darte un beso- dijo como si nada y en un tono burlón.
-Ya…. lo sé….-decía muy sonrojado y nervioso.
-¿Sera que quieres otro?- decía en tono de burla Spanner, al ver que su niño no paraba de ver sus labios, como si deseara que lo volviera a besar otra vez, pero no un beso rápido, sino uno más lento, como los que le solía dar cuando los dos estaban….
“¡No!, deja de pensar tonterías” se reprendía mentalmente.
Spanner solo sonrió por lo bajo al ver a su uke en esas condiciones, avergonzado, con la cara roja, temblando y pidiendo con sus ojos que le diera atención.
-¿Sabes?, el solo quedarnos aquí discutiendo, no ayudara en nada, mejor hagamos algo “productivo”- decía en tono sugerente.
-¿Productivo?, ¿Cómo qué?- preguntaba muy interesado el otro, con una cara tierna y sin notar el tono con el que lo decía su acompañante.
“Tan inocente” solo podía pensar eso el seme, al ver la linda cara de su niño.
Spanner solo se dio la vuelta, y se sentó en una silla frente a un monitor.
Irie se preguntaba qué era lo que tenía planeado hacer su amado, pero todas sus dudas se disiparon al ver la acción hecha por el rubio, y ahora solo quedaba su cara roja como un jitomate.
Pues su novio había bajado el cierre de su pantalón y abría las piernas.
-Ven aquí, hoy vamos a usar tú boca- decía con un tono pervertido y palmeando sus piernas en señal de que se acercara.
Irie solo pudo esconder su mirada bajo su flequillo mientras temblaba, lo que no sabía era si de enojo, por la situación que se estaba dando o por la excitación.
, ya que hacia un buen tiempo que no lo hacían, por culpa de Reborn, que siempre metía su cucharota en todos lados y les tomaba fotos, para luego chantajearlos y sacarle s dinero.
“¡este idiota!, ¡¿Qué acaso no ve que estamos en alerta roja?!” regañaba mentalmente a su pareja, pero sin darse cuenta que durante su regaño mental, él ya se había encaminado y agachado frente a la erección del otro.
“Perfecto” pensaba con una mirada de lascivia Spanner mientras veía a su niño, que aún seguía en su regaño imaginario.
Perooooooo….
Las cosas en otro lugar no iban tan bien.
_Con Gokudera y Yamamoto_
-Espérame Hayato- decía una lluvia que corría detrás de una tormenta furiosa.
-¡No!, tengo que encontrar al Décimo, yo su fiel mano derecha tengo que encontrarlo, ¿Qué hare si está herido?- decía con un rostro de preocupación- matare al hijo de puta que se haya atrevido a hacerle eso al Décimo- decía ahora con un tono tétrico y con una cara aterrorizante- pero…. Aun así, tengo que llegar antes de que le hagan algo ¡DEEEEECIIIIIMOOOOOOOOO!- decía ahora cambiando su tono de voz por el de una colegiala, mientras corría y lloraba dramáticamente.
Casi parecía que la tormenta estuviera enamorada de su cielo azul.
“¿Y si lo está?” se preguntaba una lluvia muy preocupada, ya que desde hace tiempo estaba enamorado de su tierna tormenta, pero este solo decía Décimo esto, Décimo aquello, y Décimo por todos lados, no es que culpara a Tsuna, él era su amigo, y sabía que no veía de esa forma a Hayato, ni tampoco le pedía que lo estuviera acosando cada 5 minutos.
Pero hasta cierto punto eso era lo que más le causaba impotencia, Tsuna conseguía su atención sin ni siquiera esforzarse y él, él tenía que hacer de todo para que le dedicara (al menos) unas palabras de desprecio por parte de su oji-esmeralda.
Pero retomando el punto anterior, la culpa no era de Tsuna, tampoco de Hayato, la culpa era de él que no podía demostrarle su amor, a su amado, de una forma que este entendiera.
“¿Usando matemáticas?” pensaba seriamente, pero luego sonrió de una forma tonta, eso era estúpido, ya que las matemáticas no tenían nada que ver con el amor.
“Usare la química” decía con una sonrisa de satisfacción, eso era, la química…. La química…. Y ahí fue cuando cayó en cuenta
“Yo no sé nada de química” pensaba con un aura depresiva, mientras se detenía y se quedaba parado en medio del pasillo como un muerto.
-¡Hey idiota!, no es tiempo para estar haciendo tus idioteces, apresúrate- regañaba muy molesta la tormenta.
Con eso la lluvia salió de su depresión inicial y siguió corriendo detrás de su amor.
“Bueno, ya pensare en eso más tarde” pensaba con una sonrisa en su rostro.
-¿De qué sonríes imbécil?, apresúrate y encontremos al Décimo, ¿Qué hare si dañan el rostro angelical del Juundaime?- con lagrimitas en los ojos.
Angelical… rostro angelical…. el rostro angelical de su Juundaime…
Estas palabras se repetían como un eco en la mente de Takeshi, provocándole una gran preocupación.
“No puede ser cierto” pensaba mientras perdía el aliento y su rostro palidecía, pero aun así no dejo de correr.
Solo miraba a su amado correr con un rostro de preocupación, un rostro de preocupación que se preguntó si…
“¿Pondría esa expresión por mí también?” sabiendo que no tendría respuesta, decidió que lo mejor era…
-Hayato, ¿Correrías a buscarme así como lo haces ahora si me secuestraran a mí?- preguntaba con una radiante sonrisa.
-Claro que NO- fue su tajante respuesta y luego siguió buscando a su décimo.
-jajaja si, lo supuse- mientras mantenía su sonrisa, pero la verdad es que en su corazón, algo muy distinto a lo que demostraba estaba ocurriendo… su pobre corazoncito se estaba partiendo poco a poco.
_Con Hibari_
“Malditos herbívoros” pensaba con enojo la nube mientras caminaba rápidamente por un pasillo, revisando por todas las puertas por las que pasaba.
“¿Cómo se atreven a secuestrar a mi gatito?, los morderé hasta la muerte” pensaba furioso.
Y es que… ¿Quién no estaría enojado de que secuestraran al amor de su vida?, sin mencionar, que antes del secuestro, su gatito le estaba haciendo ojitos al bastardo creído que había llegado recientemente.
Sip… así como lo oyen, el gran Hibari Kyoya, líder del Comité Disciplinario del Instituto Namimori y el Guardián de la Nube de los Vongola, se había enamorado del inútil-Tsuna (como todos solían llamarle)
Sus sentimientos por él habían nacido después de la pelea en el futuro contra Byakuran, cuando él estaba hospitalizado, Tsuna había ido a verle, trayéndole de comer unas manzanas peladas, claro, lo había amenazado con uno de sus típicos “Kamikorosu", Tsuna se había asustado, más no se retiró, cosa que había molestado en esa ocasión en sobremanera a la nube.
Pero de cierto modo, se sentía bien, el que una persona se preocupara por él…. era agradable, le daba un sentimiento de calidez, que nadie antes le había brindado, todavía recuerda el cuándo le pregunto el por qué lo cuidaba, era algo que jamás se le podría olvidar.
///Flash Back///
Ahí estaba él, acostado en una habitación muy lujosa que Reborn le había conseguido, todo estaba completamente tranquilo, hasta que alguien toco la puerta.
No deseaba ver a nadie, ese día no estaba de humor para ver a nadie.
-Lárgate, o te morderé hasta la muerte- decía en un tono lo suficientemente alto, para que la persona detrás de la puerta lo escuchara.
-¡HIEEEEEE!- se escuchaba un grito del otro lado.
“Esa voz es del herbívoro Sawada” pensaba restándole importancia, y girando su vista na una de las ventanas de la habitación, que le dejaba ver un hermoso árbol de ciruelos.
-Permiso…- decía la vos de un oji-miel, causando la molestia del guardián de la nube.
-No te di permiso de pasar- dijo con un tono espeluznante y sacando sus tonfas.
Por un momento se vieron las ganas de Tsuna por escaparse, pero no se fue, al contrario, camino con paso decidido hasta una silla y la arrastro a un lado de la cama de Hibari.
Este solo observaba sus movimientos con una ceja enarcada, ya que pensaba que saldría corriendo como un gatito asustado.
Ya instalado Tsuna, saco de una canasta unas manzanas y un cuchillo y comenzó a pelarlas sin decir palabra alguna, ya cuando termino, se las ofreció a Hibari con una radiante sonrisa, que dejo embelesado por un segundo a la nube.
-Son para usted Hibari-san, lamento no haberle traído algo mejor, pero estoy algo lastimado de las manos que solo puedo hacer cosas sencillas como estas jaja- decía nerviosamente, trataba de actuar natural, pero Kyoya sabía que estaba asustado.
-¿Qué quieres?- pregunto tajante y con expresión severa.
-Solo… quería visitar a Hibari-san y… ver si se encontraba bien- decía asustado, esperando de que no lo mordieran hasta la muerte en ese momento.
-¿Y por qué le interesaría a un herbívoro como tú saber cómo me encuentro?- pregunto con una ceja enarcada.
En ese momento el líder del comité disciplinario, se quedó absorto ante la cara que le mostraba ese herbívoro.
Sus ojos color miel lo miraban con una increíble calidez y cariño, junto a una sonrisa llena de ternura, tenía, simplemente, un rostro angelical, lo había dejado cautivado.
Y así, el corazón de la Nube había sido robado.
///Fin del flash Back///
Pero dejando de lado los buenos recuerdos, ahora tenía que encontrar a su gatito, no podía permitir que ningún bastardo se atreviera a tocar a su amor.
“Mi amor” pensaba Hibari, con un sentimiento de extraña felicidad, como le gustaría que Tsunayoshi fuera suyo, pero jamás se atrevería a dañarlo y tampoco podía confesarse, sabía de sobra que su gatito le temía y la posibilidad de que le diera un “Sí” era de un 50 por ciento, eso solo le causaba algo de frustración.
Si alguien le hubiera dicho antes, que si al ser más amable con él habría tenido más oportunidades de tenerlo…
“Lo más probable seria que lo hubiera mordido hasta la muerte” pensaba, saliéndose un poco de sus pensamientos.
En un momento se detuvo, pues pudo escuchar un par de destrozos y paredes rompiéndose.
“Una batalla” pensó animado, de que pudiera encontrar a su gatito, pero sus ánimos se esfumaron al escuchar unos gritos que decían:
“¡SAWADA ¿ESTAS AQUÍ AL EXTREMO?, ¿O AQUÍ?, ¿QU… TAOL AQUI” seguido de unos “Tsuna-nii”
Solo pudo bufar y seguir buscando, un casi, imperceptible, gesto de preocupación.
-Oya oya, es raro ver a Ave-kun de esta forma, ¿Te preocupa el Vongola?- decía Mukuro con sorna.
Esto solo molesto a Hibari, pero lo paso de largo, tenía que encontrar a su niño. Cosa que no paso desapercibida por el de ojos bicolor.
-Kufufufu si no te apresuras, te lo van a robar Ave-kun- decía Mukuro, haciendo que Hibari detuviera su paso.
-¿Robármelo?- decía este casi, casi riéndose, a Hibari Kyoya nunca le habían robado una presa- ¿Y quién será?- decía con un tono fingía interés.
Esto lo noto Mukuro, quién se enojó de que lo tomaran tan a la ligera.
-Bien~ podría ser el nuevo chico por el que el Vongola parece estar interesado, ¿notaste el lindo sonrojo que tenía al verlo ave-kun?- decía Mukuro insitandolo a perder los estribos y lo estaba logrando, Hibari estaba llegando a su límite- o tal vez… te lo podría robar…. YO- dijo señalándose a sí mismo y mostrando una cara de “amabilidad”
Hasta ahí, fue cuando se acabó la paciencia de la nube, quien le lanzo una de sus tonfas, pero esta lo logró hacer contacto con su objetivo, pues se desvaneció.
-Kufufufu bye, ave-kun- decía la vos del bicolor, que la nube no sabía de donde venía.
Pero decidió no perder más tiempo, y siguió buscando a su amado, lo malo, es que en su mente las palabras de la piña lo habían dejado con la duda.
“¿Me quitaran a Tsunayoshi?, ¿aun cuando no lo he tenido una sola vez?” se cuestionaba algo preocupado, ni siquiera había estado con él ninguna vez y ¿ya se lo estaban quitando?, ¿Encima un desconocido y una piña estúpida?
“No lo permitiré” decía muy decidido, pero a la vez inseguro…
¿Lo lograra?
_En un Lugar Desconocido_
///POV de TSUNA///
Mmm… ¿Dónde estoy?, me preguntaba, me sentía muy pesado, y las muñecas me dolían mucho, como si me tuvieran atado….
-¡Auch!- dije en voz alta al sentir como mi cabeza se estrellaba con algo duro, como una piedra.
Fue ahí donde espabile, al estar despierto, al menos un poco, vi a una persona que me cargaba de la cintura, tenía una máscara de teatro, con una cara sonriente (que por cierto me daba miedo), y vestido todo de negro, como si fuese a actuar.
Mientras lo miraba, me di cuenta de que estaba cantando una canción, pero esta estaba en inglés, lo bueno, era que Reborn me había enseñado muy bien idiomas, a la mala, pero me había enseñado bien, por lo que pude entender la letra.
Esta era la canción que él cantaba:
I was following the
I was following the
I was following the
I was following the
I was following the pack
All swallowed in their coats
With scarves of red tied 'round their throats
To keep their little heads
From falling' in the snow
And I turned 'round and there you go
And, Michael, you would fall
And turn the white snow
Red as strawberries in summertime
Traducida supongo que seria…
Yo iba siguiendo la
Yo iba siguiendo la
Yo iba siguiendo la
Yo iba siguiendo la multitud
Todos envueltos en sus abrigos
Con bufandas rojas atadas alrededor de sus cuellos
Para no dejar sus pequeñas cabezas
Caer en la nieve
Y mire a todos lados y allí ibas tu
Y, Michael, caerás
Y volverás la blanca nieve
Roja como fresas en tiempo de verano
En ese momento mis ojos se quedaron en blanco, ojala y nunca hubiera aprendido inglés.
En ese momento la persona que me cargaba, se dio cuenta de que había despertado.
-¿Qué tal princesita?, te he despertado con mi beso- me empezó a decir aquel extraño personaje, ¡espera!, ¿Beso?-, de tu largo sueño que ha durado décadas y estuve contigo durante todos ellos- me dijo mientras pequeñas lagrimas salían de sus ojos-, porque… ¡porque!, ¡PORQUE!.... nah~ es broma, llevas inconsciente 30 minutos- dijo de forma despreocupada.
¡¿WFT?!
Fue lo único que pude pensar…
Continuara…
Amor Yaoi
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