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El Viaje para Encontrarte por ZuminoeRiriko

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Notas del capitulo:

Hola, hoy me inspire por mi querida Rozen Dark, así que lo hice muy pero MUY largo, espero que les guste n.n

 

Había pasado ya un mes desde que aquel incidente había ocurrido, Reborn había convocado otra junta para el día siguiente, para revelar los resultados de la investigación, podría haberlo hecho ese mismo día, pero quería que todos, absolutamente todos, estuviesen presentes.

-¿Y bien?- reclamaba por resultados Reborn en medio de la enfermería, donde estaba Ed, Al, Tsuna, Yamamoto, Gokudera, Coronello, Spanner, Shoichi y Shamal.

-Hemos terminado las partes- decía no muy seguro Shamal, quien estaba aún lado de Ed.

Reborn estaba en la puerta de la enfermería, Tsuna al pie de la camilla y a cada lado tenía Gokudera y Takeshi, mientras que los mecánicos estaban al otro lado de la camilla, aun lado de Ed y Al.

-¿Qué pasa Shamal-san?- preocupado el cielo, ya que no le gustaba para nada el tono que había tomado el doctor.

Este se lo pensó un momento, para luego ver a los mecánicos que solo se encogieron de hombros.

Suspiro, la verdad era que no quería seguir con eso.

Reborn se estaba desesperando, estaba a punto de sacar a su fiel amigo León, pero Ed le gano la palabra.

-Tú doctor y mecánicos no quieren ponerme las prótesis- decía con un tono calmado el alquimista, que estaba recostado en una camilla, con su hermanito sentado a un lado de él, y la camilla llena de una pila de libros que hacía tiempo Yamamoto y Gokudera le habían traído

-Más les vale que tengan una buena explicación- amenazaba el Hitman.

Ante esto a los tres nombrados les corrió por la frente un sudor frio, sabían que no debían molestar al azabache.

-Pero… ¿por qué?- decía confuso el oji-miel, ya que hace un mes Spanner y Shoichi estaban emocionados por mejorar los aparatos de Ed, ya que, según ellos, estos eran muy avanzados y de buena calidad.

En el momento en el que Tsuna hablo, Ed lo miro fijamente, pero sin que nadie se diese cuenta.

“Qué lindo” se decía para sí mismo al ver la cara de confusión y preocupación del castaño, para luego caer en cuenta de lo que estaba pensando.

/// POV de Ed ///

¿Lindo?, ¿Qué demonios estoy pensando?, me preguntaba al ver como esas personas intercambiaban miradas, unas de inconformidad, otras de enojo, unas cuantas de reproche y una, una que me pareció tan tierna de ese chico…

¡Espera!, ¿Tierna?, ahí voy otra vez…

¿Podría ser que me guste?, ¿Pero que me podría gustar de él?

Bien, no lo voy a negar, el chico era tierno, pero no por su forma física, pensé al verlo detenidamente.

Es pequeño, si acaso 1.56, se ve muy frágil, demasiado para mi gusto, aunque… dado lo que paso la otra vez, supongo que no lo es, su cabello… me molesta, es todo puntiagudo y va para arriba, a excepción de ese flequillo que tapa su cara, es como si fuera un puercoespín, aunque en realidad parecía la melena de un león o en su caso, una leona, dicha comparación me pareció hasta cierto punto graciosa, jajaja, en verdad le quedaba bien, y sus labios… mmm… rosados… realmente rosados, casi como una fresa, ¿se maquillara?, no, lo dudo, en definitiva esos labios no me causaban alguna emoción, se parecen a los de una chica, cuando en realidad es un hombre, lo mismo pasa con su cara, ¿está bien que un hombre se vea así?, tiene el rostro de una niña de 12 años, sin duda me sentiré como un pedófilo al estar con él.

.
.
.

¡¡¡Espera…!!! Me dije ya con desesperación al pensar aquello, en verdad… ¿En serio estaba pensando en estar con él en esa situación?.... lo mire de forma ilícita de nuevo, sin duda el verlo me daba cierta ternura, pero no es la misma ternura que siento con Winry o Al, y cuando estoy con ese pequeño me siento tan… ¿cómodo?

¿Por qué?

Si lo pensaba bien, las personas se juntan con otras ya sea como amigos, familiares, conocidos o románticamente por esa comodidad que sientes al estar con alguien que te comprende o tiene tus mismos gustos, y ese chico… ¿cómo se llamaba?, ah sí, Sawada Tsunayoshi, ese chico, no me parecía ser alguien que destacara realmente en algo y con algo, me refería intelectual o físicamente, así que esa idea quedaba desechada…

Hummm… si no es su físico ni su inteligencia, ¿será porque es rico?

Jajajajajaja…. La idea era por demás absurda, ¿desde cuándo me había convertido en un interesado?, reí internamente, la verdad era que quería reírme a carcajadas, pero todos se ven tan serios mirándose, que de seguro si hiciera tal escena, todos me verían como un enfermo mental o alguien que está muy afectado por casi perder la vida.

En eso recordé algo que le dije a mi pequeño hermanito...

“Vamos Al, acabas de toparte con la muerte, no desvaríes”

Un desvarió ¿eh?... me quede pensando en esa posibilidad, pero… ¿qué era un desvarió?, si mal no me acuerdo es un estado de alteración mental, que generalmente se provoca por una enfermedad o cuando una persona está en estado pasional, en el que se dicen o se hacen cosas incoherentes y se sufren alucinaciones… ¿será eso?, ¿solo es una gran gratitud la que le tengo y lo confundo con ese sentimiento de “amor”?, si era una posibilidad, es imposible que alguien como yo se enamore, y más de alguien que tiene toda la pinta de ser un tanto inútil, hasta su apodo lo dice.

Me cuestionaba mientras miraba aun el chico castaño frente a mí, al parecer este me miraba con un rostro sonrojado… eso me dejo suavizar un poco mis pensamientos, y dejar de ver todo tan fría y analíticamente.

Levante un poco la vista y lo vi fijamente, me pareció que lo vi sonrojarse más, para que luego apartara la vista, hasta cierto punto me sentí satisfecho de lograr que apartara la mirada.

Aun así, sigo con mi duda… ¿Qué es lo que se siente cuando alguien te gusta?, ¿será que ese chiquillo me provoca ese tipo de sensaciones?

Bien, ya sabía que era estúpido hacerse tonto ante lo obvio, pero aun así no podía aceptar sentir eso por alguien… no tengo derecho… a amar… ni ser amado… no lo merezco, pensaba tratando de convencerme ante la absurda idea de creer que el amor era algo a lo que tenía derecho.

Con el amor que me expresa Al debería de bastarme, sí, así es, no podría pedir más… en ese una pequeña opresión hizo aparición en mi pecho… era definitivo… yo sentía algo por ese niño… por Tsunayoshi…

Mmm… en eso una nueva duda me asalto… ¿Qué significaba su nombre?, o ¿de qué origen era?, su idioma se parece al que usan en Xing, pero no es el mismo, ¿cuál será la tierra natal de Tsunayoshi?, ¿quién habrá escogido su nombre?, ¿Y su apodo?,¿ quién fue el bastardo que se lo puso a Tsuna?, ¿Y el leoncito de la otra vez?, ¿es su mascota?

Ya para cuando me di cuenta me refería a él por su nombre de pila y luego su diminutivo, pero que más me daba, era obvio que aquí había algo más que simple gratitud a causa de que me salvo, me di cuenta desde el primer día en que lo vi, y aunque trate de negarlo y engañarme a mí mismo, sé de sobra que esa delicada figura y su rostro angelical me tienen maravillado…

Y más esos ojos miel… tan cálidos… tan puros… inocentes, por no decir ingenuos, me tenía embelesado con tanta perfección, no, mentira, AUN me tiene en ese estado de ebriedad cada que estoy junto a él, o cada que lo miro… aunque trate de ocultar todo con indiferencia o ignorándolo…. En verdad me tiene idiotizado…

Pues bien, me había enamorado… en verdad no había nada que pudiera joderme más, en definitiva porque tenía que encontrar una forma de volver a nuestro mundo, se lo prometí a Al, no debería de estarme distrayendo con este tipo de emociones tan humanas…

Jajajaja tanto tiempo que he pasado con envidia y con personas que no tienen ni una pizca de humanidad en su ser me han contagiado su indiferencia, esta vez estaba temblando ligeramente a causa de las carcajadas que estaba conteniendo.

¡Qué demonios!, llevare a Al a nuestro mundo, no sé cuánto tiempo me pueda tomar, tal vez otros 3 o 4 años, incluso más o menos… este mundo no tiene muchas leyes alquímicas desarrolladas, la mayoría es basura espiritual…

Así que… acercarme solo un poco aquel chico… no estaría mal… ¿cierto?... o ¿debería mantenerme indiferente como hasta ahora?... Al podría enojarse… por hacer el idiota con basura romántica en vez de regresarnos a Amestris con Pinako y Winry…

Al no me perdonaría… él está sufriendo con todo esto, y yo, simplemente quiero juagar al idiota enamorado, son sentimientos que no necesito, al menos no ahora… aunque dudo que los necesite más en un futuro, tomando en cuenta que cuando regresemos, seguiré siendo un perro del ejército, bien podría renunciar al puesto de alquimista estatal pero…

Vamos, de momento el futuro no importa, debo concentrarme en el ahora, y en este ahora, tengo que encontrar la forma de volver a casa y….

Bien, lo otro no importa, igual no soy merecedor de una cosita tan pura y tierna como él, aunque nada me impedía verlo de lejos y averiguar una que otra cosilla… (En una parte de mi mente me sentí como un acosador).

Con una parte resuelta en mis mente, baje la vista y cerré los ojos, concentrándome esta vez en la discusión frente a mí que estaba tomando intensidad.

/// Fin del POV de ED///


-¡Maldito mujeriego!, ¡Si Desobedeces al Décimo te hare volar!- amenazaba la tormenta sacando sus dinamitas.

-Ma ma Cálmate Gokudera-kun- decía la lluvia.

Y para sorpresa de todos, esta se calmó, era extraño… pero mientras nadie saliera volando. Todo estaba bien.


-Tsk, no es lo quien piensan- decía el otro con un cigarrillo en la boca y rascándose la cabeza con los ojos cerrados.

-¿Entonces qué es?- decía el hitman convirtiendo a león en una pistola verde, provocando que les diera un escalofrió a los tres responsables de Ed.

-Esto es muy peligroso Reborn-san- decía ahora Irie, quien tenía una expresión preocupada.

-¿Cómo que peligroso?- decía asustado Tsuna, olvidando la reciente vergüenza que tenía cuando el oji-dorado lo miraba, haciendo acelerar su corazón al punto de que le dolia, pues sabía que Ed nunca correspondería sus sentimientos, y lo sabía, por la forma tan fría que lo miraba.

Pero de igual manera se arriesgaría, igual, no perdía nada… ¿verdad?

Irie solo vio a Spanner, pero este solo giro la vista a otro lado como si la virgen le hablara, dejándole todo el peso a los otros dos, no era tonto, sabía que si decía algo mal ese azabache lo dejaría peor que un perro atropellado en la carretera.

El doctor y el peli-naranja lo vieron con una cara endemoniada y un aura tétrica, al ver que el otro simplemente se lavaba las manos del asunto.

Y Reborn estaba igual que ellos, necesitaba que Ed tuviera su pierna y brazo lo antes posible, hasta ahora era el más fuerte y también, era el único al que no le afectaba el poder de la parca, aparte de Tsuna, pero por más que estuvieron entrenando (es decir, casi matando al pobre Tsuna) este no había podido expulsar las otras llamas de nuevo.

-No es fácil de conectar- hablaba ahora Ed, explicando la situación para que no mataran a los tipos frente a él, los cuales les dieron las gracias internamente por sacarlos del lio- Para conectar “eso”- decía refiriéndose a los automail totalmente restaurados y como nuevos- es necesario que me corten uno que otro pedazo de carne, también tienen que conectar esos cables a mis nervios, además de hacerle una perforación a mis huesos para que el metal interno se quede sujeto, junto a unos tornillos, con los que me taladraran para que no se mueva o caiga por fuera, y de igual manera, los automail tendrán aceite caliente dentro para que se muevan con facilidad, de modo que si se llega a derramar durante la operación, las heridas se infectaran, y es probable que tengan que cortar de más.

Al terminar de relatar, todos los que no sabían del tema estaban sorprendidos, Tsuna y sus dos guardianes estaban azules.

“Debe doler~” pensaban los tres al unísono.

-¿Y eso qué?, solo anestésienlo y hagan su trabajo- decía el hitman enojado, ¿Cómo era posible que se preocuparan por tan poca cosa?

Shamal solo suspiro.

-Ese es precisamente el problema- dijo, dirigiéndole una mirada a Ed, dejando a todos confundidos.

Guardaron silencio, esperando a que el alquimista o el doctor les resolvieran la duda.

Ed, al ver que el doctor no iba a decir más, se dispuso a hablar.

-La cirugía debe de ser sin anestesia- dijo seco.

-Para conectar los cables con los nervios, es necesario que este despierto- decía hora Irie.

-¡¿heeeeeeeeee?!- gritaba Tsuna pálido- ¡¿y lo van a cortar, rebanar y todo eso despierto?!- tenía los ojos abiertos como platos, mientras se agarraba a sí mismo, como sintiendo que se lo estaban haciendo a él.

-Es por eso que no lo queremos hacer- decía por fin Spanner- el proceso va a tardar, será doloroso y tendrá que estar consiente, ni si quiera creó que tu guardián de la nube lo aguante, y eso que es todo un monstruo.

Todos se quedaron pensando, el cómo podrían ponerle sus miembros sin lastimarlo.

Incluso Reborn se lo pensaba bien, hasta ahora Ed era muy importante para el bienestar de Tsuna, no podía permitir que se sometiera ante tal daño, y tampoco sabía cuánto tardaría en recuperarse.

Por otro lado Ed, estaba a punto de llegar al límite de su paciencia.

/// POV de ED ///

Estos imbéciles, ¿por quién demonios me toman?

Pensaba bastante molesto por lo que decían estos bastardos ( claro, sin referirme al leoncito), pues me he enfrentado a muchas cosas, otras que ni siquiera eran humanas, estuve a punto de morir miles de veces, pero siempre salí triunfante, con ayuda de alguien tal vez, pero como sea, el punto es que siempre regresaba, sano y salvo.

¿Y ahora se preguntan si podre estar bien con un poco de dolor?

¡No me jodan!

He roto tantas veces esos automail que ya hasta perdí la cuenta de los veces que Winry los ha reparado y me ha golpeado por eso.

/// Fin del POV de Ed///

-¿Quieren dejarse de tonterías?- decía muy enojado Ed llamando la atención de todos- me han puesto esas cosas muchas veces, ya estoy acostumbrado, así que ya dejen de alegar por pequeñeces.

“¿Pequeñeces?” Era lo que pasaba por la mente de todos en la habitación, claro, menos el menor de ojos pardo.

¿Cómo podía decir él que eran pequeñeces tomando en cuenta todo lo que le iban a hacer estando consiente?

-¿Dices que lo puedes soportar?- decía el hitman escondiendo su mirada.

-Claro que sí, ¿si no como demonios piensas que me las pusieron en un principio?- decía Ed como si fuera lo más obvio del mundo.

-¿Cuánto tardaras en recuperarte?- preguntaba el hitman sorprendiendo a todos.

No se creían que en serio lo iba a dejar operarse así.

Tsuna y Shamal se vieron tentados a reclamar, pero fueron callados por la mirada del mafioso.

-A más tardar dos o tres semanas, o puede que solo una, utilizando mi alquimia- respondía Ed, agradeciéndole internamente a May de que le enseñara la alquimia de su país.

-Pues bien, hagan la cirugía- ordenaba el hitman mientras se retiraba.

-Pero Reborn tu no….

-Dije que la hagan- molesto el azabache, al ver que el doctor le iba a reclamar.

-Tsk…- fue lo único que dijo el doctor, para luego girar su vista molesta.

-Ustedes, vámonos- decía el hitman llevándose al cielo y sus guardianes.

Tsuna dudo un poco, mientras miraba a Ed con un rostro por demás preocupado, no quería que le pasara nada malo a Ed… no quería verlo sufrir nunca…


Pero si Ed estaba seguro de que era lo que quería, lo aceptaría, esa era su decisión y quería apoyarlo en lo que quisiera, además, Shamal era el mejor doctor del mundo, y Spanner con Irie unos muy buenos mecánicos, así que solo le mando una sonrisa tranquilizadora a Ed (aunque más la sonrisa era para él mismo) y se marchó, siguiendo a Reborn y sus amigos, con rostro preocupado y una gran angustia en su corazón.

Ed sonrió un poco para sí mismo al ver la linda carita Tsuna, le daban ganas de abrazarlo y no soltarlo, para su suerte, se contuvo.

-Te dolerá- advertía el doctor, quién miraba a Ed con un rostro sospechoso por la sonrisa que le daba este a la puerta.

-Ya lo sé- respondía Ed, apartando la vista del lugar en el que estaba, y fijándola en su nuevo doctor.

-Bien, llama a unas enfermeras, hay que preparar todo la para la operación- le decía Shamal a Irie.

-En seguida- dijo el peli-naranja mientras se retiraba rápido, pero con una expresión preocupada.

-Hermano…- decía el menor con rostro preocupado.

-Todo está bien Al- le decía para tranquilizarlo- ve a jugar con los niños, ¿sí?

-Si….- decía el menor con desgano y se fue en busca de Lambo e Ipin.

-Te digo de una vez que no seré dulce- decía molesto el doctor, mientras tomaba la agarradera de la camilla y la empujaba fuera de la habitación, para iniciar con todo.

-Mi otra mecánica tampoco lo fue- dijo Ed con cierta gracia en sus palabras, al recordar como su amiga de la infancia le hacía más tortuosa la operación por romper a sus “bebes”.

Shamal solo suspiro, ese rubio era tan terco, pensaba mientras entraba a la sala de cirugías.

-Oye ¿te puedo hacer tres preguntas?- decía el alquimista mientras se acostaba y tomaba uno de los libros y se ponía a leer, no los habían bajado de la camilla porque las implantaciones iban a durar mucho, de modo que no podía desperdiciar el tiempo, mucho menos cuando ya había encontrado un libro muy interesante y que… probablemente… lo ayudaría con su regreso a casa…

-Dime- le respondía el medico mientras lo miraba de reojo, mientras se encaminaba tranquilamente a su destino.

-Para ti… ¿Qué es estar enamorado?- preguntaba con cualquier otra cosa, mientras seguía leyendo ese libro con un león dorado dibujado en la tapa delantera, y en la trasera, una enorme roca roja brillante.

El doctor paro en seco, y le dio esta mirada a Ed: O.O, pero este seguía como si nada, ignorando la repentina actitud que había tomado el tipo ese.

El gran asesino y mejor doctor llamado “Trident Shamal”, el cual era famoso por su gran habilidad del “Trident Mosquito” en verdad no se creía lo que acababa de oír…

¿El tipo frente a él se había enamorado?, ¿de quién?

Luego recordó la forma en la que veía la puerta, no se necesitaba ser un genio para saber a quién era dirigida esa mirada llena de afecto, que a pesar de ser bien disimulado, no podría engañar a un hombre que reconocía esas miradas, y más porque él siempre tenía una de ellas cada que miraba a su hermosa mujer de pelo color chicle.

Con una sonrisa reanudo el paso.

-El amor… ummm… el amor son muchas cosas alquimista- decía Shamal mientras caminada ás lento, para tener el tiempo de hablar- en primera, si quieres a alguien por su belleza, no es amor, es deseo, si LO quieres por su “inteligencia”- dijo resaltando las dos palabras, dándole a entender al chico oji-dorado que ya sabía a quién se refería, pero este simplemente lo ignoro, aunque había captado bien la indirecta- no es amor, es admiración, si quieres a alguien porque es rico, no es amor, es interés, si quieres a alguien solo porque te ayudo en las malas y siempre estuvo a tu lado, no es amor, es gratitud.

-Y ¿Cuándo es amor?- le pregunto aun sin despegar la mirada del libro.

-El amor es cuando quieres a alguien y no sabes muy bien porque, no es aquello que queremos sentir, sino, aquello que se siente sin querer, el amor… el amor no tiene cura, pero sin duda, es la cura para todos los males… es lo que saca lo mejor de ti, cuando ves a esa persona, esa persona que hace que sientas un gran hormigueo en el estómago, que hace que tu corazón lata desbocado en tu pecho, que hace que tu rostro arda y haga que se ponga de un lindo matiz rojo… hace que tus ojos te delaten, es cuando… lanzas una sonrisa estúpida a la nada cuando piensas en ese alguien, y no sabes muy bien porque.

Decía muy apasionadamente el hombre de bata, al recordar a la chica de sus sueños, que, aunque estuvo por matarlo con su comida en varias ocasiones, no dejaba de ser hermosa.

Ed solo sonrió por lo bajo, al parecer el tipo detrás suyo se había esmerado en decírselo muy detallado, cosa que agradecía, ahora estaba completamente seguro de las sensaciones que sentía en su interior, además, de que por la forma en la que recalco unas palabras el hecho de que él se había enamorado de su cielo y no lo amenazaba, quería decir que lo aceptaba.

Y, ¿Cómo no lo iba a aceptar el doctor?, estaba más que feliz con aquello, pues los sentimientos de su querido jefe y mejor amigo de su pupilo eran correspondidos.

Pero aunque la situación haya quedado aceptada al menos por uno de los Vongola, no podía hacerse a muchas ilusiones, no tanto por pensar que el pequeño no le correspondería, sabía que el leoncito ya sentía algo por él, cosa que lo ponía de muy buen humor, la razón por la que no se daba tantas ilusiones, había sido porque él ya había decidido mantenerse al margen de todo sentimiento…

Igual, lo había hecho ya muchas veces a lo largo de su vida, incluso lo sigue haciendo justo ahora para proteger a su hermano, hacerlo con otra persona más no le haría daño, ¿o sí?

“Le podría hacer más daño estando a su lado que apartado” pensaba con calma el alquimista, auto convenciéndose de que era mejor callar sus sentimientos, repitiéndolo en su mente como un mantra que le dolía, pero que era necesario.

-¿Y tú tercera pregunta?- pregunto el doctor luego de salir de sus bellos recuerdos junto a su dama.

-Fue la última que te hice- respondió seco el alquimista al ver que ya estaba frente a las puertas del quirófano, donde los esperaban unas enfermeras y los dos mecánicos.

El doctor enarco una ceja, y empezó a contar las preguntas que le había hecho el chico frente a él, y, efectivamente, habían sido tres preguntas, la primera fue: “¿te puedo hacer tres preguntas?”, y la segunda y tercera: “¿Qué es estar enamorado?” y “¿Cuándo es amor?”

Sonrió un poco para sí mismo, ese chico le agradaba, era alguien fuerte y listo, justamente lo que necesitaba el cielo de la familia por ser un despistado con todo, incluso cuando va a bajar las escaleras, no se explicaba aun, como era que hacia su jefe para derrotar grandes familias enemigas y no poder bajar las escaleras ileso, sin duda, esa era un pregunta más interesante que saber cuántos mundos diferentes existían.

-Se tardaron- les decía Spanner con reproche en su vos, haciendo que Ed dejara un momento el libro y Shamal regresara al mundo real.

-Alguien que se hace el desatendido cuando su novio y amigo están en problemas no tiene derecho a reclamar- decía Ed regresando su mirada al libro, ya que, por la forma en que los dos mecánicos se miraban, no le costaba un gran esfuerzo saber que eran pareja.

Eso dejo helado al rubio, ya que el doctor y su amado ya habían olvidado aquello, pero por culpa de ese tipo ahora el médico, lo veía con una cara de “espero no mueras por una enfermedad pronto” y su amor, con otra que decía “Sin sexo por un mes”

No sabía que le asustaba más, el morir por alguna extraña enfermedad, o no tocar el suculento cuerpo de su peli-naranja.

-Dejen de hacer el tonto y entren- decía cortantemente una enfermera de cabello café, un rostro rudo y con la ropa habitual de alguien que trabaja en un hospital.

Los demás dejaron de ver asesinamente al rubio, y entraron para terminar todo ese rollo de una buena vez.

-Espero no te desmayes, o te despertaremos con electricidad- decía tranquilamente el médico, quería asustar un poco al oji-dorado, para que desistiera con la tortura que le iban hacer pasar.

-Pues háganlo, aunque dudo que me desmaye- dijo el otro tranquilamente, mientras leía ahora un libro diferente, la amenaza del doctor no había servido en lo más mínimo, era como si a ese chico no le importara nada de sí mismo.

Pero dejo de pensar en eso y se dispuso a unos mariales desinfectantes e higiencos, pues, no creía que a ese chico le importara poco su vida, menos estando enamorado.

“Me pregunto… ¿qué hará Kyoya’” se preguntaba el doctor mientras se ponía un cubre bocas, pues este sabía de los sentimientos de la nube por el cielo, y lo animal que este podría llegar a ser para conseguir lo que quiere, se angustio ante esto, pero se relajó al recordar que Tsuna no era tan débil como aparentaba, y que, aunque en algún momento él no se pudiera defender, tenía a otro enamorado que era más bestia que la nube y casi tan sádico o más, que el arcobaleno del sol.

-Doctor, apresúrese- le regañaba la misma enfermera, pues todos ya estaban listos y Shamal seguía tonteando.

-Ah, sí, lo siento, empecemos- respondía el nombrado, para así, dar inicio a la operación.

_ Con Al _

Por otro lado Al estaba más que furioso recordando las palabras de su hermano: “Ve a jugar con los niños, ¿sí?”

No podría estar más enojado, caminaba con una ira bien disimulada, ya que su rostro se mostraba tranquilo, con unos ojos cálidos, que daban la impresión de no ser capaces de enojarse nunca, y sus labios, formaban una linda curva, que dejaba apreciar una sonrisa….

Pero la verdad era, que simplemente apretaba los labios, conteniéndose de ir y golpear con todo a su hermano o la pared que tenía un lado, en verdad tenía ganas de descargar su frustración, internamente rezaba porque Envidia apareciera de la nada para poder desquitarse con él hasta que los puños le sangraran.

Abandono el pensamiento por un momento, sabía que era un inútil, jamás podría contra Envidia, y mucho menos al ver esa cosa gigantesca en la que se había convertido.

Puertas a otros mundos, automails, la gran transformación de aquella “persona”, alquimia…

¿Qué era todo eso?


¿Cómo fue que llegaron a otro mundo?

¿A qué se refería Ed con la ida a Xing?, él no conocía ese lugar.

¿Cómo fue que su hermano perdió su brazo?

Y ese reloj que su hermano miraba en las noches con nostalgia y dolor… ¿Dónde lo había conseguido?

Tenía la impresión de saberlo, pero no estaba del todo seguro, ya estaba harto de fingir que sabía siempre de lo que hablaba su hermano.

No sabía qué hacer, solo lo que su hermano le había dicho que hiciera, así que se limitó a caminar por esos largos pasillos, doblo a la derecha para dirigirse al comedor, lo más seguro era que ahí estarían los niños comiendo unos dulces, pero antes de que pudiera abrir la puerta para entrar a este, un azabache de patillas lo intercepto.

-Ciaossu- saludaba Reborn, asustando un poco al menor- tú y yo tenemos cosas de las que tenemos que hablar.

Ahí el menor recordó lo sucedido hace un mes, por lo que se relajó y asintió decidido, recordaría todo, absolutamente TODO.

-Sí.

-Ven- ordeno el Hitman, haciendo que el menor lo siguiera.

Caminaron por un largo rato, Al calculaba que por lo menos unos 10 minutos, habían salido de la mansión y ahora se encontraban en el jardín trasero, donde no había absolutamente nadie.

“¿A dónde iremos?” Se preguntaba el oji-pardo.

En eso Reborn se acercó a una de las jardineras pegadas a la cerca de concreto de la mansión, y vio que este rebuscaba algo entre las plantas.

-¿Qué hace?- se animó a preguntarle, sin embargo el azabache no le contesto, simplemente lo ignoro.

Después vio como el mayor hacía una mueca de satisfacción y presionaba uno de los ladrillos de la pared, haciendo que este se hiciera hacía atrás y al mismo tiempo, se abriera un pasadizo secreto en el suelo.

“Genial…” pensaba el menor, nunca se había imaginado que habría algo como eso en la mansión, pero si lo pensaba bien… estaba en una mansión…. La mansión de un mafioso.

-Entra.

El menor no le dijo nada al hitman y solo obedeció, pues sabía que todas sus preguntas y objeciones serian ignoradas.

Reborn solo soló lo miro con diversión, ya que lo había aprendido más rápido que su Dame-Alumno.

Al entrar, vio que las escaleras que iban hacia abajo, eran de caracol, y que el lugar era alumbrado por pequeñas luces en las paredes, que, aunque no eran muy resplandecientes, te dejaban ver con claridad el camino, para no caerte.

Al inicio le dio algo de miedo, ya que eso se veía sospechoso, como en una de esas películas donde terminan secuestrando y matando a la chica ingenua, este pensamiento le dio pavor, y Reborn se dio cuenta de eso, más no dijo nada, esperando a que se retractara o avanzara.

/// POV de Al ///

No, no me puedo retractar ahora, pensé.

Este tipo… pensé girándome a verlo, no me parecía mala persona, y tampoco había razones para que me hiciera daño…

Dijo que me ayudaría a recuperar mi memoria, así que estaba bien… ¿no?

¡Sí!

¡Claro que está bien!, no puedo seguir dependiendo de mi hermano, tengo que hacer algo ya, tengo que poder estar con él como un igual, ya no quiero ser dejado atrás, quiero apoyarlo en las situaciones difíciles, y también quiero llorar con él en las situaciones más tristes.


Pensé ya muy convencido de lo que quería, y me encamine por las escaleras, dispuesto a ir a donde esa persona quería, para que me ayudara a recordar todo lo que había olvidado.

Mientras bajaba, pude ver como esa persona sonreía un tanto divertida, creó que pensó que me iba a retractar, pero me importo poco lo que pensara de mí, así que seguí bajando las escaleras con rapidez, pero también con calma, para no caerme.

Estuvimos bajando por un buen rato, otra vez, estaba comenzando a cansarme, me gire a ver a la persona detrás de mí, esta no se veía exhausta, venia tranquilo.

-¿Falta mucho?- le pregunté, la verdad, la idea de bajar más me daba mucha flojera, me daban ganas de regresarme.

-Ya llegamos- me dijo él.


Pero… ¿A qué se refería con llegar?, yo aún no le veía el fin a todos esos escalones.

Después vi que apretaba un ladrillo de la pared para abrir otro pasadizo, al igual que lo había hecho en las jardineras.

Al entrar por él, vi que este pasaje era más corto, solo era de tres metro de largo, y después se podía ver una puerta.

Empecé a caminar hacia ella, lo más seguro es que esa puerta era nuestro destino, ya cuando estuve lo suficientemente cercas, tome el pomo y lo gire para entrar, todo ante la atenta mirada del hombre detrás de mí, que al parecer, me miraba curioso.

Ya abierta la puerta, entre… en el lugar había un hombre alto, si mal no me equivocaba, era el tipo que estaba con Sawada-san el día que los conocimos.

Usaba una bata blanca, zapatos y pantalón de vestir negros, ojos y cabello verde, cabello que estaba muy desordenado por cierto y unos lentes que no dejaban apreciar muy bien sus ojos color musgo.

También pude notar que tenía unas ojeras enormes y… una sonrisa tétrica, al igual que su mirada….

Este tipo no me inspiraba confianza…

/// Fin del POV de AL ///

Al se adentró en la habitación, bajo la atenta mirada del científico y el hitman.

“Que gracioso, pensé que saldría huyendo al ver el camino, así como cuando Dame-Tsuna veía algo que no le gustaba” pensaba el azabache, comparando a la persona que tenía en frente con su alumno, ya que estos dos se parecían en una cosa, y era en lo cobardes que se veían los dos, aunque el oji-pardo frente a él, lo disimulaba más.

-¿Qué es eso?- preguntaba Al sacando de sus pensamientos al azabache, quien estaba aún en el marco de la puerta.

-Es mi nuevo invento- decía con orgullo el científico que estaba junto a la máquina.

“Nuevo invento...” se decía Al en su cabeza, mientras veía la enorme máquina.

Esta tenía era una gran caja con muchos botones, pantallas, e interruptores, pegada a ella había también una camilla, parecida a la de la enfermería, donde arriba había una enorme pantalla que estaba conectada al controlador y un casco con lucecitas que reposaba en la camilla.

-Las llamas no funcionan con ustedes- comenzó a decir Reborn refiriéndose a Al y su hermano, mientras entraba a la habitación y se sentaba en una de las sillas al frente del sistema de control- de modo que no podemos usar las ilusiones para hacerte recordar, y una terapia para que recuerdes todo será muy tardado, así que le pedí “amablemente” a Verde que construyera esto para nosotros.

Decía con sarcasmo el hitman y con una sonrisa burlesca, haciendo así, enojar al científico.

Quien al recordar como lo había amenazado esa reencarnación del diablo, diciéndole que tenía que hacer una máquina que te permitiera navegar en la mente de alguien, o si no… la verdad no quería recordar la amenaza del hitman, una amenaza que tenía que ver con su linda virginidad anal….

-“Esto”- dijo Verde, refiriéndose a su invento- lo que hará, será permitirnos ver a través de tu mente.

-¿A través de mi mente?- repetía Al.

-Así es, este casco- mientras lo tomaba en sus manos y hacía ademan a el oji-pardo para que se acercara, cosa que hizo y aprecio más cercas dicho objeto- está conectado a la pantalla que ves aquí arriba, y esta, a su vez, está conectada al monitor frente a mí. El casco se conectara a tu cerebro, claro, superficialmente, y en la pantalla se mostraran tus recuerdos y pensamientos, todo a color y con sonido, yo desde aquí- señalando el controlador- paseare por tú mente, hasta encontrar la fecha en la que perdiste toda tú memoria.

El oji-pardo estaba maravillado, en verdad no se lo creía, ¿En verdad ese tipo de tecnología era posible?, no… más bien, lo que lo impresionaba, era que una persona pudiera hacer aquello tan maravilloso.

-¿Incluso con él podrán ver mis pensamientos?- decía embelesado y con unos ojos brillantes.

Verde y Reborn solo lo veían de forma graciosa, en verdad ese niño era el polo opuesto a su hermano.

-Así es- decía Verde muy orgulloso, ya que era raro que alguien admirara su trabajo con esos ojos, ya que usualmente los que veían sus inventos, tenían una mirada de miedo o desconfianza- lo único que no nos permitirá hacer, será sentir las emociones que tuviste en ese momento.

Y para sorpresa de Reborn, Verde sonrió sin malicia alguna, al ver a ese tierno niño observarlo con fascinación, ya que ni siquiera su lindo uke Fon, apreciaba sus avances de esa forma.

-¡Genial!- decía muy animado el castañito claro.

-¿Empezamos?- decía un Reborn molesto por la tardanza que se estaba tomando esos dos.

-Claro, niño, ven y acuéstate aquí, también ponte esto.

-Sí- mientras tomaba el caso de las manos de Verde y se lo colocaba, para, a continuación, acostarse en la camilla.

“¡Por fin!, ya podre saber lo que me oculta mi Hermano” pensaba alegremente el menor….

O al menos eso creía, ya que era una extraña mezcla de emociones…

Algo le decía que no debía recuperar sus recuerdos…

Pero lo ignoro…

Continuara…
Notas finales:

Espero les haya gustado y no olviden sus RW 

n.n/


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