“Esta vez no será tan fácil” pensaba con una mirada determinada el frio acero, mientras caminaba a paso firme y cauteloso por esos pasillos aun oscuros.
/// POV de ED ///
Caminaba de forma cautelosa por aquel largo pasillo… la verdad este lugar no me gustaba nada… era realmente horrible, o tal vez se debía a que estábamos en un calabozo…
Ummm… por la altura de la ventana y el pasto que se lograba ver, lo más seguro es que estábamos a 4 metros bajo el suelo.
Lo más seguro es que subiendo un par de escaleras lleguemos a la planta superior y encontremos la salida.
Claro que pude hacer una en la celda y salir directamente por ahí, pero no… de hacer eso, no me encontraría con la parca otra vez, no es que quiera poner en riesgo a mi pequeño leoncito ni nada por el estilo, pero lo mejor era terminar con esto ahora, primero armaría un poco de jaleo en la planta principal, así los amigos de mi leoncito vendrán y podrán cuidarlo, para que yo pueda acabar fácilmente con esos bastardos.
No es que piense que MI niño es alguien débil, sé de sobra que no lo es, él me lo ha demostrado en las juntas y las dos ocasiones en las que saco ese increíble poder, ¿me pregunto cómo lo emanara?, seguro que a Al le fascin….
Me detuve completamente al pensar en mi pequeño hermanito….
Pero…. ¿Qué demonios estoy haciendo?... Me doy el lujo de enamorarme, cuando se supone que con el cariño que Al me daba… era mucho…
¿Al me perdonara?, ¿Me lo perdonaras Al?, el querer amar a alguien y buscar refugio en esa persona… ¿Me lo perdonarías?, el querer ser feliz y olvidar todo lo que te hice pasar y sufrir…
Todo…
Todo lo que he hecho… ¿Hay forma de enmendarlo?...
No… supongo que no la hay… y yo ya lo sabía…
Apreté más al pequeño chico en mis brazos… me daba miedo perderlo… ¿y si mi niño también se enteraba de todo lo que hice?, ¿también me odiara?...
-¿Ed?- me preguntaba aquel pequeño niño… no era MI niño de ojos miel… su rostro se notaba preocupado.
-¿Qué pasa?, ¿estás bien?- le pregunte, mientras me escondía en una de las celdas del lugar, al escuchar que unos guardias pasaban caminando.
MI niño guardo silencio por un rato, hasta que dejaron de oírse los pasos siguió.
-Es que… no te preocupes… yo… sé que saldremos bien, mis amigos vendrán e iremos junto a casa- me dijo, al inicio no comprendí lo que quería decirme hasta que siguió…- así que no pongas ese rostro de inquietud, ¿sí?- me termino de decir con una sonrisa tranquilizadora.
Al parecer la fría mascara que había formado en mí rostro por tantos años, se había caído… bien… la situación era un tanto… bah~
Daba lo mismo, lo mejor era dejar de quebrarme la cabeza por estas cosas.
Total… no Al ni Tsuna se enteraran de mi pasado…
-Todo está bien- le respondí con una sonrisa tranquilizadora, para luego salir del lugar en el que estábamos escondidos y seguir con nuestro camino.
Seguí todo el resto, evitando y escondiéndome de unos cuantos guardias, hasta que por fin pude dar con unas cuantas escaleras, lo cual me sorprendió, ya que habían pasado 8 minutos y no se escuchaba ningún jaleo, cosa que era rara, era para que ya los amigos de mi amado hubieran empezado a atacar…
Subí cuando mucho, unos 26 escalones, hasta topar con una puerta de metal negra, caminaba con un paso sigiloso, lo más seguro es que del otro lado de la puerta hubieran unas tipos custodiándola.
Ya frente a la puerta, baje a mi niño, para ahora cargarlo en mi espalda y tener mayor movilidad en mis brazos, con mi alquimia abrí la puerta, mientras la empujaba poco a poco, pude ver que no había nadie detrás, termine de abrirla a la par y…
Nada…
Esto era demasiado bueno…. O muy malo…
No sabría decirlo con seguridad, atravesé la puerta rápidamente, agudizando mi oído… pero solo había un absoluto silencio…
Aquí pasaba algo…
/// Fin del POV de Ed ///
_ Hace 8 Minutos _
_ Afuera de la Mansión Corvo Sanguinosa _
-¿Todos listos?, en 1 minuto más iniciamos con la misión, bien ya paso el minuto, ¡inicien!- decía un hitman muy molesto.
Los guardianes no dijeron nada, solo se dividieron en grupos, el equipo 1: Gokudera y Takeshi, estos fueron volando a la azotea de la mansión en su sistema C.A.I.
Equipo 2: Ryohei y Lambo, estos rodearon la mansión.
Equipo 3: Mukuro, Chrome y Byakuran, estos se infiltraron por medio de las ilusiones del primero.
Equipo 4: Reborn y Coronello, estos atacarían desde la puerta trasera, el lugar que iba directo a la cocina, era el lugar más cercano a la habitación principal, donde seguramente, estaría el Francessco Salvatore.
Y el último equipo, que era el equipo 5: Este estaba formado por Hibari y Alphonse, los cuales, después de que el resto se haya infiltrado, armarían un disturbio para atraer a los peones y acabar con ellos para tener menos problemas.
_ Equipo de Gokudera _
-¿Ves a alguien Friki del béisbol?- decía la tormenta ya en la azotea.
-No, creó que nadie hace guardia en este lugar- contestaba el azabache al ver que el lugar estaba desolado.
-Es probable, tal vez no esperaban un ataque aéreo, pero de igual modo no hagas tus idioteces.
-Jajaja que poca confianza.
-No molestes y busca una puerta.
-Ya vi una, esta hasta la otra esquina.
-Entonces muévete idiota.
Y así ambos comenzaron a infiltrarse con éxito.
_ Equipo de Ryohei _
-¿Estás listo al extremo Lambo?- le preguntaba en tono quedito el guardián del sol al pequeño niño, ambos estaban escondidos en unos arbustos, mirando como 2 subordinados de Francessco pasaban haciendo guardia.
-Lambo-sama siempre está listo- le respondía el menor.
-Bien, caminemos al extremo hasta llegar e esa ventana, cuando esos tipos den la vuelta, después atacaremos con un silencio extremo, ¿ok?, no podemos dejar que nadie nos descubra al extremo.
-¿Jugamos a las escondidas?
-Algo parecido, solo que este juego es más extremo, ahora, cuando yo diga uno, correremos al extremo para pasar la ventana, ¿entendiste al extremo?
(N/A: cuantos extremos XD)
-¡Sí!
-Bien, entonces… 10… 6…. 4…. ¡1 Extremo!- y así ambos se arrojaron a la ventana, sin ser descubiertos.
_ Equipo de Mukuro _
-Mukuro-sama…
-¿Sí?, ¿Qué pasa mi querida Nagi?
-Es que… vinimos a rescatar a Boss… ¿podría por favor ponerse acaramelado con Byakuran-sama en otra ocasión?
Preguntaba la pequeña chica con un notable sonrojo y hemorragia nasal, al ver como el tipo de pelo blanco, tenía agarrado de la cintura a su maestro y lo besaba con pasión en el cuello.
-Kufufufu, mi querida Nagi, tienes razón, Byaku-chan~, dejaremos esto para cuando regresemos- le decía el peli-índigo a su amante, en un tono sugerente, a lo cual este sonrió.
-Me parece bien Muku-chan~, por cierto, ¿Dónde estamos?- preguntaba el peli-blanco.
El lugar en el que se encontraban era un cuarto oscuro, sin ventanas, con una única puerta, la cual tenía más de veinte cerraduras, con varias mesas en el interior, que contenían diversos papeles y sobres en ellos, al igual que unos cuantos materiales de laboratorio.
-Nufufufu, parece ser que dimos en un lugar interesante- decía el oji-violeta mientras revisaba unos papeles.
-Oya oya, ¿en serio?- preguntaba el peli-índigo con una sonrisa burlesca.
-Mukuro-sama, Byakuran-sama, tienen que ver esto- llama la niebla mujer, con un rostro asustado, mientras sostenía unos papeles en sus manos temblorosas, haciendo que los otros se acercaran rápidamente.
-Esto…- decía Byakuran con los ojos como platos al ver los papeles.
_ Equipo de Reborn _
Estos ya habían entrado por la puerta trasera, la cual estaba bien custodiada por varios hombres y sirvientes, pero nada que un buen hitman como el no pudiera resolver fácilmente, así que con su fiel amigo León convertido en una pistola con silenciador, y con la sangre fría que lo caracterizaba, asesino a cuantos se topó, sin parase a pensar en quienes eran inocentes y culpables.
-No es necesario dejar un camino de cadáveres-Kora
Regañaba en rubio, al ver como el azabache acababa con la vida de una chica pelirroja, de no más de 18 años.
Ese hecho le dio algo de pena al militar, era triste que personas tan jóvenes estuviesen relacionadas con ese mundo.
-Cállate intento de militar- decía con indiferente el hitman.
El rubio de ojos azules solo suspiro con cansancio.
-¿No crees que ya paso el tiempo suficiente-Kora?- preguntaba el menor, al ver que habían pasado 8 minutos desde que se habían infiltrado.
El hitman se lo pensó, pero termino dándole la razón.
-Dales la orden- mando el azabache.
El otro asintió, y con un espejo que saco de su bolsillo, le hizo una señal a su fiel amigo Falcon, el cual salió volando de una rama y se dirigió al frente.
_ Equipo de Hibari _
Al y Hibari, estaban escondidos detrás de un árbol, observando la puerta principal, donde habían 16 guardias en fila.
“Nos esperaban” pensaba el menor de los Elric.
-Más te vale que no me estorbes- decía de forma mordaz la nube, pero el otro solo lo dejo pasar, la verdad no le importaba.
-Te estoy hablando- rugió severamente la golondrina al verse ignorada.
-Lo escuche la primera vez, no le estorbare, así que no se preocupe- respondía cortésmente el menor, mirando al cielo en espera de la señal que le daría el permiso de ir a rescatar a su bobo hermano mayor.
-Hmph- “dijo” el otro, para luego ver como un halcón muy conocido para él, diera círculos encima de la mansión.
“La señal” pensaban sincronizados ambos chicos.
Se miraron…
Una sola mirada….
Que decía: “No me atrases”
Y así, amos se tiraron a atacar a sus enemigos.
_ Con Ed _
Este caminaba “tranquilamente”, cuidando de no toparse con gente molesta, hasta que un momento comenzó a escuchar el sonido de paredes y vidrios rompiéndose, junto a personas que gritaban de dolor.
-¡Estamos bajo ataque!, ¡Rápido diríjanse a la puerta principal!
Ed escucho varios pasos que venían a gran velocidad en su dirección, entro a una habitación que estaba a su lado para esconderse en lo que las personabas pasaban.
“Parece que empezaron” pensaba el alquimista.
-Ed… ¿Qué fue eso?- preguntaba un poco nervioso el menor, que se encontraba en la espalda de su amor.
-Tus amigos han empezado a moverse, nosotros también tenemos que apurarnos- le decía el rubio con una cara seria.
-Sí- le respondía el menor.
-Bien, entonces vamos- decía el mayor animado, tomando el picaporte de la puerta y dispuesto a salir, luego de que los ruidos hubieran secado, pero algo que no esperaba paso…
-Njajaja, ¿por qué la prisa?
Decía una vos a sus espaldas, ambos chicos giraron rápidamente, para ver a la persona que emitía aquella vos fastidiosa.
-Kimblee…- decían con fastidio el alquimista.
-Hola- le respondía el otro mofándose- Tenemos algo pendiente…
-Ya lo creó…- le respondía el oji-dorado, con el ceño fruncido, mientras bajaba al menor de su espalda y le susurraba.
-Mantente atrás de mí…
-P…pero…
-Haz lo que te digo- expresó el mayor con seriedad, al ver que su niño replicaba.
-¿Qué tanto secretean?- preguntaba molesto el azabache.
-Nada, mejor acabemos con esto…
-Por supuesto…
-Y no me olviden a mí- decía una cuarta vos, que se hacía presente en el gran cuarto blanco.
-Parca…- decía el oji-miel asustado de que su amado se tuviera que enfrentar a esos dos monstruos.
-No lo dudes njajaja.
Respondía el tipo de blanco, para que luego bastardo 1 y 2, se abalanzaran contra Ed, el cual hacía de escudo para su niño de ojos caramelo.
Continuara…
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