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El Viaje para Encontrarte por ZuminoeRiriko

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Notas del capitulo:

Hola, perdona por tardar, pero por aca se va la luz XD

-Eso…- decía Ed con un tono serio, mientras apartaba la vista… su hermanito lo veía con una expresión de duda e inocencia…

En eso un ambiente tenso se formó en la enfermería, pero más, se notaba el momento incomodo, en los ojos de los hermanos… como si la respuesta a aquella simple pregunta dependiera del fin del mundo…

Una idea, que no iba muy desencaminada.


“wow” pensaba Shamal mientras una gota de sudor recorría su frente, al igual que a los dos mecánicos, que solo veían como los dos hermanos guardaban un silencio fúnebre.

_Con Tsuna_

Todos estaban en la oficina del Décimo Vongola.

La habitación era muy grande, pintada de un lindo color naranja tranquilo, sin ser demasiado irritante a la vista, con una enorme ventana color blanco, a un lado de un escritorio de madera fina, donde el cual reposaba una fila de documentos, y detrás del cual, estaba un muy lindo castaño de ojos miel, con un rostro preocupado, mientras detrás de él, estaba su sádico tutor.

La habitación también tenía dos hermosos muebles de roble, a cada la do de la habitación, estos contenían libros, documentos, fotografías y uno que otro adorno.

Frente al escritorio, había una gran puerta de madrea, la cual tenía el tallado del escudo Vongola a ambos lados, esta se habría de par en par y a cada lado de ella, habían dos enorme sillones de color café claro, en los cuales estaban sentados los guardianes del Décimo (a Excepción de Hibari, ya que como todos sabemos siempre está en la esquina de la habitación), junto a la familia Cavallone y el segundo al mando de los Varia: Superbi Squalo.

-¿Dónde está Xanxus?- decía el hitman, ante la falta de presencia del líder de los Varia.

-¡Voooiiiiiii!, El estúpido jefe no quiso venir, y el desgraciado me mando a mí- decía molesto el segundo al mando, pues, aun no se creía como su maldito jefe podía relegar de sus obligaciones y lo hacía a él, hacerlas.

“Hare un motín” pensaba con una cruz en su frente, ya que si el maldito moreno de ojos rojos le dejaba el trabajo que se supone el Jefe debía hacer, lo tomaría con gusto, pero también con todo y el puesto…. Después negó con la cabeza, tirando a la basura la idea.

“Seguro ese hijo de puta me deja como una estatua” pensaba con un ligero toque de temor bien disimulado.

Todos pusieron una cara de compasión ante el tiburón seguro que la estaba pasando mal con un jefe así.

-¡Voooiiiiiii!, ¡no me miren así!-decía ligeramente enojado el de pelo blanco, al ver la cara de lastima de los demás.

-Tsk, Da igual- decía el hitman llamando la atención de todos- la razón por la cual los he llamado, es por el ataque que sufrió ayer Vongola y el secuestro de Tsuna.

-¡Vooooooiiiiiiiiiiiii!, ¿Qué acaso Vongola no eran los más fuertes?, ¿Cómo dejaron que los tomaran por sorpresa?- decía en tono de reproche. Haciendo enojar al resto.

-Cállate manco, que si mal no recuerdo, nosotros te pateamos el trasero en el combate por los anillos- decía con el ceño fruncido la tormenta, provocando que el segundo al mando se tirara a atacarlo con su espada, pero esta fue detenida por la de Yamamoto que se encontraba sentado a un lado de él.

-Tsk, quítate mocoso- decía el tiburón.

-Me temo que no dejare que lastimes a Haya… Gokudera-kun.

Esto llamo mucho la atención de todos, bueno, no era raro que la lluvia siempre cuidara de la tormenta, pero, lo que si era raro, es que por fin había entendido, que no debía llamarlo por su nombre.

El tiburón, dejo de atacar y se fue a sentar bastante shockeado.

“¿Habrá pasado algo con mi estúpido alumno?” se preguntaba con unos ojos preocupados el tiburón, pues este sabía de los sentimientos que tenía la lluvia hacia la tormenta.

Este al darse cuenta le mando una dulce sonrisa a su maestro, el cual se sonrojo un poco y aparto la mirada, todo bajo la atenta mirada del hitman y una tormenta a la que no le agradaba para nada eso.

-¿Para qué nos mandó a llamar Reborn-san?- decía la tormenta, con un rostro que aunque estaba serio, demostraba un poco de confusión, por lo antes hecho por el “friki del béisbol”.

El hitman solo escondió su mirada bajo su fedora.

-Como todos saben, Vongola tiene un nuevo enemigo, y su objetivo principal con el ataque de ayer, era llevárselo con vida- guardo silencio por unos momentos- es por eso que los he llamado, a partir de ahora estaremos en alerta, se duplicara la seguridad y quiero que Varia, investigues algo acerca de alguien apodado “La Parca Sangrienta” en lo más profundo del bajo mundo, Cavallone, quiero que tu vayas al lugar donde nos enfrentamos ayer con ese bastardo e investigues en donde compro los explosivos y si hay señales de alguna llama-ordeno.

-En seguida- decía el potro, lo mejor era actuar ya, antes de que su sádico ex tutor lo matara, y así salió con Romario detrás de él.

-¡Voooooooooooooiiiiiiiiiiiiiii!, iré a avisarle a mi estúpido jefe- Decía el tiburón mientras se retiraba a darle las instrucciones del Hitman a su jefe, pero antes de irse le dirigió una última mirada a su alumno, este al notar su penetrante mirada le sonrió.

La tormenta veía esto sin saber que pensar, ¿qué eran esas miradas?, después vio como el tiburón le mandaba una mirada de completo odio a la tormenta y salir de ahí sin decir más.

Gokudera se quedó en shock ante eso, no era nada raro que siempre lo miraran con odio, ya que el que la gente lo odiara siempre había ido algo muy normal, pero esa mirada tenía algo distinto, si, era odio lo que tenía, pero era muy diferente al odio que normalmente le demostraba cada que se veían.

-También- decía ahora Tsuna con expresión preocupada, captando la atención de todos- Por favor tengan mucho cuidado, mi intuición me dice que no solo podría ser a mí a quien quiere.

-No sé preocupe Décimo- decía la tormenta recobrando su estado normal- No somos débiles, podemos cuidarnos solos- ante esto todos asintieron dándole la razón al oji-esmeralda.

-Dame-Tsuna tiene razón- decía el hitman bastante serio, provocando una gran tensión en el aire- no subestimen a su enemigo, él, no es alguien normal.

-¿A qué te refieres bebe?- preguntaba intrigada la nube.

-Kufufufu, Ave-kun tiene razón Ex Arcobaleno, ¿Dices que tú querida Parca es más fuerte que nosotros?- decía con burla la niebla.

-Así es- decía tajante el mafioso, provocando que la sonrisa del peli-índigo se esfumara- incluso es mejor que tú Mukuro-decía con burla el azabache.

-No hay nadie mejor que yo¬- decía molesta la niebla ante el tono de voz y la afirmativa a su pregunta.

-Mukuro-kun…. Yo…n..no.. es que… diga que…. Tú..pues..- decía tartamudeando el cielo, provocando el enojo del hitman, quien convirtió a León en un mazo de 50kg y lo golpeo en la cabeza- ¡ITETETETE!, ¿por qué hiciste eso Reborn?- decía el menor con ojos llorosos.

-Por Dame- le respondió- lo que trataba de decir este inútil de aquí- refiriéndose a Tsuna- es que las ilusiones de esa Parca, están a otro nivel, ninguno de nosotros noto su presencia, cuando cavaban ese hoyo, tampoco cuando se llevaron a Tsuna, y nadie noto la ilusión que ocultaba la excavación, a excepción de Edward Elric, incluso yo me quede atrapado en una de sus ilusiones y no podía salir de ella- decía con un tono de molestia.

-¿Ni siquiera tú bebe?- decía sorprendida la lluvia.

-Me temo que no Yamamoto, la razón por la que pudimos salir bien librados de esa, fue porque Edward estaba conmigo y a él no le afectan las llamas, aparte, porque Tsuna pudo librarse de ellas.

-¡Genial!- exclamaba la tormenta con estrellitas en los ojos- ¡No por nada yo sigo al Jundaime, él es el mejor!, incluso salió de una ilusión que Reborn-san no pudo.

-No… Gokudera-kun….- decía el nombrado con la frente en perlada en sudor, pues su tormenta estaba exagerando de nuevo.

-¡Wow!, ¿Cómo lo hiciste Tsuna-nii?- decía el rayo con unos ojos iguales a la tormenta.

-¡SI SAWADA, CUENTANOS COMO TE LAS LIBRASTE AL EXTREMO!- gritaba el sol muy animado.

Todos pusieron su atención en el oji-miel, ya que hacer algo que ni el mejor hitman del mundo podía era algo extraño, más tomando en cuenta que él era Dame-Tsuna.

-Es que…- decía con una expresión nerviosa.

-A mí también me interesa saber Dame-Tsuna, así que más te vale que hables a menos de que quieras que te mate-amenazaba su tutor.

-¡HIEEEEE!, ¡pero es que no lo sé!- decía mientras se tapaba la cara con sus brazos, esperando que su tutor lo volviera a golpear ante su respuesta negativa.

-¿Por qué……. Dice…. Que… no… sabe… Boss?- preguntaba tímida la segunda niebla, mientras se escondía detrás de su maestro.

-Bueno…- decía mientras se rascaba la cabeza- lo que paso fue esto…

/// Flash Back ///

///POV de TSUNA///


¿Qué es?, ¿Qué diablos está pasando?, mi intuición me dice que algo malo está pasando justo ahora, pero no lo pienso por lo que estoy viendo ahora, sé que no estoy viendo nada real, al creó que ese tipo es un ilusionista, porque a pesar de lo herido que veo a Reborn, sé de sobra que él está bien.


Me preocupa más los chicos, puedo sentir sus llamas, están alteradas, como si estuviesen peleando, la llama de Chrome… ¿Estará bien?, puedo sentir como se debilita. Mukuro está igual, su llama va disminuyendo más y más, al igual que la de Yamamoto, lo más seguro es que hayan recibido un ataque muy grave.


Perdónenme chicos, en verdad lo siento, por mi culpa ahora ustedes están gravemente heridos.
Elric-san… ¿Elric-san?, ¿qué sucede?, de él no pudo sentir llamas, pero… ¿qué es esta terrible opresión en el pecho que siento en este instante?


Podría ser que… ¿Elric-san este gravemente herido?, lo huelo… Puedo sentirlo…. Ese olor es de sangre… pero no es una ilusión, o ¿lo será?


Que es este sentimiento, ¡siento que pasara algo irreversible!



Tengo que liberarme, Elric-san, chicos, por favor, aguanten un poco.


Pensaba mientras expulsaba mis llamas para romper esas cadenas, pero era inútil, estas absorbían todo, dejándome sin energías, no… no es momento para eso, pensé, y seguí expulsando lo más que podía mis llamas, esto no podía quedarse así, ¡no puedo permitir que lastimen a mi familia ni a la persona que amo!...........................................................


¿Eh?... ¿La persona que amo?.... ¿De dónde salió eso?....


¡No poder ser!, a lo que se refería Shamal-san antes… era de que yo… me he….¿ ¡ENAMORADO DE REBORN!?


Lo medite por un segundo, no… está bien, si me merezco el título de Inútil-Tsuna, esto no tiene sentido, ¿por qué me iba a enamorar de la persona que siempre me maltrata?, ¿Seré masoquista?

No, no puede ser eso… yo…

En ese momento me alarme, ¿qué era eso?, ¡¿Qué es esto?!

Este presentimiento, no… ¡no!, ¡NO!

¡DETENTE!

No sabía bien lo que pasaba, pero estaba seguro de algo, no quería que ocurriera, no lo iba a aceptar, una persona… una persona importante para mi iba a morir…. Elric-san…

Fue ahí donde todo estaba tan claro…

-Modo Híper- susurre muy bajo para mí encendiendo mis llamas a todo lo que daba, note que estas eran más puras de lo usual, casi dando a lo transparente, haciendo que toda la niebla que me cubría se dispersara.

Mire a mi alrededor, Reborn seguía dentro de la ilusión, pero lueg voltee y note algo que no me gusto, ahí estaba… Elric-san, apunto de ser rebanado por la cabeza.

Me dirigí lo más rápido que pude hacía él, él tiempo era oro en estos momentos, ya cuando por fin estuve lo suficiente cercas, baje la intensidad de mis llamas y…

-Punto Zero Avanzado…- dije, note como Elric-san me inspeccionaba con la mirada, lo más seguro es que no le gustaba mi modo Híper… mi intuición lo decía, pero al menos había logrado salvarlo… a él… la persona que amo…

/// Fin del Flash Back ///

-Y eso fue lo que paso- relato el menor, claro, saltándose la pare de su reciente descubrimiento amoroso y la posible atracción que sentía por Reborn, ya que este último le daba escalofríos.

Todos escucharon el relato atentos.

-¿Dices que tus llamas se volvieron más puras-kora?- preguntaba intrigado Coronello.

-Si… pero solo fue por ese momento…- decía mientras miraba sus manos y prendía sus llamas, hacía tiempo que no necesitaba de las pastillas o las balas de última voluntad de Reborn- cuando trate de hacerlo de nuevo en la noche, las llamas eran como siempre habían sido- mientras les mostraba sus llamas puras, pero estas eran como todos las recordaban.

-Así que solo fue cosa de la desesperación, al presentir que acabarían con la vida de tú invitado, fue que pudiste expulsar esas llamas- decía en conclusión Reborn- También fue gracias a eso de que yo pude salir de la ilusión- decía - en cuanto me tomaste para salir del túnel que estaba a punto de “explotar”, el contacto de sus llamas hizo que las llamas de la niebla que me rodeaban se esfumaran…- decía mientras meditaba sus palabras.

“¿Por qué no habrá estallado?, no… la pregunta correcta sería….”

-¿Qué sucede Reborn-kora?- preguntaba el militar al ver la expresión dudosa en el azabache, cosa que era en demasía inusual.

-Ahora que lo pienso- decía el hitman mientras se recargaba en la pared- Si eran ilusiones lo que nos tenían atrapados pero… no recuerdo haber sentido alguna llama emitir del cuerpo de esa Parca…

-Tal vez solo debió esconderlas-kora

-Eso no es posible- decía el Hitman- porque tampoco sentí que sus ilusiones tuvieran llamas.

-Mukuro-sama, ¿Eso es posible?- preguntaba la pequeña ilusionista.

-Me temo que no mi querida Nagi, si es posible ocultar tu presencia, pero no puedes ocultar las de una ilusión, ya que estas son llamas puras- decía intrigado el peli-índigo.

-¿Qué piensas Reborn?- preguntaba con una ceja arqueada el oji-miel al ver a su tutor tan ensimismado en sus pensamientos.

-Tengo una sospecha, pero no estoy muy seguro- decía mientras se dirigía a la salida- como sea, de momento hagan lo que les dije, pueden retirarse.

Y todos, aun con la duda se dispusieron a salir.

-Esto… Gokudera-kun… ¿Puedes quedarte?- decía el capo mientras se levantaba un poco, antes de que su tormenta se fuera.

-Claro Décimo- decía la Tormenta ante el llamado de su jefe, mientras se acercaba a él, con unos ojos brillosos.

Los demás se fueron tranquilamente, o al menos la mayoría, ya que una lluvia estaba muy preocupada por lo que pudieran hacer sus amigos solos en aquella oficina, por lo que escondió su presencia y se quedó del otro lado de la puerta, escuchando todo lo que iban a decir.

Un hitman noto esto, pero decidió dejarlo pasar, ya que sabía de qué se trataba, así que fue al lugar donde estaba la única persona que le podía dar la respuesta que quería.

_Dentro de la Oficina_

-Dígame Jundaime, ¿Qué es lo que necesita de mí su fiel mano derecha?- decía con unas orejitas y cola de perro.

-Yo solo…- decía dudando del sí decirlo o no, ya que sentía que se estaba aprovechando de su amigo.

-No se preocupe Jundaime, puede pedir lo que quiera, yo como su fiel mano derecha estaré feliz de ayudarlo- le decía la tormenta al ver la cara da duda de su jefe, mientras le mostraba una sonrisa que solo le permitía ver a su Décimo.

Este se sintió más tranquilo ante aquello y le regreso el gesto.

-Yo, solo quería preguntarte ¿si podías conseguir todos los libros que Elric-san pidió la otra vez?

-¿Los libros de ese inútil?- pregunto con un ligero tono de molestia, pues ese bastardo se estaba aprovechando de la amabilidad de su querido Décimo, al quedarse a vivir aquí, la atención médica y ahora hacía que su querido Jefe se preocupara por cosas que no deberían molestarlo.

Tsuna mostro una cara de “Ya lo sabía” junto a una gota de sudor estilo anime en si cien.

-No te preocupes Gokudera-kun, se lo pediré a Coronello-san, ya te puedes ir- decía mientras se levantaba para ir en busca del militar.

Ante esto Gokudera se regañó, se suponía que él era la mano derecha del Décimo, si él le daba una orden debía acatarla, sin importar que se tratara de bastardos como ese rubio.

-No. Décimo, no lo malentienda- dijo rápidamente, antes de que su jefe saliera de detrás del escritorio- Yo como su fiel mano derecha hare todo lo que me ordene, así que no se preocupe, si es necesario, le traeré todos los libros de todas las bibliotecas de Italia- decía con unos ojos decididos.

-Ya veo…- decía Tsuna sacado e onda por la exageración que tomo- pero no era una orden, y solo necesito los libros en específico que pidió Elric-san, no… es necesario que traigas todas las bibliotecas….. -.- U

-Está bien Décimo, no se preocupe, hare todo con perfección- decía con una carita así *-*/

-Ok…. ¬¬U, ¡por cierto!- dijo antes de que su tormenta se diera la vuelta para irse.

-¿Qué pasa Décimo?- preguntaba intrigada la tormenta.

-Pídele a Yamamoto-kun que te ayude.

-¿Al friki del baseball?- preguntaba intrigado el oji-esmeralda, ¿para qué quería su amado jefe que ese inútil lo ayudara?, pero decidió no preguntar, o si no, su mano derecha seria ese intento de militar.

-Gracias Gokudera-kun¬- decía el menor con una radiante sonrisa, para luego cambiarla por una expresión de preocupación- lo que pasa, es que hoy note algo extraño a Yamamoto-kun, por eso, aparte de conseguir los libros, quiero que animes un poco, ¿sí?- decía muy feliz.

-¿Por qué piensa que yo lo puedo animar Jundaime?- preguntaba algo extrañado por eso el peli-plata.

-¿Por qué?, pues…- decía el Décimo pensativo, llevándose un dedito a los labios- No sé, ustedes son muy unidos, y Yamamoto-kun siempre está feliz cuando está contigo.

Ante lo dicho por su jefe la tormenta se sonrojo.

-Claro que no Jundaime, a mí no me agrada ese estúpido Friki del béisbol- dijo de la forma más tajante y fría que podía, pero la verdad, es que su cara roja demostraba otra cosa… lástima que la persona detrás de la puerta no pudiera ver eso…

-Ya veo…- decía el cielo con algo de gracia, ante la reacción tan tsundere de la tormenta.

-Bien, Jundaime, iré a hacer la misión que me ha encargado, hasta luego- y de ese modo salió de la oficina en busca de un friki de béisbol… quien estaba muy deprimido.

“No tengo oportunidad ¿eh?” decía la lluvia mientras se escondía en un pasillo, en lo que pasaba su amor platónico.

Pero sonrió ligeramente, con, tal vez, un poco de esperanza, ya que aunque Hayato amara a Tsuna, este no parecía interesado en lo más mínimo, eso le daba una muy leve esperanza, y le agradecía internamente a su amigo por eso.

Tsuna se quedó solo en la oficina, preguntándose qué era lo que le pasaba a su tormenta y lluvia, ya que estos se comportaban muy extraño.

_Con Ed_

Mientras todos seguían haciendo lo que debían, el menor miraba a su hermano con una cara de reproche, que el otro olímpicamente ignoraba.

El ambiente a los otros tres les estaba incomodando, solo querían terminar de hacer lo que hacían para poder irse de una buena vez, y dejar de presenciar esa pelea silenciosa, que se llevaba a cabo en medio de los dos hermanos.

Vieron como el menor estaba por abrir la boca para decir algo, cosa que no les gusto, el ambiente ya era lo suficiente tenso como para cortarlo con un cuchillo.

Pero antes de que este pudiese hablar, un hitman entre a la enfermería pateando la puerta y rompiéndola por la mitad.

-Tsk, ¿Qué te pasa?- lo regañaba Shamal.

Pero el mafioso solo lo paso de largo y se colocó a un lado de Ed.

-Creó que sabes a que vengo- decía el hitman con un rostro muy serio.

-Lo sé- le respondió mientras cerraba sus ojos- tengo una teoria- para luego abrirlos y mostrar una mirada afilada.

-Habla- ordeno el hitman, molestando al rubio.

-Lo dijo mientras peleábamos…- comenzó a explicar el alquimista.

_ En Otro Lugar_

-¡¿Cómo no pudiste hacer algo tan fácil estúpido payaso?!- gritaba un hombre muy molesto, quien se encontraba en una habitación muy oscura, y a causa de eso no se podía ver nada, solo a una persona que era alumbrada por un único reflector, que era a la que se encontraba insultando.

-Kyaaaa~~~, no te enojes jefe, no fue muy fácil~~~- decía mientras hacia su bailecito de lombriz.

-¿Cómo no pudo ser fácil?, ¡tú tienes un poder de otro mundo!- estaba muy encolerizado.

-Es que… jefecito~~~- mientras se sentaba en el suelo como lo hacían hacer los japoneses, cuando estaban frente a una persona de respeto, pero luego la cambio encorvando su espalda y haciendo dibujitos en el suelo con sus crayones.

-¡No rayes mi piso Bufón!- grito personaje de la oscuridad, mientras que de la nada, salió un zapato que le dio de lleno a la parca que dibujaba alegremente en el suelo, con un aura infantil rodeándolo.

-¡WAA!, ¡Eso duele jefe!- se quejaba el otro mientras se paraba del suelo.

-¡Ya dime cómo fue que pudiste perder ante el Décimo Vongola!

-Pues vera… estuve a punto de secuestrarlo perfectamente, pero ellos tienen algo muy peculiar…- decía con un tono serio.

-Algo peculiar…- la otra voz sonaba interesada- ¿Qué es?

-Ellos tienen- dijo de repente haciendo una pose de los Power Rangers, con los brazos formando una cruz y una pierna en forma alzada en forma de la pose de grulla, abandonando así, toda seriedad¬- Ellos también tienen a alguien de otro mundo~~~~ jajajaja

El otro tipo solo soltó un suspiro, su subordinado nunca iba a cambiar…

-¿Alguien de otro mundo?- reacciono después muy sorprendido- ¿Viene de tú mundo?

-Nope, decía mientras se ponía a dibujar otra vez- él puede crear cosas con solo tocarlas~~~ y también sabe cómo abrir las puertas.

El personaje de la oscuridad se lo pensó un rato, para que luego un aura maléfica se sintiera en todo el lugar.

-Olvida al décimo, tráeme a ese chico- ordenaba con un tono que no profería nada bueno.

-¡Si, Señor!- decía la Parca mientras hacía un saludo militar y se iba marchando, dejando a su jefe en una gran confusión, en verdad no podía creer que había contratado a alguien así, pero que más le daba, pronto tendría a esa persona que podía crear cosas, lo forzaría a que le hiciera un enorme castillo digno de un rey, un rey que dominaría cada uno de los mundos existentes, pensaba con una gran excitación.

-Maldito mocoso…- dijo después de haber salido de sus pensamientos y ver en el suelo el dibujo de su subordinado, donde estaba la parca y él abrazados, en la playa, vestidos con playeras y bermudas floreadas, con unas cubas en las manos y unas chicas hawaianas bailando, el título del dibujo era: “Nuestra Luna de Miel, el Jefe y Yo” con un corazón dibujado.

-Jefe, ¿qué aremos con el décimo?- preguntaba una segunda voz.

-Mándalo a …L, ya no lo necesitamos con vida- decía con unas palabras cargadas de veneno y maldad.

-A la orden…

Y así el reflector se apagó y todo quedó completamente a oscuras…

Continuara…
Notas finales:

Espero les haya gustado, y no olviden dejar sus RW que ya tengo el otro cap de este X3


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